Azul [Gargaroth, Error Sans, Nostariel y Tobias] [Pasado]

Jack irrumpió en la taberna de Villa Orange algo ofuscado, sus grandes botas de punta de metal repiqueteaban en el suelo mientras sorteaba a la gente a su paso, nada facil dado su tamaño... Esta vez llevaba su coraza de acero puesta, bajo la camiseta, de forma que no podía verse a simple vista, pero como la camiseta era abierta por los lados, ya que era de tirantes, podía distinguirs el brillo del inmaculado metal en los lados., su enorme pero proporcionada daga estaba alojada en un cinturon que llevaba fuertemente apretado al pecho, y sus mitones con pinchos puestos en las manos, tenía el rostro de querer asesinar a alguien, estaba muy enfadado. Dando fuertes y largos pasos hacia la barra, prendió su enorme cigarro con ansiedad.

Una vez en la barra, pegó un manotazo, intentando no romper la barra, dejando bajo su mano un cartel de "SE BUSCA". Miró al tabernero con los ojos inyectados en sangre, aunque ahora no visibles por sus gafas de sol negras -Estoy buscando a este hombre y a toda su panda de impresentables, ¿sabe donde puedo encontrarle? -Sentenció clavando aún mas su furiosa mirada en el tabernero que estaba lavando un vaso, se volteó asustado, dejándolo caer y cogió el cartel algo tembloroso por el susto. Tras unos minutos examinándolo lo volvió a dejar sobre la mesa y, con una sonrisa que duró décimas de segundo insinuó que no sabía nada de el, es mas, decía ni siquiera haber oido su nombre jamás...

Sin pensárselo dos veces, el semigigante alzó al tabernero sobre la barra con una mano, agarrándole de la pechera -Tú sabes algo que no quieres decirme, sé que lo sabes, puedo ser grande pero no soy idiota... -Bramó Jack fuera de si. El tabernero parecía tranquilo ahora, ya no sonreía pero esa tranquilidad no era para nada natural, desde luego ocultaba algo...

Offrol: Se salta turno si no se contesta en cinco días, para agilizar un poco el rol, que somos muchos

Era una tarde tranquila en villa orange, yo estaba en una taberna, llamando la atención de la gente como de costumbre. Estaba tomándome un refresco hasta que un gigante de 6 metros irrumpió con gran brutalidad en la taberna. Se puso a mi lado y le hizo una pregunta bastante directa al camarero sobre unos bandidos, clavando el cartel de se busca en la mesa. Estaba pensando en dejar que le sacara información para aprovecharla yo, pero el hombre empezaba a pasarse con el camarero, si le ayudaba seguramente la bebida me saldría gratis. Agarré el brazo del hombre con mis cables, separándole del camarero y tirando de el hasta ponernos cara a cara, supongo que no se esperaría ese tirón, ya que fué medianamente fácil.

-Oiga caballero, sería bueno que se tranquilizase ¿no? El hombre a dicho que no sabe nada. Sonreí mirándole a los ojos.

-Como cazarrecompensas yo también estoy intrigado en cazarlos, pero no es plan de atosigar a los demás compañero. Tras eso miré al camarero con una sonrisa y le dije que esperaba que por esto la bebida saliera gratis, cosa a la que asintió y se fué corriendo a la otra parte de la barra mientras mi ojo izquierdo emitió un pequeño brillo. Esta vez estaba sin mi capucha, por lo que mis ojos se clavaron de lleno en el gigante y le dije.

-Bueno, ahora que le hemos quitado hierro al asunto, ¿puedes contarme sobre la banda? No prometo darte información, pero puedo ayudarte a buscarla, a cambio de una parte claro. Le solté el brazo y volví a mi posición relajada normal esperando que hubiera servido para que se calmara.

Estaba tan contento sentado en una taberna del lugar relajándome tranquilamente. Venía de una isla vecina de terminar un trabajo, estaba aprovechando que el barco de la agencia que me transportaba iba a hacer una parada de unos cuantos días aquí, por unos motivos que no me concernían personalmente. Me hospedaba en dicho local porque no me gustaba dormir en el camastro del navío si no era necesario. Cierto es que la comida no es que fuese muy buena, pero el colchón era bastante cómodo.

Disfrutaba de un refresco sentado en una mesa apartada mientras leía el periódico absorto en la lectura sin prestarle atención a ninguna otra cosa, sólo leía y pasaba de mi entorno hasta que el graznido de mi acompañante hizo que elevase la vista. En ese mismo instante un tipo enorme estaba agarrando al taimado camamero elevándolo por encima de la barra mientras lo increpaba a que le diese una información que se negaba a proporcionarle. Seguro que la receta de las croquetas no podía ser, ¿o sí?, aunque dado el caso ya comenza a ver como mi descanso se iba al garete. Me levanté de mi sitio causando que el ave que me acompañaba se apoyase en mi hombro mientras me acercaba con intención de parar la escena. Yo también odiaba aquellas asquerosas croquetas, pero no por eso amenazaba a nadie.

Me encontraba a escasos metros cuando algo bastante peculiar ocurrió. Una especie de esqueleto viviente había cogido al gigantón con alguna especie de cuerdas haciendo que éste se girase hacia él. Sorprendía el hecho de ver a un esqueleto andante que encima hablaba y parecía ser conciliador por sus palabras. Estaba pasando desapercibido y tenía una oportunidad única de escaquearme y volver a mi lectura, pero entonces escuché hablar de que estaban buscando a alguien. Serían cazarrecompensas buscando algún criminal peligroso y eso hizo que me parase en seco. La extraña pareja seguían hablando mientras yo pensaba en que hacer, aunque mi compañero pareció decidir por mí puesto que volvió a graznar más fuerte haciendo que la pareja se fijase en mí. El ave había decidido que trabajase+ asique me presenté para no parecer un alcahuete sin más.

- Perdonad la intromisión. Soy el agente Thorn y no he podido evitar escucharos. Si buscáis a alguien que merezca ser encarcelado tenéis mi ayuda.


Quizás no quisieran a nadie más en el grupo buscando el ansía de conseguir más dinero para ellos solos, aunque así conseguiría poder seguir relajándome, pero quizás fueran de los inteligentes y no de los avariciosos y sabrían aprovechar la ayuda de uno más.

Llevaba ya un buen rato tras la pista de unos piratuchas de pacotilla, estos habían decidido hacer de la isla su paraíso personal, y claro estaba no pensaba permitírselo. Había perdido bastantes dotes de cazadora, pero el rastreo y el sigilo parecían seguir aún con ella. Eso y que la gente cuando dices cazador de piratas suele ayudarte gustosamente si no están implicados en algo, que lo que hacen es mandarte lejos, aunque suele ser fácil reconocer a dichos tipos.

Mi seguimiento me llevó hasta el centro de Villa Orange, lugar de tabernas, bares y demás locales de fiesta y ocio. Desde allí hasta la zona alta, donde más robos se habían producido para terminar en una zona abandonada a la entrada del pueblo, con casas ruinosas y abandonadas ocupadas por mafiosos locales, que de seguro no tendrían ganas de colaborar. Me acerqué a una de aquellas casas a preguntar:

-Hola, buenas tardes, venia buscando información acerca de una banda de piratas de la zona. Si fuerais tan amables de decirme donde están los capturaría y ningún cazador, marine o cipher pol tendría que tener la necesidad de volver por aquí en un tiempo.

Off:

Les pasó el cartel de "SE BUSCA" al extraño ser y al agente que se le habian presentado delante. Desde luego no iba a tocarle más la moral al tabernero, no le interesaba meterse en problemas con la marina aún, y menos por una soberana tontería... Eso si, si se enteraba de que realmente sabia algo que no le dijo seguramente volvería a hacerle una "visita". En el cartel aparecía un hombre con una barba muy poblada, de aspecto regordete, entrecejo grueso y dientes amarillentos, casi negros. Sonreía jovialmente mientras levantaba el dedo pulgar de la mano derecha, como posando.

-Se llama Roem, y no está solo, tiene una pequeña cuadrilla de unos cinco o seis "personajillos" aunque ninguno de ellos es ni la mitad de fuerte de lo que él puede llegar a ser. Es peligroso, se dedica a saquear todo lo que se cruza en su camino, no conoce el concepto de respeto y además... Se ha llevado algo mío con alto valor sentimental, pero eso a vosotros os da igual. Lo importante es que ofrecen cinco millones por su cabeza, a pesar de que no sea demasiado dinero, es un tipo realmente peligroso -Dijo en tono enérgico aún, prendiéndose un cigarrillo al acabar el "discurso", intentando tranquilizarse.

Miró a ambos desde arriba esperando respuesta, desde luego, él mismo iba a ir a buscarlo y sabía que no podía tener un enfrentamiento directo contra él y toda su cuadrilla, era algo sabio aliarse con alguien, aunque fueran simples desconocidos, tampoco era la primera vez ni la última que haría eso, sin embargo, no podía evitar desconfiar de ellos, al menos hasta que demostrasen de alguna forma que no iban a apuñalarle por detrás a la mínima para quedarse con toda la recompensa.

-Señores, estoy dispuesto a colaborar con cualquiera que quiera ayudarme, ahora solo necesito saber dónde empezar a buscar -Añadió soltando el humo del tabaco por la nariz.

Offrol: El pirata que yo describo tiene que ser otro distinto al que dice Nostariel, no es el perfil de pirata que había pensado ni el tipo de sitio donde quería llevar la aventura.

Interesante, una tripulación con una recompensa elevada y que podría venirme muy bien, genial, mas bien.

-Yo me apunto, dije mientras daba una gran sonrisa. Habría que ser idiota para rechazar una oferta de dinero fácil, estaba con un gigantón y un miembro del CP, creo que estaba bastante asegurado en caso de necesidad, sonaba demasiado tentador para rechazarlo.
El mesero estaba temblando mientras miraba al gigante, parece que le había traumatizado y le entiendo, podría comérselo si el quisiera y no debe ser una experiencia muy bonita el ser comido.

-A todo esto, mi nombre es Error, Error Sans, en carne y hueso bueno, solo en hueso. Empecé a pensar donde podríamos ir a preguntar cuando caí en una cosa, si le robaron algo al grandullón, el tiene que saber algo de ellos.

-Bueno grandullón, pon nos al día sobre estos tipos y tras decir eso me quedé atendiendo con detalle.

El gigantón mostró un cartel de wanted con un rostro que no reconocía. Al parecer se llamaba Roem y estaba dando bastantes problemas por la zona con unos cuantos malajes que eran parte de su banda. Había una recompensa por su cabeza al igual que por los otros, aunque no es que fuese lo que más me importase. Lo importante era saber porqué era buscado y si merecía que fuésemos tantos para capturarlos. Quizás me hubiese preocupado por nada ya que podría ser un criminal del montón.

Iba a preguntar algo más cuando el esqueleto parlante volvió hablar. Parecía tener un carácter descuidado puesto que se apuntó nada más el grandullón terminó su relato. - ¿Tendrá que comer o respirar? Incluso quizás no sea muy precavido porque no podía morir u algo así... - comencé a pensar nada más verlo seguir parloteando, incluso se presentó mostrando más modales que el gigantón puesto que él no lo había hecho. Quizás no quisiera darnos su identidad y me hizo sospechar. - ¿Ocultará algo? - seguí pensando mientras el esqueleto llamado Error pedía más información.

- Yo también quiero saber algo más del tema. Al fin y al cabo tú eres el que tiene la información y no me gustaría ir a lo loco sin más. - dije sumándome a la pregunta. Quizás mis sospechas eran tonterías y eran buenos a su manera, aunque tendría que esperar a conocerlos algo mejor.

Metí la mano en uno de mis bolsillos buscando una chuchería para el cuervo que seguía posado tranquilamente en mi hombro. Si al final la tarea era peligrosa tendría que dejarlo en la taberna junto con mis cosas, aunque quizás le vendría bien estirar las alas.

Jack carraspeó escandalosamente mientras escupía una flema bastante grande y desagradable en la escupidera que habia a un par de metros, puntería. Suspiró tratando de calmarse un poco para dirigirse a ellos, se habían prestado prácticamente a ayudarle y no debía ser desagradable con ellos, además, no le habían hecho nada. Es más, tampoco los conocía, aunque le costara, procuraría no ser grosero.

-No entiendo qué mas necesitáis saber de él... Yo se poco más de lo que os he contado -Hace una breve pausa -Sé que saquean brutalmente todo sitio que les llame la atención, sin ir más lejos, vienen de Villa Syrup, de robar mi casa y la de algunos de mis vecinos, con violencia y heridos de por medio. No he llegado a tiempo para enfrentarles pero les he seguido la pista hasta esta isla, al llegar a la costa les he perdido completamente, no parecen simples ladronzuelos y las heridas que han dejado en los cuerpos de mis paisanos no parecían de arma blanca. Por eso afirmo que son peligrosos y que no necesitan estar cara a cara con el rival para herirle o incluso matarle -Hace otra pausa para golpear la barra, impotente -No puedo contarles más sobre ellos, si quieren acompañarme, repartiré a partes iguales el botin con ustedes, de lo contrario, iré yo solo, eso es todo. -Terminó con tono serio y amargo, sin mirarles a la cara, posando sus ojos en el horizonte, perdidos.

Extendió un brazo hacia abajo, cerrando el puño y agachándose lentamente para dejarlo al alcance de sus compañeros -Consideraré compañero en esta empresa a quien junte su puño con el mío -Dijo con calma pero en tono áspero mirándoles a los ojos a ambos, alternativamente. Desde luego ese tipo de los cables era muy extraño... Algo antinatural, sin duda, y odiaba ese tipo de seres... Pero esto era mucho más importante que sus, a veces, estúpidos principios... Intentaría respetarlo al menos hasta después de repartir el botín.

El grandullón parecía buscar a los tipos más por venganza que por dinero, o al menos esa fue mi sensación tras escucharle, aunque tampoco es que fuese muy importante para mí. Mientras limpiase de los mares a escorias de esa índole no me importaba, pero esperaba que no se sobrepasase con más gente de la necesaria, como ya había hecho con el camarero. No me hacían especial gracia los abusones, pero quizás podíamos compenetrarnos.

Por otro lado el esqueleto andante, el cual seguía manteniéndome intrigadísimo, se aparte mientras el gigantón hablaba. -[i]¿Sería un hechizo mal realizado? - volví a pensar sin poder evitar darle vueltas a aquel fenómeno, aunque después de haber conocido a Kodama no sabía de qué me extrañaba, pero no era momentos de seguir en la nube puesto que el tipo esperaba a que contestásemos mientras levanta su gran puño para que se lo chocásemos.

-Muy bien compañero, cuenta conmigo. No podemos permitir que esa escoria siga suelta - dije mientras unía mi puño al del tipo para corresponderle el saludo. Croc graznó como dando a entender que él también se apuntaba, asique ya sólo quedaba que el esqueleto se uniese al saludo.

-Por cierto, aún no sé vuestros nombres - dije dirigiéndome hacia el tipo enorme. Mi puño al lado del suyo se veía ridículo.

Off:

Vaya vaya vaya, parece que la captura iba a ser más una venganza que una caza por dinero, sinceramente no me molestaba nada ayudar, la verdad es que se veía algo enfadado y a nadie le gustaría ver a un gigante como el enfadado.

De vez en cuando miraba al agente de la CP, el cual me miraba algo intrigado y es normal la verdad, ¿quien no se intrigaría por un esqueleto negro parlante? Dado que no me preguntó no iba a explicarle toooda mi historia solo porque me miraba intrigado, ni a el ni a su pájaro.

El gigantón colocó su puño y nos invitó a chocar con el para aceptar el ir juntos a la misión, así que... respiré profundo, me calmé y choqué el puño con el. ''E... esto no está tan mal...'' Pensé mientras chocábamos los puños. Tras eso el agente preguntó por nuestros nombres.

-El mío es Error, ¿y el vuestro? Dije con una gran sonrisa en la boca.