Arthur Dayne
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Akuma no mi
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Desde aquel aciago día en el que estalló la rebelión de obreros en mi país natal, Tequila Wolf, una parte de mí murió desde entonces. Los trabajadores, capturaron a mis padres y les prendieron fuego entre gritos de júbilo. Es cierto que mi padre era un hombre malvado, con ansias de poder y riquezas y explotaba a los trabajadores de la fábrica que daba trabajo a la mayoría de personas de la zona. Pero , al fin y al cabo ,era mi padre y en cierto modo le quería. Mi madre era una persona totalmente distinta, el polo opuesto de mi padre. Era una mujer realmente bondadosa, se preocupaba por los pobres, daba comida a los huérfanos y aportaba dinero a los orfanatos. Por lo que aún me sorprende que aquella gente, a la que tanto ayudó, la acabasen matando sin compasión. El ser humano puede llegar a convertirse en una bestia sedienta de sangre, de poder y demás pecados llegando a morder la mano que le da de comer.
Mi padre me solía decir que sólo los más fuertes sobreviven y pueden aplastar a los débiles para aprovecharse de ellos en su propio beneficio. Quizás fue por mi padre que empecé a pensar de este modo... o quizás porque no pude proteger a nadie de mi familia. Ni siquiera a mis hermanos ,que se sacrificaron para permitirme escapar de aquel infierno. No sé si sobrevivieron o lograron escapar, pero por lo que pude ver aquel día... lo más probable es que murieran o sufrieran un destino peor que la misma muerte. Lo mismo me pasó a mí. Logré sobrevivir, ¿ pero a qué precio ?. No pude hacer nada por mi familia, permití que todo eso pasara sin poder salvar a ninguno. Me sentí frustrado conmigo mismo y me sentía inútil y débil.
¿Cómo sobreviví ? Un extranjero que pasaba por allí cuando me estaban dando una paliza, me salvó la vida consiguiendo poner a todos mis agresores a dormir. Mi salvador se acercó a mí para ver si estaba bien.
- No pude protegerles.... ¡NO PUDE HACER NADA SALVO CORRER!- grité con impotencia mientras un torrente de lágrimas caía de mis ojos.
- ¿Quieres que hacerte más fuerte para que nunca vuelvas a pasar por lo mismo? Acompáñame y te entrenaré para hacerte más fuerte y que puedas proteger lo que más quieres.- dijo el hombre poniéndome un brazo en el hombro a modo de consuelo.
Le miré bien a la cara. Era un hombre de unos treinta años aproximadamente, su pelo oscuro como la noche caía sobre su espalda y un ligero fleco estaba colocado sobre su ojo izquierdo. Sus ojos, amarillos dorados, me miraban con una especie de mezcla de compasión y con un ligero interés hacia mi persona. Estaba vestido con una capucha negra la cuál estaba adornada con ligeras marcas plateadas.... parecía un símbolo de algo. Llevaba guantes de cuero y botas de montaña rojizas. Por alguna extraña razón, noté un aura asesina proveniente de aquel extraño.... era peligroso. Lo he perdido todo, ya no tengo ninguna razón por la cual vivir... así que nada me retiene aquí. Incliné la cabeza en modo de aceptación.
- Bien, por cierto me llamo Logan. ¿Cuál es tu nombre?- preguntó.
- Arthur...- respondí entre sollozos.
- No llores más, a partir de ahora serás una persona nueva. Dejarás atrás tu pasado y solo pensarás en el futuro. Te harás más fuerte y no volverás a ser débil nunca más. - dijo mirándome directo a los ojos.
Después de ese encuentro con el destino, Logan y yo partimos de aquel país rumbo a una isla de la que mi nuevo maestro me había hablado. Una isla de monjes guerreros donde sólo habían tipos fuertes. Isla del Sokugan, mi nuevo hogar. Llevábamos días y días en un barco algo pequeño y con poco espacio. Pero los sucificiente como para que dos personas viajasen en una travesía larga. Durante el tiempo en que estábamos en el mar, apenas hablé soltando palabras sueltas. Era normal ya que aún estaba en shock por lo ocurrido y no creía que pudiese recuperarme de aquello. No comí nada, tampoco teníamos mucho que comer de todos modos ya que sólo había fruta, verdura, algo de carne y pescado... y agua para varios días. Mi maestro tampoco me había hablado durante ese tiempo, supuse que me estaba dando espacio. Yo me pasaba todos los días en el catre, mientras que el maestro Logan navegaba y se ponía a meditar en cubierta. Aún no me explico el aura asesina que desprendió de él cuando me salvó. A primera vista parecía una buena persona... o eso parecía. Las personas pueden darte muchas sorpresas, tanto agradables como desagradables. Pasaron un par de días de travesía hasta que llegamos a nuestro destino.
Desembarcamos en la isla y un par de hombres, los cuales estaban vestidos con un kimono amarillo y estaban totalmente rapados, nos dieron la bienvenida.
- Saludos, maestro Logan.- dijo el más anciano de ellos con una reverencia.- Espero que su viaje haya sido ameno y que encontrara lo que andaba buscando.
- Oh, claro que lo he encontrado.- dijo señalándome. - Este es Arthur y pienso tomarlo como mi discípulo personal. Prepararle sus aposentos al lado de los míos y preparad el baño para nosotros dos, que estamos agotados tras el largo viaje.- mandó con una gran autoridad.
A la noche, después de darme un buen y largo baño, me acosté en mi cama. No logré pegar ojo en toda la noche ya que estaba traumado. Aquel día empezaría mi nueva vida como discípulo de monje guerrero y lo peor es que lo malo empezaría en un tiempo muy breve.
Mi padre me solía decir que sólo los más fuertes sobreviven y pueden aplastar a los débiles para aprovecharse de ellos en su propio beneficio. Quizás fue por mi padre que empecé a pensar de este modo... o quizás porque no pude proteger a nadie de mi familia. Ni siquiera a mis hermanos ,que se sacrificaron para permitirme escapar de aquel infierno. No sé si sobrevivieron o lograron escapar, pero por lo que pude ver aquel día... lo más probable es que murieran o sufrieran un destino peor que la misma muerte. Lo mismo me pasó a mí. Logré sobrevivir, ¿ pero a qué precio ?. No pude hacer nada por mi familia, permití que todo eso pasara sin poder salvar a ninguno. Me sentí frustrado conmigo mismo y me sentía inútil y débil.
¿Cómo sobreviví ? Un extranjero que pasaba por allí cuando me estaban dando una paliza, me salvó la vida consiguiendo poner a todos mis agresores a dormir. Mi salvador se acercó a mí para ver si estaba bien.
- No pude protegerles.... ¡NO PUDE HACER NADA SALVO CORRER!- grité con impotencia mientras un torrente de lágrimas caía de mis ojos.
- ¿Quieres que hacerte más fuerte para que nunca vuelvas a pasar por lo mismo? Acompáñame y te entrenaré para hacerte más fuerte y que puedas proteger lo que más quieres.- dijo el hombre poniéndome un brazo en el hombro a modo de consuelo.
Le miré bien a la cara. Era un hombre de unos treinta años aproximadamente, su pelo oscuro como la noche caía sobre su espalda y un ligero fleco estaba colocado sobre su ojo izquierdo. Sus ojos, amarillos dorados, me miraban con una especie de mezcla de compasión y con un ligero interés hacia mi persona. Estaba vestido con una capucha negra la cuál estaba adornada con ligeras marcas plateadas.... parecía un símbolo de algo. Llevaba guantes de cuero y botas de montaña rojizas. Por alguna extraña razón, noté un aura asesina proveniente de aquel extraño.... era peligroso. Lo he perdido todo, ya no tengo ninguna razón por la cual vivir... así que nada me retiene aquí. Incliné la cabeza en modo de aceptación.
- Bien, por cierto me llamo Logan. ¿Cuál es tu nombre?- preguntó.
- Arthur...- respondí entre sollozos.
- No llores más, a partir de ahora serás una persona nueva. Dejarás atrás tu pasado y solo pensarás en el futuro. Te harás más fuerte y no volverás a ser débil nunca más. - dijo mirándome directo a los ojos.
Después de ese encuentro con el destino, Logan y yo partimos de aquel país rumbo a una isla de la que mi nuevo maestro me había hablado. Una isla de monjes guerreros donde sólo habían tipos fuertes. Isla del Sokugan, mi nuevo hogar. Llevábamos días y días en un barco algo pequeño y con poco espacio. Pero los sucificiente como para que dos personas viajasen en una travesía larga. Durante el tiempo en que estábamos en el mar, apenas hablé soltando palabras sueltas. Era normal ya que aún estaba en shock por lo ocurrido y no creía que pudiese recuperarme de aquello. No comí nada, tampoco teníamos mucho que comer de todos modos ya que sólo había fruta, verdura, algo de carne y pescado... y agua para varios días. Mi maestro tampoco me había hablado durante ese tiempo, supuse que me estaba dando espacio. Yo me pasaba todos los días en el catre, mientras que el maestro Logan navegaba y se ponía a meditar en cubierta. Aún no me explico el aura asesina que desprendió de él cuando me salvó. A primera vista parecía una buena persona... o eso parecía. Las personas pueden darte muchas sorpresas, tanto agradables como desagradables. Pasaron un par de días de travesía hasta que llegamos a nuestro destino.
Desembarcamos en la isla y un par de hombres, los cuales estaban vestidos con un kimono amarillo y estaban totalmente rapados, nos dieron la bienvenida.
- Saludos, maestro Logan.- dijo el más anciano de ellos con una reverencia.- Espero que su viaje haya sido ameno y que encontrara lo que andaba buscando.
- Oh, claro que lo he encontrado.- dijo señalándome. - Este es Arthur y pienso tomarlo como mi discípulo personal. Prepararle sus aposentos al lado de los míos y preparad el baño para nosotros dos, que estamos agotados tras el largo viaje.- mandó con una gran autoridad.
A la noche, después de darme un buen y largo baño, me acosté en mi cama. No logré pegar ojo en toda la noche ya que estaba traumado. Aquel día empezaría mi nueva vida como discípulo de monje guerrero y lo peor es que lo malo empezaría en un tiempo muy breve.
Arthur Dayne
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Good night, Kus here~
Esta noche seré yo quien corrija tu diario, así que sujétate el estómago y abróchate el cinturón... Porque vienen curvas. ¿Vamos a ello?
Pues a ver... Sinceramente, no sé ni por dónde empezar. Es un diario un tanto caótico. Has intentado hacer un resumen de la vida de Arthur, o eso me ha parecido, hasta el momento de llegar a la isla del "Sokugan". No habría estado mal de no ser porque es todo tan... ¿Fugaz? ¿Irrelevante? Lo único que podría tener algo de importancia en la historia, antes de la pelea, es la parte de los padres. Y aun así lo cuentas de una forma tan poco sentida que, no sé, casi parece relleno. La narración es, como ya he dicho, muy caótica. Pasas de un suceso a otro casi sin conexión alguna entre ellos, describiendo una línea argumental con tantos saltos y tan pocas explicaciones que resulta complicada de seguir, por no decir que tampoco es la historia más original del mundo. Pero bueno, obviemos este detalle.
Hablemos ahora del apartado ortográfico y gramatical: has tenido bastantes fallos, más de los que me gustaría haber visto en un texto tan breve. El problema mayoritario es, bajo mi punto de vista, lo redundante o repetitiva que puede ser la narración en ciertos puntos. Te cito alguno:
Ya habías dicho al principio desde qué día ocurrió... ¿Por qué lo vuelves a decir al final?
Una repetición muy fácil de localizar, ¿verdad?
Hay más casos que estos dos, pero básicamente siguen la misma línea. Por otra parte, un fallo al que debes poner remedio es al uso de los signos de puntuación que, más allá de emplearlos bien o no, los colocas más.
No hay espacio entre la palabra que precede a la coma y esta. Tan solo debes espaciar la palabra que va a continuación de la coma, por lo que la forma correcta habría sido:
"Pero, al fin y al cabo, era mi padre y en cierto modo le quería".
"Ni siquiera a mis hermanos, que se sacrificaron para permitirme escapar de aquel infierno".
Por otro lado, tanto los signos de interrogación como los signos de exclamación van unidos tanto a la primera como a la última palabra de la frase, no separados.
"¿Pero a qué precio?"
Y hablando de comas... Hay partes en las que hecho en falta pausas, no solo de estas, sino también puntos. Tratas de expresar algo con frases complicadas y extensas, de modo que las palabras parecen acumularse en la boca y se pierde el sentido de la oración.
Esas dos "y"... Enturbian un poco la lectura. Mi consejo para esto es que trates de leer en voz alta lo que escribes. De este modo podrás detectar más fácilmente cuándo se requiere o no una pausa.
Y... Bueno, no tengo mucho más que decir. Esos son los fallos más destacables que he localizado, así que trata de corregirlos para futuras ocasiones. Tienes un 2.5, por lo que te llevarías 500 puntos de experiencia. Aparte de los fallos ya nombrados me ha parecido excesivamente corto, sinceramente. Mi consejo es que trates de escribir esta misma historia pero mejor redactada, tomándotelo con calma y extendiéndote tanto como veas conveniente para decir todo o que quieres decir. Estoy seguro de que puedes dar mucho más de ti.
Y eso es todo. Si no estás de acuerdo con la corrección tienes derecho a pedir una segunda moderación, la cual puedes solicitar en este mismo tema. Buenas noches.
Esta noche seré yo quien corrija tu diario, así que sujétate el estómago y abróchate el cinturón... Porque vienen curvas. ¿Vamos a ello?
Pues a ver... Sinceramente, no sé ni por dónde empezar. Es un diario un tanto caótico. Has intentado hacer un resumen de la vida de Arthur, o eso me ha parecido, hasta el momento de llegar a la isla del "Sokugan". No habría estado mal de no ser porque es todo tan... ¿Fugaz? ¿Irrelevante? Lo único que podría tener algo de importancia en la historia, antes de la pelea, es la parte de los padres. Y aun así lo cuentas de una forma tan poco sentida que, no sé, casi parece relleno. La narración es, como ya he dicho, muy caótica. Pasas de un suceso a otro casi sin conexión alguna entre ellos, describiendo una línea argumental con tantos saltos y tan pocas explicaciones que resulta complicada de seguir, por no decir que tampoco es la historia más original del mundo. Pero bueno, obviemos este detalle.
Hablemos ahora del apartado ortográfico y gramatical: has tenido bastantes fallos, más de los que me gustaría haber visto en un texto tan breve. El problema mayoritario es, bajo mi punto de vista, lo redundante o repetitiva que puede ser la narración en ciertos puntos. Te cito alguno:
Desde aquel aciago día en el que estalló la rebelión de obreros en mi país natal, Tequila Wolf, una parte de mí murió desde entonces.
Ya habías dicho al principio desde qué día ocurrió... ¿Por qué lo vuelves a decir al final?
A primera vista parecía una buena persona... o eso parecía.
Una repetición muy fácil de localizar, ¿verdad?
Hay más casos que estos dos, pero básicamente siguen la misma línea. Por otra parte, un fallo al que debes poner remedio es al uso de los signos de puntuación que, más allá de emplearlos bien o no, los colocas más.
Pero , al fin y al cabo ,era mi padre y en cierto modo le quería.
Ni siquiera a mis hermanos ,que se sacrificaron para permitirme escapar de aquel infierno.
¿ pero a qué precio ?
No hay espacio entre la palabra que precede a la coma y esta. Tan solo debes espaciar la palabra que va a continuación de la coma, por lo que la forma correcta habría sido:
"Pero, al fin y al cabo, era mi padre y en cierto modo le quería".
"Ni siquiera a mis hermanos, que se sacrificaron para permitirme escapar de aquel infierno".
Por otro lado, tanto los signos de interrogación como los signos de exclamación van unidos tanto a la primera como a la última palabra de la frase, no separados.
"¿Pero a qué precio?"
Y hablando de comas... Hay partes en las que hecho en falta pausas, no solo de estas, sino también puntos. Tratas de expresar algo con frases complicadas y extensas, de modo que las palabras parecen acumularse en la boca y se pierde el sentido de la oración.
con ansias de poder y riquezas y explotaba a los trabajadores de la fábrica que daba trabajo a la mayoría de personas de la zona
Esas dos "y"... Enturbian un poco la lectura. Mi consejo para esto es que trates de leer en voz alta lo que escribes. De este modo podrás detectar más fácilmente cuándo se requiere o no una pausa.
Y... Bueno, no tengo mucho más que decir. Esos son los fallos más destacables que he localizado, así que trata de corregirlos para futuras ocasiones. Tienes un 2.5, por lo que te llevarías 500 puntos de experiencia. Aparte de los fallos ya nombrados me ha parecido excesivamente corto, sinceramente. Mi consejo es que trates de escribir esta misma historia pero mejor redactada, tomándotelo con calma y extendiéndote tanto como veas conveniente para decir todo o que quieres decir. Estoy seguro de que puedes dar mucho más de ti.
Y eso es todo. Si no estás de acuerdo con la corrección tienes derecho a pedir una segunda moderación, la cual puedes solicitar en este mismo tema. Buenas noches.
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