Desoxidemos ese brazo tuyo! ò3ó [Entrenamiento| Shiro-Osuka]

Shiro caminaba por los pasillos de la base revolucionaria en Báltigo, aún cabizbajo por su derrota en el anterior torneo y nervioso por encontrarse en la legendaria isla de arenas blancas, llena de personas de enorme poder donde él no pintaba nada. Bueno, sí que lo hacía, era un revolucionario, pero igualmente se sentía abrumado por la diferencia de poder del Nuevo Mundo. Además, aún había algo que le estaba fastidiando desde hace un tiempo... haber perdido contra una usuario de Fruta del Diablo de tipo Logia, contra la cual no tenía oportunidad desde un principio. Era hora de lograr un cambio... sí, era hora de entrenar, y de mejorar para eventualmente poder encarar a esa Cipher Pol y derrotarla.

¿Pero quién estaría dispuesto a entrenarle? El jefe, Krauser, posiblemente estuviese ocupado, apenas conocía a otros revolucionarios, y Osuka... ¡Osuka! Ese vago seguramente se encontraba durmiendo o haciendo el tonto en su habitación, era perfecto para entrenar y sus poderes se complementaban demasiado bien para dejarlo pasar. Shiro comenzó a correr a tope con su peso disminuido todo lo posible, llegando al cuarto de Osuka en pocos minutos y tirando la puerta de una patada, de seguro causando un estruendo tremendo.

"¡¡¡OOOOOOOOOSSSSUUUUUUUUUUUUKAAAAAAAAAAAAA!!!- RAYOS, ¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESTA COSA?!" -Dijo Shiro, su grito siendo entrecortado por el susto que se había llevado al notar la ominosa armadura al lado de la puerta, habiendo pensado que se trataba de otra persona presente en la habitación. Como esperaba, se lo había encontrado medio dormido, aunque ni siquiera se molestó en chequear su reacción ante el estruendo, cerrando los ojos bajo su capucha cómicamente para continuar sus gritos "¡¡¡N-NECESITO ENTRENAR YA, NO PUEDO PERDER DE NUEVO CONTRA UN CIPHER POL!!!"

Tras esto, simplemente se pausaría para observar el numerito que podría haber montado con la puerta y el estruendo, mientras un inocente "Ups" se manifestaba en su mente; posiblemente hiciera cabrear bastante al peli-naranja, pero ya le arreglaría la puerta en otro momento, lo que importaba ahora era darse de ostias antes de que a alguno de ellos les tocase una misión.

Sus ojos empezaban a rendirse a Morfeo, los párpados le empezaron a caer lentamente, mientras bostezaba un poco y solo escuchaba el sonido de su respiración. Por cosas como estas el revolucionario adoraba el arte de dormir y no había nada que la mejorase. A menos de que durmiese con una bella damisela, claro está, o al menos el pensaba así.

Cuando por fin entró en fase de sueño y el primer ronquido sonó por su boca cuando fue interrumpido por una gran estruendo. Alguien había abierto la puerta de su habitación de golpe. Osu se despertó y se llevó un sobresalto que hizo que hiciera unos movimientos ridículos para intentar mantener el equilibrio en la silla para acabar cayendo al suelo de forma estrepitosa y provocando un temblor en toda la habitación. Mientras aun estaba en la posición  en la que se había caído, miró hacia la puerta donde pudo ver a Shiro. Estaba aún con la pierna en posicion despues de patear y asustados por la gran armadura, el demonio plateado solo respondió con un suspiro.- Joder Shiro, que susto me has dado. Nos sabes llamar a la puerta como la puta gente normal?

El pelinaranja se puso ponerse de pie e colocar la silla en su sitio, a la vez que escuchaba las palabras del rubio. Parecía que el hecho de perder contra un agente de la Chiper Pol en el torneo de Hexos le había tocado fondo. Osu no sabía si sentir lastima o decirle que no se quejara, ya que a él perdió contra un hombre montado en un tanque y no lloriqueaba por ello.
- Me rompes la puerta y casi me abro la cabeza porque quieres entrenar? Cada dia estas mas como una puta cabra. En fin, vayamos a una de las salas de entrenamiento y me comentas por el camino que necesitas…- suspiraba mientras salía de la habitación y cogia el casco de la armadura vacía para utilizarla por si era necesario en los entrenamientos.

"¡Waaaah, ahora mismo la arreglo, dame un momento!" -Diciendo esto, Shiro rápidamente agarró la puerta y sacó un destornillador para poner de vuelta los tornillos en las bisagras, por suerte habiendo causado poco daño aparte de este. En pocos segundos la puerta estaba de vuelta en su sitio, haciendo que Shiro soltara un suspiro de alivio. -"Disculpa, es que la emoción de poder entrenar después de todo el tiempo aquí sin hacer nada se me fue un poco a la cabeza, jejeje... Además, ese torneo podría haber sido la vida real. Y yo podría estar atado a una silla siendo interrogado y torturado por Cipher Pols, o en Impel Down. No puedo permitirme ser derrotado por un uniformado de nuevo, no con esta recompensa."

El rubio comenzó a seguir a Osuka mientras lo escuchaba, pensando en qué tipo de entrenamiento necesitaba. Era lógico que en algún momento tuviera que aprender Haki Armadura, pero no estaba seguro de que Osuka supiese usar dicho Haki, e incluso si lo supiese posiblemente no tuviera suficiente experiencia para enseñarlo. Lo que necesitaba era mejorar su habilidad con sus poderes de Fruta del Diablo, su potencial de combate físico, y su capacidad para combinar dichas formas de combate con su brazo mecánico y sus capacidades limitadas, así como sus usuales improvisaciones; Shiro fue mencionando todo esto mientras caminaba tras el peli-naranja, aún desconociendo la localización de las salas de entrenamiento.

"En fin, creo que si libramos un combate estándar puedo mejorar mis capacidades. He notado que solo puedo alcanzar un límite de una tonelada y doscientos kilogramos aproximadamente antes de que mi poder deje de afectar a los objetos, solo puedo afectar el peso de un objeto hasta quince veces menos o más de lo que antes presentaba, y solo puedo aumentar o disminuir mi propio peso (por ende, el de otros humanos también) hasta cuatro veces más o menos el peso anterior. Son muchas limitaciones, pero antes eran mucho más restrictivas, y con el tiempo las he ido mejorando mientras entrenaba o luchaba. Si puedo reproducir ese efecto para hacer mis limitaciones menos restrictivas aún con el entrenamiento, tendré más oportunidades de luchar contra Logias y tipos más fuertes en un futuro, e incluso puede que descubra algo de mis poderes que antes se encontraba oculto. Pero no te aburro más con chorradas de mis poderes, ya veremos qué sucede durante el entrenamiento." -Shiro seguiría entonces a Osuka hasta la sala a la que se dirigía, probablemente algún sitio con suelo de piedra para aprovecharse de su propia fruta del diablo. Es lo que él mismo hubiera hecho, al menos.

El dragón dorado en modo de disculpa por el estruendo arreglo en un soplido la puerta de la habitación del demonio plateado. A pesar de tener pinta de canijo era muy hábil con las herramientas. Aunque era algo normal ya que comparando los bisagras de una puerta con el armatoste que tenía el rubio por brazo, había un gran salto de tecnología bastante grande.
Shiro también comentaba que para no acabar entre una de las bonitas jaulas de Impel Down quería mejorar las capacidades de su akuma alteradora de pesos. A Osu le gustaba la idea ya que la última vez hizo un gran trabajo con el rubio gracias a la combinación de sus frutas del diablo.

Llegaron a la entrada de la sala de entrenamiento número cinco, la cual era la más grande de todas y donde se pasó varios meses con Krauser entrenando. - Muy bien Shiro, aquí es donde entrenaremos. A tito Krau seguramente no le importara que use la sala así que no habrá problema. Antes de empezar con mejorar tu akuma quiero verte con más detalle tus capacidades de combate, te he visto luchar pero si uno también está en la pelea no se dedica a ver los movimientos de los demás. Así lo primero que vas ha hacer es enfrentarte a mis amiguitos mientras yo observo.- de un fuerte pisotón varias grietas se pusierona a recorrer la sala. Cuando llegaron a su destino aparecieron del suelo varias figuras humanas de piedras inmóviles, cada una con una diferente posición defensiva. Se fue directo hacia la estatua más lejana y le puso el casco que anteriormente se había llevado de su armadura.

- Debe de haber cerca de dos docenas de enemigos, tu objetivo es destruir la estatua con casco, pero antes tienes que encargarte de toda su escolta que está delante. Tienes que abrirte paso, no puedes rodearlos ni atacar a objetivo principal sin haber acabado con el resto. Tomate tu tiempo, después de todo son estatúas y no se van a mover del lugar

Como primera prueba era bastante sencilla y al pelinaranja le parecía bastante buena. Así que espero a que el dragón dorado empezase a destrozar a aquellas figuras de piedras mientras el observaba tranquilo desde un banquillo.

"Vaya, esto parece un buen calentamiento, para quitarse algo del polvo de encima" -Pensó Shiro, listo para comenzar a reventar cabezas a la de tres. Primero, analizó la posición de cada una de las estatuas de piedra. Una, dos, tres... veinticinco, contando la del casco. Nada mal. Luego, pensó en el número de ataques a realizar. Bien que podía terminar con todo en veinticinco ataques, pero la idea era ser veloz, en una situación real la piedra serían soldados con pistolas y espadas, y acabar con todos en el menor tiempo posible era una prioridad. Tras haber pensado en la forma en la que realizaría todos los ataques, dio una señal de "Listo" a Osuka y justo después, bajó su peso a unos 20 kilos (brazo incluido) antes de arremeter contra las estatuas a toda velocidad.

Justo al llegar a la primera, la agarraría por la cabeza y la usaría como soporte para saltar por encima de esta, a la vez que arrancaba de cuajo dicha cabeza al aplicar algo de fuerza para luego lanzarla con un peso aumentado 15 veces a otra estatua. Al caer apoyado en su otra mano al suelo, Shiro giraría como trompo con las piernas extendidas para destrozar de una patada a la estatua que había degollado y a la que estaba en frente suyo. "Tres", pensó, mientras se impulsaba con la mano en la que estaba apoyado para saltar bastante alto, no tan afectado por la gravedad como una persona normal. Al caer, agarró a dos estatuas contiguas en sus "garras de dragón", triturándolas cual huevos en las manos de un Gyojin, para impulsarse luego usando sus cuerpos hacia otras dos estatuas, que destrozó de dos golpes dejando grandes agujeros donde antes se encontraban sus torsos.

"Siete" -Continuó contando, mientras los golpes iban y venían sin que su cuerpo se detuviese a descansar entre saltos, caídas, paradas de manos y otras posiciones que harían de atinarle con un arma de fuego un infierno para soldados rasos. Al haber destruido a unas 15 estatuas, dejando a propósito una línea de diez de estas mientras se había cargado a todas las que no estaban alineadas, el rubio disparó repentinamente su mano cyborg tras haber devuelto su peso a los usuales 30 kilos, atravesando a todas las estatuas hasta quedarse incrustado en la penúltima como un cuchillo caliente clavándose en la mantequilla (si la mantequilla soltase gotas por todas partes cuando se le clavaba un cuchillo, claro está) Por último, Shiro agarró fuertemente la estatua en la que se había incrustado su mano cyborg y activó el mecanismo de retracción de su brazo, haciendo que el cable que unía su mano a su brazo lo tirase contra las estatuas, las cuales se cargaba a base de patadas hasta llegar a la penúltima, la cual destrozó por completo usando un puñetazo cargado de momentum antes de seguir hacia la última (de entre las que no tenían casco), triturándola entre sus manos como plastilina hasta que solo quedó la cabeza y extremidades.

Finalmente, corrió hacia la estatua que portaba el casco, atinándole un fortísimo puñetazo en el medio del pecho y destrozando toda el área alrededor del punto atacado. Parece ser que su musculatura estaba mejorando mucho, para poder atravesar piedra con tanta facilidad, pero a este punto ya había demostrado ser capaz de abollar acero levemente, no era tan impresionante como podía parecer. Lo que si sabía era que su estilo de combate, si bien aprovechando la agilidad que su fruta del diablo le confiere, estaba basado principalmente en la fuerza bruta y en golpes lentos pero poderosos, y que esto era muy util en combates contra oponentes solitarios pero no tanto en enfrentamientos contra múltiples adversarios. Limpiándose las pocas manchas de sudor de la frente causadas por tanto movimiento y cambios en el peso de su cuerpo a lo largo del "calentamiento", el soldado revolucionario observó a Osuka mientras tomaba un momento para respirar un poco, tras lo cual habló.

"¿Qué tal? Creo que no tenía que moverme tanto en un entrenamiento, pero en una situación real no serán estatuas, sino tipos con armas. Quería ver qué tanto puedo moverme mientras rompo cabezas, y cuántas cabezas puedo cascar antes de que mi cuerpo pierda las energías. Aparentemente, siempre y cuando no me peguen un tiro, puedo romper algo más de treinta mientras hago todos esos movimientos para evitar que me ataquen. Si hiciera más que eso, puede que mi cuerpo se resienta un poco después. Al menos, sin descansar un poco por medio, claro está. Lo siento si no era tu idea de "ataques rápidos y eficientes", pero soy un científico, y me gusta experimentar en mis combates." -Tras decir esto, esperaría a ver la reacción de Osuka y el siguiente método que idearía para entrenar.

OOC: Cuando te dicen que no puedes romper piedra de un puñetazo en la vida real: