Moderado nivel 2. Raghesir. ¿Identidad secreta en el gobierno? Debería estar chupado.

El barco ha zarpado, no sois muchos los que habéis opositado para el anuncio... que conveniente.
"Se necesitan ayudantes: Gobierno mundial"
¿Donde coño vais? Ni idea. ¿Que vais a hacer? Bueh. ¿Estáis seguro de que esa gente son del gobierno? No del todo... pero lo parecen.

El barco lleva días nadando por el North blue, tras que saliera fueron añadiéndosele navíos escolta. Esto ya parece más gubernamental... hay reclutas marines que son mangoneados por los capitanes mientras que vosotros sois tratados y protegidos como civiles. Pobres muchachos todo el día fregando...

Allí hay gente rara y desesperada. Desde vagabundos a universitarios sin los contactos suficientes... ¿qué está haciendo ese tipo? Parece que uno de los maltrechos y escuálidos se empieza lavar con los cubos de fregar.

Y tú que creías que ésta era una oferta de trabajo seria. Los navíos se separan, parece que cada uno se encamina a diferentes puntos de la isla.

BAIA BAIA.

Off: Tira 1d10.
1-3 Laboratorio artilugísticomecanístico.
4-6 Laboratorio droguísticobiologístico
7-9 Laboratorio físicoquenoesartilúgicomecanísticoperocasiquetambién.
10. Surprise motherfacka.

Define bien que llevas, como vas en tu identidad secreta.. etc etc... luego empezará lo bueno.

Llevaba ya varias semanas pensando alguna forma de obtener acceso a grandes cantidades de información para poder colaborar con Xela, asociación a la que me había unido hace no mucho. El encontrarme con aquel cartel del gobierno fue una más que grata sorpresa. Sin duda esa era mi mejor oportunidad para alcanzar mis objetivos. No podía dejar pasar la ocasión de infiltrarme entre los funcionarios del gobierno mundial. No planeaba hacer nada directamente, solo recoger información y aprovecharme un poco de los beneficios que podrían aportarme.

A pesar de no ser conocido no quería que se supiese mi identidad real ya que es podía acarrearme serios problemas. Por este motivo pasé un par de días preparando un disfraz y una identidad falsa, no podía presentarme ante la marina tal cual. Comencé preparando tres documentos que presentaría antes los encargados del reclutamiento y que servirían de base para esta nueva identidad. El primero era un papel con una firma falsa que me certificaba como ciudadano desde el nacimiento de la isla de Mianna, una isla grande y muy poblada cuyos habitantes eran famosos por su gran trabajo de la mecánica y la ingeniería. Ya había visitado esa isla anteriormente, por lo que no me resultaría difícil demostrar que había vivido allí, además la fama de esa isla seguro que me ayudaba a obtener algún puesto como ingeniero o mecánico. El segundo documento era un pequeño currículum donde mencionaba los estudios y trabajos que había realizado. La mayoría de cosas eran inventadas, pero no puse nada exagerado que pudiese delatarme. Tenía conocimientos suficientes como para demostrar que todo lo que había puesto en el currículum era cierto, no me preocupaba que me pusiesen a prueba. Por último en la hoja restante escribí un bonito discurso en el que mostraba mi interés por colaborar con el gobierno mundial utilizando mi única herramienta disponible, mi inteligencia.

Acabado esto me dispuse a preparar un patrón de vestimentas y de conducta para este personaje que iba a crear. Comencé comprando unas lentillas azules, estas ayudarían mucho a crear una diferencia entre mi nueva identidad y yo mismo. Tras esto comencé a comprar ropa, pantalones azul clarito y camisas blancas, suficientes como para llenar una maleta con ellos. Por último, me compre varias gorras con el logo de la marina que vendían en una tienda de souvenirs y unas gafas con una ínfima graduación. Con esto el disfraz estaba completo, ahora solo debía practicar una nueva personalidad. Me acosté ese día planeando como plantear mi nueva personalidad. Tenía que aparentar ser un joven estudioso, pero tampoco debía llamar mucho la atención. Al día siguiente me dediqué a merodear por la ciudad practicando este nuevo personaje. Era un joven tímido, que sufría hasta para pedir la cuenta al camarero. Llegada la tarde, tras todo el día practicando, al fin me sentía preparado.

Pagué suficiente como para cubrir las tasas que costaba mantener mi barco amarrado en el puerto durante un año. Luego dejé todas las pertenencias que no iba a necesitar en mi pequeña embarcación, incluidos mis preciados sinawali. Finalmente llené un maletín con la ropa que había comprado el día anterior y me dirigí al punto de encuentro que mencionaba el cartel. En un principio dudé dela veracidad del anuncio. No habían acudido muchos voluntarios y las personas que revisaron mis documentos y equipaje no parecían totalmente del gobierno. Por suerte pude ver disipadas estas dudas al poco tiempo de comenzar el viaje. Veía como diversos barcos de la marina se turnaban para escoltarnos en nuestro viaje. Además fui testigo de cómo actuaba la cadena de mando del ejército de la marina. Los reclutas no hacían más que cumplir órdenes desagradables mientras que los cargos medios y altos se cercioraban de nuestra seguridad y bienestar. Me asustaba el tener que comenzar desde lo más bajo del escalafón. Pero sin dudan, en la posición que obtuviese iba a ser mejor tratado y cuidado que esos pobres reclutas. En cuanto a aquellos que se encontraban en mi misma situación eran gente bastante dispar. Algunos de ellos parecían gente seria y con estudios que realmente pretendía obtener un trabajo como miembros de la división científica de la marina. Sin embargo, había otro hombre que aparentaba ser un vagabundo que solo había accedido a realizar este viaje para no tener que estar tirado en la calle. Al principio creía que ese señor solamente era alguien excéntrico que causaba esa imagen. Esto cambió cuando vi que comenzaba a lavarse con el agua que un recluta estaba usando para fregar la cubierta. Al parecer era un vagabundo de verdad. Esa situación era ideal para meterme por completo en mi personaje. Comencé a actuar como si tuviese miedo de aquel individuo, procurando estar siempre tras los que aparentaban ser más inteligentes.

Finalmente alcancé a diferenciar nuestro a lo lejos. Los barcos comenzaban a separarse. Era la primera vez que veía esa isla, quizá tenía varios puertos. Decidí no separarme del grupo de estudiosos hasta que un marine nos diese las siguientes ordenes.No sabía que nos depararía una vez desembarcásemos, lo cual me ponía bastante nervioso. Perfecto, cada vez era más Jhon Length y menos Raghersir.

El miembro 'raghersir' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'd10' : 1

OFf : OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOhh... el más aburrido.

Parece que os encamináis por un lateral de la isla, cada barco de "pasajeros" que iba parece haber tomado una ruta diferente.

El puerto está fortificado y los den-den cámara os vigilan con sus ojos muertos. ¿Quien está detrás de esto? La seguridad es abismal y se requieren de multitud de permisos que hacen de la aduana un señor aburrimiento.

El puerto en el que estás rebosa de materias primas que van transportándose por medio de extraños carros al centro de la isla... Las paredes escarpadas están llenas de armamento y de murciélagos espía. Tanto para luego poner un anuncio de mierd..

La mayoría de los que están ahí parecen sorprendidos... e incluso ilusionados. Gran error.

Un encargado del puerto se acerca al navío y mantiene unas palabras con el marine de rango desconocido. Luego pega una voz que ensordece y acalla cualquier rumor.
- A VER MUCHACHOS. HAY UN LARGO CAMINO HASTA EL CENTRO Y LUEGO HAY QUE IR AL EDIFICIO. ASI QUE NO PERDÁIS MI TIEMPO.-da una palmada con sus enormes manos y se pone en marcha.- SEGUIDME.

Es un señor raro. Anda como un pinguino embutido en un traje pequeñito... y eso que tiene unos zapatones enormes. No parece nada rar... se levanta, es un miembro de la tribu piernas largas. Comienza a andar... cada zancada puede contar como tres de las vuestras, es ágil y parece que flota como si no hubiera gravedad.
- PORCIERTO QUIENES NO PUEDAN CON MI RITMO SERÁN ACRIBILLADOS POR LAS DEFENSAS. TENÉIS QUE ESTAR A UN MÍNIMO DE SEIS METROS.¡¡LETS GOUUU!!

El puerto parece lleno de cajas y de robots que se encargan de llevar las mercancías... ojalá pudierais echarles un vistazo ¿Verdad?

Tras separarse del resto de barcos el nuestro penetra por una caverna situada en el lateral de la isla. No tardamos mucho en llegar al centro, donde hay una amplia estancia y dos túneles más. La seguridad es asombrosa, todo está lleno de den den cámara y hay varios puestos de control que hay que atravesar antes de llegar a la subida que parece ser el acceso a la isla. Mientras que el marine encargado de nuestro transporte mantiene una conversación con un extraño individuo yo comienzo a examinar la zona con la mirada.

Es un sitio increíble, tanto yo como aquellos que me acompañaban quedamos sorprendidos. Una gran cantidad de materiales de gran calidad no paran de ser transportados de un lado para otro. Ojala y se me otorgue un puesto con acceso a esas mercancías. También comienzo a fijarme en los sistemas de transporte que utilizan para mover las cajas con los materiales. Había estudiado mucho acerca de la tecnología e incluso tenía conocimientos bastante avanzados de ingeniería, pero nunca en mi vida había visto en directo como era el desarrollo de esos conocimientos. La cara de sorpresa que portaba sin duda encajaba perfectamente con mi personaje. Comencé a pensar que debería alargar mi estancia como funcionario gubernamental, así podría ampliar mis conocimientos en lugar de tan solo obtener la información e irme.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que cuando el encargado del puerto nos instó a movernos di un pequeño saltito del susto. Ya estaba tan metido en mi personaje que no necesitaba pensar antes de actuar, me salía solo. Mire con cara de duda y temor a mis compañeros, estaba asustado de seguir a aquel hombre tan imponente. Vi como todos comenzaban a andar, por lo que tomé mi posición entre medias del grupo y lo seguí. Aquel hombre era un miembro de la tribu piernas largas, por lo que avanzaba a una velocidad considerable. Mientras andábamos me fijé en su rara forma de andar y los enormes zapatos que llevaba. Quizá solo me lo parecía a mí, que no había visto nunca un piernas-largas, pero era ridículo. Raghersir sin duda se habría reído de él, pero ya no estaba.

El hombre viendo que no estábamos avanzando tan rápido como él se giró para avisarnos de que si nos alejábamos a más de seis metros de él las defensas del puerto nos eliminarían. Era una buena advertencia, podría haberlo mencionado antes. Inmediatamente todos comenzamos a andar más rápido. Por supuesto yo me puse en cabeza del grupo aprovechando mi superioridad física, aunque procuraba no destacar demasiado. Caminando cabizbajo comencé a fantasear otra vez con lo buena que podría ser para mí la estancia en un sitio como este. Estaba impaciente por que aquel hombre nos enseñase nuestro próximo destino.

Off: Recuerda... todos tenemos limitaciones.

El grupo se mueve, te pones en cabeza acelerando el paso... al fin y al cabo sólo son vagab... ¿QUE DEMONIOS?

Uno de los vagabundos corre más que tú. Quizás años de huir de la ley y pelearse por la comida le hayan dado un encomiable vigor.
Parece que casi todos siguen bien el ritmo... menos un muchacho.

Suena un alarma y es acribillado a tiros. ¿Sangre? No, bolas de pintura.
- AHI ESTA EL PRIMER ELIMINADO. PRUEBA OTRO AÑO.- uno de los robots que transporta caja cambia su amable rostro mecánico por una expresión furiosa, deja su caja y apresa al muchacho en su pecho como una dama de hierro... la pintura era roja así que no sabes bien si tiene la misma función.

Los de atrás aprietan el paso con lágrimas y mocos en los ojos. No están hechos para correr, son científicos al fin y al cabo.

El camino no parece terminarse nunca... ya lleváis más de diez minutos así... ¿Cuánto queda?

Off : una isla triangular (equilátera) de 100km cuadrados. Según su fórmula...  sus lados son de 23.0 km aprox... y su altura... sería el lado multiplicado por la raiz cuadrada de tres y partido de dos... eso hace... 28.2 km... que entre dos se quedan a 14.1... es factible.

Lo peor es que tenéis que ir al centro y desde allí otra vez subir.Pero eso no lo sabes

Tras unos veinte minutos a ese ritmo llegáis a la inmensa espiral de roca, cemento y acero. Veis a los otros dos grupos... Uno de ellos van montados en extrañas criaturas que parecen caballos pero cuya piel es mucho más adelfinada... sus rostros son deformes y extraños... ¿delfines terrestres? que grimita dan... pero pobres de los que los llevan que no tienen pelo, y sus ropsa han sido sustituidas por ropas de paciente. Van capitaneados por un señor en un traje de biopeligro que monta una criatura mezcla de orca y tigre gigante.
El otro grupo parace bastante normal... si no fuera porque vienen en un único transporte similar a un autobús... pero que levita. De allí se baja una mujer en una silla de ruedas de la misma tecnología, que se acerca... parece tener algún tipo de enfermedad que constriñe su rostro en una mueca.

Los líderes se saludan, aunque incluso encapotado en ese inmenso traje puede notarse el asco que le dais... sudados y sucios.... SUCIOS.

Hablan en voz baja... al menos por los otros dos capitanes.
- YA OS DIJE QUE ESTE AÑO HABÍA MUCHOS MÁS RECLUTAS. FUE UNA BUENA IDEA PONER EL ANUNCIO.- cuchicheos cuchicheos- ESTÁ BIEN, NOSOTROS SUBIREMOS PRIMERO, LUEGO STEFFANNYA Y LUEGO HAZZARDO.

Vuelve al grupo... os mira.
- BUENO CHICOS NOSOTROS TENEMOS QUE SUBIR PRIMERO.- pero si os podríais haber enterado antes... ¿qué le pasa a este tío? ¿Por qué grita tanto? - EN MARCHA.

Vais a seguir subiendo, se trata de una espiral sin escalones lisa... de vez en cuando puede verse transportes que suben y bajan. Jaulas cerradas... maquinarias extrañas... ¿Dónde os habéis metido?. Las cámaras parecen haber disminuído hasta desaparecer. Las paredes... las paredes parecen tener algo raro... no... no, debe ser vuestra imaginación.


Off: ¿Quizás hablar con tus compañeros? Ah claro que mantienes una identidad secreta... bueno quizás sería conveniente lamerle el culo al jefe... y no te tienes ni que agachar.

Había tomado la delantera en el grupo quedándome a una distancia cercana pero prudencial de nuestro guía. No esperaba que ninguno de los miembros del grupo me adelantase, no parecían estar en forma. Es por esto que me sorprendí en gran medida cuando vi al vagabundo que antes se había tirado un cubo de agua de fregar por encima pasar por mi lado a una velocidad bastante elevada. Casi me detengo a causa del shock que me provocó ver a ese extraño señor andar como si fuese un campeón de marcha atlética cuando de pronto…. ¡MEEEEEEC! ¡MEEEEEEC! ¡BUUUUM! Se escuchó una alarma y casi al mismo momento un disparo. Vi como un chico rellenito que se había quedado un poco rezagado caía al suelo derribado por la bala. Las manchas rojas fluían de su pecho, aunque no se veía ningún agujero.

Nuestro guía se detuvo un segundo para decir que había sido eliminado, que debería esperar al próximo año para poder volver. No tenía claro que estaba pasando. Un robot dejó sus tareas para atrapar y llevarse al joven que ahora no paraba de llorar. Tanto yo como el resto de los miembros del grupo aceleramos el paso muy asustados. A pesar de que no fuesen a matarnos ninguno quería exponerse a recibir un impacto como ese. Mirando a mis compañeros, que se encontraban llorosos y bastante cansados decidí arriesgarme y retrasarme un poco para animarles y que no se rindiesen ante la prueba que se les estaba proponiendo.

-Vamos chicos. Si el gobierno nos pone estas pruebas es porque ya sabe que somos inteligentes. Debemos mostrarles que somos algo más.- dije en un tono de ánimo, aunque sin levantar demasiado la voz para no perder la esencia del personaje.

Esperaba que ese discursito fuese suficiente para motivarlos y que no me dejasen a solas con el extraño vagabundo corredor. El camino se hace largo y comienzo a impacientarme. Retomo mi anterior marcha para comenzar a analizar un poco al encargado.

Finalmente llegamos al centro de la isla donde se ve mejor la gran espiral que asciende hasta la superficie de la isla. Nos detenemos mientras que el piernas-largas se pone a hablar con los encargados de los otros grupos. A pesar de haber tenido que andar tanto comienzo a alegrarme de haber sido asignado a este grupo. Deduzco por las ropas de su encargado y su falta de pelo que los miembros de uno de los otros grupos deben haber sido expuesto a algún tipo de químico peligroso. El otro grupo parece haber tenido suerte ya que van montados en un extraño vehículo flotante. Aun así su encargada tiene algo que me da mala espina, y no es por el hecho de que vaya en silla de ruedas y tenga la cara contraída. Los capitanes mantienen una conversación “privada”, que todos podemos deducir a causa de los gritos de nuestro encargado. Empiezo a pensar que este hombre tiene un problema realmente serio. Finalmente vuelve con nosotros y nos indica que seremos los primeros en subir, aunque eso ya lo habíamos escuchado de la conversación que él había tenido con sus compañeros.

Durante la subido veo como son transportadas multitud de cosas distintas, desde materiales hasta extrañas máquinas y jaulas bien selladas. Sin duda es un lugar extraño, pero supongo que todas esas cosas serán necesarias en las investigaciones que esté llevando a cabo el gobierno. Me giro para mirar que tal van mis compañeros. Parecen cansados y la verdad es que yo también lo estoy, pero decido sonreírles para que se animen y no desistan. Tras esto aumento un poco el ritmo para ponerme a la altura de nuestro jefe para poder hablar con él.

-Disculpe señor. Sé que puede parecer atrevido por mi parte el entablar conversación, pero si va a ser usted nuestro jefe allá donde vamos convendría que nos conociésemos. Mi nombre es Jhon Length, a sus órdenes.- me presenté en tono calmado al que parecía que iba a ser mi jefe.

Espero pacientemente los gritos de respuesta de mi superior. No sé cómo se tomará este acercamiento, pero espero que bien. Mientras también comienzo a darme cuenta de que las paredes comienzan a tener menos cámaras. Comienzo a sospechar que puede estar a punto de pasar algo. Hago disimuladamente un gesto a mis compañeros para que se acerquen más al encargado y mantengo mi posición junto a él. Si va a suceder cualquier cosa ese es sin duda alguna el lugar más seguro.

OFF : Ok, pues no pasa nada con la pared. ¿Qué sería...? Te lo diré al final del moderado si te portas bien.

Los muchachos te miran mal cuando les apremias a pegarse al jefe.
- Claro será fácil para tí mastuerzo.
- ¡Ya estamos intentando ir cerca del tipo so imbécil!
- (Ahogos cuyo tono parece hostil)
- ¿Tu crees que ésto es prueba de inteligencia? Serás...- no te puede alcanzar, aunque desea lanzarse a tu cuello.
- Vaga-bundo. - dice el vagabundo, es el único que parece tranquilo... aunque quizás haya sufrido algún derrame...

Mira lo que pasa cuando uno intenta ser amable.
El señor alto te mira cuando le hablas.
- ¿JEFE? YEIYIEYIYEI- que risa más rara- ESO HABRÁ QUE VERLO MUCHACHO. AÚN NO HABÉIS LLEGADO A LAS PRUEBAS. ¡ADEMÁS YO SÓLO SOY UN MANDAO AL QUE LE GUSTA HACER EJERCICIO!- te mira de arriba a abajo- PARA APELLIDARTE LENGHT NO TIENES MUCHA LARGURA. YEIYIEYEYIEYEYI.

Qué subnormalidad más grande... El caso que luego llegaréis arriba. Donde os detenéis. Muchas personas del grupo han desaparecido... incapaces de seguir el ritmo. El edificio central es imponente y está fuertemente defendido por criaturas...maquinaria... anda mira y marines... ah no, que es una criatura con uniforme de marine...

- Bueno, ahora tenemso que ir al edificio Betta...- el suelo es una carretera por la que cruzan vehículos extraños y animales desconocidos haciendo carreras... curiosamente hacen beep beep y son perseguidos por otros con pinta de carnívoros.

¿Qué le pasa a esta isla?

- Ahora tenemos que ir hacia...-señala la dirección
- NO. NO . SE ACABÓ. NO PIENSO CORRER MÁS.- dice uno del grupo.- ESTOY HARTO. NO DARÉ UN PASO MÁS.

El piernaslargas le mira... se curva sobre sus propias rodillas en una postura inhumana... sobre él como ún pájaro mirando un gusano... luego pasa rápidamente a su forma penguinesca con las piernas dobladas.
- Vale, entonces llamaré al transporte.- todos los presentes menos él caen hacia un lado, presas de lo absurdo.
- ¡¿Podrías haber llamado a un transporte desde el principio?!
- Yes.- saca un den-den.- Eh chicos aquí Daddy, me mandáis un transporte para...- cuenta cabezas- ¿Siete placitas? Vaya si había más de treinta... bueenou... ah y traedme la bici.

Parece que sólo grita cuando está sobre sus zancos. Que cosas.

Se os queda mirando tranquilamente mientras esperais al transporte, los muchachos sudan... y tú no eres excepción...

Tras apremiarles a continuar comienzo como los inútiles de mis compañeros comienzan a quejarse y a mostrarse hostiles contra mí. Más vale que esa panda de lentos sean realmente inteligentes, si no están demostrando que no serán más que un estorbo. El único que no ha parecido estar enfadado es el vagabundo, que no parece estar enterándose de lo que pasa a su alrededor. Si me aparta a los estúpidos y desagradables científicos quizá lleguemos a ser amigos cuando se duche.

En cuanto al encargado, parece simpático a pesar de los gritos. Eso me relaja un poco, aunque me advierte que no dé por segura la adquisición del puesto hasta haber superado todas las pruebas. También menciona que él no será nuestro jefe, solo es un mandado cuya misión es guiarnos por el momento. También, en tono simpático menciona lo gracioso que le resulta mi apellido. En realidad no soy bajito, pero a él, con esas enormes piernas puedo parecérselo. Se me ocurren varias contestaciones que tanto Nairb como Raghersir le habrían dado, pero no es cuestión de faltarle al respeto, por lo que solo decido asentir y reírme con él.

Finalmente llegamos a la zona superior. Me detengo un instante para retomar el aliento y echar un vistazo a lo que queda de mis compañeros. Muchos de ellos han sido eliminados. Se lo merecer por vagos y desagradecidos. En el edificio central también es todo bastante extraño, aunque está increíblemente defendido. El hecho de ver criaturas raras vestidas de marine y maquinarias que no llego a imaginar para que sirven ya no me sorprende, supongo que me estoy acostumbrando a la isla.

Nuestro encargado nos indica que debemos dirigirnos al edificio betta. Por suerte iremos por un camino de asfalto. Dirijo una mirada a la carretera por la que debemos ir, hay varias criaturas haciendo carreras. Decido no hacerles caso, no me interesa. Finalmente uno de mis compañeros decide sacar el genio que lleva dentro diciendo que se niega a andar más. Nuestro guía se agacha quedando en una posición cómica y amenazadora a partes iguales y mira fijamente al hombre que se había pronunciado. Tras un instante de silencio y por primera vez desde que lo habíamos conocido el encargado da una respuesta en un tono normal. Al parecer podría haber llamado a un transporte desde el principio, nos tenía andando solo porque a él le gusta el ejercicio. La situación era completamente subrealista, comencé a pensar que todo era un sueño. Me pellizqué una mejilla para comprobarlo, pero no, todo era real. Al menos ya no tendríamos que seguir caminando como tontos por la isla. La verdad es que estaba bastante cansado y me dolían los pies. Después de que el encargado pidiese un transporte para los siete miembros del grupo que quedábamos y una bicicleta para el todos nos quedamos reposando mientras esperábamos. La verdad es que me alegraba que no hubiesen pedido un transporte antes. Gracias al entrenamiento que había realizado durante mi infancia y mi juventud podía aguantar ese ejercicio, por lo que no era una gran molestia. Por otro lado la mayoría del grupo había ido rindiéndose por lo que tendría menos competencia a la hora de obtener el puesto. Todo parecía ir en mi favor.

OFF: Que rage... de verdad.

Al cabo de un rato llegará el transporte, se trata de un vehículo similar a un pequeño autobús (no es de los que flotan), una mujer ya mayor y oronda abre la puerta desde el asiento del conductor.
- ¡Vamos novatos! No me hagáis perder el tiempo.
- ¿Dónde está mi bici oh Claralinda cosita linda?- vuestro superior coloca las manos al lado de su rostro, entrelazadas mientras se ladea a un lado y a otro.
- En el maletero "Papito".

El de la extraña tribu empieza a sacar el plegado instrumento hasta que finalmente despliega la bicicleta adaptada a su tamaño... tiene gracia porque las ruedas son minúuuusculas... pero el asiento está muy alto... los pedales tambien son de un tamaño mínimo.
- Me voy adelantando. Así sigo con la rutina.
- Que te crees que vas a poder adelantar a Betsy.- da dos toques en el volante con cariño.- ¿Una carrera?
- Yes. Very Wonderfull.

¿Dónde vas? ¿Ayudas al hombre con la bici... te quedas escuchando su conversación desde la puerta o bien fuera?

Spoiler:

Spoiler:

Tras un buen rato esperando veo como se acerca el transporte que viene a recogernos. El vehículo es un pequeño autobús normal y corriente. Me decepciona bastante, me habría gustado el poder montar en un transporte flotante como el del otro grupo. En fin, al menos ya no tendré que correr más. La conductora abre las puertas rápidamente y nos insta a entrar lo antes posible. Mientras tanto nuestro ridículo encargado pregunta nervioso y haciendo gestos raros por su bicicleta. La gruesa conductora le indica que está en el maletero. Yo por mi parte sigo las indicaciones de la conductora y me meto rápidamente en el autobús, no quiero estar presente cuando saquen la bicicleta. Aunque me resulte incómodo admitirlo tengo una especie de fobia a las bicicletas. Siendo muy pequeño, en el pueblo había un chico que siempre iba en bicicleta y siempre se chocaba contra la gente, quedando ambos heridos. Es por eso que yo comencé a cogerle respeto a ese vehículo. Tanto el que lo conduce como el que está cerca tienen muchas probabilidades de acabar heridos, es un maldito invento del diablo.

Ya sentado dentro del autobús vi como el piernas largas desplegaba su extraña bicicleta. Por cómo era no sé si se la podría considerar como tal, pero seguro que es igualmente peligrosa. Al menos yo estaba seguro dentro de nuestro gran transporte, no sería yo el que tuviese un accidente. Ambos conductores, tanto el encargado como la señora horonda, parecen estar hablando. Seguro que era una conversación tan tonta como las que había escuchado a lo largo del día. Comenzaba a acomodarme en el mugroso asiento del bus cuando de pronto la chofer hizo sonar el claxon del vehículo y comenzó a acelerar en gran medida. Entre el ruido del motor escucho unos gemidos, pero la velocidad hace que esté completamente pegado al asiento. Me encantó esta sensación de adrenalina, aunque no pude mostrarlo. En escasos segundos llegamos a nuestro destino: un gran edificio de aspecto moderno fuertemente vigilado. Había sido emocionante pero ahora tenía muchas nauseas. Tras pasar una serie de controles, el autobús terminó deteniéndose en el garaje del edificio, donde nos permitieron bajarnos. Por suerte consigo retener el vómito tras respirar un poco de aire fresco fuera del bus. Unos médicos se llevan a uno de mis compañeros. Parece que ha sido herido, aunque no me he dado cuenta de cómo. En fin, quedamos seis. Esperaba que finalmente en ese edificio nos mostrasen algo de la división científica en lugar de llevarnos de un lado para otro rodeados de cosas subrealistas.

Off: Thumbs up.

Todos bajáis... y finalmente sale la mujer con un paso pesado y potente, el suelo retumba bajo sus pezuñas. Apoya un dedo en su nariz y proyecta un moco que cae al suelo.
- Te he ganado de nuevo Daddy. Nada puede superar a un motor bien puesto.
- Pero ha sido una carrera muy justa . Right?- se inclina hacia la derecha.
- Manda a las mierdas estas a identificación. A ver que saben hacer.
- Okidoki.- el hombre baja del artilugio y lo pliega dejándolo junto al vehículo de la dama. LA mujer se pone a arreglar el motor no sin antes guardar la bicicleta en el maletero.

Estáis en un enorme pasillo lleno de garajes, todos ellos cerrados. Hay diferencias notables en la seguridad. (No tienes ladrón así que ahorro, simplemente que si metales más pulidos, que si cierres diferentes etc)

La zona que rodea el enorme edificio está delimitada por éste y por la enorme y acorazada muralla negra. Una enorme puerta mecanizada protagoniza la parte frontal del edificio.
- Bueno chicos... Bienvenidos al edificio Betta. Principal fuente de armamento de la marina. No os separéis, no querréis tenéis que explicar que hacéis en unas instalaciones del gobierno sin autorización- anda con pequeños pero rápidos pasitos en su forma mínima.

Las puertas abren parcialmente sus dientes, parece que cada uno de las separaciones de la enorme puerta está diseñada independientemente, evitando así la entrada... o salida ,de grandes objetos. Además parece estár hecha al completo de kairoseki.

Nada más abrir la puerta un calor seco y abrasante emerge. Es como estar al sol en un día de verano. La parte interna del edificio está delimitada en enormes talleres industriales para piezas pequeñas y minúsculas, así como un pasillo para el movimiento de las materias... todo parece muy optimizado.

A la derecha y nada más entrar hay una pequeña recepción atendida por un gordo y granoso joven.
- ¿Qué tal butterface?
- Es Badarfais... señor.
- Sure sure. Traigo a los nuevos.- os señala.
El muchacho se inclina con cansancio en su silla de oficina y os mira a través de las gafas de culo de botella.
- ¿No son pocos?
- Alguno que otro se ha ido perdiendo por el camino... poor litle things.
- ¿De nuevo?
- Again.
-...- pulsa un botón. - Los novatos están aquí. Siete. Repito Siete.

¿Siete? ¿De dónde? ¿Que hace esa mujer aquí? La muchacha lleva un traje negro de ninja, está repleta de cuchillos y lleva una katana a la espalda.

- Very good. Very fandango. Bueno, yo me voy a hacer mis cosas.- el hombre se va por los talleres y se engancha con una de sus piernas a uno de tantos mecanismos que se alzan para ir hacia otras plantas- ¡Good Luck!

Off: Tira un dado.
1- El pofresional (Sí, pofresional)
2- El dormido.
3- El tocón.
4- La bruta.
5- La calentona.
6- El profesional.
7- El jefe.

Una vez bajamos todo el grupo del bus vimos como la conductora nos seguía. La mujer era tan gorda que hacía temblar ligeramente el suelo a su paso. Si ese dato no era ya bastante intimidante además se sonó la nariz sin pañuelo, lanzando un enorme moco verde contra el suelo. Esa mujer me repugnaba en gran medida, y por las caras de mis compañeros no era al único al que le provocaba ese sentimiento. Tras liberar sus fosas nasales se puso a hablar con el encargado, presumiendo de su victoria en la carrera. No sé qué me molestaba más, si el hecho de que ni siquiera hubiesen reparado en el herido o la forma en la que hablaron de nosotros como si no estuviésemos delante. El hombre que nos hacía de guía dejó su aparato infernal y comenzó a dirigirnos por un pasillo lleno de garajes sellados con todo tipo de puertas y cerraduras. Sin duda debían guardar cosas interesantes ahí dentro, posiblemente me diesen acceso a ellos cuando me otorgasen el puesto.
Finalmente salimos del garaje y vimos como el edificio está rodeado por una enormérrima muralla negra. Eso me hace sentir bastante seguro la verdad, aunque viendo todos los controles anteriores quizá no fuese tan necesario. Finalmente el patas-largas se para frente a la puerta y nos introduce al edificio Betta, principal centro de desarrollo armamentístico de la marina. También nos advierte que aligeremos el paso y no nos separemos de él, como si no fuese eso lo que habíamos procurado hacer durante todo el día.

La puerta de aquel gran edificio se abrió ante nosotros. Una puerta increíble, a la altura de todo lo que habíamos visto desde la llegada a aquella isla. Conforme entré al edificio note como el aire seco típico de zonas con maquinaria me impactaba en la cara. Era una sensación que me emocionaba, al fin había llegado al lugar donde los mayores inventos de la marina eran creados. Podía ver como estaba repartido el edificio, multitud de talleres especializados donde se creaba cada maquinaria al milímetro. A mi derecha, antes del pasillo por el que se transportaban los materiales, quedaba la recepción. Allí el encargado habla con un joven que parece no tener un cargo muy alto. Este parece sorprendido por el reducido número de miembros del grupo. No lo estaría si hubiese visto lo que hemos tenido que pasar, aunque parece que no es la primera vez que los novatos desaparecen antes de llegar al edificio. Tras la corta charla aprieta un botón y avisa de que los siete miembros del grupo hemos llegado por fin.

Un momento. ¿Siete? Si los médicos se habían llevado a uno, deberíamos ser seis. La sorpresa que me llevo es tremenda. A mi lado hay una extraña mujer vestida de ninja y armada hasta los dientes. No puede ser que haya venido con nosotros, me habría dado cuenta. Otra vez las situaciones absurdas vuelven al ataque. Bueno ya da igual, si le han dejado pasar será porque no supone ninguna amenaza. Aún estoy echando un ojo a la nueva miembro del grupo cuando el patas-largas se despide deseándonos buena suerte. Me incomoda un poco el hecho de no saber qué va a suceder ahora, por lo que decido acercarme al recepcionista.

-Disculpe, ¿podría indicarnos que debemos hacer ahora? No se nos ha provisto de ninguna línea de actuación.- le digo al joven respetuosamente mientras sonrío.

Dados:

El miembro 'raghersir' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'd10' : 7, 5, 8, 6, 6, 3, 3

Como me han dicho que ese sistema que he puesto es muy raro, tiro 10 dados de 10 y me quedo con el primer resultado que sea menor o igual a 7, coincidiendo con la tabla.

El miembro 'raghersir' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'd10' : 10, 5, 4, 6, 1, 2, 6

OFf: Feliciades te ha tocado el 2ndo más difícil de superar. Siendo el más difícil el Profesional. Y el menos dificil el Pofresional.
Veamos que le ha tocado al resto de tus compañeros, la siguiente tirada que tu realizaste será para la ninja (alfabéticamente), vaya ,6, el profesional... y el siguiente el vagabundo con el tocón. No volverás a ver a la ninja xD.



La calentona.

Los labios del purulento joven se distienden en una mueca de exasperación, luego empieza a cojer tarjetitas con números y os las distribuye aleatoriamente. (Dándote a tí el 5).
- Tenéis que ir al ascensor... allí dais la tarjeta y os llevarán hasta vuestros evaluadores.- se reclina en la cómoda silla, como si hablar tanto hubiera sido como la maratón que habéis corrido. Luego saca una lata de refresco y la abre para bebérsela.

Incluso hay una máquina por ahí en el pasillo... aunque parece que algunos de tus compañeros ya se han dado cuenta y están saqueando su contenido moneda tras moneda.

El ascensor se encuentra al final del pasillo, parece que nadie sube por ahí... es metálico y tras llamarlo hace un sonido de óxido y desgaste. No parece muy seguro. Dentro podéis ver a un mink perro anciano y subido sobre un taburete que le permite acceder a la palanca que sube o baja el artilugio.
Os mira con sus ojos llenos de arrugas y sus mofletes caídos.

Perrete:

Lleva una plaquita en la que pone Pancho.
- ¿Plaaaaanta...?- dice con una voz cansada y grave. Tus compañeros van dando las tarjetas rápidamente...

Dado que sóis todos unos agonías y no os esperáis a nada. Las toma en un orden aleatório para luego mover la palanca en cuestión. El ascensor sube y baja a velocidades inhumanas haciendo que todos (menos la ninja y el perro) tengáis problemas por no quedar flotando en el aire y caeros de bruces contra el suelo a cada cambio brusco. (OFf: El perro está tan pancho, lo cojes, XD pancho... va me callo).

Dos os bajáis en una de las plantas, tú y otro muchacho con pinta de tirillas.

¿Recuerdas cuando dije que hacía calor como un día de verano? Ahora imaginate eso multiplicado por cinco, sin agua, en un desierto mientras te salpica el aceite de la sartén.
Dios si hace calor.

- Usted a la derecha- te mira- Y usted hacia la izquierda...- mira al otro.

A medida que te encaminas más hacia la dirección que te ha dicho el perro el calor se hace abrasador... por suerte para tí puedes ver que hay algún que otro trabajador con trajes de aislamiento. Si le pides uno te dirá que tienes que pedir permiso a la jefa del sector, señalándote en la misma dirección que te mandó el perro.

La puerta enorme está de un permanente color rojizo, siempre a punto de fundirse... y hay una sintonía tras ella.

Sintonía:

Tras abrirse con el fulgor de mil soles una sombra baila entre la lava que cae. Una muchacha bien contorneada y de piel de el más bruñido metal maneja instrumentos de metales desconocidos para asegurar un correcto fundido de los torrentes fundidos. Viste sólo un delantal de metal y unas gafas de ingeniero tan oscuras como su pelo negro como el carbón. Tararea con la música.

Tras un mi pregunta el purulento recepcionista pareció salir de su estado de empanamiento. Hizo una mueca de molestia por instarle a apresurarle y se dispuso a coger unas tarjetas que tenía preparadas sobre la mesa. Nos las repartió aleatoriamente. No tenía muy claro que pretendía que hiciésemos con ella por lo que me preparé para preguntarle otra vez. Ya estaba muy cerca de mi objetivo, no quería que un inútil como ese me retrasase más. Por suerte se adelanta y nos indica que debemos mostrarlas en el ascensor para que nos lleven ante nuestros correspondientes evaluadores. La mía tiene un cinco, espero que eso sea una buena señal. Tras esto el joven vuelve a acomodarse y a sorbos a su refresco como si estuviese cansado. Más le vale que no llegue a ser su jefe nunca o estará en la calle al instante.

Comencé a andar no sin antes detenerme a comprar una botella en la máquina de refrescos que hay en el pasillo y que mis compañeros habían desvalijado casi por completo. Había hecho mucho ejercicio y allí hacía calor asique debía mantenerme bien hidratado. No tardé mucho en obtener mi bebida, dar un par de tragos y llegar al ascensor. Allí nos esperaba un pequeño hombre-perro de aspecto acomodado. No había visto nunca nadie de esas características pero supuse que era un miembro de la famosa tribu Mink. Entramos todos los miembros del grupo en ese ascensor, que aunque en un principio no lo aparentaba, estaba seguro de que era completamente fiable. El perro preguntó a que planta queríamos ir y todos le dimos las tarjetas para que él se apañase dirigiendo el ascensor. Esa máquina empezó a subir y bajar a alta velocidad, me recordó bastante al autobús de antes. La única diferencia es que ahora en lugar de estamparme contra el asiento me veía casi levitando en el aire. La adrenalina me estimulaba aunque la disimulé con una cara de miedo bastante creíble. Comencé a marearme y me fijé en cómo tanto el perro como la ninja son capaces de mantenerse como si nada. Era bastante admirable, pero supuse que ya estaban acostumbrados a ese tipo de movimientos.

Finalmente llegué a mi piso, donde otro chico que era bastante delgado también bajó. El calor que hacía en esta planta era casi inhumano, ni si quiera a mí que me gustaba el calor me parecía soportable. El perro me dijo que me dirigiese a la derecha mientras que al otro muchacho le indicó que siguiese por la izquierda. Me había hecho ilusiones de que pudiésemos hacer las pruebas juntos, pero al parecer tendría que continuar solo. No le di mayor importancia, así sería más fácil mantener mi identidad. A medida que avanzaba en la dirección que se me había indicado notaba como la temperatura aumentaba, no era posible que hubiera gente aquí. Finalmente me cruzo con algunos empleados que llevan ropas protectoras. Les detuve para preguntarles cómo podía obtener algunas de esas prendas y me dijeron que debía dirigirme a hablar con la encargada. Estaba claro que no obtendría nada hasta llegar a mi destino. Acabé llegando ante una gran puerta que estaba al rojo vivo. No sabía bien que hacer, no podía tocarla y al otro día se oía como una especie de música que no les permitiría oírme si gritaba. Por suerte la puerta se abrió sin que yo tuviera que hacer nada, y finalmente dejo ver a la que supuse sería la jefa de sección, la persona a la que había sido asignado. Era una mujer negra como el mismo carbón, lo que hacía que a pesar de tener una muy buena figura no me atrajese en gran medida. La mujer iba tapada tan solo con un delantal de metal y estaba trabajando con torrentes de metales fundidos, lo que hacía aumentar mi interés por ella. Sin embargo esto era trabajo, no intentaría ligar ni nada de eso, aunque debía hacerme con su atención.

-¡Disculpe!- le grito para que note mi presencia.-¡Me han dicho que debía venir a hablar con usted!- continúo esperando que reparase en mí.

Off: Me encanta como tu pj a nivel venti poco se ejercita sin problemas para seguir a un patalargas en su carrera, sabes de todas las tribus del mundo mundial sin habértelas encontrado antes... de verdad, mis dieses. Por cierto... RACISTA. Que va a cada cual sus gustos.(tos) Racista.

La mujer sigue bailando a su rollo. Lanza los torrentes de metales al aire mezclandolos en las pozas de lava que parecen discurrir por tubos a otras estancias. Cada paso que des a ella es como adentrarse en un círculo más del infierno... sin tener en cuenta que el último está congelado... comparaciones literarias aparte....

Te estás quemando vivo... y hay una cierta parte partosa que corre MUCHO más peligro que cualquier otra. ¿Cual será será? ¿Será la entrepierna? Dicen que el calor mata los espermatozoides...

¿Cómo llamarás la atención de la mujer?

Off: Con lo sencillo que era pedirle a alguno de los trabajadores que te acompañaran.

La mujer no parecía notar mi presencia, la música estaba muy alta. Además estaba muy centrada en su trabajo moviendo y mezclando los metales fundidos al ritmo de la música. No podía acercarme ella como para llamarle la atención tocándola, la temperatura aumentaba a medida me acercaba a ella y no creía ser capaz de aguantarla. Sin duda tenía que idear algo para que pudiese notar que estaba en la sala o acabaría quemándome. Notaba como el calor hacía su efecto en mi piel, por lo que comienzo a ponerme nervioso.

Finalmente me di cuenta de algo, el dispositivo que controlaba la música no estaba tan cerca de los torrentes fundidos como la mujer. Si la apagaba la mujer me atendería al momento. Comienzo a andar y noto que una parte de mi cuerpo está mucho más caliente que las demás. Habría sido gracioso que fuesen mis testículos, pero su posición fuera del interior del cuerpo los mantenía estables. La parte que notaba tan caliente eran mis pies, el suelo estaba tan caliente que había comenzado a deshacer las suelas de mis zapatos. El calor me llegaba más potente en cuanto más se reducía el grosor de mis suelas, aunque eso tenía fácil solución. Hacía mucho calor, pero no sería suficiente para hacer hervir el agua, si no habría muerto nada más entrar. Sabiendo esto saqué la botella de agua que había comprado y me eché un poco por encima para evitar quemaduras en mi piel. Luego comencé a esparcirla por el suelo que había enfrente de mí a medida que andaba. Así el suelo no estaba tan caliente y mis suelas no se fundían tan rápido. Así conseguí llegar sano al dispositivo y detuve la música. Luego me giré hacia la encargada de sección esperando que fuese buena persona y al verme se diese prisa en darme ropas protectoras.

-Disculpe, soy el novato que le ha sido asignado. ¿Podría prestarme alguna de las ropas especiales que llevan todos aquí? Unos empleados me han dicho que debía pedírselo a usted.- le dije apresurado mientras el agua que había usado para no quemarme terminaba de evaporarse.

Off-rol:

OFf: No eran los pinreles... aún te queda un turno más.

El suelo chisporrotea al contacto con el agua que no tarda mucho en evaporarse... el enorme aparato electrónico parece estar conectado a un den-den rojo con el caparazón de roca. (Off: Magcargo en pequeñito)
Consigues desactivar el instrumento.
La mujer cambia su ritmo y salpica con los chorros en el suelo. Cierra las clavijas de donde caen los metales líquidos mientras mira alrededor buscando tu presencia.

- ¿Qué demonios? ¿Qué haces aquí? NO ME MIRES; MIRADA AL SUELO.- ordena, quizás tenga verguenza...- ESPERA FUERA SO IDIOTA.- te señala el exterior... aunque la puerta está cerrada. (Quizás se abra por dentro igual que por fuera)

La puerta cuando tienes una proximidad se abre dejándote salir. Pasan cinco minutos hasta que la mujer sale vestida. Se quita las gafas de ingeniero al salir y te mira... lanza sus manos cogiendote la cabeza y te abre los ojos.

- Si es que eres estúpido... así es como pierdes las córneas. A saber que daño te habrás hecho...- con tus párpados pellizcados te suelta con cierto desprecio- Si eres tan tonto como para ignorar la seguridad en el puesto de trabajo... quizás tu sitio no sea este.

Dijo la que baila desnuda entre la lava.
- Mi nombre es Caldera. ¿Cuál es tu nombre y qué sabes hacer?- parece que no empiezas con buen pie.- Y lo más importante... ¿por qué vienes?

Por fin, tras apagarle su preciosa música la jefa de sección reparó en mi presencia. Su reacción no fue para nada como yo esperaba. Dejó caer algo de metal fundido antes de cerrar los torrentes a causa de la sorpresa y se puso a buscarme con la mirada. Tan pronto me vio comenzó a hacer preguntas y a dar órdenes exaltada. Yo estaba bastante mareado por el calor por lo que no sabía bien que estaba pasando. Me hizo salir de la estancia mirando al suelo. Parecía avergonzada, un momento... ¿Iba desnuda? Hasta entonces pensaba que llevaba ropa ajustada. Era raro que no me hubiese dado cuenta antes. Una vez fuera de la sala lo comprendí, era por las lentillas. Creía que la molestia en los ojos era por el calor, pero las lentillas estaban impidiendo que el aire seco me impactase de lleno. A causa de esto mi soporte ocular había comenzado a quemarse y deformarse, por lo que estaba difuminando mi visión y me estaba haciendo daño en los ojos. Era una suerte haber comprado más pares por si se me perdían, pero debía buscar un sitio apartado donde cambiármelas.

La jefa no tardó en salir de la sala, ahora completamente vestida. Se quitó rápidamente sus gafas protectoras y me agarró la cabeza. Tras eso comenzó a examinarme los ojos. Era obvio que vio algo anormal, pero supuse que pensó que las lentillas arrugadas era el daño que el calor le había hecho a mis ojos. Me trata con desprecio, diciéndome que soy un estúpido por haber ignorado las normas de seguridad y que quizá no debería estar ahí. Me resultó gracioso que lo dijera ella que había estado bailando y cantando entre metales fundidos, pero no estaba en posición de contestarle así. Al menos parecía que estaba algo preocupada por mí, no como los encargados del transporte de reclutas. Aún no lo tenía claro, pero comencé a pensar que esa mujer iba a acabar siendo buena conmigo.

Tras dejarme claro lo estúpido que era se presentó como Caldera y empezó un pequeño interrogatorio. La chica quería saber quién era, qué sabía hacer y qué había ido a hacer ahí. Eran preguntas fáciles de responder, pero mi nueva jefa imponía bastante. Tome aliento y saliva para asegurarme de no trabarme y me dispuse a contestarle.

-Mi nombre es Jhon Length. Tengo conocimientos básicos sobre tecnología e ingeniería, por lo que me considero capaz de manipular todo tipo de maquinaria simple y de trabajar con los materiales propios de la mecánica. Estoy aquí porque quiero formar parte de la división científica del gobierno para ampliar mis conocimientos y usarlos a favor del avance de nuestra sociedad.- respondí de forma segura mostrando que realmente estaba dispuesto a dar mi máximo por el puesto.

-Quisiera también pedirle disculpas si le he preocupado al no seguir las indicaciones de seguridad. Antes he intentado conseguir ropas protectoras, pero me han dicho que debía hablar con usted primero. Además el hecho de entrar al taller sin permiso ha sido porque mis ojos estaban comenzando a verse perjudicados, lo siento mucho. Si antes de seguir pudiese darme prendas de seguridad e indicarme algún lugar para aclararme la vista se lo agradecería en gran medida.- continué disculpándome procurando que la jefa de sección cambiase un poco su opinión respecto a mí y me brindase la oportunidad de cambiarme las lentes de contacto.

Se te queda mirando.
- ¿Tú eres tonto? ¿Vas a entrar en el taller porque tus ojos se perjudican antes de entrar al taller? Para mí que se te ha fundido el cerebro ahí dentro... desde luego no te quiero en mi división.- echa a andar por el pasillo- Ven, vamos a la enfermería a que te miren. No te hace falta nada de protección, los pasillos son lugares seguros... pero no andes entrando en los talleres como un subnormal.

BAIA BAIA.

La enfermería parece un lugar tranquilo y lleno de cachivaches médicos, armarios repletos de medicinas... allí hay un muchacho lánguido y de aspecto frío... su pelo azul y los ojos de hielo contrastan significativamente con tu acompañante.
- Buenos días Candela... ¿ocurre algo?- ha mirado sobre tí como quien mira sobre la mierda.
- Un novato que me toca evaluar que entra en la forja sin gafas de protección ni ostias. ES QUE ME ENCIENDO.
- Entiendo.- ¿Creías que antes te miraba como la mierda? Imaginate ahora.- Si no le importa sentarse en la camilla para comenzar su evaluación médica.- se pone unos guantes hasta el codo... ¿Qué piensa hacer?

Intenté excusarme lo mejor que pude, pero no fue suficiente. La reprimenda que vino a continuación fue desmesurada en mi opinión. Habría que ver que habría hecho ella si todo el mundo le dijese que entrase a un sitio. En mi opinión esta mujer era demasiado agresiva y maleducada para ser una científica del gobierno, pero no podía quejarme.

-Si era un sitio tan peligroso no deberían haberme mandado a él sin ninguna información ni protección.- pensé mientras se cebaba en mí.

Tras eso continuó guiándome a la enfermería a la vez que me explicaba que los pasillos eran seguros a pesar de la elevada temperatura y me insultaba un poco más. Era consciente de que debía quitarme las lentillas o debería dar explicaciones de porque las llevaba. Hice un par de intentos por el camino, pero no tenía suficiente práctica como para quitármelas moviendo. En fin, diría que eran algo estético y ya está, tampoco debería acarrear ningún problema real, hay mucha gente que usa lentillas de colores.

No tardamos en llegar al lugar que sin duda era la enfermería. Era una estancia fría, aunque puede que fuese sensación mía por el cambio de temperatura. Allí rodeado de multitud de armarios llenos de medicamentos y utensilios médicos nos recibió un hombre de aspecto débil y carácter apagado y distante. Digo nos recibió aunque hizo como si yo ni siquiera existiese. Tuvo una corta conversación con mi nueva jefa, que siguió comentando lo estúpido que era y lo mucho que la enfadaba. El médico me echó una mirada de asco y me indicó que me tumbase en una camilla.

-Perdón por causar tantas molestias. Solo seguía las indicaciones que se me habían dado, no quería causar tanto alboroto.- dije disculpándome mientras atendía las órdenes del doctor.

Mientras me tumbaba en la camilla pude ver como el médico se ponía unos guantes largos de látex. Esa situación me ponía un poco nervioso, pero sabía que aquel hombre debía ser un profesional y que no tenía de que preocuparme.

- Si antepones las órdenes al sentido común... te deberían haber llevado al edificio de naturales. ¿Verdad Gueller?- dice la mujer mientras el tipo te abre los ojos e inspecciona retirandote con cuidado primero las gafas y luego las lentillas. Se pasa las por delante de los ojos para comprobar su graduación.

- Siempre se necesita biomasa- te toca la cara y tal mientras comprueba tu estado.- Pero es reconfortante realizar mi trabajo, aquí ocurren pocos accidentes... y cuando pasa no tengo la oportunidad de hacer mucho.- el hombre se aparta y te mira- Si desea llevar lentillas de colores debería comprarselas graduadas... aunque es un objeto raro de encontrar. Pero no soy quien para decir en que inutil objeto gasta su dinero...- mira a la mujer- Todo en orden Candela... si quieres puedo hacerle un análisis más completo... con registro de cavidades incluído.

- Deja deja... no te preocupes.
- Muy bien- el enfermero te da un formulario a rellenar con tu nombre, firma... etc como que has recibido sus atenciones médicas.

Una vez terminada la estancia en la enfermería la mujer te insta a que la sigas por el pasillo hasta una sala con un cristal (Como si fuera una sala de interrogatorios).

- Espera aquí.- te deja con la puerta cerrada y vuelve a la media hora ( a ver que haces mientras)  con un papel formulario.- En un principio iba a hacerte una prueba más práctica... pero no me fío de que te hagas daño y luego me culpen a mí. Así que aquí tienes.

(El formulario tiene 10 preguntas de desarrollo, cada una es fácilmente resoluble a niveles 10,15...y así cada cinco niveles). Con tu nivel la pregunta primera te parece normal, incluso sencilla... pero ya la de treinta, y la de treinta y cinco... y la última ni la entiendes.)

Off: Esto es porque como has puesto en la definición de la isla, los reclutas más bajos son de nivel 30. No porque yo sea malagente. Rectificación de niveles hecha.

La mujer saca unos cascos y se queda escuchando una canción que sigue rítmicamente con el pie mientras mira las musarañas y te deja completar el test con un lápiz que hay sobre la mesa. ¿Habrá alguien tras el cristal?

Quizás prefieras una prueba más práctica... o quejarte... o decir algo... tampoco es que te hayas echado muchas flores cuando te preguntó que sabías hacer.