Un gran plan (Privado) (Misión Rol de Islas) (Sarah-Zack Suky-Raghersir-Barbazul)

-Todo en orden. – Le dije a la semi-gigante tras revisar el barco en busca de guardias o más cosas.

Me puse con las velas y cabos, quería salir de allí cuanto antes. Los demás barcos ya zarpaban o se hundían y pronto aquel puerto no sería más que una mancha en la lejanía sin capacidad para persecuciones. Ahora la parte inquietante era como nos repartiríamos la recompensa, puesto que había sido un trabajo en equipo, aunque el que más cantidad de barcos llevaba era Verde gracias a los hombres de los que disponía. Confiaba en parte en él, por lo que seguramente el reparto sería justo, sería una pena una pelea de piratas por quedarse toda la recompensa, que aunque no descartaba ganarla, sí que podría ser problemática por daños a barcos y a mí mismo. Cuando llegáramos mí propuesta seria un veinticinco por ciento para cada uno de nosotros, que era lo más justo.

En pocos minutos el trabajo que habían hecho Sarah y mi compañero de barba azul se mostró realizado a la perfección. Columnas de fuego salían de los barcos menos accesibles, haciéndolos prácticamente insalvables. Por otro lado los hombres de Xella ya se habían encargado de tomar la mayoría de los barcos y de los guardas. Varios barcos ya habían partido cuando terminamos de hacernos con el control del último. Los marines encargados de la seguridad no tenían forma de seguirnos una vez estuviésemos fuera del puerto, y habíamos dejado claro que abordarnos no les iba a ser posible. Sólo quedaba en ellos la cara de impotencia y rabia propia de una derrota tan aplastante.
 

Al final no solo nos habíamos escapado fácilmente, sino que habíamos logrado robar más barcos de los que yo había esperado. Desde la proa pude contar seis aparte de en el que iba yo. Setenta millones iban a ser un premio muy jugoso, aunque hubiese que repartirlo entre cuatro.

Por unos segundos me quedé embobado observando como las llamas comenzaron a surgir por la cubierta de todos los barcos que allí quedaban en puerto. En parte estaba un poco desilusionado porque no me hubiesen metido en aquella parte del plan, ya que desde que había descubierto mi control sobre las llamas que generaba sólo las había usado de mechero y me parecía que esta hubiese sido una buena oportunidad para estrenarla como dios manda, pero ya nos alejábamos del puerto con la misión finalizada. Íbamos montados en muy buenas naves y dudaba que pudiesen darnos alcance.

Al principio los hombres que manejaban el barco se me quedaban mirando de arriba a abajo con caras de interrogante, pero cuando me vieron acercarme hasta el otro extrema de la borda para saludar a la semigiganta que desde uno de los otros barcos alzaba su mano con un gesto triunfal pasaron de mí y siguieron con los mandos dirigiendo la nave. La verdad es que no me hubiese importado que pusiesen pegas, porque me hubiesen dado todas igual, ya que no pensaba despegarme de este navío hasta que no cuadrásemos entre todos el reparto de la recompensa. Sabía que con Sarah no había problemas puesto que no sería nuestra primera repartición, pero no sabía como reaccionarían los otros dos. Por mi parte un reparto equitativo y pacífico era más que suficiente, pero algunas personas se transformaban aún más que yo si había dinero de por medio, asique me mantendría en alerta por si los demás ponían pegas, aunque por otro lado si todo llegaba a buen puerto no me importaba que nos diésemos una buena juerga juntos, ya que una vez que los barcos fuesen entregados nuestras bolsas ganarían bastante peso.