[Las 7 Llaves] Meira, La Envidia

Banda Sonora:

¿Has escuchado alguna vez los cuentos sobre mujeres y hombres que su pelo se ha vuelto blanco debido al terror y el sufrimiento?

Aunque no sea algo literal, los sentimientos extremadamente fuertes, especialmente los negativos, son capaces de dejar marcas imborrables en las almas de las personas; Por ello nuestra mente e incluso nuestro cuerpo siempre intentan con el tiempo borrar los recuerdos de esas experiencias como si curaran cicatrices o en ocasiones convertirlos en anécdotas divertidas que contar cuando eres mayor dejando atrás la crudeza del momento. Por desgracia, eso no es siempre posible, algunos recuerdos son demasiado intensos para que puedan ser olvidados o ser convertidos en un recuerdo agradable; En situaciones como esas algunas de nuestras vivencias más personales quedan enquistadas en la misma esencia de uno mismo, convirtiendonos en lo que ahora somos incluso cuando no los recordamos.

En contadas ocasiones, esos recuerdos incluso pueden llegar a quedar sellados en lo más profundo, siendo olvidados e incluso escondiendo de nosotros mismos nuestro verdadero yo, como si la propia mente supiera que lo que puede llegar a nacer de esas vivencias solo nos llevará hacia un camino lleno de oscuridad. A pesar de ello, hay veces donde para poder evolucionar es necesario afrontar esas vivencias; Para superarnos a nosotros mismos es necesario plantar cara a las sombras del pasado y así encontrarnos con nuestros verdaderos sentimientos y las fuerzas que ocultan.

Esta es la historia de alguien singular, más bien es el primer capítulo de su oscuro cuento; Encerrado dentro de su corazón se encuentran las cadenas que atan a una poderosa oscuridad que hace mucho tiempo llevaron a alguien a la más pura locura… Finalmente ha llegado el momento de recordar y pieza a pieza afrontar su pasado, ahora ya preparado para soportarlo, para así poder obtener el poder que una vez tuvo y desafiar al destino una vez más.

Este es el primer paso para que finalmente mi ser querido pueda ser libre de un tormento indescriptible. Para así poderse llamar a el mismo un hombre libre al fin.

Asi es como comienza esta historia.

Erase un vez un reino que se encontraba en tierras muy lejanas, era una tierra donde los marineros que la habían visitado decían que el cielo y la tierra se juntaban en armonía; Todos sus habitantes vivían siempre con una sonrisa sincera y feliz mientras afrontaba su dia a dia bajo el radiante sol que siempre les iluminaba mientras muchos comenzaron a llamar a aquella isla el paraíso en la tierra.

Guiados por la sabiduría un rey erudito, el camino por el cual se dirigía aquel país parecía una odisea hacia la perfección. Cultivado en todas las artes y maestro del conocimiento, el legítimo portador de la corona siempre tomaba las decisiones correctas; Mandó construir grandes puertos llenos de grandes portones para invitar a cualquier barco a descansar allí y proteger a sus barcos del bravo mar. Mediante un profundo conocimiento de la tierra y la naturaleza los campos se labran casi con amor de un padre hacia su hijo y los frutos de la tierra eran tan abundantes que cocineros de todo el mundo cruzaban los mares en búsqueda de probar aquellos manjares. Incluso se decía que el monarca vendiendo sus mejores ropas cosidas en oro y plata para construir un colosal faro en el centro de la isla, que después se convertiría en el propio palacio real, para así permitir a cualquier barco saber encontrar el camino hacia aquel lugar bendecido.

Aun así, el paraíso es una obra que solos los dioses deberían poder contemplar, por ello dicen que el mismísimo creador, celoso de la creación de aquel hombre que parecía aspirar a la divinidad, dejó llegar a esa tierra las portadoras de una calamidad selladas siglos atrás; Algunos, aquellos que se atrevieron a rebelarse contra ellas, las llamaron las 7 llaves de Pandora.

Dotadas con una belleza sin igual capaz de cautivar cualquier hombre, casi como si se trataran de obras de arte que habían tomado vida, fueron capaces de cruzar cada uno de los obstáculos para poder llegar a conocer el hombre que había sido capaz de crear aquel remanso de divinidad en la tierra.

Con sus sonrisas y palabras dulces hablaron con el rey erudito; A pesar de haber sido un hombre que había visto las mas hermosas pinturas y esculturas del mundo, su corazón palpitaba a cada palabra que aquellas doncellas exponian, a sus oídos estaban escuchando el canto de los mismísimos ángeles, antes de darse cuenta, el rey ya se había quedado enamorado por las tinieblas.

Después de aquello, la oscuridad comenzó a avanzar por aquellas abundantes tierras, casi como la luz del atardecer que se marchita lentamente, la sonrisa de sus habitantes desapareció mientras el gran faro lentamente fue apagándose. Una vez la luz de la felicidad abandonó aquel país, como si dios estuviera imponiendo un castigo divino, la luz del faro se extinguió sumiendo la isla en un mar de oscuridad y impidiendo a ningún marinero volver a llegar nunca más a la tierra de ensueño.


El joven levantó la mirada, se sentía cansado y le dolía el cuerpo. Hacía tiempo que había perdido la cuenta de los días que había pasado encerrado, a veces se preguntaba si realmente no hacía horas que había sido aprisionado y comenzaba a dudar que aquello iba a ser una condición temporal; Siempre acababa llegando a esa conclusión aunque no podía perder la esperanza, para él cada segundo que pasaba era otro momento para echar de menos la cálida luz del sol.

Intento mover las manos, en un ademán de conseguir liberarse de los grilletes que lo mantenían colgado del techo, como en la infinidad de veces que lo había intentado antes, solo consiguió hacerse aún más daño en las muñecas que casi sangraban. Sus pies no se encontraban en mejor situación, encadenados contra el suelo mientras estaba suspendido, se sentía como alguien que había sido condenado a una muerte lenta y dolorosa. Tal vez era realmente su sentencia.

A veces se planteaba si realmente aun podía sentir su cuerpo, marcas de latigazos y cortes habían decorado su cuerpo… Ninguno de ellos había dejado aun cicatriz a pesar de todo, tal vez porque las heridas aún estaban abiertas o porque su cuerpo era más fuerte de lo que imaginaba. Fuera cual fuera la verdad, esa sensación de cansancio y dolor comenzo ha hacer mella como en otras muchas ocasiones, lentamente sus ojos se fueron cerrando mientras el dolor se marchitaba dejando paso al sueño.

¡TSHHCH!

-AAAAAAHHHHHHHH-

Un grito inundó toda la oscuridad unos instantes, como el destello de una vela que lucha por mantenerse encendido en medio de una tormenta. Instantes después el chasquido del cuero corto de nuevo el aire acallando el grito; Ahora solo se escuchaba el gotear de la sangre y el ruido de unos tacones moverse por la sala, dando una vuelta alrededor del preso.

Acababa de llegar la otra invitada de honor en aquella velada, su pelo era grisáceo casi como si el color se hubiera perdido de una forma innatural, andaba dando vueltas alrededor de la pobre alma colgada mientras movía una fusta hecha de cuero negro, ya desgastado por su excesivo uso. La misteriosa chica pasó el dedo por la herida recién abierta y después repasó sus labios, dejándolos pintados con el color de la sangre fresca, se encontraba satisfecha.

-¿Cómo te encuentras hoy? ¿Estás más dispuesto a colaborar?-

La mujer sonrió de nuevo y se acercó por delante, sus ropas dejaban realmente poco a la imaginación. Sus piernas quedaban perfectamente esculpidas por unas medias negras, preparadas para seducir a cualquier hombre, mientras se mantenía en un perfecto equilibrio con unos tacones altos; Sus hombros quedaban tapados por una camisa abierta que enseñaban un sujetador hecho de tela, más como si fuera un bañador, y su cintura quedaba perfectamente dibujada por un precioso corsé negro; En su cabeza llevaba un gorro, antiguamente usado como símbolo de las autoridades, ahora convertido más en una mofa hacia el orden y de su cuello colgaba una corbata mal atada; Lo más llamativo de todo resultaba ser sus ojos, que eran del mismo color rojo intenso que sus labios.

¿?:

Con un roce suave de los labios, beso el pecho del prisionero dejándole una marca de los labios manchados de sangre, como si acabara de terminar su obra de arte, ella se apartó para contemplar unos instantes al joven.

-¿Estas satisfecha?-

Preguntó el misterioso joven sin que la voz le vacilará ni un segundo a pesar del dolor. A pesar que el pelo había crecido por la ausencia de cuidado, su mirada no había quedado oculta, sus ojos sin dudas ni maldad apuntaron directamente hacia la que parecía ser su captora. De mientras ella se estremeció de placer ante la situación y se relamió los labios limpiándose la sangre.

-Desearía que te rindieras de una vez, a estas alturas tendrias que saber que te encuentras en un callejón sin salida, aunque me pone un poco que no te hayas rendido, eso supone que te puedo torturar más-

-¿Que planeas conseguir con todo esto? Aunque me aprisiones aquí dentro, ya juré mi voluntad, un hombre jamás falta a su palabra y yo no pienso hacerlo. Si yo rompo una promesa ¿Quién será el que pueda vivir en una tierra llena de mentiras?-

-Ains… eres todo un cielo sabes?- La mujer comenzó a dar de nuevo una vuelta alrededor del preso, buscando tal vez su punto débil o simplemente regocijándose en su sentimiento de poder sobre el muchacho -¡Te deseo! No solo yo, todas te deseamos… Pero por edad yo soy la primera en tener una oportunidad contigo y no voy a desaprovecharla, he roto la voluntad de muchos hombres, tu no seras mi primer fracaso-

¡TSHHCH!

Otro corte nació en la piel del chico, manteniéndose consciente con dificultades, el joven sin nombre mantuvo la mirada levantada, no podía rendirse ahora, aunque apenas podía recordar todo lo que había sucedido, no podía olvidar unas palabras que había prometido a la persona más importante de su vida, una persona que seguramente ya había dejado de existir.
“¡JAMAS OS ACEPTARE!”

Con esas palabras retumbando en su mente, la llama de su interior se volvió a avivar de nuevo, como en cada una de las ocasiones con las que había hablado con su captora, sus ojos se centraron en ella cuando volvió a aparecer en su campo de vista; Eran unos ojos rebeldes y desafiantes que no tienen miedo de la muerte, no había duda en su mirada, su voluntad seguía totalmente intacta como el primer dia.

La chica le miro, molesta, en el fondo sabía que no le quedaba mucho tiempo antes de fracasar, debía romper su voluntad sin matarlo. Lentamente comenzó a perder su temperamento frio, revelando la verdadera persona que había en su interior.

-¡MALDITO!- Gritó a pleno pulmón -Por qué no lo entiendes ¡Esto es por tu propio bien! Tu eres mio, solo tienes que decir dos estúpidas palabras y serás libre… Podrias ahcer todo lo que desearás- Lentamente se retiró la camisa -¿Es que no te gusta mi cuerpo? ¡Soy mejor que todas las demás!-

Con la camisa ligeramente caída, sus hombros ahora expuesto mostraban unas terribles cicatrices y restos de quemaduras. La joven no parecía percatarse de ello, a sus ojos lo único que importaba eran los ojos firmes de su amado, había intentado todo lo que sabía, había intentado primero seducirlo con regalos; Le había intentado ofrecer su cuerpo y incluso lo había torturado, pero nada funcionaba. Desde su punto de vista debía comenzar a ir en serio.

-3 días…- Dijo poniéndose completamente seria, preparada para conseguir su corazón a cualquier precio -Hasta hoy, he venido cada dia a hacerte compañía y traerte agua y comida. Ahora que sabes que me necesitas, no volvere en los proximos tres dias, cuando supliques por beber agua, cuando desees poder cruzar una palabra con algo que no sea la soledad, entonces caerás rendido a mis pies-

Irada, casi desesperada, se marchó cerrando la puerta de metal negro de un portazo… Junto con el lejano ruido de tacones que se desvanecian en la distancia, el joven lentamente fue recuperando de nuevo su única compañía en aquel lugar, el silencio.

No abrió la boca, su mirada se mantenía firme mientras el tiempo comenzó a pasar; Cada minuto que pasaba sus recuerdos eran repasados una y otra vez ¿Qué error había cometido para llegar hasta allí? ¿Podría haber salvado a sus seres queridos? Cada vez que repasaba sus vivencias, estas se volvían más borrosas y oscuras, por mucho que luchara la oscuridad que le rodeaba era dolorosa y manchaba muy lentamente su alma. Solo la llama de su voluntad evitaba que las tinieblas devoraran su ser.

“Un hombre debe ser recto y su palabra debe ser acción, si tu no puedes confiar en tus palabras, crees que algun dia los demas podran poner sus vidas en tus manos”

Aquellas enseñanzas que había recibido de joven ahora estaban calando en el joven, como un faro de luz en medio de una tormenta, su esperanza sigue viva, sabiendo que debía aguardar al momento, no debía plantearse que aquel lugar lo estaba debilitando, todo lo contrario; Cada segundo que se mantenía consciente, cada vez que uno de sus músculos reaccionaba aun a pesar del dolor y el cansancio, cada herida que le habían hecho… Todo aquello lo estaba haciendo más fuerte, su voluntad debía mantenerse, debía volverse dura como el mismísimo diamante. Ese sentimiento lentamente se estaba volviendo poder y aunque él no acaba de entenderlo, lo sabía, en breve llegaría su oportunidad.

¡TSHHCH!

El dolor volvió de nuevo despertando, aún así en esta ocasión ningún grito salió de sus labios, su garganta le dolía, casi parecía que estuviera ardiendo por dentro. Abrió lentamente los ojos que veía algo borroso, aun asi sabia perfectamente quien se encontraba delante suyo, con una sonrisa satisfecha y segura, la mujer de pelo cenizo se encontraba dispuesta a recibir finalmente el fruto de su trabajo, en su mano había una cantimplora, parecía que ella ya había aceptado que iba a ganar.

-Buenos días, estaba tan preocupada que he tenido que venir un poco antes a ver como estabas… ¿Como te encuentras?-

La respiración lenta y controlada del preso se mantuvo en su ritmo, sin alterarse lo más mínimo al ver el agua, sus ojos finalmente recuperaron su capacidad de focalizarse. Instantes después la captora dio un paso atrás y trago saliva al ver la mirada de su víctima. Ella lo sabía, hacía un par de días aquella mirada se veía cansada y debilitada. Ahora, varias jornadas más tarde, el vigor de aquellos ojos había aumentado aún más. Desconcertada comenzó a plantearse que había sucedido en su ausencia, ¿Aún tenía esperanzas? ¿O es que había conseguido que aquel muchacho enloqueciera antes de conseguir su corazón? Esas dudas la asustaron y la irritaron al mismo tiempo.

Dejó caer la cantimplora en el suelo y levantó la mirada llena de odio, o tal vez aquello era miedo. De alguna forma las posiciones se habían revertido, a pesar que el chico era el apresado, de repente era el que estaba dominando la situación sin haber mediado una suave palabra, una suave sonrisa se esbozó en su rostro.

-¡DE QUE SONRIES BASTARDO!- Del cinto la captora desenvainó un cuchillo escondido en el cinto del corsé y le apuntó directamente al cuello, estaba jadeando, su respiración se había descontrolado y estaba comenzando a sudar, sin duda tenía miedo a algo, como si fuera ella la que se le estaba agotando el tiempo

-Coghhh Coghhh- El misterioso chico se aclaró la garganta tras toser con suavidad -¿Qué ha pasado? ¿Estás perdiendo la esperanza de convencerme? ¿Cómo se siente el contar los segundos que te quedan de vida? Ella te matara si no consigues mi corazón hoy-

-¡CALLA!- La fina línea que le permitía mantener la calma se rompió en su interior -¡¿QUIÉN DEMONIOS TE CREES QUE ERES?! SOLO TENÍA QUE CONSEGUIR TU CORAZÓN PARA SUPERAR A ONE-SAMA- Tomo aire instantes bajando el volumen después llegando a la única conclusión razonable -Si no te puedo conseguir… nadie lo hará… ¡MUERE!-

Con una rápido y desesperado movimiento, la mujer lanzó una fuerte estocada directamente contra el corazón de su víctima, empuñando el cuchillo con ambas manos, toda la maestría que tuviera en esa arma se encontraba ausente debido a la extrema situación psicológica en la que se encontraba. Sabía que lo que estaba haciendo era aceptar la muerte, una vez el corazón del muchacho se parara ella estaba condenada a una muerte lenta y dolorosa, después de aquello ella tambien se quitara la vida.

-¡NO VOY A MORIR! ¡MI VOLUNTAD NO LO ACEPTA!- Su reseca garganta se desgarró con aquel grito, aquellas palabras sonaban como las de un rey que estaba ordenando a la misma realidad que le obedecieran casi como si fuera una entidad divina. El poder que se había estado gestando todo aquel año de cautiverio despertó con todo su poder.

La daga llegó a su objetivo pero en vez del ruido de huesos, el metal de aquella arma comenzó a agrietarse rápidamente y en un instante el objeto se partió en decenas de pedazos que aterrizaron por la celda.

Banda Sonora:

El joven sonrió.

-¿Que sucede Meira?-

La mujer retrocedió sudando, dejando caer la daga al suelo mientras sus manos temblaban de una mezcla de miedo y sorpresa, en el pecho del joven una suave luz emergió, como una energía casi invisible que lo había protegido, Meira apenas podía articular palabra sorprendida por aquel suceso, aquello solo podía ser una cosa.

-Buso… ¿Busoshoku Haki?- Ella no podía dar crédito, ella conocía la naturaleza de aquella habilidad, pero por mucho que lo había intentado, ella no había conseguido despertarlo nunca; Su sentimiento de sorpresa se convirtió en envidia y la envidia dejó paso al odio -¡MALDITO!-

En una espiral de sentimientos encontrados, se lanzó a por el joven y le agarró del cuello con intenciones de ahogarlo allí mismo, pero antes de que sus manos pudieran alcanzar al joven éste tomó aire y cerró los ojos, dejando aquella energía fluir por él, podía notar cada fibra de su cuerpo, cada músculo, cada latido de su corazón era vibrante y vivo.

-Battō- Dijo con suavidad mientras visualizaba como si estuviera desenvainando un arma, la energía rápidamente se movió alcanzando a sus manos, en un simple movimiento agarró las caderas y las rompió en mil pedazos liberandolo y cayendo al suelo. Cuando volvió a abrir los ojos, su mirada se encontraba calmada y decidida mientras sus manos estaban envueltas por aquel poder. El joven podía sentir que aquello era algo que siempre le había acompañado pero que ahora era uno con su voluntad forjada en las fraguas de la oscuridad y el silencio.

Meira dio un paso atrás dispuesta a huir pero era demasiado tarde. En un simple movimiento el joven lanzó un puñetazo contra el estómago, el impacto fue tan potente que la onda expansiva paso a través del cuerpo de la joven casi como si no deseara dañarla y aterrizó contra la puerta de atrás haciéndola saltar por los aires.

Totalmente traumatizada y llorando, la joven se desplomó al suelo intacta, su mente se había roto ante la visión de una muerte certera.

El joven entonces levantó la mirada, encontrándose delante un camino hacia la pura oscuridad, aquel era su camino hacia la libertad, comenzó a andar hacia allí decidido enfrentarse a su siguiente enemigo cuando un dolor punzante le hizo vacilar.

-No tan rápido- El muchacho perdió todas sus fuerzas en un instante y acabó tirado por el suelo, entonces pudo ver de reojo como un dardo de había clavado en su hombro, con dificultades miro hacia delante mientras de la oscuridad aparece una silueta femenina, como si su presencia no hubiera existido hasta el momento de revelarse -Parece que Meira ha perdido, ahora es mi turno de jugar contigo-

-Hilda… La Avaricia- Fueron las últimas palabras del muchacho antes de perder el sentido por el veneno.


-¡AHHH!-

El joven de pelo plateado se despertó de un sobresalto de su hamaca, algunos de sus compañeros se alertaron inmediatamente pero al ver que había sido fruto de la pesadilla de uno de sus camaradas volvieron a dormir casi al instante sin percatarse de que estaba pasando algo muy especial y extraño en aquel momento.

Hana tenia el corazon a mil, el mismo podía darse cuenta porque tenia la mano en el pecho que le estaba ardiendo y dolía, casi como si su corazón se fuera a salir en cualquier momento. No se encontraba bien y estaba muy acalorado mientras sudaba a mares.

-¿Que ha sido ese sueño?- El recluta se encontraba muy confuso, aquel sueño había sido demasiado vivido para ser meramente una simple ensoñación… Más que eso, el sabia de quienes eran aquellos recuerdos -¿Porque acabo de recordar las memorias del Príncipe Uriel?-

Hana sabía de primera mano el nombre del misterioso joven preso, pero no era posible, Hana sabía que aquellas memorias no deberían pertenecer, pero a la vez habían sido tan reales como si fueran suyas, podía sentir en su corazón el palpitar de su voluntad que había heredado de el y el deseo de derrotar la oscuridad que había devorado todo un reino.

Hana entonces se miró la mano con que se había tocado el pecho y tragó saliva.

Emitiendo la misma energía que había sentido en el sueño, su mano estaba reaccionando a la voluntad de Hana de hacerse más fuerte. El joven cerró el puño mientras la energía volvió a desvanecerse, él había heredado la voluntad del príncipe y ahora también su fuerza, ahora no podía rendirse, aquel era el primer paso para recuperar la luz del paraíso.

Lo que no se percató el joven es que sus recuerdos respecto a aquello no encajaban… ¿A caso él era el príncipe del sueño aunque no lo recordara? ¿O tal vez había olvidado algo aún mucho más importante?

Peticiones:

Buenas, soy Murasaki y hoy seré quien corrija tú diario.

Empecemos por la historia, he de decir que no ha estado del todo mal, si bien me hubiera gustado que te extendieras un poco más y dieras algún que otro detalle más, pero eso ya lo irás mejorando, pero en este apartado no me voy a extender mucho, para eso ya hay otros. Creo que el único fallo a destacar en esta parte sería este:  

Su reseca garganta se desgarró con aquel grito, aquellas palabras sonaban como las de un rey que estaba ordenando a la misma realidad que le obedecieran casi como si fuera una entidad divina. El poder que se había estado gestando todo aquel año de cautiverio despertó con todo su poder.

La daga llegó a su objetivo pero en vez del ruido de huesos, el metal de aquella arma comenzó a agrietarse rápidamente y en un instante el objeto se partió en decenas de pedazos que aterrizaron por la celda.

Y no, no es porque despiertes así el Haki. No serás ni el primero ni el último en hacerlo. Es porque un Haki que no ha sido entrenado (como pone en las normas)  solo puede protegerte levemente y amortiguar el daño, por lo que no tiene sentido que la daga se fragmente.  Eso y que no entiendo de donde salió esa "espada de energía" con la que cortas las cadenas (no he visto nada de eso en tu ficha).

Dicho esto, pasemos a la ortografía, la gramática, etc. Sinceramente, ha habido momentos en los que me han entrado ganas de dejar de leer el diario a causa de la acumulación de errores, los cuales hacen que una historia que puede ser interesante pierda todo su encanto, como te ha pasado a ti:

Guiados por la sabiduría un rey erudito, el camino por el cual se dirigía aquel país parecía una odisea hacia la perfección. Cultivado en todas las artes y maestro del conocimiento, el legítimo portador de la corona siempre tomaba las decisiones correctas; Mandó construir grandes puertos llenos de grandes portones para invitar a cualquier barco a descansar allí y proteger a sus barcos del bravo mar. Mediante un profundo conocimiento de la tierra y la naturaleza los campos se labran casi con amor de un padre hacia su hijo y los frutos de la tierra eran tan abundantes que cocineros de todo el mundo cruzaban los mares en búsqueda de probar aquellos manjares. Incluso se decía que el monarca vendiendo sus mejores ropas cosidas en oro y plata para construir un colosal faro en el centro de la isla, que después se convertiría en el propio palacio real, para así permitir a cualquier barco saber encontrar el camino hacia aquel lugar bendecido.

Primero, decir que tienes una obsesión que no es normal, por las comas. O te sobran o te faltan, y eso es algo que causa muchas dificultades a la hora de leer un texto. Lo segundo, decirte que después de punto y coma se sigue escribiendo en minúsculas. Tercero...No te comas palabras porque creas que no son necesarias, porque si que lo son, siempre que no sean repeticiones o redundancias. He citado ese párrafo porque en él se ven varios de esos errores, ahora te escribiré debajo como creo que hubiera sido más correcto, para que puedas comparar ambos.


"Guiado por la sabiduría de un rey erudito, el camino por el cual se dirigía aquel país parecía una odisea hacia la perfección. Cultivado en todas las ramas del conocimiento, el legítimo portador de la corona siempre parecía tomar las decisiones correctas. Mandó construir grandes puertos para invitar a cualquier barco a descansar allí y mantenerlos del bravo mar. Los campos se labran siguiendo un profundo conocimiento de la tierra y la naturaleza. Los frutos que se obtenían, eran de tal calidad que cocineros de todo el mundo cruzaban los mares para poder utilizarlos en sus recetas..."

Por otro lado, debo recordarte que no suprimas los signos de puntuación. No usas puntos al usar guiones ni al cerrar comillas, pero luego empiezas con mayúsculas. Y te he visto suprimir signos de interrogación también:

Por qué no lo entiendes ¡Esto es por tu propio bien!

Y tienes muchas faltas por no poner tildes, entre otras cosas, pero esas las tendrás que ir buscando tú en el diario.

Hana tenia el corazon

que algun dia los demas podran

Dicho esto... No puedo aprobar tu diario, por lo indicado arriba. Sin embargo, puedes editarlo, aprovechando las pautas que te he dado. Tomate tu tiempo y repasa bien el diario. Si tienes dudas puedes preguntarme por privado. Buenas noches.