Página 2 de 2. • 1, 2
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Entre grandes chorros de sudor caí al suelo, bastante exhausta debido al esfuerzo por intentar formar la armadura del haki utilizando mi energía pura. Miré a Biz y le dije que no podía seguir más, que hasta ahí había llegado. Seguramente si hubiera seguido me habría pasado algo similar a la primera vez o quizás peor. Pero lo bueno era que no me encontraba tan cansada como cuando intenté controlar la energía sin haberlo hecho antes, esta vez había logrado que mi cuerpo se acostumbrara a ella y no saliera tan mal parado. Podría llegar a ser que en un par de días más usara el Busoshoku sin problemas... o eso esperaba.
El bueno de Biz vino hacia mí con un semblante de notoria preocupación en su rostro. Con las mismas, dejó escapar un suspiro de alivio al ver que mi situación no era grave, que solo estaba cansada y me secó el sudor de mi frente con un lindo pañuelo que sacó de uno de sus bolsillos. - Muchas gracias Biz, no se que haría sin ti - le dije agradeciéndole una vez más por cuidar de mí. Me recomendó que descansara y que comiera algo, ya que no estaba en condiciones para seguir con el entrenamiento y me ofreció una botella de agua la cuál acepte mientras me incorporaba haciendo un poco de esfuerzo.
- Creo que iré primero a mi habitación a tomarme un baño, a ver si me sienta bien para mi cuerpo. Luego te haré caso e iré a comer algo, creo que hoy había pollo con patatas con crema de queso azul en el menú de la cafetería, me muero de ganas por ir a probar un poco de eso - dije con un tono más alegre. Despidiéndome de mi compañero y maestro, dirigí mis pasos hacia el interior de la base para ir a mi habitación a bañarme.
Cuando por fin llegué a mi cuarto, me quité toda la ropa y la dejé en el suelo para entrar al baño y girar el grifo de la bañera. Esperé que esta se llenara y me metí dentro, soltando un gemido de satisfacción por el agua fría. Me quedé mirando al techo por un rato, pensando como debería formar la maldita armadura sin que mi cuerpo llegara a su límite. Pasado un rato, salí de la ducha, me sequé todo mi musculado cuerpo, me puse unas mudas que había pedido a los encargados de la lavandería y me senté en mi cama. Realmente no tenía ganas de ir a la cafetería, estaba muy cansada para hacer ese trayecto. Así que usé un Den Den Mushi que me había dado una señora de la cafetería por que le había caído bien debido a mi excelente apetito y mi buen gusto por su comida y la llamé pidiéndole el favor de que me trajera un poco de comida.
El resto de la noche me lo pasé tumbada en la cama, durmiéndome a ratos pero a veces me despertaba debido a unas muy molestas pesadillas sobre que nunca iba a poder controlar el haki. Cuando llegó la mañana, me levanté de la cama y me dirigí al campo de entrenamiento a proseguir con el entrenamiento. Realmente estaba decidida a completar con éxito mi arduo entrenamiento.
El bueno de Biz vino hacia mí con un semblante de notoria preocupación en su rostro. Con las mismas, dejó escapar un suspiro de alivio al ver que mi situación no era grave, que solo estaba cansada y me secó el sudor de mi frente con un lindo pañuelo que sacó de uno de sus bolsillos. - Muchas gracias Biz, no se que haría sin ti - le dije agradeciéndole una vez más por cuidar de mí. Me recomendó que descansara y que comiera algo, ya que no estaba en condiciones para seguir con el entrenamiento y me ofreció una botella de agua la cuál acepte mientras me incorporaba haciendo un poco de esfuerzo.
- Creo que iré primero a mi habitación a tomarme un baño, a ver si me sienta bien para mi cuerpo. Luego te haré caso e iré a comer algo, creo que hoy había pollo con patatas con crema de queso azul en el menú de la cafetería, me muero de ganas por ir a probar un poco de eso - dije con un tono más alegre. Despidiéndome de mi compañero y maestro, dirigí mis pasos hacia el interior de la base para ir a mi habitación a bañarme.
Cuando por fin llegué a mi cuarto, me quité toda la ropa y la dejé en el suelo para entrar al baño y girar el grifo de la bañera. Esperé que esta se llenara y me metí dentro, soltando un gemido de satisfacción por el agua fría. Me quedé mirando al techo por un rato, pensando como debería formar la maldita armadura sin que mi cuerpo llegara a su límite. Pasado un rato, salí de la ducha, me sequé todo mi musculado cuerpo, me puse unas mudas que había pedido a los encargados de la lavandería y me senté en mi cama. Realmente no tenía ganas de ir a la cafetería, estaba muy cansada para hacer ese trayecto. Así que usé un Den Den Mushi que me había dado una señora de la cafetería por que le había caído bien debido a mi excelente apetito y mi buen gusto por su comida y la llamé pidiéndole el favor de que me trajera un poco de comida.
El resto de la noche me lo pasé tumbada en la cama, durmiéndome a ratos pero a veces me despertaba debido a unas muy molestas pesadillas sobre que nunca iba a poder controlar el haki. Cuando llegó la mañana, me levanté de la cama y me dirigí al campo de entrenamiento a proseguir con el entrenamiento. Realmente estaba decidida a completar con éxito mi arduo entrenamiento.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Junto al árbol donde has visto a Bizvan esperando los días anteriores hay un niño con una gorra de marine (la cual aún le queda grande). Su mirada se posa sobre cada uno de los hombres y mujeres entrenando, pero en cuanto nota que comienzas a acercarte su expresión de entusiasmo cambia por una seria. Con algunos problemas trata de imitar el saludo de la marina (aunque lo hace mal).
- Tú debes ser la hermana del jefe… -se ve obligado a alzar demasiado la cabeza a causa de la enorme diferencia de tamaño.-… Realmente eres una gigantona… -murmulla como si estuviera celoso o puede que se niegue a aceptar que una niña sea más alta que un niño.- El jefe me pidió que te diera esto. –extiende una hoja de papel con algo escrito en su interior.- Mi misión fue completada con éxito. –comienza a correr en dirección al pasillo.- ¡Adiós gigantona! –lo escuchas gritar cuando ya está demasiado lejos, seguido de los gritos de un marine exigiendo explicaciones del motivo por el cual hay un niño en la base.
- Tú debes ser la hermana del jefe… -se ve obligado a alzar demasiado la cabeza a causa de la enorme diferencia de tamaño.-… Realmente eres una gigantona… -murmulla como si estuviera celoso o puede que se niegue a aceptar que una niña sea más alta que un niño.- El jefe me pidió que te diera esto. –extiende una hoja de papel con algo escrito en su interior.- Mi misión fue completada con éxito. –comienza a correr en dirección al pasillo.- ¡Adiós gigantona! –lo escuchas gritar cuando ya está demasiado lejos, seguido de los gritos de un marine exigiendo explicaciones del motivo por el cual hay un niño en la base.
- Contenido de la hoja de papel:
Ciaran.
Lamento mi repentina partida, pero por motivos oficiales me vi obligado a salir al mar lo antes posible.
No estoy seguro de cuánto tiempo estaré fuera, espero y solo sean unos cuantos días. Puedo estar tranquilo al saber que no flojearas durante mi ausencia… ¿Cierto? Entrena algunas horas al día y no olvides descansar.
Si todo sale bien, cuando regrese podrás comprobar a ciencia cierta cuanto a avanzado tu entrenamiento.
En fin… Entrena duro, eres bastante buena en esto de dominar el haki, lo conseguirás dentro de poco.
Al final de la hoja se puede ver la firma de Bizvan… Puede que esto haya sido agregado por costumbre.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Salí hacia el exterior de la base, lugar donde estaba el campo de entrenamiento, a paso ligero ya que quería reanudar donde Biz y yo lo dejamos ayer. Para mi sorpresa, en vez de mi compañero y mentor, un niño con una gorra de la Marine en la cabeza estaba debajo del árbol buscando con la mirada a alguien. Algo me decía que me estaba buscando a mí por lo que me acerqué para ver que quería. Sus ojos se abrieron como platos al verme, debía estar impresionado por ver a una mujer de gran altura, y así era. El muchacho me entregó una carta por orden de Biz, extrañada, le iba a preguntar donde estaba el marine pero el joven partió con prisa, despidiéndose alegremente. Me quedé un rato mirando como se iba hasta que decidí leer la misteriosa carta. "-Esto es raro, espero que no haya pasado nada malo-" pensé a la vez que me quedé sentada en el suelo junto al árbol y me disponía a abrir la misiva. Al parecer iba a tener que entrenar por mí misma un par de días o semanas, esperaba que fueran días. Sonreí ante el cumplido de Bizban, esperaba dominar el haki pronto y no resultar una carga para mis compañeros de la Marina. Suspiré y me dispuse a continuar con mi adiestramiento, aún había mucho por hacer y quería darle una grata sorpresa a mi compañero cuando este volviese de su misión.
Primero que nada, adopté la misma pose de relajación de estos días atrás. Luego, cogí aire y lo expulsé, dejando que el aire circulara por mis pulmones para llegar a un estado óptimo de calma en el que podía concentrarme mejor para manipular la energía. - Vamos allá, aún tengo tiempo antes de dominar esto antes de la llegada de Biz - dije antes de volver a entrar en una especie de trance. La energía que circulaba por mi cuerpo comenzó a manifestarse por mi mano derecha para luego, comenzar a formar una delgada capa comenzando por el dedo corazón. A medida que iba avanzando en mi entrenamiento, comencé a escuchar voces difusas dentro de mi cabeza. Voces tanto de personas como de animales inundaban mi mente como el agua de una cascada cayendo a un río. Sin embargo, en vez de resistirme a las voces simplemente me dejé llevar por el cauce. Para cuando abrí los ojos, las voces habían desaparecido, ya casi era de noche y pocos soldados quedaban en el campo. Miré mi mano y estaba completamente cubierta de la capa de armadura de la que Biz me había hablado.
Al parecer, estaba bien encaminada. Al día siguiente intentaría llegar hasta el codo, no quería tentar a la suerte y que me diese otro ataque por culpa de mi mal control del haki. Llegó la mañana y apagué el despertador, quería dormir un rato más pero tenía que volver a entrenar. Eran casi las 7 de la mañana y habían pocas personas por los pasillos de la base. Fuera, en los campos de entrenamiento, apenas había alguien. Me volví a sentar bajo el árbol y comencé a repetir el proceso de ayer. Las voces volvieron a surgir y la capa de haki de armadura comenzó a manifestarse por mi mano. Fue entonces cuando decidí que era el momento de intentar envolver el codo. Pasado un rato, noté como una flecha venía volando hacia mí y oí una voz que gritaba "cuidado". Por alguna extraña razón, sabía la trayectoria de la flecha y donde me iba a impactar. Con rapidez, esquivé la flecha que se dirigía hacia mi hombro izquierdo y esta se estrelló contra el tronco del árbol. - Con que esto es el haki de observación... de la que me he librado - dije mirando la flecha. Después de este accidente, un soldado vino a disculparse conmigo por haberme casi dañado. Me sentí cansada y , para cuando miré a mi brazo, hallé la razón. Había mantenido la capa de haki por todo mi brazo durante todo el tiempo y eso estaba provocando un estado de cansancio en mi cuerpo. Había hecho grandes avances, por lo que decidí irme a acostar pronto después de cenar un exquisito caldo de pollo. Mañana intentaría probar con las armas.
Primero que nada, adopté la misma pose de relajación de estos días atrás. Luego, cogí aire y lo expulsé, dejando que el aire circulara por mis pulmones para llegar a un estado óptimo de calma en el que podía concentrarme mejor para manipular la energía. - Vamos allá, aún tengo tiempo antes de dominar esto antes de la llegada de Biz - dije antes de volver a entrar en una especie de trance. La energía que circulaba por mi cuerpo comenzó a manifestarse por mi mano derecha para luego, comenzar a formar una delgada capa comenzando por el dedo corazón. A medida que iba avanzando en mi entrenamiento, comencé a escuchar voces difusas dentro de mi cabeza. Voces tanto de personas como de animales inundaban mi mente como el agua de una cascada cayendo a un río. Sin embargo, en vez de resistirme a las voces simplemente me dejé llevar por el cauce. Para cuando abrí los ojos, las voces habían desaparecido, ya casi era de noche y pocos soldados quedaban en el campo. Miré mi mano y estaba completamente cubierta de la capa de armadura de la que Biz me había hablado.
Al parecer, estaba bien encaminada. Al día siguiente intentaría llegar hasta el codo, no quería tentar a la suerte y que me diese otro ataque por culpa de mi mal control del haki. Llegó la mañana y apagué el despertador, quería dormir un rato más pero tenía que volver a entrenar. Eran casi las 7 de la mañana y habían pocas personas por los pasillos de la base. Fuera, en los campos de entrenamiento, apenas había alguien. Me volví a sentar bajo el árbol y comencé a repetir el proceso de ayer. Las voces volvieron a surgir y la capa de haki de armadura comenzó a manifestarse por mi mano. Fue entonces cuando decidí que era el momento de intentar envolver el codo. Pasado un rato, noté como una flecha venía volando hacia mí y oí una voz que gritaba "cuidado". Por alguna extraña razón, sabía la trayectoria de la flecha y donde me iba a impactar. Con rapidez, esquivé la flecha que se dirigía hacia mi hombro izquierdo y esta se estrelló contra el tronco del árbol. - Con que esto es el haki de observación... de la que me he librado - dije mirando la flecha. Después de este accidente, un soldado vino a disculparse conmigo por haberme casi dañado. Me sentí cansada y , para cuando miré a mi brazo, hallé la razón. Había mantenido la capa de haki por todo mi brazo durante todo el tiempo y eso estaba provocando un estado de cansancio en mi cuerpo. Había hecho grandes avances, por lo que decidí irme a acostar pronto después de cenar un exquisito caldo de pollo. Mañana intentaría probar con las armas.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Habían transcurrido algunos cuantos días desde que me vi obligado a zarpar al mar para ayudar a cierto nakama en una misión. En mi frente se podía ver un vendaje y mi rostro presentaba pequeñas cicatrices que de ser tratadas debidamente no dejarían marcas. Mi brazo izquierdo se encontraba completamente vendado (aunque solo mi mano y dedos eran visibles y estos eran los que indicaba que el vendaje se extendía) y aunque no se podría notar, mi torso también se encontraba en la misma situación.
A pesar de que mi apariencia podría parecer grave, caminaba sin problemas y con un paso firme. Mientras avanzaba algunos reclutas realizaban el saludo de la marina de manera seria y con algo de sorpresa en sus rostros al no ser capaces de reconocerme o al notar la calidad de las ropas y las medallas colgadas de la solapa de la capa.
- Diablos, es tan molesto, les dije que esto no era para nada necesario. –habían 2 motivos por los cuales me sentía incómodo en este momento:
El primero era que los vendajes me causaban comezón y me hacían desear quitarme esas cosas tan molestas. Yo mismo había tratado mis heridas, pero el medico a cargo del barco en el cual viajé insistió en que debía permitirle realizar su trabajo.
El segundo y principal era la vestimenta que estaba utilizando en ese momento. Esta era la primera vez que se me veía utilizando un uniforme acordé a mi rango. Después de terminar la misión fui ascendido y como mi uniforme de recluta había sido abandonado durante la misión, se me entregó una capa con la palabra “Justicia” escrita en la espalda y un elegante traje de color negro. Intenté negarme a utilizar ropa tan formal argumentando que un simple uniforme de recluta era mejor para pasar desapercibido, pero los superiores no aceptaron mi explicación y me ordenaron utilizar el uniforme (al menos durante el trayecto), pues dijeron algo de servir como inspiración para los nuevos reclutas y ser un apoyo moral.
Lo normal sería que tras mi llegada al cuartel me hubiese apresurado a regresar a mi habitación para quitarme el traje que me hacía ver como una especie de hombre de negocios (con corbata y todo), para luego colocarme uno de mis tantos uniformes de recluta, no obstante había una persona a quien necesitaba ver cuanto antes.
* Espero que no descuidara su entrenamiento. *me aseguré de que el pequeño frasco de cristal en el bolsillo interno de la capa continuara ahí.* Con esto veremos que tanto consiguió avanzar. *apresuré mi paso en dirección del campo de entrenamientos (donde esperaba encontrarme con ella), limitándome a esbozar una pequeña sonrisa a todo aquel marine que se detenía y realizaban un saludo con respeto.
En tan poco tiempo había sufrido una fatiga mental a causa de no estar acostumbrado a ser tratado así…
A pesar de que mi apariencia podría parecer grave, caminaba sin problemas y con un paso firme. Mientras avanzaba algunos reclutas realizaban el saludo de la marina de manera seria y con algo de sorpresa en sus rostros al no ser capaces de reconocerme o al notar la calidad de las ropas y las medallas colgadas de la solapa de la capa.
- Diablos, es tan molesto, les dije que esto no era para nada necesario. –habían 2 motivos por los cuales me sentía incómodo en este momento:
El primero era que los vendajes me causaban comezón y me hacían desear quitarme esas cosas tan molestas. Yo mismo había tratado mis heridas, pero el medico a cargo del barco en el cual viajé insistió en que debía permitirle realizar su trabajo.
El segundo y principal era la vestimenta que estaba utilizando en ese momento. Esta era la primera vez que se me veía utilizando un uniforme acordé a mi rango. Después de terminar la misión fui ascendido y como mi uniforme de recluta había sido abandonado durante la misión, se me entregó una capa con la palabra “Justicia” escrita en la espalda y un elegante traje de color negro. Intenté negarme a utilizar ropa tan formal argumentando que un simple uniforme de recluta era mejor para pasar desapercibido, pero los superiores no aceptaron mi explicación y me ordenaron utilizar el uniforme (al menos durante el trayecto), pues dijeron algo de servir como inspiración para los nuevos reclutas y ser un apoyo moral.
Lo normal sería que tras mi llegada al cuartel me hubiese apresurado a regresar a mi habitación para quitarme el traje que me hacía ver como una especie de hombre de negocios (con corbata y todo), para luego colocarme uno de mis tantos uniformes de recluta, no obstante había una persona a quien necesitaba ver cuanto antes.
* Espero que no descuidara su entrenamiento. *me aseguré de que el pequeño frasco de cristal en el bolsillo interno de la capa continuara ahí.* Con esto veremos que tanto consiguió avanzar. *apresuré mi paso en dirección del campo de entrenamientos (donde esperaba encontrarme con ella), limitándome a esbozar una pequeña sonrisa a todo aquel marine que se detenía y realizaban un saludo con respeto.
En tan poco tiempo había sufrido una fatiga mental a causa de no estar acostumbrado a ser tratado así…
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El barullo del comedor a primera hora de la mañana resultaba un poco molesto, me dolía horrores la cabeza por alguna razón. Suspiré mientras continuaba comiendo el plato de potaje de puerros, no tenía hambre pero debía dar nutrientes a mi cuerpo sobre todo si iba a seguir entrenando. Apresuré mi desayuno y me levanté rápido, no había tiempo que perder. Aquel día iba a intentar usar el haki en las armas y esperaba que todo fuera como la seda, a ver si no me costaba tanto como cuando desperté el haki de armadura. Llevé la bandeja a los encargados de la limpieza y salí caminando rumbo al campo de entrenamiento, a reanudar lo que había sido mi pan de cada día.
Durante el camino, algunos reclutas se me quedaron mirando un rato. Era normal, pues tenía sendas ojeras por no haber dormido muy bien en varias noches. Fue entonces, cuando escuché a un grupo de jóvenes hablando sobre la llegada de cierto oficial a la base. Comentaban grandes cosas acerca de él, la admiración se reflejaba en los ojos de aquellos compañeros y por sus bocas solo salían palabras de estima. Me pregunté qué clase de hombre sería, ¿ sería un hombre bueno o, por el contrario, sería uno que aprovechaba el poder de la Marina para realizar actos deshonrosos y viles? No podía esperar para averiguarlo.
Ya en aquel lugar donde pondría a prueba mi capacidad, agarré una espada de madera larga que me recordaba a mi espadón. Me sentía un poco indefensa sin él, me gustaba llevarlo a todas partes conmigo como una canguro a su cría. Agité el arma de práctica varias veces, calentando mi cuerpo para empezar con lo serio. Suspirando levemente, alcé la espada hasta la altura del pecho y comencé con lo que me proponía hacer, expandir mi haki en un arma.
Poco a poco, empecé formando la frágil barrera en el mango de la espada, no estaba resultando difícil como creía en un principio, lo cual era bastante bueno. Cuando ya por fin estaba listo el mango, continué por la hoja, sin olvidarme de mantener la concentración y de mantener un nivel de armonía en mi respiración. "- Puedo hacerlo, solo me falta cubrir el filo y lo habré conseguido-" pensé muy animada.
Escuché que los soldados que estaban en el campo saludaban a lo que parecía ser un alto cargo que parecía estar dirigiéndose hacia mi posición. Simplemente por educación, dejé de hacer lo que estaba haciendo y me giré para realizar el saludo militar.
Mis ojos se abrieron por la sorpresa de ver a aquella persona, pero estaba cambiado. Ahora vestía como un oficial y portaba la capa característica de los superiores al rango de Oficial Técnico además de tener algunas partes de su cuerpo vendadas - Es un gusto volver a verte, Biz. Parece que durante el tiempo que has estado fuera han pasado muchas cosas - realicé el saludo militar y le hablé como si fuera un amigo en vez de un superior.
Durante el camino, algunos reclutas se me quedaron mirando un rato. Era normal, pues tenía sendas ojeras por no haber dormido muy bien en varias noches. Fue entonces, cuando escuché a un grupo de jóvenes hablando sobre la llegada de cierto oficial a la base. Comentaban grandes cosas acerca de él, la admiración se reflejaba en los ojos de aquellos compañeros y por sus bocas solo salían palabras de estima. Me pregunté qué clase de hombre sería, ¿ sería un hombre bueno o, por el contrario, sería uno que aprovechaba el poder de la Marina para realizar actos deshonrosos y viles? No podía esperar para averiguarlo.
Ya en aquel lugar donde pondría a prueba mi capacidad, agarré una espada de madera larga que me recordaba a mi espadón. Me sentía un poco indefensa sin él, me gustaba llevarlo a todas partes conmigo como una canguro a su cría. Agité el arma de práctica varias veces, calentando mi cuerpo para empezar con lo serio. Suspirando levemente, alcé la espada hasta la altura del pecho y comencé con lo que me proponía hacer, expandir mi haki en un arma.
Poco a poco, empecé formando la frágil barrera en el mango de la espada, no estaba resultando difícil como creía en un principio, lo cual era bastante bueno. Cuando ya por fin estaba listo el mango, continué por la hoja, sin olvidarme de mantener la concentración y de mantener un nivel de armonía en mi respiración. "- Puedo hacerlo, solo me falta cubrir el filo y lo habré conseguido-" pensé muy animada.
Escuché que los soldados que estaban en el campo saludaban a lo que parecía ser un alto cargo que parecía estar dirigiéndose hacia mi posición. Simplemente por educación, dejé de hacer lo que estaba haciendo y me giré para realizar el saludo militar.
Mis ojos se abrieron por la sorpresa de ver a aquella persona, pero estaba cambiado. Ahora vestía como un oficial y portaba la capa característica de los superiores al rango de Oficial Técnico además de tener algunas partes de su cuerpo vendadas - Es un gusto volver a verte, Biz. Parece que durante el tiempo que has estado fuera han pasado muchas cosas - realicé el saludo militar y le hablé como si fuera un amigo en vez de un superior.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La persona que buscaba se encontraba entrenando de manera seria. Comencé a caminar en su dirección sin realizar ningún tipo de saludo para evitar desconcentrar a mi compañera, sin embargo mi presencia o mejor dicho mi vestimenta llamó la atención de algunos de los marines que de igual forma se encontraban entrenando. Esto provocó que la alta mujer dejara de lado su entrenamiento para ver que estaba sucediendo.
* Vamos no me veas de esa forma. *pensé mientras sonreía de manera un tanto forzada por el ambiente.- Son el tipo de cosas por las cuales debemos prepararnos apropiadamente. –respondí de buen humor al notar que la mujer se dirigía a mí como un compañero y no como un superior.- Veo que no descuidaste tu entrenamiento, ¿Por qué no me cuentas cuales han sido tus avances? –lo primero que noté fue la espada de madera, eso quería decir que ya era capaz de mantener la armadura en sus puños y ahora intentaba que el haki fluyera en el arma.- Antes que nada déjame darte un pequeño consejo, no veas a la espada como un objeto, sino como una extensión de tu cuerpo, de esa forma es más sencillo recubrir el arma. –como espadachín estaba acostumbrado a ver mi espada como una parte más de mi cuerpo, por lo cual fue sumamente sencillo hacer fluir el haki en la hoja, claro que también se debía al continuo entrenamiento, pues una vez dominado lo básico para mantener un flujo constante de haki el resto era coser y cantar.
El resto de los marines comenzaron a alejarse poco a poco al notar que mi intención era hablar con la mujer, unos cuantos curiosos interrumpieron sus entrenamientos para observar desde lejos lo que pasaría.
Escucharía con atención las palabras de mi nakama y con base a estas decidiría si era necesario utilizar ese pequeño frasco u omitirlo por completo.
* Vamos no me veas de esa forma. *pensé mientras sonreía de manera un tanto forzada por el ambiente.- Son el tipo de cosas por las cuales debemos prepararnos apropiadamente. –respondí de buen humor al notar que la mujer se dirigía a mí como un compañero y no como un superior.- Veo que no descuidaste tu entrenamiento, ¿Por qué no me cuentas cuales han sido tus avances? –lo primero que noté fue la espada de madera, eso quería decir que ya era capaz de mantener la armadura en sus puños y ahora intentaba que el haki fluyera en el arma.- Antes que nada déjame darte un pequeño consejo, no veas a la espada como un objeto, sino como una extensión de tu cuerpo, de esa forma es más sencillo recubrir el arma. –como espadachín estaba acostumbrado a ver mi espada como una parte más de mi cuerpo, por lo cual fue sumamente sencillo hacer fluir el haki en la hoja, claro que también se debía al continuo entrenamiento, pues una vez dominado lo básico para mantener un flujo constante de haki el resto era coser y cantar.
El resto de los marines comenzaron a alejarse poco a poco al notar que mi intención era hablar con la mujer, unos cuantos curiosos interrumpieron sus entrenamientos para observar desde lejos lo que pasaría.
Escucharía con atención las palabras de mi nakama y con base a estas decidiría si era necesario utilizar ese pequeño frasco u omitirlo por completo.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me alegraba porque mi compañero había vuelto a salvo a la base y también por su ascenso. Yo consideraba que Bizban tenía aptas cualidades como para poder llegar lejos en la Marina, sin embargo, eso era una decisión que tomarían los altos cargos. Eso hizo que me empezara a replantear el ascenso en la jerarquía, ya que me encontraba en un puesto bajo. No me gustaría quedarme tan atrás con respecto a mis camaradas de flota, me sentiría inútil. Sonreí y comencé a hablarle a mi recién ascendido nakama acerca de mi entrenamiento durante la ausencia de este.
- Verás, he logrado controlar más o menos el imbuir el haki en mi brazo y ahora estaba por intentarlo en un arma, considerando que mi principal estilo de combate se basa en el uso del espadón que siempre uso. Estaba por lograrlo hasta que apareciste. Pero claro, una cosa es recubrirlo y otra muy distinta es mantener la capa. Y eso sobre el Busoshoku. En cuanto al Kenbunshoku, no he avanzado nada salvo por una cosa que sucedió. Un recluta falló un disparo con el arco y esquivé la flecha de milagro de no ser por el haki - expliqué balanceando la espada de un lado a otro.
Me quedé escuchando el consejo de Biz acerca de como expandir el haki por el arma con más facilidad. Creí que era el momento de reanudar lo que estaba haciendo, como mi compañero había regresado de su misión tendría a un experto dándome consejos y que me socorriera en caso de que me fuera mal - El haki de observación parece que ya lo despertado solo me hace falta entrenarlo a conciencia. Creo que la mejor forma de entrenarlo sería por un combate de práctica pero viendo tu estado, no me atrevería a pedírtelo de ninguna forma. Así que lo mejor será que le pida a algún recluta que me ayude o continuar con el modo original - miré por el campo de entrenamiento, buscando a alguien que fuera capaz de seguirme el ritmo y que no le hiciera mucho daño.
- Verás, he logrado controlar más o menos el imbuir el haki en mi brazo y ahora estaba por intentarlo en un arma, considerando que mi principal estilo de combate se basa en el uso del espadón que siempre uso. Estaba por lograrlo hasta que apareciste. Pero claro, una cosa es recubrirlo y otra muy distinta es mantener la capa. Y eso sobre el Busoshoku. En cuanto al Kenbunshoku, no he avanzado nada salvo por una cosa que sucedió. Un recluta falló un disparo con el arco y esquivé la flecha de milagro de no ser por el haki - expliqué balanceando la espada de un lado a otro.
Me quedé escuchando el consejo de Biz acerca de como expandir el haki por el arma con más facilidad. Creí que era el momento de reanudar lo que estaba haciendo, como mi compañero había regresado de su misión tendría a un experto dándome consejos y que me socorriera en caso de que me fuera mal - El haki de observación parece que ya lo despertado solo me hace falta entrenarlo a conciencia. Creo que la mejor forma de entrenarlo sería por un combate de práctica pero viendo tu estado, no me atrevería a pedírtelo de ninguna forma. Así que lo mejor será que le pida a algún recluta que me ayude o continuar con el modo original - miré por el campo de entrenamiento, buscando a alguien que fuera capaz de seguirme el ritmo y que no le hiciera mucho daño.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Escuché con atención las palabras de mi compañera.* ¿Crees dominar? *ciertamente sería difícil confirmar si uno utilizaba haki o no sin la ayuda de alguien con experiencia o en compañía de un usuario de fruta. Una sonrisa forzada se formó en mi rostro al escuchar que era el causante de interrumpir un importante avance.* Lo mejor será utilizar el frasco y confirmarlo.
Sin duda la explicación de lo ocurrido con la flecha era signos de haki. Habían personas que tras vivir incontables batallas desarrollaban reflejos que rayaban el umbral de ser considerados un sexto sentido, puede que Ciaran perteneciera a ese grupo pues aún desconocía gran parte de su pasado y teniendo en cuenta los músculos de su cuerpo se podría llegar a la conclusión de que había experimentado hasta cierto punto el calor de las batallas.
La mujer argumentó que el combate sería la mejor forma de desarrollar ese haki, cosa que no estaba mal, pero los combates eran para perfeccionar lo ya dominado. Si lo que uno quería era forzar al cuerpo a desarrollarlo entonces…
- Creo que me estás subestimando un poco. –expresé con tono un tanto melodioso.
Dejé escapar una sed de sangre que podría ser fácilmente detectada por el haki, para luego arrojar una de mis dagas taser en dirección de la mujer mientras esta lucía distraída.
Aunque mi sed de sangre podría hacer creer a los marines presentes que mi intención era matar a la alta mujer, la daga se encontraba cargada con el menor voltaje posible, provocando únicamente un pequeño espasmo que sería doloroso pero inofensivo.
De esta forma sería capaz de ver si la joven había conseguido despertar el mantra.
Sin duda la explicación de lo ocurrido con la flecha era signos de haki. Habían personas que tras vivir incontables batallas desarrollaban reflejos que rayaban el umbral de ser considerados un sexto sentido, puede que Ciaran perteneciera a ese grupo pues aún desconocía gran parte de su pasado y teniendo en cuenta los músculos de su cuerpo se podría llegar a la conclusión de que había experimentado hasta cierto punto el calor de las batallas.
La mujer argumentó que el combate sería la mejor forma de desarrollar ese haki, cosa que no estaba mal, pero los combates eran para perfeccionar lo ya dominado. Si lo que uno quería era forzar al cuerpo a desarrollarlo entonces…
- Creo que me estás subestimando un poco. –expresé con tono un tanto melodioso.
Dejé escapar una sed de sangre que podría ser fácilmente detectada por el haki, para luego arrojar una de mis dagas taser en dirección de la mujer mientras esta lucía distraída.
Aunque mi sed de sangre podría hacer creer a los marines presentes que mi intención era matar a la alta mujer, la daga se encontraba cargada con el menor voltaje posible, provocando únicamente un pequeño espasmo que sería doloroso pero inofensivo.
De esta forma sería capaz de ver si la joven había conseguido despertar el mantra.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No quería que mi compañero abriese sus heridas por mi culpa, así opté por buscar a alguien sano para poder practicar con él/ella. En la mayoría del campo de entrenamiento habían parejas realizando combates de práctica y habían otros soldados que estaban practicando el tiro con arco o el tiro con rifles. Por mucho que buscara con la mirada, no podía encontrar a nadie que me llamara la atención. Era verdad que había llegado a usar correctamente el haki de armadura en los brazos, pero no estaba del todo segura si usándolo en las armas saldría bien.
Pero también debía practicar el uso del haki de observación, no podía controlarlo ya que se activaba de forma aleatoria. Pero por lo menos ya tenía un poco controlado el haki de armadura. Inocentemente, estaba de espaldas a mi compañero y no noté como este me había lanzado una especie de daga.
- ¡AHH!- exclamé de sorpresa y dolor debido a una descarga que proporcionó el arma arrojadiza. Me quedé de rodillas, mirando al suelo mientras me agarraba la herida. Cuando ya estaba un poco mejor, me quedé mirando a Biz con un semblante de sorpresa. No tuve que decir nada pues era obvio que la pregunta la formularon mis ojos. El haki de observación no me había informado de aquello debido a que su activación era aleatoria. Quizás cuando sucedió lo de la flecha fue porque mi vida estaba en juego y mi cuerpo reaccionó a ello.
- Me has tomado por sorpresa, bribón... - sonreí levemente - Aún no sé activar el Kenbunshoku cuando quiero, al parecer solo en ocasiones de vida o muerte - dejé escapar un suspiro para después volver a ponerme de pie.
Pero también debía practicar el uso del haki de observación, no podía controlarlo ya que se activaba de forma aleatoria. Pero por lo menos ya tenía un poco controlado el haki de armadura. Inocentemente, estaba de espaldas a mi compañero y no noté como este me había lanzado una especie de daga.
- ¡AHH!- exclamé de sorpresa y dolor debido a una descarga que proporcionó el arma arrojadiza. Me quedé de rodillas, mirando al suelo mientras me agarraba la herida. Cuando ya estaba un poco mejor, me quedé mirando a Biz con un semblante de sorpresa. No tuve que decir nada pues era obvio que la pregunta la formularon mis ojos. El haki de observación no me había informado de aquello debido a que su activación era aleatoria. Quizás cuando sucedió lo de la flecha fue porque mi vida estaba en juego y mi cuerpo reaccionó a ello.
- Me has tomado por sorpresa, bribón... - sonreí levemente - Aún no sé activar el Kenbunshoku cuando quiero, al parecer solo en ocasiones de vida o muerte - dejé escapar un suspiro para después volver a ponerme de pie.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Los pocos marines que aún se encontraban mirando lo sucedido se sobresaltaron un poco al ver a la mujer caer de rodillas. Uno de ellos se acercó a la mujer con intención de ayudarla con la herida que la daga habría provocado, sin embargo no había rastros de sangre o del arma. No tenía intención de dejarle cicatrices, por lo cual la intensidad de la electricidad solo era la suficiente para brindarle el aspecto de un cuchillo, el dolor causado solo se debía a la corriente. De quererlo podría crear auténticas dagas capaces de penetrar en su piel y órganos, aun así mis conocimientos en medicina me permitirían atender la herida debidamente sin dejar rastros del corte.
Ciaran me miró con sorpresa (al igual que el resto de los marines).* Joh, ya veo, no ha conseguido ser capaz de presentir ese tipo de emociones. *había distintas formas de activar el mantra, y tal como ella mencionó las situaciones de vida o muerte eran las más comunes, pues era en estas donde los limitadores mentales eran dejados atrás. Otros preferíamos pasar días de meditación estimulando nuestros sentidos en un intento por ser capaz detectar el aura a nuestros alrededores.* Ahora que lo pienso puedo crear algo que le facilite a estimular ese sexto sentido, pero por ahora…
- ¿Qué tal se sintió? Yo experimente esa sensación miles de veces antes de poder dominar el haki, ese peliblando realmente era un poco exagerado. –expresé en mi tono habitual de voz.- En fin. Pasemos a lo siguiente. –del bolsillo interior de la capa tomé un pequeño frasco con una sustancia de color marrón oscuro. Quité el corcho y comencé a agitar el frasco provocando que la sustancia comenzara a resbalar lentamente hacia la palma de mi mano. Alguien con buen olfato notaría el aroma a azúcar que desprendía el interior del frasco.
Por fin una pequeña porción de la sustancia marrón se encontraba sobre mi palma, la cual comenzaba a esparcirse.- Mira esto. –cerré la palma y después de realizar unos cuantos movimientos abrí la mano para mostrarle una pequeña esfera que parecía una canica. Sujeté la esfera entre mis dedos pulgar e índice para demostrarle que era sólida.
- Toma. –le ofrecí la canica.- Activa tu armadura y si esto (la canica) continúa en su estado sólido significará que has conseguido dominar lo básico. No creo que sea necesario decirlo, pero de igual forma si la colocas sobre tu arma y consigues que no se derrita habrás conseguido imbuir tu arma en haki. Mencionaste que tenías problemas, ¿no? Ofrecer demasiada o poca energía resultará en que el haki no se activará correctamente. Debes conocer bien tu arma para ser capaz de comprender cuanta energía debes redirigir en un flujo constante. Es por ello que te mencioné que debías considerarla una parte de tu cuerpo y no un objeto.
Desenvainé a madre y tras darle forma esférica a otra pequeña parte del líquido marrón, la coloqué en la parte plana de la espada sin problemas e incluso la ice rodar un poco. Después de mostrarle eso la esfera se detuvo y lentamente perdió su forma hasta formar un charco pegajoso.
Ciaran me miró con sorpresa (al igual que el resto de los marines).* Joh, ya veo, no ha conseguido ser capaz de presentir ese tipo de emociones. *había distintas formas de activar el mantra, y tal como ella mencionó las situaciones de vida o muerte eran las más comunes, pues era en estas donde los limitadores mentales eran dejados atrás. Otros preferíamos pasar días de meditación estimulando nuestros sentidos en un intento por ser capaz detectar el aura a nuestros alrededores.* Ahora que lo pienso puedo crear algo que le facilite a estimular ese sexto sentido, pero por ahora…
- ¿Qué tal se sintió? Yo experimente esa sensación miles de veces antes de poder dominar el haki, ese peliblando realmente era un poco exagerado. –expresé en mi tono habitual de voz.- En fin. Pasemos a lo siguiente. –del bolsillo interior de la capa tomé un pequeño frasco con una sustancia de color marrón oscuro. Quité el corcho y comencé a agitar el frasco provocando que la sustancia comenzara a resbalar lentamente hacia la palma de mi mano. Alguien con buen olfato notaría el aroma a azúcar que desprendía el interior del frasco.
Por fin una pequeña porción de la sustancia marrón se encontraba sobre mi palma, la cual comenzaba a esparcirse.- Mira esto. –cerré la palma y después de realizar unos cuantos movimientos abrí la mano para mostrarle una pequeña esfera que parecía una canica. Sujeté la esfera entre mis dedos pulgar e índice para demostrarle que era sólida.
- Toma. –le ofrecí la canica.- Activa tu armadura y si esto (la canica) continúa en su estado sólido significará que has conseguido dominar lo básico. No creo que sea necesario decirlo, pero de igual forma si la colocas sobre tu arma y consigues que no se derrita habrás conseguido imbuir tu arma en haki. Mencionaste que tenías problemas, ¿no? Ofrecer demasiada o poca energía resultará en que el haki no se activará correctamente. Debes conocer bien tu arma para ser capaz de comprender cuanta energía debes redirigir en un flujo constante. Es por ello que te mencioné que debías considerarla una parte de tu cuerpo y no un objeto.
Desenvainé a madre y tras darle forma esférica a otra pequeña parte del líquido marrón, la coloqué en la parte plana de la espada sin problemas e incluso la ice rodar un poco. Después de mostrarle eso la esfera se detuvo y lentamente perdió su forma hasta formar un charco pegajoso.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El "ataque" sorpresa de Biz no sólo me había impresionado a mí, también otros soldados de la marina que habían cerca se quedaron estupefactos ante la escena. Es más, uno de ellos vino corriendo hacia mí para comprobar si estaba bien. Me levanté indicando al buen hombre que no hacía falta que me socorriera, no estaba herida, únicamente mi cuerpo había reaccionado por mera sorpresa ante la daga eléctrica. Tenía cierta envidia. Yo también quería algún día controlar algún elemento del modo que lo hacía mi compañero.
- Gracias por preocuparte, recluta. Pero no hace falta que me ayudes, puedo yo sola - dije amablemente al soldado. Este realizó el saludo militar y volvió con sus nakamas.
Ante la pregunta de Biz contesté que la carga de la daga entumeció un poco mi cuerpo pero, que ahora, ya estaba bien y lista para continuar. De pronto, Biz sacó un frasco de la nada y comenzó a verterlo sobre su mano. Tenía cierta curiosidad acerca de que era aquella cosa cuyo olor me recordaba a la miel. Cerró la mano y , para cuando volvió a abrirla, el líquido había tomado la forma de una pequeña esfera. Tomé la esfera y escuché lo que debía hacer con ella. Al parecer, si lograba mantener el estado sólido usando mi haki eso significaría que ya habría logrado dominar lo más sencillo.
- Intentaré lo que pueda, vamos a ver si estos días de entrenamiento por mi cuenta han servido para algo. Es hora de comprobar el fruto de mi trabajo - tomé la canica y comencé probando mi haki en las manos.
Cerré los ojos y me dispuse a intentar que la bola no se derritiese lo más mínimo. Volví a realizar todo el proceso por el que había estado practicando, la respiración y la concentración. Fue entonces cuando cubrí mi mano con la capa de haki de armadura, tal como había hecho anteriormente. Abrí mis ojos y presté atención a la bola. No se había derretido, parecía que en lo que respectaba a recubrir mi mano todo estaba bien.
-Ahora se avecina lo complicado... - murmuré poco segura de mi misma y poniendo la bola encima del arma de madera, esperando que todo fuera como la seda.
Comencé a manifestar el haki por la espada, lentamente y poco a poco, sin prisas para hacerlo correctamente. Primero desde la base y luego por el resto del arma de práctica. "Es mi propio brazo, es parte de mí. Puedo hacerlo" me volvía a repetir en mi cabeza una y otra vez. Fue entonces cuando formé la barrera de haki comenzando por el mango y extendiéndolo a través del resto del objeto. Lo estaba logrando.
-Creo que lo tengo - me puse contenta al ver que tanto arduo entrenamiento había servido para algo. Sin embargo, no perdí el concentramiento. No fuera a ser que la bolita se deshiciera como mis esperanzas.
- Gracias por preocuparte, recluta. Pero no hace falta que me ayudes, puedo yo sola - dije amablemente al soldado. Este realizó el saludo militar y volvió con sus nakamas.
Ante la pregunta de Biz contesté que la carga de la daga entumeció un poco mi cuerpo pero, que ahora, ya estaba bien y lista para continuar. De pronto, Biz sacó un frasco de la nada y comenzó a verterlo sobre su mano. Tenía cierta curiosidad acerca de que era aquella cosa cuyo olor me recordaba a la miel. Cerró la mano y , para cuando volvió a abrirla, el líquido había tomado la forma de una pequeña esfera. Tomé la esfera y escuché lo que debía hacer con ella. Al parecer, si lograba mantener el estado sólido usando mi haki eso significaría que ya habría logrado dominar lo más sencillo.
- Intentaré lo que pueda, vamos a ver si estos días de entrenamiento por mi cuenta han servido para algo. Es hora de comprobar el fruto de mi trabajo - tomé la canica y comencé probando mi haki en las manos.
Cerré los ojos y me dispuse a intentar que la bola no se derritiese lo más mínimo. Volví a realizar todo el proceso por el que había estado practicando, la respiración y la concentración. Fue entonces cuando cubrí mi mano con la capa de haki de armadura, tal como había hecho anteriormente. Abrí mis ojos y presté atención a la bola. No se había derretido, parecía que en lo que respectaba a recubrir mi mano todo estaba bien.
-Ahora se avecina lo complicado... - murmuré poco segura de mi misma y poniendo la bola encima del arma de madera, esperando que todo fuera como la seda.
Comencé a manifestar el haki por la espada, lentamente y poco a poco, sin prisas para hacerlo correctamente. Primero desde la base y luego por el resto del arma de práctica. "Es mi propio brazo, es parte de mí. Puedo hacerlo" me volvía a repetir en mi cabeza una y otra vez. Fue entonces cuando formé la barrera de haki comenzando por el mango y extendiéndolo a través del resto del objeto. Lo estaba logrando.
-Creo que lo tengo - me puse contenta al ver que tanto arduo entrenamiento había servido para algo. Sin embargo, no perdí el concentramiento. No fuera a ser que la bolita se deshiciera como mis esperanzas.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La mujer tomó la canica en sus manos e intentó mantenerla en estado sólido. Miré de manera serie su mano, pues si la esfera se disolvía estaríamos ante un retraso considerable, no obstante mi preocupación fue en vano, Ciaran abrió su mano después de haberse concentrado y la canica parecía encontrarse en estado sólido.
Pensé en felicitarla en ese momento, pero al notar la seriedad de su rostro decidí permanecer en silencio y mirar que más ocurría. La alta mujer colocó la esfera en la espada de madera y se concentró.
No mostré ningún tipo de expresión mientras observaba a mi compañera.* Joh, parece que lo ha conseguido. *justo en el instante que pensé eso, la mujer expresó un poco emocionada el haber conseguido imbuir el arma en haki.
Aplaudí fuertemente.- Bravo amiga mía, el fruto de tu esfuerzo puede apreciarse en esa pequeña pelotita. –en mi voz había alago sincero y una sonrisa amigable se formó en mi rostro. Esta actitud dejó confundido a los pocos marines que aún permanecían en las cercanías, puede que sin darme cuenta haya causado que su opinión sobre mí fuera la de un bipolar que podía liberar intención asesina en un momento y al siguiente sonreír de manera amable.
- Tomemos este momento de motivación y avancemos un poco más. –dije para llamar la atención de Ciaran. Aprovechando que la canica se había derretido y esparcido por la hoja de mi espada, utilicé mis dedos para cubrir por completo ambos lados del arma, para luego imbuir el arma el haki. El resultado fue una delgada capa color caramelo cubriendo una parte de la espada como si fuera hielo.- Quiero que hagas lo mismo y después realices unos cuantos movimientos con la espada. Si consigues realizar 10 tajos en el aire sin que tu espada pierda la capa de cristal lo siguiente involucrará a ambos hakis. –expliqué mientras realizaba una pequeña demostración moviendo el arma a velocidad normal de ataque, para luego mostrarle que la de capa cristal marrón continuaba sobre Madre.
Pensé en felicitarla en ese momento, pero al notar la seriedad de su rostro decidí permanecer en silencio y mirar que más ocurría. La alta mujer colocó la esfera en la espada de madera y se concentró.
No mostré ningún tipo de expresión mientras observaba a mi compañera.* Joh, parece que lo ha conseguido. *justo en el instante que pensé eso, la mujer expresó un poco emocionada el haber conseguido imbuir el arma en haki.
Aplaudí fuertemente.- Bravo amiga mía, el fruto de tu esfuerzo puede apreciarse en esa pequeña pelotita. –en mi voz había alago sincero y una sonrisa amigable se formó en mi rostro. Esta actitud dejó confundido a los pocos marines que aún permanecían en las cercanías, puede que sin darme cuenta haya causado que su opinión sobre mí fuera la de un bipolar que podía liberar intención asesina en un momento y al siguiente sonreír de manera amable.
- Tomemos este momento de motivación y avancemos un poco más. –dije para llamar la atención de Ciaran. Aprovechando que la canica se había derretido y esparcido por la hoja de mi espada, utilicé mis dedos para cubrir por completo ambos lados del arma, para luego imbuir el arma el haki. El resultado fue una delgada capa color caramelo cubriendo una parte de la espada como si fuera hielo.- Quiero que hagas lo mismo y después realices unos cuantos movimientos con la espada. Si consigues realizar 10 tajos en el aire sin que tu espada pierda la capa de cristal lo siguiente involucrará a ambos hakis. –expliqué mientras realizaba una pequeña demostración moviendo el arma a velocidad normal de ataque, para luego mostrarle que la de capa cristal marrón continuaba sobre Madre.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El resultado de mi esfuerzo fue celebrado por mi compañero. A decir verdad, me había sorprendido un poco como había pasado de darme aquel shock a sonreírme y aplaudirme. Pero no le presté atención a ese detalle. Al fin y al cabo éramos parte de la misma flota y me llevaba bien con él además de que había accedido a hacerme el favor de entrenarme. Estaba en deuda con él y le iba a devolver el favor tarde o temprano.
En ese momento íbamos a entrar en la siguiente fase del entrenamiento. Según me explicó Biz, ahora debía mantener la barrera de haki y realizar unos cuantos cortes al aire sin que la barrera pereciera. Lo sobrepasé unos instantes ya que no estaba segura de si me podría salir bien.
- Bueno, veamos que sale de esto - suspiré un poco nerviosa, temerosa de que pasara algo y el entrenamiento sufriera un pequeño retraso inesperado. Agarré la espada con decisión y comencé a expandir el haki por todo el arma, intentando hacer lo mismo que mi compañero. No me olvidé del proceso que me había ayudado a llegar tan lejos: el control de la respiración. Además, toda mi concentración estaba fija en lo que tenía en mis manos.
Cuando logré imbuir todo el arma, me dispuse a comenzar a realizar los tajos. El primero hacia arriba, luego hacia abajo, a la derecha y así. En cada corte al aire, respiraba profundamente e intentaba no perder el hilo o de lo contrario el gran avance que había hecho se vendría abajo. Proseguí realizando maniobras con la espada hasta que mi cuerpo comenzaba a cansarse una vez más. Pero no era un cansancio tan grave como las otras veces, no. Era un cansancio del tipo del que cuando haces ejercicio por mucho tiempo.
- Creo que lo he logrado, Biz. Pero aún mi cuerpo se resiente un poco al realizar este tipo de cosas. Si no te importa quisiera detenerme unos instantes para que no ocurra nada desagradable como la última vez - suspiré y tomé asiento en el suelo esperando a recuperarme para volver a continuar.
En ese momento íbamos a entrar en la siguiente fase del entrenamiento. Según me explicó Biz, ahora debía mantener la barrera de haki y realizar unos cuantos cortes al aire sin que la barrera pereciera. Lo sobrepasé unos instantes ya que no estaba segura de si me podría salir bien.
- Bueno, veamos que sale de esto - suspiré un poco nerviosa, temerosa de que pasara algo y el entrenamiento sufriera un pequeño retraso inesperado. Agarré la espada con decisión y comencé a expandir el haki por todo el arma, intentando hacer lo mismo que mi compañero. No me olvidé del proceso que me había ayudado a llegar tan lejos: el control de la respiración. Además, toda mi concentración estaba fija en lo que tenía en mis manos.
Cuando logré imbuir todo el arma, me dispuse a comenzar a realizar los tajos. El primero hacia arriba, luego hacia abajo, a la derecha y así. En cada corte al aire, respiraba profundamente e intentaba no perder el hilo o de lo contrario el gran avance que había hecho se vendría abajo. Proseguí realizando maniobras con la espada hasta que mi cuerpo comenzaba a cansarse una vez más. Pero no era un cansancio tan grave como las otras veces, no. Era un cansancio del tipo del que cuando haces ejercicio por mucho tiempo.
- Creo que lo he logrado, Biz. Pero aún mi cuerpo se resiente un poco al realizar este tipo de cosas. Si no te importa quisiera detenerme unos instantes para que no ocurra nada desagradable como la última vez - suspiré y tomé asiento en el suelo esperando a recuperarme para volver a continuar.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ciaran procedió a realizar los movimientos que le indiqué. Parecía que la mujer era capaz de mantener el sirope sobre la hoja de su arma.* Bien, aquello significaría que ya es capaz de imbuir su arma y mantenerlo activado.
Claro que la manera de respirar de mi compañera llamó mi atención.* ¿Está cansada o todavía es complicado para ella mantener activado su haki? *si la respuesta era la segunda opción, la solución sería pedirle que en los días posteriores mantuviera su armadura activada el mayor tiempo que le fuese posible, mientras realizaba sus actividades diarias.
Al cabo de un tiempo la mujer declaró encontrarse cansada a causa del agotamiento que conllevaba activar de manera prolongada un haki.
- Descansa cuanto creas necesario, es importante que prestes atención a esa sensación y conozcas tus límites para evitar causarte daño, en especial en combates, no te gustaría terminar agotada y expuesta ante un enemigo.
Mientras Ciaran descansaba, yo comencé a colocar de nuevo el sirope de mi espada en el pequeño frasco.* Mas tarde le agradeceré a Tobías por esto.
Tal parecía que mi compañera ya tenía asegurado el dominio sobre la armadura, quizás hacía falta pulirlo solo un poco, pero técnicamente ya lo tenía a su alcance. Ahora solo hacía falta enfocarnos en su mantra.
Por lo que noté este era el menos desarrollado, aunque si mal no recordaba, ella fue capaz de activarlo de manera involuntaria en más de una ocasión.* Eso quiere decir que solo debo presionarla un poco para que aflore. *
Recordé el entrenamiento que llevé a cabo con mi superior. Gusi consideró que el mejor método para afinar el mantra era hacer que un grupo de francotiradores me dispararan desde distintas partes. En ese momento no puede evitar maldecir a mi nakama por semejante entrenamiento, sin embargo ahora lo veía como un valioso recuerdo.
* De quererlo podría solicitar la ayuda de los reclutas para emular el entrenamiento, claro que yo no utilizaría munición real… Pero ella no tendría que saberlo.
- Dime Ciaran, ¿te gustaría dejar el enteramiento por hoy o crees ser capaz de continuar, aunque esta vez sería con el haki de observación? –si la mujer aceptada continuar, me alejaría un poco para hablar con uno de los reclutas (sin que Ciaran fuese capaz de escuchar). Le daría la orden a un par de reclutas de ir por 4 rifles, munición no letal y unas cuantas balas reales.
En caso de que ella optara por dejar el entrenamiento por hoy, me limitaría intentar constar algunas preguntas que pudiese surgir, para luego marcharme a preparar lo necesario para el entrenamiento.
Claro que la manera de respirar de mi compañera llamó mi atención.* ¿Está cansada o todavía es complicado para ella mantener activado su haki? *si la respuesta era la segunda opción, la solución sería pedirle que en los días posteriores mantuviera su armadura activada el mayor tiempo que le fuese posible, mientras realizaba sus actividades diarias.
Al cabo de un tiempo la mujer declaró encontrarse cansada a causa del agotamiento que conllevaba activar de manera prolongada un haki.
- Descansa cuanto creas necesario, es importante que prestes atención a esa sensación y conozcas tus límites para evitar causarte daño, en especial en combates, no te gustaría terminar agotada y expuesta ante un enemigo.
Mientras Ciaran descansaba, yo comencé a colocar de nuevo el sirope de mi espada en el pequeño frasco.* Mas tarde le agradeceré a Tobías por esto.
Tal parecía que mi compañera ya tenía asegurado el dominio sobre la armadura, quizás hacía falta pulirlo solo un poco, pero técnicamente ya lo tenía a su alcance. Ahora solo hacía falta enfocarnos en su mantra.
Por lo que noté este era el menos desarrollado, aunque si mal no recordaba, ella fue capaz de activarlo de manera involuntaria en más de una ocasión.* Eso quiere decir que solo debo presionarla un poco para que aflore. *
Recordé el entrenamiento que llevé a cabo con mi superior. Gusi consideró que el mejor método para afinar el mantra era hacer que un grupo de francotiradores me dispararan desde distintas partes. En ese momento no puede evitar maldecir a mi nakama por semejante entrenamiento, sin embargo ahora lo veía como un valioso recuerdo.
* De quererlo podría solicitar la ayuda de los reclutas para emular el entrenamiento, claro que yo no utilizaría munición real… Pero ella no tendría que saberlo.
- Dime Ciaran, ¿te gustaría dejar el enteramiento por hoy o crees ser capaz de continuar, aunque esta vez sería con el haki de observación? –si la mujer aceptada continuar, me alejaría un poco para hablar con uno de los reclutas (sin que Ciaran fuese capaz de escuchar). Le daría la orden a un par de reclutas de ir por 4 rifles, munición no letal y unas cuantas balas reales.
En caso de que ella optara por dejar el entrenamiento por hoy, me limitaría intentar constar algunas preguntas que pudiese surgir, para luego marcharme a preparar lo necesario para el entrenamiento.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Realmente me sentía frustrada por tener que detenerme unos instantes para tomar un respiro, pero no quería que volviera a ocurrir que mi cuerpo me castigara por no detenerme a tiempo. Estuve sentada en el suelo, recobrando el aliento, mientras Biz me estudiaba con la mirada. Parecía que estaba planeando el siguiente paso a dar. Esperaba que el resultado de mi entrenamiento en solitario le fuera satisfactorio, no quería que pensara que había perdido el tiempo.
Me limité a pensar en cuanto tiempo podría manejar el haki de armadura sin ningún tipo de contratiempo. A decir verdad, llegaba a ser un poco irritante el tener que parar. Mi compañero me recordó que debía cuidar mi cuerpo y tener cuidado. Luego, me preguntó si quería seguir con el entrenamiento, esta vez con otro tipo de haki , o dejarlo para el día siguiente. En ese momento mi cabezonería ganó a mi razón y quise continuar.
- Déjame un momento más y proseguiremos - suspiré - ¿Como crees que voy evolucionando? ¿Tengo futuro en esto del haki? -
Pasados unos minutos me levanté y le indiqué a Biz que ya todo estaba en orden, me estaba muriendo de ganas por entrenar el mantra. El capitán Logan me lo había mostrado varias veces cuando yo era una niña. Una vez, intenté asustarle por detrás una noche mientras hacía la ronda por el castillo. Él fue quien me asustó a mí dándose la vuelta para luego reírse. "He sentido tu presencia, boba" me dijo aquella vez. Algún día volvería a Hallstat para enseñarle como de fuerte me habría hecho y hablarle del duro trabajo que supone estar en la Marina. Pero sobre todo disculparme con él por desaparecer y dejarle una triste nota.
- Bueno Biz, ¿como voy a entrenar este haki? ¿Me atarás los ojos y me darás con algún objeto? - pregunté con curiosidad
Me limité a pensar en cuanto tiempo podría manejar el haki de armadura sin ningún tipo de contratiempo. A decir verdad, llegaba a ser un poco irritante el tener que parar. Mi compañero me recordó que debía cuidar mi cuerpo y tener cuidado. Luego, me preguntó si quería seguir con el entrenamiento, esta vez con otro tipo de haki , o dejarlo para el día siguiente. En ese momento mi cabezonería ganó a mi razón y quise continuar.
- Déjame un momento más y proseguiremos - suspiré - ¿Como crees que voy evolucionando? ¿Tengo futuro en esto del haki? -
Pasados unos minutos me levanté y le indiqué a Biz que ya todo estaba en orden, me estaba muriendo de ganas por entrenar el mantra. El capitán Logan me lo había mostrado varias veces cuando yo era una niña. Una vez, intenté asustarle por detrás una noche mientras hacía la ronda por el castillo. Él fue quien me asustó a mí dándose la vuelta para luego reírse. "He sentido tu presencia, boba" me dijo aquella vez. Algún día volvería a Hallstat para enseñarle como de fuerte me habría hecho y hablarle del duro trabajo que supone estar en la Marina. Pero sobre todo disculparme con él por desaparecer y dejarle una triste nota.
- Bueno Biz, ¿como voy a entrenar este haki? ¿Me atarás los ojos y me darás con algún objeto? - pregunté con curiosidad
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ciaran tomó la decisión de continuar con el entrenamiento, pero pidió un descanso.
- Perfecto, en ese caso discúlpame un momento, iré a pedir el material para lo que sigue. –tal y como lo había pensado, le indiqué a un grupo de reclutas que solicitaran el préstamo de unos cuantos rifles, munición no letal y un solo cargador de balas reales.
Los marines asintieron y se marcharon a conseguir los objetos.
Regresé junto a mi compañera.- Claro que tienes futuro. Eres persistente con tu entrenamiento y tú misma has visto los frutos de ello. A mi parecer llevas bien el tema de la armadura y si no lo recuerdas, cuando iniciamos la meditación fuiste capaz de presentar indicios del control del mantra. Te diría que tal vez seas una especie de genio, pero eso sería menospreciar el tiempo que invertiste en tu preparación antes de enlistarte. Espero no insultarte, pero tal vez tú y yo somos parecidos, no somos nada del otro mundo, pero somos persistentes y eso es lo que nos permite salir adelante.
* Persistencia… Si uno no posee talento, es lo único a lo que puedes aferrar. *coloqué uno de mi cigarrillos y coloqué en mi boca. Una pequeña flama se formó en mi dedo índice y con ella encendí el cigarro.
Antes de contestar la pregunta de mi compañera dejé salir el humo por mi nariz.- Bueno… -una sonrisa perversa se formó en mi rostro.- Planeo hacer que te disparen. Las situaciones donde tu vida corre peligro obliga a tu cuerpo a buscar la forma de evitar la muerte, por así decirlo se eliminan los limitadores mentales que te atrasan y una vez eliminados es más sencillo acceder de nuevo a voluntad propia.
Los 3 reclutas se acercaron hacia nosotros. En los brazos de uno de ellos se podían apreciar 4 rifles de acción de cerrojo, mientras que otro llevaba una caja metálica donde habitualmente se almacenaba munición para rifles.
- Buen trabajo chicos, ahora voy a necesitar su ayuda de nuevo. Ven a esa señorita, voy a necesitar que me ayuden a llenar su cuerpo de plomo. –Expresé con un tono de voz lo suficientemente alto como para ser escuchado por Ciaran. La sonrisa amable en mi rostro los confundió un poco, pero al final aceptaron en ayudarme, quizás porque recordaron que la munición no era real.
Me acerqué a la caja de munición y la abrí para comenzar a recargar las armas. Dentro de ella habían cientos de balas sueltas, lo cual hizo bastante reconocible el único clip de balas.* Estas deben ser las reales. *al examinarlas noté que no habría forma de cometer error en colocar las balas equivocadas, pues el resto de la munición presentaban puntas de un material parecido a la goma. No sería letal pero dolería como el diablo.
Coloqué en la recamara del rifle el clip del arma y accioné el cerrojo para dejar listo al rifle para disparar.
- Oye Ciaran, te lo advertiré de una vez, la balas son reales. –para probar mis palabras disparé contra el suelo provocando un agujero.- Hay cuatro rifles y cada uno cuenta con espacio de 5 balas, tienes que sobrevivir a la primer ronda de 19 proyectiles. Seré bueno y te permitiré tomar tu espada si deseas bloquear los disparos, además de no vendarte los ojos.
Los reclutas terminaron de cargar la primera ronda de balas en las armas y se prepararon para recibir mi orden para abrir fuego.
- Una última cosa, como espadachín comprendo que los reflejos te permitirían bloquear los impactos sin problemas, pero el objetivo del mantra es indicarte cuales de esos 19 disparos son realmente peligrosos. Viéndolo de manera simple, te ayuda a ver aquellos disparos que en verdad podrían impactar contra en ti.
Eso es todo… Fuego.
No planeaba dispar mi arma contra ella en esta ronda, prefería centrarme en ver como reaccionaba ante las balas de goma.
- Perfecto, en ese caso discúlpame un momento, iré a pedir el material para lo que sigue. –tal y como lo había pensado, le indiqué a un grupo de reclutas que solicitaran el préstamo de unos cuantos rifles, munición no letal y un solo cargador de balas reales.
Los marines asintieron y se marcharon a conseguir los objetos.
Regresé junto a mi compañera.- Claro que tienes futuro. Eres persistente con tu entrenamiento y tú misma has visto los frutos de ello. A mi parecer llevas bien el tema de la armadura y si no lo recuerdas, cuando iniciamos la meditación fuiste capaz de presentar indicios del control del mantra. Te diría que tal vez seas una especie de genio, pero eso sería menospreciar el tiempo que invertiste en tu preparación antes de enlistarte. Espero no insultarte, pero tal vez tú y yo somos parecidos, no somos nada del otro mundo, pero somos persistentes y eso es lo que nos permite salir adelante.
* Persistencia… Si uno no posee talento, es lo único a lo que puedes aferrar. *coloqué uno de mi cigarrillos y coloqué en mi boca. Una pequeña flama se formó en mi dedo índice y con ella encendí el cigarro.
Antes de contestar la pregunta de mi compañera dejé salir el humo por mi nariz.- Bueno… -una sonrisa perversa se formó en mi rostro.- Planeo hacer que te disparen. Las situaciones donde tu vida corre peligro obliga a tu cuerpo a buscar la forma de evitar la muerte, por así decirlo se eliminan los limitadores mentales que te atrasan y una vez eliminados es más sencillo acceder de nuevo a voluntad propia.
Los 3 reclutas se acercaron hacia nosotros. En los brazos de uno de ellos se podían apreciar 4 rifles de acción de cerrojo, mientras que otro llevaba una caja metálica donde habitualmente se almacenaba munición para rifles.
- Buen trabajo chicos, ahora voy a necesitar su ayuda de nuevo. Ven a esa señorita, voy a necesitar que me ayuden a llenar su cuerpo de plomo. –Expresé con un tono de voz lo suficientemente alto como para ser escuchado por Ciaran. La sonrisa amable en mi rostro los confundió un poco, pero al final aceptaron en ayudarme, quizás porque recordaron que la munición no era real.
Me acerqué a la caja de munición y la abrí para comenzar a recargar las armas. Dentro de ella habían cientos de balas sueltas, lo cual hizo bastante reconocible el único clip de balas.* Estas deben ser las reales. *al examinarlas noté que no habría forma de cometer error en colocar las balas equivocadas, pues el resto de la munición presentaban puntas de un material parecido a la goma. No sería letal pero dolería como el diablo.
Coloqué en la recamara del rifle el clip del arma y accioné el cerrojo para dejar listo al rifle para disparar.
- Oye Ciaran, te lo advertiré de una vez, la balas son reales. –para probar mis palabras disparé contra el suelo provocando un agujero.- Hay cuatro rifles y cada uno cuenta con espacio de 5 balas, tienes que sobrevivir a la primer ronda de 19 proyectiles. Seré bueno y te permitiré tomar tu espada si deseas bloquear los disparos, además de no vendarte los ojos.
Los reclutas terminaron de cargar la primera ronda de balas en las armas y se prepararon para recibir mi orden para abrir fuego.
- Una última cosa, como espadachín comprendo que los reflejos te permitirían bloquear los impactos sin problemas, pero el objetivo del mantra es indicarte cuales de esos 19 disparos son realmente peligrosos. Viéndolo de manera simple, te ayuda a ver aquellos disparos que en verdad podrían impactar contra en ti.
Eso es todo… Fuego.
No planeaba dispar mi arma contra ella en esta ronda, prefería centrarme en ver como reaccionaba ante las balas de goma.
Pyros Silver
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tan pronto como dije que estaba lista para continuar con el entrenamiento, Biz mando a unos reclutas a buscar lo que necesitaba para seguir adiestrándome, esta vez en el uso del mantra. Tras volver conmigo, mi compañero mencionó que me parecía a él. No era un genio pero mostraba una gran tenacidad. En mi caso era más cabezonería y el afán de volverme más fuerte para proteger a los inocentes y a mis amigos. Solo pude sonreir y asentir a las palabras del nuevo Teniente Comandante. Solo esperaba estar a la altura de sus esperanzas puestas en mí. Fue entonces cuando respondió a la pregunta importante que formulé hacía unos escasos instantes. El como me entrenaría para este tipo de haki. Básicamente me dijo que me iban a disparar. Mi sonrisa desapareció dejando una mueca de sorpresa. ¿Me iba a llenar de balas?
No me creía lo que me decía, hasta que llegaron unos reclutas armados con rifles y el recipiente donde se guardaban las balas. Me levanté con rapidez, tragando saliva consciente de lo que iba a pasarme. ¿Que clase de entrenamiento de locos era ese? Biz les ordenó que tenían que abrir fuego contra mi persona. Fue entonces cuando mi loco amigo agarró uno de los rifles y depositó la munición en él para posteriormente abrir fuego contra el piso, dejando claro que no eran balas de goma.
-Biz... no estoy muy segura acerca de lo seguro de esto. ¿No habría otra forma menos... mortífera? - Dejé claro mi preocupación mientras miraba asustada como los reclutas preparaban sus rifles.
Lo único que me dio Biz fue mi espada, la cual agarré con fuerza, y la buena suerte. Además me dijo que el objetivo era ver cual de los disparos eran mortales para mí. ¿Reflejos? Yo no tenía de eso. Yo era fuerza bruta y resistencia, estaba realmente jodida. El sonido de los rifles al disparar se expandió por todo el campo de entrenamiento. ¿Iba a acabar en el hospital o moriría? Pronto lo iba a averiguar por las malas. Intenté bloquear desesperadamente las balas lanzando unos tajos secos hacia arriba y hacia un lado, pero solo pude reflejar unas pocas balas. El resto de ellas impactaron cruelmente contra mi cuerpo provocándome bastante daño. No eran de verdad, eran de goma. Mi alivio se esfumaba con cada impacto que recibía. No hubo suerte y mi mantra no llegó a reaccionar, podría estar muerta pero solo estaba llena de golpes y de rodillas lamentándome por los golpes.
-Maldición, esto duele mucho - Dije entre dientes llevándome las manos a las partes doloridas.
No me creía lo que me decía, hasta que llegaron unos reclutas armados con rifles y el recipiente donde se guardaban las balas. Me levanté con rapidez, tragando saliva consciente de lo que iba a pasarme. ¿Que clase de entrenamiento de locos era ese? Biz les ordenó que tenían que abrir fuego contra mi persona. Fue entonces cuando mi loco amigo agarró uno de los rifles y depositó la munición en él para posteriormente abrir fuego contra el piso, dejando claro que no eran balas de goma.
-Biz... no estoy muy segura acerca de lo seguro de esto. ¿No habría otra forma menos... mortífera? - Dejé claro mi preocupación mientras miraba asustada como los reclutas preparaban sus rifles.
Lo único que me dio Biz fue mi espada, la cual agarré con fuerza, y la buena suerte. Además me dijo que el objetivo era ver cual de los disparos eran mortales para mí. ¿Reflejos? Yo no tenía de eso. Yo era fuerza bruta y resistencia, estaba realmente jodida. El sonido de los rifles al disparar se expandió por todo el campo de entrenamiento. ¿Iba a acabar en el hospital o moriría? Pronto lo iba a averiguar por las malas. Intenté bloquear desesperadamente las balas lanzando unos tajos secos hacia arriba y hacia un lado, pero solo pude reflejar unas pocas balas. El resto de ellas impactaron cruelmente contra mi cuerpo provocándome bastante daño. No eran de verdad, eran de goma. Mi alivio se esfumaba con cada impacto que recibía. No hubo suerte y mi mantra no llegó a reaccionar, podría estar muerta pero solo estaba llena de golpes y de rodillas lamentándome por los golpes.
-Maldición, esto duele mucho - Dije entre dientes llevándome las manos a las partes doloridas.
Bizvan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Miré cómo el pelotón de fusilamiento disparaba sus proyectiles contra una asustada Ciaran. Si esto no fuera un entrenamiento, ahora mismo estaría riendo a causa de sus movimientos de espada desesperados en un intento de bloquear las balas de goma.
Parecía que en verdad se había creído mis palabras, pues a juzgar por la forma en la cual miraba los rifles y me miraba a mí, era obvio que pensaba que me había vuelto loco o en verdad quería matarla.
En lo personal no me gustaba este tipo de entrenamiento, sin embargo los métodos de Kimura (mi primer maestro) implicaban presionar de manera constante para fomentar el uso y control del mantra, o lo que era igual, “si quieres dejar de sentir dolor más te vale aprender rápido.” Era un tanto pesado, pero no se podía negar que los resultados eran positivos.
Mi otro maestro fue Gusi. Al parecer Kimura fue quien lo entrenó a él y por tanto sus métodos eran un poco parecidos. De hecho el utilizar rifles fue algo que retomé de cuando entrené con mi nakama, no obstante en mi caso no se utilizaron balas de goma.
La primera ronda llegó a su fin y el resultado fue una Ciaran quejándose del dolor y sujetando las zonas donde las balas provocaron mayor daño.
- No dejes que el miedo te domine, debes tranquilizarte y enfocarte en canalizar un flujo de energía a tu cabeza. Se que es más fácil decirlo que hacerlo en esta situación, pero esto te obligará a entrenar a detectar las potenciales amenazas, también te ayudará a controlarlo bajo presión. -miré de reojo como los marines terminaban de colocar las balas en las armas.- En fin, espero estés lista para la siguiente ronda, la clase concluirá cuando presentes signos de controlar el haki aunque sea en situaciones de necesidad o cuando la munición se termine. Creo que ambos esperamos que pase lo primero.
Abran fuego ya. -no le dí oportunidad a Ciaran de negarse, quizás si fue observadora habrá notado a los marines recargando sus armas, por lo cual podría estar preparada para los disparos.
Si no los notó, bueno, no necesitaría transformarse para tener lindos lunares cubriendo su cuerpo.
Si el resultado continuaba siendo el mismo, le sugeriría intentar utilizar el haki de armadura para minimizar los daños, claro que solo se lo mencionaría después de verla ser golpeada varias veces. No, no era por algún raro gusto o cosas parecidas, solo no quería agotar su voluntad al hacerla intentar activar ambos hakis.
Parecía que en verdad se había creído mis palabras, pues a juzgar por la forma en la cual miraba los rifles y me miraba a mí, era obvio que pensaba que me había vuelto loco o en verdad quería matarla.
En lo personal no me gustaba este tipo de entrenamiento, sin embargo los métodos de Kimura (mi primer maestro) implicaban presionar de manera constante para fomentar el uso y control del mantra, o lo que era igual, “si quieres dejar de sentir dolor más te vale aprender rápido.” Era un tanto pesado, pero no se podía negar que los resultados eran positivos.
Mi otro maestro fue Gusi. Al parecer Kimura fue quien lo entrenó a él y por tanto sus métodos eran un poco parecidos. De hecho el utilizar rifles fue algo que retomé de cuando entrené con mi nakama, no obstante en mi caso no se utilizaron balas de goma.
La primera ronda llegó a su fin y el resultado fue una Ciaran quejándose del dolor y sujetando las zonas donde las balas provocaron mayor daño.
- No dejes que el miedo te domine, debes tranquilizarte y enfocarte en canalizar un flujo de energía a tu cabeza. Se que es más fácil decirlo que hacerlo en esta situación, pero esto te obligará a entrenar a detectar las potenciales amenazas, también te ayudará a controlarlo bajo presión. -miré de reojo como los marines terminaban de colocar las balas en las armas.- En fin, espero estés lista para la siguiente ronda, la clase concluirá cuando presentes signos de controlar el haki aunque sea en situaciones de necesidad o cuando la munición se termine. Creo que ambos esperamos que pase lo primero.
Abran fuego ya. -no le dí oportunidad a Ciaran de negarse, quizás si fue observadora habrá notado a los marines recargando sus armas, por lo cual podría estar preparada para los disparos.
Si no los notó, bueno, no necesitaría transformarse para tener lindos lunares cubriendo su cuerpo.
Si el resultado continuaba siendo el mismo, le sugeriría intentar utilizar el haki de armadura para minimizar los daños, claro que solo se lo mencionaría después de verla ser golpeada varias veces. No, no era por algún raro gusto o cosas parecidas, solo no quería agotar su voluntad al hacerla intentar activar ambos hakis.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Página 2 de 2. • 1, 2
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.