Perdido en la oscuridad. Solo un rayo te salvará. [Moderado 3][Asriel]

Después de tanto viajar de isla en isla terminaste en Kyrnn Island, un lugar tan oscuro y sombrío como esos de películas de terror. Tu barco naufragó y no sabes cómo volver, estas varado en la playa y, por suerte, no tienes ninguna herida salvo uno que otro rasguño en tu pierna, brazo y abdomen. Puedes caminar todo lo que quieras, pero no verás mucho más allá que un par de metros debido a la densa niebla que oculta el paisaje; probablemente sería buena idea contar con una antorcha, por lo menos para saber dónde pisar.

Detrás de ti se encuentra un enorme bosque tan perturbador como aquella isla, si decides caminar hacia allí, te encontrarás con una tupida flora sin tener idea sobre qué tipo de animales o bestias haya. En cambio, si decides quedarte allí meditando sobre qué hacer con tu vida, no tardarás en comenzar a sentir frío y estarás obligado a buscar refugio a menos que quieras entregarte a la naturaleza y formar parte de ella como abono. Sin embargo, cualquiera de las dos decisiones te llevarán a escuchar un fulminante aullido, parece ser terrorífico, pero lo asimilas valientemente (en caso de que hayas elegido ir al bosque, te quedarás unos segundos parado intentando descubrir de qué se trata). En fin, tienes opciones para buscar tu camino y saber qué es lo que sucede en aquella isla, así que... ¿Qué es lo que harás?

PD: También puedes elegir caminar por la playa o tomar otra opción que te parezca viable, solo te he dado las dos que parecen más "normales".

Fue buena idea seleccionar la madera seca del bote en el que llegaste a la isla y usarla como antorcha, sin embargo, al no contar con algún combustible de mayor duración (recuerda que la madera es la que se está quemando) probablemente te quedes a ciegas en poco tiempo. Quizás sea buena idea buscar algún tipo de aceite con el que cubrir algún trapo y así formar una antorcha de verdad. Por otra parte, a medida que vas adentrándote en la zona tus pisadas retumban por todas partes provocando que un montón de pájaros vuelen en son de alerta.

Preparas tus espadas ante cualquier eventualidad y te quedas atento a tu alrededor. Tus sentidos se agudizan cuando escuchas unas pisadas que lentamente se acercan hacia ti, puedes deducir que no son de una criatura excesivamente grande, pero no por eso no corres peligro. De repente, el fuego que consume tu improvisada antorcha casi está llegando a la mano en la que la sostienes; si decides sostenerla, te quemarás. Sea como sea, esta terminará apagándose y quedarás nuevamente a ciegas.

Los pasos se acercan a ti y ahora se le suma una cansada respiración, como la de una persona intentando recuperar el aliento. Infieres que esta extraña criatura ya está detrás de ti, puedes voltear a verla y conocer el peligro que te acecha o correr lo más rápido que tus piernas te permitan. En caso de que decidas voltearte, verás una figura, un bulto sumergido en la oscuridad cuyos intensos y grandes ojos rojos no dejan de mirarte como si quisieran comerte vivo. Al entrar en contacto con ellos sientes un escalofrío que recorre todo tu cuerpo y retrocedes un paso, ya sabes que estás en peligro.

–¿Quién eres? –Pregunta la figura avanzando lentamente hacia ti. Por lo que oyes, ya sabes que es una “mujer” la que te está hablando; se encuentra a unos ocho metros de ti– ¡Estos no son bosques normales! ¡Tienes que correr!

Después de las palabras de la mujer, escuchas nuevamente un aullido solo que esta vez se oye más cercano, aunque no lo suficiente para que corras peligro. Tal vez sea buena idea contar con apoyo, parece que la mujer que tienes en frente conoce muy bien estos terrenos sombríos así que, dependiendo de las palabras que escojas, puede decidir si ayudarte o no, después de todo no eres más que una persona perdida en un mar de oscuridad.

PD: En caso de que decidas correr, no escucharás las palabras de la mujer ni verás su figura.

Figura:

La mujer escucha tus palabras y muestra una pícara sonrisa, te enseña sus dientes afilados; pareciera ser que son de un animal. Se acerca hacia ti y mientras lo hace, la niebla se disipa dejando ver el rostro de la criatura que tienes en frente. Se trata de una chica de unos veinte años, enormes y brillantes ojos rojos, sonrisa espeluznante; es delgada y puedes ver que mide alrededor de un metro con setenta centímetros. Lleva dos espadas en la espalda y viste un traje de cuero similar a una armadura, también lleva una capa que cubre casi todo su esbelto cuerpo.

–A Liz le gustan los extranjeros –dice acercándose cada vez más hacia ti, olfateándote–. Correr, correr y correr, es lo mejor que puedes hacer. Ven, sígueme. ¡Sígueme!

Comienzas a pensar que la chica no está cuerda del todo, dudas si seguirle o no y explorar el bosque por tu cuenta (en esta decisión, estarás completamente solo y eres libre de describir el paisaje por el que avanzas). En caso de que decidas seguirle, la muchacha volteará y se sumergirá en la oscuridad así que te recomiendo que le sigas el paso lo mejor que puedas, perderse en un bosque mientras una bestia los acecha no es para nada buena idea. La chica avanza rápidamente, como si conociera perfectamente el bosque e incluso pareciera que ve perfectamente a través de la densa oscuridad.

Después de seguirle durante varios minutos, sin saber cuántos precisamente, llegas a una cabaña tan extraña como la mujer a la que decidiste seguir. Sin embargo, de repente Liz se detiene y desenfunda ambas espadas.

–Hasta aquí llegas –dice mirándote fijamente, o eso crees–. ¡Ven aquí, bestia! Liz se hará cargo de ti.

Escuchas el mismo aullido que la vez anterior, solo que ahora la bestia está cerca. Muy cerca. Sientes que hay algo detrás de ti, pero parece que confiar en la chica a la que decidiste seguir no es la mejor de las ideas; está loca y tiene dos espadas, puede ir a por ti. Puedes voltear y enterarte de lo que acecha tus espaldas o responder ante el presunto ataque de la chica. ¿Qué es lo que harás?

Cabaña:

Has tomado la decisión correcta al confiar en Liz, al menos por ahora. El salto que das hacia su lado te permite esquivar por los pelos el brusco movimiento de la chica de las espadas cuyo acero hace chocar contra algo que no percatas y produce un sonido metálico. Al voltear la mirada te das cuenta de que hay una enorme criatura dispuesta a darlo todo para darles caza; tiene el aspecto de un lobo, pero el tamaño de un elefante. Sus fauces te intimidan, debes tener cuidado con ellas para no terminar empalado como queso en una fiesta.

Puedes intentar derrotarle, aunque no ignorar el miedo que te provoca con tan solo mirarlo. Es hora de que comiences a analizar todas tus opciones, recuerda que puedes huir e intentarlo en otro momento. En caso de que voltees, verás la cabaña que parece ser una mala opción para protegerse de una criatura de ese tamaño. Mientras piensas y decides que hacer, tu “compañera” se adelanta y nuevamente ataca con ambas espadas en mano; puede parecer muy intimidante, pero no es particularmente buena con la espada. ¿Tendrá un as bajo la manga? Lo tendrás que comprobar por ti mismo, ahora solo parece estar ganando tiempo...

Es el momento para que hagas tu movimiento, el lobo gigante aún no te ha atacado y no parece estar muy consciente de tu presencia, más bien se fija en la chica de los ojos rojos. Piensa bien lo que harás, aunque parezca enfocado en otra persona, no quiere decir que no sea capaz de defenderse rápidamente.

Decides ayudar a una chica que no conoces y estás dispuesto a arriesgar tu vida para enfrentarte contra el temible lobo. Intentas fundirte en la oscuridad, flanquearle. Crees que parece lo suficientemente concentrado en Liz, tal vez eso hubiera ayudado en un escape. Mientras observas a la bestia te das cuenta que no posee puntos débiles, intuyes que su piel es resistente, pero ¿qué tan seguro estás de ello? En base a creer que Liz es la distracción, atacas por la espalda de la criatura olvidando la naturaleza de esta: es un lobo gigante. Este comienza a notar que nuevas intenciones hostiles lo acechan, por su olfato advierte que hay más de un enemigo; si en un principio solo se había concentrado en la chica, has perdido esa oportunidad para huir.

Atacas por la espalda de la criatura causando un rasguño en su piel, ahora compruebas efectivamente que su piel es muy resistente. Tal vez atacar en zonas más blandas sea mejor idea, ¿un ojo, tal vez? Será difícil debido a la diferencia de alturas, pero debes buscar. La enorme criatura se defiende con sus zarpas traseras amenazándote con mandarte a volar, sin embargo, logras salir lo más rápido de allí para ubicarte al lado de Liz. No obstante, debido a lo que tardas en llegar a su lado, la bestia se acomoda con sus patas traseras como preparándose para dar un fuerte golpe.

–¡Liz puede sola! –Te gruñe la mujer– Corre, corre, corre. ¡No eres de por aquí! –Te mira y se distrae.

La bestia parece ser más veloz de lo que creías pese a su tamaño. Se impulsa con sus patas traseras y carga contra ti, sin embargo, la chica se interpone quedando entre las fauces del enorme lobo. Un hilillo de sangre cae en tu rostro, quedas impactado al ver semejante imagen. ¿Fue buena idea quedarse combatiendo? Hasta el momento, lo que lograste fue interrumpirla y distraerla del combate. El lobo lanza violentamente a la mujer quien choca contra unos árboles, si la ves, notarás que está gravemente herida; necesita atención médica urgentemente, de lo contrario morirá. Te sugiero que te apresures.

Tienes a la criatura frente a ti y a tu compañera herida a tus espaldas. Puedes decidir entre pelear y derrotar a la bestia sin garantía de que Liz sobreviva, o huir de allí cargando a la mujer sin saber dónde terminar. En cualquier caso, lo mejor es que actúes rápido, el lobo no parece ser muy paciente. ¿Qué es lo que harás?

PD: Como siempre, te he dado dos opciones que no son todas las que puedes tomar. Debes descubrir que otras opciones tienes, buena suerte.

El lobo tiene las características de un luchador de nivel 11 con un x2 a resistencia y a velocidad.

Le preguntas a la chica, pero descubres que apenas puede mantener los ojos abiertos; está luchando por vivir y lo menos que puedes hacer es ayudarle. Así lo has decidido. Tienes el cuerpo de la mujer frente a ti, tal vez sea hora de reconsiderar si cargarla entre medio de un bosque que no conoces y a oscuras sea la mejor idea... ¿Estás seguro? Aún puedes cambiar de idea y enfrentar a la bestia que parece mirarte con deseo de querer comerte; si le echas un vistazo, verás que donde comienza la zona abdominal (bajo su cuello) tiene un pelón. ¿Será esa zona más blanda que el resto de su cuerpo? Puedes arriesgarte y comprobarlo, pero debes hacerlo rápido.

En caso de que sigas con la idea de ayudar a la chica moribunda, la cargas en tu espalda y comienzas a alejarte del lobo lo más rápido que permite tu cuerpo. Tienes un mal panorama... Una enorme bestia detrás de ti. Como si esta jugara contigo, te acecha y se acerca lentamente hacia ti. Deberías aprovechar la naturaleza del enorme lobo y correr, solo que el problema es que no tienes idea de dónde ir. La oscuridad lo tapa todo, aunque si te concentras puedes ver leves sombras en la oscuridad y reconocer qué tan grande son los árboles que tienes frente a ti.

–Puedes seguir... hacia delante –dice con dolor, como si estuviera sacando sus últimas energías–. Liz vive... Liz vive más allá... –con su índice te indica una zona del bosque que, según sus sombras, parece ser un poco más estrecha que el resto.

Parece que ya tienes una idea de dónde ir, aunque debes considerar que la chica está herida y puede no saber lo que está hablando. Nuevamente tu confianza se pone a prueba. Sea como sea, debes caminar lo más rápido que puedas y alejarte de esa enorme bestia. ¿Qué es lo que harás?

Decides hacerle frente a la criatura, dejando a la chica allí con nada más que un vendaje. Si bien no es necesario que la mates, te recomiendo dejarla fuera de combate para ayudar a la chica cuanto antes; cada segundo que pasa, es un segundo más cercano a la muerte para ella. Coges el mismo pedazo de madera que usaste antes y piensas que puede ser una buena distracción, y así lo es. Si bien no se distrae por el olor, lo hace de la misma forma cuando le tiras un palo a un perro. Tienes unos pocos segundos antes de que se dé cuenta del engaño y decida contraatacar. Consigues un golpe directo potenciado con tu electro, el cual te sorprende puesto que parece ser más fuerte que antes. ¿Acaso será por tu férrea fuerza de voluntad? Deberías descubrirlo.

El lobo suelta un aullido de dolor y retrocede dejando un pequeño (muy pequeño) charco de sangre. Por un momento piensas que la enorme criatura huye, pero no es así; puedes ver que está herido y estás seguro de que puedes seguir causándole daño. Si te enfocas un poco más en sus movimientos, puedes ver que son más lentos como si estuviera entumecido causa de tu electro. Te mira con furia, se prepara para su ataque colocándose de la misma forma que usó para atacar a Liz. Pareces estar atento a sus movimientos, pero de repente escuchas ruidos en el interior del bosque..., más que ruidos parece ser que alguien está llamando a otra persona. Puedes ignorar el llamado y enfocarte únicamente en derrotar a la criatura, o enfocarte en los ruidos del bosque sabiendo que eso disminuiría tu concentración. ¿Qué es lo que harás? Piensa rápido, el lobo ya parece estar listo para clavar sus colmillos en ti.

Estás sorprendido de tu propia fuerza, ¿no? Anteriormente concretaste un buen combo. Sin embargo, al momento en que la bestia sale disparada hacia ti con las fauces abiertas decides dar un salto... Mala idea. Eres más ágil y fuerte que un humano promedio, pero aún eres incapaz de saltar tanto como para ponerte en el lomo de un lobo del tamaño de un elefante. Al momento de saltar, a penas llegas hasta un poco más debajo de las fauces de la bestia cuando esta te propina un fuerte cabezazo que te hace retroceder un par de metros cayendo pesadamente sobre la tierra. Te golpeas el brazo izquierdo, quedando casi inutilizable.

Por otra parte, el grito que usaste para alertar a la posible gente que estaba en el bosque funcionó. Pero, ¿realmente fue buena idea? Recuerda, no sabes qué tipo de personas hay por esta isla, tal vez puedan ser peor que la misma bestia que estás enfrentando. En el suelo, logras escuchar unas pisadas, varias pisadas que se acercan rápidamente hacia ti y es cuando ves un montón de personas armadas hasta los dientes; algunos tenían arcos mientras que otros cargaban enormes lanzas. Su líder (al menos es lo que sospechas por la diferencia de sus ropas) carga un enorme mandoble; se trata de un hombre de piel morena y cabello blanco, enormes y rasgados ojos grises que no dejan de mirar a la bestia.

–¡Liz! –Una mujer de unos treinta años sale corriendo hacia tu compañera quien está tirada en el suelo e inmediatamente comienza a tratarla– No te preocupes, mi niña, te pondrás bien.

Parece que tus salvadores llegan en el mejor momento, estás débil debido al golpe que recibiste y apenas tienes energías como para levantarte, pero lo haces. Tienes distintos caminos qué tomar, puedes plantearle cara a la bestia y terminar lo que empezaste, aunque te estarías arriesgando a ser devorado. Puedes esperar a que la criatura sea cazada por los “amigos” de Liz y luego conseguir información. Decisión que tomes, te terminará llevando a hablar con el líder.

–Vivirás –te dice con voz dura–. Vivirás dependiendo de lo que tengas que decir. ¿Qué pasó?

Rayos, un problema tras otro... Tus salvadores no son tan amigables como creíste, es mejor que pienses bien lo que dirás. No conoces a esta gente y no sabes qué tan confiados son, ¿qué es lo que dirás? Huir no parece ser una buena idea...

Off:

Los hombres no tardaron en derrotar  a la criatura y quitarle la vida, ninguno de ellos salió herido; hiciste un muy buen trabajo al debilitarla, pero no pudiste concretar el último golpe. El jefe al escuchar tu versión de los hechos se torna pensativo, como si dudara de ti y después de varios segundos de meditación está dispuesto a responder, pero es interrumpido por la misma mujer que estaba sanando a Liz.

–El vendaje que le han puesto ha impedido que muera desangrada –afirma con cierta alegría en su rostro–. Se pondrá bien en una semana.

El hombre a cargo suelta un suspiro de alivio, al parecer esa chica es bastante importante para él. Te mira hacia abajo, pues la diferencia de tamaños es muy notoria (él mide aproximadamente 2 metros) y comienza a hablar.

–Si fuiste tú quien le puso el vendaje, te lo agradezco. Pero, no esperes que confiemos en ti así como si nada –le da unas cuantas órdenes a uno de sus hombres quienes aparecen con un par de cadenas y grilletes–. Serás nuestro prisionero hasta que podamos comprobar tu versión de los hechos.

¡Qué mala suerte! Quedas apresado por hombres que no conoces. Minutos después se adentran en la oscuridad y estás obligado a seguirles el paso, o también puedes intentar huir, pero no parece una opción muy razonable. Como sea, hay dos hombres que van a tus espaldas apuntándote con sus lanzas a una distancia de seis metros. Parece que ya no puedes abogar con tus palabras hasta que Liz despierte, ella, tal vez, te ayudaría en este engorroso asunto.

Después de cuarenta minutos llegas a una extraña tribu donde hay una gran cantidad de chozas construidas aleatoriamente, no son muy grandes ni parecen ser seguras, pero es mejor que dormir inmerso en la oscuridad del bosque sin protección alguna. Sin embargo, al final de lo que parece ser la “avenida” principal hay una enorme construcción que destaca sobre todas las demás: la casa del Jefe. Se trata de una enorme choza en cuyo centro hay una enorme fogata (esta no llega a tocar el techo, así que no te preocupes). Te llevan hasta allí y te obligan a arrodillarte. Frente a ti hay tres mujeres aparentemente ciegas.

–Estas son las mujeres que representan Los Tres Caminos –comienza a hablar el jefe–. Ellas decidirán tu destino. ¿Vivirás? ¿Morirás? Depende de lo que tengan que decir.

Tu vida depende de la decisión de unos locos que adoran a tres mujeres ciegas (cada una tiene más de sesenta años y son feas, muy feas). Puedes hablar y abogar por tu libertad, pero no creo que sea muy conveniente. Como sea, si no dices nada, las mujeres comenzarán a hablar.

–Huelo a alguien... Hay un pequeño ser en esta habitación –comienza a decir la de la derecha–. ¿Cómo se llama? ¿Cuál es tu nombre, pequeña criatura?

–Sí... Él es diferente –dice la del centro–. Huelo algo distinto en él.

–¿Será el de la profecía?

Varios murmullos comienzan a aflorar en la habitación tras escuchar lo de la profecía. ¿Qué será de lo que hablan? Comienzas a sentirte inquieto, nuevamente tienes la opción de hablar o quedarte callado. Solo ten en cuenta que cada palabra afectará en tu juicio.

–Mar’Shal –dice la del centro–, esta pequeña criatura demostrará quién es. ¿Será el protagonista de nuestra profecía? ¡Si es capaz de iluminar la oscuridad con la luz del trueno, lo será!

Mar’Shal (el jefe) no parece estar muy de acuerdo con la decisión de la mujer, este duda de ti y tu potencial. Es tiempo de que demuestres lo que vales, sin embargo, si no eres capaz de hacerlo te ejecutarán inmediatamente. La pelea contra el lobo te cansó, pero aún tienes energías suficientes como para demostrar quién eres... ¿Consejo? Usa todas tus fuerzas, estos hombres parecen ser difíciles de sorprender. (En caso de que decidas aceptar la demostración, los hombres te llevarán afuera y te quitarán los grilletes temporalmente).

La mujer del centro dice que no se te dirá nada de la profecía que salvo pases la primera prueba. Les alegra saber que estás dispuesto a hacer lo que sea, después de todo, lo que deberías buscar más que nada es sobrevivir ante una tribu desconocida. La anciana se levanta de su asiento y camina lentamente hacia ti con una mano extendida hacia delante, como queriendo tocarte. Al llegar, posa su mano sobre ti y suspira.

–Tu primera prueba será iluminar los cielos –comenta como mirando hacia arriba–. Nuestra isla es oscuridad absoluta, por eso es que tú tienes que ser la excepción. Si logras que una ciega como yo perciba tu energía, vivirás y te explicaremos algo más sobre la profecía.

Básicamente no se te ha dicho nada. Tienes que hacer lo que sea para sobrevivir y parece que todo apunta a tu capacidad para usar lo que llaman electro. Los hombres te llevan hacia fuera y la gente forma un círculo alrededor tuyo, se te quitan las esposas y eres libre de hacer lo que quieras, aunque te recomiendo que pienses cuidadosamente lo que harás. Debes demostrar tu poder, tal vez concentrarlo de tal forma en que una anciana ciega y perceptiva capte tu poder.

Recuerda que tu brazo izquierdo está muy herido, no lo podrás usar, aunque la verdad no te servirá de mucho. No tienes las espadas contigo. ¿Un consejo? Recuerda que el fuego no es lo único que ilumina la noche. ¿Qué harás? Tienes solo una oportunidad para demostrar lo que vales, sino es mejor que empieces a preparar tu huida.

Estás tan concentrado que tu mente te proyecta a un plano distinto, una especie de habitación oscura en donde al alzar el brazo comienzas a sentir una extraña sensación que recorre todo tu cuerpo. Te preguntas qué es, pero estás tan concentrado que ya nada parece importar. Pequeñas chispas comienzan a interactuar con tu cuerpo y luego estas comienzan a formar una pequeña esfera en tu mano. Hay algo distinto creciendo en ti, tal vez sea por una enorme fuerza de voluntad o simplemente es que tu poder ha aumentado después de haberte enfrentado a la bestia. Como sea, ya eres consciente de que algo en ti cambió.

El trío de ancianas observa con cautela tu “presentación”. En un principio dudaban de ti, pero al ver que tu cuerpo emitía pequeñas chispas sus caras comenzaron a tornarse de asombro. En el momento en que tu mano forma una pequeña esfera inmediatamente cae un rayo; este no tiene mucho poder, pero definitivamente logras convencer al “consejo” de la tribu de que eres quien buscan. La mujer del centro se levanta de su asiento y se aproxima hacia ti, como buscándote con las manos... Al llegar, te hace una pequeña reverencia y luego comienza a hablar.

–Pequeño aventurero, hay muchas cosas que debes saber –te invita a pasar hacia el salón anterior–. Nosotros somos conocidos como la tribu de los Ojos Rojos y controlamos toda la parte sur de la isla. Sin embargo, hay un grupo que se conoce como los Ojos Azules... Un grupo de bárbaros incapaces de solucionar sus problemas mediante las palabras –la mujer no siente precisamente simpatía hacia ellos–. Discúlpame si te he aburrido con mi historia, pero es necesario para que entiendas la profecía.

Durante la explicación de la mujer muchas sirvientas se acercan hacia ti con bandejas de comida, sería buena idea coger algo; recuerda que no has comido nada desde que llegaste a la isla, y has pasado por mucho. Hay una gran diversidad, sobre todo en frutas (puedes elegir la que gustes), y también muchos bebestibles.

–La profecía dice que llegará un hombre que no es hombre capaz de iluminar los cielos sin necesidad del fuego –notas que cree férreamente en lo que dice su profecía–. Esta criatura nos salvará de la tribu enemiga: los Ojos Azules. En esta isla cubierta de oscuridad, solo un rayo de luz nos puede salvar. ¿Qué dices, pequeño aventurero? ¿Nos ayudarás?

Piensa bien la respuesta, te estás enfrentando a un grupo que no conoces solamente por calzar con la profecía de la anciana. Por otra parte, ellos creen en ti y si te quedas podrás ver cómo está Liz.

Toda la razón al mencionar tu debilitado brazo. Las ancianas son mujeres inteligentes y piadosas, aunque de esto último puedes dudar. Te prometen darte una semana, como máximo, para que tus heridas sanen y mientras tanto puedas perfeccionar tu habilidad con el manejo de la electricidad. Suena bien, ¿verdad? Es más, te prometen que sus propios hombres te entrenarán.

Desde ahora las cosas están más calmadas, puedes decidir ir a tu choza y dormir. Estás cansado y no hay mucho que ver, después de todo estás en completa oscuridad. Sin embargo, puedes dar una vuelta y conocer a la gente que te rodea, nunca está demás hacer amigos. Las posibilidades son muchas, comer y luego dormir, explorar o incluso ir a ver a Liz. En el caso de que decidas salir del edificio donde te encuentras actualmente, te encontrarás con un hombre vestido de armadura negra quien será tu guardaespalda.

–Mi nombre es Min’Rur –te dice con voz sombría–. Desde este momento estás bajo mi cuidado y desde mañana, a primera hora, comenzaremos con tu entrenamiento. Los bastardos de Ojos Azules son duros, si no tienes lo necesario, morirás como muchos otros.

Sin duda es un hombre espeluznante, pero parece estar dispuesto a protegerte de todo peligro. Dicho eso, se retira lentamente manteniendo una distancia de diez metros de ti. Bien, no hay mucho que hacer salvo esperar, ¿qué harás?

Después de dar unas vueltas por la aldea llegas hasta la choza en donde se encuentra la mujer que anteriormente arriesgó su vida para salvarte. Al verla notas que su estómago está cubierto de vendas, una mujer está a su lado y te dice que por ahora se encuentra bien. Te acercas a ella y despierta, aunque aún parece un poco aturdida; se incorpora apoyando su espalda en el respaldo de la cama (esta parece ser bastante confortable considerando que te encuentras en una aldea bastante... precaria). Sus ojos te miran atentamente, no sabes lo que quieren decir.

–Liz está a salvo –dice con una sonrisa en el rostro–. ¡Pronto pelearás con Liz!

Puedes hablar con ella todo lo que quieras (tienes la autorización de formular algunos diálogos, pero ten presente la forma en que Liz se expresa), pero luego de ello te ves en la obligación de salir de la choza para dejarla descansar. Es tiempo de reunir información sobre tus próximos enemigos, además que no estaría mal saber algo más sobre el hombre que te acompaña. Al salir de la pequeña estructura te encuentras en una especie de avenida un tanto concurrida, no puedes ver perfectamente, pero al menos es más visible que en el bosque debido a la iluminación “artificial” (hay unos pequeños faroles que encierran pequeños insectos similares a luciérnagas). Si doblas hacia la izquierda, te encontrarás con un hombre conocido como Mul’Than quien está dispuesto a darte un poco de información. Este es un anciano bastante corpulento. En caso de que decidas doblar hacia la derecha te encontrarás con Mon’Than, una anciana de aspecto débil (como sea, los dos te entregarán la misma información).

–Los Ojos Azules son criaturas feroces, algunos dicen que son híbridos entre humanos y demonios. Tienen enormes cuernos y el poder de controlar las llamas. Son muy peligrosos y no se andan con rodeos, siempre irán tras tu cabeza o corazón.

Puedes hacer más preguntas. Descubres que son criaturas semihumanas con una resistencia superior a la normal y que, según te han contado, pueden manipular levemente el fuego. Bien, has reunido información lo suficientemente útil como para comenzar a formar una estrategia. ¿Qué harás? Puedes intentar reunir más información o ir directamente a la cama para esperar el entrenamiento, tendrás poco tiempo para esto último así que es buena idea descansar.

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