Alas de libertad [Rol Moderado nivel 2][Callum Lynch]

Me levanté un poco desorientado y con un gran dolor de cabeza. Solo me venían imágenes de una tormenta en la que salía yo luchando por salir. Por mis ropajes y mi pequeño barco se veía que no había conseguido salir de aquella poderosa tormenta. Bueno al menos conservaba la vida. Los trozos del barco estaban desperdigados por toda la playa. El sol pegaba mas fuerte que nunca, no tenía agua que tomar y debía encontrarla rápido.

Me tendría que dirigir al pueblo, conseguir ropa nueva y abastecerme de agua para subsistir aquí. Esperaba que los ciudadanos de esta isla fueran amistosos.
Pues me puse a andar rumbo al pueblo, ciudad, o lo que fuera que habría en esta isla.

Tenía un gran dolor de cabeza, que suponía que se pasaría con el tiempo. Jamás había naufragado en el mar, esta era mi primera vez y esperaba que fuera la única. Por lo demás estaba todo bien salvo por el agua, hambre y ropajes.

Tras deambular por las calles de la ciudad y de ser observado por los ciudadanos, logré encontrar una tienda de ropa. El dependiente no me daba buenas vibraciones y tenía cara de mala persona, pero aún así me acerqué a ver las prendas de ropa que tenía en la tienda.

Las eché un ojo y tras hacerlo le pregunté el precio de unos pantalones al dependiente.

- Oiga tendero, ¿qué precio tienen estos pantalones? Mi barco naufragó y mi ropa quedó hecha harapos y necesitaba unos pantalones nuevos.

Me quedé mirándole, esperando una respuesta por su parte.

Lo más curioso, es que mientras me dirigía hacia esta tienda, sentía como que alguien me observaba en la lejanía mientras yo avanzaba por las calles de la ciudad.

El tipo me contestó con rabia y muy borde. Yo mantuve la mirada en sus ojos. Era una mirada de desprecio, la cual me importaba mas bien poco. Mientras le miraba y escuché sus palabras, le respondí:

-Eh, tranquilízate amigo, si tratas así de mal a los clientes te va a ir mal el negocio. Tu trabajo es vender ropa, sea quien sea tu cliente. No busco pelea, no quiero darme a conocer... todavía. No quiero que la Marina sepa de mi existencia por ahora. Creo que podemos llegar a un trato. Tienes cara de ser un buen... negociador. ¿Hacemos un trato?

Yo le mantuve la mirada, sin ninguna mueca de miedo ni de desprecio. Yo no le despreciaba, pero no me gustaba que simplemente por ser de otra raza distinta a la suya haya desprecio.

Esperaba su respuesta, a la vez que le seguía mirando fijamente a los ojos.

– Te di una orden, insecto – Largo o mis dos amigos te darán tal paliza que ni tu madre te reconocerá cuando acaben.

Me dijo el tipo de la tienda mientras dos hombres musculosos y gemelos, ambos con una cicatriz en su frente y con bates de acero.

Al decirme eso el dueño de la tienda escuché la palabra "madre". Ahí fue cuando salió mi instinto animal y tras cerrar los ojos y esbozar una sonrisa, los volví a abrir, con una mirada asesina y como si estuvieran inyectados en sangre.

- Lo peor que has podido hacer en tu vida es nombrar a mi difunta madre. Ahora lo pagarás caro. No inmiscuiré a mi capitán Arribor en esto. Lo haré yo solo y os liquidaré a los tres. Vamos venid a por mi con vuestros bates de acero, pero tened cuidado que vuestras armas no os den calambre.

Hice mi pose característica de Aullido de Lobo. Un aullido se pudo oír por toda la ciudad. El lobo aulló, la caza había comenzado y ellos tres eran mi presa. Me daba igual la desventaja de 3 contra 1. Solo quería liquidarlos y comerme su carne.

- ¡ADELANTE VENID A POR MÍ!

Mientras esperaba a que vinieran a atacarme. Eso posiblemente sería una carnicería así que... seguro que nadie querría ver esta escena.

Dejé que los dos mastuerzos me golpearan. Si, me deje golpear, pero era para intentar agarrarles y que las balas que me lanzó el tendero, pues al menos si pudieran, darles a ellos. Me dieron uno en el torso y otro en la cabeza, daños colaterales. Les intenté agarrar. No sabía si mi estrategia surtiría efecto o no pero por intentarlo no pasaba nada.

Las balas hacían su trayectoria hacia mi posición. Si conseguía culminar mi estrategia solo me quedariá aquel tipo arrogante, con el cual sería muchísimo más cruel, debido a lo que dijo de mi difunta madre.

Nota:

- No vendas la piel del lobo antes de cazarlo. Dije en referencia a sus palabras. Luego proseguí hablándole al jefe. - Sois muy valientes cuando tenéis armas de por medio, pero estoy convencido que en una lucha cuerpo a cuerpo y sin armas os aniquilaría. Ahora mismo estáis en ventaja sois 3 Vs 1, pero me da igual. No es que necesite ayuda, pero seguro que alguien en esta ciudad me echaría una mano para acabar con vosotros. Y que te quede claro, no pienso morir en un lugar como este. Este lugar no será mi tumba.

El rozamiento de la bala me estaba provocando efectos secundarios. Me debilitaba y me daba sueño. Volvió a disparar mientras yo no me podía mover. ¿Y si ese tipo tenía razón? ¿Y si no soy mas que un debilucho? Así no podría proteger a los que me importaban. Toda esta rabia, toda esta impotencia de no poder moverme ni hacer nada... Me estaba consumiendo. Quizás no era lo bastante fuerte para vencer a estos tipos.

Mientras, yo permanecía inmóvil, mirando como la bala se acercaba. Esperando mi destino, si morir o que hubiera un milagro y vivir. Tenía sentimientos, de ira, rabia desesperación por no ser lo bastante fuerte para proteger a mi amigos. Igual no estaba hecho para ser pirata.

De pronto, al elevar mi mirada observe a un hombre interponiéndose entre la bala y yo. La había partido por la mitad, había derrotado a todos mis enemigos y me había salvado la vida. El tendero le dio el antídoto del veneno que corría por mi cuerpo. Envainó su espada, me miró y me ofreció el antídoto.

Yo lo acepté, que iba a ser si no. No lo conocía de nada pero ahora mismo solo podía confiar en el, me había salvado la vida.

Cogí el antídoto, me lo tomé y tras eso fui a agradecerle al tipo de la espada.

- Muchas gracias. De no ser por ti, ahora estaría criando malvas. Maldita sea... si solo pudiera ser mas fuerte... podría proteger a la gente que me importa.

Tras decirle eso al tipo que me salvó la vida, eché una mirada al tendero y le hable:

- Volveré cuando me haya hecho mas fuerte y acabaré contigo. Lo juro por mi banda pirata, Los Piratas Sin Corazón.

Después de esas palabras hacia el tendero, me dirigí de nuevo hacia el tipo de la espada.

- Mi nombre es Callum Lynch, soy el Botánico de los Piratas Sin Corazón. Encantado de conocerte. Te debo mi vida y tengo una deuda de honor contigo. Ya veré como puedo devolverte el favor.

Y le ofrecí mi mano para que me la estrechara.

– ¿Por qué un mink deja el Nuevo Mundo y acaba aquí?

-  Mencionaste que eras parte de la banda de Arribor Neus… Un tipo bastante peligroso y fuerte.

– Entonces, ¿cuál es tu objetivo?

Me hizo unas cuantas preguntas, a lo que yo me siento al lado de él. Tras sentarme le respondí.

- Dejé el Nuevo Mundo porque quería vivir aventuras. Me encanta salir a navegar y sentirme libre. El Capitán Arribor me acogió en su tripulación como uno más, no me discriminó por mi raza, a Arribor hay que conocerlo bien para saber como es realmente. - Paré de hablar unos instantes y al poco rato proseguí. - ¿Mi objetivo? Simplemente he venido a esta isla para entrenar, pero tuve un pequeño naufragio y mi ropa acabó hecha harapos. El resto de la historia ya la conoces. Puede que sea pirata, pero no he venido a causar estragos ni a hacer daño a la gente de aquí. Simplemente he venido a entrenar, para hacerme fuerte y proteger a la gente que me importa. Pero... no he podido con el tendero y sus secuaces... no merezco ser llamado Pirata. - Me levanté y me puse a mirar a la nada. - Si pudiera conseguir ser más fuerte...

Hola :D :

El espadachín te observa ante tu pequeño discurso con una ceja levantada. Da una palmada y se levanta del banco, con una sonrisa en el rostro.

- El significado de la palabra pirata está tan deformado de boca en boca... -de pronto tu estómago ruge. Tienes hambre, y demasiada. Incluso te mareas un poco. Cualquiera diría que te estás muriendo de inanición. El espadachín lo ha oído y ha soltado una pequeña risa- ¿Cuánto llevas sin comer, Callum? Vamos a esa taberna -señala el establecimiento más cercano. Un bar llamado "Hoguera de lobo"- Yo te invito.

Dicho eso, camina hacia la taberna. En el caso de que le sigas y entres junto a él, tu curioso aspecto de animal hambriento llamará la atención y todos te mirarán, incluido el camarero. Sin embargo, al ver al espadachín sus rostros de sorpresa cambiarán a... ¿miedo? No exactamente, pero sabrás que gracias a la presencia del espadachín no querrá meterse nadie contigo.

Si estás dentro junto a él, se sentará en una silla y te señalará el asiento del lado contrario de la mesa. Vendrá una señorita camarera y, después de pedir, el espadachín te mirará a los ojos y te preguntará:

- ¿Cómo has llegado a Dawn?

Me preguntó cuanto tiempo llevaba sin comer, ya que me rugió el estómago. La verdad es que desde el naufragio no había podido comer nada y tenía un hambre voraz. Me señaló una taberna que se llamaba "Hoguera de lobo". El nombre no me inspiraba mucha confianza y tendría que estar muy alerta a mi alrededor aunque fuera con Mayazuri. Le seguí hasta la taberna, al entrar todas las miradas se clavaron en mi, pero a los pocos instantes sus rostros cambiaron a miedo cuando miraron a Mayazuri. ¿Todos le tenían miedo? ¿Tan poderoso era este hombre? Bueno ese tema se dejaría para otro rato.

El se sentó en una mesa que tenia dos sillas y me ofreció sentarme en la otra silla que quedaba libre. Me senté y vino una señorita a atendernos.

- Yo quiero unos buenos trozos de carne y una botella de Sake.

Tras eso Mayazuri me pregunto que como había llegado a Dawn.

- Pues venía en un pequeño bote de la isla de al lado. Paramos en esa isla para comprar provisiones y armamento y les dije que me iría a entrenar unos dias a Dawn, esta isla. Después de eso, naufragué y solo recuerdo el despertarme en la playa con la ropa hecha harapos. y después toda la historia con el tendero que ya sabes.

Mientras yo comía, Mayazuri me habló de un trabajo para los nobles de Dawn. La verdad era que a mi no me gustaba ayudar a los nobles ya que los creía afines al Gobierno y por lo tanto a la Marina. Pero no podía decir que no, ya que este hombre me había salvado la vida.

- No me gusta ayudar a los nobles, pero lo haré. Será mi manera de pagarte por haberme salvado la vida. - Dije mientras me comía el último trozo de carne. La comida la había devorado en cuestión de minutos a que estaba muy hambriento. Y me tome un vaso entero de sake para quitar un poco la sed. Tras eso me levanté de la silla y dije:

- ¿A que esperamos? A ver que cargamento hay que vigilar.

Tras eso esperé a que Mayazuri se levantara para seguirlo hacia ese lugar. ¿En serio iba a confiar en mi, tras ver lo débil que fui contra ese tendero y sus secuaces? Mi cara mostraba preocupación por si no podía vigilar o defender el cargamento.

Vaya, vaya, ¿qué le pasa a esta historia? ¿Estará maldita? Espero que no. Bueno, deja que quite los cadáveres de los otros moderadores y les dé un entierro apropiado mientras continúo con la narración. Descansen en paz.
Al lío.

El espadachín sonríe mostrando los dientes, complacido por tu entusiasmo.

- Sin prisas chico, el trabajo empieza al atardecer- te dice antes de empezar a comer de su plato.


Bien, no queda mucho hasta esa hora y vais tranquilos hasta el puerto de Dawn. Allí, las diferentes naves y almacenes están empezando a cerrarse dando así por terminado un día lleno de compras, ventas y transporte. Ves muchos marineros cansados y otros tantos comerciantes alegres. ¡Qué asco de ciudad, todo gente rica y bien pudiente! Al menos en esa parte, ¿no?


Recibes alguna que otra mirada curiosa, al fin y al cabo los mink son muy raros.  ¿Alguno de ellos estará pensando si colgarte de la pared? Que lo intenten. Tu amigo parece también llamar algo la atención, ya sabes un tío armado en una ciudad que no tiene muchos problemas… Supongo que los guardaespaldas y mercenarios de la isla son más sofisticados. Habrá que preguntar al Cp.


El samurái se detiene frente a una nave de color gris sobre la que rezan letras “Dawn Enterprises”, dirías que le faltan los apóstrofes, pero qué sabrá un lobo de gramática inglesa. Da unos toques en la puerta al ritmillo de una bamba y, tras el ruido de cerrojos, un pequeño hombre abre la puerta.

- Ya era hora. Creía que iba a librarme de pagarte, Mazayuri- dice el pequeño hombre calvo de negocios con grandes ojeras. No parece que haya tenido ni un buen día en mucho tiempo.

- He tenido que encontrar un remplazo para el puesto que quedaba. Le presento a Callum.

Al dimnuto hombre se le crispan los pelos… si tuviera, bueno, parece incómodo.
- Ya sabéis que si pasa algo con el trabajo no cobráis- dice antes de hacer al espadachín a un lado y darle las llaves. No te mira después de la primera vez. ¿Por qué será? Cuando pasa a tu lado puedes notar que deja una esencia amarga. A lo mejor la gente amargada huele así.

En fin, que entráis cerrando después para encontrar un par más de fieles guerreros a la luz de una lámpara que hace de lumbre. Un vaquero con cara de pocos amigos tapado por un pañuelo y un tipo grandote, mórbidamente obeso, embutido en un traje de ninja.

- Callum, te presento a Dennis y Otohoyima. No son muy habladores…

Ambos asienten levemente. Parecen más tranquilos de lo que estaban antes gracias a la presencia del temible samurái. ¿Y si son unos “panás” que como tú solo quieren sacar tajada? Hmm.
- Bueno, ya sabéis como va esto- dice el espadachín sacando un saco de dormir-. Vosotros estáis atento si pasa algo, os repartís las guardias, y cuando pase algo me despertáis.

¿En serio?

- Mira que no dejar el estúpido ese que me encargara de esto solo. Trae más gente… uno solo no puede vigilar un sitio tan grande…-refunfuña, acomodándose como una oruga en su crisálida-. Si lo hacéis bien os lleváis una parte sin tener que exponeros a nada de nada. Buenas noches.
Se duerme profundamente nada más encerrarse en el mullido saco, Nobita estaría envidioso de sus perezosas habilidades.


Tu dirás qué haces. El tío tiene una cara tan dura como un tekkai... pero te ha salvado la vida. ¿No se lo merece? A saber qué ha hecho con los otros. Oye, a lo mejor sería buen momento para descansar un poco después del principio de paliza de esa tarde, ¿no? También podrías dar una vuelta por el almacen a ver si todo está en su sitio. O decidir como os vais a repartir los turnos para dormir. La noche es larga... y las posibilidades son infinitas, o casi.

¿Y si te bailas una sarandonga? ¿Por qué nadie baila una sarandonga en mis moderados?

Nota moderadodil:

Mayazuri y yo nos dirigimos al lugar donde había que vigilar el cargamento. Una nave con un cartel que ponía "Dawn Enterprises". Nos abrió un enano calvo con ojeras y tras darnos las llaves se fue. Tras eso, Mayazuri me presentó a dos tipos que estaban allí también para vgilar el cargamento. Dennis y Otoñohima, Otoyima?, bueno algo parecido. Uno era una especie de vaquero con la cara tapada por un pañuelo y otro un gordo con un traje de ninja. No eran muy habladores pero me daba igual.

Les saludé y me di una vuelta por el almacén después de que Mayazuri se pusiera a dormir. Debía inspeccionar lo que había por allí. Yo era un Mink mas nocturno que diurno así que por las noches aguantaba bien a la hora de hacer guardias.

- Dennis, Otohoyima, id a dormir si queréis. Yo me quedaré de guardia. Soy un ser nocturno por naturaleza. Si veo algo raro os aviso.

No me fiaba de ellos, pero era mejor ahora que estuvieran de mi lado que del lado del enemigo, si es que habría alguno.

Los notas te hacen caso y se ponen a dormir, aunque no sabrías decir si el vaquero termina de hacerlo o no al cubrirse la cara con su sombrero. En fin, comienza tu guardia:
La noche está tranquila, terriblemente tranquila… Tu paseo por el almacén te rebela que aquellos “tesoros” que debes proteger son realmente valiosos… aunque otros que no fueran cocinero jamás sabrían este dato: allí, sacos correctamente apilados de los mejores ingredientes reposteros se apilan con cuidado. Azúcar, especias y muchas cosas bonitas… principalmente tarritos de esencias de vainilla, melón, melocotón y otro sinfín de frutas. ¡Qué dulzor, qué delicados aromas! Más para ti, que tienes el olfato aumentado. Pero… entre todos esos aromas hay uno, un particular rastro que no coincide con los otros. ¿Qué  es ese olor amargo? Te suena…

Puedes ponerte a buscar de dónde viene, aunque quizás tardarías un rato… También podrías robar algo si te parece, al fin y al cabo eres pirata, un pirata cheff. El olor es más fuerte en los sacos, pero te costará un buen rato determinar entre tantas distracciones olfativas de qué lugar proviene exactamente.

Seguro que los demás están teniendo dulces sueños… ¿Lo pillas? Porque estás en un… bah, da igual.

Si continuas, encontrarás tu "recompensa" finalmente unos cuantos sacos repartidos (3) por el lugar, foco de esa esencia. Es el mismo hedor, quizá haya tres objetos iguales dentro de los sacos.

¿Qué será será? ¿Cómo abrirás los sacos? ¿Quieres abrirlos? Tú dirás, lobete.

Contenido:

Los dos tipos se van a dormir. Yo, mientras inspecciono el almacén y veo cosas valiosas, muy valiosos. - No me extraña que quieran protegerlos, con estos ingredientes culinarios, un gran repostero o cheff experimentado podría llegar a hacer postres tremendamente deliciosos. ¿Acaso esta gente trabaja para los Cheffs del Gobierno? - Dije mientras olía un olor distinto al de los dem,as que me resultaba familiar, era un olor amargo.

Yo tenía el olfato muy desarrollado e intenté descubrir donde estaba ese olor tan amargo.
Tras un tiempo olfateando descubrí el lugar de tan amargo olor. Tres sacos repartidos por el lugar. Los cuales su contenido era un paquete de color marrón con un polvo de color blanco. Mis habilidades como curandero me hicieron saber que provenía de una planta con propiedades curativas/medicinales. Aunque todavía no sabía a ciencia cierta de que tipo de planta se trataba...

Nota: Bueno, como no has dicho ni como los abres ni nada voy a suponer que lo haces con tus garras y sin mucho cuidado, y que abres los tres. Pues ea, tres paquetotes y todo el suelo manchado de harina y azúcar. Mara-villoso. Qué malgasto de materiales. Que sea un nivel 2 y sea “fácil” no te exime de cierta dificultad. Si, por ejemplo, dices que no cojes un paraguas al salir de tu casa luego cuando llueve no lo tienes.

Pues la noche es larga Callum, ¿qué vas a hacer? A lo mejor quieres limpiar las pruebas que te manchan las manos, los pantalones y el suelo.

Tienes aproximadamente una hora antes de que empiecen los problemas… y a ver como te las apañas para limpiar sin escobas ni nada.

A la hora de tu… saqueo, escuchas pasos por el exterior de la nave. El puerto está en completo silencio, así que el mínimo ruido es capaz de percibirse… sobretodo cuando tiran un cubo de basura. ¿Serán mapaches? Bueno, a lo mejor es hora de andarse con ojo.
¿Qué vas a hacer con los paquetes? ¿Te los comes? ¿Te los metes en el paquete?¿Empaquetado doble?

¿El ruido traerá algún peligro? ¿Qué harás? El sitio es grande, aún podrías seguir buscando más cosas que robar.