Dangerous [Isla]

Una de las criaturas más peligrosas de toda Dangerous. Es, como su nombre indica, un jaguar de casi cuatro metros de alto y once de largo. A pesar de que no sea su hábitat natural, se ha adaptado a vivir en el Bosque Kukulai. Su principal fuente de alimento son los habitantes del poblado de los Robles Fornidos, quienes viven en el bosque y adoran al jaguar como a un dios.

Uno de los tres demonios marinos que habitan las aguas alrededor de Dangerous. Su zona de caza está al suroeste, donde devora grandes tiburones y todo tipo de seres marinos, además de a los necios humanos que tratan de cazarlo. Mide veintiséis metros de largo y sus dientes son tan largos como una casa.

Uno de los tres demonios marinos que habitan las aguas alrededor de Dangerous. Es un ser gigantesco y también muy curioso, pues da la sensación de tener orejas. Sin embargo, arrasa con sus tentáculos todo lo que se le acerca y causa enormes daños a los barcos. Muchas veces, el mar se tiñe de negro debido a su tinta. Su área de caza está al sudeste, muy cerca de la del tiburón abisal, por lo que de vez en cuando se les puede ver pelear.

Uno de los tres demonios marinos que habitan las aguas alrededor de Dangerous. Es una esponja. Es verde. Es mortal. Puede no parecerlo , pero en la costa nor-noreste reina este temible ser. Nadie está muy seguro de cómo lo hace, pero se las arregla para matar a todo lo que se cruza en su camino. Algunos dicen que absorbe a los animales y a la gente a través de sus poros; otros, que puede moverse y embestir. En realidad no importa, ya que nadie quiere acercarse a comprobarlo.

Unos seres que habitan en una pequeña isla a tan solo milla y media de Dangerous, pero que pertenece a su territorio. Son tan grandes como un velociraptor, pero cuentan con un cuerpo musculoso y fornido, como un tigre a dos patas. Poseen unos sentidos temibles, una velocidad y fuerza endiabladas, unas garras demoníacamente afiladas que son capaces de despedazar a guerreros con armadura, y un instinto asesino como pocas especies tienen. Además cazan en manada y son muy inteligentes, capaces de aprender y evitar trampas o lugares peligrosos. Lo peor es que de vez en cuando cruzan a nado la distancia hasta la isla principal y causan estragos allí.

Son enormes dragones de komodo que un día, por cosas de la naturaleza, desarrollaron un gran gusto por devorar serpientes venenosas. Al final, evolucionaron hasta el punto de poder escupir veneno en veloces ráfagas. Viven en la Sierra de Barro, durmiendo bajo el fango y aguardando a sus presas.

Son enormes bolas cubiertas de púas afiladas que se camuflan en el fondo del mar, cubiertos de arena y rocas hasta que deciden salir a atacar a quien les molesta. El problema es que son tan grandes como un barco pesquero, por lo que no son pocos los que buceadores que mueren en la bahía donde viven, al norte de la isla, dándole a ese lugar el nombre de la Bahía de las Burbujas Rojas.

Habitan en la costa este de la isla. Algunas se quedan en la playa y otras se dedican a nadar por ahí. Pero no son para nada normales. Tienen unos dientes afilados como cuchillos y son tan rápidas como un caballo. Pueden devorar a un humano en menos de diez minutos.

Enormes aves que viven en lo alto de las Montañas Dentadas, devorando cualquier cosa más pequeñas que ellos. Lo peor no es su tamaño ni su tremendo sigilo, ni que sean capaces de esperar en el aire durante horas hasta que su presa se descuida, sino que tienen una piel impenetrable por las armas corrientes y además son ignífugos.

Viven en las zonas más espesas del bosque. Se dice que son blancos como la leche y que son capaces de drenar la sangre de un cuerpo en cuestión de pocos segundos. Nadie sabe dónde viven exactamente.

Monos de entre 2 y 6 metros de altura, con un solo ojo y un desmesurado instinto de preservación. Atacan a cualquiera que entre en su territorio y muchas veces se enfrentan a los humanos para poder beberse sus fluidos oculares.Algunas leyendas locales dicen que son tan feroces que se comieron su otro ojo y por eso son ciclópeos. Nunca se sabe.

Una especie de piraña de un vivo color esmeralda, que brillan cuando el sol se refleja en sus escamas. Miden cerca de metro y medio de largo cada una y tienen unos dientes tan grandes que casi no pueden cerrar la boca. Habitan en el río Bramante, el único río de la isla.

Por si fuera poco, existen otro montón de especies animales igual de peligrosas. Desde moscas gigantes hasta castores carnívoros, pasando por cerdos salvajes del tamaño de elefantes, ranas que segregan venenos mortales o alucinógenos, poderosos híbridos entre cebra y toro y diminutos parásitos de todo tipo, entre otros.

Hay pocos árboles que se defiendan como lo hace éste. Nadie sabe si está vivo o qué, pero golpea con sus ramas a todo lo que pasa cerca. Y no solo eso, sino que agarra a sus víctimas con sus lianas y los arrastra dentro de su grueso tronco, donde los devora mediante un proceso que nadie ha sido tan necio como para intentar descubrir.

En la Sierra de Barro existen unas flores púrpuras extremadamente venenosas, que emiten un gas letal. Acercarse a menos de dos metros de ellas es casi un suicidio. Curiosamente, tienen propiedades curativas y si se cuecen como es debido sirven para sanar cualquier enfermedad

Un arbusto de lo más común que sigue a la gente que pasa cerca. Cuando éstos se giran, el arbusto los sigue y se para cuando alguien lo mira. No hacen nada más pero son de lo más molestos. Mucha gente ha terminado perdida o loca por ahí por culpa de estas cosas.

Nadie estaba muy seguro de cómo llamar a esta cosa hasta que a alguien se le ocurrió un día bautizarlo como su señora esposa. Se trata de un árbol muy alto con la corteza recubierta de púas. Cada púa segrega una resina de lo más rara, que se extiende por el cuerpo de quién la toca hasta envolverlo por completo. Alrededor de cada uno de estos árboles hay varias personas encerradas en esta resina, como mosquitos preservados en ámbar.

Llamadas así por el intenso brillo que emiten. Ayudan a los buceadores a ver cuando están bajo el mar y además son comestibles.

Una especie de planta carnívora tremendamente grande, que en realidad no come carne. Claro que tiene un instinto asesino incontrolable. Ataca a todo lo que se mueve, tentándolo con un aroma hipnótico y destrozándolo con sus afilados dientes. No come, pero le gusta matar.

En alguna parte del Bosque Kukulai hay una seta, La Seta. Es gigantesca y bajo ella podría habitar un poblado entero. El problema es que es donde vive el Gran Jaguar y nadie que se haya acercado ha vuelto. Todos los animales de la isla veneran esa seta por alguna razón y jamás la dañan. Comerse un pedazo de esta seta -deliciosa y extremadamente nutritiva, por cierto- supone que todas las bestias del bosque se unan para masacrar al pobre desdichado que se haya atrevido.

La ciudad más grande y próspera, en el centro de la isla. Es el único reducto que proporciona una relativa tranquilidad, ya que cuenta con grandes muros construidos con piedra y una pasta hecha de huesos de monstruos marinos que resulta más resistente que cualquier cemento. Son la única ciudad que cuenta con un ejército oficial, los Unbroken, totalmente coordinado y disciplinado. Parte de Capital está ubicada en el interior del siniestro Bosque Kukulai, hábitat de los simios Kukulai, de los murciélagos Kukulai y de otros seres Kukulai igualmente horrorosos, por lo que muchas veces se ven obligados a defenderse de los ataques de esas bestias.


Los ciudadanos de Capital son los más civilizados, llegando casi a ser educados. Tienen escuelas y un hospital, así como arte y algún que otro bar, e incluso consiguen periódicos de vez en cuando. También imprimen el suyo propio, el Primordial, aunque como no suele haber muchas noticias la mayoría son poco más que cotilleos. Cuentan además con un casino en el que la gente se juega cualquier cosa, a veces incluso la propia vida. Algunos dicen que la casa siempre hace trampas, pero solo son habladurías de pobres, según dicen los dueños.


Su ropa es muy parecida a la que usa la mayoría de la gente en el resto del mundo. Sin embargo hay algún que otro excéntrico que siempre intenta de imponer nuevas modas, como por ejemplo la moda de vestir con hojas, la moda de vestir con tres capas de ropa incluso en verano o la moda de vestir con  mapaches vivos. Claro que ninguna suele funcionar.


La ciudad está gobernada por el Alcalde, que se ocupa de prácticamente todo. La seguridad y el mantenimiento del orden se les deja al ejército, pero éste responde también a las órdenes del Alcalde. el gobierno se encarga de proporcionar seguridad tras sus muros a todo el que la quiera y ofrece trabajo a sus ciudadanos, pero los impuestos y las tasas son brutales, de forma que la ciudad depende en su totalidad del gobierno incluso para cosas como la comida o las medicinas. Y hablando de medicinas, fabrican las suyas propias, y no solo remedios caseros con hierbas, sino que poseen un  par de laboratorios subterráneos donde los pocos que dominan esas materias se dedican a producir medicamentos y, ya de paso, la adictiva droga conocida como Luna. 


A los 16 años, toda persona capaz de combatir puede unirse a los Unbroken, que dado el elevado número de bajas siempre tienen plazas libres. Se les entrega una lanza, una espada y una armadura ligera y se confía en que cuando mueran al menos puedan encontrar y recuperar las armas. Se les reconoce por su armadura de bronce y por sus cascos con dos púas que parecen cuernos pequeños.

Los ciudadanos de Oo´Raken se enorgullecen de su poder marítimo. Construyen barcos pensados para resistir y combatir las mayores olas y las más temibles bestias. Los mejores guerreros se dedican a pescar grandes criaturas marinas para hacer armas con sus dientes y bañarse en su sangre. Se dice que los habitantes de esta ciudad son los más fieros de toda la isla y su fervor por la lucha es tal que no han construido muros en su ciudad, por lo que quedan expuestos a cualquier peligro. Suelen adornar sus ropas con huesos o piedras preciosas, así como con adornos de hierro negro o de bronce. Cuantos mas adornos teng aun guerrero, más fuerte se le considera.


Ya que su litoral es área de acción del demoníaco Pulpo Abisal, un ser de las profundidades temido por su furia y tamaño, odian a los pulpos y, en general, a cualquier criatura con tentáculos. De hecho, los consideran demonios. Su dios es un tal Igor, el profeta que en los albores del tiempo creó a todos los seres sin tentáculos a partir de agua salada, piedras, raíces y un poco de saliva para mantenerlo todo pegado.


En Oo´Raken se forjan también las mejores armas, no solo se construyen los mejores barcos. Cuanto mejores fueron sus barcos, más monstruos marinos lograron cazar y así usaron sus huesos para hacer armas mejores con las que armar sus naves y sus guerreros. De esa forma han vivido cientos de años. Desde niños, a los habitantes de la Ciudad sin Muros, como la llaman los de fuera, se les enseña a pelear con uñas y dientes. Pasan la mayor parte del tiempo navegando, así que algunos llegan a marearse hasta en tierra firme. A esos los llaman Garrakt, que en la antigua lengua de Dangerous significa "Los que no saben vivir en el suelo". Suena mejor en la versión original. 


El Mariscal es la principal autoridad de la ciudad, pero no hace mucho por mantener la ley. Básicamente, todo el mundo hace lo que considera oportuno, y el Mariscal solo actúa cuando hay delitos graves. Normalmente sus intervenciones suelen ir acompañadas por más de una cabeza aplastada. Cuando un Mariscal muere, se elige al más fuerte y digno para sustituirlo. Hacen varias pruebas para ver quién es el mejor de los guerreros, una de las cuales consiste en ver quién aguanta más golpes en la cabeza. Eso hace que muchos mariscales no estén muy equilibrados. 


Pero además, en Oo´Raken les encanta ponerse títulos y no hacen más que otorgarse honores a sí mismos. El Juguj es el nombre que se le da a aquel capaz de matar más pulpos en una hora; el título de Mamarronka es para quien más aguanta debajo del agua; Hakakai es aquel que más aceitunas puede comer.... y así dos docenas más.

En plena zona de tormentas, Verselia es constantemente afectada por poderosos huracanes, lo cual en cierto modo les beneficia. Han aprendido a construir edificios tremendamente resistentes y además su principal fuente de alimento son los peces y otros animales que los fuertes vientos mandan volando hasta su ciudad. Aún así son grandes constructores y han diseñado resistentes invernaderos para poder cultivar. Por desgracia por culpa de las constantes tormentas, han desarrollado una excesiva sensibilidad a la luz solar debido a las pocas veces que lo ven. Es más, en un día soleado, las calles quedan vacías por completo.


En Verselia son todos bastante sosos. Hablan poco y solo cuando es necesario y no conocen el concepto de diversión. Además siempre que hablan lo hacen en voz muy alta; se han acostumbrado debido a que no se oye bien por los fuertes vientos. Sus adornos y prendas de vestir son de colores muy vivos porque como el cielo siempre está nublado se han hartado del gris.


Son también unos agricultores excelentes, capaces de cultivar cualquier cosa y de construir resistentes invernaderos. Han desarrollado un fertilizante cuya receta es secreta para que los cultivos crezcan fuertes y sanos aun a pesar de la escasez de luz solar.


El Canciller gobierna Verselia como si fuese una gran familia. A esta gente se la considera bastante débil debido a su poco gusto por la lucha. En realidad, soportar tantas tormentas todo el rato les agria el carácter y los deja abotargados constantemente. Ninguno tiene mucho ánimo para pelear.

Los Sharkos residen en un peñón a un par de millas de la isla, el cual es la zona de caza preferida de enormes tiburones, incluido el Tiburón Abisal, un temible ser de las profundidades temido como un demonio. Viven día a día peleando con esos seres y preparándose para cazar al ser abisal -este tiburón es el principal motivo de mortandad entre esta gente-. También se encuentran dentro de lo que se conoce como la Costa de las Borrascas, por lo que deben soportar las fuertes tormentas a diario. Todos son expertos nadadores y se especializan en el combate con cuchillos o arpones. Los mejores guerreros se arrancan los dientes y se implantan dientes de tiburón en su lugar para demostrar su fuerza.

Hubo una época en Dangerous en la que los hombres salían a cazar grandes presas para ganar respeto y prestigio, pero la mayoría jamás volvía. Esto provocó que la gran cantidad de viudas que dejaban se fueran juntando en un único poblado. No tardaron en darse cuenta de que los hombres eran idiotas porque trataban de cazar a las mayores bestias, así que se dedicaron a la pesca, sobre todo la de los erizos de mar gigante que plagan la Bahía de las Burbujas Rojas. Se convirtieron en guerreras que no soportan a los hombres y con un talento innato para detectar la estupidez. Son muy inteligentes y suelen actuar en grupo, siempre en beneficio de su comunidad.

Los Celestiales son un grupo de fanáticos que piensan que algún día los ángeles les sacarán de la infernal tierra en la que viven. Por eso se mudaron a las cuevas de las Montañas Dentadas y ahí siguen, esperando. No son muy listos ni muy fuertes, pero como su higiene siempre ha sido muy mala, los animales de la isla suelen evitar comérselos.

Los únicos insensatos que vivirían en el oscuro Bosque Kukulai. Son enormes y fuertes, capaces de enfrentarse cuerpo a cuerpo con las criaturas más peligrosas. Sus armas son de madera, pero como muchos dominan el Haki, eso no es un problema. Adoran como su dios al Gran Jaguar, un felino gigantesco que de vez en cuando se pasea por su poblado y se come a alguien. Ellos no lo evitan por que no pueden tocarlo por ley, aunque algunos admiten que eligieron mal a su divinidad.

Este pueblo habita cerca de la costa sur, por lo que sufren constantemente el ataque de los tigrerraptores. Además son los más beligerantes de todos los habitantes de Dangerous, lo que ya es decir. Se pelean entre ellos a la mínima y siempre andan buscando bronca con alguien. Solo respetan la fuerza y quien quiera pasar por sus tierras tienen que pagar el Precio del Hueso: solo alguien capaz de romperse un hueso sin expresar dolor puede entrar en su poblado, y dentro del mismo está sujeto a las leyes de los Strongest. Claro que como ellos no tienen leyes, tienen pocos visitantes.