Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
"Saludos marine. ¿Qué te trae por aquí? ¡Oh! Ya veo, de modo que estás intentando ingresar en una flota y te han pedido credenciales y recomendaciones. Bueno, pues tal vez aquí logres alguna, al fin y al cabo parece que la cosa se está liando en los campos de cultivo. Al parecer las pequeñas disputas por el territorio están pasando a palabras mayores, lo que ha originado una pequeña guerra civil entre dos de esas autodenominadas familias. Al parecer son muy territoriales, o eso es lo que se dice de ellos.
¿En qué podrías ayudar? No se, echa un cable, ayuda a deshacer el entuerto, resuelve los problemas... Esas cosas. Ahora si me disculpas, yo y mi tripulación nos vamos de aquí, no queremos bronca."
¿En qué podrías ayudar? No se, echa un cable, ayuda a deshacer el entuerto, resuelve los problemas... Esas cosas. Ahora si me disculpas, yo y mi tripulación nos vamos de aquí, no queremos bronca."
El hombre que te ha traído en su barco mercante al parecer ni se había dado cuenta de donde te estaba llevando, y esas son las últimas palabras que te dice antes de irse por patas... Bueno, no literalmente... Ahora te ha dejado solo y desprovisto en una isla donde al parecer está pasando algo gordo. Bueno, puede ser tu momento para demostrar al capitán de la flota que quieres impresionar que estás más que cualificado para el puesto. Lo único es... ¿Por dónde empezar a moverse?
Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tras escuchar las palabras de aquel desconocido mis manos temblaron gradualmente con cada palabra que este decía, tras unos segundos trague un poco de saliva y me propuse a seguir con mi cometido, las lenguas hablaban de una guerra civil aparentemente de muy bajo calibre, pero que poco a poco iban escalando los niveles de violencia, hasta llegar al borde de un gran conflicto territorial,
-¿Estan locos o que?-
Dije con un tono un tanto agudo, de manera incrédula, y me armaba de valor para comenzar a adentrarme por la isla, con las piernas con aspecto un tanto cansados y pesados, hasta el punto de parecer estar arrastrandolos por el suelo a manera de queja
-Quería una recomendación, sin embargo... por esto mínimo seré capitán-
Decía de manera pesada tras un largo suspiro de desilusión, la cruda verdad es que en ese momento dudaba mucho que pudiera darle un alto al fuego a un conflicto bélico, a pesar de que fuera de pequeña escala, me encontraba bastante asustado debido a la tarea de tal magnitud que se me había encomendado, puesto a que era uno de los pocos servicios a la ley que había hecho en ese entonces.
Mi kimono danzaba al compás de la agradable brisa que inundaba el lugar, al igual que mi pelo se movía de manera agitada, deshaciendo ese estropicio de peinado que me había hecho por la mañana.
-Vamos, seras un lobo mas en los Crimson Wolves, un lobo no se asusta por nada-
dije mientras trataba de darme porras a mi mismo, y tratar de unir mi resquebrajada estima en ese entonces, me lleve la mano al pelo sintiendo mi largo pelaje, para terminar de desordenarlo y hacer que este tome la forma que quisiese, tras un par de segundos caminando trate de dejar las quejas a un lado, y fijarme mas en el camino de este, mi objetivo era llegar a algún tipo de civilización para a partir de ahí orientarme hacia donde fuera mas conveniente, si alguien tenia que acabar con toda esa locura debía de ser yo, eso si quería entrar a ser parte de un escuadrón de la marina.
Tras un par de minutos de caminata, pude avistar una especie de humilde cabaña, de muy reducido tamaño, las paredes de piedra inestables y su techo de paja dificultaban imaginar de que había alguien viviendo ahí, de seguro se trataba de un establecimiento temporal, dando un vistazo mas profundo sobre este, pude ver que en el marco de la puerta, esta parecía tener una especie de estandarte, mi intuición me dijo que quizás me hallaba cerca del territorio de una de las familias, y por ende de los campos de cultivo, a tan solo unos pasos de la cabaña, se hallaba una gran torre de madera, la cual parecía estar muy bien estructurada a base de materiales resistentes.
A simple vista parecía una especie de torre de vigía, las antorchas de esta no se hallaban encendidas, por lo que supuse de que alguien no andaba cerca de la torre por un tiempo, eche un pequeño vistazo analizando la torre, sin poder distinguir ninguna silueta sobre la sima de esta, era la oportunidad perfecta, dando largos vistazos agudice mi audición y trate de percibir movimiento mientras me acercaba a la puerta de la torre.
Estando justo delante de esta me dispuse a abrir la puerta de esta, la cual rechino de manera demencialmente alta, sin embargo no es como que le diera importancia, dudo que alguien atacara sin siquiera divisar quien se hallaba por ahí cerca, una vez abierta viendo en su interior, proseguí a escalar la gran escalera que daba hacia la cima de esta, mi precaución no tenia limites, teniendo cuidado en cada escalón, por miedo a que uno de estos se partiera por la antigüedad.
Una vez subiera a la cima de esta me dispondría a echar un detallado vistazo desde ese punto elevado, en busca de el campo de cultivos, y de alguna otra estructura, como las grandes casas de las familias en conflicto, o cualquier otra cosa que tuviera relevancia.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Qué buenas vistas oye. Has subido hasta lo alto de aquél torreón para ver que un poco más allá parece haber gente labrando. Pero oye que curioso, una torre de vigilancia, abandonada, un lugar que puede ser estratégico en medio de un conflicto, qué cosa más extraña, no? Oye, ¿Qué es esa hormiga que se acerca por el suelo? Hostias, parece ser una persona corriendo hacia la torre. Oops, o te han visto o no está tan desprotegida.
Yo de ti tendría cuidado, acabas de ver uno, pero claro, no estabas mirando abajo, sino al horizonte, ¿Quién sabe cuántos pueden haber entrado en la torre sin que te des cuenta? Tal vez te tomen por un enemigo si te descubren. O no, no lo se, yo solamente soy un mero narrador que te cuenta lo que tus ojosde elfo ven. Suerte con el encontronazo.
Yo de ti tendría cuidado, acabas de ver uno, pero claro, no estabas mirando abajo, sino al horizonte, ¿Quién sabe cuántos pueden haber entrado en la torre sin que te des cuenta? Tal vez te tomen por un enemigo si te descubren. O no, no lo se, yo solamente soy un mero narrador que te cuenta lo que tus ojos
Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Habia olvidado que se siente dar un respiro-
Mis ojos se mostraron calmados y apacibles ante aquel obra de arte que se mostraba ante mis ojos, todo estaba siendo cubierto por una hermosa luz dorada, el sol se encontraba en su cúspide anunciando el medio día, el panorama parecia ser algo bastante apacible, obreros labrando a lo lejos, lo que parecian ser un par de vacas pastando, y varios porcinos rodando por el lodo, las aparentemente grandes aves iban en bandadas por el cielo aleteando con fuerza.
Mi mirada se quedo paralizada ante ese hermoso paraíso que se encontraba justo delante de mi, inclusive se podia ver un grupo de niños jugando empujándose y jugando entre si, y sobre todo a una pequeña hormiga que se dirigía a toda velocidad hacia la torre en la que me encontraba, espera un momento...
-¿Que diablos?-
Ese pequeño punto que se veía desde la lejanía, parecía acercarse a toda la velocidad, desde esa distancia poco se podía ver, pero pude ver algo de color marrón bastante largo en las manos del individuo, muy probable que fuera algún tipo de rifle, espada, o incluso una lanza.
Mi pulso se vio considerablemente agitado, creo que me había metido en problemas,ese gran torreón podría estar implicado de manera muy comprometida como la guerra, quizás era un punto estratégico, y no dudarían ni un parpadeo en abrir fuego al pensar de que se podría tratar de algún enemigo, pero si era un punto tan importante, porque estaba abandonado en el momento que subí?
-¿Cuantos mas habrán subido?-
Rápidamente mi mente empezó a trabajar al instante, la katana no se me daba precisamente mal, sin embargo probablemente estaría en desventaja numérica, ellos tendrían armas de fuego, de todas formas no estaba en mis planes tener que herir a alguien inocente, ademas de que en caso de ser avistado atacando a uno de los dos bandos seria considerado criminal de uno de estos.
Mis ojos danzaban de izquierda a derecha, arriba hacia abajo tratando de buscar algo que me sea de utilidad para ser capaz de librarme de esta de una manera diplomática, estaba inspeccionando minuciosamente en busca de algún tipo de arma de fuego para defenderme o cualquier otra cosa que me pudiera ayudar, mi mirada era tensa, mientras mis oídos captaban varios pasos que venían de la parte inferior de la torre, mientras que podía escuchar como los guardias empezaban a subir la escalera de madera, la cual debido a ser bastante larga, me daría algo de tiempo para pensar en algo.
La tensión se palpaba, y como la situación estaba yendo aparentemente lo mejor en una situación como esa era tratar de solucionar las cosas de la manera menos sangrienta. En una de las esquinas de la cima de la torre pude ver una caja bastante desgastada y agrietada, mirando en su interior pude ver una especie de capa antigua y polvorienta, junto a este había un catalejo que parecía ser algo moderno, y estaba ligeramente adornado con colores pocos llamativos, tome el catalejo y lo guarde en el interior de mi kimono pensando que este podría ser útil mas tarde, rápidamente cubrí casi toda mi cara, cabeza y parte de mis brazos entre las capas.
Tras un par de segundos la guardia ya estaba ahí, se trataba de hombres armados que habían exaltados rápidamente a la torre, a partir de ese momento todo fue muy claro, aproveche mi baja estatura para tratar de aparentar de que era un chico bastante corto de edad, disculpándome por el acto osado de subir a la torre y alegando que había subido ahí por pura diversión.
Las disculpas e insultos volaron, pero al cabo de un rato, tras toda la algarabía que se había formado allí arriba se esfumo y me permitieron bajar del gran torreón, había sido una mala idea totalmente, mi mente había estado algo inactiva hasta hace un tiempo, parar un conflicto bélico por mínimo que sea lleva su tiempo, sin embargo había obtenido información valiosa de subir a esa torre, ahora ya se donde se encontraban los múltiples pueblos que se hallaban repartidos por toda la escena, así que me dispuse a caminar en dirección hacia donde se encontraba uno de los poblados, uno que se hallaba relativamente cerca, pero algo alejado de el área de las plantaciones.
Caminando entre el pequeño y colorido pueblo pude apreciar una especie de posada, tenia aspecto de ser algo barata, ademas de poseer un torreón mucho mas alto que el anterior, todo apuntaba que seria el mejor lugar para formar un pequeño centro de operaciones.
Me dirige al interior de la posada, pague un par de noches baratas con lo que tenia en el bolsillo, me instale en una de las habitaciones y a partir de ahí empece mi investigación.
Pase varios días subiendo constantemente al gran torreón de madera exactamente 2 semanas, pase una de las semanas avistando desde varios ángulos las pequeñas batallas las cuales por suerte no desembocaron en muertos, tan solo en simples heridos, y en espiar a uno de los bandos desde la gran lejania, socios, hijos, abuelos, lideres etc...
no conforme con haber espiado desde la lejania con el catalejo moderno que habia encontrado antes y recopilar toda la informacion que pude, me aventure por los caminos del pueblo, y de manera discreta haciendo preguntas a los pobladores, acerca de toda la data que podia sacar de ellos, tales como nombres, estados jerargicos, horarios de las batallas, limites territoriales, lugares de la zona, potencia armamentistica, linea de suministros etc...
Todos con el paso del tiempo se deberian de presentar a la luz del dia eventualmente, con mi otra semana hice exactamente lo mismo con el otro bando para ver todo lo que podia observar de ellos, sus costumbres, horarios de batalla, lideres, nombres etc, toda la informacion visual que tuviera alcance, apuntando todo en una libreta, desde descripciones, hasta horarios y personas importantes, pasadas las 2 semanas de investigaicon procederia a analizar todo lo que habria aprendido y avistado desde la lejania.
Mis ojos se mostraron calmados y apacibles ante aquel obra de arte que se mostraba ante mis ojos, todo estaba siendo cubierto por una hermosa luz dorada, el sol se encontraba en su cúspide anunciando el medio día, el panorama parecia ser algo bastante apacible, obreros labrando a lo lejos, lo que parecian ser un par de vacas pastando, y varios porcinos rodando por el lodo, las aparentemente grandes aves iban en bandadas por el cielo aleteando con fuerza.
Mi mirada se quedo paralizada ante ese hermoso paraíso que se encontraba justo delante de mi, inclusive se podia ver un grupo de niños jugando empujándose y jugando entre si, y sobre todo a una pequeña hormiga que se dirigía a toda velocidad hacia la torre en la que me encontraba, espera un momento...
-¿Que diablos?-
Ese pequeño punto que se veía desde la lejanía, parecía acercarse a toda la velocidad, desde esa distancia poco se podía ver, pero pude ver algo de color marrón bastante largo en las manos del individuo, muy probable que fuera algún tipo de rifle, espada, o incluso una lanza.
Mi pulso se vio considerablemente agitado, creo que me había metido en problemas,ese gran torreón podría estar implicado de manera muy comprometida como la guerra, quizás era un punto estratégico, y no dudarían ni un parpadeo en abrir fuego al pensar de que se podría tratar de algún enemigo, pero si era un punto tan importante, porque estaba abandonado en el momento que subí?
-¿Cuantos mas habrán subido?-
Rápidamente mi mente empezó a trabajar al instante, la katana no se me daba precisamente mal, sin embargo probablemente estaría en desventaja numérica, ellos tendrían armas de fuego, de todas formas no estaba en mis planes tener que herir a alguien inocente, ademas de que en caso de ser avistado atacando a uno de los dos bandos seria considerado criminal de uno de estos.
Mis ojos danzaban de izquierda a derecha, arriba hacia abajo tratando de buscar algo que me sea de utilidad para ser capaz de librarme de esta de una manera diplomática, estaba inspeccionando minuciosamente en busca de algún tipo de arma de fuego para defenderme o cualquier otra cosa que me pudiera ayudar, mi mirada era tensa, mientras mis oídos captaban varios pasos que venían de la parte inferior de la torre, mientras que podía escuchar como los guardias empezaban a subir la escalera de madera, la cual debido a ser bastante larga, me daría algo de tiempo para pensar en algo.
La tensión se palpaba, y como la situación estaba yendo aparentemente lo mejor en una situación como esa era tratar de solucionar las cosas de la manera menos sangrienta. En una de las esquinas de la cima de la torre pude ver una caja bastante desgastada y agrietada, mirando en su interior pude ver una especie de capa antigua y polvorienta, junto a este había un catalejo que parecía ser algo moderno, y estaba ligeramente adornado con colores pocos llamativos, tome el catalejo y lo guarde en el interior de mi kimono pensando que este podría ser útil mas tarde, rápidamente cubrí casi toda mi cara, cabeza y parte de mis brazos entre las capas.
Tras un par de segundos la guardia ya estaba ahí, se trataba de hombres armados que habían exaltados rápidamente a la torre, a partir de ese momento todo fue muy claro, aproveche mi baja estatura para tratar de aparentar de que era un chico bastante corto de edad, disculpándome por el acto osado de subir a la torre y alegando que había subido ahí por pura diversión.
Las disculpas e insultos volaron, pero al cabo de un rato, tras toda la algarabía que se había formado allí arriba se esfumo y me permitieron bajar del gran torreón, había sido una mala idea totalmente, mi mente había estado algo inactiva hasta hace un tiempo, parar un conflicto bélico por mínimo que sea lleva su tiempo, sin embargo había obtenido información valiosa de subir a esa torre, ahora ya se donde se encontraban los múltiples pueblos que se hallaban repartidos por toda la escena, así que me dispuse a caminar en dirección hacia donde se encontraba uno de los poblados, uno que se hallaba relativamente cerca, pero algo alejado de el área de las plantaciones.
Caminando entre el pequeño y colorido pueblo pude apreciar una especie de posada, tenia aspecto de ser algo barata, ademas de poseer un torreón mucho mas alto que el anterior, todo apuntaba que seria el mejor lugar para formar un pequeño centro de operaciones.
Me dirige al interior de la posada, pague un par de noches baratas con lo que tenia en el bolsillo, me instale en una de las habitaciones y a partir de ahí empece mi investigación.
Pase varios días subiendo constantemente al gran torreón de madera exactamente 2 semanas, pase una de las semanas avistando desde varios ángulos las pequeñas batallas las cuales por suerte no desembocaron en muertos, tan solo en simples heridos, y en espiar a uno de los bandos desde la gran lejania, socios, hijos, abuelos, lideres etc...
no conforme con haber espiado desde la lejania con el catalejo moderno que habia encontrado antes y recopilar toda la informacion que pude, me aventure por los caminos del pueblo, y de manera discreta haciendo preguntas a los pobladores, acerca de toda la data que podia sacar de ellos, tales como nombres, estados jerargicos, horarios de las batallas, limites territoriales, lugares de la zona, potencia armamentistica, linea de suministros etc...
Todos con el paso del tiempo se deberian de presentar a la luz del dia eventualmente, con mi otra semana hice exactamente lo mismo con el otro bando para ver todo lo que podia observar de ellos, sus costumbres, horarios de batalla, lideres, nombres etc, toda la informacion visual que tuviera alcance, apuntando todo en una libreta, desde descripciones, hasta horarios y personas importantes, pasadas las 2 semanas de investigaicon procederia a analizar todo lo que habria aprendido y avistado desde la lejania.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Nota importante:
- No. Osea, no. Has hecho lo que te ha dado la gana sin tener en cuenta lo que el moderador te dicta, y eso no va así compañero. Te voy a decir un par de puntos que has cometido errores.
1- Si el moderador te dice "ves gente labrando" es que ves unos campos de cultivo, no que ves un pueblo, y automáticamente sabes llegar al segundo.
2- Si el moderador no te dice cuántos NPC's hay en tu zona, no puedes inventártelos tú, y menos todavía puedes decir cómo van de armados y las acciones que toman. En la historia en mi cabeza solo iban tres personas que te podían dar pistas para tu misión, pero como ahora te has inventado eso has perdido dicha ventaja.
3- Te has inventado cómo es el pueblo, las gentes que hay y lo que hacen, cuando eso es algo que debe decirte el moderador.
4- A no ser que el moderador te de vía libre, no puedes rolear más que la escena que tienes a continuación, si yo te digo "tienes libertad para rolear X días, o X semanas", pues entonces puedes hacerlo, sino tienes que limitarte a lo que te pongo en la moderación, actúa con lo que sabes, no inventes.
Ahora, sabiendo esto, voy a continuar la moderación. Intenta no volver a hacerlo, pues la próxima vez no lo pasaré por alto, ya que antes tal vez no lo sabías (aunque deberías haberlo visto en las normas), y puede ser comprensible, no llevas mucho tiempo en el rol y lo comprendo, pero ahora ya sabes lo que hay, trata de no volver a hacerlo.
¡Recórcholis! Ese catalejo parecía estar en buen estado, pero cuando lo coges y te pones a mirar, mala suerte, tiene las lentes agrietadas y no ves un carajo, una pena chico. Vas por el pueblo, preguntando en busca de información, aunque la mayoría no necesitas insistir mucho, los ancianos del pueblo parecen dispuestos a contarte batallitas sobre sus tiempos mozos, sobre sus hijos y lo orgullosos que están de sus nietos... Bueno, no todos, algunos no tragan a sus nueros y están descontentos con cómo han salido sus nietos. Pero parece que no consigues sacar nada en claro, una pena. Y ni siquiera sabes dónde hay otro pueblo, un coñazo oye, pero que puedes ir explorando por ahí y buscarlo si quieres, no seré yo quien te lo impida.
Al amanecer del decimoquinto día, te encuentras en tu cama en la posada, una vez te levantas de la cama puedes ver que no estás solo, hay alguien sentado en una silla a los pies de tu cama. Te apunta con un arma de fuego y sonríe. Maldita la hora que dejaste tus armas al otro lado de la habitación.
-No te muevas de ahí o te incrusto los sesos en las sábanas.
Yo de tí le obedecería, estás sin armas, amodorrado por la dormilona y completamente indefenso.
-Llevas unos días llamando la atención de la gente. Está claro que no eres de aquí, haces preguntas muy estúpidas y despreocupadas a cualquiera. ¿Quién eres y a qué diantres has venido? ¿Por que te interesa tanto la jerarquía militar del pueblo y las batallas? Maldita sea, si ni siquiera hay batallas, apuesto a que no tienes idea de donde te has metido. ¿Te doy un consejo? Coge el primer barco y lárgate de aquí... Pero antes, responde a mis preguntas pequeño mequetrefe.
Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Lo que parecía ser un buen plan se desmorono casi al instante, pasado tantos días, el aparentemente moderno y super lujoso catalejo era todo un desastre, tenia una gran parte del lente roto, y estaba totalmente resquebrajado, definitivamente seria imposible ver algo a través de ese cacharro, la única esperanza que me quedaba provenía del pueblo, era momento de ponernos manos a la obra y hacer una ligera investigación del terreno, y preguntar a los habitantes.
Miles de preguntas, a viejos los que parecían creer que sus nietos lo eran todo, al igual de que el tiempo estaba de sobra, maldición, todos y cada uno de los días estaban siendo totalmente opacados por esos viejos risueños, lamentablemente, en todo el tiempo que pase mi instancia por ahí no pude encontrar nada de información, y tampoco estaba lo suficientemente loco como para adentrarme en terreno hostil o territorio enemigo, todo parece ir cuesta abajo y sin frenos.
Después de otro día mas de andar de extremo a extremo del pequeño poblado preguntando a las personas, tratando de no llamar suficiente la atención, mi agotamiento no conocía limites, me encontraba exhausto, por lo que bastante tarde en la noche me dispuse a aterrizar una vez mas en la posada en la cual estaba acostumbrado y descansar un poco, tire mi cuerpo boca arriba de la cómoda cama, mientras dejaba que mi pelo se repartiera uniforme mente por las sabanas blancas.
Un rayo de sol dio de lleno en mis ojos colocando mi conciencia en su debido lugar, abrí mis ojos, ejecutando un movimiento un tanto brusco con la cabeza, apartando mi cara del haz de luz. Mientras que varios huesos tronaban, incline mi torso hacia arriba, quedando sentado en la cama, aun con la visión un tanto borrosa estire mis dos brazos hacia arriba, mientras que ejecutaba un profundo bostezo, todo parecía estar en su lugar.
Hasta que una voz que provenía de mi costado, desde una silla a los pies de mi cama, tras escuchar que decía, solo mantuve mis dos brazos levantados como ya estaban hasta entonces, y abrir los ojos para poder presenciar a una persona sentada en la silla, el cual estaba armado con una arma de fuego, mis armas no estaban cerca, y no podía pensar con claridad, lo mejor seria simplemente obedecer sus ordenes
-Mi nombre es Kiryu, Kiryu Hatake, soy un miembro de la marina, y estoy en busca de recomendaciones para poder entrar en una flota, la cosa es que para conseguirlas he tenido que venir aqui, y detener el conflicto de las dos grandes familias que hay por aquí.-
Mi voz era un tanto temblorosa mientras estaba petrificado por el miedo
-Esto puede llegar a ocasionar muchas muertes, tanto como civiles y militares, mantener un conflicto es bastante costoso, y lo único que quisiera conseguir es parar todo este lió de una manera diplomática, sin líos, ni mas sangre, ni violencia-
No parecía ser una persona normal, solo esperaba que fuera algún habitante de la isla, para tratar de hacerle entrar en razón.
-Como ves, mis intenciones no son malas en lo absoluto, parar el conflicto mejoraría las cosas, y no planeo irme de aquí hasta que todo esto este solucionado, aunque claro, resulta ser mas difícil de lo que creía, y estoy haciendo lo yo solo, después de todo un lobo nunca ataca solo-
Mis intenciones se hacían notar al pasar del tiempo, mas tarde procedería a ir al grano de lo que trataría decir
-Me vendría bien algún aliado que me contara la situación de la isla, y me diera pistas para acabar con esto de una vez por todas, y si te llega a interesar, en caso de que se me de una recompensa por parar este embrollo, compartiré una pequeña parte con mis aliados, ¿te animas?-
Habia sido un paso bastante arriesgado, sin embargo ya había dado a entender que no era peligroso y mis intenciones, eso quizá me garantizaría que mis sesos se mantuvieran en su sitio por ahora, y con tal de que la fortuna me sonría, podría obtener a un informante de la situación de la isla.
Miles de preguntas, a viejos los que parecían creer que sus nietos lo eran todo, al igual de que el tiempo estaba de sobra, maldición, todos y cada uno de los días estaban siendo totalmente opacados por esos viejos risueños, lamentablemente, en todo el tiempo que pase mi instancia por ahí no pude encontrar nada de información, y tampoco estaba lo suficientemente loco como para adentrarme en terreno hostil o territorio enemigo, todo parece ir cuesta abajo y sin frenos.
Después de otro día mas de andar de extremo a extremo del pequeño poblado preguntando a las personas, tratando de no llamar suficiente la atención, mi agotamiento no conocía limites, me encontraba exhausto, por lo que bastante tarde en la noche me dispuse a aterrizar una vez mas en la posada en la cual estaba acostumbrado y descansar un poco, tire mi cuerpo boca arriba de la cómoda cama, mientras dejaba que mi pelo se repartiera uniforme mente por las sabanas blancas.
Un rayo de sol dio de lleno en mis ojos colocando mi conciencia en su debido lugar, abrí mis ojos, ejecutando un movimiento un tanto brusco con la cabeza, apartando mi cara del haz de luz. Mientras que varios huesos tronaban, incline mi torso hacia arriba, quedando sentado en la cama, aun con la visión un tanto borrosa estire mis dos brazos hacia arriba, mientras que ejecutaba un profundo bostezo, todo parecía estar en su lugar.
Hasta que una voz que provenía de mi costado, desde una silla a los pies de mi cama, tras escuchar que decía, solo mantuve mis dos brazos levantados como ya estaban hasta entonces, y abrir los ojos para poder presenciar a una persona sentada en la silla, el cual estaba armado con una arma de fuego, mis armas no estaban cerca, y no podía pensar con claridad, lo mejor seria simplemente obedecer sus ordenes
-Mi nombre es Kiryu, Kiryu Hatake, soy un miembro de la marina, y estoy en busca de recomendaciones para poder entrar en una flota, la cosa es que para conseguirlas he tenido que venir aqui, y detener el conflicto de las dos grandes familias que hay por aquí.-
Mi voz era un tanto temblorosa mientras estaba petrificado por el miedo
-Esto puede llegar a ocasionar muchas muertes, tanto como civiles y militares, mantener un conflicto es bastante costoso, y lo único que quisiera conseguir es parar todo este lió de una manera diplomática, sin líos, ni mas sangre, ni violencia-
No parecía ser una persona normal, solo esperaba que fuera algún habitante de la isla, para tratar de hacerle entrar en razón.
-Como ves, mis intenciones no son malas en lo absoluto, parar el conflicto mejoraría las cosas, y no planeo irme de aquí hasta que todo esto este solucionado, aunque claro, resulta ser mas difícil de lo que creía, y estoy haciendo lo yo solo, después de todo un lobo nunca ataca solo-
Mis intenciones se hacían notar al pasar del tiempo, mas tarde procedería a ir al grano de lo que trataría decir
-Me vendría bien algún aliado que me contara la situación de la isla, y me diera pistas para acabar con esto de una vez por todas, y si te llega a interesar, en caso de que se me de una recompensa por parar este embrollo, compartiré una pequeña parte con mis aliados, ¿te animas?-
Habia sido un paso bastante arriesgado, sin embargo ya había dado a entender que no era peligroso y mis intenciones, eso quizá me garantizaría que mis sesos se mantuvieran en su sitio por ahora, y con tal de que la fortuna me sonría, podría obtener a un informante de la situación de la isla.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El tipo escucha todo lo que le dices atentamente, al final del todo sencillamente se queda como un poco empanado mirándote. Al momento comienza a descojonarse como si hubiera escuchado el mejor chiste de su vida. Le cuesta unos segundos volver a mantener la compostura y, todavía apuntándote, y con lágrimas de risa en los ojos te habla de nuevo.
-Hacía tiempo que no escuchaba nada similar. O bien eres un chico muy ingenuo, o no tienes idea de donde te has metido. ¿Estás aquí como una mera prueba de acceso a la marina? Venga hombre, eso no hay quien se lo trague. -Vuelve a reirse, te deja de apuntar, parece que le has caído bien.- Mira niño, no se por qué estás aquí, no quiero otra versión, esta ya me ha hecho reirme bastante. Pero vas listo si crees que podrás parar a los jefes de las familias. Hace años que se la tienen jurada entre sí por culpa de una tonta disputa. Al parecer la hija de uno no quiso casarse con el hijo del otro, y bueno, ya sabes lo que pasa con los desamo... -Se queda mirandote pensativo en ese momento.- Bueno, en cualquier caso, no es nada fácil hacer entrar en razón a esos dos gruñones. Hazme caso, uno de ellos es mi jefe, y créeme que nadie quiere más que yo que ese conflicto de mierda acabe, sabes? Verás, el pueblo enfrentado está a unos kilómetros al norte, y ahí es donde vive mi querida y preciosa amada, pero mientras esto no se acabe no podré volver a verla. Mi madre ya me lo dijo, que no era buena idea juntarse con nadie de pueblos ajenos. ¿Pero sabes qué? Lo que tenemos ella y yo es especial, es algo que puede mover montañas es algo que...
Y el tío no parece tener fin, parece que le hayan recargado las pilas y tenga una autolubricación en la boca, por que el cabrón no para de hablarte de su vida y cosas que no vienen al caso. Bueno, logras entender entre su palabrería sin sentido que estaba allí por que pensaba que eras un espía, concretamente diciendo algo como esto:
-Y bueno, pensaba que eras un espía, tu comportamiento no era nada normal y, oye, espero que no te lo tomes a mal, pero es lo que dabas a pensar. No serás un espía de verdad, ¿no? ¡Nah! No lo creo, tengo buen ojo para esa gente, y no me lo has parecido ni un solo instante, tan solo vine por que el jefe me pidió que siguiese todos los rumores. ¿Sabes que realmente hay algún espía infiltrado? Por eso no vas a conseguir sonsacar información de nadie, la gente no quiere morir por una tontería, si acaso algún viejo lobo te contará sus batallitas de joven pero no les hagas mucho caso, la mayoría ya están seniles...
Y ahí sigue dándole a la sinhueso... Yo creo que o le haces callar diciéndole algo, o el tio no se va a cansar de cotorrear. Y como que recién levantado sienta como un taladrazo directo en la sien, como que si le dejas hablar un poco más vas a caer inconsciente del dolor de cabeza que te está provocando este tipo... O no, la verdad, tal vez solamente llegue a irritarte... Realmente es un poco pesado.
-Hacía tiempo que no escuchaba nada similar. O bien eres un chico muy ingenuo, o no tienes idea de donde te has metido. ¿Estás aquí como una mera prueba de acceso a la marina? Venga hombre, eso no hay quien se lo trague. -Vuelve a reirse, te deja de apuntar, parece que le has caído bien.- Mira niño, no se por qué estás aquí, no quiero otra versión, esta ya me ha hecho reirme bastante. Pero vas listo si crees que podrás parar a los jefes de las familias. Hace años que se la tienen jurada entre sí por culpa de una tonta disputa. Al parecer la hija de uno no quiso casarse con el hijo del otro, y bueno, ya sabes lo que pasa con los desamo... -Se queda mirandote pensativo en ese momento.- Bueno, en cualquier caso, no es nada fácil hacer entrar en razón a esos dos gruñones. Hazme caso, uno de ellos es mi jefe, y créeme que nadie quiere más que yo que ese conflicto de mierda acabe, sabes? Verás, el pueblo enfrentado está a unos kilómetros al norte, y ahí es donde vive mi querida y preciosa amada, pero mientras esto no se acabe no podré volver a verla. Mi madre ya me lo dijo, que no era buena idea juntarse con nadie de pueblos ajenos. ¿Pero sabes qué? Lo que tenemos ella y yo es especial, es algo que puede mover montañas es algo que...
Y el tío no parece tener fin, parece que le hayan recargado las pilas y tenga una autolubricación en la boca, por que el cabrón no para de hablarte de su vida y cosas que no vienen al caso. Bueno, logras entender entre su palabrería sin sentido que estaba allí por que pensaba que eras un espía, concretamente diciendo algo como esto:
-Y bueno, pensaba que eras un espía, tu comportamiento no era nada normal y, oye, espero que no te lo tomes a mal, pero es lo que dabas a pensar. No serás un espía de verdad, ¿no? ¡Nah! No lo creo, tengo buen ojo para esa gente, y no me lo has parecido ni un solo instante, tan solo vine por que el jefe me pidió que siguiese todos los rumores. ¿Sabes que realmente hay algún espía infiltrado? Por eso no vas a conseguir sonsacar información de nadie, la gente no quiere morir por una tontería, si acaso algún viejo lobo te contará sus batallitas de joven pero no les hagas mucho caso, la mayoría ya están seniles...
Y ahí sigue dándole a la sinhueso... Yo creo que o le haces callar diciéndole algo, o el tio no se va a cansar de cotorrear. Y como que recién levantado sienta como un taladrazo directo en la sien, como que si le dejas hablar un poco más vas a caer inconsciente del dolor de cabeza que te está provocando este tipo... O no, la verdad, tal vez solamente llegue a irritarte... Realmente es un poco pesado.
Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Habia un espía infiltrado?, esa ultima parte había llamado bastante mi atención, tanto, que en medio de la palabrería, esperaba escuchar algo mas de el, sin embargo una sola palabra mas sobre ese individuo salio de la boca de aquel hombre
-Ves? Entonces tenemos el mismo objetivo actualmente, de alguna manera este lió debería de acabar en algún momento-
Me había alegrado bastante de saber de que al parecer transmitía una sensación amigable hacia ese hombre, y mas aun de que mis sesos permanecieran inmóviles justo en su sitio, al parecer el tipo había bajado su cañón para proceder con una larga carcajada que me dejo confundido durante un momento,
-¿Una amada?, interesante-
En realidad lo había sido durante los primeros minutos, sin embargo tras un tiempo mas ese tema se habia vuelto aberrantemente cansino, sin embargo espere un par de segundos para ver si se callaba sin resultado alguno
-¿Yo? ¿Un espía?-
Decía tratando de imitar sin mucho éxito un todo de indignación, sin embargo me mantenía atentamente a todo lo que me estaba diciendo, esto por tres motivos, que no se sintiera ofendido en ningún momento, ganarme su confianza, y por ende quizás su alianza, y la mas importante de todas, mantener mi cabeza sin ningún agujero por momentos.
Después de un largo rato, la palabrería se hizo eterna, así que dispuse a ponerme en marcha, aprovechando a que el cañon de su arma no me estaba apuntando, y estaba bastante distraído en la conversación, me dispuse a bajar mis manos y usarlas para arreglarme un poco el cabello para que no pareciera tan desarborotado, hacer unos lentos estiramientos, y quitar la manta que me cubria la mitad del cuerpo, para que mientras hablaba de manera inconsciente con el tipo para que no se diera cuenta de mis intenciones, me baje de la cama, y fui lentamente ademas de manera directa a tomar mi katana como si fuera lo mas normal del mundo, para rápidamente guardarla en su respectiva funda para que no llamara la atención ni generara un ambiente de peligro.
-¿Oye, ya he escuchado suficiente de ti como para saber que no eres simplemente un hombre de guerra preparado para morir en cualquier momento, tienes un motivo para seguir, tu amada, yo también tengo el mio, así que, que te parece si paramos este conflicto juntos?-
Ahí va otro tiro arriesgado, pero había mencionado a su amada para tratar de ablandarlo un poco, podria ser un potencial aliado para detener la guerra
-Dices que no tengo ni idea de donde estoy, necesito saber mas información de ese espía, y necesito que me lleves hacia algunos puntos de interés cercanos al área de conflicto, ademas de información de la zona y sobre tu líder,-
Quizás en ese momento fui demasiado directo, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas
-Se que eso sonó muy repentino, pero solo tu y yo podemos parar esta destilería de sangre, de seguro tendrás un montón de cosas interesantes que contarme mientras me llevas a esos puntos de interés, recuerda que haremos esto de manera pacifica y sin provocar daños innecesarios, y si asi lo quieres, deberíamos de marchar, ¿Cierto?-
Me acerque hacia a el lentamente, notando que a pesar de que el permanecía sentado, por poco era mas alto que yo, dejando en evidencia mi corto tamaño, eso debería dar un sentimiento de sumisión, y en su caso, de autoridad, lo cual me serviría para simpatizar mejor con el, alce mi mano en direccion hacia a el, extendiendo la mano para estrechar con la suya, mientras sujetaba la funda de mi katana, con la antes mencionada dentro.
-Tal como he dicho antes mi nombre es Kyriu, y por no haberme reventado los sesos puedes llamarme Kyr, ¿Tienes un nombre?-
-Ves? Entonces tenemos el mismo objetivo actualmente, de alguna manera este lió debería de acabar en algún momento-
Me había alegrado bastante de saber de que al parecer transmitía una sensación amigable hacia ese hombre, y mas aun de que mis sesos permanecieran inmóviles justo en su sitio, al parecer el tipo había bajado su cañón para proceder con una larga carcajada que me dejo confundido durante un momento,
-¿Una amada?, interesante-
En realidad lo había sido durante los primeros minutos, sin embargo tras un tiempo mas ese tema se habia vuelto aberrantemente cansino, sin embargo espere un par de segundos para ver si se callaba sin resultado alguno
-¿Yo? ¿Un espía?-
Decía tratando de imitar sin mucho éxito un todo de indignación, sin embargo me mantenía atentamente a todo lo que me estaba diciendo, esto por tres motivos, que no se sintiera ofendido en ningún momento, ganarme su confianza, y por ende quizás su alianza, y la mas importante de todas, mantener mi cabeza sin ningún agujero por momentos.
Después de un largo rato, la palabrería se hizo eterna, así que dispuse a ponerme en marcha, aprovechando a que el cañon de su arma no me estaba apuntando, y estaba bastante distraído en la conversación, me dispuse a bajar mis manos y usarlas para arreglarme un poco el cabello para que no pareciera tan desarborotado, hacer unos lentos estiramientos, y quitar la manta que me cubria la mitad del cuerpo, para que mientras hablaba de manera inconsciente con el tipo para que no se diera cuenta de mis intenciones, me baje de la cama, y fui lentamente ademas de manera directa a tomar mi katana como si fuera lo mas normal del mundo, para rápidamente guardarla en su respectiva funda para que no llamara la atención ni generara un ambiente de peligro.
-¿Oye, ya he escuchado suficiente de ti como para saber que no eres simplemente un hombre de guerra preparado para morir en cualquier momento, tienes un motivo para seguir, tu amada, yo también tengo el mio, así que, que te parece si paramos este conflicto juntos?-
Ahí va otro tiro arriesgado, pero había mencionado a su amada para tratar de ablandarlo un poco, podria ser un potencial aliado para detener la guerra
-Dices que no tengo ni idea de donde estoy, necesito saber mas información de ese espía, y necesito que me lleves hacia algunos puntos de interés cercanos al área de conflicto, ademas de información de la zona y sobre tu líder,-
Quizás en ese momento fui demasiado directo, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas
-Se que eso sonó muy repentino, pero solo tu y yo podemos parar esta destilería de sangre, de seguro tendrás un montón de cosas interesantes que contarme mientras me llevas a esos puntos de interés, recuerda que haremos esto de manera pacifica y sin provocar daños innecesarios, y si asi lo quieres, deberíamos de marchar, ¿Cierto?-
Me acerque hacia a el lentamente, notando que a pesar de que el permanecía sentado, por poco era mas alto que yo, dejando en evidencia mi corto tamaño, eso debería dar un sentimiento de sumisión, y en su caso, de autoridad, lo cual me serviría para simpatizar mejor con el, alce mi mano en direccion hacia a el, extendiendo la mano para estrechar con la suya, mientras sujetaba la funda de mi katana, con la antes mencionada dentro.
-Tal como he dicho antes mi nombre es Kyriu, y por no haberme reventado los sesos puedes llamarme Kyr, ¿Tienes un nombre?-
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El tipo se te queda mirando, dubitativo, casi empanado, como si se hubiera quedado paralizado durante unos segundos. En serio, ese tipo no es normal, le pasa algo en la cocorota. Finalmente te mira seriamente y te habla.
-¿Información sobre el jefe? ¿Destilería de sangre? Mira, no se de qué puñetas me hablas. Pero si lo que quieres es saber cosas sobre el jefe la mejor manera es ir a hablar directamente con él. Aunque no es muy buena idea... ¡Bah! ¿Qué diablos? Sígueme.
Sale de allí viendo que ya te habías preparado, ni se fija en si le sigues, solo va a su royo. Si le sigues verás que va rápido, no para de moverse de un lado a otro, como si estuviera intentando despistar a alguien. De pronto se detiene. Notas la tensión palparse.
-Ya está bien. Maldita escoria.
Vuelve a sacar su arma y ves que se gira rápidamente hacia tí y pega un disparo que ni ves venir. Por suerte no iba hacia tí la bala, y lo único que hace es peinarte un poco al lado de la oreja. A continuación, un grito a tu espalda y un tipo en el suelo con un balazo en la rodilla. Ufff eso debe de doler. Tu compañero salta y, como si fuese un simio enfurecido comienza a golpear en la cabeza al otro hasta dejarlo inconsciente.
-Uff. Perdona Kyr. ¿Era así, verdad? Este paleto nos estaba siguiendo. ¿Sabes? Tengo un olfato muy bueno, puedo distinguir el olor de muchas personas diferentes, y al dar tantas vueltas he visto que ese siempre estaba detrás nuestro... Por cierto. ¿Qué hacías detrás? Casi te pego un tiro en la frente, si no llego a olerte en el último momento ahora tendría vía directa a tus sesos. No estás en lo que estás, muy mal. ¿Y tú quieres ayudarnos? Una recomendación, no le cuentes nada de esto al jefe, solo di que estabas cerca y quieres unirte o yo que se, di lo que quieras, en verdad da igual. Pero eso si, no hagas enfadar al jefe, hagas lo que hagas no nombres al hijo del clan enemigo y pase lo que pase no dudes en decir lo hermosa que es su querida y maravillosa hijita del alma, de no ser así puedes no sobrevivir para contar hasta diez de nuevo. ¡Oh! Que no se nos olvide, este parecía ser el espía, se ve que nos ha encontrado, o nos ha estado siguiendo... ¡Joder! te había encontrado a tí, tienes suerte de que yo llegase antes, aunque si no le llego a pillar estaría ahora detrás de nosotros y encontraría al jefe... ¡Eres muy descuidado! ¡Casi nos pillan por tu culpa! Aunque bueno, gracias a tí le hemos cogido... En fin. Sigamos... ¿Sabes? Se me da genial la cocina, ayer por la tarde preparé unos canelones de pescado que están para chuparse los dedos, y no lo digo yo, lo dicen mis increíbles papilas gustativas...
Bueno, me parece que la mitad de lo que te he dicho no te será de utilidad. Pero oye, al menos en algo habéis avanzado. Aunque el tipo no se calla ni debajo del agua, por lo menos sigue andando y finalmente, tras unos dos minutos más de charreta que se te hacen infinitos, llegáis a una casa, la más llamativa de todo el pueblo, por la cual habéis dado siete vueltas alrededor en todo el tiempo que estáis andando. En la entrada pone en un letrero con luces de neón: Gran jefe.
Cuando las puertas se abren, puedes ver a un tipo con barbas generosas, que medirá como dos metros y pesará unos doscientos cincuenta kilos, sentado en una especie de trono que es el doble de grande que él. A su lado hay una especie de cerdo cruzado con mandril (o por lo menos lo parece) con un terrible problema de acné, vestido con elegantes prendas de linda y delicada damisela. Cuando os acercáis el grandullón barbudo habla.
-¿Qué me traes, Ape? ¿Son esos dos los espías? Dime enano. -Parece que se refiere a tí.- ¿Quién eres y qué haces aquí?
-¿Información sobre el jefe? ¿Destilería de sangre? Mira, no se de qué puñetas me hablas. Pero si lo que quieres es saber cosas sobre el jefe la mejor manera es ir a hablar directamente con él. Aunque no es muy buena idea... ¡Bah! ¿Qué diablos? Sígueme.
Sale de allí viendo que ya te habías preparado, ni se fija en si le sigues, solo va a su royo. Si le sigues verás que va rápido, no para de moverse de un lado a otro, como si estuviera intentando despistar a alguien. De pronto se detiene. Notas la tensión palparse.
-Ya está bien. Maldita escoria.
Vuelve a sacar su arma y ves que se gira rápidamente hacia tí y pega un disparo que ni ves venir. Por suerte no iba hacia tí la bala, y lo único que hace es peinarte un poco al lado de la oreja. A continuación, un grito a tu espalda y un tipo en el suelo con un balazo en la rodilla. Ufff eso debe de doler. Tu compañero salta y, como si fuese un simio enfurecido comienza a golpear en la cabeza al otro hasta dejarlo inconsciente.
-Uff. Perdona Kyr. ¿Era así, verdad? Este paleto nos estaba siguiendo. ¿Sabes? Tengo un olfato muy bueno, puedo distinguir el olor de muchas personas diferentes, y al dar tantas vueltas he visto que ese siempre estaba detrás nuestro... Por cierto. ¿Qué hacías detrás? Casi te pego un tiro en la frente, si no llego a olerte en el último momento ahora tendría vía directa a tus sesos. No estás en lo que estás, muy mal. ¿Y tú quieres ayudarnos? Una recomendación, no le cuentes nada de esto al jefe, solo di que estabas cerca y quieres unirte o yo que se, di lo que quieras, en verdad da igual. Pero eso si, no hagas enfadar al jefe, hagas lo que hagas no nombres al hijo del clan enemigo y pase lo que pase no dudes en decir lo hermosa que es su querida y maravillosa hijita del alma, de no ser así puedes no sobrevivir para contar hasta diez de nuevo. ¡Oh! Que no se nos olvide, este parecía ser el espía, se ve que nos ha encontrado, o nos ha estado siguiendo... ¡Joder! te había encontrado a tí, tienes suerte de que yo llegase antes, aunque si no le llego a pillar estaría ahora detrás de nosotros y encontraría al jefe... ¡Eres muy descuidado! ¡Casi nos pillan por tu culpa! Aunque bueno, gracias a tí le hemos cogido... En fin. Sigamos... ¿Sabes? Se me da genial la cocina, ayer por la tarde preparé unos canelones de pescado que están para chuparse los dedos, y no lo digo yo, lo dicen mis increíbles papilas gustativas...
Bueno, me parece que la mitad de lo que te he dicho no te será de utilidad. Pero oye, al menos en algo habéis avanzado. Aunque el tipo no se calla ni debajo del agua, por lo menos sigue andando y finalmente, tras unos dos minutos más de charreta que se te hacen infinitos, llegáis a una casa, la más llamativa de todo el pueblo, por la cual habéis dado siete vueltas alrededor en todo el tiempo que estáis andando. En la entrada pone en un letrero con luces de neón: Gran jefe.
Cuando las puertas se abren, puedes ver a un tipo con barbas generosas, que medirá como dos metros y pesará unos doscientos cincuenta kilos, sentado en una especie de trono que es el doble de grande que él. A su lado hay una especie de cerdo cruzado con mandril (o por lo menos lo parece) con un terrible problema de acné, vestido con elegantes prendas de linda y delicada damisela. Cuando os acercáis el grandullón barbudo habla.
-¿Qué me traes, Ape? ¿Son esos dos los espías? Dime enano. -Parece que se refiere a tí.- ¿Quién eres y qué haces aquí?
Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Finalmente, habiamos salido de esa choza a la que llamaban posada, se sentia bien sentir el sol chocando mi piel, mientras que aire puro ventilaba por mis pulmones, eso ademas de poder apreciar las verdes hojas de los arboles, arbustos y matojos que habian tomado paso en algunas partes del humilde pueblo, el cual, a pesar de esto, era mas bello de lo que cabria esperar, era un lugar colorido, ligeramente alegre, y parecia ser una comunidad tranquila siempre cuando los guardias no patrullaban por todo el lugar.
tras un tiempo de caminata, tratando de caminar cerca a mi compañero, lo note algo agitado, en realidad lo parecía estar bastante, con movimientos erráticos, y caminar varias veces por el mismo lugar, ademas de predominar un paso rápido a su andar, estaba algo preocupado, y por ende mis sentidos comenzaron a trabajar y estaba mas alerta de lo normal, pobre de mi, como si eso me ayudaría de escapar del terrible final que terminaría, rápidamente, el desgraciado que parecía ser alguien de fiar, se volteo rápidamente, desenfundado su arma de fuego una vez mas, y en un rápido movimiento y un murmuro imperceptible para mi estado de pánico, se giro, y apunto hacia mi, para chocar de lleno con la realidad, y terminar mi existencia, se me hizo un nudo en la garganta y cerré mis ojos, se oyó un disparo, el fin.
O al menos eso creía en mi estado traumatico hecho con drama, sentí como la bala paso cerca de mi oreja haciendo resonar un rápido zumbido, que se desapareció rápidamente, creía que había fallado el disparo, hasta que escuche un fuerte grito justo a mis espaldas, parecía que la bala había fallado y había impactado contra inocente, esa idea desapareció de mi mente en cuanto rápidamente, el tipo se abalanzo contra el herido, y comenzó a rematarlo con una susecion de golpes y puñetazos a la cabeza, para finalmente dejarlo desmayado, su brutalidad era abominable, definitivamente no quisiera estar en su lugar.
Tras un rato, en nuestra caminata, habíamos llegado a la que parecía, la casa de un pez gordo del lugar, parecía que nos dirijamos hacia ahí, una sensación de sorpresa se abrió en mi rostro, había decidido llevarme directo hacia el jefe, la delicadeza en esta situación debía ser extrema, o podía mandar al garete el poco progreso que había conseguido alcanzar, sin embargo algo me daba una sensación de seguridad, era todo el parloteo que me habían dado antes de llegar aquí, esto me dio información del temperamento, y de la manera de tratar de el encargado de todo esto.
Se abrieron las puertas de esa llamativa casa, y procedimos a entrar, lo primero que vi me dejo sin aire, aparte de ese abominable mente gran trono, el cual media al menos 6 veces mis proporciones, mas miedo me dio el tipo que estaba sentado en el, con el hecho de estar sentado ya era por mucho mas alto que yo, midiendo cerca de 2 metros, parecía ser una bestia barbuda, lujosas que le daban un mejor aspecto.
Ape, ese era el nombre de mi compañero, esto no seria un dato muy relevante, pero era bueno saberlo, en cuanto el gigante barbudo empezo a hablarme me dispuse a responderle, tratando de simpatizar y conmoverlo de alguna manera.
-Buenas señor, mi nombre es Kyriu Hatake, vengo aqui en nombre de la marina, pero no con el deseo de asediar este lugar con cañones o algo parecido, vengo a pedirle algo no como marine, sino como la voz del pueblo-.
Decía tratando de dar un discurso respetable, y elevaba mi mano derecha, haciendo contacto a mi pecho y con la mano izquierda trataba de agachar y dejar la katana lo menos visible posible.
-He oido hablar sobre el pequeño conflicto que tiene esta familia con la vecina, mi peticion es que se detenga esto completamente, no es mi intencion hacerle creer inferior, o que perdera el conflicto, sino que sea mas astuto que sus enemigos y deje un final feliz para todo el mundo, he tengo una instancia de 2 semanas en esta isla, y en lo poco que he estado he apreciado que los pueblerinos y gente de los alrededores estan aterrorizados y viven con miedo, a la espera del proximo conflicto, no estan viviendo en situaciones optimas señor-
Empezaba con palabras firmes, casi como un reclamo, para despues bajar a un tono enternecedor
-Hay hombres y mujeres que tiene hijos, familias, e inclusive algunos de ellos amantes, o amados-
Decía mientras dirija mi vista hacia los ojos de Ape, para tratar de buscar su aceptación, y causar una situación mas conmovedora
-Si de verdad aprecia su pueblo, lo mejor seria que detuviera esta guerra de inmediato, retire a sus hombres de la sangre y del fragor de la batalla, y dele una buena comida como es merecido, ellos estarian dispuestos a morir por usted, no deje que eso pase.-
Decia mientras dirijia mis ojos directo hacia los del hombre barbudo, con una mirada ligeramente gentil
-Puedo entender que esos no sean problemas suyos, y es comprensible que no le interese el bien comun, pero si todo esto ha fallado hagalo por una persona, su hija, su deslumbrante mente hermosa hija, no debería de arriesgarse a que falleciera en un altercado de fuego cruzado, eso seria una verdadera tragedia, y estoy seguro de que nadie quiere eso, o aun peor, ¿Usted quisiera que su hija se criara en un entorno tan peligroso, y horrible? Una cuna de sangre no es lo peor para una joven, piense en ello-
Para toda mi palabreria, retrocedo un paso hacia atras, dispuesto a dar la ultima estocada
-No puedo ofrecerle mi cuerpo ni mi espada para derramar mas sangre, pero si me ofrezco a ser fiel mensajero, estare dispuesto a pactar ese negocio de paz con la nación vecina, solo coloque las condiciones favorables y logicas, yo me encargare del resto, me encargare de que su palabra sea cumplida-
Decía mientras que inclinaba mi cuerpo hacia adelante, levantando uno de los pies, quedando de pie por un solo pie, y llevando la mano al pecho, dando un gesto de reverencia, a lo cual se traduciría como lealtad en el idioma caballeroso.
tras un tiempo de caminata, tratando de caminar cerca a mi compañero, lo note algo agitado, en realidad lo parecía estar bastante, con movimientos erráticos, y caminar varias veces por el mismo lugar, ademas de predominar un paso rápido a su andar, estaba algo preocupado, y por ende mis sentidos comenzaron a trabajar y estaba mas alerta de lo normal, pobre de mi, como si eso me ayudaría de escapar del terrible final que terminaría, rápidamente, el desgraciado que parecía ser alguien de fiar, se volteo rápidamente, desenfundado su arma de fuego una vez mas, y en un rápido movimiento y un murmuro imperceptible para mi estado de pánico, se giro, y apunto hacia mi, para chocar de lleno con la realidad, y terminar mi existencia, se me hizo un nudo en la garganta y cerré mis ojos, se oyó un disparo, el fin.
O al menos eso creía en mi estado traumatico hecho con drama, sentí como la bala paso cerca de mi oreja haciendo resonar un rápido zumbido, que se desapareció rápidamente, creía que había fallado el disparo, hasta que escuche un fuerte grito justo a mis espaldas, parecía que la bala había fallado y había impactado contra inocente, esa idea desapareció de mi mente en cuanto rápidamente, el tipo se abalanzo contra el herido, y comenzó a rematarlo con una susecion de golpes y puñetazos a la cabeza, para finalmente dejarlo desmayado, su brutalidad era abominable, definitivamente no quisiera estar en su lugar.
Tras un rato, en nuestra caminata, habíamos llegado a la que parecía, la casa de un pez gordo del lugar, parecía que nos dirijamos hacia ahí, una sensación de sorpresa se abrió en mi rostro, había decidido llevarme directo hacia el jefe, la delicadeza en esta situación debía ser extrema, o podía mandar al garete el poco progreso que había conseguido alcanzar, sin embargo algo me daba una sensación de seguridad, era todo el parloteo que me habían dado antes de llegar aquí, esto me dio información del temperamento, y de la manera de tratar de el encargado de todo esto.
Se abrieron las puertas de esa llamativa casa, y procedimos a entrar, lo primero que vi me dejo sin aire, aparte de ese abominable mente gran trono, el cual media al menos 6 veces mis proporciones, mas miedo me dio el tipo que estaba sentado en el, con el hecho de estar sentado ya era por mucho mas alto que yo, midiendo cerca de 2 metros, parecía ser una bestia barbuda, lujosas que le daban un mejor aspecto.
Ape, ese era el nombre de mi compañero, esto no seria un dato muy relevante, pero era bueno saberlo, en cuanto el gigante barbudo empezo a hablarme me dispuse a responderle, tratando de simpatizar y conmoverlo de alguna manera.
-Buenas señor, mi nombre es Kyriu Hatake, vengo aqui en nombre de la marina, pero no con el deseo de asediar este lugar con cañones o algo parecido, vengo a pedirle algo no como marine, sino como la voz del pueblo-.
Decía tratando de dar un discurso respetable, y elevaba mi mano derecha, haciendo contacto a mi pecho y con la mano izquierda trataba de agachar y dejar la katana lo menos visible posible.
-He oido hablar sobre el pequeño conflicto que tiene esta familia con la vecina, mi peticion es que se detenga esto completamente, no es mi intencion hacerle creer inferior, o que perdera el conflicto, sino que sea mas astuto que sus enemigos y deje un final feliz para todo el mundo, he tengo una instancia de 2 semanas en esta isla, y en lo poco que he estado he apreciado que los pueblerinos y gente de los alrededores estan aterrorizados y viven con miedo, a la espera del proximo conflicto, no estan viviendo en situaciones optimas señor-
Empezaba con palabras firmes, casi como un reclamo, para despues bajar a un tono enternecedor
-Hay hombres y mujeres que tiene hijos, familias, e inclusive algunos de ellos amantes, o amados-
Decía mientras dirija mi vista hacia los ojos de Ape, para tratar de buscar su aceptación, y causar una situación mas conmovedora
-Si de verdad aprecia su pueblo, lo mejor seria que detuviera esta guerra de inmediato, retire a sus hombres de la sangre y del fragor de la batalla, y dele una buena comida como es merecido, ellos estarian dispuestos a morir por usted, no deje que eso pase.-
Decia mientras dirijia mis ojos directo hacia los del hombre barbudo, con una mirada ligeramente gentil
-Puedo entender que esos no sean problemas suyos, y es comprensible que no le interese el bien comun, pero si todo esto ha fallado hagalo por una persona, su hija, su deslumbrante mente hermosa hija, no debería de arriesgarse a que falleciera en un altercado de fuego cruzado, eso seria una verdadera tragedia, y estoy seguro de que nadie quiere eso, o aun peor, ¿Usted quisiera que su hija se criara en un entorno tan peligroso, y horrible? Una cuna de sangre no es lo peor para una joven, piense en ello-
Para toda mi palabreria, retrocedo un paso hacia atras, dispuesto a dar la ultima estocada
-No puedo ofrecerle mi cuerpo ni mi espada para derramar mas sangre, pero si me ofrezco a ser fiel mensajero, estare dispuesto a pactar ese negocio de paz con la nación vecina, solo coloque las condiciones favorables y logicas, yo me encargare del resto, me encargare de que su palabra sea cumplida-
Decía mientras que inclinaba mi cuerpo hacia adelante, levantando uno de los pies, quedando de pie por un solo pie, y llevando la mano al pecho, dando un gesto de reverencia, a lo cual se traduciría como lealtad en el idioma caballeroso.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El barbas se queda mirándote mientras con sus dos manos se frota la barba repetidas veces. Parece que te está tomando en consideración. Pero de pronto...
-Ape. ¿De donde has sacado este sujeto? ¿Viene a decirme que retire las tropas? ¿De qué habla? ¿Que se ha derramado mucha sangre ya? ¿EN SERIO? -Uy, parece que no había procesado esa información todavía, pues parece cabreado que te cagas.- ¿Me estás diciendo que ese simio orangután nos está atacando y no hemos hecho nada? Creía que habíamos acordado un alto al fuego mientras arreglábamos el conflicto. Ape, corre al embajador y dile que se vuelta, y llama a todas las tropas al combate. Esto se va a acabar... O mejor todavía. ¿Dices que te ofreces a ser el mensajero? Pues ve a decirle a ese canalla y al trasgo de su hijo que se acabaron las negociaciones y que en dos días atacaremos. No permitiré que mi querida y hermosa hija caiga presa de la maldita guerrilla de ese imbécil con cara de troll cagando.
Hostras pedrín cómo se acaba de liar tú. No se, tal vez deberías decir algo, o por otra parte podrías hacerle caso e ir en nombre de su pueblo hacia el otro a declararles la guerra. Ape te mira como indiferente, hasta se encoge de hombros, y de pronto se da media vuelta y se dirige al exterior. No se. Tal vez deberías hacer algo, hablar con alguien... Aunque sea contigo mismo, pero haz algo o se lía parda. Tienes tres o cuatro opciones a mi parecer.
1-Intentar convencer al barbas de que se ha liado.
2-Hablar con Ape para que haga entrar en razón al barbas.
3-ir al pueblo vecino, al cual te acaba de tender un maravilloso mapa el secretario personal del barbudo.
4-Corre cabrón. Corre que te vas a ver en fuego cruzado. Por tu vida, sal de ahí... O también puedes subirte a una colina a observar el espectáculo, depende de cuán retorcido puedas ser.
-Ape. ¿De donde has sacado este sujeto? ¿Viene a decirme que retire las tropas? ¿De qué habla? ¿Que se ha derramado mucha sangre ya? ¿EN SERIO? -Uy, parece que no había procesado esa información todavía, pues parece cabreado que te cagas.- ¿Me estás diciendo que ese simio orangután nos está atacando y no hemos hecho nada? Creía que habíamos acordado un alto al fuego mientras arreglábamos el conflicto. Ape, corre al embajador y dile que se vuelta, y llama a todas las tropas al combate. Esto se va a acabar... O mejor todavía. ¿Dices que te ofreces a ser el mensajero? Pues ve a decirle a ese canalla y al trasgo de su hijo que se acabaron las negociaciones y que en dos días atacaremos. No permitiré que mi querida y hermosa hija caiga presa de la maldita guerrilla de ese imbécil con cara de troll cagando.
Hostras pedrín cómo se acaba de liar tú. No se, tal vez deberías decir algo, o por otra parte podrías hacerle caso e ir en nombre de su pueblo hacia el otro a declararles la guerra. Ape te mira como indiferente, hasta se encoge de hombros, y de pronto se da media vuelta y se dirige al exterior. No se. Tal vez deberías hacer algo, hablar con alguien... Aunque sea contigo mismo, pero haz algo o se lía parda. Tienes tres o cuatro opciones a mi parecer.
1-Intentar convencer al barbas de que se ha liado.
2-Hablar con Ape para que haga entrar en razón al barbas.
3-ir al pueblo vecino, al cual te acaba de tender un maravilloso mapa el secretario personal del barbudo.
4-Corre cabrón. Corre que te vas a ver en fuego cruzado. Por tu vida, sal de ahí... O también puedes subirte a una colina a observar el espectáculo, depende de cuán retorcido puedas ser.
Geni-cto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La tensión se palpaba en el ambiente, la protuberante y potente voz de ese grandullón se proyectaba como una bala y se manifestaba como un profundo alarido por toda la habitación, hasta el punto de provocarme cierto toque de intimidación, sin embargo mas alla del miedo que podría proyectar mas era la profunda sensación de angustia y temor al percatarme de lo que había sucedido, al parecer, el gigante no era una persona destacada por su paciencia y elocuencia, al abrir la boca, las cosas solo parecieron empeorar, aunque no todo parecían ser cosas malas, obtuve cierta información valiosa, al parecer desde hace un tiempo tenían un tratado de paz pactado, sin embargo, ahora estaba a punto destruirse una vez mas.
¿Asi acaban las cosas? va a ver un baño de sangre tan solo por un simple malentendido, y la paz total todavía parece estar bastante lejos de la realidad, esto podría acabar muy mal de no intervenir, definitivamente, en un momento como este, es tiempo de actuar. Reflexionando un poco y concretando la idea de que mi palabra iba a valer lo mismo que un penique para el señor barbas, preferí simplemente dar una sincera disculpa y tratar de explicar el malentendido
-No!, señor, le ruego que no actué tan rápido, no es necesario-
Pesar de estar algo nervioso, mi habilidad del habla no se veía entorpecida en lo absoluto, mas bien esa actitud inofensiva y torpe, fue auto fundada para tratar de dar una impresión mas sincera
-Disculpa mi torpe manera de utilizar el lexico, pero de hecho, no debería de preocuparse, nadie parece estar atacando a nadie, a lo que me refería era a que pactara una paz definitiva, y de poder ser, rogarle pactar las paces con sus enemigos.-
Mis palabras parecían dirigidas hacia el señor barbudo, pero la realidad es que conocía bastante que yo no le haría entrar en razón, sin embargo su mano derecha, esa es otra historia, mis palabras mayormente iban dirigidas a ape que otra cosa
-Ademas, si atacara, todo se derrumbaria, y quienes de verdad sufririan serian las condenadas victimas de la guerra, las otras personas tambien tienen cosas que perder, incluyendo usted señor...-
Decia, mientras que en la siguiente oracion, le daba un directo vistazo a la deformidad que parecia ser la hija del barbudo
-Algunos hijas-
Y tras hacer esto, miraba directamente a los ojos a ape, tratando de rogar por un poco de consuelo y ayuda en su mirada
-Y otros, perderan a los amores de su vida, no es asi?-
Por ultima vez me acercaba hacia el mapa que habían trazado sobre el pueblo vecino, puesto que podría ser bastante útil en el futuro, y volvia a dirigirme en frente de el barbas y ape, mientras inclinaba mi cabeza hacia adelante en forma de disculpa, esperando una respuesta.
¿Asi acaban las cosas? va a ver un baño de sangre tan solo por un simple malentendido, y la paz total todavía parece estar bastante lejos de la realidad, esto podría acabar muy mal de no intervenir, definitivamente, en un momento como este, es tiempo de actuar. Reflexionando un poco y concretando la idea de que mi palabra iba a valer lo mismo que un penique para el señor barbas, preferí simplemente dar una sincera disculpa y tratar de explicar el malentendido
-No!, señor, le ruego que no actué tan rápido, no es necesario-
Pesar de estar algo nervioso, mi habilidad del habla no se veía entorpecida en lo absoluto, mas bien esa actitud inofensiva y torpe, fue auto fundada para tratar de dar una impresión mas sincera
-Disculpa mi torpe manera de utilizar el lexico, pero de hecho, no debería de preocuparse, nadie parece estar atacando a nadie, a lo que me refería era a que pactara una paz definitiva, y de poder ser, rogarle pactar las paces con sus enemigos.-
Mis palabras parecían dirigidas hacia el señor barbudo, pero la realidad es que conocía bastante que yo no le haría entrar en razón, sin embargo su mano derecha, esa es otra historia, mis palabras mayormente iban dirigidas a ape que otra cosa
-Ademas, si atacara, todo se derrumbaria, y quienes de verdad sufririan serian las condenadas victimas de la guerra, las otras personas tambien tienen cosas que perder, incluyendo usted señor...-
Decia, mientras que en la siguiente oracion, le daba un directo vistazo a la deformidad que parecia ser la hija del barbudo
-Algunos hijas-
Y tras hacer esto, miraba directamente a los ojos a ape, tratando de rogar por un poco de consuelo y ayuda en su mirada
-Y otros, perderan a los amores de su vida, no es asi?-
Por ultima vez me acercaba hacia el mapa que habían trazado sobre el pueblo vecino, puesto que podría ser bastante útil en el futuro, y volvia a dirigirme en frente de el barbas y ape, mientras inclinaba mi cabeza hacia adelante en forma de disculpa, esperando una respuesta.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.