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¿Una misión suicida? Acababa de ingresar en el CP hace escasas semanas, y desde ese momento tuve que pasar por unas duras, aunque divertidas, semanas de entrenamiento aprendiendo los fundamentos del Rokushiki y lo mejor de todo, afilando mis habilidades con la espada con el resto de iniciados en unos cuantos enfrentamientos amistosos. En cuanto a experiencia solo había realizado una primera misión con mínima dificultad, en cualquier caso, ahora tendré que dar lo mejor de mí.
Tras informarme de la misión tocaba visita a la armería para aprovisionarme, todo era un poco rápido y juraría que el agente que me guiaba tenía cara de llamarse Jake… al fin y al cabo y por las características de la misión no me extrañaría nada que me mantuviesen vigilada, y ese tupido y fornido bigote gritaba a todo volumen “falso”. Perfecto para más tarde volver a cruzarme con él y no percatarme de que es otra persona. Con esta idea rondándome la cabeza enseguida llegue al arsenal y me dieron carta blanca, el ofrecimiento de las armas de fuego no me sedujo, ni aunque dispusiese de sus versiones descartadas, con una amplia sonrisa comencé a investigar.
Primera parada espadas…. Merecía la pena esta misión solo por la preciosa perspectiva de espadas que tenia, cuatro contenedores en total con un batiburrillo de espadas y un par mas colgadas en las paredes superiores, si la advertencia del agente no se hubiera producido seguramente me llevaría más de la mitad pero….. Calidad antes que cantidad Edith. Primero me tope con dos katanas de acero, me sorprendió su aparente buen equilibrado y al empuñarlas no solo corrobore esto, sino que eran bastante ligeras, 1,8 kg de peso entre ambas con sus respectivas fundas, se trataba de una gran elección sin duda. Mientras realizaba una última inspección me encontré un curioso gladio, su hoja de acero tenía muecas simétricas cada 5 cm que lo atravesaban de un lado a otro, y en el centro de la hoja entre las muescas tenía una serie de letras incomprensible que me recordaron a las runas utilizadas en el templo durante mi infancia…. Quizás por eso la melancolía me pudo y la añadí a mi equipamiento.
Más adelante encontré armaduras, decidí prepararme y cogí un par de guardabrazos de tela violácea y cuero negro, que llegaban desde la muñeca a los hombros, un corsé de cuero y unas perneras a juego, no era nada del otro mundo pero no podía negarme al equipamiento gratis por básico que fuese, lo que me llevo a recoger los cinturones necesarios para llevar las armas, un macuto para guardar el resto de equipamiento y un poncho extrañamente tribal que tenía pinta de proteger de maravilla. Aun con todo, opte por continuar descalza no sin antes guardarme un par de botas flexibles y de suela firme.
Con las defensas en la mochila solo necesitaba los últimos recursos, lleno a la montaña opte por coger una cuerda y por si acaso, un piolet y un par de bengalas, junto con un curioso anillo que según rezaba su descripción era útil para la escalada, pero como podría serlo un anillo? Ya casi dispuesta a dirigirme por provisiones de comida me percate de la sección donde se encontraban los diales.
-Cuando trabajaba en los astilleros escuche hablar de estos – sonreí al agente en un intento de que su bigote le delatara - ¿Enserio puedo probarlos? – con curiosidad me fije en los diales de humo y me adueñe de uno blanco y otro negro. Pero el que realmente llamo mi atención fue el dial de feromonas ¿Una concha con feromonas? No sabía si me resultaría útil pero eso el tiempo me lo diría, por lo que me adueñe de 3 para no cargarme en exceso.
Ya estaba prácticamente lista, lo siguiente que me quedaba era dirigirme a la sección de víveres y conseguir comida y bebida para al menos 2 días por si acaso, aunque no estaba segura de si se encontraban en la comida, ahora le preguntaría a mi acompañante de incógnito.
-Solo me faltan los suministros de comida y bebida que imagino que no se encontraran aquí…¿Cree usted que necesitaría algo para pasar inadvertida? Como un bigote falso… - le dedique la más dulce de mis sonrisas y pronto el humo del puro me distrajo por un segundo, el olor de tabacos de alguna manera siempre me ha relajado, aunque nunca me acercara mucho. Tras recibir los víveres, le seguí al helicóptero donde me esperarían el resto de acompañantes, esto se ponía cada vez mejor.
Tras informarme de la misión tocaba visita a la armería para aprovisionarme, todo era un poco rápido y juraría que el agente que me guiaba tenía cara de llamarse Jake… al fin y al cabo y por las características de la misión no me extrañaría nada que me mantuviesen vigilada, y ese tupido y fornido bigote gritaba a todo volumen “falso”. Perfecto para más tarde volver a cruzarme con él y no percatarme de que es otra persona. Con esta idea rondándome la cabeza enseguida llegue al arsenal y me dieron carta blanca, el ofrecimiento de las armas de fuego no me sedujo, ni aunque dispusiese de sus versiones descartadas, con una amplia sonrisa comencé a investigar.
Primera parada espadas…. Merecía la pena esta misión solo por la preciosa perspectiva de espadas que tenia, cuatro contenedores en total con un batiburrillo de espadas y un par mas colgadas en las paredes superiores, si la advertencia del agente no se hubiera producido seguramente me llevaría más de la mitad pero….. Calidad antes que cantidad Edith. Primero me tope con dos katanas de acero, me sorprendió su aparente buen equilibrado y al empuñarlas no solo corrobore esto, sino que eran bastante ligeras, 1,8 kg de peso entre ambas con sus respectivas fundas, se trataba de una gran elección sin duda. Mientras realizaba una última inspección me encontré un curioso gladio, su hoja de acero tenía muecas simétricas cada 5 cm que lo atravesaban de un lado a otro, y en el centro de la hoja entre las muescas tenía una serie de letras incomprensible que me recordaron a las runas utilizadas en el templo durante mi infancia…. Quizás por eso la melancolía me pudo y la añadí a mi equipamiento.
Más adelante encontré armaduras, decidí prepararme y cogí un par de guardabrazos de tela violácea y cuero negro, que llegaban desde la muñeca a los hombros, un corsé de cuero y unas perneras a juego, no era nada del otro mundo pero no podía negarme al equipamiento gratis por básico que fuese, lo que me llevo a recoger los cinturones necesarios para llevar las armas, un macuto para guardar el resto de equipamiento y un poncho extrañamente tribal que tenía pinta de proteger de maravilla. Aun con todo, opte por continuar descalza no sin antes guardarme un par de botas flexibles y de suela firme.
Con las defensas en la mochila solo necesitaba los últimos recursos, lleno a la montaña opte por coger una cuerda y por si acaso, un piolet y un par de bengalas, junto con un curioso anillo que según rezaba su descripción era útil para la escalada, pero como podría serlo un anillo? Ya casi dispuesta a dirigirme por provisiones de comida me percate de la sección donde se encontraban los diales.
-Cuando trabajaba en los astilleros escuche hablar de estos – sonreí al agente en un intento de que su bigote le delatara - ¿Enserio puedo probarlos? – con curiosidad me fije en los diales de humo y me adueñe de uno blanco y otro negro. Pero el que realmente llamo mi atención fue el dial de feromonas ¿Una concha con feromonas? No sabía si me resultaría útil pero eso el tiempo me lo diría, por lo que me adueñe de 3 para no cargarme en exceso.
Ya estaba prácticamente lista, lo siguiente que me quedaba era dirigirme a la sección de víveres y conseguir comida y bebida para al menos 2 días por si acaso, aunque no estaba segura de si se encontraban en la comida, ahora le preguntaría a mi acompañante de incógnito.
-Solo me faltan los suministros de comida y bebida que imagino que no se encontraran aquí…¿Cree usted que necesitaría algo para pasar inadvertida? Como un bigote falso… - le dedique la más dulce de mis sonrisas y pronto el humo del puro me distrajo por un segundo, el olor de tabacos de alguna manera siempre me ha relajado, aunque nunca me acercara mucho. Tras recibir los víveres, le seguí al helicóptero donde me esperarían el resto de acompañantes, esto se ponía cada vez mejor.
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El agente me tendió el bigote falso, ¡lo sabia! Lo que no esperaba es que me lo ofreciese…. Me daba un poco de repelús y estaba convencida que en mi sí que se vería falso pero bueno, afirmaba que tenía una “sorpresita” que le había salvado el pellejo en más de una ocasión, y según me estaban pintando la misión mejor llevarlo por si acaso, en el peor de los casos se lo podría poner a un cuadro o utilizarlo de cejas tupidas por el mero placer de reírse de una tontería.
-Muchas gracias – Sonreí como suelo hacerlo por puro instinto cuando alguien simplemente es bueno, una amplia y dulce sonrisa de la que ya me hablaron más de la cuenta en una ocasión - ¿Teniéndolo puesto? Entonces no creo que sea un arma – casi mejor así, una espada hay no se podría ocultar y un arma de fuego en mis manos seria, en el mejor de los casos, la causa de que alguno de mis compañeros se quedara sin una falange o un precioso agujero en el pie, pero eso preferí no compartirlo.
Finalmente guarde los suministros que me correspondían, añorando en el pack al menos una pieza de fruta, la próxima misión me llevaría la manzana de casa.
Escasos minutos después salimos al exterior, era de noche y se me antojaba que las estrellas estaban especialmente brillantes, quizás todavía despiertas por el rugido del motor que me esperaba con segura impaciencia, como se podía intuir en mis compañeros de armas que esperaban ya abordo. Antes de subir me dieron un dossier con el equipo desaparecido y un claro deseo de que todo saliera bien.
-Gracias, daré lo mejor de mi misma para lograrlo - Agarre el documento emocionada, ahora sí que empezaba una vida que deseaba vivir , me despedí con una leve reverencia de cabeza, quizás le extrañaría pero es difícil desprenderse de costumbres de toda una vida, me encamine en dirección al helicóptero con el viento en contra, como un último aviso de cobarde “vuelve para atrás mientras todavía puedas” aun así, eso no amedrento mi ánimo y me embarque en el helicóptero con cierta inseguridad si ese cacharro podría llevarnos.
Una vez dentro la preocupación se disipo pronto por la novedad de conocer a los compañeros, en cuanto subí el helicóptero despego y alguien empezó a con una pequeña frase motivadora para todos y acto seguido me regalo dos cosas solo para mi, el apodo de novata y un aviso de que como tal, les hiciera caso y no metiera la pata. El discurso no duro mucho pues pronto fue interrumpido por una riña infantil de uno de los integrantes.
Eh pero….- me pillo un poco por sorpresa pero en seguida una de mis compañeras se presento como Natalia y amablemente trato de tranquilizarme y demostrarme que tenía todo el apoyo y seriedad necesarias del sector femenino, y que los hombres podían ser un poco cabeza huecas – Gracias, yo soy Edith espero poder seros de utilidad en esta misión.
El resto del viaje transcurrió con los preparativos, leímos el informe y nos informamos de tácticas de combate.
-Mi fuerte son las espadas, es con lo que mejor se luchar – sin darme cuenta me sonroje ligeramente - También soy usuaria de akuma no mi, mi habilidad es la brea – Me quede callada dos segundos tratando de recordar como dijeron que se llamaba mi tipo de habilidad en concreto – Según los jefazos he consumido una lógica, o así creo que me dijeron – Se rieron con el error, pero creo que les tranquilizo saber que no solo era una niña con espadas y nada de experiencia. Mientras planeábamos las tácticas termine de equiparme la armadura que había recogido, que todavía no me la puse. Por fortuna, para las piezas que escogí no necesitaba desvestirme de la túnica de tela que llevaba y directamente me equipe con esta, con la clara excepción del corsé, que tuve que ponerme de cara a la pared para no mostrar más de lo deseado.
Entre preparación de la misión la hora paso rápidamente, no sé en qué momento exacto saque un dial de feromonas y jugueteaba con él en la mano un poco impaciente por lo que me podría encontrar en mi primera misión. Finalmente Isabela aterrizo el helicóptero descendimos todos y avanzamos por el bosque en formación, encaminados hacia una mansión en la colina. Durante el breve paseo por el bosque llegue a reconocer algunas plantas, pero me percate de que había parte de la flora que me era desconocida, por el mero hecho de no encontrarse en mi isla natal. Tras avanzar 300 metros aproximadamente, un gruñido nos alerto, me sonó un poco ronco y fuerte pero en cierto modo podía reconocerlo, similar a un perro, seguramente fuera un lobo y por eso la dureza del gruñido pero nada de eso, cuando finalmente vimos el animal se trataba de perros, pero eran unos perros enormes que con facilidad se podrían comer a una niña pequeña de dos o tres bocados a los sumo, y sus cuerpos famélicos delataban que se la comerían incluso sin masticar si tenían la oportunidad, olisqueaban el aire y claramente no tardarían en detectarnos, antes de que por puro instinto acercase mi mano derecha a la empuñadura de una de las katanas, me percate que aun tenía el dial de feromonas en la mano izquierda, un rápido y certero disparo derribo a uno de los perros que se desplomo con su gran peso inerte en el suelo.
-¡Corred a la casa a toda velocidad! – No recuerdo quien dijo esas palabras, pero sí que recuerdo que todos empezamos a correr hacia la casa a excepción de Lewis, que se quedo mas rezagado cubriéndonos la huida, seguí a mis compañeros como se me dijo, aunque en cierto modo no quería dejar a mi recién estrenado compañero a su suerte, pero ya me dijeron que obedeciese y no quería ser un lastre para el equipo, al fin y al cabo, me daban la sensación de que ya habían trabajado juntos más veces y sabían cómo reaccionar mejor en equipo. Avanzamos hacia la casa, pero al poco recorrido en carrera mire hacia el artillero para percatarme de su estado y vi como los perros comenzaban a flanquearle.
-¡LEWIS VIENEN MAS POR TU LADO IZQUIERDO – Mi primer impulso fue dar la vuelta y acudir a su ayuda, combinando su combate a distancia con el mío cuerpo a cuerpo podríamos ser más eficientes, pero eso no era un entrenamiento y si cometía un error podría salirnos caros a todos, por lo que en vez de correr hacia el aproveche el dial que todavía tenía en la mano, apretando el botoncito de este y lanzándolo en dirección a los lobos, con la esperanza de poder echar una mano a Lewis sin incumplir mis órdenes. Tras el lanzamiento reanude la carrera hacia la casa, me rezague unos metros de mis compañeros por la triquiñuela, pero por fortuna no era una gran distancia la que me separaba de estos.
-Muchas gracias – Sonreí como suelo hacerlo por puro instinto cuando alguien simplemente es bueno, una amplia y dulce sonrisa de la que ya me hablaron más de la cuenta en una ocasión - ¿Teniéndolo puesto? Entonces no creo que sea un arma – casi mejor así, una espada hay no se podría ocultar y un arma de fuego en mis manos seria, en el mejor de los casos, la causa de que alguno de mis compañeros se quedara sin una falange o un precioso agujero en el pie, pero eso preferí no compartirlo.
Finalmente guarde los suministros que me correspondían, añorando en el pack al menos una pieza de fruta, la próxima misión me llevaría la manzana de casa.
Escasos minutos después salimos al exterior, era de noche y se me antojaba que las estrellas estaban especialmente brillantes, quizás todavía despiertas por el rugido del motor que me esperaba con segura impaciencia, como se podía intuir en mis compañeros de armas que esperaban ya abordo. Antes de subir me dieron un dossier con el equipo desaparecido y un claro deseo de que todo saliera bien.
-Gracias, daré lo mejor de mi misma para lograrlo - Agarre el documento emocionada, ahora sí que empezaba una vida que deseaba vivir , me despedí con una leve reverencia de cabeza, quizás le extrañaría pero es difícil desprenderse de costumbres de toda una vida, me encamine en dirección al helicóptero con el viento en contra, como un último aviso de cobarde “vuelve para atrás mientras todavía puedas” aun así, eso no amedrento mi ánimo y me embarque en el helicóptero con cierta inseguridad si ese cacharro podría llevarnos.
Una vez dentro la preocupación se disipo pronto por la novedad de conocer a los compañeros, en cuanto subí el helicóptero despego y alguien empezó a con una pequeña frase motivadora para todos y acto seguido me regalo dos cosas solo para mi, el apodo de novata y un aviso de que como tal, les hiciera caso y no metiera la pata. El discurso no duro mucho pues pronto fue interrumpido por una riña infantil de uno de los integrantes.
Eh pero….- me pillo un poco por sorpresa pero en seguida una de mis compañeras se presento como Natalia y amablemente trato de tranquilizarme y demostrarme que tenía todo el apoyo y seriedad necesarias del sector femenino, y que los hombres podían ser un poco cabeza huecas – Gracias, yo soy Edith espero poder seros de utilidad en esta misión.
El resto del viaje transcurrió con los preparativos, leímos el informe y nos informamos de tácticas de combate.
-Mi fuerte son las espadas, es con lo que mejor se luchar – sin darme cuenta me sonroje ligeramente - También soy usuaria de akuma no mi, mi habilidad es la brea – Me quede callada dos segundos tratando de recordar como dijeron que se llamaba mi tipo de habilidad en concreto – Según los jefazos he consumido una lógica, o así creo que me dijeron – Se rieron con el error, pero creo que les tranquilizo saber que no solo era una niña con espadas y nada de experiencia. Mientras planeábamos las tácticas termine de equiparme la armadura que había recogido, que todavía no me la puse. Por fortuna, para las piezas que escogí no necesitaba desvestirme de la túnica de tela que llevaba y directamente me equipe con esta, con la clara excepción del corsé, que tuve que ponerme de cara a la pared para no mostrar más de lo deseado.
Entre preparación de la misión la hora paso rápidamente, no sé en qué momento exacto saque un dial de feromonas y jugueteaba con él en la mano un poco impaciente por lo que me podría encontrar en mi primera misión. Finalmente Isabela aterrizo el helicóptero descendimos todos y avanzamos por el bosque en formación, encaminados hacia una mansión en la colina. Durante el breve paseo por el bosque llegue a reconocer algunas plantas, pero me percate de que había parte de la flora que me era desconocida, por el mero hecho de no encontrarse en mi isla natal. Tras avanzar 300 metros aproximadamente, un gruñido nos alerto, me sonó un poco ronco y fuerte pero en cierto modo podía reconocerlo, similar a un perro, seguramente fuera un lobo y por eso la dureza del gruñido pero nada de eso, cuando finalmente vimos el animal se trataba de perros, pero eran unos perros enormes que con facilidad se podrían comer a una niña pequeña de dos o tres bocados a los sumo, y sus cuerpos famélicos delataban que se la comerían incluso sin masticar si tenían la oportunidad, olisqueaban el aire y claramente no tardarían en detectarnos, antes de que por puro instinto acercase mi mano derecha a la empuñadura de una de las katanas, me percate que aun tenía el dial de feromonas en la mano izquierda, un rápido y certero disparo derribo a uno de los perros que se desplomo con su gran peso inerte en el suelo.
-¡Corred a la casa a toda velocidad! – No recuerdo quien dijo esas palabras, pero sí que recuerdo que todos empezamos a correr hacia la casa a excepción de Lewis, que se quedo mas rezagado cubriéndonos la huida, seguí a mis compañeros como se me dijo, aunque en cierto modo no quería dejar a mi recién estrenado compañero a su suerte, pero ya me dijeron que obedeciese y no quería ser un lastre para el equipo, al fin y al cabo, me daban la sensación de que ya habían trabajado juntos más veces y sabían cómo reaccionar mejor en equipo. Avanzamos hacia la casa, pero al poco recorrido en carrera mire hacia el artillero para percatarme de su estado y vi como los perros comenzaban a flanquearle.
-¡LEWIS VIENEN MAS POR TU LADO IZQUIERDO – Mi primer impulso fue dar la vuelta y acudir a su ayuda, combinando su combate a distancia con el mío cuerpo a cuerpo podríamos ser más eficientes, pero eso no era un entrenamiento y si cometía un error podría salirnos caros a todos, por lo que en vez de correr hacia el aproveche el dial que todavía tenía en la mano, apretando el botoncito de este y lanzándolo en dirección a los lobos, con la esperanza de poder echar una mano a Lewis sin incumplir mis órdenes. Tras el lanzamiento reanude la carrera hacia la casa, me rezague unos metros de mis compañeros por la triquiñuela, pero por fortuna no era una gran distancia la que me separaba de estos.
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-Vamos, casi estas corre,¡Maldita sea novata corre! - Los gritos de Jake me animaban a su manera a llegar, habíamos cruzado una verja del jardín abierta, pase por ella sin molestarme siquiera en empujarla y cerrar pues esperaba que Lewys viniera tras de mi, cosa que me percate que no cuando cruzamos la pesada puerta de madera de la casa y mis compañeros se abalanzaron a cerrarla justo detrás de mi, el violento golpe en la madera por el otro lado y esos gruñiditos lastimeros de fracaso delataban que el peligro había estado detrás mía bastante cerca, y no el artillero.
-¿Donde esta lewys? ¡No ha entrado! ¡abrid esa puerta tenemos que ir a buscarlo! ¡Tal vez no sea demasiado tarde!
-Ni tu ni nadie va ha abrir esa puerta. ¿me has entendido?
-Pero el...
-¡Natalia! Es una orden.
-Calmaos los dos estoy seguro que Lewys consiguió llegar al helicóptero antes de....
Un disparo interrumpió la conversacíon y creo que tanto yo como el resto del equipo nos preguntamos en donde carajo nos habríamos metido, solo espere que no saliésemos de la sartén para caer en las brasas.... Jake nos ladro las ordenes, me tenia que ir con Barry a investigar el disparo y ellos se quedarían a esperar a Lewys, Mi compañero de marrón me dijo que lo mejor seria investigar el disparo y se dirigió a la sala de procedencia de este, parecía mantener la calma, aunque sin llegar al punto de frialdad de Jake, que parecia no darle mucha importancia al echo de que desconocíamos la suerte que había corrido nuestro compañero, Natalia al contrario se mostraba preocupada y asustada por el.
- Estara bien, no es un novato perdido como yo al fin y al cabo ¿no? - sonrei amable a la medico tratando de tranquilizarla - Ademas, seguro que desde la azotea podemos verificar el camino por el que vinimos y comprobar que Lewys salio de esta - dirigí una mirada un tanto fría a Jake - Y si es necesario, puedo salir yo sola a buscarle, dudo que esas bestias puedan dañarme por mucho que me superen, a nadie le gusta comer brea por escuálido que este.
Aun así yo era una novata, por lo que no pretendía dar lecciones a nadie y docilmente seguí a Barry a investigar la procedencia del disparo, al fin y al cabo mis ordenes eran obedecer, pero si podía hacer algún comentario u observación constructivo, no se librarían de el, al fin y al cabo, la ausencia de Lewys me afecto, me sentí culpable por no haber ido a ayudarle. Pensé que seria lo mejor pero la actitud de Jake me hizo dudarlo, no parecía preocuparse en lo mas mínimo por el, realmente esperaba que fuese pura fachada, o que estuviera completamente seguro de sus capacidades y por ello le quitaba tanto hierro al asunto, al fin y al cabo a mi me dio caña para que no quedarme atrás. Despejando mi cabeza me dirigí tras los pasos de Barry, no quería dejar solo a mi compañero, desenfunde una de las katanas antes de entrar, y tenia la otra preparada para desenfundarla rápido con mi izquierda, la próxima vez íva a ser mas útil, vaya que si.
-¿Donde esta lewys? ¡No ha entrado! ¡abrid esa puerta tenemos que ir a buscarlo! ¡Tal vez no sea demasiado tarde!
-Ni tu ni nadie va ha abrir esa puerta. ¿me has entendido?
-Pero el...
-¡Natalia! Es una orden.
-Calmaos los dos estoy seguro que Lewys consiguió llegar al helicóptero antes de....
Un disparo interrumpió la conversacíon y creo que tanto yo como el resto del equipo nos preguntamos en donde carajo nos habríamos metido, solo espere que no saliésemos de la sartén para caer en las brasas.... Jake nos ladro las ordenes, me tenia que ir con Barry a investigar el disparo y ellos se quedarían a esperar a Lewys, Mi compañero de marrón me dijo que lo mejor seria investigar el disparo y se dirigió a la sala de procedencia de este, parecía mantener la calma, aunque sin llegar al punto de frialdad de Jake, que parecia no darle mucha importancia al echo de que desconocíamos la suerte que había corrido nuestro compañero, Natalia al contrario se mostraba preocupada y asustada por el.
- Estara bien, no es un novato perdido como yo al fin y al cabo ¿no? - sonrei amable a la medico tratando de tranquilizarla - Ademas, seguro que desde la azotea podemos verificar el camino por el que vinimos y comprobar que Lewys salio de esta - dirigí una mirada un tanto fría a Jake - Y si es necesario, puedo salir yo sola a buscarle, dudo que esas bestias puedan dañarme por mucho que me superen, a nadie le gusta comer brea por escuálido que este.
Aun así yo era una novata, por lo que no pretendía dar lecciones a nadie y docilmente seguí a Barry a investigar la procedencia del disparo, al fin y al cabo mis ordenes eran obedecer, pero si podía hacer algún comentario u observación constructivo, no se librarían de el, al fin y al cabo, la ausencia de Lewys me afecto, me sentí culpable por no haber ido a ayudarle. Pensé que seria lo mejor pero la actitud de Jake me hizo dudarlo, no parecía preocuparse en lo mas mínimo por el, realmente esperaba que fuese pura fachada, o que estuviera completamente seguro de sus capacidades y por ello le quitaba tanto hierro al asunto, al fin y al cabo a mi me dio caña para que no quedarme atrás. Despejando mi cabeza me dirigí tras los pasos de Barry, no quería dejar solo a mi compañero, desenfunde una de las katanas antes de entrar, y tenia la otra preparada para desenfundarla rápido con mi izquierda, la próxima vez íva a ser mas útil, vaya que si.
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Me adentre con Barry tras la puerta y nos encontramos un comedor, todo parecía encontrarse minuciosamente colocado, bajo la desquiciante vigilancia de un reloj de péndulo que rompía el silencio de la sala con su solemne y tedioso tic tac, la planta de arriba era visible desde allí, seguramente garantizaría una gran vista del comedor a pesar de que la barandilla se encontraba con un buen boquete, daba la sensación de que alguien se hubiera asomado más de la cuenta y la barandilla cediese tras él.
Mientras Barry se encamino al fondo de la sala, al pie de una imponente chimenea que se encontraba en el fondo, resplandeciendo en ella un precioso emblema dorado que por algún motivo llamo mi atención, aunque las palabras de Barry rápidamente volvieron a centrar mi atención en la misión. Se dispuso a analizar una mancha roja en el suelo, aparentemente era sangre pero nunca se sabe. ¿Abría caído alguien desde el piso superior y la sangre que analizaba Barry era de la infortunada victima? ¿O por el contrario eso que tenían a sus pies no era más que el desafortunado destino del gazpacho de la cena anterior? Como fuera, eso era tarea de mi acompañante.
-¿La puerta? Me resulta más intrigante el piso de arriba, pareciera que alguien se pudo caer por la barandilla rota, si quieres puedo subir y comprobarlo para evitar sorpresas, o exploro la otra sala como bien dices, tu mandas – la decisión estaba clara, si me mandaba al piso de arriba podría utilizar las espadas y clavarlas en la pared para impulsarme y subir y percatarme de que la zona estaba despejada y de investigarla, en caso contrario avanzaría con precaución a la siguiente sala, manteníendome alerta en ambas situaciones de lo que pudiera encontrar, me convencía mas subir al piso superior, pero debía confiar en quien tiene más experiencia que yo, por lo que sería una buena chica, al menos, por ahora.
Mientras Barry se encamino al fondo de la sala, al pie de una imponente chimenea que se encontraba en el fondo, resplandeciendo en ella un precioso emblema dorado que por algún motivo llamo mi atención, aunque las palabras de Barry rápidamente volvieron a centrar mi atención en la misión. Se dispuso a analizar una mancha roja en el suelo, aparentemente era sangre pero nunca se sabe. ¿Abría caído alguien desde el piso superior y la sangre que analizaba Barry era de la infortunada victima? ¿O por el contrario eso que tenían a sus pies no era más que el desafortunado destino del gazpacho de la cena anterior? Como fuera, eso era tarea de mi acompañante.
-¿La puerta? Me resulta más intrigante el piso de arriba, pareciera que alguien se pudo caer por la barandilla rota, si quieres puedo subir y comprobarlo para evitar sorpresas, o exploro la otra sala como bien dices, tu mandas – la decisión estaba clara, si me mandaba al piso de arriba podría utilizar las espadas y clavarlas en la pared para impulsarme y subir y percatarme de que la zona estaba despejada y de investigarla, en caso contrario avanzaría con precaución a la siguiente sala, manteníendome alerta en ambas situaciones de lo que pudiera encontrar, me convencía mas subir al piso superior, pero debía confiar en quien tiene más experiencia que yo, por lo que sería una buena chica, al menos, por ahora.
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- [Moderado Nivel 5] Te estás buscando un buen lío... [Aki]
- Buscando al revolucionario...revolucionaria... que más da. [Moderado Pasado S.S.] [Nivel 2]
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- Buscando un arqueologo. Moderado para Aleksandar. Level six
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