Volken von Goldschläger
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Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
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Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
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Saberes
Akuma no mi
Varios
Solo tú conoces las razones de estar en esta isla, en esta ciudad. Las luces de diferentes colores llaman tu atención, pero no tanto como las hermosas mujeres que visten refinados vestidos; algunos reveladores, y otros no. Eres completamente libre de qué hacer, aunque tienes que saber que ahora mismo te encuentras en la mitad de un puente, contemplando las tenues y oscuras aguas del río. ¿Quieres ideas? Pues hay muchas. Como sabrás, estás en Dark Dome, la ciudad que nunca duerme. Desde elegantes casinos hasta lujosos restaurantes en donde preparan todo tipo de comida, allí puedes pillar lo que sea. Y si buscas entretención, seguramente la encontrarás, solo debes saber buscar.
- Off:
- Eres completamente libre de narrar porqué estás en Dark Dome y qué es lo que buscas. Dependiendo de lo que hagas comenzará la trama de una u otra forma. Creo que no tengo nada más que decir, así que suerte~
Yzak
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Akuma no mi
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Me encontraba perdido y confuso. Siguiendo a unas mujeres en el puerto de la isla en la que estaba con mi tripulación. Sin darme cuenta, me metí en su barco y éste zarpó sin remedio, por lo que ahora no sabía a donde me dirigía. No estaba preocupado por mi tripulación, después de todo tenían a Zenox, que actuaría sabiamente como subcapitán en mi ausencia. No obstante, ante mi futuro incierto decidí avisar al piloto que conducía el barco, quien no dudó ni un segundo en negar que volvería al puerto. Me resigné y decidí esperar a llegar para coger un barco y volver.
Tras tres días de viaje llegamos a tierra. Durante el trayecto había aprovechado para robar un bonito traje negro con todos sus complementos, desde la una interesante pajarita hasta unos elegantes zapatos. Todo ello para pasar desapercibido, pues el barco en aquel barco las personas parecían ser nobles e iban siempre muy arreglados. Además también había conseguido hurtar una pequeña cantidad de dinero, necesaria para coger el barco de vuelta.
Cuando llegamos ya era de noche. La gran altura de los edificios me nubló la vista, además, toda la ciudad parecía estar despierta porque había un montón de personas por las calles y establecimientos. Todas y cada una de las luces de la isla estaban encendidas y te invitaban a pasar. Lo mejor eran las mujeres, que era imposible no mirarlas, pues eran preciosas con aquellas figuras cubiertas por sus impresionantes y bonitos vestidos. Allí, todo el mundo iba elegante. Decidí avanzar.
Mientras caminaba pude observar dorados casinos, glamurosos restaurantes y una cantidad indescriptible de hoteles. Sin darme cuenta llegué a un puente donde si bajabas la mirada, observabas un precioso río cubierto por la oscuridad de la noche. En ese momento medité y tomé una decisión. De todas formas ningún barco saldría a estas horas de la noche, así que, me divertiría por la isla. Pensé en ir al casino más grande de la ciudad y tras ello me dirigí hacia éste.
Entré por una enorme puerta dorada, al parecer el único requisito que había para entrar era ir de traje y eso ya no era un problema, había hecho bien en robarlo en aquel barco. Una vez dentro observé una mesa de poker y tras pedir permiso al croupier para jugar, me indicó con su mano un asiento. Ahora solo quedaba saber que me depararía la suerte.
Tras tres días de viaje llegamos a tierra. Durante el trayecto había aprovechado para robar un bonito traje negro con todos sus complementos, desde la una interesante pajarita hasta unos elegantes zapatos. Todo ello para pasar desapercibido, pues el barco en aquel barco las personas parecían ser nobles e iban siempre muy arreglados. Además también había conseguido hurtar una pequeña cantidad de dinero, necesaria para coger el barco de vuelta.
Cuando llegamos ya era de noche. La gran altura de los edificios me nubló la vista, además, toda la ciudad parecía estar despierta porque había un montón de personas por las calles y establecimientos. Todas y cada una de las luces de la isla estaban encendidas y te invitaban a pasar. Lo mejor eran las mujeres, que era imposible no mirarlas, pues eran preciosas con aquellas figuras cubiertas por sus impresionantes y bonitos vestidos. Allí, todo el mundo iba elegante. Decidí avanzar.
Mientras caminaba pude observar dorados casinos, glamurosos restaurantes y una cantidad indescriptible de hoteles. Sin darme cuenta llegué a un puente donde si bajabas la mirada, observabas un precioso río cubierto por la oscuridad de la noche. En ese momento medité y tomé una decisión. De todas formas ningún barco saldría a estas horas de la noche, así que, me divertiría por la isla. Pensé en ir al casino más grande de la ciudad y tras ello me dirigí hacia éste.
Entré por una enorme puerta dorada, al parecer el único requisito que había para entrar era ir de traje y eso ya no era un problema, había hecho bien en robarlo en aquel barco. Una vez dentro observé una mesa de poker y tras pedir permiso al croupier para jugar, me indicó con su mano un asiento. Ahora solo quedaba saber que me depararía la suerte.
- Spoiler:
- Puedes decidir tú cuanto dinero había logrado robar en el barco para volver, ese es el que usaré para apostar en el casino :)
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