moderado level 3 Lexy

La tranquilidad se me había acabado ¡pero había sido un glorioso momento de 8 segundos sin que nadie me intentara matar! Ahora para mi desgracia otro bicharraco entró por la ventana como un misil. Este era más feo que el anterior y la verdad, ya me estaba cansando de usar mis armas y gastar mis hermosas y coloridas balas en eses cosas. Me quedé algo absorta al ver aquel bicharraco, y rápidamente dije.

-AHHH NO AMIGO ESTA VEZ NO -dije dando una voltereta hacia atrás para evitar su aguijón, acto seguido ¿dispararía? y una mierda. Saldría corriendo por el resto del pasillo hasta la siguiente puerta. Así que comencé a correr ahorrando balas porque pensaba que si este bicho era igual que el "pulpo" de antes las balas no le harían nada. Así que corrí y corrí hasta el final del pasillo. Si ese bicho se lanzaba me apartaría, pero si viera que me iba a alcanzar extendería mi mano y lanzaría un chorro de veneno morado contra él, al menos si no podía matarlo podía frenarlo con el ácido.

Veneno corrosivo.:

Corres como alma que lleva el diablo, por fortuna el bicho no es capaz de mantener una alta velocidad, la carencia de piernas hacen que sea extremadamente lento, alcanzas la puerta y la abres con premura para cerrarla detrás tuyo, estas en lo que parece ser la parte antigua de la casa, las paredes están mas viejas y despintadas, el pasillo es estrecho y zigzagueante, lo recorres viendo que hay varias puertas, la primera da al exterior, parece una pequeña terraza en donde hay un generador apagado. La segunda es una sala pequeña sin nada aparente excepto otra puerta, la sala es cuadrada de unos tres metros y tiene un altísimo techo, como el triple de alto que el resto, la puerta da acceso a un estudio, donde lo mas destacable es una escopeta de caza de doble cañón que descansa en un marco.Puedes des colgarla y llevártela si así lo quieres,

si la descuelgas.:

si la dejas:

Tras correr como una loca logré llegar a la siguiente zona no sin antes cerrar la puerta tras de mi y quedándome apoyada sobre ella como una araña mientras intentaba recuperar el aliento.

Cuando ya me encontraba en mejores condicione puse la vista sobre el pasillo, el cual era bastante viejo al igual que el resto de la casa. Parecía que había entrado en lo que en tiempos había sido la edificación original. Nuevamente había más puertas...¿quién demonios iba a vivir en una casa tan grande e incómoda? Ni idea, pero al igual que antes me dispuse a abrir la que daba al exterior con sumo cuidado. La dejé un poco abierta para poder ver que había al otro lado, ya que al dar al exterior, me preocupaba que hubiera más perros. A lo lejos pude ver un generador apagado...y viendo como iba la cosa estaba segura que tendría que volver en algún momento a encenderlo.Volví a cerrar la puerta y me dirigí a la otra.

En esta había una estancia con un una escopeta doble sobre  el marco que la soportaba. No me llamó especialmente la atención debido a que llevaba ya bastantes armas y esa únicamente me lastraría más en mis "juegos de carreras" contra los bichos. Así que pasé de ella y entré por la otra puerta hasta llegar al la siguiente puerta que daba al pasillo donde había otra puerta que tenía una escalera.

Me quedé con la pistola en la mano y vacilé por unos instantes al estar frente a ella. ¿Podría haber algo allí arriba escondido?, tampoco lo sabía, pero seguro que era más seguro que estar por este piso todavía. Así que subí y nuevamente más puertas....la próxima que vea la reviento.

Cuando llegué arriba y me disponía a abrir la puerta de la izquierda, pude ver de pura suerte, una pequeña puerta medio escondida. Cuando la abrí pude ver que era un almacén donde había bastantes cosas útiles. Me quedé bastante impresionada y sobre todo cuando pude ver una nota de Barry entre aquellas cosas.

"Gracias baby" pensé aliviada mientras recogía las municiones, luego el botiquín y finalmente me até la cuerda a la cadera.

Parecía ser que Barry seguía viva en algún punto de la casa viva, y eso me alegraba a pesar de que era la primera que quería escapar de aquel maldito lugar. Por suerte me dejó indicaciones para saber donde disparar a esas mierdas con patas. Así que me guardé la nota en el short y cogí el herbicida por si las moscas. Salí del almacén y aproveché para intentar abrir la puerta que había a la izquierda con sumo cuidado y nuevamente con el arma en mano.

Te equipas con lo encontrado en el almacén y abres la puerta de la planta baja, dejando la primera planta para mas tarde, ante ti hay un pasillo de color azul con varias esquinas. A tu derecho hay un hueco en la pared siendo este un pasillo, posiblemente da a otra sala. en frente de el a tu izquierda una puerta. al fondo el pasillo se amplia en una sala que tiene una puerta mas a la izquierda y otra a la derecha.

Revisas rápidamente las salas una a una con precaución, la primera en la derecha es una recoveco en el pasillo, una estatua de un tigre muy bonita, aunque no tiene ojos.

La puerta de la izquierda da a una habitación, esta tiene mesilla una cama un escritorio y detrás de este un armario. Hay varios papeles y un libro abierto en la mesa, la mesita de noche tiene una lamparita encendida.

si examinas de cerca la mesa:

Cuando vas al fondo ves que la puerta de la izquierda esta cerrada desde este lado, la abres y te sorprende comprobar que esta conectada al pasillo en donde se encuentra el bar con el piano.

La puerta de la derecha te lleva a un jardín interior, las plantas están verdes y lozanas, sin embargo cuando te arrimas estas se mueven como tentáculos llenos de pinchos, por fortuna no llegan a ti a menos que te acerques en un rincón hay una bomba de agua, que conecta con la fuente en donde están las plantas. Al fondo ves un bonito emblema dorado con la forma de una luna.

Aquello era un auténtico laberinto de puertas, pasillos y creepy sorpresas varias. Tras revisar las salas restantes y recabar en la estatua del tigre sin ojos ya supuse que habría que ponerle algo en sustitución de los mismos Tras aquello y antes de decidir si meterme en la siguiente sala me quedé pensativa por unos instantes.

"Creo que ya va siendo hora de delegar un poco en mi habilidad. Estos bichos apenas se ven afectados por balas o desmembramientos...pero...¿y con ácido?

Me quedé mirando mi mano mientras la extendía frente a mi colocando la palma de la misma mirando hacia el techo. Me quedé observándola mientras me concentraba por un par de segundos.

"Allá vamos...a ver si funciona"

Comencé a generar veneno morado (corrosivo) sobre la palma de mi mano a borbotones. Este caía por los lados de la mano mientras yo intentaba concentrarme en reducir su expansión. Mi objetivo era reducir el veneno generado y concentrarlo en una esfera que estuviera sobre mi mano. Mientras ponía toda mi mente sobre la mano la mezcla de veneno comenzó a tomar forma redonda como si de una bola de helado se tratase.

-Ya casi lo tengo....vamos...vamos- dije como haciendo fuerza mientras no quitaba los ojos de la bola, solo para ver a los pocos segundos como esta se deshizo fatalmente contra el suelo.- ¡MIERDA!

Dejé de generar el veneno cortando así toda acción por mi parte. Era obvio que aquello no iba a salir a la primera pero me pondría a ello más adelante. Al menos, mi fruta ahora sería la que me podría ofrecer más ayuda en estos momentos.

Un tanto frustrada procedí a pasar a la siguiente sala donde pude ver varias cosas que me recordaban a la estancia del servicio. A pesar de que no veía monos en la costa si que pude ver aquella lámpara encendida sobre el escritorio...y yo no la había encendido. Me quedé alerta mirando el resto de la estancia con una pistola en la mano, pero en la otra, ya preparaba veneno por si las moscas. Además si algo había aprendido en mi corta estancia en aquel lugar maldito era" no seas curiosa o algo te matará" y con la mesa no iba a ser menos. Había un libro sobre ella...si...pero no me la iba a jugar y prefería escapar cuanto antes de aquel horrible lugar. Así que pasé por la puerta del fondo que me llevó al jardín.

Por si fuera poco y si no bastaban los perros, los ruidos de ultratumba, el ambiente polvoriento de la casa y los bichos amorfos que me atacaban ahora las plantas también tenían algo que decir...genial. Hora de la poda.

Miré la bomba de agua, la cual suponía alimentaba a las plantas. A pesar de todo me mantuve a una distancia prudente mientras intentaba acercarme al emblema lunar que se veía al fondo. Si estaba a tiro de las plantas les lanzaría veneno corrosivo aunque sea para que me diera tiempo a coger el emblema y salir del jardín.

Las plantas no te dejan acercarte, sin embargo gracias a tu poder de akuma consigues generar un potente herbicida, las plantas caen inertes cuando las pones en contacto con tan mortal veneno para ellas, te acercas y descubres que el emblema es una luna que parece soplas el viento en la noche.

No sabes muy bien para que podría servir, sin embargo si sabes que tiene cierto valor pues esta hecha en plata.

Haciendo un poco de fuerza mental, te das cuenta de que has recorrido ya toda la planta de abajo si tienes en cuenta las puertas anteriores.

Mientras decides que tienes que hacer, escuchas tiros. Por la cadencia de tiro y el sonido parece ser una pistola de gran calibre, indudablemente viene del piso de arriba. El camino mas rápido es por donde viniste en las escaleras al lado de donde Barry te dejo munición. Pero lo peor de todo es el traqueteo que escuchas después, algo grande y muy pesado esta corriendo por el piso de arriba, las fuertes pisadas hacen que caiga polvo del techo, no sabes a donde se dirigira pero tiene que ser enorme para hacer eso.

¡Si! Aquella maldita llave era mía al fin y aquellas plantas se morían por mi veneno correoso. Guardé la llave en mi bolsillo del short mientras me quedaba mirando a las plantas muertas.

-Joderos- dije antes de largarme brincando para volver al pasillo hasta que escuché tiros. Me apoyé contra una pared a la par que sacaba mi arma cual pistolera del oeste y miraba para todos los lados. Al final me di cuenta de que aquellos disparos provenían del piso de arriba, el cual, no había explorado. ¿Sería mis compañeros? ¿Estaba vivos?.

-Barry...-dije con un suspiro casi como que de preocupación antes de empezar a correr hacia las escaleras donde estuve antes para subir al segundo piso, pero, otra cosa llamó mi atención.

Me detuve, miré al techo y pude escuchar como algo enorme estaba en el piso superior provocando que cayera polvillo de las tablas del techo por su peso.

-Por Dios santo...otro bicho. No podré centrarme en hacer bolas de veneno si no me dan un respiro esas malditas cosas....ay, Barry guapa aguanta que voy- dije enfundando mi arma y comenzando a correr como alma que lleva el diablo hacia el segundo piso.

Asciendes las escaleras al segundo piso, y te guías por el ruido, cruzas un pasillo en forma de L a tu derecha en cuanto llegas arriba, ni siquiera te molestas en explorar la parte izquierda o la puerta que hay frente a ti, vas a la que esta mas alejada y la abres con premura, corres por un pasillo largo y sinuoso, tus pies apenas hacen ruido al caminar sobre una alfombra vieja y sucia, te detienes un instante y agudizas el osido hasta que porfin detectas un ruido, es el indudable sonido de una puerta cerrandose.

Te precipitas allí y tras cruzar otro umbral ves sangre en las paredes, la sangre cae por unas pequeñas escaleras que dan a lo que crees es un ático o buhardilla. Tirado en el suelo en un charco de su propia sangre ves a un hombre, esta armado con una pistola magnun del 45, te acercas a el y ves que aun respira y esta consciente, se agarra el pecho visiblemente dolorido, tiene el pecho literalmente abierto, varias costillas estan rotas y al aire, el corte va desde la clavícula izquierda hasta la cadera derecha y es como cuatro dedos de ancho.

No reconoces al hombre, es un varón blanco de unos treinta años, lleva el emblema del equipo bravo, con la ayuda de un medico y unos primeros auxilios se podría salvar su vida. El hombre intenta hablar con las pocas fuerzas que le quedan,

-Conseguí encerrarlo.... pero.... tiene, la llave.... necesito a... Rebecca.

El hombre te tiene un pequeño mapa con una ruta trazada, parece ser que tendrías que volver al pasillo donde liquidaste a las plantas, y tomar una puerta al lado de la que llevaba al pasillo del bar, una vez la cruces seguir recto hasta tomar con unas escaleras al primer piso nuevamente, hay una habitación pequeña enfrente de las escaleras. Parece que allí es donde esta esperando Rebecca.

Sin embargo escuchas golpes en la buhardilla, sea lo que sea que hay allí encerrado parece que no esta muy agusto.

-¿Rebecca?¿Estás ahí? -dije con la pistola en la mano.

El hombre visiblemente dolorido te agarra de la ropa y te acerca hacia el.

-Es una mole, una criatura parecida a un cangrejo gigante.-

Sin embargo antes siquiera de interrogarlo mas a fondo decides matarlo, ejecutado por un disparo que resuena por toda la casa, abandonas la estancia dejando atrás a monstruo gigante encerrado, la llave que protege y el cada ver reciente que dejas en el suelo.

Avanzas en dirección a quien puede ser una ayuda o una victima mas, por precaución dejas un reguero de veneno para que no lleguen a ti, finalmente entras en la pequeña sala.

La sala es poco mas que una habitación de conserje, tiene una estantería con diversas medicinas, una mesilla y una cama, en medio de la habitación hay una muchacha no tendrá mas allá de 20 años, tiene el pelo recogido en una coleta, usa gorra y gafas de cristal claro.

-Si soy yo ¿Quien eres tu?.-

La chica te apunta con un arma semiautomática parece ser un P90, esta claro que no se fue mucho de ti. Parece que es el momento de comenzar ha negociar y hacer preguntas.

Levanté mis manos en señal de paz ante la tentativa de pegarme un tiro por parte de Rebbeca.

-Por favor no dispares-- dije manteniendo las manos en alto y manteniendo un tono amable- He venido a ayudar en el rescate del equipo que estaba en esta casa, y creo que tu eres una de esas personas ¿verdad? Aquí hay cosas que dan auténtico cringe y no me gustaría darles tiempo a que me pillaran, e imagino que a ti tampoco. Vengo como aliada no como enemiga, por favor baja el arma.

Me fui acercando lentamente a ella.

-Acabo de ver un hombre muerto en la parte de arriba y créeme que estaba hecho un asco. Tenemos poco tiempo y no se cuantos quedan vivos en esta maldita mansión, pero creo que si no hacemos equipo, moriremos las dos.

Miré por unos segundos la estancia y pude ver que la verdad aquello parecía un búnker bien surtido. Al  menos podríamos reponer fuerzas si aquella tipa no me reventaba la cabeza. Finalmente le pregunté.

-¿Sabes algo del resto? ¿Me puedes contar como has llegado hasta aquí?- dije nuevamente en tono amable y dejar de poner las manos en alto. La verdad es que aquella situación me estaba poniendo un poco....ardiente.

La chica no baja el arma te tiene encañonado mientras habla.

-Soy Rebecca Chambers, medico del equipo Bravo, me quede aquí mientras el capitán Borao intentaba perder a una criatura enorme.-

La chica baja el arma lentamente mientras las lagrimas aparecen en sus ojos.

-Mo... Puede ser. El capitán nunca perdería la vida contra semejante criatura.-

Te das cuenta como la chica intenta recomponerse para contarte su historia.

-Eramos un equipo de cinco personas, El capitán Borao, el sargento Guss, yo como medica, el tirador de élite Herrero y finalmente el recluta Dunkan. Llegamos avisados de ataques de osos que estaban atacando a la gente, sin embargo no eran osos. Nos refugiamos en la mansión pensando que podríamos encontrar suministros, yo me quede con el Capitán no se que ha sido del resto, las comunicaciones no funcionan.

No se nada mas.-

La chica parece sincera, mientras se seca las lagrimas puedes ver como algo brilla en su riñonera.

Uff menos mal, parecía que iba a conseguir el tinte azul del pelo por esta vez. No me imagino que pudiera pasar si se enterara que maté a su compi...pero, fue por prevención ¿vale? No quiero más problemas...pero en aquella casa todo eran problemas y rompecabezas.

Escuché su presentación, confirmando mis sospecha y a la vez alegrándome un poco por lo que decía.

-Yo tampoco suelo perder, y hoy he visto a la de la guadaña casi tres veces- dije jocosa- Tranquila, todo estará bien a partir de ahora.

Me mantuve de pie mientras escuchaba la historia de aquella chica. Finalmente dije.

-Ahora entiendo que me encontrara municiones y vendas repartidas por varios lugares de la casa. Parece que os estabais asegurando de que haya lo que haya dentro de esta casa no os pille desprevenidos.- Di un largo suspiro- Bien, pues ahora estamos solas por desgracia pero encontraremos al resto si siguen vivos, y espero que así sea. Lo lamento por tu amigo pero aquí hay cosas muy raras moviéndose y quiero encontrarlos para salir cuanto antes de aquí.

La chica no tardó en recuperar la compostura al completo y por fin parecía que había logrado serenarse. Sin embargo, algo brillante brillaba en su riñonera, y yo como buena urraca, pregunté.

-¿Que llevas ahí?¿ No será una llave verdad?-me detuve en mis palabras para no parecer impaciente- Lo digo porque desde que he entrado las llaves en esta casa aparte de ser raras...son brillantes y muy útiles créeme.

-He, aparta tus manos.- La chica parece bastante protectora respecto al objeto.

Tenemos que ir a ver el cuerpo del capitán, llevaba con el una llave y la radio de emergencias, la necesitaremos para pedir socorro si encontramos una zona con cobertura. Tu sabes donde esta así que por favor abre camino.

Bien parece que la chica te ha pasado la pelota a tu campo y has de decidir que hacer.

Levanté las manos mientras daba unos pasos hacia atrás con semblante calmado.

-Vale vale, tranquila amiga- dije jocosa mientras me daba la vuelta para ir hacia la puerta por donde había entrado.

-Si, tenemos que ir por aquí para encontrar a tu capitán, pero te advierto, hay un bicho raro encerrado en una pequeña zona junto al capitán. Por suerte él logró encerrarlo ahí dentro pero no se si habrá roto la puerta ya...parecía tener muchas ganas de salir de ahí, así que prepara tu arma y coge lo que necesites- dije mientras ponía la mano sobre el pomo de la puerta- Ah por cierto, si ves regueros de un líquido morado, aléjate, es veneno.

Abrí la puerta y me dispuse a salir para volver hacia el lugar donde estaba el cadáver de aquel tipo. Ahora la verdad es que me arrepentía mucho de haberlo matado, pero ¿que coño sabía? Solo quería garantizarme que ningún bicho saliera de él..y estaba sufriendo. Volví al mundo real abandonando así mis pensamientos y me puse rumbo, pistola en mano para volver a la parte de arriba donde el capitán.

Consigues llegar sin muchos problemas a donde ejecutaste a sangre fría al capitán, se encuentra allí tumbado en un charco de su propia sangre, la puerta aun se mantiene en su sitio y los golpes han cesado, tal vez la criatura se ha ido a otra parte.

Tu acompañante esta muy afectada y casi se pone a llorar. Ves como se acerca al cuerpo mientras te indica la puerta.

-No tiene la llave encima, necesitamos encontrarlo, seguramente lo perdio cuando luchaba contra lo que fuera que había allí dentro.-

Ella se acerca a la puerta y la abre con cuidado, vigilando el interior.

-Esta limpio vamos, tenemos que encontrar la llave.

Ves como entra en la habitación, ahora es el momento de demostrar tu valor, ¿entraras o le dejaras todo el trabajo a ella?

Parecía que el bicho ya no estaba por aquellos lares. ¿Eso era bueno? Realmente no debido a que ahora esa cosa estaba suelta por la zona, y la verdad, no me apetecía encontrarme con ella de frente.

Cuando mi compañera pasó su momento de luto dijo su capitán no tenía una llave que necesitábamos.¿ Más llaves? ¿Really? Ya casi era partidaria de hacer un agujero en la pared y salir por patas de aquel maldito infierno. Encima a la muy iluminada dijo lo que más odio, la frase de héroe.

"Tenemos que...."

Eh eh ¿tenemos? ¿Como que tenemos? ¿ No podemos irnos sin más a otro lado?. No, parecía que no...así que sin cortarme un pelo le dije entre aspavientos con los brazos mientras caminaba detrás de ella hasta llegar a la puerta.

-Si claro, venga vamos directas a la boca del lobo ¿que puede salir mal verdad?- dije con una ironía tosca, pero obedeciendo a mi compañera.

-¿Has pensado que hacer cuando nos topemos con ese bicho delante? Lo digo porque mola y está guay eso de ir a por la llave y tal...pero quizás deberías tener previsto un plan B ¿no?- dije desenfundando el arma.

-Si lo he pensado.- La chica te mira con los ojos rojos por las lagrimas, sin que puedas evitarlo te empuja dentro de la habitación y cierra la puerta.

-Maldita asesina, esto es lo que obtienes por disparar al capitán, ¡Desgraciada!-

Escuchas pasos acelerados y el sonido de algo siendo arrastrado, lamentablemente no tienes mucho tiempo para intentar abrir la puerta, te consigues apartar lanzandote a la desesperada a un lado, una enorme criatura, de unos diez metros de largo se ha dejado caer desde el techo, te impide la salida y te mira con su rostro cadavérico, no tiene rasgos que discernir pues su cara no tiene piel tan solo músculos, los ojos no están en sus órbitas, y e cuello ha desaparecido, un enorme y poderoso torso es sostenido por dos ingentes brazos que son mas anchos y altos que tu, la criatura carece de piernas y en su lugar un enorme apéndice parecido a una cola hecha de puro musculo serpentea arrastrándose por el suelo.

La criatura se abalanza sobre ti abriendo sus fauces, su aliento es muerte y putrefacción, sangre te salpica de entre sus mandíbulas que se abren vertical y horizontalmente partida en dos cachos.

La sala es una buhardilla con un pilar central en medio medirá poco mas de veinte metros de largo por diez de ancho, al fondo del todo hay una especie de recinto pequeño, podrías saltar la valla y atrincherarte, ademas hay algo que brilla en el suelo, es de color dorado y plata. El pilar central parce ser de madera resistente capaz de aguantar mucho castigo.

Has de luchar por tu vida y para salir de allí, buena suerte.

"Bastarda hija de mil rameras" Pensé para mi misma mientras buscaba opciones de como cepillarme a esa idiota más adelante. Sin embargo no tuve demasiado tiempo de pensar, debido a, que entre que me costaba ya de por si ahora tenía un enemigo enfrente...y muy feo.

Me mantuve expectante como cuando ves a un perro que tiene intención de morderte. Caminé cuidadosamente unos pasos hacia atrás mientras guardaba la pistola sutilmente en mi cinto. Eché un vistazo rápido atrás donde pude ver un buen lugar para cubrirme temporalmente y una gran viga de madera en el centro de la sala.

"Mamá perdón por lo que hoy a hacer".

Rápidamente pegué una voltereta hacia atrás cuando el bicho intentó abalanzarse hacia mi. Si lograba evadir esto, me pondría detrás de la columna. ¿Porqué? Porque igual si el bicho se abalanzaba quizás la columna me daría la suficiente cobertura debido a su grosor y aparente resistencia. Si lograba esto segundo cogería rodando sobre mi misma por el suelo aquel objeto que brillaba.

Si lograba cogerla rápidamente correría hacia la zona atrincherada , no sin antes ir dejando caer un reguero de veneno ácido con mi mano tras de mi para que aquel bicho, si sentía dolor, fuera "ralentizado".

Te retiras de las fauces de la criatura, la viga se muestra inflexible ante el embate del monstruoso ser que choca contra ella en su carga por intentar alcanzarte, aprovechas su frustración para agarrar la brillante llave y dejar un reguero de veneno, sin embargo el monstruo no esta muy contento, se impulsa y da un salto imposible hacia ti. Por fortuna consigues cubrirte tras el murete de madera, no ofrece mucha cobertura pero si te permite tomarte un respiro mientras la cola afilada como una cuchilla golpea su superficie intentando alcanzarte. No aguantara mucho. En donde te encuentras parece ser un pequeño banco de trabajo, tienes herramientas de taller, una radial, una sierra circular, una motosierra, martillos, sierras, destornilladores, cinceles. Incluso un soplete con sus bombonas de gas.

Parecía que por gracia divina o por un auténtico milagro había logrado solventar el problema de ser devorada por aquella monstruosidad...por 5 minutos. Pude ver desde la cobertura de aquel lugar atrincherado un pequeño banco de trabajo con múltiples cosas que cortan .Solo pude esbozar una sonrisa sádica mientras miraba al techo.

"¡Tu si que sabes como ponerme cachonda, grache mile Diosito!" pensaría mientras comenzaba a imbuir mis manos en veneno nuevamente.

Rápidamente me dejé ver tras la barrera y con un rápido movimiento de mis manos lanzaría un gran chorro de veneno ácido para que aquel bicho se detuviera unos segundos. Si lograba esto saldría de mi trinchera y correría rauda hacia el banco de trabajo, cogería la motosierra, la encendería y me pondría delante de la columna nuevamente esperando a que el bicho me volviera a enfocar.

-¡Ven a por mi pequeño cerdo!

Mi idea era simple, si el bicho se lanzaba como antes contra mi yo intentaría apartarme, este se golpearía con la viga y yo aprovecharía para cortarle uno de sus brazos rápidamente.

El ácido comienza a devorar la carne de la criatura, su cuerpo humea y apesta todo la habitación, pero eso no lo detiene, golpea con sus brazos el muro que te protegía justo en el momento que enciendes la motosierra con un rugido, la abominación lanza un golpe contra ti con la intención de aplastarte y convertirte en una pegatina. Por fortuna esquivas el impacto que podría despedazar a una vaca y contratacas con la motosierra, el sonido de la carne siendo atravesada por las afiladas cuchillas llena tus oidos, la carne sale despedida por todas partes, y finalmente con un aullido de dolor el brazo cae sesgado al suelo, la abominacion se retira y huye atravesando el techo.

Parece que has ganado por ahora. En el suelo queda el brazo amputado te das cuenta que esta formado por musculo y tendones unidos por una capa de hueso que desafía toda anatomía. Te cuesta abrir la puerta pero finalmente tras usar la motosierra consigues sacarla de sus goznes y abrirte paso a donde ejecutaste al capitán, para tu sorpresa su cuerpo no esta, un reguero de sangre sale de la habitación.

¿Había ganado? No, pero si. Había logrado tiempo al menos para que esa cosa se pensara dos veces en volver a tocarme las narices. Eché un vistazo al brazo cercenado y pude ver que definitivamente aquella cosa no era ni medio normal, ni por fuera ni por dentro.

Di un leve suspiro sin soltar la motosierra mientras que miraba a la puerta de salida son una sonrisa bastante sádica. Rompí la puerta usando la motosierra mientras que con una cálida voz decía mientras levantaba la motosierra por encima de mi cabeza.

-¡Chavalitaaaa ahora te toca a ti!-dije antes de observar que el cadáver del capitán ya no estaba donde había fallecido, sino que, la muy idiota parecía haber arrastrado al muerto por el suelo hasta salir de la habitación.

-Espero que tu seguro que cubra la amputación- dije dándole una velocidad más a la motosierra antes de salir de la habitación siguiendo el rastro de sangre. Sin embargo, volví en mi al darme cuenta de que no podía matar a esa cabrita...y ganas no me faltaban. Así que apagué la motosierra pero me la llevé conmigo fuera de la habitación.

Sales de la habitación sin un rumbo muy claro, vas a la izquierda después a la derecha y finalmente te encuentras en las escaleras donde conseguiste municiones, continuas adelante por el pasillo por la zona inexplorada, entras en la primera puerta, allí te encuentras una sala de trofeos, hermosas antigüedades descansan en sus vitrinas, custodiadas por unas inmóviles armaduras medievales, al fondo de la sala el oro y las joyas te llaman la atención, también ves varios respiraderos en el suelo.

Dejas esa sala y continuas, al fondo del pasillo te encuentras una habitación lujosa y muy ancha al fondo ves un hermoso piano de cola, hay una enorme chimenea en la parte izquierda, sobre el piano ves unos papeles de aspecto sospechoso.

Nuevamente volví a correr por la mansión como el coyote persiguiendo al correcaminos. No descarto posar la vista sobre aquellas joyas que me había encontrado en la sala previa a la que iba a entrar. Tenía ganas de robarlas, pero visto lo visto y que en aquella casa cada vez que tocaba algo...pasaban cosas malas. Así que decidí ignorarlas por el momento hasta que entré en la última sala.

Nuevamente me encontraba con un piano y una chimenea, pero esta, tenía unos papeles sobre su repisa. Así que procedí a cogerlos y a leerlos hasta que los guardé en mi bolsillo, por si eran importantes. A la par, apoyé la motosierra contra la chimenea.

Tras eso me puse en el centro de la sal y aspiré profundamente aire para luego soltarlo.

-Allá vamos otra vez- dije extendiendo mi mano nuevamente hacia adelante y volviendo a intentar hacer una esfera de veneno sobre la palma. Con cierta concentración y viendo que este ya era el tercer intento procuré hacer una pequeña esfera que fue tomando forma lentamente. Finalmente logré que aquella esfera se mantuviera formada en mi mano por unos segundos, pero pasados estos, volvió a deshacerse en mi mano cayendo al suelo...necesitaba más práctica.