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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Miér 18 Dic 2019 - 3:43}

Despues de un largo tiempo en altamar, poco despues de haber salido en mi nuevo barco, me dispuse a buscar un lugar nuevo para estar y conseguir nuevas materiales dado que, que mi barco principal tenia algunos agujeros que tapar y realmente necesitaba los mismos para repararlos e incluso necesitaba papel entre otras cosas. Obviamente, los materiales que necesitaban no se iban a vender a cualquier persona y tampoco es que tuviese tantos berrys guardados para ir a cualquier mercado de cualquier pueblo a comprarlo mas cuando la marina y el gobierno mundial estaban controlando minuciosamente el mercado en si y por lo que, no me quedaba de otra que ir a un lugar que para nada me gustaba pero era necesario y eso era el mercado negro.

Mi viejo contacto en el mercado negro me habia dicho uno de los nuevos mercados negros se habia acentuado en una de las regiones feudales de Hallstat y que podia entrar en el mismo usando mi nombre codigo, que obviamente para mi era algo humillante por tener que usarlo en una situacion asi pero aun asi, debia intentarlo. La entrada a ese mercado estaba dentro de un pasaje de uno de los almacenes traseros que daban a las granjas, en el distrito ganadero, fuera de la vista de los comerciantes comunes y del poblado noble en general, debido a que al ser tan nuevo, tenia fallas en su seguridad y hasta taparlas debian estan en una zona poco poblada. Por otro lado, para llegar a la Baronia de Lux, a 15 kilometros hacia el noreste de la capital Asteria debía ir si o si en carromato o de lo contrario, me tardaria mas de un dia en ir a pie hasta el lugar y los dias estaban contados en los que podia ingresar a la baroneria sin permiso de ningun lord.

Aun asi, el viaje fue bastante movido de camino hacia ese lugar, dado que, el camino de por si era de tierra y casi nada del mismo estaba construido con rocas, cosa que al pobre caballo que nos estaba llevando en ese carromato algo viejo se le complicaba un poco mas llegamos a tiempo antes de que las puertas de la empalizada del poblado fuese cerradas y yo pagase luego lo que restaba del viaje al hombre. Luego de ello y colocándome una capucha para que no se notara que era un menor a pesar de mi baja estatura, mas al llegar al lugar de reunion, di mi nombre para pasar al interior del mercado negro con la reticencia del hombre que cuidaba la puerta a pesar de haberle dado mi nombre clave y teniendo que dejarle algunos berrys para que me dejara pasara. La noche era el mejor lugar para los compras y muchas de las personas en ese lugar usaban capuchas o mascaras para que nadie los notara mas por mi parte, me importaba poco que me reconocieran dado que no tenia pintas de ser alguien del campesinado o de la nobleza de aquel pais y por lo tanto, no necesitaba encubrir mi identidad siendo que de todos modos, me fui directamente hacia el mercado donde vendian las maderas exoticas antes de que el sueño me asaltara  y tuviese varios problemas en ese lugar.  
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Miér 18 Dic 2019 - 23:15}

Un barrote, dos barrotes, tres barrotes, cuatro barrotes… ¡Cinco! ¡Y hasta seis! Llevaba contando aquellos hierros horas y horas, tratando de amenizar el tiempo que faltaba para escapar de allí. Aunque quizás no queda muy claro que sucedía si solo digo eso.

Me habían encomendado un encargo de busca y captura en el Paraíso, más concretamente en Cactus Island, e, inocente de mí, había aceptado exponerme al peligro por el gran pago que me habían prometido. El problema es que, una vez realizado el viaje y, más concretamente, llegado al hotel, me di cuenta de que quizás la presa en todo aquel asunto era yo. Mientras desempaquetaba las pocas cosas que llevaba, entre ellas un traje o dos, un brazo había agarrado mi cuello y, antes de que mis instintos pudieran reaccionar, un pañuelo había cubierto toda mi nariz. Por supuesto, perdí el conocimiento hasta quién sabe cuándo, momento en el que me encontré en una jaula más propia de un zoo que de un esclavo. Aquellas personas, presumiblemente criminales, habían tomado mi cuerpo y lo habían encerrado en una especie de celda portátil, la cual estaba en mitad de la borda de una embarcación mediana, al sol y a la lluvia. La parte buena de todo aquello, o como mínimo, la menos mala, era que estar en la bodega hubiera sido miles de veces más estresante y aterrador que estar allí y, siendo sinceros, con mi poder de intangibilidad, podía atravesar las barras y salir. ¿Por qué no lo hacía? La razón era sencilla y definitiva: no sabía controlar un barco. Si decidía rebelarme y pelear contra ellos, sin conocimiento alguno sobre navegación, nadie me prometía que fuera a llegar a algún puerto antes de desfallecer de hambre o deshidratación. Así que me veía obligado a aguantar aquel trato.

Cuando trataba de hablar con ellos era completamente ignorado y, de forma asombrosa, parecía ser que siquiera me notaban. Si llamaba a uno de ellos, siquiera hacían el amago de mirar hacia mi dirección, así que podía jurar que, o yo me había quedado inesperadamente mudo, o todos ellos eran sordos, pero el escucharlos hablar entre ellos me dejaba claro que simplemente eran buenos actores. Una vez al día se acercaban a darme mi comida y a recordarme que un cuerpo sano tenía órganos sanos, así que su objetivo parecía aclararse cada vez más: iba simplemente a ser vendido, pero no como esclavo, sino como órganos de recambio. Y, así, una noche como cualquier otra, terminé durmiéndome en el suelo de mi habitación improvisada.

Me desperté en lo que parecía ser una bajada de mercancía del barco, pero una manta o tela que cubría mi vista me impedía hacer más que suposiciones. Manteniendo la compostura, me dejé portar hasta el lugar donde parecía que me iban a vender, aguantando los baches, golpes y las horas de camino con la mayor de las paciencias que podía reunir, hasta que me quitaron aquella cosa que opacaba la luz.

Y, así, terminé en un mercadillo de mala muerte, donde la gente se paseaba tratando de aparentar ser peligrosos, y yo no era la única persona puesta a la venta, sino parte de una docena o más. Una vez me percaté por completo de mi situación, esperé a que mis vendedores decidieran marcharse a por cualquier cosa que se les hubiera olvidado, o para dar una vuelta por las tiendas, y ahí atravesé los barrotes y me liberé de aquel sufrimiento que había soportado unos días hasta ahora. Si bien ya me había topado con situaciones así, nunca era grato tener que estar agazapado en el metal durante tanto tiempo y, a pesar de que la distancia entre barrotes permitía estirar mis delgadas piernas, mis articulaciones dolían.

Con toda la tranquilidad que podía tener una persona, comencé a estirarme, andando con pasos largos para la longitud de mis piernas, y tratando de contar el dinero que tenía en el traje que, por lo que parecía, parecía no existir. Y sin dinero, no podría comprar ropa nueva y quitarme aquella sudada de varios días, lo que me desagradaba, así que comencé a caminar, buscando algo de patrimonio fácil y a mi alcance, con el único objetivo de cambiarme de vestimenta. O, en su defecto, robar directamente.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Dom 22 Dic 2019 - 1:04}

El lugar realmente no era demasiado grande pero si varias de las cosas que estaban vendiendo me daban mas de un escalofrío, no porque me fuese raro lo que vendían sino porque también me parecía extravagante sin contar de que se estaba anunciando que casi una hora abría una subasta de esclavos casi similar como la que me contó mi antiguo capitán que se hacían dentro de la isla de Saboady. Aunque yo tenia una pequeña suerte de que no era ni remotamente interesante para las personas del lugar mas me evitaban por que parecía ser alguien que "destacaba" por mi edad entre tantas personas, pero eso poco me importaba en si dado que mi objetivo era claro y según el papel que me había dado mi contacto, debía reunirme con el mercader de maderas exóticas en un raro bar detrás del escenario donde se daría la venta de los esclavos.

Claramente caminar entre tantas personas realmente se me dificultaba bastante sin contar del hecho que la bolsa con mi dinero colgaba de mi cintura y mas de una vez había sentido que intentaron quitármela, mas los dedos quebrados que deje con la tierna sonrisa que solía poner era la "recompensa" que daba para los ladrones en particular. Obviamente después de quince minutos de esos torpes intentos de robos, muchos de los ladrones de poca monta desistieron de intentar robarme mas la prisa de llegar al lugar sin toparme con mas gente enmascarada y sus incómodos trajes entallados cuyo nombre se hacían referencia a Kimonos a algo similar me hizo chocar contra una persona, con al fuerza que ambos tendríamos caer al suelo.

La posición en la que había quedado seria algo comprometedora sino fuese porque la persona que estaba debajo de mi pequeño cuerpo fuese otro hombre casi de la misma altura que yo y cuya cabellera oscura, mas mis manos estaban a los costados de este y mi pierna había quedado casi a la altura de su ingle en medio de sus piernas. Casi como si tratase de un resorte, salí de encima suyo como si se tratase mi accionar de un gato asustado habiendo saltado hacia atrás del susto estando por unos segundos aturdido mas sacudí despacio mi cabeza para sacarme todas ideas de la cabeza y me arrodillo frente al hombre extendiendo mi pequeña mano hacia este - Perdon Perdon señor, no veía por donde caminaba, estaba ocupado buscando un bar que no le vi - le digo a este mientras dejaba extendida mi mano para ver si este la tomaba para poder pararse en lo que pasaban lo que siempre me pasaba, de que tenia una apariencia mas sexual para lo que realmente era yo, de tener el cabello pegado casi a mis ojos, mis labios ligeramente hinchados de haberlos mordidos anteriormente por el nerviosismo y el ligero rubor que se acumulaba en mis mis mejillas.

Esto debido a que, el joven que había "derribado" no era para nada feo pero eso no quería decir que intentaría ligarmelo, mas aun tenia cosas que hacer y ese pequeño contratiempo realmente me podría costar caro mas todavía escuchaba la pequeña bolsa de berrys en mi cintura y eso era un ligero alivio para mi.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Dom 22 Dic 2019 - 13:56}

Aquello parecía simplemente un circo de los horrores, un festival de la blasfemia, una pasarela de lo extraño. A cada paso que daba los edificios iban alternándose y, con ellos, el mercadillo que se encontraba en la puerta cambiaba, muchas veces bajando en una espiral de decadencia que no parecía encontrar su final. Partíamos de la base de que se estaban vendiendo, de forma indiscriminada, personas de todas las condiciones, así que solo imaginarse cómo podía ir empeorando cada vez más y más era hasta complicado. De seres humanos adultos, o al menos mínimamente maduros como yo, pasábamos a niños, claramente asustados o traumatizados por la situación en la que se encontraban. Media decena de metros más adelante cambiaba el espectáculo, y podías ver desde bebés a cualquier tipo de ser vivo con serias taras y malformaciones. Sí, el término ‘’circo de los horrores’’ estaba encajando muy bien en la escena que mis ojos me dejaban ver y, si miraba al frente, solo podía ver más y más tiendas, así que lo más prudente sería dar la vuelta y tomar el otro camino. No solo por mi salud mental, sino por evitar conocer gente y tener experiencias de las que luego me podría arrepentir.

Una vez hube pasado de largo todos los puestos que ya había visto momentos atrás, el cielo parecía hasta iluminarse para animar el momento. A pesar de ser un comercio ilegal, el hecho de que nada de lo que estuviera puesto en venta fuera capaz de llorar o gemir me tranquilizaba sobremanera. Quizás en una tienda podías ver espadas con claras señales de haber sido utilizadas en batalla, a lo mejor arrebatadas tras una pelea, o certificaciones falsas para según qué cosas. No es que yo fuera aprensivo con todo el tipo de sadismo que los criminales se solían llevar entre manos, sobre todo los más poderosos, pero si podía evitarlo, lo haría.

—¡Woops! —Una persona frente a mí no me había visto y se había chocado contra mí, haciéndome caer irremediablemente, aunque puede que también fuera culpa mía si no me había percatado tampoco. — ¡Lo siento! — Entonces, la persona se levantó y, haciendo un gesto de disculpa, se marchó.

Me levanté y traté de limpiar mi pantalón. A saber la de enfermedades qué pudiera haber en el suelo, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de enfermos que había por allí de compras. Antes de hacerlo, noté como mi mano pesaba y emitía un tintineo, y descubrí que tenía un gran saco de monedas agarrado con firmeza. ¿Se lo había quitado a aquella persona sin darme cuenta, o me lo había dado…? Guardando dicha tela en mi propio bolsillo de la chaqueta, me encogí de hombros y terminé de desempolvar mi ropa, sonriendo por el descubrimiento. Deformación profesional, supongo.

Con la nueva adquisición, fui a buscar con rapidez una tienda que, entre toda aquella parafernalia, vendiese algún tipo de ropa elegante, del estilo de un hombre de negocios, por muy difícil que pareciese aquella proposición. Andando con velocidad para poder salir de allí lo antes posible, y aprovechando mi tamaño para esquivar a todos los que pasaban por la calle, terminé chocándome nuevamente. Esta vez, el golpe fue bastante más tenue, quizás debido al tamaño de aquella persona que, con solo mirarla de reojo, ya podía afirmar que era pequeña. Aunque quizás yo no era el más indicado para hablar de alturas. Y, de la misma forma, la caída fue incluso más aparatosa que la primera vez. ¿Cómo se las había apañado para terminar con su rodilla rozando mi ingle, y estando él encima de mí? Era hasta sorprendente, pero me preocupaba más el hecho de que mi pantalón, después de lo que había vivido, estaba para ser incinerado y nada más. Habría que oficiarle un funeral como Dios manda. El chaval, ahora que lo veía de cerca, era albino, de ojos rojos, y le encontraba cierto parecido con las típicas ratas de laboratorio que podían utilizar en los experimentos de biología. Además, su constitución era muy parecida a la mía, pero su piel era bastante más pálida, y no se tornaba tan roja como la suya en esos precisos instantes. Parecía estar claramente avergonzado de lo sucedido y, junto a su nerviosa disculpa y su actual apariencia, me llegaba a dar cierto apuro el decirle cualquier cosa. Quedó entonces de rodillas frente a mí, esperando un perdón de mi parte que llegó en forma de gesto mientras me levantaba con su ayuda. De todas formas, ahora que había establecido una conversión, aun siendo unilateral, podía obtener una oportunidad para sacarle información sin que él se terminase de dar cuenta.

— ¿Un bar…? ¿Por aquí? — Realmente me parecía extraño el que hubiera algún tipo de comercio en el mercado que no fueran tiendas ilegales, así que había captado mi atención. — Te acompaño, si no es molestia.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Vie 3 Ene 2020 - 0:31}

Tras darle la mano a este sujeto, le quede mirando con curiosidad porque después de todo era otra persona que claramente no estaba usando mascara para "proteger" su identidad como el resto de las personas que estaban ese día en el mercado negro sin contar que el atractivo de este claramente me hacia sentir ligeramente incomodo pero a la vez atraído por el. Después de todos, el color de sus ojos que parecían ser dos ámbar grandes llamaban mi atención era las ropas que este tenia puestas que incluso eran similares al traje típico que tenían las personas del mercado negro de este país pero esperaba que el mismo no notara mi intensa mirada hacia este tras suspirar y girar mi rostro de lado ante lo que había dicho sobre el bar.

Claramente esa persona era distinta a mi e incluso sino lo miraba bien, este no parecía tener los rasgos marcados mas aun así tan solo asistí y señale con el dedo hacia donde estaba ese bar algo improvisado para lo que era el largo almacén donde se desarrollaba el mercado - Vale , no me molesta la compañía pero tan solo ten cuidado, dudo que quieras ser robado aquí - aclara en un tono neutro tras acomodar mi cabello hacia atrás de manera tenue mas le guiñe el ojo de manera inconsciente a este tras darle la espalda y comenzar a caminar lentamente hacia el local. El mismo no era mas que nada una fachada grande con varias mesas alojadas en el suelo de madera junto a una larga barra cuya parte trasera había un improvisado armario con bebidas de dudosa procedencia o incluso calidad. Mas por su parte, repartida en todas las mesas habían por lo menos, unos cuatro a cinco mozos deambulado por las mesas donde estaba casi repleto de personas que estaba bebiendo o para algunos, parecían estar esperando para la subasta de esclavos o lo que fuesen a subastar.

Por mi parte, me separe del muchacho de ojos de ámbar, dado que tenia cosas que hacer y realmente ese joven en particular me estaba distrayendo de mi objetivo principal y eso solo marcaba que las cosas no irían por bueno rumbo si seguía el camino a coquetearle, ademas, necesitaba cerrar el negocio con el contrabandista antes de que este "perdiera" mi cargo y no me embolsara el dinero que estaba por invertir. Sin demasiada prisa para no chocar con alguna de las mesas con esos idiotas enmascarados cuyo tono de voz alto denotaba que parecían estar entrando en la ebriedad y eso seria un problema para mi, mas hasta el momento ninguno de ellos se habia atrevido a decir nada acerca de mi presencia en ese lugar donde yo me senté en una mesa alejada donde estaba sentado un joven caballero cuya mascara era de un oni azul y lo único que se le veía era que el mismo poseía era un cabello rojo como si se tratase fuego.

La charla sobre el negocio había sido bastante corta pero precisa, el me había asegurado que la carga estaba en ese lugar y que solamente faltaba que me fijara la calidad de la madera pedida, dado que, le había pagado la mitad del dinero es decir, dos bolsas pesadas de berrys que tenia repartidas en pequeñas bolsas escondidas entre mis ropas, en lugares precisos donde era difícil meter la mano sino que el dueño, en este caso yo, no me hubiese dado cuenta. Mas la condición de que yo fuese a revisar la mercancía era que debía esperar pasada la subasta debido a que el problema que podría haber podría ser algo molesto para algunos y el se que quería asegurar que no iba a joder a alguno de sus empleados para quedarme con el botín y sin pagar lo que le correspondía, ademas de que yo en esos momentos no tenia ningún medio de transporte para retirar todo aquello hasta mi barco en cuestión.

Y así de esta manera, el hombre en cuestión me dejo un papel donde debería buscar mis cosas avisándole que pagarla un poco mas para que llevaran mi mercancía hasta mi barco y yo le quede mirando como se retiraba dejándome solo, siendo que, comencé a mirar a todos lados para ver si aquel sujeto que me había topado por accidente estaba por ahí para por lo menos, matar el tiempo.  
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Miér 8 Ene 2020 - 23:39}

Lógicamente, aceptó mi proposición. A menos que estuviera escondiendo algo especialmente turbio, no había una razón real para negarse a mi compañía, aunque seguramente la mayoría de gente que pululaba por allí no opinaba lo mismo. Los vendedores del mercado negro solían desarrollar una especie de paranoia y miedo irrefrenable a ser traicionados en cualquier momento y por cualquiera. Deformación profesional, supongo. De la misma manera que él me aconsejaba que cuidase de mi dinero, pues los robos eran el plato de cada día en aquellas calles. Yo, sin pensarlo demasiado, esbocé una sonrisa. ¿Me iban a robar el dinero? ¿Cuál? ¿El que ni era mío? Creo que yo era el peligro de manos largas en aquel lugar, aunque tampoco estaba de más el poner a buen recaudo el único capital con que contaba en el momento.

De todas formas, y volviendo a lo que era el presente, comencé a seguir al chico. De una forma bastante cercana y, de haber sido una calle desierta, algo que podía ameritar perfectamente una denuncia por acoso, pero es que aquel lugar no daba espacio a más. Y tampoco tenía planes de perderme por segunda vez, así que aquella era la mejor idea. De todas formas, no tardamos relativamente mucho en llegar al bar que nos habíamos propuesto como meta, así que procedimos a entrar. ¡Y sorpresa! Era un bar de mala muerte. Sí, uno, y además con cada una de las letras que lo conformaba en mayúscula. Los mamarrachos fracasados se contaban por quintetos en las mesas, que parecían estar fregando con la saliva que se les caía de la boca, fruto de un abuso casi criminal del alcohol que rellenaba las jarras. Así a ojo no estaba muy seguro, pero podría haber apostado que había más líquido en el suelo que en sus vasos, y aquello ya era poner el listón alto. Me agradaba. Era un escenario que me tranquilizaba, especialmente siendo consciente de que, en aquel lugar, yo era uno de los pocos en sus plenas facultades mentales, capaces de aprovecharse de la idiotez de unos y otros.

Ya que el albino tomó su propio camino para sentarse al lado de un rarito enmascarado, yo simplemente hice lo mismo, ocupando un taburete de la barra y mirando fijamente al camarero, un hombre elegante pero joven para aquel cargo. Él me imitó, convirtiendo lo que era una espera para pedir una bebida en una tensa guerra de miradas. Una, que por cierto, terminé perdiendo, pero no por culpa mía, sino porque alguien tocó mi hombro e instintivamente me vi forzado a girar el cuello. Algo resignado y con el orgullo herido miré a la persona a la que me conducía la mano, que resultaba ser una muchacha de una edad que perfectamente podía duplicar la mía. No mayor, obviamente, pero sí que parecía haber pasado ya por mucho, y había decidido asentarse en este lugar de mala muerte. Quizás todo esto eran conjeturas mías, pero aquella imagen que daba me obligaba a generalizar y, aunque no me gustaba, la corta vestimenta me obligaba a pensar mal. El dedo que había rozado mi hombro izquierdo, el más alejado a la barra, ahora había comenzado a deslizarse con rapidez hacia el contrario, pasando el brazo por completo por detrás de mí y tomando el asiento que se encontraba próximo a mí, acercándolo en el proceso. Simplemente con mirar a su sonrisa pude distinguir que ella era alguien en mi misma situación, una aventajada al resto. Su mueca y sus gestos no tenían ni la más mínima sombra del alcohol, y eso no podía provocarme más que desconfianza.

— ¿Qué hace una cara tan bonita como la tuya entre borrachos y criminales? — La mano comenzaba a bajar poco a poco por mi hombro, acariciando la clavícula y el pecho y, como en una suerte de polea, haciendo que el resto del cuerpo tuviera que acercarse más a mí. — No suelo ver a gente así en este sitio. — El proceso seguía y seguía, hasta el momento en el que su propio pecho, uno turgente que controlaba un sujetador amarillo que combinaba con su pelo, estaba chocando y apretando mi pequeño brazo, casi devorándolo. — ¿Entonces…?

Miré nuevamente a la mujer sin tapujos, partiendo de los pies hasta llegar a la cara, y suspirando una vez terminada la tarea. ¿Era una prostituta en busca de carne fresca para trabajar, o simplemente estaba aburrida y se quería reír un poco de alguien como yo?

— ¿Qué significa ese suspiro…? — No había un rastro de furia, tristeza o cualquier sentimiento negativo en el reproche, sino más bien picardía y atrevimiento. — ¿No soy suficiente? — Estaba jugando lo mejor posible sus cartas, supuse por la sonrisa que se acrecentaba.

— De hecho, sí eres suficiente. — Coloqué mi mano derecha en el mentón mientras la miraba, apretando entonces su brazo con mi hombro, pero más de una manera cercana que intimidatoria. Sonreí sin abrir la boca y ella me respondió con la misma moneda.

— ¿Entonces a qué esperamos? — La otra mano suya, todavía libre, comenzó a cruzar la distancia que nos separaba, apoyándose en el muslo, con pretensiones de seguir. Solo fue frenada por la mía propia que se colocó encima, parándola por completo pero de una forma sutil.

— Quería conocer a alguien de aquí. — Apreté un poco su mano con mi zurda, pero únicamente para transmitir más cercanía. — ¿Me podrías llevar a algún lugar donde vendan ropa elegante?


Su cara fue un cuadro, no sé si para bien o para mal.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Sáb 18 Ene 2020 - 1:02}

Me aburría como una ostras en lo que se podía decir la larga espera para poder conseguir mis cosas y largarme de una buena vez de ese lugar, realmente no quería presenciar la venta de esclavos siendo que yo había estado a pasos de ser uno de ellos en el pasado con el exterminio de mi antigua tripulación. Aun así, mi mirada se fijo en la especie de compañía que estaba teniendo en esos momentos el joven de ojos de ámbar quien por alguna razón no se estaba quitando de encima a esa prostituta de encima y eso por alguna razón me hacían sentir un pequeño ardor en el estomago, cosa que era algo poco común para mi y mas cuando recién le había conocido a este. Mas una pequeña maldad podría hacer en lo que esperaba realmente que la subasta en cuestión comenzara y eso fue el detonante de que me levantara de la mesa mirando todas las mesas de los hombres ebrios siendo que sin que estos se dieran cuenta comencé a quitarles todo el dinero que podía recolectar con mis manos entre "tropezones" y "golpes" contra sus mesas en los que los estaba desvalijando.

Durante todo ese tiempo, casi había recolectado unos cincuenta mil berrys como mucho mas me parecía una buena cantidad de dinero que tenia encima, si bien hacia ruido con mis ropajes eso no quería decir que realmente me detendría de hacer la pequeña travesura que tenia pensada en esos momentos. Tras lo cual me acerque a la mesa de donde estaba el joven de pelo negro y sin ni siquiera pedirle permiso alguno, me senté en su regazo y dejando la pesada bolsa con el dinero encima - Mira Mira lo que conseguir socio jejejej y usted que quiere ehh? se podría largar tengo negocios que hacer con este caballero así que shu shu - le dije al ojiambar dejando la pesada bolsa de dinero encima de la mesa en lo que le hacia un gesto con la mano hacia la dama en cuestión para que se fuera del lugar, quien obviamente ofendida por aquello lanzo una especie de maldición por lo maleducado que estaba siendo ademas de decirme mocoso entrometido por lo bajo, cosa que eso ultimo lo había dicho casi como un susurro mientras partía hacia otra mesa contoneándose con esas particulares caderas que me hacían recordar un poco a mi afeminado ex capitán.

Para cuando todo paso, una pequeña risa salio de mis labios sin darme cuenta de que aun estaba encima de aquel sujeto y de que al moverme, me estaba frotando mis caderas contra la parte baja de este hasta que después de unos segundos me di cuenta de lo que estaba haciendo y tan solo un fuerte rubor surco mi rostro siendo que fue casi instantáneamente que había bajado del regazo de aquel hombre y me senté en la silla de lado con un fuerte rubor en mi rostro. Lance un suspiro suave para calmarme para ver nuevamente al joven para poder hablarle de manera clara - Disculpa por eso ultimo, no deseaba causarte problemas pero esa mujer me resultaba desagradable que se refregara contra ti como si fueras un poste de Pole Dance.... aun así he conseguido todo este dinero para meterme en la conversación y creo que es mejor marcharnos rápido antes de que sus dueños se den cuenta que les falta dinero aunque con esas fachas seguramente te marque como el "ladrón" así que te haré el favor de pagarte ropa - le dije eso ultimo con una risa de picarda tras volver a tomar la bolsa entre mis dedos siendo que no sabia del todo porque estaba "ayudando" a esa persona en cuestión pero era un hecho de que las ropas que este tenían claramente no se veían en buen estado y mas cuando había echado de esa manera a la mujer que había ido a acosar al joven seguramente no se quedaría con las manos cruzadas, y con la cantidad de dinero con la había aparecido y mi edad corporal no tardaría en nada de avisar a matones ara robar.

Ademas había otro hecho bastante puntual y era que yo también necesitaba un pequeño cambio de guardarropa dado que realmente solo tenia dos mudas de ropas y eso de coser se me estaba dando muy mal sin contar de que debía hacer tiempo para la subasta así me iba de una buena vez de ese lugar con mi cargamento fuera de la isla antes de liarla aun mas de lo que ya había hecho en pocos minutos siendo que a paso seguro fui a los diferentes locales andantes que habían apostados en el lado oeste del mercado en cuestión.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Dom 19 Ene 2020 - 17:49}

Mientras esperaba por la respuesta de la mujer, que no pareciera que fuera a llegar nunca por el gesto que su cara mantenía, comencé a escuchar una serie de golpes tras de mí. Cuando me giré para fijarme en su procedencia, pues tampoco estaba demasiado interesado en verme envuelto en una pelea de borrachuzos en mitad de un bar, descubrí que el causante era ni más ni menos que aquella persona con la que había venido. Fijándome en sus manos, no tardé en descubrir aquello que estaba haciendo sin, para qué mentir, demasiado disimulo ni maestría. Si él me lo hiciera a mí en cualquier situación lo descubriría al instante y hasta sería capaz de coger su mano en el acto, mostrándole lo que era bueno. Pero supongo que, notando el peso de los berries que colgaban en mi chaqueta, no podía culpar a un ladrón de serlo si yo mismo podía ser entendido como uno. Entonces su ojo se centraron en los míos y, en ese instante, por su sonrisa pícara, pude anticipar que lo que estaba por venir no era para nada bueno. O, al menos, inesperado.

Se acercó con la gracilidad que podía caracterizar a un cuerpo fino y pequeño como aquel, terminando de una forma u otra sobre mi regazo. Suspiré mientras veía como soltaba su bolsa, ahora llena de monedas, sobre la barra y me miraba de forma jovial, llamándome socio. Entonces, con la mano derecha me levanté el flequillo, dejando ver mis ojos, y enarqué entonces una ceja. ¿…Socio? No le quería llevar la contraria, pero aquello distaba bastante de la relación que teníamos ahora mismo. Bueno, si podía llamarle a aquello relación. Aquello de ‘’hacer negocios’’ sonaba a una simple mentira y, viendo que su objetivo parecía ser ahuyentar a la mujer, ahora sí que estaba claro que lo era. Como si de una orden se tratase, la femenina figura se fue alejando hasta alcanzar otra mesa, sentándose allí, seguramente a esperar a otro chico u hombre con el que coquetear. Por otro lado, el albino no tardó en reaccionar a lo que había hecho él mismo sin pensar, siendo que sus mejillas se colorearon del color de la sangre y no tardó en cambiar de asiento a uno pensado y construido para eso mismo. Aproveché ese instante para frotar mi pantalón, dejándolo lo menos arrugado posible, y luego cruzando mis piernas mientras escuchaba lo que parecía querer decir mi autoproclamado socio.

Se disculpó por lo que acababa de cometer y, aunque para mí no hubiera tenido ninguna importancia, él simplemente comentó que no aguantaba aquel acercamiento. Suspiré por segunda vez en aquella conversación, o mejor dicho monólogo, para luego sonreír. Este chico estaba resultando ser una caja de sorpresas hiperactiva e imprudente y, aunque nadie en su sano juicio gustaba de este tipo de gente, yo me lo pasaba como un niño pequeño alrededor de personas tan problemáticas. Prefería no verme siendo parte de alguna tangana que él mismo provocase, pero sí me divertía aguantando las tonterías que pudiera tener. Para terminar, me metió prisa para marcharnos del sitio, alegando que quizás me culpaban a mí de los robos por mis pintas. ¿¡Qué tenía de malo mi ropa!? Vale, estaba sucia y no muy bien planchada, pero tampoco tenía el aspecto de un vagabundo cualquiera, ¿no? Al menos, para amortiguar el golpe, me ofreció ir de compras y pagarme algún trapito bonito que quisiese comprarme.

Salimos entonces de aquella pequeña taberna, ojeando las tiendas que nos rodeaban mientras él me dirigía a la zona oeste del lugar. Yo no conocía nada del lugar, siquiera había visto un mapa, así que simplemente opté por seguir sus instrucciones y a él, caminando por las calles hasta ver una tienda que pareciera lo suficientemente elegante como para que pudiera entrar a comprar.

— Créeme que con los 60.000 o así que llevas en esa bolsa no te va a dar ni para una chaqueta mía. — Musité, sonriendo. A estas alturas de la vida podía distinguir el contenido en berries de una bolsa como aquella simplemente con escucharla y, aunque no era lo más concreto del mundo, sí que me aproximaba lo suficiente como para sorprender a aquel que me escuchase.

Finalmente entramos a un local que se presentaba con un pilar a cada lado de la puerta, presentando una arquitectura y decoración tan exageradas que uno tendía a reírse mirando el exterior. Ya dentro parecía otra tienda muy distinta, con el aspecto de una boutique cualquiera, bien llena y ordenada como a mí me gustaría. Entonces saqué el saco de monedas del que despojé a aquel con el que me choqué por la calle y, agitándolo, escuché cómo tintinearon cerca de medio millón de berries. Alguien iba a hacer un buen trato hoy, pero hasta ahí. Sin dinero no había compra. Pobre. Me acerqué a la primera prenda que pude ver ante la atenta mirada del dependiente y le mostré la etiqueta a mi acompañante. Cien mil berries por un pantalón, algo que parecía estar fuera de sus posibilidades.

— Me tocará invitar a mí, creo yo. — Aceptase mi proposición o no, tomaría un conjunto de una americana negra con rayas negras, un pantalón también negro y una camisa blanca que tendría el papel de destacar en aquella oscura vestimenta, y me iría a probar a uno de los vestidores que estuvieran libres. Luego saldría con él puesto y, si el albino no podía impedimento alguno, lo compraría y esperaría a que él hiciese lo mismo.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Mar 28 Ene 2020 - 6:56}

Para cuando habíamos llegado a la tienda había escuchado claramente la voz de aquel sujeto con el que sentía una pequeña atracción donde me decía que el dinero que tenia encima claramente no me iba a alcanzar ni para comprarme ninguna prenda en aquel lugar, siendo que exceptico de aquel pensaba que solo estaba exagerando mas cuando entramos en la boutique en cuestión, casi pude sentir como algo de sudor frió corría por mi nuca por ver los precios en las etiquetas siendo que tan solo suspire algo deprimido por mi poca recolección de dinero. Si bien era mi primera vez robando de esa manera en el mercado negro, también había esperado recolectar algo mas de dinero del que había teniendo en mi bolsa y termine viendo la bolsa de dinero del otro hombro con algo de pena porque esperaba impresionar al ojiambar siendo que el impresionado en esos momentos había sido yo donde tan solo asistí suavemente con la cabeza ante la proposición de que esta vez el iba a ser el encargado de comprarme ropa con su dinero.

Mas cuando este se fue hacia los vestidores, supuse que también tendría que hacer lo mismo dado que no quería quedar como un ingrato por no hacerle la compañía necesaria ademas de que, en parte, necesitaba comprarme ropa antes de que la mía pasara a nueva vida como un trapo de limpieza. Por lo que empece a mirar precios de las prendas que me gustaban, porque si bien, me había invitado con el tema de las prendas, eso no quería decir que me abusaría de su amabilidad por mas de haberle conocido tan solo hace pocas horas donde cogi una camiseta de mangas cortas de color negro y cuyo dibujo hilado era de tonos rosados ademas de poseer un pez koi saltado en medio de una alberca, cuyo precio me parecía razonable a pesar de ser uno de los mas bajos en comparación contra prendas. Por otro lado, tome un pantalón de color azulado oscuro cuyo corte era de una especie de cuero raro pero me parecía lindo ademas de combinar con la camiseta en si mas este no tenia ningún diseño cocido cosa que para mi esta obstante bueno siendo que la cantidad por el total era de casi 200 millones de berrys.

No pude evitar soltar un silbido de gusto al ver al otro hombre cambiado, siendo que por mi parte también me había cambiado de ropa y dejado lo otro dentro de una bolsa por si las dudas, donde lo mire de arriba a abajo al ojiambar al cual todavía no me le había presentado de manera correcta. Pase una de mis manos hacia mi cabello y trate de peinarlo hacia atrás mas parecía que estaba preparándome para ir a follar por mi rostro que para saludar a alguien como correspondía mas, por otro lado, me sentía ligeramente nervioso por no saber que mas hacer dado que no sabia cuanto tiempo había pasado desde que había hecho el trato con aquel sujeto - Me llamo Shiro, Shiro di Fenrir mucho gusto soy mercader y artesano de tiempo completo, discúlpeme no haberme presentado antes pero la situación en la que nos encontrábamos no había sido la correcta a mi parecer - dije en un tono cortés y educado hacia el hombre en cuestión siendo que extendí mi mano hacia este, que si bien se veía tan pálida como el resto de mi físico, se podía notar en ellas que en la parte interior de la mano ya se encontraban los cayos tipos de alguien que trabaja arduamente, mas le había mentido parcialmente a este sobre mi oficio puntual al cual yo me dedicaba en esos momentos. Mas sin saber si este recibía mi saludo de mano, claramente escuche las campanadas correspondientes que me había dicho mi vendedor que daría comienzo la dichosa subasta que tanto estaba evitando porque sabia que me quedaba poco tiempo en el lugar antes de partir nuevamente hacia mi barco.    
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Vie 21 Feb 2020 - 18:58}

Parecía que le había dado la mano y me había tomado el brazo. Pero no me disgustaba, la verdad, ya que era el primero que se había ofrecido a pagarle la ropa, estaba en todo su derecho. Se me escapó una sonrisa tonta y un pequeño rubor cuando al salir del vestuario escuché el silbido, proveniente del mismo albino que había dejado en la puerta, esta vez mejor vestido que la primera vez que lo vi. Había dejado aquella ropa que no me terminaba de convencer en una bolsa, o eso parecía, y había optado por un aspecto que, aunque informal, lograba dar una sensación de elegancia. Le devolví el silbido con tono juguetón, simplemente por seguirle el rollo. Se peinó al momento hacia atrás, supuse que para terminar de complementar el look que había conseguido. Así sí que lo tomarían en serio en aquella subasta, o al menos no lo menospreciarían tanto por ser un niño. Mientras me acercaba, comenzó a hablar, presentándose como era debido. Así que Shiro di Fenrir, ¿eh? Un nombre, como mínimo, exótico. Quizás no era el más correcto para hablar, pero aquel ‘’di’’ que ocupaba el centro le daba un toque bastante curioso al todo. Además, se dejó conocer como un mercader y artesano, profesión lógica para una persona que estaba allí, en un mercado negro, por propia decisión. Me extendió la mano al terminar, viéndome yo forzado a corresponder el gesto con mi propia diestra.

— Edward Tellerum, ese es mi nombre. — Le sonreí con una mueca de oreja a oreja, girando un poco la cabeza en el acto. — Supongo que me podrías considerar un mercader también, aunque a veces sea más un mandado que otra cosa~. — Terminé aquella frase con el tono animado que solía usar cuando no estaba en el trabajo, arrastrando la última a.

¿No era Lance? Por supuesto que lo era, siempre lo había sido, aun cuando me gustase más o me gustase menos. Pero había aprendido que mi nombre era mi identidad y, por mucho que me molestase tener que mentir a la gente sin razón alguna, veía necesario respaldarme en un nombre falso. Al menos, así no podría ser delatado, o arrastrarlos a ellos a algo que no me gustase, simplemente por conocer cómo me llamaron mis padres. Sí, estaba mejor ser tratado como Edward por el momento. Con ese mismo ánimo me acerqué a la caja registradora y, mientras dejaba a la persona encargada que fuese tomando precios, miré a Shiro y le pregunté si él había hecho lo mismo. Es decir, no me iba a ir sin pagar, menos teniendo dinero. Esperaría a que, en un principio, pasase todas las prendas, aún puestas, por el escáner de la tienda, sumando cada vez más ceros al total. Ver la cifra subir me generaba una combinación de felicidad y tranquilidad, por estar comprando productos de alta calidad, con ansiedad y pesadumbre, ya que todo aquello salía de mi bolsillo. Pero el lado de la balanza que me hacía estar feliz sobresalía más. Terminó de combinar todo y, una vez me pidió el total, cogí lo que necesité de la bolsa y se lo di, junto a una pequeña propina. Salí por la puerta al paso que marcó él ya que, a juzgar por sus gestos, tendría algún tipo de destino ya marcado, así que no sería yo quien le arruinase los planes o, quien sabe, la diversión. Tampoco es que necesitase demasiado mi tiempo en aquellos momentos, la verdad.

— Te sigo, tranquilo. A ver a dónde me llevas. — A pesar de ser un par de frases secas, trataba de darle énfasis a que estaba dispuesto a hacerlo realmente, e ilusionado con dar una vuelta por aquel circo de los horrores.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Vie 27 Mar 2020 - 12:29}

Le dedique una sonrisa cordial al joven de cabellera negra porque después me estaba dando una buena impresión hacia mi persona, sin contar del que el mismo era realmente atractivo mas suponía que este no se daba del todo cuenta de lo mismo ante las miradas de todas las personas que había atraído en la tienda de ropa. Obviamente me había sacado un sonrojo fuerte cuando escuche el silbido por su parte, dado que, no estaba acostumbrado a que lanzaran ningún tipo de elogio y menos un piropo como el que había sido "victima" de aquel joven, siendo que sentía que mis mejillas iban a arder demasiado tras la salida hacia el mercado en cuestión donde vi que este pago.

Al escuchar el nombre con el que se estaba presentando, tuve una pequeña corazonada de que algo no estaba andando nada bien, como si este tuviese miedo de dar su verdadero nombre porque después de todo, estábamos en la zona del mercado negro de Hallstat y era normal que algunos usaran alias o incluso usar nombres falsos. Por lo cual, no mencione nada acerca de ese asunto para no hacerle sentir que yo desconfiara con el por mas que solo fuese una corazonada mía en ese sentido - Perfecto Edward, es un curioso nombre para los de esta zona que no fuese algo exótico como mi nombre pero bueno, los padres siempre tienen maneras raras de nombrar a sus hijos no? - le dije a este en lo que salíamos de la tienda con la ropa cambiada, y teniendo entre mis manos bolsa con las maneras obtenidas del saqueo ademas de la otra bolsa con el cambio anterior de ropa que tenia puesta. Obviamente sentía que esto era casi una cita mas, en el lugar no era para nada lindo como para establecer una salida "romántica" mas tenia que pensar que hacer en esos momentos en lo que esperaba poder salir de una vez de ese lugar.

- Es una lastima que no nos hubiéramos encontrado en otro tipo de situación como esta... seguramente hubieras sido una buena cita - le digo con sinceridad a este porque después de todo, me la estaba pasando de perlas con el mayor en cuestión pero eso no quería decir que era el momento o el lugar correcto como para poder estar relacionado ambos y mucho menos las circunstancias para tener un correcto encuentro.Aunque antes de que pudiera terminar de hacer otro tipo de frase, el golpeteo de un campanario se hizo notar indicando de que la subasta comenzaría y eso solo hizo que chistara con la lengua porque eso indicaba claramente que mi tiempo en la isla estaba contado con los minutos que demoraría la subasta en cuestión.

Trate de guiar a Edward hacia otro lugar que no fuese ese escenario mas las personas que iban hasta allá me habían llegado a arrastrar hacia el lugar en cuestión, dado que mi cuerpo era sumamente pequeño en comparación de la muchedumbre que se reunía para la subasta de esclavos. Claramente eso me había puesto de muy mal humor, tanto así, que mi rostro se había deformado en un gesto de molestia infinita por dos claras razones, la mas importante es que yo no pintaba nada en esa venta bastarda de personas para el regocijo de otros y en segundo lugar, era por la compañía del ojiambar, quien se habia visto nuevamente involucrado en otra situación incomoda. Aun así, la subasta dio comienzo con 5 personas a la vez, una mas joven que la otro, siendo 3 hombres y dos mujeres las que se estaban poniendo en la venta, cosa que hizo que mi estomago se retorciera de una manera incomoda por saber aquello, tanto así que hubiese deseado tener algo de la armada revolucionaria o incluso de la misma Marina para que interrumpieran todo aquel teatro.

Voltee la mirada para no ver eso, mordiendo mi labio inferior para tener que tolerar aquello dado que, no podía retirarme del lugar sin antes armar un escando lo por las personas que gritaba para comprar a todos los esclavos en cuestión sin contar de que mi fuerza no iba a ser suficiente para sacarme a todas esas personas de encima antes de la entrega de mi cargamento mas por su parte, no podía divisar donde había quedado Edward entre la muchedumbre. Pero tenia la corazonada de que estaba bien, no sabia porque exactamente pero tenia ese presentimiento mas cuando me di cuenta de que estaba por terminar la subasta, tan solo quedaba un esclavo en la plataforma y por la apariencia de este me daba cuenta de porque nadie estaba pujando por el. Si lo vieran desde como lo veía, aquel hombre era de unos 30 años años mal cuidados sin contar de que estaba casi en sus huesos y claramente se notaba que estaba enfermo de alguna manera por sus ojeras pronunciadas y sus ojos apagados de un color oscuro como el cabello de Edward, y eso claramente hizo sentir que algo palpito en mi corazón que me hizo lanzar la bolsa de dinero sobre el escenario sabiendo lo que haria.

- Yo lo comprare señor, claramente ninguna de esa persona se hará cargo y prefiero llevarlo antes de que ustedes lo maten por no de serles de utilidad - le dije al presentador en cuestion indicandole que me llevaria al esclavo en cuestion, mas no necesitaba nada en particular solo que lo bajaran del escenario para que terminara ese Show de mal gusto, siendo que habia hecho un estupidez por haber hecho aquello pero realmente queria salvar a ese hombre tan similar al momento de descubrir la masacre que habia dejado años atrás. Tras todo ello y con un creciente dolor de cabeza, baje del escenario con aquel hombre que apenas se podia sostener, y camine hacia la multitud notando a Edward entre ellos, en los que sostuve a aquel hombre para que no se cayera - Perdon Ed, acabo de hacer algo estupido y no voy a quedar por mucho mas tiempo... lamento que nuestra "cita" no fuese ideal pero espero poder encontrarte en algun otro momento si? - le pregunte con una sonrisa nerviosa a este porque realmente sabia que habia metido muy hondo la pata y había llamado mucho la atencion de los transeúntes en lo que escucha un grito por parte del cochero que me iba a llevar a las afueras de aquel lugar pero deseaba esperar la reaccion del mayor.
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Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) Empty Re: Son solo negocios (1 año atras Pasado - Lance) {Mar 5 Mayo 2020 - 21:18}

Por un instante noté un matiz, un rastro de duda en sus palabras mientras mencionaba mi nombre y hacía referencia a este. Era obvio que no era el más normal de los nombres, ya que no escuchabas un ''Edward Tellerum'' todos los días. Pero me parecía bien. Es decir, respecto a mi nombre original, tampoco era mucho más extraño, pero de todas formas no estaba dispuesto a relegar aquel segundo nombre a uno común como ''Pepe'' o ''Paco''. Tenía cierto glamour y orgullo por cómo me presentaba, aunque pareciera que en mí no existieran ese tipo de cosas.

''Dong, dong, dong'' resonaban las campanas de aquella zona de la isla en busca de atención. Parecían necesitarla porque, según había aclarado mi acompañante, Shiro, este se trataba del aviso de la subasta que se realizaría en aquel lugar y por la que el albino había llegado a la isla, o así se había presentado. Viendo el panorama que ofrecían aquellas calles y lo variopinto de algunos productos, además de la forma en la que yo había sido traído hasta aquí, aquella venta podía ofrecer cualquier cosa. Quizás carne de animales exóticos o, por defecto, de algún humano. Quizás objetos de increíble valor cultural o tesoros de algún pueblo. O a lo mejor eran menos originales y, tal y como había marcado tendencia el Archipiélago en el que había pasado un año de mi vida, vender esclavos.

Casi cogiéndome la mano —a falta de un poco más de confianza, ya que en sus ojos se reflejaba el deseo por hacerlo—, me comenzó a guiar por las callejuelas de aquel distrito, sin tener yo muy claro cuál era el destino o si me interesaba. De todas formas, aquel día me lo estaba tomando libre, y estaba decidido a pasármelo bien sin atenerme a las consecuencias. Además, estaba en un mar cardinal, así que seguramente la mayoría de aquellos paletos siquiera hubieran visto una fruta del tipo Logia en toda su aburrida y monótona vida. Menos aún tendrían haki de armadura capaz de contrarrestar mis propias capacidades así que, a todas luces, era un semidiós en aquel lugar. Sonreí en un gesto de superioridad, que traté de camuflar como buenamente pude, aunque al ser uno más entre aquel sofocante gentío tampoco creo que nadie me mirase específicamente a mí. Más arrastrados que otra cosa, ambos terminamos en aquella famosa subasta en la que, como si de condenados a la horca se tratasen, un grupo de supuestos esclavos esperaban a cambiar de dueño a cambio de una jugosa transacción por parte de los más pudientes de aquella isla.

Uno tras otro fueron bajando del escenario a la par que las manos, a veces con carteles, se elevaban en el aire, tratando de hacer con la mayor colección personal de seres humanos que pudieran. Algunos parecían querer montarse un equipo de fútbol o algo, a juzgar por cómo pujaban por todos aquellos que aparecían y que cumplían unos mínimos de salud, como era simplemente ser capaz de respirar o tener unas extremidades útiles a la hora de trabajar. Suspiré, viendo aquel espectáculo que tantas veces había repetido en mi vida, nada más que en otras ocasiones era más elegante y con una mejor decoración y presentador. Aquí estábamos en mitad de la calle, con unas cuantas bancas que hacían de asientos y unas tablas que servirían como un triste escenario que, como era obvio, no hacía lucir a ninguno de los productos. Si querías vender algo, deberías ocuparte primero de que la vitrina llame la atención o afeará la imagen de aquello que la gente podrá o no comprar.

Se terminó la subasta. Bueno, quedaba un último producto, aunque a juzgar simplemente por su estado físico y por la presencia que dejaba sentir en el escenario, no era mucho más que carroña andante. Me sentía honestamente mal por él, pero tener un día libre en aquella isla no significaba portarme como un buen samaritano a cambio de absolutamente nada, aun menos buscándome problemas con todos los que me rodeaban. Podría haber asumido que era varias veces más poderoso que aquellos compradores, pero no siempre las asunciones eran ciertas, ¿no? No era muy fan de arriesgarme por nada, siendo honestos. Entonces Shiro tiró la bolsa de dinero con la que había tratado de comprar infructuosamente la ropa de la tienda y, aunque era ya sabido que no iba muy cargada, era mejor que nada. De esa forma, los vendedores se limitaron a hacerle poseedor de una persona que, con solo verla ya a lo lejos, anticipaba que siquiera podía valerse por sí misma, al menos no por el momento. La inocencia de la juventud, supuse, aunque yo no era quién para hacer comentarios de ese tipo, especialmente con la edad y porte que tenía. Bajó con cierto esfuerzo junto a él y, acercándose a mí entre la muchedumbre que ya se estaba disipando terminado el espectáculo, le dediqué una sonrisa. Estaba falseada en parte, pero no dejaba de tener cierto matiz verdadero en él, quizás más de ternura que otra cosa:

— No te preocupes, Shiro. Si te tienes que marchar, no se le puede hacer nada, ¿no? — Metí la mano en el traje nuevo, ya como una manía que había desarrollado como hombre de negocios a lo largo de todo este tiempo. Siempre buscaba un DDM que entregar o una dirección a la que dirigirse, pero en esta ocasión ni estaba preparado ni tenía esa posibilidad. Me froté la nuca, algo avergonzado y sonrojado, pero no le di mayor importancia. — Bueno, el destino es caprichoso y el mar, a diferencia de lo que parece, es realmente pequeño. No dudes que nos veremos las caras de nuevo~… — Alargué esa última o para darle más sentimiento a la palabra y, viendo que ya se pasaban a recogerle, le acompañé hasta el vehículo y, de forma educada y caballerosa, le abrí la puerta en un gesto que trataba de ser elegante pero no terminaba de lograrlo. — Buen viaje, Shiro. Hasta otra~.

Me esperaría entonces a que aquello comenzase a alejarse o, si no se quería montar, esperaría allí. Aunque, si realmente tenía algún tipo de trabajo o cita, teniendo en cuenta que justo al finalizar la subasta se había pasado un carromato a buscarle, lo más sensato sería marchar. Además, seguir con nuestra velada con aquel hombre al lado no sería precisamente cómodo ni común, aunque yo no sabía demasiado de relaciones sociales.
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