Las minas de Auria [Moderado 4 - Freites]

-Magnifica armadura… de las mejores que he visto he de añadir.

Realmente era fuerte, el viejo tenía totalmente la razón. Lars es totalmente de otro nivel, Su armadura demostraba estar forjada por grandes herreros y Alpha estaba seguro que el aún no se comenzaba a tomar las cosas en serio. Sonrió al escuchar su preguntar, su carga resulto ser impresionante para alguien que llevaba una armadura tan pesada. Cuando el pequeño espero tenerlo lo más cerca posible, lanzando una llamarada desde su boca  de unos seiscientos grados. Manteniéndola firme tratando de calentar todo el acero que portaba su oponente ¿y en caso que este fallara? Bueno, este sería el final de aquella épica historia para el pequeño Freites D. Irkenox Alpha.  El no podría evitar aquel golpe de escudo y probablemente terminara a unos cuantos metros inconsciente, esperando que Suzaku le recogiera a el y sus pertenencias y que sus hermanos lograran llevar el plan b a cabo. todo depende ti narrador.

Una cosa más, gracias por esta maravillosa aventura. Ha sido la mejor hasta ahora.

He de admitir, ha sido una idea valiente. No muy lista, pero valiente. No todo el mundo se atrevería a encarar estando cansado y herido a una masa de cien kilos de peso con unos veinte de metal encima moviéndose como si fuera un tanque en miniatura en tu dirección. El fuego va directo contra su escudo, que lo bloquea. Das tu mejor esfuerzo, pero lo único que logras es calentar un poco su escudo antes de que te de tal tortazo en la cara que sales volando unos seis metros hacia atrás y aterrizas de lado en el suelo embarrado. Lo último que ves es una pata de Suzaku cerca de ti antes de perder la consciencia...

Despiertas un tiempo indeterminado después. El cielo sobre ti está rojizo. ¿Está amaneciendo? ¿Anocheciendo ya? El caso, parece que las nubes tiemblan y se mueven a los lados... ah no, eres tú el que se mueve. O más bien el carro sobre el que vas. En el momento en que te incorporas, ves a Suzaku tumbada a tu lado mirándote con preocupación.

- Al fin despiertas. ¡Estás como una puta cabra! - dice Albert, partiéndose de risa.

- Sí, pero alguien tan pequeño y con semejantes cojonazos es raro de ver - dice Drukoff antes de reírse también.

- Deberíamos haber saqueado la ciudad antes del duelo - masculla Lara, de mal humor - Apenas hemos llevado botín.

Felicidades, has sobrevivido y conseguido compañeros. Tal vez la cuenca de Auria no sea tuya por ahora, pero estos amigos te seguirán al menos por un tiempo, mientras puedas ofrecerles entretenimiento y botín. Y te queda una bonita historia que contar. Felicidades.

Recuento de premios:

- Haki de armadura despertado.

- NPC irrelevante: Albert el Lancero, un mercenario de Hallstat cuya afición principal es la guerra. Su estilo de pelea se basa en la agilidad y mantenerse a la defensiva mientras hostiga al enemigo con su lanza. Empieza con una técnica de categoría genuina, viento de guerra, un ataque con el que arroja al aire una lluvia de ondas de viento perforante en forma de lanzas que caen sobre un área de tres metros de radio a un máximo de veinte metros de distancia.

- NPC irrelevante: Drukoff el Kieskayo, otro mercenario, este como su apodo indica de Kieskaya. Es también llamado el pequeño Drukoff, porque a pesar de ser enorme, es bastante bajito para ser un semigigante (dos metros noventa, que compensar con una gran corpulencia). Pelea con una gran bola de acero con pinchos atada a una cadena y un cañón portátil.

- NPC irrelevante: Lara la Cazacabezas, una ex-verdugo que le cogió afición a cortar cabezas de la gente. Cuando su pueblo fue arrasado en la Guerra del Norte cogió una hoz y se dedicó a matar soldados de Hallstat, descubriendo que lo suyo no era matar a gente inmóvil, era más divertido hacerlo cuando se resistían. Se convirtió en mercenaria y ha desarrollado el siniestro hábito de quedarse con las cabezas de los enemigos que le gustan, con las que está haciendo un tótem de cráneos.

- Un rifle de cerrojo, pero lo destrozaste en tu enfado por la fuga del conde. Mala suerte.

- Cuatro dagas de acero gélido, de calidad infrecuente (dureza, tenacidad y atermia infrecuentes). Debido a su contenido de glacitita, al cortar generan una capa de escarcha sobre el corte.

- Una daga de acero glacial, de calidad infrecuente (dureza y atermia infrecuentes). Debido a la gran proporción de glacitita, que hace que el acero sea algo más quebradizo, genera una considerable cantidad de escarcha al cortar.

- Tres pistolas de calidad infrecuente. Son pistolas con aspecto de armas de pólvora, pero es puramente estético. Tienen cargador de ocho balas más una en la recámara y un sistema que reduce ligeramente el retroceso, aunque a cambio son de bajo calibre.

- Una pistola de calidad común. Sin nada en especial, similar a las anteriores pero sin sistema de reducción de retroceso.

- Una espada de calidad común. Sin nada en especial.

- Nombre del objeto: Hoja Gélida [Calidad mítica]
Descripción y habilidades: Una espada bastarda de fina manufactura, con la hoja azulada debido al acero gélido que lleva. Tiene la capacidad de escarchar las heridas que causa. Además, a cambio de una ronda de uso de haki de armadura apto (nivel 1), en lugar de escarchar congela lo que esté en contacto con la hoja. A cambio de tres rondas de haki de armadura desarrollado (nivel 6) lanza un cono de bruma de cuarenta y cinco grados y de tres metros de largo que cubre de una capa de escarcha lo que esté dentro y baja treinta grados la temperatura en la zona de la bruma y cercana (unos dos metros), hasta un tope de -20. La Hoja Gélida tiene personalidad propia, y se niega a ser blandida contra objetivos evidentemente más débiles que el portador, a realizar ataques a traición o a atacar a objetivos desarmados (artistas marciales no cuentan) o derribados.
Propiedades exóticas: Dureza mítica, tenacidad mítica, atermia mítica