Moja y bleyd.

Mi contacto en la revolución me había conseguido un buen cliente, era un pirata que necesitaba una mejora en su arma, por fortuna para el estaba pillando el hobby de coleccionar replicas de las armas de otros, por no hablar de que mejoraba y adaptaba esas armas a mi gusto.

Me encontraba en el puerto esperando tranquilamente a que el barco en el que venia atracara, el chico estaría cansado, había sido un largo viaje y seguramente le gustaría tomar algo caliente y rico, había pedido un café y muchos dulces para mi querido compañero Fluffle.

Eran alrededor de las doce del medio día, el clima era cálido aun a pesar de que negras nubes cubrían el cielo, los viejos edificios de Hallstat contrastaban con los nuevos creados después de la revolución industrial que creo el loco rey Derian Markov.

-¿Que opinas Fluffle? ¿Crees que sera un buen chaval o un cretino como el ultimo?

Fluffle soltó una pedorreta mientras engullía una palmera de chocolate.

Si a mi me parece que habrá que darle una oportunidad.

La travesía en aquel barco había sido demasiado aburrida. Mi último golpe había supuesto una gran inyección de dinero a mi bolsillo. Me habían hablado tan bien de aquel artificiero, que había pillado un barco que atravesaba el Calm Belt, para llegar hasta North Blue, concretamente la isla de Hallstat. Para poder mejorar mi viejo fusil, con el que había tenido unas cuantas aventuras. Este viaje lo realicé solo dejando a Clark a cargo del barco, no podía arriesgarme a que me pillaran. Tenía un precio por mi cabeza bastante considerable, lo cual había supuesto que utilizara mis nuevas habilidades. Solo salía de mi camarote el tiempo necesario para comer y poco más. Ya que mi transformaciones tenían un límite de cuatro horas y una hora para volver a utilizarlas. Adopté la forma de un joven de pelo negro corto, de una altura de metro ochenta y con una complexión parecida a la mía como pantera.

Llegué al puerto a mediodía y se suponía que había avisado de mi llegada. En el puerto me esperarían un hombre junto a un ¿pony peludo? Yo no era nadie para juzgarlo. Al bajar los pude ver a lo lejos, me acerqué y me presente.

-Buenas soy Boja, venía a que me realizaran un encargo guau- les dije a aquel hombre, esperando recibir una respuesta. Aun no controlaba la voz de las transformaciones y eso hacía que mi TOC fuera lo único que no pudiera controlar.

-Encantado soy Boom, Issac Boom kill siéntate y hablemos.-

Le ofrecí una silla mientras, pedía dulces para Fluffle y el, junto con un cafe.

-Te he pedido un café bombón espero que no te importe, ahora bien, te explicare como funciona el negocio, como veras soy un artesano, me gusta coleccionas diferentes armas de fuego.-

Tome un dulce y le ofrecí el café a mi interlocutor.

-Bueno tengo mi despacho a unas cuantas calles de aquí en la zona vieja de la ciudad, en cuanto acabes el café y Fluffle sus dulces, iremos allí en donde me enseñaras tu material, yo valorare tu objeto y te propondré una serie de modificaciones, ademas replicare tu arma con esas modificaciones para añadirla a mi colección, tu por supuesto te quedaras la original, garantizo que mis equipos son de una calidad magnifica, no te cobrare nada por el trabajo. Si te parece bien tenemos trato, sino... Sintiendolo mucho ha venido usted a perder aquí el tiempo.-

Le mire a los ojos mientras juntaba las manos.

Aquel hombre se presentó como Issac. Nos sentamos a tomar un café, este le dio unos dulces a su mascota y empezamos a discutir sobre lo que venía a hacer allí, que no era otra cosa que mejorar a fiel fusil. Empezó a hablar el ofreciéndome algo que no esperaba para nada. Mejoraría mi fusil y a cambio solo quería una copia de este. Eso me pareció sorprendente y no me dio chance a hacerle una contra oferta. Había venido preparado y traía conmigo unos cuantos millones de berries para pagarle. Eso me dejó un poco anonadado y me tomé unos segundos para meditarlo.

La camarera llegó con mi café y lo puso sobre la mesa. Haciendo tiempo le eché un terrón de azúcar y lo moví, mientras pensaba sobre la oferta. Di un pequeño sorbo y entonces me dirigí hacia él. Aquella oferta era muy buena para desperdiciarla.

-Está bien señor Issac, acepto su oferta guau- le dije, -Este es el objeto en cuestión guau- solté, mientras le enseñaba a Vilya para que le echara un ojo. –y en cuanto terminemos esto estaré encantado de acompañarlo a su taller guau- le contesté. Me bebí el café en dos enormes sorbos, este estaba casi ardiendo, pero mis nuevas habilidades me habían dado cierta resistencia al calor.

-Perfecto, entonces pongámonos en marcha, guarde el arma, no es demasiado buena idea ir enseñando este tipo de cosas.
Fluffle, en march, y recuerdame que he de regar a Chuck.-

Guie a mi cliente por las calles de Hallstat la zona representaba las dos partes de la ciudad, la moderna y la antigua, los viejos edificios se solapaban con lo mas modernos y actuales, reconstruidos después de la gran guerra que ocurrió en las calles cuando zombys y no-muertos lucharon contra el gobierno mundial.

La travesia duro poco mas de once minutos y finalmente llegamos a mi edificio, tenia una puerta de hierro con cristalera, era uno de los edificios antiguos, aunque yo solo tenia un pequeño despacho en la segunda planta.

- Por aqui, pase por favor, puede sentarse donde guste, siento que no sea demasiado amplio, pero hace las veces de oficina y de taller.-

Efectivamente la habitación estaba decorada como una clásica oficina detectivesca de hace años, una planta en la esquina, un corcho con varios recortes de periódicos clavados en el, un escritorio con Flexo, un butacón detrás de el, y un archivador grande. Al otro lado se podía apreciar una mesa de trabajo con multitud de herramientas. Para trabajar el metal.

-Bien, ahora déjeme que vea su arma.-

Le recogí con cuidado el arma y la examine, era un rifle de francotirador, un modelo simple pero con algún sistema adicional interesante, una recamara que permitía a la munición tomar cualidades eléctricas.

-Bien creo que puedo hacerle unas cuantas mejoras, seria bueno aumentar su alcance eficaz así mismo, la munición... Podría ser mas brutal, este calibre tendría muchos problemas para perforar blindajes. Podríamos aumentar la velocidad del proyectil. Si eso serviría, ¿Que te parece?

Una vez terminamos seguí al señor Issac hasta su taller. La caminata fue bastante corta, tardamos poco más de diez minutos, pero en el trayecto pude ver la parte moderna y antigua de la ciudad. Según había escuchado fue medio destruida por no sé qué ataque. No me interesaba mucho la historia, prestaba más atención a aquel para no perderlo de vista. Al fin y al cabo los negocios eran los negocios. Su taller era un edificio antiguo con una puerta con cristaleras, la abrió y me guio hasta la segunda planta donde estaba su despacho. Me senté en un sillón bastante cómodo.

Me pidió ver a Vilya y con mimo se la entregué. Empezó a inspeccionarla cuidadosamente y tras unos minutos me comentó las mejoras que podía hacerle. Mayor alcance eficaz, munición más grande para blindajes y mayor velocidad del proyectil. Aquello me alegró bastante, pues no sabía que se pudiera mejorar tanto mi fusil. Pero aún tenía una pequeña duda.

-Señor ¿ha escuchado usted sobre el haki? guau- le pregunté, -sería posible ¿que el arma pudiera atravesar el haki de armadura? guau- insistí. En mi última pelea había tenido problemas con un tipo que poseía haki de armadura y no conseguí atravesarlo, de ahí mi pregunta.

Umm, si. Conozco el haki, es un asunto difícil, pero de seguro algo podremos hacer, el haki puede romperse, necesitaria concentrar la fuerza del impacto... Tal vez una forma de lanza hueca... Bien. Algo apañare, mire voy a estar trabajando todo el dia de hoy y por la noche, usted puede quedarse aquí a dormir si así lo desea hay un sofá, no es que se lo mas cómodo del mundo, pero si no tiene otro sitio donde hospedarse.-

Mire el reloj mientras calculaba un poco a ojo lo que necesitaría para trabajar.

-Seguramente tenga esto terminado mañana a las ocho o nueve de la noche, puede ir a disfrutar de la ciudad, tan solo tengo cuidado de no nombrar reyes, gobierno o cosas así. Por lo demás es un buen sitio turístico. Acuérdese de la calle y el piso, si se pierde puede preguntar a cualquiera, le guiaran hasta aquí. -

Deje de hablar mientras comenzaba a desmontar con cuidado el fusil, comencé a diseñar los planos de alzado planta y perfil de todas las piezas y acotarlas según tomaba sus medias, prepare herramientas y materiales y comencé a trabajar poco a poco sin pausa pero sin prisa.

¿Un día y medio en hacerlo? aquello me pareció impresionante. Pensaba que tendría que quedarme por aquí como una semana para que tuviera el arma. Su fama le predecía y me gustaba la idea de poder regresar cuanto antes a Gran Line. Mi tripulación se había quedado a cargo de Clark y eso me preocupaba un poco. No me gustaba dejar a los chicos mucho tiempo solos. El armero me ofreció amablemente su sofá para que me quedara a dormir, pero tuve que rechazar la oferta. Mi transformación no duraría mucho y no podía dejar que me reconocieran.

-Muchas gracias por ofrecerme su sofá, tengo que declinar la oferta guau. He quedado con un viejo amigo en una taberna de la ciudad y ya me ha reservado una habitación guau- le comenté, aquello era totalmente mentira, pero fue lo único que se me ocurrió.

Salí del taller y no tardé en encontrar una taberna en la que alojarme. Esta, he de decir que, era bastante lujosa. Pero ya que no me iba a costar mucho poder mejorar el objeto, por no decir nada, decidí permitirme un pequeño lujo. Una vez en mi habitación deshice la transformación y descanse durante una hora para poder salir de nuevo. Me pasé prácticamente los dos días visitando la ciudad en tramos de cuatro horas para evitar ser descubierto. Finalmente como un reloj a las ocho de la noche estaba de nuevo el taller de Issac para recoger el fusil, si era que este lo había terminado.

Un pequeño y rosado pony, abrió la puerta al cliente, y lo guió al despacho, allí me encontraba yo terminando los últimos ajustes y revisiones.

Cuando entraron, deje con cuidado el fusil encima del escritorio en donde descansaba otro de la misma forma y tamaño, sin embargo ese tenia un color distinto, el que estaba dejando que era la replica tenia un color negro mate.

-Bueno días. Tengo su pedido listo. ha sido una larga noche, pero ha sido entretenido.-

Tenia los ojos inyectados en sangre y unas visibles ojeras a causa del exceso de trabajo, sin embargo sonreía mientras le mostraba el arma.

-Como podrá comprobar he introducido varios ajustes y mejoras, no es un ser vivo, pero he colocado a mil metros una diana de acero. Le servirá de blanco de prueba. No se preocupe por el ruido, tenga le aconsejo que se ponga protectores auditivos, el petardazo que generara, puede dañarle la capacidad auditiva.-

Le ofreci los cascos al igual que el arma y la nueva munición que necesitaría. Estaba mas que seguro del funcionamiento, pero había que dejar que el cliente fuera quien evaluara su precisión y el ajuste.

El exterior se encontraba iluminado, aunque a medida que pasaba el tiempo el sol descendía en el ocaso llenado todo de largas y tenebrosas sombras. Por su parte Fluffle correteaba por la sala, jugando con una pelota.

El pony rosa me abrió la puerta, aquel animal era raro de cojones, nunca había visto uno así. Issac se encontraba haciéndole los últimos arreglos al fusil. No tardó en dejar un fusil un poco diferente al que tenía, era más grande y tenía diferentes modificaciones. Este seguía siendo en color azul oscuro y el artificiero tenía otro de un color negro mate. Me ofreció probarlo, pero eso si me dio unos cascos ya que decía que el sonido de este había aumentado considerablemente. Aquello me sorprendió un poco, había puesto una diana a mil metros, la cual se visionaba desde la ventana.

Ardía en ganas de probarlo, me coloque los cascos y apoye el fusil en la ventana. Apuntando hacia aquella enorme diana que había puesto. Respiré lentamente y apreté el gatillo mientras soltaba el aire. El disparo retumbó por toda la habitación y aun con los cascos puestos pude escuchar fuertemente el disparo. Este dio en la diana desviado solo unos veinte centímetros a la derecha. Me había faltado contar con el viento, pero no estaba mal el disparo. Después miré sorprendido al armero.

-Joder, me encanta guau- le dije, -¿seguro que no te debo nada? Me siento mal aceptando estas mejoras tan gratuitamente guau-

El arma era mucho mejor de lo que esperaba y me había gustado el acabado que tenía. Deseaba seguir disparando y probarla aún más, pero eso debía dejarlo para otra ocasión, ya que la noche se ceñía sobre nosotros. Además mi barco partía al día siguiente de nuevo a Gran Line.

-En absoluto, me considero pagado simplemente con poder tener una replica.-

Me quite el delantal de trabajo y lo colgué, olía a metal y aceite, no me gustaba demasiado tenerlo en ese estado, pero un día de trabajo intensivo era lo que acarreaba, tendría que hacer la colada en breves instantes, pero lo mejor seria dejarlo para mañana.

Ahora si me disculpa, Fluffle le acompañara a la salida, me he ganado un buen descanso. Fluffle si eres tan amable acompáñalo a la salida, preparare unos tacos para cenar. -

Acaricie a Fluffle mientras le pedía amablemente que lo acompañara a la puerta, cuando se puso en marcha busque un camping-gas y lo coloque en la mesa del taller para así poder utilizarlo para preparar la carne del taco, no seria gran cosa pero si lo bastante para complacer al apetito arrastrado que llevaba.

Habia sido divertido, el arma era buena, pero podía ser mejor, le cambie el cañón por otro de mayor longitud, también reforcé el cuerpo del arma y modifique el conjunto de cierre para que aceptara un calibre mayor, por no hablar de la munición. Tal vez la bocacha apagallamas se quedara un poco corta, pero que mas daba que soltara un fogonazo, eso le daba personalidad al arma.

Era hora de cenar y descansar para poder trabajar en otro proyecto al día siguiente.

No conseguí que aceptara un pago por aquella mejora, pero bueno no me quejaría si aquel hombre no me aceptaba el dinero.

-Muchas gracias por su trabajo, espero volver a vernos pronto guau- dije, despidiéndome el artesano.

Amablemente el pony indicó la salida de la tienda, lo acompañé con mi fusil nuevo al hombro. Había conseguido más de lo que me propuse, el arma había sido mejora de forma magistral. Tenía muchas ganas de probar de lo que era capaz en un combate real. Pero para eso tendría que volver a seguir con mi aventura por Grand Line. Volví a la taberna en la que me hospedaba, cené una buena comida y rápidamente subí a la habitación antes de que se acabara el tiempo de la transformación.

Al día siguiente pagué por mi habitación y abandoné el hostal rápidamente para no perder el barco este salía a mediodía y no esperaba a nadie. Una vez dentro me fui a mi camarote a descansar y mimar mi nuevo fusil de francotirador.