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Dark Satou
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Dark se quedó boquiabierto mientras veía toda la escena. No sólo estaban a un nivel totalmente distinto al de él, si no que él mismo habría muerto si Ivan no se hubiese metido en medio. Justo cuando iba a recibir uno de los puñetazos del semi-gigante, se metió por en medio Ivan y empezó a pelear con él. El peliblanco miraba asombrado la forma de su compañero, la cual, no parecía para nada humana. Iba atando cavos, y tenía que ser lo que tenían los usuarios de fruta del diablo más fuertes de todos los mares. El despertar. Los pelos se le pusieron de punta al pasársele esa palabra por la cabeza.
Y tras retenerlo lo suficiente, huyeron. Ivan cargó a Drake y después se lo pasó. Siguieron luchando hasta el punto que empezaron a caer espadas del cielo. ¿Qué clase de persona era aquel hombre? Se meaba en todo lo fuerte que se creía el protagonista. Aquello más que asombrarle, le hizo sentirse inútil. Se sentía como una carga para el vampiro. Una carga que no iba a ningún lado. Después de todo esto, iba a irse. Iba a irse a entrenar como si no hubiese mañana. Aquella técnica con las espadas le inspiró, de alguna forma. Miró su brazo dracónico y notó cómo parpadeaba intensamente, y se escapaba espíritu de éste. Parecía en ligero mal estado por haber estado parando los golpes del semi-gigante, y aquella extremidad no se regeneraba de la misma forma que el resto de su cuerpo.
Aún distraído por el daño que tenía encima, no notó cómo se acercó el verdadero jefe. Ivan ya había negociado su parte y le estaba ofreciendo el Den Den mushi. Le estaba diciendo que pidiese lo que quería, a lo cual le respondió frunciendo el ceño. ¿Que pidiese lo que quería? Dinero, eso es lo que quería. Tenía un plan para empezar su primer entrenamiento serio, e iba a necesitar una barbaridad de dinero. Tomó el caracol con las manos y acercó los labios a él, entonando después algo con la voz medio rota.
—Quiero lo mismo que él de extra. Estos oponentes estaban a un nivel absurdo, y lo hemos resuelto sin ninguna baja. Además de que hemos usado una barbaridad de recursos. ¿Queda entendido? —Dijo con un tono desafiante. Tener a través de aquel aparato a un emperador del mar le hacía sentirse un paso más cerca de su meta.
Tras negociar todo y asegurar la protección de Wano, Ivan mencionó sobre usar el timón. ¿Qué coño, en serio? Le calmaba, sí, pero seguía sintiéndose una carga. Se acercó a Ivan algo decepcionado de él mismo y le dirigió la mirada.
—¿He sido simplemente una carga para ti? Que sepas que voy a entrenar. Por primera vez en mi vida, de forma seria. Nunca lo he hecho, desde que tengo memoria. Pero voy a superarte... Nee, ¡¡¡y si te gano en un duelo, me quedo a Leviatán!!! —Exclamó con una gran sonrisa. Sabía que no le iba a gustar aquello al vampiro así que agarró a Drake y se fue corriendo hacia el submarino, cruzando la nieve como podía.
Una vez llegaron al submarino, Dark tomó rumbo hacia donde le habían pedido ayuda: Katharina le necesitaba, y si Ivan le acompañaba y enseñaba a usar el submarino, o tomaba él las riendas, iría directamente hasta Casino Island. A lo mejor hasta le pedía una cita a la bruja. Las mujeres de mal carácter eran las que más le gustaban.
Y tras retenerlo lo suficiente, huyeron. Ivan cargó a Drake y después se lo pasó. Siguieron luchando hasta el punto que empezaron a caer espadas del cielo. ¿Qué clase de persona era aquel hombre? Se meaba en todo lo fuerte que se creía el protagonista. Aquello más que asombrarle, le hizo sentirse inútil. Se sentía como una carga para el vampiro. Una carga que no iba a ningún lado. Después de todo esto, iba a irse. Iba a irse a entrenar como si no hubiese mañana. Aquella técnica con las espadas le inspiró, de alguna forma. Miró su brazo dracónico y notó cómo parpadeaba intensamente, y se escapaba espíritu de éste. Parecía en ligero mal estado por haber estado parando los golpes del semi-gigante, y aquella extremidad no se regeneraba de la misma forma que el resto de su cuerpo.
Aún distraído por el daño que tenía encima, no notó cómo se acercó el verdadero jefe. Ivan ya había negociado su parte y le estaba ofreciendo el Den Den mushi. Le estaba diciendo que pidiese lo que quería, a lo cual le respondió frunciendo el ceño. ¿Que pidiese lo que quería? Dinero, eso es lo que quería. Tenía un plan para empezar su primer entrenamiento serio, e iba a necesitar una barbaridad de dinero. Tomó el caracol con las manos y acercó los labios a él, entonando después algo con la voz medio rota.
—Quiero lo mismo que él de extra. Estos oponentes estaban a un nivel absurdo, y lo hemos resuelto sin ninguna baja. Además de que hemos usado una barbaridad de recursos. ¿Queda entendido? —Dijo con un tono desafiante. Tener a través de aquel aparato a un emperador del mar le hacía sentirse un paso más cerca de su meta.
Tras negociar todo y asegurar la protección de Wano, Ivan mencionó sobre usar el timón. ¿Qué coño, en serio? Le calmaba, sí, pero seguía sintiéndose una carga. Se acercó a Ivan algo decepcionado de él mismo y le dirigió la mirada.
—¿He sido simplemente una carga para ti? Que sepas que voy a entrenar. Por primera vez en mi vida, de forma seria. Nunca lo he hecho, desde que tengo memoria. Pero voy a superarte... Nee, ¡¡¡y si te gano en un duelo, me quedo a Leviatán!!! —Exclamó con una gran sonrisa. Sabía que no le iba a gustar aquello al vampiro así que agarró a Drake y se fue corriendo hacia el submarino, cruzando la nieve como podía.
Una vez llegaron al submarino, Dark tomó rumbo hacia donde le habían pedido ayuda: Katharina le necesitaba, y si Ivan le acompañaba y enseñaba a usar el submarino, o tomaba él las riendas, iría directamente hasta Casino Island. A lo mejor hasta le pedía una cita a la bruja. Las mujeres de mal carácter eran las que más le gustaban.
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