Ikaru vs Natsu Sakagami

Yo y mi perro habíamos desembarcado en una isla, era bastante grande y tenía un gran bosque, de hecho, creo que solo había un gran bosque en toda esa isla. Caminé por aquel bosque junto a mi perro buscando algo de comida, pero solo veía plantas y arboles, nada mas, solo eso, y de mientras, mi estómago me rugía constantemente, pensaba que iba a morirme allí de hambre hasta que vi a un animal, no me fije en nada mas, creía que era un animal, pero tanto podía ser una persona como un animal, solo pensaba en comer y me transformé en un gran perro de tres cabezas con cola de dragón y me comí a ese animal crudo, era mejor eso que no tener nada en el estómago. Ya con el estómago lleno con algo que no sabía ni que era, volví a mi forma normal y seguí caminando junto a mi perro por ese bosque.

Ahora tenía que buscarle algo de comida a mi perro, pero solo había encontrado a ese animal por el momento. Seguimos andando por aquel bosque hasta que vi un árbol con algunos frutos muy raros, no sabría como describirlos exactamente, pero parecía comestible. Me intenté subir al árbol para llegar a la rama, pero tan punto llegué a la rama del árbol de la cual crecían los frutos, esta se rompió y caí al suelo dándome un golpe en la cabeza contra el suelo y haciendo que mi cabeza empezara a sangrar. Me levanté como si nada y cogí los frutos de la rama que se había caído, para poder dárselos a mi perro, el cual se los comió todos y luego me lamió la herida de la cabeza.

Me senté allí en el suelo y mi perro se sentó sobre mi falda, quería descansar y mi perro, bueno, parecía que quería quedarse conmigo estuviéramos donde estuviéramos. Como al parecer no había nadie en esa isla y no había ningún peligro, me quite el pañuelo negro junto el protector plateado de mi cabeza y luego la mascara verde que llevaba, dejando mostrar mi rostro, el de un chico con el pelo azul y un tatuaje extraño debajo de su ojo derecho. -Hacia tiempo que no me quitaba eso.- Dije mientras me apoyaba en el árbol y miraba hacia arriba, observando las hojas de los árboles.

Se me empezaban a cerrar los párpados de lo bien que estaba y del sueño que me entraba estando allí como estaba, pero cuando estaba a punto de dormirme, mi perro le ladró a un chico con el pelo castaño de punta, vestía una chaqueta de color negro con varios toques rojos a parte de una camiseta blanca, también vestía unos pantalones de color negro al igual que sus botas. -¿Quien eres?- Dije mientras me intentaba poner el pañuelo negro en la cabeza, junto un protector plateado en la frente y la mascara verde en la zona inferior de mi cara, no quería que nadie viera mi rostro por si me reconocían y se enteraban de que era el hijo de unos nobles, a veces me avergonzaba de ser hijo de esos dos.