[Privado] Una pequeña hoja

Lo cierto era que cada persona debía tener sus cualidades y talentos que encontraba tan sencillas y fáciles como respirar, siendo unas habilidades que debían hacer sin darse cuenta, aunque para otros fueran increíbles habilidades las cuales soñarían con llegar a poder realizar. Rini no le daba importancia al hecho de que le dijeran que era increíble, ella sabia que había por el mundo gente muchísimo superior, que se encontraban en una liga completamente diferente, como su padre o aquel chico capaz de cortar un rey marino. Y vete tu a saber que misteriosas y fascinantes criaturas y personas ocultaba el mundo aun esperando a que estas jóvenes aventureras las descubrieran – Tal vez si que los haya, el mundo es muy grande – Ella aunque no tenía ni idea de lo que hacía, llevaba media vida en el mar y tenía la sensación de que no había visto absolutamente nada.

Lo de la espada de Ches sonaba cada vez más increíble, era como un poder difícil de controlar, aunque el hecho de poder cortar a gente sin matarla sonaba a una habilidad muy precisa y difícil de aplicar. Rini no sabría ni imaginar si sería capaz de hacer algo así por mucho que lo intentara, el corte ultra veloz de su padre siempre dañaba al rival seriamente por muy diestro y hábil que su padre fuera, así que tal vez si que es una particularidad de las espadas de Cheshire – Debe ser cuestión de práctica, cualquier día de estos encontraras el truco y te harás con él, todo es entrenar – Comentaba alegremente sin tener mucho más que decir que había que entrenar, como todo en la vida. Ella misma tenia un par de cosas de las que se debería preocupar de entrenar si no quería resultar un problema para la banda.

De entrada le hizo gracia el uso que le encontró a la espada de su familia para enfriar agua, la verdad es que no lo había pensado así en ningún momento, así que se rio un poco – Seguramente si se enfrié el agua… – Comentaba aun habiéndose reído un poco, pero quedaba claro por su tono que no era una risa burlona, sino de felicidad – Y si, es una espalda del lugar donde nací, la verdad es que en Wano se hacen muchas espadas curiosas según me conto mi padre, la Koukyuu Samui es una espada que ha pasado durante muchas generaciones por la familia Shimotsuki – Comentaba alegremente no percibiendo que igual Ches se refería por su isla a Zou y teniendo ella ya muy asimilada Wano como su hogar.

Conforme se acercaban a aquel barco, ya presente en la distancia, la sonrisa de la joven capitana se hizo más y más presente en su rostro. Parecía observar aquel navío con admiración, e incluso con cariño. Y es que todavía no podía creer que fuese el barco que le llevaría durante su camino para convertirse en la reina de los piratas. Tenía una especie de influjo mágico que le instaba a continuar yendo en esa dirección, y que le hizo caminar hacia el. Por lo que podía verse, se trataba de un barco no demasiado grande, pero que fácilmente podría albergar unas diez personas -al menos, en su interior-. Las velas, bajas y atadas, eran de un tono carmesí, que contrastaba con los colores del mascarón y de la madera. Esta, incluso, estaba tallada en dos tonos diferentes, uno más oscuro y otro más claro, y contra la luna y las estrellas del firmamento resultaba una hermosa visión. Todavía no había símbolo pirata alguno, puesto que habían tenido que darse prisa en volver a por suministros, pero ella misma ya tenía pensado tallar su jolly roger en algún momento.

- ¿Wano? -. Preguntó, pues hasta el momento no había mencionado aquel nombre, aunque esa vez no se giró, continuando por el camino que llevaba hasta el astillero. Para terminar de cruzar, era necesario pasar por una zona en la que el agua cubría por completo la parte accesible, dejando ver una zona más tapada tras las rocas del acantilado. Apenas llegaba por la rodilla ahora que la marea había subido, pero resultaba refrescante-. ¿En qué Blue está? Yo solo he estado en el North Blue -. Para ella, era lógico que alguien viniese de otros blues, e incluso de paraíso, pero no tenía noción de haber escuchado ese nombre anteriormente, por lo que prefería preguntar. Teniendo en cuenta el amor que profesaba por las diversas espadas, sería bueno poder visitarlo algún día en caso de pasar por esa ruta. Además, tal vez Rini quisiese ver a sus familiares o amigos.

Avanzó entonces, introduciendo los pies por el agua, dejando que las olas mojasen la parte baja de su capa, y sus pantalones. Sus pies se mecían entre la arena, y le resultaba agradable humedecer sus pies después de un día entero andando, incluso aunque le molestaban un poco los zapatos empapados. Tenía ganas de sumergirse directamente, pero evitó la tentación, pues ya había tardado mucho en regresar junto a su precioso barco, y sentía la necesidad de volver a pisar aquella madera, de tocar aquel timón.

En la distancia la figura del navío comenzó a hacerse presente en el astillero, habían llegado, ciertamente una vez en el mar la orientación de Cheshire se volvía buena de repente. La verdad es que era un navío bastante imponente ante los ojos de Rini, también haría falta resaltar que esta chica había pasado toda su vida viajando en barcas y naufragios, así que no era muy difícil de superar esas expectativas. Pero ciertamente era un barco precioso a la vista, tanto que incluso se podía obviar su obtención mediante robo, aunque pensándolo bien si iba a ser pirata debería robar, era algo complicado en su mente que tampoco paro mucho a pensar en ello, sencillamente siguió avanzando junto a Ches hacia el mismo.

Cuando Cheshire le pregunto sobre Wano tuvo que hacer un poco de memoria de la explicación que les dio el viejo capitán de barco que los llevo durante unos pocos días a ella y su padre – Ehh… Creo que me dijeron que quedaba por la Grand Line… En una parte que se llamaba Mundo Nuevo o algo así – La verdad es que le costaba quedarse con algunos nombres, sobre todo los de los mares – Es una isla bastante curiosa, está dividida en regiones y en cada una hay una estación y clima distintos – Contaba un poco animada sobre el asunto – La verdad es que Wano era divertido en algunos lugares, pero es un lugar tan pequeño y cerrado comparado con todo lo que el mundo tiene que ofrecer – Dijo sin ningún tipo de duda muy animada la joven.

Cuando vio que para alcanzar el navío había de meterse en el agua, se preocupó por unos momentos, podría simplemente dar un salto hasta la cubierta, aunque seria un poco descortés adelantarse así a su capitana. Por suerte vio que no cubría apenas el agua cuando Ches entro, un alivio dado que Rini no sabía nadar, es algo curioso que le pasa desde hace un tiempo, sencillamente se hunde como una piedra. Pero al ver que no cubre entro sin miedo siguiendo a Ches – ¿Y tú de dónde eres Cheshire? – Le pregunto abiertamente de forma simpática para acabar de conocerse un poco mejor ambas, conforme avanzaba por el agua notando la frialdad de mar pegándose un poco en su pelaje y el tacto de la arena húmeda en los pies conforme alcanzaban la embarcación que acabaría por ser su nuevo hogar.

Tras pasar aquel pequeño momento metiéndose en el agua, volvió a salir a la arena, que comenzó a pegarse a su piel y a sus zapatos como siempre. Había aprendido a no incomodarse por algo así, e incluso apreciaba la sensación que producía la arena en su cuerpo. Nada podía recordarle más el mar que dicha sensación, al fin y al cabo. Nada más terminar, llegaron a un pequeño muelle, cuyas dimensiones únicamente permitían el atraco de un único barco: el suyo. Estaba claro que el lugar estaba hecho precisamente para dejar sitio a ese barco en concreto, y es que, según le había dicho Taishi, la zona era exclusivamente para que él trabajase como carpintero, así que no le sorprendería que tanto la zona de embarque como la de almacenaje estuviese hecha enteramente por el hombre.

- Oh, en el Grand Line... Vaya, eso es increíble, ¿cómo demonios has llegado aquí? -. Se preguntó la chiquilla, subiendo a las primeras tablillas de madera que llevaban al barco en sí. El muelle conducía directamente hacia este, por lo que solo hizo falta caminar para llegar al barco. Allí habían dejado unas escaleras para facilitar el acceso, y no necesitó mucho para entrar directamente al navío-. No tengo ni idea de dónde está ese Nuevo Mundo, pero ya lo averiguaremos. Me parece que me gustaría visitar ese sitio-. Sobre todo, porque lucía divertido todo aquel tema de los diversos climas y estaciones. Nunca había conocido un lugar que variase de esa forma en cuanto a climatología, así que sería entretenido ir investigándolo.

Nada más subir se quedó algo helada. No por la situación, sino por la pregunta. Sí, era la salida lógica, preguntar de vuelta a quien te está preguntando, pero nunca esperó ese tipo de preguntas hacia su persona. Hacía mucho que nadie sabía su origen, ni su pasado, y en cierto modo prefería que quedase igual de enterrado que su nombre. Sabía que podría llegar a poner en peligro a su tripulación -y a sí misma- si algo así se supiese, y prefería evitarlo. Además, hacía tiempo que no se sentía cómoda con esos años de su vida, previos a Isla Honoba, así que sencillamente encogió los hombros un poco, miró hacia delante y volvió a fingir tranquilidad.

- Oh, bueno, de un sitio pequeño, lejos de aquí, no tiene nada de especial. Ya os llevaré algún día-. Mintió, puesto que pasar por Mary Geoise no entraba en sus planes ni por asomo. Se acercó entonces a Taishi, que permanecía dormido en mitad de la embarcación, con su calabaza de sake entre las piernas. Suspiró profundamente, carraspeó, y gritó:- ¡Taishi, despierta! ¡He traído una nueva nakama! - Tras eso, volvió a girarse hacia Rini, esperando a que subiese para señalarle la embarcación con los brazos abiertos.- ¡Bienvenida a nuestra tripulación pirata!

La historia de como llego desde Wano hasta aquí era muy larga como para contarla de una nada más conocerse, pero era más sencillo contar como llego a este mar que al fin y al cabo quedaba en una anécdota un poco – La verdad es que estaba con mi barca navegando tranquilamente y termine por accidente devorada por un rey marino, con barca y todo – Comentaba Rini muy emocionada como quien cuenta un cuento fantástico – Era tan grande la criatura que estaba pudiendo navegar en su interior, en cualquier momento me podría encontrar una isla ahí engullida por el animal – Le daba un poco de emoción a la historia – Pero finalmente fui rescatada por un pirata que estaba pescando, era tan fuerte que pescaba reyes marinos – Incluso a ella la asombraba aun eso – Pero luego de salvarme del interior del animal, remolco mi barca hacia este mar que quedaba más cerca de donde estábamos, era algo así como Calm Belt según me dijo – Conforme hablaba subió al barco por las escaleras con su capitana, la verdad es que tampoco quería aburrirla mucho con su historia.

La capitana venia de un lugar pequeño, no sonaba muy emocionante, pero seguramente algún día querría volver para visitar el lugar pensaba Rini con ingenuidad, así que sencillamente no pregunto mucho más del tema dejándolo pasar para observar bien el navío desde la cubierta. Era un aire similar al del barco mercantil que la trajo a través de la montaña aquella vez hace años, la verdad es que le despertaba recuerdos e imágenes del pasado. Aun viajaba con su padre la última vez que surco los mares en un barco como este.

Cuando se fijo en los movimientos de Ches, estos se dirigieron hacia un hombre que dormía en medio de la cubierta casi abrazado a lo que parecía ser una calabaza de alcohol “Ese debe ser el Taishi del que me hablo” Pensó para sus adentros mientras observaba al hombre somnoliento ser despertado a gritos por su capitana. A simple vista solo con aquella escena se veía una tripulación alegre y divertida aunque aun fuera muy pequeña, eso la relajaba bastante y le daba esperanzas para el futuro. Rini agradecía al caprichoso destino que guiara sus pasos hasta allí y le diera una nueva oportunidad para encontrar un hogar – ¡Gracias por acogerme! – Dijo muy animada la joven mink con una amplia sonrisa hacia su capitana.