Killer VS Zarlet. Un encuentro inesperado, ¿Quien ganara? [PRIVADO] [PASADO]

Me encontraba en las montañas Corvo, quería comprobar cuan fuerte era contra los bandidos. Pero el gran problema es que ellos nunca atacan solos, siempre van en grupo por eso decidí ir a aquella montaña. Llevaba unos pantalones negros y una camiseta de manga corta. Al principio todo parecía estar tranquilo, no había ningún bandido por los alrededores. -Que extraño si aquí me habían dicho que siempre estaba lleno de bandidos- pensaba mientras registraba la zona.

Encontré una zona que se veía mas empobrecida de lo normal, como un vertedero si no llega a ser por las tiendas de campaña que habían en aquel extraño lugar. -Este debe de ser el refugio de los bandidos- pensaba mirando fijamente aquel extraño lugar. Decidí acercarme para ver mas de cerca todo. El suelo estaba lleno de cristales, sangre, jeringuillas, etc... la mita de tiendas de campaña estaban agujereadas o quemadas. Daba horror ver aquella zona echa un asco.

Que puto asco da esto!!! Aquí no se atreverían a vivir ni las ratas de alcantarilla. Dije en voz alta para comprobar si estaba solo o no. Pero nadie contestaba y eso empezaba a inquietarme como si de una trampa fuese.

Escuché un ruido como si de un golpe se tratase como si se hubiera caído algo o alguien, me entusiasme por fin había alguien contra quien enfrentarse. Cuando llegué donde había caído aquel extraño y misterioso chaval, había un gran hueco, como si hubieran cortado los arboles. Me quede impresionado al ver aquello. Sin duda quien hubiera echo aquello sería un gran oponente contra el cual podría enfrentarme y así hacerme mas fuerte. Sería aquel joven extraño? Estaba pensando mientras lo miraba fijamente. Estaba anonadado cuando me fije y vi aquellas magnificas alas. Me acerque un poco mas, cuando ya estaba a una distancia prudente y con una pequeña sonrisa le dije:

Tienes complejo de mariposa? Ha y por cierto esto lo has echo tu?

La verdad es que me quede muy satisfecho como cuando a un niño se le hace caso por alguna de sus tonterías, la sonrisa que se le queda, y lo feliz que se pone pues me quedé exactamente igual.