Dos zoan mitologicas en la isla prehistorica. ¡LUCHEMOS¡ [PRIVADO: 10 Meses] [PASADO]

Decimo sexto día de incursión, el grupo de marines que investigaban en la isla de Little Garden al principio era un grupo de 20 hombres, pero ahora solo quedaban 3 de ellos, entre los supervivientes de la isla estaban, dos reclutas desconocidos y un chico de cabellos Dorados y de traje negro, aquel que anteriormente se había recién enlistado en las filas de la marina y se había ofrecido de voluntario para la exploración de la isla Little Garden, pero dejando de paso todo aquello que había vivido hasta ahora, la emoción que sentía al pelear con dinosaurios y ganarles era increíble, quien diría que un humano casi normal podría ganarle a un dinosaurio, seguía caminando atreves de aquel bosque y al mirar hacia atrás se vio totalmente solo, por lo que sin importancia alguna seguía caminando por la isla completamente solo.

Mientras camina completamente solo por aquella isla, llego a mirar hacia el cielo y pudo ver como algo o alguien pasaba volando por donde se encontraba el joven, por lo que empezó a caminar hacia la dirección en que aquello hacia pasado, llevaba la impresión de que se toparía con algo que realmente no le gustaría y repentinamente escucho un disparo por lo que empezó a correr hacia el lugar hacia de donde se había producido el disparo y extrañamente era al mismo al que se dirigía, corría atreves de aquella jungla, mas dos o tres dinosaurios que se aparecían en el camino eran noqueados de una simple patada, puesto que estos eran más pequeños que los que realmente eran fuertes, sin ningún tipo de retraso mayor, logro llegar a un lago, ese lago tenía una longitud quizás de 200 metros o tal vez mas, no lo sabía con exactitud, en dicho lugar buscaba a quien había provocado dicho estruendo, miraba hacia todos los lugares hasta el momento en que pudo ver a una pequeña multitud quizás seis personas o menos, pero entre esas personas hacia una especie de Moustro alado, el cual desapareció y al mirar a los demás que si eran humanos, pudo ver como aquella bestia le partía el cuello de uno de ellos, cosa que dejo impactado al joven y mucho mas al verle atacar a los demás indefensos.

Maldito…no te lo perdonare.

Susurro para si mismo y empezar a caminar rodeando el lugar, estaba molesto, bastante molesto para ser sincero, caminaba con la mirada baja y las manos vueltas puños, pudo llegar antes de que aquellos que habían sufrido el ataque de aquella bestia se alejaran mucho del lugar, parado frente aquellas personas empezó a caminar entre ellos para llegar directamente hacia aquel que había matado a su Nakama, estos miraron el joven y trataron de detenerlo advirtiéndole que habían una persona que había comido una Akuma no Mi en esa dirección, siguió sin importarle nada y finalmente pudo ver una figura de traje negro o quizás castaño mas oscuro sentado en cuclillas al borde del lago.

Eh tu…maldito bastardo!!!-Exclamaba completamente furioso-Como te atreves a matar a una persona, solo porque te ah dado la gana maldito!!!

Le decía sin miedo alguno, mas inclino su cuerpo y tomo un pequeña piedra que había a su lado para lanzarla justo hacia la cabeza del que había matado aquel hombre sin explicación alguna, cada vez que pensaba en lo que había visto se enfurecía cada vez más, empezó a caminar hacia aquel tipo de oscuras vestimentas, hasta el punto de haber quedado parado justo frente a el (o sus espaldas de ser el caso de no haber hecho caso) mirándole directo a los ojos, aun iracundo por lo que había hecho.

Te matare y no dejare que escapes de esta isla en una sola pieza–le decía sin miedo-Les das mala fama a los que ingieren Akuma no Mi.

Estaba jodidamente molesto, pues no solo había matado a una persona, sino que también le empezaba a dar mala fama a los que ingerían Akuma no Mi, en su caso le daba asco y repulsión ver a una persona como él, aunque en el mundo siempre ahí personas como esa, que daban mal uso de sus poderes malditos, ese lugar ahora mismo se había vuelto inseguro para cualquier persona, por la sencilla razón de que dos portadores de Akumas Zoan Míticas se enfrentarían a duelo, hasta que el otro no pudiera continuar.

El joven de cabellos Dorados, aun seguía mirando aquel tipo de vestimentas oscuras, apenas era un poco más bajo que el mismo joven, pero no importaba absolutamente nada, pues estaba decidido a terminar con la vida de aquel individuo, pues haber matado a una persona porque simplemente querer matarlo, eso no se lo perdonaría ni siquiera a la misma marina, era definitivo solo tenía que esperar un solo movimiento de el contrario para atacarle sin piedad alguna, estaba cabreado al límite, no quería ni siquiera mirarle a la cara, pero ese fue su error pues al desviar la mirada fue golpeado en el centro del diafragma, quedando privado en el suelo, le costaba respirar, tenía los ojos abiertos de par en par, ese golpe realmente fue poderoso, no podía moverse estaba paralizado en el suelo.

Ese maldito, me pillo con la guardia abajo, lo matare, ahora sí que lo mato!!!

Pensaba en sus adentros para ponerse de pie lentamente, termino parado con normalidad, su respiración había vuelto a la normalidad sin ningún problema, tenía bastante resistencia y podía recibir una mayor cantidad de golpes con mucha más fuerza, miraba atentamente el tipo que le había golpeado, pues este se encontraba volando a unos 15 metros sobre el suelo, en su rostro se marco una sonrisa y empezó a dar unos pasos hacia atrás y después empezar a correr hacia el tipejo y en el momento en que daba el salto, sus manos cambiaron a ser garras y de su espalda salieron unas alas blancas de gran tamaño y de sus hombros otras dos cabezas, en ese momento empezó a girar en si mismo aun dirigiéndose hacia su contrario y las cabezas empezaron a escupir fuego, el cual rodeaba completamente el cuerpo del joven, debido que estaba rotando su cuerpo y atraía el fuego a si mismo.

Aoi hi tatsumaki (AIF)

Gritaba con fuerza, ese ataque estaba prácticamente seguro de que acertaría, pues se dirigía hacia su contrario a una gran velocidad, pero de no acertarle no sería ningún problema, había pasado a unos milímetros de él para luego detener aquella rotación y quedar suspendido en el aire y mantenerse en el mismo lugar gracias a sus alas, miraba al tipo con una sonrisa en el rostro y con una mirada casi parecida a una asesina.

Pensabas que eras el único que podía volar.

Miraba atentamente a los próximos movimientos de su contrario, mientras se elevaba aun más hacia el cielo, deteniéndose a unos 100 metros del suelo, la batalla no causaría tantos daños a la isla, pues esta termino siendo llevada hacia el cielo, ahora no causarían tantos daños al ambiente de la isla, pero lo importante era, como terminaría esta batalla quien sería el vencedor, que diría que fue más fuerte que el otro, cuál sería la fruta más poderosa de las dos, eso se desvelaría durante la batalla, pues en esta batalla ambos por como habían atacado a su contrario lucharían hasta desvanecerse.

El ataque había acertado con exactitud en el contrario, desde donde se encontraba el joven se podían ver las llamas que envolvían al tipo de ropas oscuras y sin tardar, este había dado una vuelta a una velocidad al sorprendente y había terminado apagando las llamas que recubrían su cuerpo, mas termino arrancando su camisa, el tipo tenia un cuerpo bastante musculoso había que admirarle ese punto, la altura del vuelo había incrementado alcanzado los 100 metros sobre el suelo, el tipo había igualado la altura del joven sin problemas, estos se miraban fijamente en las alturas, mas las palabras del contrario molestaron al joven -Eres un verdadero monstruo, me das miedo. Y ciertamente, no creí que pudieras volar, pero esto lo hace mucho más interesante, estoy con la adrenalina por las nubes.- pues ciertamente no era el único con la adrenalina por las nubes, pues el joven también se sentía igual, pero repentinamente, aquel tipo empezaba hacer una muecas y en un parpadeo empezó a volar en círculos alrededor del joven a una velocidad impresionante para otras personas, sus cabezas miraban cada giro con precisión y en el momento en que se acerco aquella velocidad recibió los golpes del contrario, sin ni siquiera inmutarse, se quedo suspendido en el lugar como si nada hubiera pasado, no podía negar que sus golpes si habían dolido pero no tanto como le habrían dolido en su forma normal, el tipo reducía su velocidad lentamente y se alejaba del joven quizás unos 20 metros, le miraba atentamente y al escucharle gritar, aquella simple pregunta, le respondió con tranquilidad.

Soy Loke Sole, el que terminara con tu vida.

Sin darle tiempo de respuesta, lanzo tres bolas de fuego formando un triangulo, pero esas no tenían intención de ataque pues solo eran unas simple distracción para el verdadero ataque, pues no era tan rápido como él, pero tenía una buena velocidad, mientras las bolas de fuego se dirigían hacia el contrario, el joven levanto su brazo derecho y apretó su muñeca con el izquierdo, junto sus dedos formando algo parecido a la punta de una lanza, dejando su mano de frente, en un fuerte aleteo, tomo una gran velocidad y antes de que las bolas de fuego llegaran hasta donde se encontraba su contrario estas se desvanecieron, dejando ver únicamente las garras del joven, las cuales se dirigían justo al estomago del mismo (De acertar te atravesaría el estomago, en caso de que falle no pasara nada Obvio) se alejo del chico sin decirle nada, sin embargo tomo mas altura y llego a las 250 metros sobre el suelo, tenía la intención de llegar al límite de la capacidad de vuelo, miro hacia su contrario y espero que por lo menos siguiera en combate y no fuese a irse hacia el suelo otra vez.

EH, TU…CUAL ..ES…TU…NOMBRE

Decía en tono burlón pero a la vez, si quería saber el nombre de aquel hombre que hasta esta fecha le había emocionado tanto al luchar, pues era el primero que no se retiraba de una batalla contra él, después de haberse transformado en su forma hibrida, aunque al parecer aquel tipo estaba en su forma completa o mínimo su fuerza era mucho mayor a la que estaba utilizando ahora, tenía ganas de seguir luchando, pero todo de pendía del estado en el que se encontrara su oponente, repentinamente empezó a sentir un leve dolor en sus piernas y la parte trasera de su cuello, quizás los golpes que le había dado si habían hecho algún efecto sobre su cuerpo, a pesar de que tenía una gran resistencia a los golpes físicos .

Nota:

Spoiler:

Imposible, no increíble, había detenido aquel ataque solo con su mano derecha, realmente eso era posible, una persona normal podía hacer eso, no definitivamente el no era normal y quedaba bastante claro con solo verlo, aunque aquel golpe no fue sumamente acertado si le había afectado en algo y había sido en su pierna izquierda, no le había cortado, ya que eso no habría sido nada, le había desgarrado la piel al igual que un poco de carne, el dolor que habría de estar sintiendo debía de ser bastante, puesto a como gritaba y dejaba suelto el brazo ajeno, mas aprovecho para aumentar la altura de la batalla a 250 metros sobre el suelo, definitivamente era una batalla aérea, mas aquel tipo aun adolorido también había llegado a la misma altura que el joven, dejando saber su nombre y su rango “Vicealmirante de la marina” vaya rango que tenia, se sorprendió solo unos instantes y después empezó a reír a carcajadas.

Jajajajaja…tu, dices que eres vicealmirante, pero yo que apenas soy un recién ingresado te estoy atacando de horrores, mira que callarse las cosas como esas son bastante malas, pues habría acabado contigo más rápido de haberlo sabido…

No pudo seguir hablando pues un rugido interrumpió sus palabras, no sabia de donde provenían hasta unos minutos después al estar completamente rodeados de unas aves extrañas, aunque no lo eran tanto al reconocerles, si era definitivo esos pájaros eran Pteranodon y eran como 40 de ellos, mas unos cuantos fueron atacarles tanto a su persona como a Laxus, este apenas se defendía de ellos, uso su truco de la barrera invisible y le cortaba levemente las alas, mas el joven de cabellos dorados, golpeaba la cabeza de los Pteranodon y les atravesaba las alas con sus garras, no tendía piedad contra las bestias que le atacaran, exactamente igual como lo había hecho durante quince días.

¡Loke! ¡Ayuda! Socorro! Gritaban a lo lejos dos de los compañeros del joven, este les miro atentamente, uno de ellos estaba siendo sostenido por la boca de un Pteranodon por la pierna y el otro estaba siendo agarrado por otra de las bestias voladoras del brazo, ambos sangraban, estaba seguro de que esos dos, no aguantarían mucho, puesto a que ellos eran simples humanos normales, volteo su rostro hacia Laxus mirándole con una sonrisa y una mirada no muy agradable para ser sinceros.

Esto aun no termina, le pondremos fin a esta lucha en otro momento, mis Nakamas están en problemas.

Terminando aquella frase, se dispuso a ir al rescate de sus Nakamas, golpeando de por medio a 3 Pteranodons , haciendo que estos perdieran la conciencia y fueran en picada hacia el lago que se encontraba debajo de ellos, a una velocidad increíble llego a donde se encontraban sus compañeros y a las bestias que los tenían atrapados unas simples bolas de fuego bastaron para hacer que les soltaran, estos empezaron a caer libremente, mas no llegaron a los 90 metros sobre el suelo cuando el joven ya los tenia agarrados, estos había perdido la conciencia por lo que sería más fácil llevarlos a un lugar más seguro, por lo que seguía volando sobre la isla hasta visualizar un barco de la marina, hasta el cual llego con ellos, sobrevolando el barco empezó a descender a una velocidad considerable y termino parado justo en medio del barco con aquellos dos en cada brazo, finalmente volvió a su forma humana y mirando hacia atrás, le hecho un último vistazo a la isla prehistórica y dejo salir una sonrisa.

Mejor será que no mueras Laxus, buscare la revancha, un día de estos.

Fueron las últimas palabras que menciono, antes de volver a mirar a sus Compañeros y desmayarse por lo agotador que había sido aquella batalla contra el supuesto “Vicealmirante Laxus” aunque si fuese cierto, había luchado de igual a igual contra un vicealmirante o quizás podría haber tenido algo más de ventaja, pero de algo si podría estar completamente seguro, la batalla aun no terminaba y en algún momento la terminarían.