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![[Fudo Tsumetai]Excursión descontrolada Empty](https://2img.net/i/empty.gif)
Me acababa de incorporar recientemente a los Fudo Tsumetai. Pocos días pasaron cuando los jefes decidieron hacer una parada en Water Seven para estirar las piernas perder el tiempo libre que teníamos como nos diera la gana. Aún no había terminado de ubicarme bien en la banda ni tenía confianza con ninguno de los miembros, pero el tiempo hace el cariño. Tenía ganas de interactuar con alguno de ellos en alguna misión... cometido... causa... cosa.
Se respiraba buen ambiente en la banda, intentos de asesinato mutuo, intoxicaciones en la comida... detalles de afecto que siempre suelen llegar muy adentro. Sin embargo, a mí no es que me hubisien intentado hacer muchas putadas, bueno, miento. En algunas pocas ocasiones se me ha intentado apuñalar por la espalda o por zonas sensibles a la muerte, pero con la defensa de mi piel acorazada... siempre se quedaban en intentos.
Aguardaba en cubierta descansando sentado encima de una caja con mis cuchillas gemelas apoyadas cerca de mi por si alguno se pasaba de listo. Al poco tiempo, salió la capitana para comunicarme la intención de hacer una parada en Water Seven. Al percatarme de su presencia cerca de mí, pensé que iba a intentar asesinarme o algo parecido, bromas al fin y al cabo, y cogí una de mis cuchillas. Al ver que solo se acercaba por motivos meramente informativos, dejé la cuchilla en su sitio y continué disfrutando del paisaje y de la poca brisa que corría por cubierta en ese día tan soleado y caluroso.
Se respiraba buen ambiente en la banda, intentos de asesinato mutuo, intoxicaciones en la comida... detalles de afecto que siempre suelen llegar muy adentro. Sin embargo, a mí no es que me hubisien intentado hacer muchas putadas, bueno, miento. En algunas pocas ocasiones se me ha intentado apuñalar por la espalda o por zonas sensibles a la muerte, pero con la defensa de mi piel acorazada... siempre se quedaban en intentos.
Aguardaba en cubierta descansando sentado encima de una caja con mis cuchillas gemelas apoyadas cerca de mi por si alguno se pasaba de listo. Al poco tiempo, salió la capitana para comunicarme la intención de hacer una parada en Water Seven. Al percatarme de su presencia cerca de mí, pensé que iba a intentar asesinarme o algo parecido, bromas al fin y al cabo, y cogí una de mis cuchillas. Al ver que solo se acercaba por motivos meramente informativos, dejé la cuchilla en su sitio y continué disfrutando del paisaje y de la poca brisa que corría por cubierta en ese día tan soleado y caluroso.
Elisabeth
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Akuma no mi
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La joven asesina ya le había notificado a uno de sus miembros que iban a hacer una pequeña parada por Water Seven. El pobre se notaba que ya se había empezado a acostumbrar a la locura habitual de aquella panda de malditos psicópatas sedientos de sangre; cuando se acercó a él pudo notar como se preparaba para un contraataque. Los estaba entrenando bien, de eso no cabía duda.
Quedaban cuatro, y no precisamente los que más confianza le daban para una charla matutina. Bajó lentamente las escaleras del barco con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta blanca; en cualquier otro momento se hubiera cambiado y ocupado su traje de espionaje, pero cuando se ponía aquello ignoraba cualquier cosa que hubiera a su alrededor, y no era ocasión para aquello -del todo-.
Llegó al segundo piso, y suspirando cerró los ojos, preparándose para avisar directamente al más cabrón de todos en aquel lugar. Ya delante de la puerta, cogió aire y se dispuso a abrir la puerta. Al hacerlo pudo ver una flora espectacular allí dentro, como si una selva se hubiera quedado a vivir allí dentro. Casi como si de un auto-reflejo se tratara hizo una pequeña 'sentadilla' quedando de cuclillas en el marco de la puerta. ¿Por qué? Pues porque conocía a Tetsu, y su afición más común era lanzar cuchillos arrojadizos a la altura de la yugular, con intenciones bastantes claras.
-Tú, imbécil, en poco llegaremos a nuestro destino. Si para cuando hayamos parado no has salido, reventaré el barco para que te hundas con él.
Cuando terminó de hablar cerró la puerta con una pequeña corriente de aire, se levantó y miró al resto de las habitaciones. Sabía donde estaba Tetsu, pero los demás eran algo impredecibles, y no tenía demasiadas ganas de patearse habitación por habitación, y mucho menos conociendo el instinto asesino de algunos de ellos. Simplemente su cuerpo poco a poco se volvió viento y subió cual corriente de aire caliente por las escaleras. Al salir a cubierta pudo ver que allí seguía Draven, aunque no le sorprendió en absoluto, dentro de lo que cabía -y más cuando no había nadie a quien matar- era de los más tranquilos.
-¡Gentuza de la mala, ahora mismo llegaremos a Water Seven! ¡¡Como ya le dije al estúpido de Tetsu, como falte alguien se hundirá con el barco!!- Dijo a la par que se materializaba en medio de la cubierta, varios metros sobre ella, como si hubiera una plataforma invisible bajo sus pies.
"Hoy será un día interesante..." Pensó para sí misma esbozando una sonrisa, viendo ya a lo lejos como se dibujaba el contorno de la isla.
Quedaban cuatro, y no precisamente los que más confianza le daban para una charla matutina. Bajó lentamente las escaleras del barco con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta blanca; en cualquier otro momento se hubiera cambiado y ocupado su traje de espionaje, pero cuando se ponía aquello ignoraba cualquier cosa que hubiera a su alrededor, y no era ocasión para aquello -del todo-.
Llegó al segundo piso, y suspirando cerró los ojos, preparándose para avisar directamente al más cabrón de todos en aquel lugar. Ya delante de la puerta, cogió aire y se dispuso a abrir la puerta. Al hacerlo pudo ver una flora espectacular allí dentro, como si una selva se hubiera quedado a vivir allí dentro. Casi como si de un auto-reflejo se tratara hizo una pequeña 'sentadilla' quedando de cuclillas en el marco de la puerta. ¿Por qué? Pues porque conocía a Tetsu, y su afición más común era lanzar cuchillos arrojadizos a la altura de la yugular, con intenciones bastantes claras.
-Tú, imbécil, en poco llegaremos a nuestro destino. Si para cuando hayamos parado no has salido, reventaré el barco para que te hundas con él.
Cuando terminó de hablar cerró la puerta con una pequeña corriente de aire, se levantó y miró al resto de las habitaciones. Sabía donde estaba Tetsu, pero los demás eran algo impredecibles, y no tenía demasiadas ganas de patearse habitación por habitación, y mucho menos conociendo el instinto asesino de algunos de ellos. Simplemente su cuerpo poco a poco se volvió viento y subió cual corriente de aire caliente por las escaleras. Al salir a cubierta pudo ver que allí seguía Draven, aunque no le sorprendió en absoluto, dentro de lo que cabía -y más cuando no había nadie a quien matar- era de los más tranquilos.
-¡Gentuza de la mala, ahora mismo llegaremos a Water Seven! ¡¡Como ya le dije al estúpido de Tetsu, como falte alguien se hundirá con el barco!!- Dijo a la par que se materializaba en medio de la cubierta, varios metros sobre ella, como si hubiera una plataforma invisible bajo sus pies.
"Hoy será un día interesante..." Pensó para sí misma esbozando una sonrisa, viendo ya a lo lejos como se dibujaba el contorno de la isla.
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Akuma no mi
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Me encuentro en la sala de entrenamiento, un lugar muy amplio y sin apenas obstáculos, el lugar ideal para repasar técnicas y movimientos que con muchos obstáculos resulta arduo y difícil, por no decir casi imposible. Mis entrenamientos ocupan varias horas de mis días, así soy yo, además he de acostumbrarme a moverme libremente en barcos cuyos suelos se mueven continuamente, mis llamas envuelven mis guantes dotándolos de una tonalidad naranja, indicando uso de llamas cielo, cuando estoy a punto de lograr el equilibrio perfecto un sonido estridente llega a mis oídos, es la capitana nos llama por la cercanía a Water Seven, nuestra próxima parada supongo
¿No podría decirlo de una forma más normal?
Pienso mientras hago desvanecerse la llama naranja que rodea mis guantespara salir a cubierta, lugar más que probable de la ubicación de Nayla, nuestra letal y desequilibrada capitana. Mis pasos sigilosos me llevan por las escaleras hasta la cubierta donde solo aprecio a dos personas, Draven, un joven tranquilo siempre y cuando no haya "fiesta" y Nayla, una capitana loca y con mucha sed de sangre, en cierto modo por ese motivo me hallo en la banda, por la sed de sangre que corre por la mayoría de nosotros.
Capitana, ¿no podrías ser más sigilosa? Me has interrumpido en mis entrenamientos y eso no me gusta para nada, la próxima la recibiré con una invitación a que se muera
Digo mientras agarro mis tonfas con los brazos, sé perfectamente que es muy probable que me lluevan armas arrojadizas por parte de mi capitana.
¿No podría decirlo de una forma más normal?
Pienso mientras hago desvanecerse la llama naranja que rodea mis guantespara salir a cubierta, lugar más que probable de la ubicación de Nayla, nuestra letal y desequilibrada capitana. Mis pasos sigilosos me llevan por las escaleras hasta la cubierta donde solo aprecio a dos personas, Draven, un joven tranquilo siempre y cuando no haya "fiesta" y Nayla, una capitana loca y con mucha sed de sangre, en cierto modo por ese motivo me hallo en la banda, por la sed de sangre que corre por la mayoría de nosotros.
Capitana, ¿no podrías ser más sigilosa? Me has interrumpido en mis entrenamientos y eso no me gusta para nada, la próxima la recibiré con una invitación a que se muera
Digo mientras agarro mis tonfas con los brazos, sé perfectamente que es muy probable que me lluevan armas arrojadizas por parte de mi capitana.
Leo D. Vinci
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Akuma no mi
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Llevaba ya un par de horas trabajando en su sala, una preciosa y amplia habitación situada en la segunda planta del Kumori no Yoru. La sala tenía gran cantidad de plantas de diversos tipos, mas no plantas convencionales y simplemente decorativas no, plantas con propiedades peligrosas que aquel chico llamado Tetsu convertía en venenos más peligrosos aún si cabe. Entre ellas estaban por mencionar algunas: ricino, adelfa, belladona, cicuta, acebo y datura.
Podía escuchar como sus compañeros andaban paseando por el barco y a menos que su fino oído le fallara había al menos una o dos personas en cubierta. Terminando una de sus mezclas, un veneno alucinógeno a base de belladona perfectamente elaborado, escuchó pasos dirigiéndose a la puerta de su habitación. Con extremo cuidado pero haciendo uso de una velocidad que solo los años de practica podían darle a alguien, dejó el recipiente en el que estaba aquella sustancia tóxica y agarró uno de sus cuchillos arrojadizos de debajo de la chaqueta.
En el mismo momento en el que la puerta se abrió el asesino lanzó el cuchillo previamente escogido hacía el intruso tratando de seccionar la arteria carótida. El intruso no resultó ser otra persona que Nayla su "capitana", la cual debido a los múltiples intentos de asesinato al día que recibía a su persona por él conocía sus patrones a la perfección. Sin fijarse en el cuchillo realizó una sentadilla evadiendo por escasos centímetros el cuchillo de su segundo al mando que terminó clavándose en la pared del pasillo.
- Tú, imbécil, en poco llegaremos a nuestro destino. Si para cuando hayamos parado no has salido, reventaré el barco para que te hundas con él. -
- ¿Y me estás intentando amenazar tú a mí? ¿Tú, una inútil que no es capaz de tener a su banda bajo control? Ten cuidado no vaya a ser que por "extrañas circunstancias" no llegues a cubierta. -
El cariño que profesaban el uno al otro era visible para cualquier persona que les observara durante más de 3 minutos. Por su naturaleza le encantaba irritar a cualquier persona, sobre todo a los miembros de la banda, pero Nayla era un objetivo al que le encantaba molestar y ella no podía ni verlo lo cual hacía todavía más divertido para él agobiarla.
Su capitana no esperó a escuchar lo que este había dicho y se había limitado a cerrar la puerta antes aunque la opinión de ella le daba igual, habían aprendido a "tolerarse", cuando uno de los dos estaba molesto, aunque siempre era ella, lo solucionaban intentando matarse el uno al otro y solucionado. En cuanto se cerró guardó los aparatos que estaba utilizando y agarró un par de venenos para llevarlos con él. A pesar de lo caótico que solía ser para todo, en lo referente a venenos siempre seguía unas pautas simples para tenerlo todo bien organizado.
Una vez había terminado de organizar todos los objetos y se había lavado las manos varias veces para no tener restos de aquellas sustancias cogió su abrigo. No sabía si iban a algún lugar frío o no pero aquel abrigo cumpliría con su función hiciera el clima que hiciera.
- Encima esa harpía ni si quiera me ha dicho a dónde demonios estamos a punto de llegar... -
No quería perder más tiempo por lo que se dirigió a la puerta y puso los varios pestillos que habían cerrando la sala a cal y canto para que nadie entrara y la traspasó sin más gracias a su habilidad. En cuanto salió al pasillo y sin fijarse apenas extendió su brazo agarrando el cuchillo lanzado anteriormente y lo guardó en su lugar pertinente. Tras subir por las escaleras al fin llego a cubierta donde se encontraban, además de su "querida" capitana, Draven y Rokudo, desconocía dónde diablos estaban el atrapado de Kenta y "Cadenitas".
- Capitana, ¿no podrías ser más sigilosa? Me has interrumpido en mis entrenamientos y eso no me gusta para nada, la próxima la recibiré con una invitación a que se muera. -
Al parecer Rokudo y Nayla estaban discutiendo, ¿Pero cuando no se hacía eso en esa extraña tripulación?. Tetsu se acercó a los presentes con paso veloz esbozando una sonrisa mientras desenvainaba a su pequeña pero letal navaja cuyo nombre era el mismo "Sonrisa".
- Baja esos humos "Llamitas", sabes perfectamente que Nayla es mi objetivo y quien acabe con ella he de ser yo, tú no dispones de la destreza necesaria. -
Ya se podía ver a lo lejos como una isla comenzaba a hacerse visible para cualquiera que dirigiera su mirada en esa dirección. Pasando de ellos se apoyó en el mástil y se quedó observando a sus compañeros.
"¿Todos sueltos en una isla sin darnos una misión en concreto?"
Comenzó a jugar con Sonrisa pasándola entre sus dedos mientras esperaba que los miembros restantes llegaran. No podía evitar sentirse emocionado, sabía perfectamente que aquello acabaría mal, ya fuera por peleas entre ellos o con terceros, aunque tenía que admitir que la idea le encantaba.
Podía escuchar como sus compañeros andaban paseando por el barco y a menos que su fino oído le fallara había al menos una o dos personas en cubierta. Terminando una de sus mezclas, un veneno alucinógeno a base de belladona perfectamente elaborado, escuchó pasos dirigiéndose a la puerta de su habitación. Con extremo cuidado pero haciendo uso de una velocidad que solo los años de practica podían darle a alguien, dejó el recipiente en el que estaba aquella sustancia tóxica y agarró uno de sus cuchillos arrojadizos de debajo de la chaqueta.
En el mismo momento en el que la puerta se abrió el asesino lanzó el cuchillo previamente escogido hacía el intruso tratando de seccionar la arteria carótida. El intruso no resultó ser otra persona que Nayla su "capitana", la cual debido a los múltiples intentos de asesinato al día que recibía a su persona por él conocía sus patrones a la perfección. Sin fijarse en el cuchillo realizó una sentadilla evadiendo por escasos centímetros el cuchillo de su segundo al mando que terminó clavándose en la pared del pasillo.
- Tú, imbécil, en poco llegaremos a nuestro destino. Si para cuando hayamos parado no has salido, reventaré el barco para que te hundas con él. -
- ¿Y me estás intentando amenazar tú a mí? ¿Tú, una inútil que no es capaz de tener a su banda bajo control? Ten cuidado no vaya a ser que por "extrañas circunstancias" no llegues a cubierta. -
El cariño que profesaban el uno al otro era visible para cualquier persona que les observara durante más de 3 minutos. Por su naturaleza le encantaba irritar a cualquier persona, sobre todo a los miembros de la banda, pero Nayla era un objetivo al que le encantaba molestar y ella no podía ni verlo lo cual hacía todavía más divertido para él agobiarla.
Su capitana no esperó a escuchar lo que este había dicho y se había limitado a cerrar la puerta antes aunque la opinión de ella le daba igual, habían aprendido a "tolerarse", cuando uno de los dos estaba molesto, aunque siempre era ella, lo solucionaban intentando matarse el uno al otro y solucionado. En cuanto se cerró guardó los aparatos que estaba utilizando y agarró un par de venenos para llevarlos con él. A pesar de lo caótico que solía ser para todo, en lo referente a venenos siempre seguía unas pautas simples para tenerlo todo bien organizado.
Una vez había terminado de organizar todos los objetos y se había lavado las manos varias veces para no tener restos de aquellas sustancias cogió su abrigo. No sabía si iban a algún lugar frío o no pero aquel abrigo cumpliría con su función hiciera el clima que hiciera.
- Encima esa harpía ni si quiera me ha dicho a dónde demonios estamos a punto de llegar... -
No quería perder más tiempo por lo que se dirigió a la puerta y puso los varios pestillos que habían cerrando la sala a cal y canto para que nadie entrara y la traspasó sin más gracias a su habilidad. En cuanto salió al pasillo y sin fijarse apenas extendió su brazo agarrando el cuchillo lanzado anteriormente y lo guardó en su lugar pertinente. Tras subir por las escaleras al fin llego a cubierta donde se encontraban, además de su "querida" capitana, Draven y Rokudo, desconocía dónde diablos estaban el atrapado de Kenta y "Cadenitas".
- Capitana, ¿no podrías ser más sigilosa? Me has interrumpido en mis entrenamientos y eso no me gusta para nada, la próxima la recibiré con una invitación a que se muera. -
Al parecer Rokudo y Nayla estaban discutiendo, ¿Pero cuando no se hacía eso en esa extraña tripulación?. Tetsu se acercó a los presentes con paso veloz esbozando una sonrisa mientras desenvainaba a su pequeña pero letal navaja cuyo nombre era el mismo "Sonrisa".
- Baja esos humos "Llamitas", sabes perfectamente que Nayla es mi objetivo y quien acabe con ella he de ser yo, tú no dispones de la destreza necesaria. -
Ya se podía ver a lo lejos como una isla comenzaba a hacerse visible para cualquiera que dirigiera su mirada en esa dirección. Pasando de ellos se apoyó en el mástil y se quedó observando a sus compañeros.
"¿Todos sueltos en una isla sin darnos una misión en concreto?"
Comenzó a jugar con Sonrisa pasándola entre sus dedos mientras esperaba que los miembros restantes llegaran. No podía evitar sentirse emocionado, sabía perfectamente que aquello acabaría mal, ya fuera por peleas entre ellos o con terceros, aunque tenía que admitir que la idea le encantaba.
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Me encuentro tumbado entre el palo mayor y la vela trasera sobre una red creada a partir de mis propias cadenas. Estaba tranquilo disfrutando del sol y una ligera brisa que apaciguaba ligeramente el sofoco de aquél día tan caluroso cuando de pronto escucho a Nayla, la ínica mujer a bordo y una verdadera loca, gritar
¡Gentuza de la mala, ahora mismo llegaremos a Water Seven! ¡¡Como ya le dije al estúpido de Tetsu, como falte alguien se hundirá con el barco!!
Sin embargo lo ignoro y sigo disfrutando del poco viaje que nos quedaba y pensando en la forma más cruel y brutal de asesinar a esa loca que lo había molestado. Al rato aparecieron otras dos personas, el tío raro de las llamas llamado Rokudo y Tetsu, al que yo llamaba Kurokochi para enrabietarlo al igual que cuando decía que no sabía cocinar. Al parecer nos bajábamos en una isla pero eso era irrelevante ya que no podía confiar en ninguno de los presentes salvo en mí mismo.
Bajo lentamente mediante una cadena que ato al mástil y voy alargando poco a poco hasta tocas el suelo y hago desaparecer esta cadena, pero mantengo la red de cadenas creada allá en lo alto.
Malditos lunáticos que no me dejan tranquilo.
Pienso mientras observo el contorno de nuestro destino.
¡Gentuza de la mala, ahora mismo llegaremos a Water Seven! ¡¡Como ya le dije al estúpido de Tetsu, como falte alguien se hundirá con el barco!!
Sin embargo lo ignoro y sigo disfrutando del poco viaje que nos quedaba y pensando en la forma más cruel y brutal de asesinar a esa loca que lo había molestado. Al rato aparecieron otras dos personas, el tío raro de las llamas llamado Rokudo y Tetsu, al que yo llamaba Kurokochi para enrabietarlo al igual que cuando decía que no sabía cocinar. Al parecer nos bajábamos en una isla pero eso era irrelevante ya que no podía confiar en ninguno de los presentes salvo en mí mismo.
Bajo lentamente mediante una cadena que ato al mástil y voy alargando poco a poco hasta tocas el suelo y hago desaparecer esta cadena, pero mantengo la red de cadenas creada allá en lo alto.
Malditos lunáticos que no me dejan tranquilo.
Pienso mientras observo el contorno de nuestro destino.
Mashiro
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¿Estaba dormido?no,no lo creia...simplmente estaba en mi imaginacion pensando miles de planes para conseguir alguna presa facil hoy y usarla en mi habitacion,que ya habia preparado cais al compoleto para los siguientes dias o bueno para cuando me hiciese falta.Varios ganchos en el suelo y las paredes,un baul lleno de cadenas y sogas con las que atar y miles de cosas,aunque bueno tambien tenia la cama que solo usaba apra dormir,aunque casi nunca dormia en ella,si no ene l suelo,me rewsultaba mucho mas confortante que estar durmiendo en una cama normal y corriente,nunca entenderias por que,auqneu bueno dormiria mejor entre gritos,pero eso ya seria otra cosa.
Entonces empece a escuchar gritos por todo el barco, y me desperte de mi aparente sueño que no habia durado casi nada.Estaba totalmente desnudo como de constumbre en mi ahbitacion y fui a vestirme con mi pequeño traje con elq ue solia salir casi tdoos los dias.
No atrde demasiado a llegar a la cubierta con los demas y como nromanete,seguia con sus locuras,como la de tetsu por matar a nuestras capitana,aunque yo siempre le habia dicho que me la dejaria violar primero y que se la dejaria para despues,pero parecia que nunca me queria hacer caso.Fuia rapidamente hacia ellos y vi como la capitana estaba como medio volando...era su poder de logia de viento seguramente.La mrie fijamente y luego pregunte:
-Ummm y bueno que haremos por wataer seven,por que si no me falla la vista estamos ya por aqui....y bueno, como he podido escuchar de tu grito de antes...que era una perrita gritona la verdad,algun dia te tienes que pasar por mi camarote jejeje...em...bueno diganos de una puñletera vez que venimos a hacer aqui la verdad...o simplemente vamos a reocnocer algo el terreno para despues hacer algo mas grande,no me deje con esa duda putita
La dije,no se por que pero siempre tuve una obsesion de terminar mis frases con putita cada vez que hablaba con una mujer,aunque habia veces no necesitaba demasiadas palabras...
Entonces empece a escuchar gritos por todo el barco, y me desperte de mi aparente sueño que no habia durado casi nada.Estaba totalmente desnudo como de constumbre en mi ahbitacion y fui a vestirme con mi pequeño traje con elq ue solia salir casi tdoos los dias.
No atrde demasiado a llegar a la cubierta con los demas y como nromanete,seguia con sus locuras,como la de tetsu por matar a nuestras capitana,aunque yo siempre le habia dicho que me la dejaria violar primero y que se la dejaria para despues,pero parecia que nunca me queria hacer caso.Fuia rapidamente hacia ellos y vi como la capitana estaba como medio volando...era su poder de logia de viento seguramente.La mrie fijamente y luego pregunte:
-Ummm y bueno que haremos por wataer seven,por que si no me falla la vista estamos ya por aqui....y bueno, como he podido escuchar de tu grito de antes...que era una perrita gritona la verdad,algun dia te tienes que pasar por mi camarote jejeje...em...bueno diganos de una puñletera vez que venimos a hacer aqui la verdad...o simplemente vamos a reocnocer algo el terreno para despues hacer algo mas grande,no me deje con esa duda putita
La dije,no se por que pero siempre tuve una obsesion de terminar mis frases con putita cada vez que hablaba con una mujer,aunque habia veces no necesitaba demasiadas palabras...
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Por fin llagamos a Water Seven, un día soleado y espléndido para hacer lo que nos saliera de los reales. Al atracar en el puerto, antes de que nadie dijese nada, cogí mis cuchillas, me las eché a la espalda, y me bajé de un salto del barco transformando mis piernas en las patas traseras del Imperator de forma híbrida. Al caer al suelo, debido a mi peso y a la altura de la caída, creé un cráter en el suelo de un metro y medio de radio. Volví a mi forma humana y comencé a caminar adentrándome en la ciudad para ir a mi bola, sólo obedecería las órdenes de mis superiores en caso de necesidad u obligatoriedad.
- Bueno señores, yo me abro a ver si encuento algo interesante por ay.- Tras esto solté una risa burlona y profunda.
Tenía pensado ir a comprar piedras de afilar para mis armas y mis garras y dientes. Así que intenté ir a algún sitio donde alguien me pudiese indicar donde hacerlo.
- Bueno señores, yo me abro a ver si encuento algo interesante por ay.- Tras esto solté una risa burlona y profunda.
Tenía pensado ir a comprar piedras de afilar para mis armas y mis garras y dientes. Así que intenté ir a algún sitio donde alguien me pudiese indicar donde hacerlo.
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