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Tatsuya D. Yuuki
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Después de recibir el ataque mi cola había perdido gran parte de su movilidad, no podía creerlo algo había atravesado mi poderosa cola,
" Maldición esa no era una espada normal, era una espada mágica o algo parecido." cuando volví mi vista al pirata una extraña esfera nos envolvía a todos, yo quería seguir con la pelea, quería ver su sangre gracias a mis poderes, pero habían muchas vidas en juego si me dejaba llevar por mis instintos, en ese momento pasa al lado de nosotros la farmacéutica y comienza a atender a la chica que está muy herida, al mismo tiempo el otro marine me habla.
-Tienes razón, volveré a mi forma hibrida, así mi cola no me molestara. Déjame a la chica a mí, tu anda a descansar estas muy herido.
La farmacéutica atiende rápidamente a la chica pero su cara no era muy alentadora y sus palabras daban a entender que necesitaba ayuda inmediatamente y era necesario llevarla con suma urgencia a un hospital y pregunto,- En qué dirección esta Shell Town.- la farmacéutica me contesta.- Es la isla del que está en frente de esta villa, hacia el norte, pero el próximo barco zarpa en 2 horas mas y no tenemos tiempo, ella necesita ayuda ahora.- La dueña del bar comienza a llorar al escuchar esas palabras.- No se preocupe yo mismo la llevare volando hacia Shell Town, no llore mas, yo me encargo de ella.- En ese momento cargo a la chica con mis 2 brazos y me dispongo a partir.
Justo antes de partir veo al pirata comenzando a alejarse, lo que me tranquiliza un poco al dejar el pueblo, pero una extraña intenta golpear al pirata en la cabeza pero el pirata logra bloquear su golpe. - Tu extraña deja de golpear al pirata, hay muchas vidas en juego, mejor ayuda a la gente del pueblo a ordenar este desastre.- Solo esperaba que la extraña chica me hiciera caso antes de volar y partir a Shell Town, no podía partir sin antes decirle algo al pirata.- Maldito esta herida que me causaste algún día te la devolveré, esto no quedara así.- En ese mismo momento extiendo mis alas y comienzo el viaje a toda velocidad, trasladando a la chica a Shell Town.- Resiste ya pronto llegaremos al hospital para que te atiendan, aguanta un poco mas por favor.-
" Maldición esa no era una espada normal, era una espada mágica o algo parecido." cuando volví mi vista al pirata una extraña esfera nos envolvía a todos, yo quería seguir con la pelea, quería ver su sangre gracias a mis poderes, pero habían muchas vidas en juego si me dejaba llevar por mis instintos, en ese momento pasa al lado de nosotros la farmacéutica y comienza a atender a la chica que está muy herida, al mismo tiempo el otro marine me habla.
-Tienes razón, volveré a mi forma hibrida, así mi cola no me molestara. Déjame a la chica a mí, tu anda a descansar estas muy herido.
La farmacéutica atiende rápidamente a la chica pero su cara no era muy alentadora y sus palabras daban a entender que necesitaba ayuda inmediatamente y era necesario llevarla con suma urgencia a un hospital y pregunto,- En qué dirección esta Shell Town.- la farmacéutica me contesta.- Es la isla del que está en frente de esta villa, hacia el norte, pero el próximo barco zarpa en 2 horas mas y no tenemos tiempo, ella necesita ayuda ahora.- La dueña del bar comienza a llorar al escuchar esas palabras.- No se preocupe yo mismo la llevare volando hacia Shell Town, no llore mas, yo me encargo de ella.- En ese momento cargo a la chica con mis 2 brazos y me dispongo a partir.
Justo antes de partir veo al pirata comenzando a alejarse, lo que me tranquiliza un poco al dejar el pueblo, pero una extraña intenta golpear al pirata en la cabeza pero el pirata logra bloquear su golpe. - Tu extraña deja de golpear al pirata, hay muchas vidas en juego, mejor ayuda a la gente del pueblo a ordenar este desastre.- Solo esperaba que la extraña chica me hiciera caso antes de volar y partir a Shell Town, no podía partir sin antes decirle algo al pirata.- Maldito esta herida que me causaste algún día te la devolveré, esto no quedara así.- En ese mismo momento extiendo mis alas y comienzo el viaje a toda velocidad, trasladando a la chica a Shell Town.- Resiste ya pronto llegaremos al hospital para que te atiendan, aguanta un poco mas por favor.-
Azuka
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Akuma no mi
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~Una vez recibidas las atenciones de la chica, estaba un poco mejor de como me había encontrado, había conseguido estabilizarme y detener las principales hemorragias e inmovilizar la fractura de brazo que era la más complicada. Ella aseguró que lo mejor era llevarme a Shell Town para recibir las atenciones medicas de doctores, pues ella solo había aplicado conocimientos de primeros auxilios para extender un poco más mi tiempo de vida antes del traslado.
El marine dragón preguntó a la mujer la localización de la isla, y ella contestó que estaba cerca y al norte, pero que desafortunadamente el siguiente barco tardaría dos horas más en salir de la isla, tiempo que yo no podía soportar y la farmacéutica lo mencionó. Emily al escuchar eso comenzó a llorar nuevamente, dejando que gruesas lagrimas resbalaran por sus mejillas, sin hacer el esfuerzo de detenerlas y tampoco a sus sollozos.
-Azuka...-Decía, sujetándome la mano izquierda con suavidad y firmeza al mismo tiempo. Pero las esperanzas volvieron a ella cuando el hombre-dragón se ofreció a llevarme volando a la isla vecina, Emily, aun sin dejar de llorar sonrió ampliamente ante la generosidad de ese hombre, el cual me cargó en sus brazos y se dispuso a partir.-Muchas gracias, buen hombre.-Dijo Emily.-Y a usted también, señorita.-Dijo refiriéndose a la mujer que me había practicado primeros auxilios.
-No es nada, este es mi trabajo.-Respondió con una pequeña sonrisa amable, el dragón ya se había marchado conmigo.-Pero... Pobre chica, no debió de meterse en esa pelea.-Admitió, borrando su sonrisa y tomando ahora una imagen de preocupación, volteando a ver el camino por donde fue llevada.-Es lo malo de los hombres, nunca miden las consecuencias de sus actos... Y más siendo luchadores, siempre pelean y pelean sin importar nada.-Agregó y dejó escapar un suspiro.
-Ya lo creo... Lo peor es que Azuka nisiquiera es de esta isla, lo hizo solo porque aquel muro cuarteado, fue resultado de la pelea del marine y el peliblanco, pero ese muro es de la casa de alguien, ella solo quería que dejaran al pueblo tranquilo.-Suspiró Emily, viendo aquel muro con nostalgia.-Pero aun así fue algo tan imprudente de su parte... Pudo haber muerto...-Agregó, limpiándose las lagrimas que le quedaban. Ambas chicas se despidieron y volvieron a sus respectivos negocios. Emily más tarde entregó al criminal y cobró la recompensa, usándola para reparar los daños como el del muro y algunos vasos de su taberna.
El marine dragón preguntó a la mujer la localización de la isla, y ella contestó que estaba cerca y al norte, pero que desafortunadamente el siguiente barco tardaría dos horas más en salir de la isla, tiempo que yo no podía soportar y la farmacéutica lo mencionó. Emily al escuchar eso comenzó a llorar nuevamente, dejando que gruesas lagrimas resbalaran por sus mejillas, sin hacer el esfuerzo de detenerlas y tampoco a sus sollozos.
-Azuka...-Decía, sujetándome la mano izquierda con suavidad y firmeza al mismo tiempo. Pero las esperanzas volvieron a ella cuando el hombre-dragón se ofreció a llevarme volando a la isla vecina, Emily, aun sin dejar de llorar sonrió ampliamente ante la generosidad de ese hombre, el cual me cargó en sus brazos y se dispuso a partir.-Muchas gracias, buen hombre.-Dijo Emily.-Y a usted también, señorita.-Dijo refiriéndose a la mujer que me había practicado primeros auxilios.
-No es nada, este es mi trabajo.-Respondió con una pequeña sonrisa amable, el dragón ya se había marchado conmigo.-Pero... Pobre chica, no debió de meterse en esa pelea.-Admitió, borrando su sonrisa y tomando ahora una imagen de preocupación, volteando a ver el camino por donde fue llevada.-Es lo malo de los hombres, nunca miden las consecuencias de sus actos... Y más siendo luchadores, siempre pelean y pelean sin importar nada.-Agregó y dejó escapar un suspiro.
-Ya lo creo... Lo peor es que Azuka nisiquiera es de esta isla, lo hizo solo porque aquel muro cuarteado, fue resultado de la pelea del marine y el peliblanco, pero ese muro es de la casa de alguien, ella solo quería que dejaran al pueblo tranquilo.-Suspiró Emily, viendo aquel muro con nostalgia.-Pero aun así fue algo tan imprudente de su parte... Pudo haber muerto...-Agregó, limpiándose las lagrimas que le quedaban. Ambas chicas se despidieron y volvieron a sus respectivos negocios. Emily más tarde entregó al criminal y cobró la recompensa, usándola para reparar los daños como el del muro y algunos vasos de su taberna.
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Tras golpear a la chica contra el suelo y sin mirar para atrás sigo avanzando para dirigirme lo más rápido que puedo hacia el puerto ya que puedo ver como algunos barcos están empezando a echar humos por esos tubos que tienen por encima que ahora no me sale su nombre, por lo que debo darme prisa o me tocara volar lo cual me parece que no podre durante mucho tiempo. Únicamente quiero acabar con todo esto y descansar de este combate que no me ha servido para nada prácticamente, únicamente para casi matar a una civil muy guapa que jamás me hubiese gustado hacerle daño.
-“Sert te advierto que la próxima que tomes mi cuerpo sin más va a ver bronca entre los dos”
“…”
Parece que Sert no está actualmente disponible. Joder. Ahora cuando necesito hablar con él se pone a esconderse para evitar charlas de disciplina o cosas por el estilo, lo cual me harta a veces ya que por su culpa ha sucedido todo esto y seguramente vuelva a ocurrir si no empiezo a dominarle lo cual dudo bastante por el fisco de poder que uso de él.
Mientras camino una voz puedo empezar a oír en mis espaldas lo cual me hace girarme para ver si nuevamente aquella chiquilla quería más bronca pero me equivocaba, aparte de esta hay un nuevo sujeto el cual es ni más ni nada menos que el dragoncito con el que pelee, el cual le advierte a la mujer que no se enfrente a mi, además de darme de forma indirecta un especie de revancha en el futuro.
-Estaré esperándolo enormemente y en ese entonces usare el cien por cien de mi poder y no solo el diez porciento que use en este combate-le digo con una de mis manos en mi cabeza como un saludo militar-Nos vemos rival.
Tras eso use el soru para evitar pérdidas de tiempo y me dirigí a toda velocidad encima de uno de los barcos donde ya por fin me deje tumbar intentando recuperar energías mientras espero a que el dichoso barco empiece a zarpar y pueda ir hacia el camarote o al menos comer algo, aunque para mi suerte la entrada fue gratis así que no puedo abusar o me pillaran y me echaran de aquí y eso es mejor evitarlo.
-“Sert te advierto que la próxima que tomes mi cuerpo sin más va a ver bronca entre los dos”
“…”
Parece que Sert no está actualmente disponible. Joder. Ahora cuando necesito hablar con él se pone a esconderse para evitar charlas de disciplina o cosas por el estilo, lo cual me harta a veces ya que por su culpa ha sucedido todo esto y seguramente vuelva a ocurrir si no empiezo a dominarle lo cual dudo bastante por el fisco de poder que uso de él.
Mientras camino una voz puedo empezar a oír en mis espaldas lo cual me hace girarme para ver si nuevamente aquella chiquilla quería más bronca pero me equivocaba, aparte de esta hay un nuevo sujeto el cual es ni más ni nada menos que el dragoncito con el que pelee, el cual le advierte a la mujer que no se enfrente a mi, además de darme de forma indirecta un especie de revancha en el futuro.
-Estaré esperándolo enormemente y en ese entonces usare el cien por cien de mi poder y no solo el diez porciento que use en este combate-le digo con una de mis manos en mi cabeza como un saludo militar-Nos vemos rival.
Tras eso use el soru para evitar pérdidas de tiempo y me dirigí a toda velocidad encima de uno de los barcos donde ya por fin me deje tumbar intentando recuperar energías mientras espero a que el dichoso barco empiece a zarpar y pueda ir hacia el camarote o al menos comer algo, aunque para mi suerte la entrada fue gratis así que no puedo abusar o me pillaran y me echaran de aquí y eso es mejor evitarlo.
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OFF: En un futuro creare el NPC de esta persona.
ON:
~La farmacéutica en lugar de regresar a su local, decidió ir a reportar todos los sucesos a la Marina, aunque para su mala suerte en el pueblo había solo una pequeña caseta de marines. Ella contó todo lo que Emily le había dicho sobre la pelea, remarcando la falta de disciplina por parte de uno de los oficiales de bajo rango y el ataque perpetrado por un pirata, exigiendo el castigo correspondiente del marine junto con la captura y encarcelamiento del despreciadoo villano. Los marines no parecían muy interesados en la historia relatada por ella, pero aun así, de mala gana, hicieron el reporte y comunicado a la base de la Marina en Shell Town, para reforzar la seguridad en las islas que rodeaban Orange y Shell. Una vez terminada la conversación por den den mushi ordenaron a la mujer que se marchará, que ellos ya no podían hacer nada.
Furiosa e impotente, la mujer se retiró de vuelta a su negocio, maldiciendo por lo bajo a los marines y a los piratas del mundo, nunca le habían simpatizado, pero ahora su odio hacía ambos se había reforzado con lo sucedido en el día.-Esos malditos... Son una bola de inútiles los marines... Y los piratas unos asquerosos fanfarrones...-Maldijo por lo bajo, con los puños cerrados, pero no podía mantenerlos quietos, estaba temblando muy notoriamente y por el coraje.-El mundo estaría mejor sin ellos...-Agregó y siguió su camino con la temblorina.
Al llegar a su farmacia, cerró de un portazo la puerta y aseguró el lugar con llave, poniendo un letrero de "cerrado". Las lagrimas ya no se ocultaron más, y resbalaron por sus suaves y ligeramente enrojecidas mejillas, hasta encontrar el final en su barbilla y precipitarse al suelo dejando una pequeña marca. La mujer se sentó en el suelo y sollozaba, golpeó el piso varias veces e incluso comenzó a hacerse daño por el dolor. Ella desde pequeña los odiaba, pues su padre fue un valiente marine de un rango semi-alto que murió en una guerra. Siempre pensó ella, que así debía ser y que su padre había sido un Héroe como para ella como para la Marina. Pero un día se enteró, por dos simples cabos mala-pinta, que su padre había sido usado como carne de cañón y que su muerte era uno de los mayores chistes en el cuartel. Esa era la razón de su odio, a los Marines por traidores y cobardes y a los piratas por brutos e inconscientes, pues fue uno el que mató a su padre.
-Padre... Te vengare... Y a esta chica también... Nadie se interpondrá en mi camino... Este mundo necesita un nuevo regimen... Ya me cansé... Es hora que ponga manos a la obra...-Sentenció la mujer. Alzando la vista un poco, sus ojos solo reflejaban un odio impresionante, las lagrimas no cesaban, dando un aspecto intimidante pero desesperado a su mirada...
ON:
~La farmacéutica en lugar de regresar a su local, decidió ir a reportar todos los sucesos a la Marina, aunque para su mala suerte en el pueblo había solo una pequeña caseta de marines. Ella contó todo lo que Emily le había dicho sobre la pelea, remarcando la falta de disciplina por parte de uno de los oficiales de bajo rango y el ataque perpetrado por un pirata, exigiendo el castigo correspondiente del marine junto con la captura y encarcelamiento del despreciadoo villano. Los marines no parecían muy interesados en la historia relatada por ella, pero aun así, de mala gana, hicieron el reporte y comunicado a la base de la Marina en Shell Town, para reforzar la seguridad en las islas que rodeaban Orange y Shell. Una vez terminada la conversación por den den mushi ordenaron a la mujer que se marchará, que ellos ya no podían hacer nada.
Furiosa e impotente, la mujer se retiró de vuelta a su negocio, maldiciendo por lo bajo a los marines y a los piratas del mundo, nunca le habían simpatizado, pero ahora su odio hacía ambos se había reforzado con lo sucedido en el día.-Esos malditos... Son una bola de inútiles los marines... Y los piratas unos asquerosos fanfarrones...-Maldijo por lo bajo, con los puños cerrados, pero no podía mantenerlos quietos, estaba temblando muy notoriamente y por el coraje.-El mundo estaría mejor sin ellos...-Agregó y siguió su camino con la temblorina.
Al llegar a su farmacia, cerró de un portazo la puerta y aseguró el lugar con llave, poniendo un letrero de "cerrado". Las lagrimas ya no se ocultaron más, y resbalaron por sus suaves y ligeramente enrojecidas mejillas, hasta encontrar el final en su barbilla y precipitarse al suelo dejando una pequeña marca. La mujer se sentó en el suelo y sollozaba, golpeó el piso varias veces e incluso comenzó a hacerse daño por el dolor. Ella desde pequeña los odiaba, pues su padre fue un valiente marine de un rango semi-alto que murió en una guerra. Siempre pensó ella, que así debía ser y que su padre había sido un Héroe como para ella como para la Marina. Pero un día se enteró, por dos simples cabos mala-pinta, que su padre había sido usado como carne de cañón y que su muerte era uno de los mayores chistes en el cuartel. Esa era la razón de su odio, a los Marines por traidores y cobardes y a los piratas por brutos e inconscientes, pues fue uno el que mató a su padre.
-Padre... Te vengare... Y a esta chica también... Nadie se interpondrá en mi camino... Este mundo necesita un nuevo regimen... Ya me cansé... Es hora que ponga manos a la obra...-Sentenció la mujer. Alzando la vista un poco, sus ojos solo reflejaban un odio impresionante, las lagrimas no cesaban, dando un aspecto intimidante pero desesperado a su mirada...
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Camino a Shell Town Aun seguía pensando en la gente del pueblo, me preocupaba que la chica desconocida siguiera con la pelea y desatara la furia de ese tal Sert, pero esta pequeña chica que llevo en los brazos necesitaba ayuda inmediatamente. Me sentía un poco frustrado ya que yo era medico pero no tenía la suficiente experiencia para ayudarla y tenía que confiarle su salud a otras personas, decidí entrenar mas para no pedirle ayuda a nadie y hacer todo por mi cuenta y poder efectuar incluso operaciones instantáneas en el mismo lugar y la situación lo requería pero debía perfeccionar todas mis habilidades.
-Falta ya la mitad para llegar a Shell Town, resiste.- En ese momento miro el rostro de la chica y aun continuaba dormida. -Se ve muy hermosa durmiendo.- Al decir esas pequeñas palabras vuelvo a mirar y a tomar más velocidad ya que no debía perder más tiempo debía ser atendida de inmediato. Ya se estaba haciendo de noche y comenzaba a ponerse helado la chica podía ponerse peor si no le daba algo de calor, comencé a generar calor con mis brazos para tratar de que la chica no se congelara, mi habilidad estaba siendo de mucha utilidad para evitar que la chica se congelara por el viaje.
Después de media hora de viaje por fin había llegado al hospital de Shell Town. -Necesito una camilla y un medico inmediatamente.-Las enfermeras corrieron con una camilla y la llevaron a la sala de operaciones inmediatamente. - Muchas gracias por su ayuda enfermera.- Al dejar a la chica en el hospital me dirigí a la enfermería de los marine y pedí que me curaran mi cola herida.
Después de 2 horas de operación el doctor sale y me dice que había sido todo un éxito la operación que la chica. Solo necesitaba descansar y se recuperaría de sus lesiones y heridas y que no permitían visitas en estos momentos, espere que el doctor se alejara y entre en la habitación que se encontraba la chica para poder verla antes de irme a dormir al cuartel de Shell Town. - Espero que ahora puedas descansar pequeña, te dejo en buenas manos, me preocupaste mucho y aun no nos hemos presentado, espero volverte a ver pero no en esta habitación, recupérate pronto y vuelvas a Villa Orange, tu amiga se encuentra esperándote.- En ese instante cerré las cortinas y deje una pequeña flor en el mueble al lado de la camilla y camine hacia la puerta y dije. - Adiós preciosa algún día nos volveremos a encontrar.- Cerré la puerta y me di vuelta a mirarla con una sonrisa en mi rostro, comencé a caminar camino al cuartel para dormir y descansar ya que me encontraba cansado por la pelea y el largo viaje.
-Falta ya la mitad para llegar a Shell Town, resiste.- En ese momento miro el rostro de la chica y aun continuaba dormida. -Se ve muy hermosa durmiendo.- Al decir esas pequeñas palabras vuelvo a mirar y a tomar más velocidad ya que no debía perder más tiempo debía ser atendida de inmediato. Ya se estaba haciendo de noche y comenzaba a ponerse helado la chica podía ponerse peor si no le daba algo de calor, comencé a generar calor con mis brazos para tratar de que la chica no se congelara, mi habilidad estaba siendo de mucha utilidad para evitar que la chica se congelara por el viaje.
Después de media hora de viaje por fin había llegado al hospital de Shell Town. -Necesito una camilla y un medico inmediatamente.-Las enfermeras corrieron con una camilla y la llevaron a la sala de operaciones inmediatamente. - Muchas gracias por su ayuda enfermera.- Al dejar a la chica en el hospital me dirigí a la enfermería de los marine y pedí que me curaran mi cola herida.
Después de 2 horas de operación el doctor sale y me dice que había sido todo un éxito la operación que la chica. Solo necesitaba descansar y se recuperaría de sus lesiones y heridas y que no permitían visitas en estos momentos, espere que el doctor se alejara y entre en la habitación que se encontraba la chica para poder verla antes de irme a dormir al cuartel de Shell Town. - Espero que ahora puedas descansar pequeña, te dejo en buenas manos, me preocupaste mucho y aun no nos hemos presentado, espero volverte a ver pero no en esta habitación, recupérate pronto y vuelvas a Villa Orange, tu amiga se encuentra esperándote.- En ese instante cerré las cortinas y deje una pequeña flor en el mueble al lado de la camilla y camine hacia la puerta y dije. - Adiós preciosa algún día nos volveremos a encontrar.- Cerré la puerta y me di vuelta a mirarla con una sonrisa en mi rostro, comencé a caminar camino al cuartel para dormir y descansar ya que me encontraba cansado por la pelea y el largo viaje.
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OFF: Terminamos ya la isla, pueden pedir la EXP.
ON:
~En Orange los rumores sobre el acontecimiento se esparcieron más rápido que un virus de gripe, todo mundo ya estaba más o menos enterado de lo que había sucedido fuera de la taberna de Emily, aunque claro, no faltaba aquel que ponía un poco de su propia imaginación en la historia, haciéndola más asombrosa, extraña o fantástica. Unos contaban que el Marine había superado al albino obligandole a huir, otros más dijeron que el peliblanco venció pero perdonó la vida del marine, unos cuantos más contaron sobre la intervención de una mujer con alas que detuvo la batalla de ellos dos, entre muchas otras historias que iban a ser tema de discusión durante los próximos días.
Mientras tanto, en mi trayecto hacía Shell Town, aquel dragón iba cuidando de mí al cien por ciento, incluso cuando comenzó a acercarse la noche y con ella el terrible frío nocturno, el calentó sus brazos un poco, consiguiendo una temperatura perfecta, inclusive estando inconsciente se dibujó con mis labios una leve sonrisa de conformidad. Al llegar al hospital de Shelltown fuí atendida por los médicos, había que tratar las costillas rotas, las hemorragias internas, la poca sangre que quedaba en los pulmones y demás.Afortunadamente al estar ya "estabilizada" el proceso no mostró complicaciones y todo fue un éxito al final.
Ya llegada la noche, a una alta hora, estaba reposando en la habitación que me había sido asignada para mi recuperación. En ese momento entreabrí los ojos muy poco, todo se veía muy borroso y escuche una voz, de un hombre decir algo, no lo escuché bien, mis sentidos me fallaban al estar un poco anestesiada y sin más volví a quedar profundamente dormida, sin saber quien había sido el que me salvó la vida junto con las otras personas como la farmacéutica y los doctores.
ON:
~En Orange los rumores sobre el acontecimiento se esparcieron más rápido que un virus de gripe, todo mundo ya estaba más o menos enterado de lo que había sucedido fuera de la taberna de Emily, aunque claro, no faltaba aquel que ponía un poco de su propia imaginación en la historia, haciéndola más asombrosa, extraña o fantástica. Unos contaban que el Marine había superado al albino obligandole a huir, otros más dijeron que el peliblanco venció pero perdonó la vida del marine, unos cuantos más contaron sobre la intervención de una mujer con alas que detuvo la batalla de ellos dos, entre muchas otras historias que iban a ser tema de discusión durante los próximos días.
Mientras tanto, en mi trayecto hacía Shell Town, aquel dragón iba cuidando de mí al cien por ciento, incluso cuando comenzó a acercarse la noche y con ella el terrible frío nocturno, el calentó sus brazos un poco, consiguiendo una temperatura perfecta, inclusive estando inconsciente se dibujó con mis labios una leve sonrisa de conformidad. Al llegar al hospital de Shelltown fuí atendida por los médicos, había que tratar las costillas rotas, las hemorragias internas, la poca sangre que quedaba en los pulmones y demás.Afortunadamente al estar ya "estabilizada" el proceso no mostró complicaciones y todo fue un éxito al final.
Ya llegada la noche, a una alta hora, estaba reposando en la habitación que me había sido asignada para mi recuperación. En ese momento entreabrí los ojos muy poco, todo se veía muy borroso y escuche una voz, de un hombre decir algo, no lo escuché bien, mis sentidos me fallaban al estar un poco anestesiada y sin más volví a quedar profundamente dormida, sin saber quien había sido el que me salvó la vida junto con las otras personas como la farmacéutica y los doctores.
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Off: Ok, con este último comentario que me había quedado por poner queda concluido el roleo.
On: Karl consiguió llegar a duras penas y tambaleándose a la posada. Entró por la puerta y se desplomó en el umbral, temblando, con lo cual la funda de su guitarra se estrelló contra el suelo con un ruido sordo. Usar el Primer Camino normalmente no lo cansaba hasta esos extremos, pero esta vez había forzado demasiado su cuerpo y había recibido heridas de consideración. Estas heridas no pondrían su vida en peligro pero le incapacitarían durante un par de días para combatir o hacer grandes esfuerzos físicos hasta que empezaran a curarse. La que le dolía especialmente era la patada en el pecho. Hacía que le doliese esa zona al respirar y al moverse, pero suponía (Y esperaba estar en lo cierto) que la herida se limitaba a los músculos y que no tenía ninguna costilla rota.
Atraído por el ruido provocado por las cosas del marine y la propia caída de este, el posadero llegó corriendo. Al verlo, se acercó, recogió sus cosas y le ayudó a incorporarse. Karl le pasó una mano por el hombro para tener un punto de apoyo.
- ¿Qué te ha pasado, chico? Estás destrozado.
- Una pelea con un pirata - Karl tosió levemente - Por suerte he logrado salir sin mayores heridas... era muy fuerte.
El posadero le ayudó a subir a su habitación y le llevó una infusión relajante para ayudarle a descansar. El marine pasó reposando lo que quedaba de día y el siguiente, y tras eso pasaron aún un par de días hasta que abandonó la isla, de camino a Shellstown a reportar lo ocurrido y a avisar sobre el peligro que representaba ese pirata.
On: Karl consiguió llegar a duras penas y tambaleándose a la posada. Entró por la puerta y se desplomó en el umbral, temblando, con lo cual la funda de su guitarra se estrelló contra el suelo con un ruido sordo. Usar el Primer Camino normalmente no lo cansaba hasta esos extremos, pero esta vez había forzado demasiado su cuerpo y había recibido heridas de consideración. Estas heridas no pondrían su vida en peligro pero le incapacitarían durante un par de días para combatir o hacer grandes esfuerzos físicos hasta que empezaran a curarse. La que le dolía especialmente era la patada en el pecho. Hacía que le doliese esa zona al respirar y al moverse, pero suponía (Y esperaba estar en lo cierto) que la herida se limitaba a los músculos y que no tenía ninguna costilla rota.
Atraído por el ruido provocado por las cosas del marine y la propia caída de este, el posadero llegó corriendo. Al verlo, se acercó, recogió sus cosas y le ayudó a incorporarse. Karl le pasó una mano por el hombro para tener un punto de apoyo.
- ¿Qué te ha pasado, chico? Estás destrozado.
- Una pelea con un pirata - Karl tosió levemente - Por suerte he logrado salir sin mayores heridas... era muy fuerte.
El posadero le ayudó a subir a su habitación y le llevó una infusión relajante para ayudarle a descansar. El marine pasó reposando lo que quedaba de día y el siguiente, y tras eso pasaron aún un par de días hasta que abandonó la isla, de camino a Shellstown a reportar lo ocurrido y a avisar sobre el peligro que representaba ese pirata.
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