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Akuma no mi
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Nunca habia sentido tanta comodidad en un lugar, había leido que era el
lugar del Principio y del Fin, así que me había interesado el poder
recorrerlo y explorar el lugar, pasando por la plataforma de ejecución,
las tiendas diversas del lugar, olvidé que mi objetivo era otro, se me
pasó la hora
-iQue tarde es! , ise me ha olvidado encontrar a mis hombres!-
Y me fuí a dormir placidamente a un hotel de por ahí.
Despues mas tarde me levanté y empezé a recorrer denuevo el lugar, esa tarde de
domingo, hacía mucha calor en Loguetown, mientras recorría el lugar
para buscar como siempre mi objetivo, conocer mas hombres, me llamó la
atencion un lugar en sí, un pequeño bar que había en la aldea así que
imaginé que habrían hombres que conocer en aquel lugar, y decidí entrar.
Me llamó la atencion mas que todo, lo lleno que estaba el lugar, comenze a
recorrer por entremedio de las mesas llena de miradas extrañas de
hombres vulgares, me sentía acosada, entonces me senté en una mesa en
una esquina, que creí estaba sola...
lugar del Principio y del Fin, así que me había interesado el poder
recorrerlo y explorar el lugar, pasando por la plataforma de ejecución,
las tiendas diversas del lugar, olvidé que mi objetivo era otro, se me
pasó la hora
-iQue tarde es! , ise me ha olvidado encontrar a mis hombres!-
Y me fuí a dormir placidamente a un hotel de por ahí.
Despues mas tarde me levanté y empezé a recorrer denuevo el lugar, esa tarde de
domingo, hacía mucha calor en Loguetown, mientras recorría el lugar
para buscar como siempre mi objetivo, conocer mas hombres, me llamó la
atencion un lugar en sí, un pequeño bar que había en la aldea así que
imaginé que habrían hombres que conocer en aquel lugar, y decidí entrar.
Me llamó la atencion mas que todo, lo lleno que estaba el lugar, comenze a
recorrer por entremedio de las mesas llena de miradas extrañas de
hombres vulgares, me sentía acosada, entonces me senté en una mesa en
una esquina, que creí estaba sola...
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Tenía ganas de visitar Longuetown, era bien sabido que se trataba de una ciudad cuya extensión cubría casi toda la isla en la que me encontraba, por lo cual había muchas cosas que ver y lugares que descubrir. Me sentía como un chico de pueblo el primer día que visita la capital, abrumado tal vez por lo que se me venía encima. Realmente digno de admirar, la urbe esperaba ante mi.
Caminaba a paso firme y lento, sorprendido, aunque como de costumbre no dejaba ver demasiado mis emociones, no me gustaba que se juzgase unicamente por mis gestos faciales y por ello no era todo lo expresivo que a mis adversarios le gustaría. Tenía una buena cara de poker, podría decirse.
Crucé la ciudad observando lentamente cada rincón de la misma, el jolgorio y el ajetreo de sus gentes eran los de personas cuya rutina es cuanto menos habitual, aunque esto ya sea una paradoja en sí.
Vaya, si que está esto vivo...
Pensé para mis adentros mientras, poco a poco me adentraba en lo que parecía ser el centro de Longuetown. Pude divisar un bar, un gran bar que tenía buena pinta. Yo estaba cansado y sediento, aunque no tenía demasiada hambre y decidí adentrarme en el para hidratarme y dar descanso a mis viajeras pero fatigadas piernas.
No se por que me molesto en crear rutas de visita, si siempre acabo en el bar... ¡Menos mal que soy abstemio!
Crucé las puertas empujandolas con una de mis manos ocultas en la túnica, con un rostro más serio del anterior. El lugar no parecía especialmente lleno de gente, ni había rufianes ni buscabroncas.
Perfecto, un poco de tranquilidad no me vendrá mal.
Me acerque a la barra y con voz templada y seria pedí una jarra de te con muchos hielos en la barra, la cual pagué por adelantado y aproveché como excusa para divisar todo el bar desde dentro y buscar un sitio adecuado para mi.
Pude divisar una mesa en una esquina del bar que parecía vacía y una de las esquinas de la mesa estaba oculta por la oscuridad, por lo que alguna bombilla estaría fundida o la mala iluminación no permitía ver la silla que ocultaba.
Genial, podré sentarme allí, beberme esto tranquilo y marchar con viento fresco. Y además podré tener vigilado a todo el bar, que nunca viene mal.
Por tanto cogí mi Jarra y de forma apacible me dirigí hacia allí con paso firme y más rápido con el que había entrado al bar, llegando a la mesa y acomodandome en la silla en muy poco tiempo.
Me llamó la atención una joven, la cual estaba siendo acribillada a miradas por la gente del bar, que no eran muy temibles pero tampoco tenian un aspecto ejemplar, esa chica podría buscarse problemas o podría toparse con algún pervertido en un lugar como este, y sola.
Pero ese no es mi problema
Pensé mientras le daba un trago a mi bebida, tan largo fue dicho trago, que cuando dejé la bebida, la chica, algo despistada se sentó en la única silla libre de mi mesa.
Vaya... no había más sitios libres en todo el bar... pensé con cierta sorna mirando varias mesas desiertas de gente que las ocupase
Me quedé mirandola, estaba dandome la espalda. Carraspeé la voz e hice ruido para llamar su atención sin darme cuenta que con ese brusco gesto, tal vez pudiese asustarla
¡Ejem!
Me quedé mirandola con cara de no muchos amigos
Caminaba a paso firme y lento, sorprendido, aunque como de costumbre no dejaba ver demasiado mis emociones, no me gustaba que se juzgase unicamente por mis gestos faciales y por ello no era todo lo expresivo que a mis adversarios le gustaría. Tenía una buena cara de poker, podría decirse.
Crucé la ciudad observando lentamente cada rincón de la misma, el jolgorio y el ajetreo de sus gentes eran los de personas cuya rutina es cuanto menos habitual, aunque esto ya sea una paradoja en sí.
Vaya, si que está esto vivo...
Pensé para mis adentros mientras, poco a poco me adentraba en lo que parecía ser el centro de Longuetown. Pude divisar un bar, un gran bar que tenía buena pinta. Yo estaba cansado y sediento, aunque no tenía demasiada hambre y decidí adentrarme en el para hidratarme y dar descanso a mis viajeras pero fatigadas piernas.
No se por que me molesto en crear rutas de visita, si siempre acabo en el bar... ¡Menos mal que soy abstemio!
Crucé las puertas empujandolas con una de mis manos ocultas en la túnica, con un rostro más serio del anterior. El lugar no parecía especialmente lleno de gente, ni había rufianes ni buscabroncas.
Perfecto, un poco de tranquilidad no me vendrá mal.
Me acerque a la barra y con voz templada y seria pedí una jarra de te con muchos hielos en la barra, la cual pagué por adelantado y aproveché como excusa para divisar todo el bar desde dentro y buscar un sitio adecuado para mi.
Pude divisar una mesa en una esquina del bar que parecía vacía y una de las esquinas de la mesa estaba oculta por la oscuridad, por lo que alguna bombilla estaría fundida o la mala iluminación no permitía ver la silla que ocultaba.
Genial, podré sentarme allí, beberme esto tranquilo y marchar con viento fresco. Y además podré tener vigilado a todo el bar, que nunca viene mal.
Por tanto cogí mi Jarra y de forma apacible me dirigí hacia allí con paso firme y más rápido con el que había entrado al bar, llegando a la mesa y acomodandome en la silla en muy poco tiempo.
Me llamó la atención una joven, la cual estaba siendo acribillada a miradas por la gente del bar, que no eran muy temibles pero tampoco tenian un aspecto ejemplar, esa chica podría buscarse problemas o podría toparse con algún pervertido en un lugar como este, y sola.
Pero ese no es mi problema
Pensé mientras le daba un trago a mi bebida, tan largo fue dicho trago, que cuando dejé la bebida, la chica, algo despistada se sentó en la única silla libre de mi mesa.
Vaya... no había más sitios libres en todo el bar... pensé con cierta sorna mirando varias mesas desiertas de gente que las ocupase
Me quedé mirandola, estaba dandome la espalda. Carraspeé la voz e hice ruido para llamar su atención sin darme cuenta que con ese brusco gesto, tal vez pudiese asustarla
¡Ejem!
Me quedé mirandola con cara de no muchos amigos
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En lo que me senté en la solitaria y oscura mesa, sentí una presencia, sabía que no estaba sola pero me daba demasiado miedo darme la vuelta para ver, y entonces sentí a alguien carraspeando como diciendome "Hola, estoy aquí" , con miedo todavía , sentí.
¡Ejem!
Me dio mucha verguenza, no quería girarme me sentía avergonzada y confundida por las miradas extrañas, esto nunca fue lo que me imaginé, de un momento a otro sentí que no debería estar en ese lugar, pero como una vez mi abuela me dijo que todo pasaba por alguna razon, me dí vuelta a ver quien era el chico o chica que carraspeaba y ví a un chico de cabello oscuro, con mirada oscura y todo lo demás oscuro, al principio me dio miedo, estaba confundida y con tartamudeos en la voz.
-A...ay... Dis...culpa...pa... n...no de...debí s...sentarm...sentarme aquí.-
En mi tartamudeo al chico no sabía que hacer , así que pesque mi jarra de té con muchos hielos y me fuí del lugar asustada, abri la puerta del bar de golpe y me fuí a un callejón cercano, no podía seguir ahí , nunca había pensado que me sentiría tan incomoda en un lugar que se basta en hombres, siempre había pensado que eran amigables y que me mirarían con buenos ojos, pero los que vi ahí no eran los que me esperaba, fue una decepción total.
Pasaron los minutos y empezé a beber de mi jarra de té, explicandome todavía como pude haberme imaginado entrar a ese lugar, sentía que lo que me dijo mi abuelita cuando pequeña no sirvió de nada, me sentia realmente decepcionada. Mientras seguía tomando mi té, me di cuenta de algo.
-Espera, ¿cuando compré este té?-
Extrañada por de donde lo saqué, me acababa de acordar que era del chico oscuro de la mesa oscura, debía haber estado confundida cuando se lo saqué, asi que decidi ir cerca de allí para devolverselo, pero me dí cuenta que me acababa de meter en un lugar demasiado deshabitado, tenía miedo de que alguien apareciera y acosara de mí, con lo asustada que estaba por la experiencia anterior, mejor me quedé esperando en el lugar más luminoso y visible para ver si pasaba el chico denuevo.
¡Ejem!
Me dio mucha verguenza, no quería girarme me sentía avergonzada y confundida por las miradas extrañas, esto nunca fue lo que me imaginé, de un momento a otro sentí que no debería estar en ese lugar, pero como una vez mi abuela me dijo que todo pasaba por alguna razon, me dí vuelta a ver quien era el chico o chica que carraspeaba y ví a un chico de cabello oscuro, con mirada oscura y todo lo demás oscuro, al principio me dio miedo, estaba confundida y con tartamudeos en la voz.
-A...ay... Dis...culpa...pa... n...no de...debí s...sentarm...sentarme aquí.-
En mi tartamudeo al chico no sabía que hacer , así que pesque mi jarra de té con muchos hielos y me fuí del lugar asustada, abri la puerta del bar de golpe y me fuí a un callejón cercano, no podía seguir ahí , nunca había pensado que me sentiría tan incomoda en un lugar que se basta en hombres, siempre había pensado que eran amigables y que me mirarían con buenos ojos, pero los que vi ahí no eran los que me esperaba, fue una decepción total.
Pasaron los minutos y empezé a beber de mi jarra de té, explicandome todavía como pude haberme imaginado entrar a ese lugar, sentía que lo que me dijo mi abuelita cuando pequeña no sirvió de nada, me sentia realmente decepcionada. Mientras seguía tomando mi té, me di cuenta de algo.
-Espera, ¿cuando compré este té?-
Extrañada por de donde lo saqué, me acababa de acordar que era del chico oscuro de la mesa oscura, debía haber estado confundida cuando se lo saqué, asi que decidi ir cerca de allí para devolverselo, pero me dí cuenta que me acababa de meter en un lugar demasiado deshabitado, tenía miedo de que alguien apareciera y acosara de mí, con lo asustada que estaba por la experiencia anterior, mejor me quedé esperando en el lugar más luminoso y visible para ver si pasaba el chico denuevo.
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Cuando quise darme cuenta, mi bebida había desaparecido de mi mesa y la avergonzada chica parecía haberse ido con ella. Era demasiada casualidad y yo estaba demasiado cansado y tenía demasiada poca paciencia.
Salí del bar con paso firme y recorrí raudo los alrededores de la ciudad sin alejarme del bar. Oteando las calles, buscando a la que estaba seguro que era la ladrona de mi bebida.
Ladronas a mi... Tendría que haberla echado a la fuerza cuando se sentó... maldita sea.
Seguí dando vueltas como un tonto. No me molestaba el hecho de perder mi té helado sino que me tomen por imbecil y me roben. No se iba a ir de rositas, eso seguro.
¿Donde se ha metido? Si es que no le ha podido dar tiempo a correr tanto... No se puede haber esfumado.
Di con unas calles algo más oscuras donde debido a mi fatiga no veía demasiado bien.
Me estoy alejando mucho...
En ese momento un grupo de piratas (Serían 3 o 4) vino hacia mi decididos. Me quedé mirandoles con una cara de odio que de seguro no les agradaría, uno de ellos me miro fijamente, como retandome y sonrió. pasaron muy muy cerca de mi y el que me miraba fue a chocarme con el hombro, como buscando gresca.
No te la juegues conmigo, amigo.
Endurecí mi hombro y se hizo daño al chocar contra mi, sin moverme un apice. El molesto rufian de muy malas pintas susurró algo a sus acompañantes y siguieron su camino girandose una y otra vez seguramente para maldecirme e insultarme una y otra vez.
Payasos...
Me quedé inmovil, buscando con la vista donde podía haber ido mi objetivo.
Salí del bar con paso firme y recorrí raudo los alrededores de la ciudad sin alejarme del bar. Oteando las calles, buscando a la que estaba seguro que era la ladrona de mi bebida.
Ladronas a mi... Tendría que haberla echado a la fuerza cuando se sentó... maldita sea.
Seguí dando vueltas como un tonto. No me molestaba el hecho de perder mi té helado sino que me tomen por imbecil y me roben. No se iba a ir de rositas, eso seguro.
¿Donde se ha metido? Si es que no le ha podido dar tiempo a correr tanto... No se puede haber esfumado.
Di con unas calles algo más oscuras donde debido a mi fatiga no veía demasiado bien.
Me estoy alejando mucho...
En ese momento un grupo de piratas (Serían 3 o 4) vino hacia mi decididos. Me quedé mirandoles con una cara de odio que de seguro no les agradaría, uno de ellos me miro fijamente, como retandome y sonrió. pasaron muy muy cerca de mi y el que me miraba fue a chocarme con el hombro, como buscando gresca.
No te la juegues conmigo, amigo.
Endurecí mi hombro y se hizo daño al chocar contra mi, sin moverme un apice. El molesto rufian de muy malas pintas susurró algo a sus acompañantes y siguieron su camino girandose una y otra vez seguramente para maldecirme e insultarme una y otra vez.
Payasos...
Me quedé inmovil, buscando con la vista donde podía haber ido mi objetivo.
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Pasé esperando varios minutos, y el chico oscuro no aparecía, ya sentía que no le importo que tomara su té por equivocación, ahora sí que me sentia sin atención y desolada, asi que no encontré otra cosa que pasar el tiempo que empezar a cantar en solitario, tarareando canciones que desde pequeña me apasionaban, las que me cantaba mi abuela antes de dormir, que alegría sentia en esos momentos.
-Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña...-
A los minutos de estar cantando, sentí unos pasos cercanos, como el lugar estaba tan oscuro y solitario, no sabía que hacer, empezé a sentir miedo a esas horas que pasaron, de noche nadie quiere andar solo por esos lugares, pensé. Escuchando voces y murmullos me sentía mas perseguida, como si estuvieran hablando de mí en algun lado, sentía denuevo la sensación de que me estuvieran mirando con esos malos ojos que me aterraban y por alguna razon, no era solo una, sino que varias voces juntas.
No sabía que hacer asi que me puse a caminar devuelta al bar, para porlomenos encontrarme con más gente y así no sentirme en peligro o solitaria. En mi camino salio de la oscuridad un señor de altura promedio, barbón y con pinta de estar ebrio, no le entendía nada y me preguntó si acaso era de por aquí y si andaba sola
-¿Acaso no ve? , ¿Tengo pinta de estar muy acompañada? fuera de aquí porfavor.-
Con temor en mis palabras el señor no parecia hacerme caso es más, parecía estar riendose de lo ebrio que estaba, me pregunté si quizás me entendio lo que dije o si entendio lo que el mismo dijo. Sujetando la jarra de té con fuerza, me impuse caminar derecho y sin preámbulos , pero el tipo me tocó en la espalda y me dió vuelta, asustada y sin saber que hacer, salieron mas tipos de la oscuridad, también ebrios como este otro, y riéndose como si fueran a hacer alguna maldad o algo parecido.
Asustada e indefensa ya que, no andaba con mis armas en ese momento , las había dejado en el hotel porque no quería andar con armas en la calle y que me miraran raro, no tenía con qué defenderme, quize correr pero no encontraba una salida clara a menos que peleara con ellos, se veía que no tenian intenciones de hacerme "daño" , sino que eran unos piratas pervertidos de nosé que banda, pero lo noté por sus espadas que traían, daban la imagen de un pirata ebrio sin nada que hacer en la vida.
-Que hago que hago... no quiero que me hagan nada.. ¿que les podría decir?-
Se me ocurrió decirles que mi padre era de la marina y que si me hacían algo irá a por ellos, pero estos tipos pareciera que estuvieran zordos y solo tuvieran ojos para mi cuerpo, no sabía ya mas que hacer, me sentí perdida.
-Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña...-
A los minutos de estar cantando, sentí unos pasos cercanos, como el lugar estaba tan oscuro y solitario, no sabía que hacer, empezé a sentir miedo a esas horas que pasaron, de noche nadie quiere andar solo por esos lugares, pensé. Escuchando voces y murmullos me sentía mas perseguida, como si estuvieran hablando de mí en algun lado, sentía denuevo la sensación de que me estuvieran mirando con esos malos ojos que me aterraban y por alguna razon, no era solo una, sino que varias voces juntas.
No sabía que hacer asi que me puse a caminar devuelta al bar, para porlomenos encontrarme con más gente y así no sentirme en peligro o solitaria. En mi camino salio de la oscuridad un señor de altura promedio, barbón y con pinta de estar ebrio, no le entendía nada y me preguntó si acaso era de por aquí y si andaba sola
-¿Acaso no ve? , ¿Tengo pinta de estar muy acompañada? fuera de aquí porfavor.-
Con temor en mis palabras el señor no parecia hacerme caso es más, parecía estar riendose de lo ebrio que estaba, me pregunté si quizás me entendio lo que dije o si entendio lo que el mismo dijo. Sujetando la jarra de té con fuerza, me impuse caminar derecho y sin preámbulos , pero el tipo me tocó en la espalda y me dió vuelta, asustada y sin saber que hacer, salieron mas tipos de la oscuridad, también ebrios como este otro, y riéndose como si fueran a hacer alguna maldad o algo parecido.
Asustada e indefensa ya que, no andaba con mis armas en ese momento , las había dejado en el hotel porque no quería andar con armas en la calle y que me miraran raro, no tenía con qué defenderme, quize correr pero no encontraba una salida clara a menos que peleara con ellos, se veía que no tenian intenciones de hacerme "daño" , sino que eran unos piratas pervertidos de nosé que banda, pero lo noté por sus espadas que traían, daban la imagen de un pirata ebrio sin nada que hacer en la vida.
-Que hago que hago... no quiero que me hagan nada.. ¿que les podría decir?-
Se me ocurrió decirles que mi padre era de la marina y que si me hacían algo irá a por ellos, pero estos tipos pareciera que estuvieran zordos y solo tuvieran ojos para mi cuerpo, no sabía ya mas que hacer, me sentí perdida.
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Me quedé algo inquieto con el fortuito encuentro con esos canallas, que no iban a traerle nada bueno a Longuetown era ya bien sabido por todos, no solo por sus pintas, sino que tampoco habría que ser un lince para darse cuenta de su actitud y su estado (provocado por el abuso del alcohol de forma desmesurada).
Vaya piltrafas... ¿De verdad eso es ser un pirata?...
Me quedé mirando por donde se habían ido, pues no llevaban mucho camino y sus pasos no eran demasiado certeros, sino más bien se ladeaban debido a su estado, incluso habría de decir que alguno iba más mareado de lo normal y resultaba ruidoso y molesto para sus propios compañeros.
Esa escoria me va a causar problemas... Lo presiento.
Comencé a seguirles con extrema cautela, he de decir que no fue tarea dificil dado que hacían mucho más ruido del que hace una persona normal o un grupo de personas sobrias, pero parecía que además querían (A esas horas de la noche, con más motivo) alardear de su profesión de piratas, y tambien parecía que armar semejante jaeleo estaba entre sus ritos favoritos.
Tampoco sabía demasiado de piratas aunque (Por desgracia o fortuna) me había tocado interactuar y lidiar mas de una y dos veces con varios de semejantes personajes, pero ya digo, nunca con semejante cantidad de alcohol en sangre.
Al cabo de unos minutos, me acabé preguntando porque los seguía, si mi objetivo principal era aquella chica que me robó la bebida. Supongo que me pudo mi sentido de la aventura y mi condición de cazarrecompensas.
Enseñarles modales y cobrar por ello sería lo que yo llamo un trabajo bien hecho.
Cuando me aventuré a abordarles, me detuve en seco, pues en ese mismo callejón apareció cantando y desorientada la chica que me robó el te, con la jarra aun de la mano.
¿Pero que hace...?
Aquellos tipos comenzaron a rodearla en actitud demasiado cariñosa. No querian dañarla, sino le habrían disparado o atacado por sorpresa como su sucia fama de piratas rastreros y malolientes les precedía. Parece ser que querían abusar de ella.
No es mi problema, ella me robó, así aprenderá... Pensé mientras observaba oculto aquella grotesca escena
Los hombres comenzaron a acercarse a ella. El que parecía el lider, no fue solo, fueron varios más cerrandola el paso. Cada instante que pasaba me daba cuenta de que aquello era terriblemente injusto, ibana abusar de esa joven muchos hombres armados sin que ella les hubiese hecho nada (Vale que a mi si, pero esas cuentas ya las ajustaría conmigo).
No es justo que me robe... Pero no merece pasar por eso... Además puede que incluso despues la maten.
Sabía que si la mataban, no podría recuperar mi jarra de té (que ya poco importaba) y lo más importante, si acababan con ella, no podría darme una explicación de porque me hurtó.
Fruncí el ceño y cerré los ojos contrariado, negando con la cabeza. Había que tomar una decisión, se me acababa el tiempo.
Joder... ¿Que debo hacer?
Observaba como ya casi podian tocarla, y como ella estaba sorprendida y asustada.
Maldita sea... Espero no arrepentirme de esto.
Salté del rincón en el que permanecía oculto y en el aire pronuncié unas palabras, que avecinaban problemas, o tal vez la solución a estos.
Size size no: Tsubusu to kidō (Aplastar y Lanzar) [AI]
Mis manos crecieron a las del tamaño de un gigante, aumentando enormemente su tamaño. Mi sombra (O la de mis gigantescas manos, más bien) eclipsaba la tenue luz lunar que alumbraba la escena, lo más seguro sería que la chica me hubiese visto (aunque no creo que con el miedo o la sorpresa me reconociese) a contraluz (lo que pone aun más dificil reconocer mi rostro).
Los tipos comenzaron a girarse muy sorprendidos, pero antes de que les diese a desenfundar, atacar o tan siquiera gritar e identificar que era yo, bajé a gran velocidad mis manos, aplastando contra el suelo y posteriormente agarrando, a los piratas de la derecha y la izquierda de la chica, justo entonces caí al suelo (Con las manos con unos 2 o 3 piratas en cada mano) miré que los que quedaban huyeron rapidamente sin mirar atras, excepto el lider que antes me había chocado el hombro, supongo que su orgullo de hombre, o de pirata no le permitía abandonar.
¿Te acuerdas de mi?
Sonreí y sin perder el gran tamaño de mis manos dí una palmada (con 2 piratas en cada mano) y el capitan en medio. Este cayó al suelo muy dolorido . Ocasión que aproveché para agarrarlo y mterlo en mi mano derecha junto con otros dos compañeros suyos.
A volar
Arrojé con todas mis fuerzas (Que eran muchas, las de un gigante muy entrenado, concretamente) en dirección contraria de la chica, hacia el cielo. Seguramente caerían fuera de la isla, en Alta mar, a muchos kilómetros de aquí.
Hice que mis manos volviesen a mi tamaño original y tras divisar como los piratas se esfumaban en el cielo estrellado de aquella noche, miré la luna, estaba llena, con lo que aquello me gustaba. Me había desahogado y además había hecho ejercicio, estaba contento, aunque mi rostro mostraba el de una persona seria y de pocos amigos.
Me giré dando paso a una escena un tanto tétrica y tal vez aterradora, puesto que al vestir mi túnica extensible negra (que no se rompe cuando crezco) y estar a contraluz, lo único que aquella chica vería de mi, serían mis preciosos ojos azules, que, a la luz de la luna se volvían más celestes que nunca (Vease en mi ficha)
¿Estas bien?
Pregunté con voz templada y tranquila, a pesar de lo acababa de hacer, dudando si tenderle la mano a la chica o permanecer furioso, al fin y al cabo me había robado.
Recordé lo del robo. Pero no dije nada.
Vaya piltrafas... ¿De verdad eso es ser un pirata?...
Me quedé mirando por donde se habían ido, pues no llevaban mucho camino y sus pasos no eran demasiado certeros, sino más bien se ladeaban debido a su estado, incluso habría de decir que alguno iba más mareado de lo normal y resultaba ruidoso y molesto para sus propios compañeros.
Esa escoria me va a causar problemas... Lo presiento.
Comencé a seguirles con extrema cautela, he de decir que no fue tarea dificil dado que hacían mucho más ruido del que hace una persona normal o un grupo de personas sobrias, pero parecía que además querían (A esas horas de la noche, con más motivo) alardear de su profesión de piratas, y tambien parecía que armar semejante jaeleo estaba entre sus ritos favoritos.
Tampoco sabía demasiado de piratas aunque (Por desgracia o fortuna) me había tocado interactuar y lidiar mas de una y dos veces con varios de semejantes personajes, pero ya digo, nunca con semejante cantidad de alcohol en sangre.
Al cabo de unos minutos, me acabé preguntando porque los seguía, si mi objetivo principal era aquella chica que me robó la bebida. Supongo que me pudo mi sentido de la aventura y mi condición de cazarrecompensas.
Enseñarles modales y cobrar por ello sería lo que yo llamo un trabajo bien hecho.
Cuando me aventuré a abordarles, me detuve en seco, pues en ese mismo callejón apareció cantando y desorientada la chica que me robó el te, con la jarra aun de la mano.
¿Pero que hace...?
Aquellos tipos comenzaron a rodearla en actitud demasiado cariñosa. No querian dañarla, sino le habrían disparado o atacado por sorpresa como su sucia fama de piratas rastreros y malolientes les precedía. Parece ser que querían abusar de ella.
No es mi problema, ella me robó, así aprenderá... Pensé mientras observaba oculto aquella grotesca escena
Los hombres comenzaron a acercarse a ella. El que parecía el lider, no fue solo, fueron varios más cerrandola el paso. Cada instante que pasaba me daba cuenta de que aquello era terriblemente injusto, ibana abusar de esa joven muchos hombres armados sin que ella les hubiese hecho nada (Vale que a mi si, pero esas cuentas ya las ajustaría conmigo).
No es justo que me robe... Pero no merece pasar por eso... Además puede que incluso despues la maten.
Sabía que si la mataban, no podría recuperar mi jarra de té (que ya poco importaba) y lo más importante, si acababan con ella, no podría darme una explicación de porque me hurtó.
Fruncí el ceño y cerré los ojos contrariado, negando con la cabeza. Había que tomar una decisión, se me acababa el tiempo.
Joder... ¿Que debo hacer?
Observaba como ya casi podian tocarla, y como ella estaba sorprendida y asustada.
Maldita sea... Espero no arrepentirme de esto.
Salté del rincón en el que permanecía oculto y en el aire pronuncié unas palabras, que avecinaban problemas, o tal vez la solución a estos.
Size size no: Tsubusu to kidō (Aplastar y Lanzar) [AI]
Mis manos crecieron a las del tamaño de un gigante, aumentando enormemente su tamaño. Mi sombra (O la de mis gigantescas manos, más bien) eclipsaba la tenue luz lunar que alumbraba la escena, lo más seguro sería que la chica me hubiese visto (aunque no creo que con el miedo o la sorpresa me reconociese) a contraluz (lo que pone aun más dificil reconocer mi rostro).
Los tipos comenzaron a girarse muy sorprendidos, pero antes de que les diese a desenfundar, atacar o tan siquiera gritar e identificar que era yo, bajé a gran velocidad mis manos, aplastando contra el suelo y posteriormente agarrando, a los piratas de la derecha y la izquierda de la chica, justo entonces caí al suelo (Con las manos con unos 2 o 3 piratas en cada mano) miré que los que quedaban huyeron rapidamente sin mirar atras, excepto el lider que antes me había chocado el hombro, supongo que su orgullo de hombre, o de pirata no le permitía abandonar.
¿Te acuerdas de mi?
Sonreí y sin perder el gran tamaño de mis manos dí una palmada (con 2 piratas en cada mano) y el capitan en medio. Este cayó al suelo muy dolorido . Ocasión que aproveché para agarrarlo y mterlo en mi mano derecha junto con otros dos compañeros suyos.
A volar
Arrojé con todas mis fuerzas (Que eran muchas, las de un gigante muy entrenado, concretamente) en dirección contraria de la chica, hacia el cielo. Seguramente caerían fuera de la isla, en Alta mar, a muchos kilómetros de aquí.
Hice que mis manos volviesen a mi tamaño original y tras divisar como los piratas se esfumaban en el cielo estrellado de aquella noche, miré la luna, estaba llena, con lo que aquello me gustaba. Me había desahogado y además había hecho ejercicio, estaba contento, aunque mi rostro mostraba el de una persona seria y de pocos amigos.
Me giré dando paso a una escena un tanto tétrica y tal vez aterradora, puesto que al vestir mi túnica extensible negra (que no se rompe cuando crezco) y estar a contraluz, lo único que aquella chica vería de mi, serían mis preciosos ojos azules, que, a la luz de la luna se volvían más celestes que nunca (Vease en mi ficha)
- Algo así, pero sin los ojos rojos ni las nubes en la túnica:
¿Estas bien?
Pregunté con voz templada y tranquila, a pesar de lo acababa de hacer, dudando si tenderle la mano a la chica o permanecer furioso, al fin y al cabo me había robado.
Recordé lo del robo. Pero no dije nada.
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Que horror sentía, la verdad ya veía la perdicion por todos lados, con un lugar tan deshabitado en la noche, ya no había salvacion, no sabía que hacer ya , asi que deje todo a las manos de la suerte, no sabía si defenderme o no , con lo asustada no podía ni quejarme así que decidí darme por vencida y le rogé a dios que me salvara en ese momento complicado, ya no podia hacer nada, y cerré los ojos por un momento y escuché.
-Size size no: Tsubusu to kidō-
Al abrir los ojos los piratas ebrios habían desaparecido de mi rango visual, y vi en el suelo una gran sombra y poco a poco mi sentido auditivo, que escuchaba a los piratas ebrios quejándose y sentir casi dolor, me di la vuelta para ver y era un misterioso chico o chica no logré identificar debido a que su gran "mano" , espera, ¿Una mano tan grande? , no lo podía creer, pero era una mano, que tapaba la luz de la luna llena en esa noche, no me salian palabras ni podía tener pensamientos en ese momento, ya que estaba con el shock de que había pasado, el porqué y como, así que me quede perpetua viendo la situación.
-¿Te acuerdas de mi?-
Escuché del misterioso hombre y mi salvador de la noche, me empezé a sentir mas aliviada ya que no tenía a esos piratas ebrios cerca mío , y parecia que les estuvieran dando una lección, cuando aprecié que el tipo como que dio una "palmada" , agarró a los piratas y les mandó a volar con una frase que no escuché muy bien, pero me hizo un poco de gracia porque parecían muñecos de trapo con lo lejos que se fueron. Su mano volvió a su tamaño normal y traté de divisarlo , y se parecía a el chico oscuro del bar el cual había tomado por accidente su té, se le veía soberbio mirando a la luz de la luna , me dí cuenta porque solo se le veían sus ojos muy claros, casi celestes, quedé perpleja mediante tan oscura y hermosa imagen.
Se empezó a acercar a mi, me senti un poco aterrada por el como pensará el sobre mí por haber tomado su botella, si pensará que se la robe apropósito, o algo por el estilo, solo debía decirle la verdad y darle las gracias por salvarme de aquellos hombres ebrios, se acercó sigilosamente.
-¿Estas bien?-
Sin saber que decirle y avergonzada por lo anterior, tartamudeando otra vez, respondí con timidez a su pregunta.
-E...est...toy b..bien-
Solo eso respondí, no me salían las palabras de la boca, me tuve que armar de valor mientras yo miraba su rostro serio y esos ojos azules que me tenían hipnotizada, pensando en que poder decirle se me ocurrió poder invitarlo a tomar un trago a un lugar más apetecible, no como el bar anterior claro, a algo mas respetable y tranquilo, se notaba que era un tipo que le gustaba la tranquilidad , así que deje la jarra a un lado, veía que no le tomo mucho interes el que yo la tenga en mis manos, me armé de valor y palabras fluidas.
-Hola, me presento, mi nombre es Yoko, ¿Te gustaría salir a tomar un trago conmigo, para agradecerte lo recien ocurrido?-
Después de eso suspire de forma increíble debido a la presión acumulada de lo que dije, y me quedé esperando su respuesta nerviosa e impaciente.
-Size size no: Tsubusu to kidō-
Al abrir los ojos los piratas ebrios habían desaparecido de mi rango visual, y vi en el suelo una gran sombra y poco a poco mi sentido auditivo, que escuchaba a los piratas ebrios quejándose y sentir casi dolor, me di la vuelta para ver y era un misterioso chico o chica no logré identificar debido a que su gran "mano" , espera, ¿Una mano tan grande? , no lo podía creer, pero era una mano, que tapaba la luz de la luna llena en esa noche, no me salian palabras ni podía tener pensamientos en ese momento, ya que estaba con el shock de que había pasado, el porqué y como, así que me quede perpetua viendo la situación.
-¿Te acuerdas de mi?-
Escuché del misterioso hombre y mi salvador de la noche, me empezé a sentir mas aliviada ya que no tenía a esos piratas ebrios cerca mío , y parecia que les estuvieran dando una lección, cuando aprecié que el tipo como que dio una "palmada" , agarró a los piratas y les mandó a volar con una frase que no escuché muy bien, pero me hizo un poco de gracia porque parecían muñecos de trapo con lo lejos que se fueron. Su mano volvió a su tamaño normal y traté de divisarlo , y se parecía a el chico oscuro del bar el cual había tomado por accidente su té, se le veía soberbio mirando a la luz de la luna , me dí cuenta porque solo se le veían sus ojos muy claros, casi celestes, quedé perpleja mediante tan oscura y hermosa imagen.
Se empezó a acercar a mi, me senti un poco aterrada por el como pensará el sobre mí por haber tomado su botella, si pensará que se la robe apropósito, o algo por el estilo, solo debía decirle la verdad y darle las gracias por salvarme de aquellos hombres ebrios, se acercó sigilosamente.
-¿Estas bien?-
Sin saber que decirle y avergonzada por lo anterior, tartamudeando otra vez, respondí con timidez a su pregunta.
-E...est...toy b..bien-
Solo eso respondí, no me salían las palabras de la boca, me tuve que armar de valor mientras yo miraba su rostro serio y esos ojos azules que me tenían hipnotizada, pensando en que poder decirle se me ocurrió poder invitarlo a tomar un trago a un lugar más apetecible, no como el bar anterior claro, a algo mas respetable y tranquilo, se notaba que era un tipo que le gustaba la tranquilidad , así que deje la jarra a un lado, veía que no le tomo mucho interes el que yo la tenga en mis manos, me armé de valor y palabras fluidas.
-Hola, me presento, mi nombre es Yoko, ¿Te gustaría salir a tomar un trago conmigo, para agradecerte lo recien ocurrido?-
Después de eso suspire de forma increíble debido a la presión acumulada de lo que dije, y me quedé esperando su respuesta nerviosa e impaciente.
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La chica parecía aun nerviosa, pero tampoco había ido alli para hacer amigos ni hacerme el heroe, solo para pedirle explicaciones. Y vaya que si lo iba a hacer. Tenía las palmas de las manos calientes por el golpe a aquella banda de piratuchos de tres al cuarto, pero mis nervios de acero me habian ayudado bastante bien en la tarea de no aplastar tambien a la ladrona. O Tal vez unicamente la salvase no ponerse tan chulita como los ya mencionados piratas, o tal vez solo era una chica. Quizás incluso tuviese un motivo para haberme robado la bebida (El cual me gustaría mucho saber).
Vamos Taiko, Te estas volviendo un blando.
La chica tartamudeaba y parecía aun asustada o triste. Tooodo un drama. pero no para mi. Aunque, que diantres, no podía evitar tener sentimientos (aunque los usase más bien poco y muchas veces los apartase totalmente de mi vida). Lo mismo que le había dado una oportunidad para no ser violada y asesinada por esos rufianes, supongo que debería darle otra para que se explicase. Pero primero habría de tranquilizarse un poco.
Respiré hondo armandome de paciencia y pude observar que aquella chica no distaba mucho de mi edad, y era bastante guapa, lástima que nunca se me dieron bien las chicas.
Que bien se lo iban a haber pasado esos cerdos contigo. Que suerte tienes.
Pensé sin dejar de mirarla, esperando que ella pudiese calmarse recobrar el aliento y excusarse por lo que había hecho.
En ese preciso instante la chica pareció dispuesta y decidida a hablar.
Por fín
-Hola, me presento, mi nombre es Yoko, ¿Te gustaría salir a tomar un trago conmigo, para agradecerte lo recien ocurrido?-
Arqueé las cejas mucho más relajado que antes.
Espera... ¿Que?
No podía creer lo que estaba oyendo, no sabía si enfurecerme o intentar ser paciente y pensar que aquello que había dicho formaba parte de su nerviosismo.
Primero me robas en el bar, ahora me dices tu nombre y ... ¿Me invitas?
Suspiré frotandome el mentón, algo nervioso.
¿Que clase de broma es esa?
La miré esperando una respuesta, quería una explicación a todo aquello.
Vamos Taiko, Te estas volviendo un blando.
La chica tartamudeaba y parecía aun asustada o triste. Tooodo un drama. pero no para mi. Aunque, que diantres, no podía evitar tener sentimientos (aunque los usase más bien poco y muchas veces los apartase totalmente de mi vida). Lo mismo que le había dado una oportunidad para no ser violada y asesinada por esos rufianes, supongo que debería darle otra para que se explicase. Pero primero habría de tranquilizarse un poco.
Respiré hondo armandome de paciencia y pude observar que aquella chica no distaba mucho de mi edad, y era bastante guapa, lástima que nunca se me dieron bien las chicas.
Que bien se lo iban a haber pasado esos cerdos contigo. Que suerte tienes.
Pensé sin dejar de mirarla, esperando que ella pudiese calmarse recobrar el aliento y excusarse por lo que había hecho.
En ese preciso instante la chica pareció dispuesta y decidida a hablar.
Por fín
-Hola, me presento, mi nombre es Yoko, ¿Te gustaría salir a tomar un trago conmigo, para agradecerte lo recien ocurrido?-
Arqueé las cejas mucho más relajado que antes.
Espera... ¿Que?
No podía creer lo que estaba oyendo, no sabía si enfurecerme o intentar ser paciente y pensar que aquello que había dicho formaba parte de su nerviosismo.
Primero me robas en el bar, ahora me dices tu nombre y ... ¿Me invitas?
Suspiré frotandome el mentón, algo nervioso.
¿Que clase de broma es esa?
La miré esperando una respuesta, quería una explicación a todo aquello.
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Esperando mi respuesta a mi pregunta y presentación, el tipo parecía desconcertado con lo que le dije, como si le hubiera echo algun daño con lo que acababa de decirle, no comprendí bien porque nisiquiera lo conocía ni su nombre ni de donde viene ni a donde vá, solo sabía que la jarra era suya y que la tome por accidente, nada más que eso.
-Espera... ¿Que? , primero me robas en el bar, ahora me dices tu nombre y ... ¿me invitas?, ¿que clase de broma es esa?-
En ese momento me dí cuenta porqué el tipo estaba ahi en ese lugar , en ese momento, comprendía el porqué me salvó de los piratas ebrios, supuse varias cosas, que solo venía para vengarse por tomar su jarra de té, para pedirme que se la devuelva o simplemente le gustaba, pero la tercera la descarté debido a su seriedad al mirarme, era una mirada que no veía en otros hombres, como totalmente apagada, sin vida y solo enfocada en lo que tiene en frente, como esperando con un sentimiento oculto mi respuesta a sus preguntas.
No sabía que responderle, ahora me había dado cuenta que el pensaba que le robé, cosa que no es cierta, pensé en aclararle las cosas, en ofrecerle nuevamente un trago para conversar mejor las cosas que habían sucedido, así que me armé de valor en ese momento, para decirle la verdad.
-La verdad esque no te robé la jarra, no he tomado nisiquiera un poco, estaba buscandote y aparecieron esos tipos, no ha sido un buen día, y quería invitarte a un trago para poder levantarme un poco el ánimo y darte las gracias por lo anterior...-
Con las manos atrás, mirando hacia abajo y jugando con los pies en la tierra, avergonzada le había dicho la verdad, no sabía que podría responder, pero solo hice lo que debia hacer, me sentia mas tranquila pero todavía mal, con la culpa de que por mi el tuvo que gastar sus energías, y solo lo hizo porque quería que le devolviera su jarra, sintiendome así, con la cara abajo, me arreglé y me dí la vuelta, y empezé a ponerme marcha a algun lugar, solo quería caminar, así que sin mas preámbulos, me fui y le di la espalda al chico.
-Adiós, disculpa por las molestias, aquí tienes tu jarra de té-
Dejé la jarra de te en un barril cercano, y puse inicio a mi caminata.
-Espera... ¿Que? , primero me robas en el bar, ahora me dices tu nombre y ... ¿me invitas?, ¿que clase de broma es esa?-
En ese momento me dí cuenta porqué el tipo estaba ahi en ese lugar , en ese momento, comprendía el porqué me salvó de los piratas ebrios, supuse varias cosas, que solo venía para vengarse por tomar su jarra de té, para pedirme que se la devuelva o simplemente le gustaba, pero la tercera la descarté debido a su seriedad al mirarme, era una mirada que no veía en otros hombres, como totalmente apagada, sin vida y solo enfocada en lo que tiene en frente, como esperando con un sentimiento oculto mi respuesta a sus preguntas.
No sabía que responderle, ahora me había dado cuenta que el pensaba que le robé, cosa que no es cierta, pensé en aclararle las cosas, en ofrecerle nuevamente un trago para conversar mejor las cosas que habían sucedido, así que me armé de valor en ese momento, para decirle la verdad.
-La verdad esque no te robé la jarra, no he tomado nisiquiera un poco, estaba buscandote y aparecieron esos tipos, no ha sido un buen día, y quería invitarte a un trago para poder levantarme un poco el ánimo y darte las gracias por lo anterior...-
Con las manos atrás, mirando hacia abajo y jugando con los pies en la tierra, avergonzada le había dicho la verdad, no sabía que podría responder, pero solo hice lo que debia hacer, me sentia mas tranquila pero todavía mal, con la culpa de que por mi el tuvo que gastar sus energías, y solo lo hizo porque quería que le devolviera su jarra, sintiendome así, con la cara abajo, me arreglé y me dí la vuelta, y empezé a ponerme marcha a algun lugar, solo quería caminar, así que sin mas preámbulos, me fui y le di la espalda al chico.
-Adiós, disculpa por las molestias, aquí tienes tu jarra de té-
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Estaba realmente soprendido por todo lo que me estaba pasando aquel día, primero aquella extraña muchacha me mangaba mi jarra de té helado, uno de los pocos placeres que me relajan y por los que merece la pena ir de pueblo en pueblo, despues unos piratas pecan de tipos duros con el menos indicado (para su desgracia) y pagan las consecuencias con una experiencia que de seguro, no olvidaran facilmente y ahora aquella chica parecía estar realmente asustada y despues triste.
Tal vez este siendo demasiado dura con ella.
La chica parecía excusarse, aquellos ojos no creo que me mintiesen. Había visto mucho y hacía tiempo que no confiaba en la bondad innata de las personas pero esa chica no parecía tener mala intención hacia mi.
Todos merecemos una segunda oportunidad.
Cuando fui a hablarla me dejó la jarra de té sobre un barril, me pidió disculpas y se despidió de mi.
Joder...
Sabía que no había hecho bien, y si quedaba algo de conciencia dentro de mi, parecía que quería salir justo ahora. Y eso solo significaba una cosa. Tragarse el orgullo.
Salí tras ella a paso firme y la alcancé poniendome a su lado.
Espera... Lo siento, no me he explicado bien.
Suspiré masticando bien el orgullo para tragarlo bien antes de seguir hablando.
No es ni lugar ni momento para que camines sola por estos callejones... Tu ganas, vayamos a beber algo.
Cerré los ojos y le volví a mirar a los ojos esperando que ella tomase la iniciativa y nos dirigiesemos a un sitio u otro.
Tal vez este siendo demasiado dura con ella.
La chica parecía excusarse, aquellos ojos no creo que me mintiesen. Había visto mucho y hacía tiempo que no confiaba en la bondad innata de las personas pero esa chica no parecía tener mala intención hacia mi.
Todos merecemos una segunda oportunidad.
Cuando fui a hablarla me dejó la jarra de té sobre un barril, me pidió disculpas y se despidió de mi.
Joder...
Sabía que no había hecho bien, y si quedaba algo de conciencia dentro de mi, parecía que quería salir justo ahora. Y eso solo significaba una cosa. Tragarse el orgullo.
Salí tras ella a paso firme y la alcancé poniendome a su lado.
Espera... Lo siento, no me he explicado bien.
Suspiré masticando bien el orgullo para tragarlo bien antes de seguir hablando.
No es ni lugar ni momento para que camines sola por estos callejones... Tu ganas, vayamos a beber algo.
Cerré los ojos y le volví a mirar a los ojos esperando que ella tomase la iniciativa y nos dirigiesemos a un sitio u otro.
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Dada empezada mi caminata, me sentía algo mal porque el tipo se quedo ahí, a lo mejor me odiaba, que sabía yo, a lo mejor ya no quería saber nada de mí, pero bueno, que más podría hacer?, pero de pronto, senti que me empezó a seguir, quizás que pensaba yo , que me haría algo por venganza, pero...
-Espera... Lo siento, no me he explicado bien, no es ni lugar ni momento para que camines sola por estos callejones... Tu ganas, vayamos a beber algo.
Que forma de sentirme aliviada, el chico había accedido a salir a tomar un trago conmigo , me alivio y aclaró muchas dudas, las cuales de mi mente desaparecieron, y solo una sonrisa mi cara formó, me sentía feliz de poder conversar bien con el, me parecía un chico interesante y obviamente quería darle las gracias por haberme salvado de aquellos piratas, en fin.
Parecía que esperaba que yo lo llevara a algun lugar, tome la iniciativa y le propuse dirijirnos a algún bar que esté cerca de el mar, me gusta mirar el mar mientras entablo una conversación.
-iGracias!, me haces muy feliz, ven ven, sígueme.-
Me dirije a un bar cerca del mar, nisiquiera ví si estaba atras mío, estaba tan emocionada que no me di cuenta de nada, llegué al bar, me senté en la primera mesa que ví y me senté a esperar al chico, creía que lo había dejado atrás con lo rapido y apurada que me fuí.
-Espera... Lo siento, no me he explicado bien, no es ni lugar ni momento para que camines sola por estos callejones... Tu ganas, vayamos a beber algo.
Que forma de sentirme aliviada, el chico había accedido a salir a tomar un trago conmigo , me alivio y aclaró muchas dudas, las cuales de mi mente desaparecieron, y solo una sonrisa mi cara formó, me sentía feliz de poder conversar bien con el, me parecía un chico interesante y obviamente quería darle las gracias por haberme salvado de aquellos piratas, en fin.
Parecía que esperaba que yo lo llevara a algun lugar, tome la iniciativa y le propuse dirijirnos a algún bar que esté cerca de el mar, me gusta mirar el mar mientras entablo una conversación.
-iGracias!, me haces muy feliz, ven ven, sígueme.-
Me dirije a un bar cerca del mar, nisiquiera ví si estaba atras mío, estaba tan emocionada que no me di cuenta de nada, llegué al bar, me senté en la primera mesa que ví y me senté a esperar al chico, creía que lo había dejado atrás con lo rapido y apurada que me fuí.
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La chica pareció sorprenderse gratamente de mi nueva reacción, tanto fue así que su rostro se tornó muy feliz. Supongo que estaba en lo cierto cuando dije que no tenía mala intención alguna contra mi. A veces peco de desconfiado, y es algo que no puedo evitar, las experiencias, supongo.
Esbozó una gran sonrisa ante mi y muy activa de nuevo, me confirmo que estaba muy feliz agradeciendomelo y diciendo que la siguiese.
Comenzó a moverse a gran velocidad por la ciudad, cosa que me molestó ligeramente pues no me lo esperaba y me costó adaptarme al frenetico cambio de ritmo
¿Por que corre tanto?
Estaba claro que aquella chica sabía donde quería ir.
¿Estará mucho más lejos de aquí? ¡Si sigue así, la perderé de vista!
Justo cuando iba a aumentar el ritmo, paró en un garito en primera linea de playa, donde a pesar de la nocturnidad, el cielo y la luna iluminaban una preciosa playa de cristalina y transparente arena que era parcialmente humedecida con cada nueva llegada de un oleaje que podía presumir de ser muy mando aquella noche. Era todo un regalo visual. Aquella chica había elegido muy pero que muy bien. Para rematar, la luna lucía su mejor traje de gala blanco e iluminaba mis esclarecidos ojos azules, casi celestes en esta ocasión.
Por todo aquello estaba muy contento así que esbozando una pequeña sonrisa sentandome junto a la chica, observé por un instante el mar, de noche con una linea blanquecina (fruto de la luminosidad lunar) que lo recorría de la orilla al horizonte, luego miré a Yoko y le dije
Mi nombre es Taiko y no ha nacido persona que me invite a nada aun.
Con un gesto llamé al camarero
Así que pide lo que quieras porque además de mi jarra de te helado Dije mirando al camarero para que me tomase nota lo que tu tomes, lo pagaré yo.
le puse mi dedo indice en sus labios antes de dejarla decir unapalabra al contrario que me contradijese.
Y en este asunto no acepto un no por respuesta, no cederé.
Puse media sonrisilla y la miré esperando su reacción.
Esbozó una gran sonrisa ante mi y muy activa de nuevo, me confirmo que estaba muy feliz agradeciendomelo y diciendo que la siguiese.
Comenzó a moverse a gran velocidad por la ciudad, cosa que me molestó ligeramente pues no me lo esperaba y me costó adaptarme al frenetico cambio de ritmo
¿Por que corre tanto?
Estaba claro que aquella chica sabía donde quería ir.
¿Estará mucho más lejos de aquí? ¡Si sigue así, la perderé de vista!
Justo cuando iba a aumentar el ritmo, paró en un garito en primera linea de playa, donde a pesar de la nocturnidad, el cielo y la luna iluminaban una preciosa playa de cristalina y transparente arena que era parcialmente humedecida con cada nueva llegada de un oleaje que podía presumir de ser muy mando aquella noche. Era todo un regalo visual. Aquella chica había elegido muy pero que muy bien. Para rematar, la luna lucía su mejor traje de gala blanco e iluminaba mis esclarecidos ojos azules, casi celestes en esta ocasión.
Por todo aquello estaba muy contento así que esbozando una pequeña sonrisa sentandome junto a la chica, observé por un instante el mar, de noche con una linea blanquecina (fruto de la luminosidad lunar) que lo recorría de la orilla al horizonte, luego miré a Yoko y le dije
Mi nombre es Taiko y no ha nacido persona que me invite a nada aun.
Con un gesto llamé al camarero
Así que pide lo que quieras porque además de mi jarra de te helado Dije mirando al camarero para que me tomase nota lo que tu tomes, lo pagaré yo.
le puse mi dedo indice en sus labios antes de dejarla decir unapalabra al contrario que me contradijese.
Y en este asunto no acepto un no por respuesta, no cederé.
Puse media sonrisilla y la miré esperando su reacción.
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Creía que lo había perdido, asi que esperando llegó tras de mí , sabía que lo haría, era una oportunidad que no podría desperdiciar él mismo y yo misma, le ví que se alegró por el lugar, siempre yo , acertando en los lugares indicados para cada cosa, nunca me falla mi corazonada. Se acercó, se sentó junto a mí y no me miró por un instante pero al hacerlo, se presentó.
-Mi nombre es Taiko y no ha nacido persona que me invite a nada aun.-
Me sentí importante, había sido la primera persona en invitarlo a algo, no perdería la oportunidad de invitarle yo a las cosas, así que quería invitarle yo cuando el chico llamó al camarero, y pidió las cosas por mí, me sentí como la mujer de la relación, pues yo queía ser el hombre. Al querer decirle algo sobre lo que hizo, de que él pagaría por todo lo que yo pidiera, me tapó los labios con uno de sus dedos como haciendome callar de una forma sutil, parecía que no aceptaría un no como respuesta, como me lo dijo, así que no tuve mas que bajar la cabeza, y sonreír entrecerrando los ojos para decirle que le daba las gracias, sin palabras.
Me emocioné despues de eso, y como el camarero estaba ahí, amaba los postres, cuando le pregunté si tenian me dijo muchas variedades, así que le pedí una infinidad de ellos, sin parar parecía una loca pidiendo tantas cosas, se me había olvidado que el tipo estaba pagando, pero estaba tan emocionada y contenta que no dejaba de moverme y sonreír, al pedirle todo le dije al chico.
-iAy! , me encanta, ime encanta!, ¿cual quieres tu?.-
Con cara dulce y de felicidad,me paré de la silla, besé al chico en la mejilla y lo abrazé para darle las gracias, hace tiempo que no podía tener un festín así, así que me sente moviendo mis pies de nerviosismo por que me traían las cosas, muy felíz y mirando al chico con ternura.
-Mi nombre es Taiko y no ha nacido persona que me invite a nada aun.-
Me sentí importante, había sido la primera persona en invitarlo a algo, no perdería la oportunidad de invitarle yo a las cosas, así que quería invitarle yo cuando el chico llamó al camarero, y pidió las cosas por mí, me sentí como la mujer de la relación, pues yo queía ser el hombre. Al querer decirle algo sobre lo que hizo, de que él pagaría por todo lo que yo pidiera, me tapó los labios con uno de sus dedos como haciendome callar de una forma sutil, parecía que no aceptaría un no como respuesta, como me lo dijo, así que no tuve mas que bajar la cabeza, y sonreír entrecerrando los ojos para decirle que le daba las gracias, sin palabras.
Me emocioné despues de eso, y como el camarero estaba ahí, amaba los postres, cuando le pregunté si tenian me dijo muchas variedades, así que le pedí una infinidad de ellos, sin parar parecía una loca pidiendo tantas cosas, se me había olvidado que el tipo estaba pagando, pero estaba tan emocionada y contenta que no dejaba de moverme y sonreír, al pedirle todo le dije al chico.
-iAy! , me encanta, ime encanta!, ¿cual quieres tu?.-
Con cara dulce y de felicidad,me paré de la silla, besé al chico en la mejilla y lo abrazé para darle las gracias, hace tiempo que no podía tener un festín así, así que me sente moviendo mis pies de nerviosismo por que me traían las cosas, muy felíz y mirando al chico con ternura.
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Yoko parecía realmente entusiasmada por tenerme allí con ella, supongo que esa sensación de calidez que recorría toda mi espalda era la del cariño. Hacía mucho que no sentía algo así... Y estaba bien.
Pero una vez más mi orgullo no me permitía contagiarme de esa preciosa sonrisa que aquella chica me dedicaba cada vez que la miraba. Estaba fantasticamente bien con ella, aunque mi cara fuese un poco fría de vez en cuando esbozaba una timidisima y casi inapreciable sonrisa.
La chica parecía muy emocionada y extasiada y comenzó a emocionarse con la carta de postres que pidió y a pedir un montón de cosas. Me di cuenta de que pagaba yo, pero por verla de aquella manera, me dió igual, que demonios, merecía la pena.
Efectivamente y confirmando mis sospechas, pidió un montón de cosas dulces y ricas, tal vez como ella.
Se giró y mirandome con angelical voz me preguntó que que iba a querer yo.
Yo... tomaré una jarra de té helado.
El camarero comenzó a hacer números con todo lo que había pedido mi acompañante ya teclear rapidamente y extrajo de su maquina un ticket con un gran precio. Aunque era mucho y no me hacia gracia pagartanto, lo pagué sin rechistar y le mandé a que lo trajese rápido. Sé que normalmente lo que se pide, se paga despues de tomarlo, pero me gusta dejarlo pagado para sentirme mas tranquilo mientras tomo mi consumición.
De repente la chica me abrazó muy feliz y me besó en la mejilla. No me esperaba algo así y mi reacción fue la de quedarme rígido como una piedra y helado con cara de poker e incluso me pusé ligeramente colorado.
Ay...
Traté de aparentar normalidad y esperar a que el camarero fuese un poco rapido trayendo todo lo que había pedido Yoko y mi jarra de té
Pero una vez más mi orgullo no me permitía contagiarme de esa preciosa sonrisa que aquella chica me dedicaba cada vez que la miraba. Estaba fantasticamente bien con ella, aunque mi cara fuese un poco fría de vez en cuando esbozaba una timidisima y casi inapreciable sonrisa.
La chica parecía muy emocionada y extasiada y comenzó a emocionarse con la carta de postres que pidió y a pedir un montón de cosas. Me di cuenta de que pagaba yo, pero por verla de aquella manera, me dió igual, que demonios, merecía la pena.
Efectivamente y confirmando mis sospechas, pidió un montón de cosas dulces y ricas, tal vez como ella.
Se giró y mirandome con angelical voz me preguntó que que iba a querer yo.
Yo... tomaré una jarra de té helado.
El camarero comenzó a hacer números con todo lo que había pedido mi acompañante ya teclear rapidamente y extrajo de su maquina un ticket con un gran precio. Aunque era mucho y no me hacia gracia pagartanto, lo pagué sin rechistar y le mandé a que lo trajese rápido. Sé que normalmente lo que se pide, se paga despues de tomarlo, pero me gusta dejarlo pagado para sentirme mas tranquilo mientras tomo mi consumición.
De repente la chica me abrazó muy feliz y me besó en la mejilla. No me esperaba algo así y mi reacción fue la de quedarme rígido como una piedra y helado con cara de poker e incluso me pusé ligeramente colorado.
- Mi cara:
Ay...
Traté de aparentar normalidad y esperar a que el camarero fuese un poco rapido trayendo todo lo que había pedido Yoko y mi jarra de té
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En mi espera por las cosas que había pedido, notaba que Taiko estaba algo extraño, se le veía ruborizado o nervioso, fue raro porque su aura , su esencia me hacía notar a un hombre serio y frio, pero como le veía era totalmente lo contrario, a lo mejor disimulaba algo, quien sabía, pero en ese momento me importaban mis postres, que son lo que más amo en esta vida. Me pareció muy tierno lo que había echo Taiko, nadie gastaba dinero así en mi porque saben que soy muy gastadora con mis cosas, sobre todo con comer, y comer no me hace nada, no afecta mi figura esbelta, ni idea el porqué, pero me encantaba el momento de tener la libertad de comer todo lo que quiera, aunque empezé a sentirme un poco mal por los gastos que le iba a causar a Taiko, así que podría agradecerle de una sola forma.
-Oye Taiko... muchas gracias por la comida, nunca pensé que el tomar tu jarra por accidente me llevaría a esto, perdón de verdad por los problemas, y que rico se siente que te compren cosas, eres el mejor.-
Al final con cara feliz esperando mis cosas llegaron, me sentí mas que feliz, cogiendo el primer bocado de una torta de frambuesa que pedí, la mesa llena y solo una cosa era diferente y era la jarra de te helado , que pidió Taiko, eran solo postres, se veía muy rico. Sentí una satisfacción total comiendo mientras le sonreía a Taiko con una cara tonta, llena de comida pero dandole las gracias con la mirada, me terminé mi primer pedazo de torta y vociferé.
-iQue rico!-
Pero algo me decía que este día no concluiría así como lo esperaba, no podría ser eso nomás, algo debía pasar aparte de la comida, el encuentro, siempre mis corazonadas acertan, pero bueno me quedé con mis tortas y esperando a que Taiko me conversara algo, estaba entretenida y con ganas de hablar mucho con el, me caía muy bien y ciertamente le tenía cariño, era de los hombres fieles como les digo yo, de esos que no son unos pervertidos y que me encanta estar con ellos, que me siento como una mujer protegida y cómoda.
-Y que tál Taiko, ¿que haces por la vida? , ví tus habilidades hace un rato, ¿a qué se deben?.-
Con mucha cara de curiosidad le pregunté sobre aquello, hace mucho rato ya que me tenía con la duda, de que pudiera agrandar sus partes, era muy curioso.
-Oye Taiko... muchas gracias por la comida, nunca pensé que el tomar tu jarra por accidente me llevaría a esto, perdón de verdad por los problemas, y que rico se siente que te compren cosas, eres el mejor.-
Al final con cara feliz esperando mis cosas llegaron, me sentí mas que feliz, cogiendo el primer bocado de una torta de frambuesa que pedí, la mesa llena y solo una cosa era diferente y era la jarra de te helado , que pidió Taiko, eran solo postres, se veía muy rico. Sentí una satisfacción total comiendo mientras le sonreía a Taiko con una cara tonta, llena de comida pero dandole las gracias con la mirada, me terminé mi primer pedazo de torta y vociferé.
-iQue rico!-
Pero algo me decía que este día no concluiría así como lo esperaba, no podría ser eso nomás, algo debía pasar aparte de la comida, el encuentro, siempre mis corazonadas acertan, pero bueno me quedé con mis tortas y esperando a que Taiko me conversara algo, estaba entretenida y con ganas de hablar mucho con el, me caía muy bien y ciertamente le tenía cariño, era de los hombres fieles como les digo yo, de esos que no son unos pervertidos y que me encanta estar con ellos, que me siento como una mujer protegida y cómoda.
-Y que tál Taiko, ¿que haces por la vida? , ví tus habilidades hace un rato, ¿a qué se deben?.-
Con mucha cara de curiosidad le pregunté sobre aquello, hace mucho rato ya que me tenía con la duda, de que pudiera agrandar sus partes, era muy curioso.
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Yoko era sin duda una jovial y vivaz chica que no paraba quieta un segundo. Una hiperactiva personificación de una mezcla entre belleza e inquietud. Los griegos la habrían descrito como una musa, seguramente. Pero tambien es bien sabido que a mi no se me dieron nunca bien las chicas por lo que con pronta edad perdí rapidamente el interés por ellas. Traumas de la infancia, supongo.
Yoko seguía mirandome curiosa de vez en cuando sin perder de vista el lugar por el que salían los camareros, puesto que ansiaba esa extensa colección de postre que había encargado.
¿Que estará pensando? Dije mientras la observé, contangiandome de esa jovial curiosidad por unos breves segundos.
De pronto apareció el camarero, abrumado con tanto plato y tanta delicatessen dulce, regalo del paladar y obsequio a la vista y el olfato. Todo un trabajo culinario de 5 estrellas tan esplendido, que solo podía compararse con su precio.
¿Va a comerse todo esto en serio ella sola? pensé al mismo tiempo que arqueaba una ceja, incrédulo, observando la mesa abarrotada de postres que relegaban a un segundo plano a mi jarra de té helado.
De repente me agradeció todo aquello, pero finalizó diciendo que que rico era aquello de que te invitasen. Yo no sabía lo que era eso. Por mi prematura independencia y autonomía obligada siempre me había ganado el pan y siempre me había pagado mis escasos gastos.
Asentí a su agradecimiento con la cabeza, intentando ser tan frío y distante como siempre.
Observé como zampaba y comía a destajo con cara de estupefacción
Si que tenía hambre...
Como tratando de corresponderme por el regalo, me preguntó que que hacía por la vida y que a que se debían mis habilidades.
La primera cuestión no me la había planteado seriamente nunca (y así me iba), pensé unos instantes y contesté decidido, aunque lento y grave.
Veamos... ¿Que hago por la vida? Vivirla. No tengo un objetivo. Busco el sentido de la vida, visito lugares, conozco personas... no sé... Me busco la vida...
Pegué un trago a mi jarra de te helado y seguí hablando
En cuanto a mis habilidades... Digamos que estaba en el lugar equivocado y en el momento equivocado... Y desde entonces ya ves.
Soné un poco escueto y misterioso por lo que le dí pie a que ella tambien hablase en lo que seguían trayendo postres.
Y tu, Yoko... ¿A que dedicas tu vida, cuales son tus objetivos? ¿Tambien vagas sola como yo?
Pregunté mirandola.
Yoko seguía mirandome curiosa de vez en cuando sin perder de vista el lugar por el que salían los camareros, puesto que ansiaba esa extensa colección de postre que había encargado.
¿Que estará pensando? Dije mientras la observé, contangiandome de esa jovial curiosidad por unos breves segundos.
De pronto apareció el camarero, abrumado con tanto plato y tanta delicatessen dulce, regalo del paladar y obsequio a la vista y el olfato. Todo un trabajo culinario de 5 estrellas tan esplendido, que solo podía compararse con su precio.
¿Va a comerse todo esto en serio ella sola? pensé al mismo tiempo que arqueaba una ceja, incrédulo, observando la mesa abarrotada de postres que relegaban a un segundo plano a mi jarra de té helado.
De repente me agradeció todo aquello, pero finalizó diciendo que que rico era aquello de que te invitasen. Yo no sabía lo que era eso. Por mi prematura independencia y autonomía obligada siempre me había ganado el pan y siempre me había pagado mis escasos gastos.
Asentí a su agradecimiento con la cabeza, intentando ser tan frío y distante como siempre.
Observé como zampaba y comía a destajo con cara de estupefacción
Si que tenía hambre...
Como tratando de corresponderme por el regalo, me preguntó que que hacía por la vida y que a que se debían mis habilidades.
La primera cuestión no me la había planteado seriamente nunca (y así me iba), pensé unos instantes y contesté decidido, aunque lento y grave.
Veamos... ¿Que hago por la vida? Vivirla. No tengo un objetivo. Busco el sentido de la vida, visito lugares, conozco personas... no sé... Me busco la vida...
Pegué un trago a mi jarra de te helado y seguí hablando
En cuanto a mis habilidades... Digamos que estaba en el lugar equivocado y en el momento equivocado... Y desde entonces ya ves.
Soné un poco escueto y misterioso por lo que le dí pie a que ella tambien hablase en lo que seguían trayendo postres.
Y tu, Yoko... ¿A que dedicas tu vida, cuales son tus objetivos? ¿Tambien vagas sola como yo?
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Interesada por saber de su vida y sus habilidades, seguía comiendo los manjares disfrutando uno tras de otro uno tanto como el otro, probando cada manjar que era lo que mas amaba, mis ojos crecían de felicidad cada vez que probaba un bocado más, y en eso, Taiko respondió a mi pregunta con decisión y seriedad, como yo quería entablar una conversación.
-Veamos... ¿Que hago por la vida? Vivirla.
No tengo un objetivo. Busco el sentido de la vida, visito lugares,
conozco personas... no sé... Me busco la vida...-
Le gustaba conocer personas, o quizás asi lo interpreté yo pero, me gustaba eso, era una cosa en común que teniamos, también el querer buscar algun sentido, algo el que amar y hacer, eso me gustaba y sumaba puntos a favor a nuestra conversación, luego respondió a lo que me interesaba más, sus habilidades, como evadiendo mi pregunta no me contestó en sí lo que esperaba y quería, me sentí enojada por no saber más, mi curiosidad me mataba, asi que despues me preguntó lo mismo a mí, pensando en como responderle , comí unos bocados para aclarar mi mente , para idear como llegar al tema de sus habilidades que me interesaban por el mismo ser un chico misterioso y oscuro.
-¿Yo? , bueno yo navego solitaria en el mar, buscando gente para conocer como tú, pero más hombres que mujeres, siempre quize conocer a todos los tipos de hombres que hay, para así encontrar al mío de manera mas perfecta.-
Como no preguntó sobre mis habilidades, ya que no las había mostrado, decidí mostrarle la habilidad de mi akuma de forma disimulada, viendo que la gente del alrededor tomaba alcohol, forme un pequeño incendio en un vaso de un tipo X, y este se quemó, la gente armando revuelta porque habría pasado miré a Taiko y le dije con una sonrisa.
-Soy una mujer misteriosa, mas de lo que te esperas.-
Cogiendo más y más bocados tranquila a pesar de lo que gritaba la gente por aquel altercado creado por mí misma, yo riendo por eso, seguía comiendo en espera de alguna respuesta o comentario a mis acotaciones.
-Veamos... ¿Que hago por la vida? Vivirla.
No tengo un objetivo. Busco el sentido de la vida, visito lugares,
conozco personas... no sé... Me busco la vida...-
Le gustaba conocer personas, o quizás asi lo interpreté yo pero, me gustaba eso, era una cosa en común que teniamos, también el querer buscar algun sentido, algo el que amar y hacer, eso me gustaba y sumaba puntos a favor a nuestra conversación, luego respondió a lo que me interesaba más, sus habilidades, como evadiendo mi pregunta no me contestó en sí lo que esperaba y quería, me sentí enojada por no saber más, mi curiosidad me mataba, asi que despues me preguntó lo mismo a mí, pensando en como responderle , comí unos bocados para aclarar mi mente , para idear como llegar al tema de sus habilidades que me interesaban por el mismo ser un chico misterioso y oscuro.
-¿Yo? , bueno yo navego solitaria en el mar, buscando gente para conocer como tú, pero más hombres que mujeres, siempre quize conocer a todos los tipos de hombres que hay, para así encontrar al mío de manera mas perfecta.-
Como no preguntó sobre mis habilidades, ya que no las había mostrado, decidí mostrarle la habilidad de mi akuma de forma disimulada, viendo que la gente del alrededor tomaba alcohol, forme un pequeño incendio en un vaso de un tipo X, y este se quemó, la gente armando revuelta porque habría pasado miré a Taiko y le dije con una sonrisa.
-Soy una mujer misteriosa, mas de lo que te esperas.-
Cogiendo más y más bocados tranquila a pesar de lo que gritaba la gente por aquel altercado creado por mí misma, yo riendo por eso, seguía comiendo en espera de alguna respuesta o comentario a mis acotaciones.
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Aquella chica no parecía tener fondo y tragaba sin parar postre tras postre. Tanto dulce no podía ser bueno, de hecho, tanta comida en exceso no podía ser bueno y me costaba visualizar como un cuerpecito tan menudo y estilizado podría digerir semejante cantidad de alimento.
A pesar de todo, mientras hablaba la chica parecio cesar en su glotonería para prestarme atención (cosa que se agradece, despues de todo).
Pareció estar conforme con todo lo que le decía e incluso más feliz con algunas cosas aunque he de decir que la idea de que no le descubriese el origen de mis habilidades (el cual, pensandolo bien, era una tontería pues personalmente valoraba más mis habilidades que el como las obtuve) la incomodó un poco y no culminó su estado total de alegría.
Tras sus respuestas y reacciones, comió un par de bocados más antes de resolver mis dudas y continuar la conversación. Dijo que navegaba solitaria en el mar, buscando conocer gente como yo, pero sobretodo hombres para saber cual era su ideal masculino.
He oido que ese tipo de personas no se buscan... Ese tipo de personas te encuentran.
Pude apreciar como la chica no parecía haber terminado de hablar, hizo un gesto y miro a otra mesa de forma disimulada. Le seguí la mirada mirando a la mesa que ella miraba con especial fijación y en ese instante como por arte de magia, la copa (que contenía alcohol) de uno de los tipos de la mesa, comenzó a arder.
¡Pero que coj...! Dije sorprendido antes de mirarla
No pude terminar de sorprenderme tan siquiera pues ella me miró y me dijo que ella era una chica misteriosa, más de lo que yo me esperaba. Sin duda lo había hecho adrede y había sido ella. Era una usuario, como yo.
¿Por que no hiciste eso contra los que iban a atacarte antes?
Le dije casi al oido y volví a mirar como ardía el vaso que estaba lleno de bebida etílica
Y por cosas como esta, pido té helado
Susurré para ella y para mi mismo, levantandome del asiento dando por terminada la velada en el restaurante antes de que ese altercado de alguna forma nos salpicase.
Ya he pagado, larguemonos de aqui. Dije serio
La dejé que terminase con sus postres y me fui dirigiendo poco a poco, de forma tranquila y disimulada hacia la salida, para tomar el aire mientras ella apuraba los ultimos pedazos de sus múltiples pedidos.
Abrí relajado la puerta del bar/restaurante, sintiendo la brisa del cercano mar, miré al cielo por un instante, a la luna. Cerré los ojos e inspiré el aire puro cuando un grito interrumpió mi instante de tranquilidad. Una voz estridente rompió por completo el armonioso silencio nocturno.
¡Mirad! ¡¡¡Ese es el malnacido que nos sacudió!!!
Un montón de piratas mojados junto con alguna que otra nueva incorporación se plantaron frente a la puerta del bar en la que estaba despreocupadamente apoyado (Guardando una buena distancia hacia mi).
El que parecía el capitán (Uno de los que ya había golpeado cuando salvé a la chica) se dirigió a mi con voz arrogante y muy desagradable.
¡Te voy a hacer pagar lo de antes, sucio bastardo!
Cerré fuerte los labios apretando uno contra el otro evitando romper en carcajadas delante de tanto tipo duro. me costó mucho y aun así todos pudieron notar lo poco que les estaba tomando en serio.
Les voy a dar dos opciones, señores:
Dije poniendome erguido y separando de la pared contigua a la puerta en la que estaba apoyado
La primera es que os dais la vuelta y os largais a recorrer los mares en busca de tesoros en vuestro barquito...
Comencé a crujirme el cuello y desentumecer los musculos de forma ruidosa e intimidante
O la segunda es que os doy la vuelta y os largais a recorrer los mares en busca de tesoros... volando.
Al decir la última palabra esbocé una pequeña sonrisa al borde de mi cara, burlona y desafiante frunciendo el ceño para que se percatasen de que aquello no era un farol.
A pesar de todo, mientras hablaba la chica parecio cesar en su glotonería para prestarme atención (cosa que se agradece, despues de todo).
Pareció estar conforme con todo lo que le decía e incluso más feliz con algunas cosas aunque he de decir que la idea de que no le descubriese el origen de mis habilidades (el cual, pensandolo bien, era una tontería pues personalmente valoraba más mis habilidades que el como las obtuve) la incomodó un poco y no culminó su estado total de alegría.
Tras sus respuestas y reacciones, comió un par de bocados más antes de resolver mis dudas y continuar la conversación. Dijo que navegaba solitaria en el mar, buscando conocer gente como yo, pero sobretodo hombres para saber cual era su ideal masculino.
He oido que ese tipo de personas no se buscan... Ese tipo de personas te encuentran.
Pude apreciar como la chica no parecía haber terminado de hablar, hizo un gesto y miro a otra mesa de forma disimulada. Le seguí la mirada mirando a la mesa que ella miraba con especial fijación y en ese instante como por arte de magia, la copa (que contenía alcohol) de uno de los tipos de la mesa, comenzó a arder.
¡Pero que coj...! Dije sorprendido antes de mirarla
No pude terminar de sorprenderme tan siquiera pues ella me miró y me dijo que ella era una chica misteriosa, más de lo que yo me esperaba. Sin duda lo había hecho adrede y había sido ella. Era una usuario, como yo.
¿Por que no hiciste eso contra los que iban a atacarte antes?
Le dije casi al oido y volví a mirar como ardía el vaso que estaba lleno de bebida etílica
Y por cosas como esta, pido té helado
Susurré para ella y para mi mismo, levantandome del asiento dando por terminada la velada en el restaurante antes de que ese altercado de alguna forma nos salpicase.
Ya he pagado, larguemonos de aqui. Dije serio
La dejé que terminase con sus postres y me fui dirigiendo poco a poco, de forma tranquila y disimulada hacia la salida, para tomar el aire mientras ella apuraba los ultimos pedazos de sus múltiples pedidos.
Abrí relajado la puerta del bar/restaurante, sintiendo la brisa del cercano mar, miré al cielo por un instante, a la luna. Cerré los ojos e inspiré el aire puro cuando un grito interrumpió mi instante de tranquilidad. Una voz estridente rompió por completo el armonioso silencio nocturno.
¡Mirad! ¡¡¡Ese es el malnacido que nos sacudió!!!
Un montón de piratas mojados junto con alguna que otra nueva incorporación se plantaron frente a la puerta del bar en la que estaba despreocupadamente apoyado (Guardando una buena distancia hacia mi).
El que parecía el capitán (Uno de los que ya había golpeado cuando salvé a la chica) se dirigió a mi con voz arrogante y muy desagradable.
¡Te voy a hacer pagar lo de antes, sucio bastardo!
Cerré fuerte los labios apretando uno contra el otro evitando romper en carcajadas delante de tanto tipo duro. me costó mucho y aun así todos pudieron notar lo poco que les estaba tomando en serio.
Les voy a dar dos opciones, señores:
Dije poniendome erguido y separando de la pared contigua a la puerta en la que estaba apoyado
La primera es que os dais la vuelta y os largais a recorrer los mares en busca de tesoros en vuestro barquito...
Comencé a crujirme el cuello y desentumecer los musculos de forma ruidosa e intimidante
O la segunda es que os doy la vuelta y os largais a recorrer los mares en busca de tesoros... volando.
Al decir la última palabra esbocé una pequeña sonrisa al borde de mi cara, burlona y desafiante frunciendo el ceño para que se percatasen de que aquello no era un farol.
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Lo miré y se veía sorprendido por lo que acababa de ejecutar con mis habilidades de mi fruta del diablo, como lo imaginé, me diría el porqué no me defendí contra los piratas anteriores, la verdad no lo hice porque estaba un poco aterrada, y con lo distraída que soy se me olvidaban mis capacidades para el tiroteo y la habilidad de hacer incendios a mi elección.
Pareciera que no creía que escuché que por eso el pedía solo té, me veía como alguien que podría arruinarle el trago, pero bueno, es una habilidad que me encanta.
La velada se había terminado, mi comida estaba apunto de ser devorada completamente por yo misma, Taiko se levantó para retirarse y posteriormente esperarme afuera de la salida.
-Gracias por la maravillosa velada, ahora déjame terminar con lo mío.-
El, retirandose del lugar me dio tiempo para pensar que podríamos hacer ahora, algo me decía que no terminaría como esperaba el día, las cosas terminan como empiezan, y tenía una ligera sospecha que los piratas volverían para vengarse, pero lo descarté debido a que los lanzó muy lejos del lugar como para que volvieran en unos minutos.
Viendo al chico de cabellos oscuros, que realmente me tenía encantada con su misteriosidad, me terminaba de acabar la cena cuando escuché unos varios gritos afuera del bar, empezé a creer en mi teoría de los piratas que volverían, dejé mis cosas y fuí a echar una mirada.
Abrí las puertas del bar de golpe y al ver la situación, acerté con mi pensamiento anterior y de verdad eran los piratas anteriores amenazando a mi compañero de velada aquí presente, a este se le veía confiado y riendo, no parecía temerles, yo tampoco.
Me fijé que eran más que antes, quizás el líder habría traído a mas de sus amigos, todos unos piratas de poca facha y gracia, se les veía debiluchos y quizás solo unos acosadores de mierda.
Taiko parecía que los había desafiado a atacarle, le debía una así que solo pensé en asustar a los tipos con mi pistola, aunque preferí mostrarle a mi nuevo conocido mis habilidades con respecto a mi fruta del diablo.
Are Are no mi [AMB] : Stun
Sin preguntarle a nadie y apareciendo de golpe, usé una de mis habilidades mas básicas y le azoté una cachetada al aire haciendo quemar parte de la cara de uno de ellos, repitiendolo unas veces más hacia los otros, asustándolos y viendo que se empezaban a poner furiosos, solo di unos pasos atrás y les dí las gracias , mirando a Taiko.
Luego accedí a sacar mi pistola por cualquier cosa que pudiera pasar, dejando a mi compañero el resto, viendolo con una sonrisa, le guiñe un ojo y le dí comienzo a una demostración de habilidades , que me encantaría hacer, el día tendría de todo.
Pareciera que no creía que escuché que por eso el pedía solo té, me veía como alguien que podría arruinarle el trago, pero bueno, es una habilidad que me encanta.
La velada se había terminado, mi comida estaba apunto de ser devorada completamente por yo misma, Taiko se levantó para retirarse y posteriormente esperarme afuera de la salida.
-Gracias por la maravillosa velada, ahora déjame terminar con lo mío.-
El, retirandose del lugar me dio tiempo para pensar que podríamos hacer ahora, algo me decía que no terminaría como esperaba el día, las cosas terminan como empiezan, y tenía una ligera sospecha que los piratas volverían para vengarse, pero lo descarté debido a que los lanzó muy lejos del lugar como para que volvieran en unos minutos.
Viendo al chico de cabellos oscuros, que realmente me tenía encantada con su misteriosidad, me terminaba de acabar la cena cuando escuché unos varios gritos afuera del bar, empezé a creer en mi teoría de los piratas que volverían, dejé mis cosas y fuí a echar una mirada.
Abrí las puertas del bar de golpe y al ver la situación, acerté con mi pensamiento anterior y de verdad eran los piratas anteriores amenazando a mi compañero de velada aquí presente, a este se le veía confiado y riendo, no parecía temerles, yo tampoco.
Me fijé que eran más que antes, quizás el líder habría traído a mas de sus amigos, todos unos piratas de poca facha y gracia, se les veía debiluchos y quizás solo unos acosadores de mierda.
Taiko parecía que los había desafiado a atacarle, le debía una así que solo pensé en asustar a los tipos con mi pistola, aunque preferí mostrarle a mi nuevo conocido mis habilidades con respecto a mi fruta del diablo.
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Sin preguntarle a nadie y apareciendo de golpe, usé una de mis habilidades mas básicas y le azoté una cachetada al aire haciendo quemar parte de la cara de uno de ellos, repitiendolo unas veces más hacia los otros, asustándolos y viendo que se empezaban a poner furiosos, solo di unos pasos atrás y les dí las gracias , mirando a Taiko.
Luego accedí a sacar mi pistola por cualquier cosa que pudiera pasar, dejando a mi compañero el resto, viendolo con una sonrisa, le guiñe un ojo y le dí comienzo a una demostración de habilidades , que me encantaría hacer, el día tendría de todo.
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Pude observar como Yoko salía del establecimiento sin hacerme esperar demasiado (cosa que agradecí, porque la cosa iba a ponerse fea).
Aquellos tipo parecían querer humillarme mas que querer matarme, pues estabamos frente a un establecimiento público y en plena ciudad y los marines no tardarían demasiado en apresarlos y meter sus sucios culos en chirona. Y desde luego que no querían eso aquellos malandrines de poca monta.
Miré a Yoko, la cual estaba centrada en aquellos tipos, lo más seguro quisiese agradecerme la invitación anterior o demostrar que la pillaron desprevenida y que por tanto, ella tambien sabe defenderse.
Busqué de forma poco eficaz su mirada, para tener complicidad o una seña de si pensaba atacar. No hizo falta, en un abrir y cerrar de ojos Yoko comenzó a abofetear el aire, y a la vez surgieron combustiones en la cara de la mayoría de los piratas, esto sorprendentemente les asustó mucho y comenzaron a angustiarse de verdad.
¡Es una bruja! Mi capitán... ¡¡La leyendas eran ciertas!! ¡¡¡corred!!!
El capitán de los piratas parecía el único que no se creía aquello (lo de la brujería) y miró muy furioso a Yoko y luego a mi, a la vez que todos sus hombres corrían a toda velocidad muy, muy lejos de allí, seguramente a su barco para poner rumbo a dios sabe donde.
Nos volveremos a ver, no tengais duda.
Se giró y corrió trantando de alcanzar a sus tripulantes.
No lo entiendo... ¿En serio eso les asusta más que mi golpe anterior?
Mi cara de estupefacción y perpejidad era notable, me encogí de hombros dandolo por imposible y me giré para hablar con Yoko de frente.
Gracias Yoko, has estado muy bien.
Esbocé una tímida y muy breve sonrisa, el silencio inundó la escena por unos segundos.
He de irme... Te pediría que vinieses conmigo, pero ambos somos solitarios y si vamos juntos dejariamos de serlo pero... volveremos a vernos. ¿verdad?
Dije tendiendole la mano, serio, pero amistoso. Aquella chica merecía la pena y sabía que llegaría lejos. Nuestros caminos volverían a cruzarse seguro.
Aquellos tipo parecían querer humillarme mas que querer matarme, pues estabamos frente a un establecimiento público y en plena ciudad y los marines no tardarían demasiado en apresarlos y meter sus sucios culos en chirona. Y desde luego que no querían eso aquellos malandrines de poca monta.
Miré a Yoko, la cual estaba centrada en aquellos tipos, lo más seguro quisiese agradecerme la invitación anterior o demostrar que la pillaron desprevenida y que por tanto, ella tambien sabe defenderse.
Busqué de forma poco eficaz su mirada, para tener complicidad o una seña de si pensaba atacar. No hizo falta, en un abrir y cerrar de ojos Yoko comenzó a abofetear el aire, y a la vez surgieron combustiones en la cara de la mayoría de los piratas, esto sorprendentemente les asustó mucho y comenzaron a angustiarse de verdad.
¡Es una bruja! Mi capitán... ¡¡La leyendas eran ciertas!! ¡¡¡corred!!!
El capitán de los piratas parecía el único que no se creía aquello (lo de la brujería) y miró muy furioso a Yoko y luego a mi, a la vez que todos sus hombres corrían a toda velocidad muy, muy lejos de allí, seguramente a su barco para poner rumbo a dios sabe donde.
Nos volveremos a ver, no tengais duda.
Se giró y corrió trantando de alcanzar a sus tripulantes.
No lo entiendo... ¿En serio eso les asusta más que mi golpe anterior?
Mi cara de estupefacción y perpejidad era notable, me encogí de hombros dandolo por imposible y me giré para hablar con Yoko de frente.
Gracias Yoko, has estado muy bien.
Esbocé una tímida y muy breve sonrisa, el silencio inundó la escena por unos segundos.
He de irme... Te pediría que vinieses conmigo, pero ambos somos solitarios y si vamos juntos dejariamos de serlo pero... volveremos a vernos. ¿verdad?
Dije tendiendole la mano, serio, pero amistoso. Aquella chica merecía la pena y sabía que llegaría lejos. Nuestros caminos volverían a cruzarse seguro.
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Esos tipos creyeron que yo era una bruja, bueno , era comprensible, a lo mejor ellos no conocían lo de las frutas del diablo, solo lo hice para demostrarle que podía hacer a Taiko, menos el capitán, el no se asustó como los demas pero como sus hombres huyeron del lugar, el no tenía nada que hacer contra nosotros dos, así que desertó insinuando que nos volveríamos a ver, cosa que yo no creía.
-Gracias Yoko, has estado muy bien.-
Una sonrisa con un poco de ego alto surgió , haciendome sentir poderosa y una mujer fuerte, cosa que no muchas veces en mi pasado sentía, le debía mucho a este hombre, hace tiempo que no conocía a alguien que me hiciera encender mi alma de esta forma, pero de un momento a otro, dejé de sonreir.
-He de irme... Te pediría que vinieses
conmigo, pero ambos somos solitarios y si vamos juntos dejariamos de
serlo pero... volveremos a vernos. ¿verdad?.-
No, no podría ir con el, estoy destinada a viajar solitariamente, pero lo que estaba segura que en alguna de nuestras aventuras y experiencias volveríamos a vernos, sería algo mas grande, lo presentía desde el fondo de mi rojo corazón, suspiré y con palabras de valentía, no quería despedirme de él pero ya la noche llegaría a su fin.
-Ya me lo imaginaba, te me has adelantado, aceptaría ir contigo, pero en otra ocasión y quizás en otra vida, los destinos se cruzan por alguna razón, así que nos volveremos a encontrar porque el mismo destino lo quiere, así que si algún día ves fuego en algún lugar, búscalo, investiga, ahí estaré yo.-
Llena de una imparable emoción y tristeza, corrí a abrazar a Taiko con un gran abrazo de oso y posteriormente besándolo en la mejilla con tal fuerza que creo que le hubiera dolido mi gran beso.
Separándome de él, con la adrenalina que poseía en mi cuerpo en ese instante, corrí a algun lugar que me llevara a otro, así como solitaria que viajo en el mundo, me volteé y levantando, balanceando mi mano derecha me despedí de mi anterior amigo y compañero de tragos, que enrealidad se habría convertido en mucho más, bueno, así soy yo, me encariño con la gente que creo me cruzaré nuevamente en algun lugar del universo, con una gran sonrisa corrí , hacia donde el viento me lleve.
-Gracias Yoko, has estado muy bien.-
Una sonrisa con un poco de ego alto surgió , haciendome sentir poderosa y una mujer fuerte, cosa que no muchas veces en mi pasado sentía, le debía mucho a este hombre, hace tiempo que no conocía a alguien que me hiciera encender mi alma de esta forma, pero de un momento a otro, dejé de sonreir.
-He de irme... Te pediría que vinieses
conmigo, pero ambos somos solitarios y si vamos juntos dejariamos de
serlo pero... volveremos a vernos. ¿verdad?.-
No, no podría ir con el, estoy destinada a viajar solitariamente, pero lo que estaba segura que en alguna de nuestras aventuras y experiencias volveríamos a vernos, sería algo mas grande, lo presentía desde el fondo de mi rojo corazón, suspiré y con palabras de valentía, no quería despedirme de él pero ya la noche llegaría a su fin.
-Ya me lo imaginaba, te me has adelantado, aceptaría ir contigo, pero en otra ocasión y quizás en otra vida, los destinos se cruzan por alguna razón, así que nos volveremos a encontrar porque el mismo destino lo quiere, así que si algún día ves fuego en algún lugar, búscalo, investiga, ahí estaré yo.-
Llena de una imparable emoción y tristeza, corrí a abrazar a Taiko con un gran abrazo de oso y posteriormente besándolo en la mejilla con tal fuerza que creo que le hubiera dolido mi gran beso.
Separándome de él, con la adrenalina que poseía en mi cuerpo en ese instante, corrí a algun lugar que me llevara a otro, así como solitaria que viajo en el mundo, me volteé y levantando, balanceando mi mano derecha me despedí de mi anterior amigo y compañero de tragos, que enrealidad se habría convertido en mucho más, bueno, así soy yo, me encariño con la gente que creo me cruzaré nuevamente en algun lugar del universo, con una gran sonrisa corrí , hacia donde el viento me lleve.
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