Ran Tsubasa
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Exp: 1800
Nivel: 8
Nombre: Ran Tsubasa.
Apodo: No tiene apodos, simplemente la llaman Ran.
Edad: 22 años.
Sexo: Mujer.
Raza: Skypieana.
Rango social: Bajo.
Descripción Akuma No mi: Aya Aya no mi.
-Tipo: Paramecia.
-Apariencia de la fruta: Se trata de una fruta de color lima y con forma de fresa. Las pepitas son de un tono marrón claro.
-Poder Característico: Gracias a esta fruta, el usuario que la ingiere es capaz de ver el aura de la gente, pudiendo así adivinar qué sentimientos predominan en las personas. Únicamente puede detectar estos sentimientos, pero es incapaz de alterarlos con el poder de la fruta.
-Historia: Ran siempre había sido una niña un tanto inocente y despreocupada. Vivía en una zona tranquila de Skypiea, donde el peligro no tenía nombre. Todos se conocían a la perfección, y nunca frecuentaba la zona gente nueva. Por eso mismo, la niña solía pasarse las tardes jugando en la calle. Lo que más le gustaba era ir a la ciudad y hablar con los comerciantes y ancianas. A nadie se le hubiera ocurrido hacerle daño a esa dulce niña, ni siquiera al anciano tendero de la frutería, que, en un acto inconsciente, le regaló a Ran una extraña fruta que le acababa de llegar. No sabía de qué se trataba en realidad, y que la vida de la niña cambió a partir de ese momento.
Descripción estilo de lucha: No tiene ningún estilo de lucha puesto que no ha sido entrenada para combatir.
Descripción física: Ran es una joven de 22 años que suele aparentar bastantes menos debido a sus finos rasgos, su pequeña estatura, y su débil complexión, ya que nunca le ha gustado ni ha necesitado pelear ni fortalecerse de ningún modo. Sus ojos son azules y profundos, y su pelo castaño es liso, suave, y no muy corto, lo lleva un poco más largo que la altura de los hombros. Su nariz es fina, y algo que llama más la atención que las níveas alas a su espalda, es su dulce sonrisa, que no abandona su rostro en ningún momento.
Descripción psicológica: Es una persona muy dulce, cariñosa y humilde. No le gusta discutir ni llevarle la contraria a la gente. Debido a este comportamiento, se suelen aprovechar de ella, lo sabe y no le importa. Lo único que quiere es vivir en paz y sin problemas. Le gusta ayudar a la gente, y no soporta sentirse impotente cuando es incapaz de cumplir sus objetivos.
Gustos: Sentirse útil, poder ayudar a los demás desinteresadamente. Le relaja jugar a los dardos y le vuelve loca el dulce y cualquier tipo de ser vivo, los días de lluvia en los que las gotas se deslizan por su rostro, lamer la cuchara tras haber removido la masa para un postre, el olor a hierba… Pero, sin duda, lo que más le gusta es sentir su saxofón entre sus manos, notar cómo el aire se desliza por su boca para introducirse en su instrumento y crear arte, o acariciar las teclas del piano bajo sus finos dedos. También le agrada dibujar, deslizar su lápiz por las hojas de su cuaderno para plasmar lo que nadie más ve. Y otra cosa que le gusta es deleitar a las masas con su dulce voz.
Desagrados: No le gustan los sabores amargos ni picantes. Odia a las personas que maltratan a seres inocentes e indefensos, el sonido de la puerta al ser golpeada por la señora Yuko para cobrarle el alquiler, y que en invierno la tela de la manga de su camiseta roce con la palma de su mano. No soporta a la gente que alza la voz en una conversación, las personas presuntuosas, y los hombres que no saben hacer otra cosa más que babear tras mujeres bonitas.
Habilidades: Sus hobbies son también sus habilidades. Es muy diestra con el saxofón y el piano, aprende deprisa y no suele equivocarse al tocarlo. Cantar sin desafinar y con un tono suave no supone un problema para ella, y dibujar con trazos precisos y fidelidad al modelo es como un sencillo juego. También se puede decir que tiene buena puntería, aunque solo la utiliza para jugar a los dardos.
Torpeza: A parte de las habilidades anteriores, se podría decir que es bastante torpe con todo lo que se propone. Cuando intenta cocinar, lo más sensato es alejarse unos metros a la redonda. No tiene ni idea sobre ingeniería, y el deporte no es su fuerte, no posee fuerza ni resistencia. Además, tampoco es buena en medicina, se marea con la sangre.
Profesiones:
Tiradora Lvl. 5 (Aficionado): puede disparar a objetivos inmóviles a una distancia máxima de 400 metros. Únicamente los proyectiles fabricados especialmente para su arma son eficaces
Música Lvl. 5 (Aprendiz elemental): sabe lo básico para leer partituras y no desafinar.
Bufona Lvl. 5 (Payasete): Es capaz de realizar algunos trucos de malabares, pero no les prestan mucha atención.
Banda: Ninguna.
Armas: Siempre lleva dos pequeños cuchillos que suele usar para jugar a lanzarlos a un punto fijo. Tan solo los utiliza como entretenimiento, nunca como arma.
Historia: Todo acabó, y, paradójicamente comenzó, un lluvioso día. Las gotas de lluvia repicaban sobre el cristal de la ventana de Ran, formando una gloriosa melodía que tan solo ella era capaz de percibir. Y mientras este concierto tenía lugar, ella observaba atentamente como las pequeñas partículas de agua se deslizaban en una danza impredecible e irregular, armoniosa al fin y al cabo. Los trinos de los pájaros que solían escucharse a primera hora de la mañana habían sido arrastrados por la lluvia, pudiéndose apreciar ese único sonido.
Llevaba mucho tiempo pensándolo, esta decisión no debía tomarse a la ligera, y al final, había llegado a una conclusión. Se separó de aquel cristal por última vez mientras apoyaba su mano derecha sobre él, notando cómo el vaho dejaba la huella de su mano marcada en el frío ventanal. Se incorporó y lanzó una última y fugaz mirada mientras se alejaba hacia la puerta. La inseguridad volvió a apoderarse de ella durante unos segundos, pero ahora no podía echarse atrás.
Tomó con delicadeza una hoja y una pluma, y mientras mojaba la estilográfica en la húmeda y oscura tinta, las palabras que se arremolinaban en su mente, iban siendo trasladadas al papel por una indecisa mano.
Ran dobló la nota en un pliegue casi perfecto por la mitad y la dejó sobre su cama, bien a la vista. Se giró sobre sus pasos para coger el estuche de su saxofón y una pequeña mochila provista de algo de dinero, comida, bebida, y un bloc de dibujo con un carboncillo y una goma. Eso sería suficiente.
Mochila a la espalda, abrió la puerta sigilosamente y se escabulló de su cuarto para hacer lo propio con la puerta de su casa. Eran las cinco de la mañana, Skypiea se encontraba sumida en una casi absoluta oscuridad, puesto que los rayos del sol aún no habían hecho acto de presencia, y las nubes tormentosas contribuían a aumentar la penumbra.
La skypieana comenzó a caminar con paso ligero, sin detenerse ni mirar atrás. El sonido de sus pasos contra el suelo encharcado retumbaba por las estrechas callejuelas que solía frecuentar. La nostalgia le hizo titubear de nuevo, pero pronto recordó su sueño y que era su única oportunidad, así que aceleró el paso.
En poco tiempo alcanzó su objetivo, el barco de los piratas que hacía tan solo unos días habían llegado a Skypiea. Había estado hablando con ellos, a pesar de las advertencias de sus padres. Eran unos piratas con pinta andrajosa y poco dinero, pero gracias a su poder, ella sabía perfectamente cómo eran realmente, gente sin posibilidades y nada que perder. Nunca se habían presentado como una amenaza, pero los skypieanos seguían sin confiar del todo en ellos. Ran supo ver más allá. Había ido todas las noches al barco de los piratas para cantar, tocar canciones y dibujarles. Nunca se lo había pasado tan bien.
Ellos fueron los que la animaron a dar el paso. Lo tenían todo planeado, esa misma mañana, a primera hora, la esperarían en el barco y la llevarían a cualquier pueblecito que se encontrasen por el camino. A Ran le hubiera gustado poder acompañarles, pero sabía que la vida pirata no era para ella.
Tal y como acordaron, subió al barco y emprendieron el viaje. Cuando zarparon, intentó no volver la vista atrás, sabiendo que podía arrepentirse en último momento, peor no lo hizo. Por primera vez en su vida, bajó de la isla del cielo. Permaneció unos meses en el barco hasta que, finalmente, encontraron una isla con pequeño pueblecito perfecto para ella, la Villa de Syrup.
No quería dejar a sus nuevos amigos, pero no le quedaba más remedio. Esos últimos meses había vivido de verdad, sin pensar demasiado en sus padres. Había disfrutado de la experiencia, pero ahora era el momento de empezar su nueva vida. Bajó del barco, atracado en la isla, y se despidió efusivamente de los piratas.
Una vez en la isla, buscó una casa de alquiler en la que poder vivir y un trabajo en que se encontraba medianamente a gusto. Actualmente, trabaja en un bar lujoso como música y cantante, donde, de vez en cuando, se exponen algunas pinturas suyas.
Mar de origen:El paraíso.
Pertenencias: Las únicas pertenencias que conserva de su país natal, Skypiea, son un brazalete dorado de su madre con el símbolo de su familia y un peculiar animal que es su mascota desde que era pequeña, Momo. Este animalillo es similar a un conejo, pero un poco más grande y con unas orejas más altas.
Botín de partidas: Ninguno por el momento.
Sueños: Su sueño es poder vivir de su arte, convertirse en una famosa música y que sus pinturas sean reconocidas.
Referido por: Multicuenta de Elizabeth Jane.
Nivel: 8
Nombre: Ran Tsubasa.
Apodo: No tiene apodos, simplemente la llaman Ran.
Edad: 22 años.
Sexo: Mujer.
Raza: Skypieana.
Rango social: Bajo.
Descripción Akuma No mi: Aya Aya no mi.
-Tipo: Paramecia.
-Apariencia de la fruta: Se trata de una fruta de color lima y con forma de fresa. Las pepitas son de un tono marrón claro.
-Poder Característico: Gracias a esta fruta, el usuario que la ingiere es capaz de ver el aura de la gente, pudiendo así adivinar qué sentimientos predominan en las personas. Únicamente puede detectar estos sentimientos, pero es incapaz de alterarlos con el poder de la fruta.
-Historia: Ran siempre había sido una niña un tanto inocente y despreocupada. Vivía en una zona tranquila de Skypiea, donde el peligro no tenía nombre. Todos se conocían a la perfección, y nunca frecuentaba la zona gente nueva. Por eso mismo, la niña solía pasarse las tardes jugando en la calle. Lo que más le gustaba era ir a la ciudad y hablar con los comerciantes y ancianas. A nadie se le hubiera ocurrido hacerle daño a esa dulce niña, ni siquiera al anciano tendero de la frutería, que, en un acto inconsciente, le regaló a Ran una extraña fruta que le acababa de llegar. No sabía de qué se trataba en realidad, y que la vida de la niña cambió a partir de ese momento.
Descripción estilo de lucha: No tiene ningún estilo de lucha puesto que no ha sido entrenada para combatir.
Descripción física: Ran es una joven de 22 años que suele aparentar bastantes menos debido a sus finos rasgos, su pequeña estatura, y su débil complexión, ya que nunca le ha gustado ni ha necesitado pelear ni fortalecerse de ningún modo. Sus ojos son azules y profundos, y su pelo castaño es liso, suave, y no muy corto, lo lleva un poco más largo que la altura de los hombros. Su nariz es fina, y algo que llama más la atención que las níveas alas a su espalda, es su dulce sonrisa, que no abandona su rostro en ningún momento.
- Spoiler:
Descripción psicológica: Es una persona muy dulce, cariñosa y humilde. No le gusta discutir ni llevarle la contraria a la gente. Debido a este comportamiento, se suelen aprovechar de ella, lo sabe y no le importa. Lo único que quiere es vivir en paz y sin problemas. Le gusta ayudar a la gente, y no soporta sentirse impotente cuando es incapaz de cumplir sus objetivos.
Gustos: Sentirse útil, poder ayudar a los demás desinteresadamente. Le relaja jugar a los dardos y le vuelve loca el dulce y cualquier tipo de ser vivo, los días de lluvia en los que las gotas se deslizan por su rostro, lamer la cuchara tras haber removido la masa para un postre, el olor a hierba… Pero, sin duda, lo que más le gusta es sentir su saxofón entre sus manos, notar cómo el aire se desliza por su boca para introducirse en su instrumento y crear arte, o acariciar las teclas del piano bajo sus finos dedos. También le agrada dibujar, deslizar su lápiz por las hojas de su cuaderno para plasmar lo que nadie más ve. Y otra cosa que le gusta es deleitar a las masas con su dulce voz.
Desagrados: No le gustan los sabores amargos ni picantes. Odia a las personas que maltratan a seres inocentes e indefensos, el sonido de la puerta al ser golpeada por la señora Yuko para cobrarle el alquiler, y que en invierno la tela de la manga de su camiseta roce con la palma de su mano. No soporta a la gente que alza la voz en una conversación, las personas presuntuosas, y los hombres que no saben hacer otra cosa más que babear tras mujeres bonitas.
Habilidades: Sus hobbies son también sus habilidades. Es muy diestra con el saxofón y el piano, aprende deprisa y no suele equivocarse al tocarlo. Cantar sin desafinar y con un tono suave no supone un problema para ella, y dibujar con trazos precisos y fidelidad al modelo es como un sencillo juego. También se puede decir que tiene buena puntería, aunque solo la utiliza para jugar a los dardos.
Torpeza: A parte de las habilidades anteriores, se podría decir que es bastante torpe con todo lo que se propone. Cuando intenta cocinar, lo más sensato es alejarse unos metros a la redonda. No tiene ni idea sobre ingeniería, y el deporte no es su fuerte, no posee fuerza ni resistencia. Además, tampoco es buena en medicina, se marea con la sangre.
Profesiones:
Tiradora Lvl. 5 (Aficionado): puede disparar a objetivos inmóviles a una distancia máxima de 400 metros. Únicamente los proyectiles fabricados especialmente para su arma son eficaces
Música Lvl. 5 (Aprendiz elemental): sabe lo básico para leer partituras y no desafinar.
Bufona Lvl. 5 (Payasete): Es capaz de realizar algunos trucos de malabares, pero no les prestan mucha atención.
Banda: Ninguna.
Armas: Siempre lleva dos pequeños cuchillos que suele usar para jugar a lanzarlos a un punto fijo. Tan solo los utiliza como entretenimiento, nunca como arma.
Historia: Todo acabó, y, paradójicamente comenzó, un lluvioso día. Las gotas de lluvia repicaban sobre el cristal de la ventana de Ran, formando una gloriosa melodía que tan solo ella era capaz de percibir. Y mientras este concierto tenía lugar, ella observaba atentamente como las pequeñas partículas de agua se deslizaban en una danza impredecible e irregular, armoniosa al fin y al cabo. Los trinos de los pájaros que solían escucharse a primera hora de la mañana habían sido arrastrados por la lluvia, pudiéndose apreciar ese único sonido.
Llevaba mucho tiempo pensándolo, esta decisión no debía tomarse a la ligera, y al final, había llegado a una conclusión. Se separó de aquel cristal por última vez mientras apoyaba su mano derecha sobre él, notando cómo el vaho dejaba la huella de su mano marcada en el frío ventanal. Se incorporó y lanzó una última y fugaz mirada mientras se alejaba hacia la puerta. La inseguridad volvió a apoderarse de ella durante unos segundos, pero ahora no podía echarse atrás.
Tomó con delicadeza una hoja y una pluma, y mientras mojaba la estilográfica en la húmeda y oscura tinta, las palabras que se arremolinaban en su mente, iban siendo trasladadas al papel por una indecisa mano.
- Spoiler:
- Papá y mamá:
Hace tiempo que me siento vacía y confusa, sin un objetivo claro en la vida. Vuestras constantes réplicas son el foco de mis sentimientos y de mi inseguridad. Siento no haber podido ser lo que deseabais, no haber cumplido vuestras expectativas, y creo que es el momento de empezar a vivir.
Pensaréis que esto es un rebote sin importancia, un enfado sin sentido e infantil, pero no pienso volver. Nunca he querido trabajar de ingeniera en el taller, no quiero casarme con un tipo rico, y desde luego, no pienso dejar atrás lo que me gusta. Esos no son mis planes. Quiero una vida tranquila, en un pequeño lugar donde poder realizar las tareas que me gusten, sin presiones ni críticas malsanas.
Reitero que esto no es un capricho ni un enfado pueril. No estoy para nada cabreada con vosotros ni cuestionaré vuestros dotes como padres, a diferencia de vosotros, que siempre aprovechabais la mínima ocasión para replicarme. Tampoco es una amenaza ni hay oportunidad de cambio, tan solo os informo de mis planes. Por primera vez, voy a poder hacer lo que realmente quiero, sí, esas cosas que veis tan inútiles e improductivas.
Sé perfectamente lo que sentís al verme: decepción. Así que me marcho a un lugar lejano en el que sepan apreciarme, así que ahora que seré feliz, no os molestéis en buscarme para hacerme volver. Si queréis hacer una cosa bien como padres, dejadme rehacer mi vida.
Ran dobló la nota en un pliegue casi perfecto por la mitad y la dejó sobre su cama, bien a la vista. Se giró sobre sus pasos para coger el estuche de su saxofón y una pequeña mochila provista de algo de dinero, comida, bebida, y un bloc de dibujo con un carboncillo y una goma. Eso sería suficiente.
Mochila a la espalda, abrió la puerta sigilosamente y se escabulló de su cuarto para hacer lo propio con la puerta de su casa. Eran las cinco de la mañana, Skypiea se encontraba sumida en una casi absoluta oscuridad, puesto que los rayos del sol aún no habían hecho acto de presencia, y las nubes tormentosas contribuían a aumentar la penumbra.
La skypieana comenzó a caminar con paso ligero, sin detenerse ni mirar atrás. El sonido de sus pasos contra el suelo encharcado retumbaba por las estrechas callejuelas que solía frecuentar. La nostalgia le hizo titubear de nuevo, pero pronto recordó su sueño y que era su única oportunidad, así que aceleró el paso.
En poco tiempo alcanzó su objetivo, el barco de los piratas que hacía tan solo unos días habían llegado a Skypiea. Había estado hablando con ellos, a pesar de las advertencias de sus padres. Eran unos piratas con pinta andrajosa y poco dinero, pero gracias a su poder, ella sabía perfectamente cómo eran realmente, gente sin posibilidades y nada que perder. Nunca se habían presentado como una amenaza, pero los skypieanos seguían sin confiar del todo en ellos. Ran supo ver más allá. Había ido todas las noches al barco de los piratas para cantar, tocar canciones y dibujarles. Nunca se lo había pasado tan bien.
- Spoiler:
Ellos fueron los que la animaron a dar el paso. Lo tenían todo planeado, esa misma mañana, a primera hora, la esperarían en el barco y la llevarían a cualquier pueblecito que se encontrasen por el camino. A Ran le hubiera gustado poder acompañarles, pero sabía que la vida pirata no era para ella.
Tal y como acordaron, subió al barco y emprendieron el viaje. Cuando zarparon, intentó no volver la vista atrás, sabiendo que podía arrepentirse en último momento, peor no lo hizo. Por primera vez en su vida, bajó de la isla del cielo. Permaneció unos meses en el barco hasta que, finalmente, encontraron una isla con pequeño pueblecito perfecto para ella, la Villa de Syrup.
No quería dejar a sus nuevos amigos, pero no le quedaba más remedio. Esos últimos meses había vivido de verdad, sin pensar demasiado en sus padres. Había disfrutado de la experiencia, pero ahora era el momento de empezar su nueva vida. Bajó del barco, atracado en la isla, y se despidió efusivamente de los piratas.
Una vez en la isla, buscó una casa de alquiler en la que poder vivir y un trabajo en que se encontraba medianamente a gusto. Actualmente, trabaja en un bar lujoso como música y cantante, donde, de vez en cuando, se exponen algunas pinturas suyas.
- Spoiler:
Mar de origen:El paraíso.
Pertenencias: Las únicas pertenencias que conserva de su país natal, Skypiea, son un brazalete dorado de su madre con el símbolo de su familia y un peculiar animal que es su mascota desde que era pequeña, Momo. Este animalillo es similar a un conejo, pero un poco más grande y con unas orejas más altas.
Botín de partidas: Ninguno por el momento.
Sueños: Su sueño es poder vivir de su arte, convertirse en una famosa música y que sus pinturas sean reconocidas.
Referido por: Multicuenta de Elizabeth Jane.
Suzaku
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Pásate por registros para recibir el color:
https://www.onepiece-definitiverol.com/t3024-registro-de-avatares
https://www.onepiece-definitiverol.com/t3022-registro-akuma-no-mi
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.