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Akuma no mi
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Últimamente estaba bebiendo demasiado, tanto que apenas recordaba mis viajes.
Tras separarme de mis hermanos, hace dos años, me había dado demasiado a la bebida, y antes del encuentro con ellos, había decidido pegarme la gran fiesta en Kyuuka.
Y bueno, ahí estaba, ahora mismo, volando por los aires saliendo por la puerta del bar, debido a un empujón. Un hombre se sintió ofendido por que miré el escote de su novia, y decidió acompañarme fuera del bar de formas toscas.
Tras caer al suelo y toser un poco riendo, me levanté, justo a tiempo de recibir en la cara un puñetazo de dicho hombre, que me atravesó, debido a mi condición Logia.
El golpe me dio justo en la zona del ojo izquierdo, y yo miraba sonriente a mi ahora aterrorizado "atacante"
¿E... eres... un usuario?
Nah, soy leproso
Tras eso, levanté mis manos y grité
ASDALKFJHABSJKFMASBVFAGJBKNA
Y el hombre cayó al suelo de espaldas, sentado, y huyó hacia dentro del bar, donde ya me miraban como a un bicho raro.
Tras eso, mi cara se recompuso y yo me dirigí a un bar cercano a seguir bebiendo. Abrí la puerta y entré
Tras separarme de mis hermanos, hace dos años, me había dado demasiado a la bebida, y antes del encuentro con ellos, había decidido pegarme la gran fiesta en Kyuuka.
Y bueno, ahí estaba, ahora mismo, volando por los aires saliendo por la puerta del bar, debido a un empujón. Un hombre se sintió ofendido por que miré el escote de su novia, y decidió acompañarme fuera del bar de formas toscas.
Tras caer al suelo y toser un poco riendo, me levanté, justo a tiempo de recibir en la cara un puñetazo de dicho hombre, que me atravesó, debido a mi condición Logia.
El golpe me dio justo en la zona del ojo izquierdo, y yo miraba sonriente a mi ahora aterrorizado "atacante"
¿E... eres... un usuario?
Nah, soy leproso
Tras eso, levanté mis manos y grité
ASDALKFJHABSJKFMASBVFAGJBKNA
Y el hombre cayó al suelo de espaldas, sentado, y huyó hacia dentro del bar, donde ya me miraban como a un bicho raro.
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Decidí gastar mi tiempo en una de mis desventuras, en una fiesta en una isla llamada Kyuuka, eran días vagos así que sin nada que hacer, me dirijí hacia allá y tome rumbo a la fiesta presente en el lugar, viendo el lugar y la gente parecía tomarse vacaciones de una vida de... nada, me dije a mi misma.
-¿Que rayos hará esta gente en su tiempo ocupado?-
De echo lo grité, y todos me miraron raro pero rieron, parecía que todo se tomaba con calma en ese lugar, me agradaba, ya echo bien el análisis en el lugar, me dirijí a un bar cercano a la fiesta, prefería ser parte importante de algo pequeño que poco de algo grande. Encontré un bar cercano a la fiesta, con varia gente ebria pero pasandola bomba, al entrar choqué con un tipo ebrio que no paraba de decirme piropos, no lo tomé a mal debido a que no quería pasarmela de mala gana en ese momento asi que solo le sonreí, pero con mi poder de Akuma, quemé su cigarro que traía por desubicado.
Al entrar me senté en una mesa con 2 tipos más, estos no paraban de hablar de algo de una venganza a un pirata que andaba por estos lados, pero no me importaba mucho, solo les saqué su trago que siquiera estaba abierto, así que empezé a beber de la forma mas tranquila esperando que algo pasara, estaba encendida en ese momento, que nada me sorprendía.
-¿Que nada puede pasar en ese aburrido lugar?-
Todos me miraron feo, menos algunos tipos que me miraban con cara de pervertidos, pero me parecía , prefería que se pusieran a discutir, pelear, algo emocionante, a que esten tirados sin hacer nada, me tenía loca la calma y escuchar las conversaciones de todos en el bar, me faltaba algo mas loco, y ví a un hombre de una barbilla que me encantó, entrar al bar, y pensé -Me da que el encenderá el lugar-.
-¿Que rayos hará esta gente en su tiempo ocupado?-
De echo lo grité, y todos me miraron raro pero rieron, parecía que todo se tomaba con calma en ese lugar, me agradaba, ya echo bien el análisis en el lugar, me dirijí a un bar cercano a la fiesta, prefería ser parte importante de algo pequeño que poco de algo grande. Encontré un bar cercano a la fiesta, con varia gente ebria pero pasandola bomba, al entrar choqué con un tipo ebrio que no paraba de decirme piropos, no lo tomé a mal debido a que no quería pasarmela de mala gana en ese momento asi que solo le sonreí, pero con mi poder de Akuma, quemé su cigarro que traía por desubicado.
Al entrar me senté en una mesa con 2 tipos más, estos no paraban de hablar de algo de una venganza a un pirata que andaba por estos lados, pero no me importaba mucho, solo les saqué su trago que siquiera estaba abierto, así que empezé a beber de la forma mas tranquila esperando que algo pasara, estaba encendida en ese momento, que nada me sorprendía.
-¿Que nada puede pasar en ese aburrido lugar?-
Todos me miraron feo, menos algunos tipos que me miraban con cara de pervertidos, pero me parecía , prefería que se pusieran a discutir, pelear, algo emocionante, a que esten tirados sin hacer nada, me tenía loca la calma y escuchar las conversaciones de todos en el bar, me faltaba algo mas loco, y ví a un hombre de una barbilla que me encantó, entrar al bar, y pensé -Me da que el encenderá el lugar-.
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Ya estaba dentro. Nadie, o casi nadie miraba a la puerta, y yo, aunque borracho, sabía mantener la compostura y controlarme. Aunque no me apetecía mucho, y me tanteé los bolsillos. Estaba sin blanca, como siempre. Me palpeé por el pecho, y nada, nada de dinero.
Caí en la cuenta y urgé en mi sombrero, sacando un billete, y mirandolo entre mis manos, extendidas frente a mi cara, sonréi.
Mi vista se fijó por un segundo en una chica pelirroja al fondo del bar, preciosa, aunque malhumorada.
Pero no estaba en condiciones caballerescas, y tenía la mente más enfocada en seguir bebiendo que en sexo, por extraño que pareciera en mi.
Aunque sufría un pequeño debate mental.
Vamos Sohem.... hic... primero la copa, luego la chica... aun no estás suficientemente sexy... ella es sexy... no quiere sexo... ¿quiere sexo?... Oh, yo quería una copa
Casi por pura inercia me di cuenta de que ya estaba en la barra extendiendo el billete y recibiendo una jarra de cerveza enorme desde el lado del camarero
¡Waaaajajajajajajajajaja! ¡Gracias jefe!
Y empecé a beber de nuevo, con la extraña sensación de que quería hacer algo, pero no me acordaba.
Caí en la cuenta y urgé en mi sombrero, sacando un billete, y mirandolo entre mis manos, extendidas frente a mi cara, sonréi.
Mi vista se fijó por un segundo en una chica pelirroja al fondo del bar, preciosa, aunque malhumorada.
Pero no estaba en condiciones caballerescas, y tenía la mente más enfocada en seguir bebiendo que en sexo, por extraño que pareciera en mi.
Aunque sufría un pequeño debate mental.
Vamos Sohem.... hic... primero la copa, luego la chica... aun no estás suficientemente sexy... ella es sexy... no quiere sexo... ¿quiere sexo?... Oh, yo quería una copa
Casi por pura inercia me di cuenta de que ya estaba en la barra extendiendo el billete y recibiendo una jarra de cerveza enorme desde el lado del camarero
¡Waaaajajajajajajajajaja! ¡Gracias jefe!
Y empecé a beber de nuevo, con la extraña sensación de que quería hacer algo, pero no me acordaba.
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El tipo que miraba parecía perdido, confundido, me preguntaba si quizás sabia donde estaba parado, me hizo mucha gracia, observé que estaba como buscando alguna cosa en sus bolsillos sin ningún resultado aparente, se tocaba y tocaba buscando algo, creí que era alguna joya o algo aparente que había perdido, hasta que se sacó el sombrero y sacó un billete, cosa que me dio mucha curiosidad ¿quien trae dinero en los sombreros? , el tipo me miró, con una cara de que no sabía que hacia, lo veía y pareciera que estuviera divagando en su mente solo, como decidiendo que hacer, este tipo de verdad me causaba mucha gracia, era lo que le faltaba al aburrido bar.
Sorprendida por el tipo que hacía todo como con la mente en blanco, recibio una gran, gran jarra de cerveza para así empezar a beber que era lo que imaginaba, hacen todos los que vienen aquí.
-¿Que diantros hago aquí sentada? , iré a por él.-
Levantada y decidida de conocer a ese hombre misterioso, me imaginaba muchas cosas en mi cabeza al llegar al lugar en donde se encontraba él, lo primero era que podría hasta violarme, pero no creo, también que sería una clase de bufón o un payaso ebrio , de esos a los que les caen bien a todos, y otra que sería un tipo loco que me agradaría, de esos que buscan desventuras, como me gustan a mí, alocados, me dirije hacia su posición y calmadamente y con voz con tono ligeramente sexy.
-¿No sabes ni que estas pensando, verdad hombre?-
Sorprendida por el tipo que hacía todo como con la mente en blanco, recibio una gran, gran jarra de cerveza para así empezar a beber que era lo que imaginaba, hacen todos los que vienen aquí.
-¿Que diantros hago aquí sentada? , iré a por él.-
Levantada y decidida de conocer a ese hombre misterioso, me imaginaba muchas cosas en mi cabeza al llegar al lugar en donde se encontraba él, lo primero era que podría hasta violarme, pero no creo, también que sería una clase de bufón o un payaso ebrio , de esos a los que les caen bien a todos, y otra que sería un tipo loco que me agradaría, de esos que buscan desventuras, como me gustan a mí, alocados, me dirije hacia su posición y calmadamente y con voz con tono ligeramente sexy.
-¿No sabes ni que estas pensando, verdad hombre?-
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Escuche una voz
-¿No sabes ni que estas pensando, verdad hombre?-
Y tras terminar el primer trago y sin girarme para mirar contesté
Si... Quería esta cerveza y luego iba a ir a por la belleza pelirroja del fondo... que está realmente buena... para ver si me la...
Y entonces giré mi cara y la vi.
Era la mujer pelirroja, me miraba, la miraba, silencio entre los dos, pero no en el bar, mi cara era bastante inexpresiva, como si no me enterara de quien era, pues no la conocía.
Para ver si me la tiro
Terminé y volví a beber de mi jarra de cerveza
¡Idiota es ella!
Los colores empezaron a subirme, estaba un poco avergonzado por que mi lengua había ido más rápido que mis pensamientos, y no lo podía permitir... acababa de ser demasiado directo con la chica pelirroja, y disimuladamente, mientras bebía, miraba por el rabillo del ojo, esperando su reacción
De esto no puede salir nada bueno...
-¿No sabes ni que estas pensando, verdad hombre?-
Y tras terminar el primer trago y sin girarme para mirar contesté
Si... Quería esta cerveza y luego iba a ir a por la belleza pelirroja del fondo... que está realmente buena... para ver si me la...
Y entonces giré mi cara y la vi.
Era la mujer pelirroja, me miraba, la miraba, silencio entre los dos, pero no en el bar, mi cara era bastante inexpresiva, como si no me enterara de quien era, pues no la conocía.
Para ver si me la tiro
Terminé y volví a beber de mi jarra de cerveza
¡Idiota es ella!
Los colores empezaron a subirme, estaba un poco avergonzado por que mi lengua había ido más rápido que mis pensamientos, y no lo podía permitir... acababa de ser demasiado directo con la chica pelirroja, y disimuladamente, mientras bebía, miraba por el rabillo del ojo, esperando su reacción
De esto no puede salir nada bueno...
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Al momento de dirigirme hacia donde estaba el hombre y decirle mis palabras, le escuché decir mientras se estaba mirando de frente , pareciera que no sabía que hacia de verdad.
Si... Quería esta cerveza y luego iba a ir
a por la belleza pelirroja del fondo... que está realmente buena...
para ver si me la...
Y luego parecía que sin pensarlo el tío hablo sin pensar...
Para ver si me la tiro
Que verguenza me dio, se notaba que me tenía ganas o algo similar, me sonrojé y el chico se dio vuelta, parecía que no supiera que estaba ahí y solo lo dijo, me imaginé que estaba bastante ebrio, lo parecía y solo yo como tonta que soy, no lo noté desde un principio. Había notado las intenciones del tipo, quería tirar, follar, como se le llame, pero no me pareció mal, me gustaba la distorsión, tener mis momentos de placer y acción, así que no lo tomé a mal, pero me dio verguenza, muchísima...
Para reaccionar ante el tío, solo señalé al tipo de las cervezas que me diera una , le pagué y me senté al lado del tío este, esperando a que me diga algo más, no sería tan facil si cree que lo será, pero podría conseguirlo.
-Espera espera, ¿tirarte a quién?-
Respondí con sarcasmo para ver como reaccionaba el tipo, para ver si se avergonzaba como yo, pero si es hombre, es de esperarse que no, lo hacía para llevar a cabo las enseñanzas que me daba mi abuelo , que me decía.
"La vida no vale la pena si no te arriesgas, ¿a que no te has arriesgado a sacar una galleta que está arriba en el estante, y tu padre la tiene guardada para él?
Tomando en cuenta mi enseñanza, solo esperé la reaccion del tipo, sin antes provocarlo , me acomodé de forma sexy y provocadora mi bikini, para ver que hacía.
Si... Quería esta cerveza y luego iba a ir
a por la belleza pelirroja del fondo... que está realmente buena...
para ver si me la...
Y luego parecía que sin pensarlo el tío hablo sin pensar...
Para ver si me la tiro
Que verguenza me dio, se notaba que me tenía ganas o algo similar, me sonrojé y el chico se dio vuelta, parecía que no supiera que estaba ahí y solo lo dijo, me imaginé que estaba bastante ebrio, lo parecía y solo yo como tonta que soy, no lo noté desde un principio. Había notado las intenciones del tipo, quería tirar, follar, como se le llame, pero no me pareció mal, me gustaba la distorsión, tener mis momentos de placer y acción, así que no lo tomé a mal, pero me dio verguenza, muchísima...
Para reaccionar ante el tío, solo señalé al tipo de las cervezas que me diera una , le pagué y me senté al lado del tío este, esperando a que me diga algo más, no sería tan facil si cree que lo será, pero podría conseguirlo.
-Espera espera, ¿tirarte a quién?-
Respondí con sarcasmo para ver como reaccionaba el tipo, para ver si se avergonzaba como yo, pero si es hombre, es de esperarse que no, lo hacía para llevar a cabo las enseñanzas que me daba mi abuelo , que me decía.
"La vida no vale la pena si no te arriesgas, ¿a que no te has arriesgado a sacar una galleta que está arriba en el estante, y tu padre la tiene guardada para él?
Tomando en cuenta mi enseñanza, solo esperé la reaccion del tipo, sin antes provocarlo , me acomodé de forma sexy y provocadora mi bikini, para ver que hacía.
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No podía estar mas sonrojado y avergonzado. Acababa de decir una grosería de las que solo suelto peleando y... naturalmente, borracho.
Vi como ella se sonrojaba como yo, y pidiendo una cerveza se sentó a mi lado, diciéndo:
-Espera espera, ¿tirarte a quién?-
Terminé toda la jarra de cerveza de un trago bastante largo. No me esperaba tal acción por parte de la chica.
No parecía enfadada, y parecía más que dispuesta a entablar una conversación, así que, apoyé mi jarra de cerveza en la mesa y la aparté, girándome un poco para verla.
Era una chica pelirroja, con los ojos amarillos, al igual que yo. Era la primera persona que me encontraba en el mundo con el mismo color de ojos que yo.
Tenía un cuerpo esbelto y sexy, muy bien pulido y dimensionado.
Vestía una botas altas vaqueras, unas bragas negras con un cinturón, en el que llevaba algún arma en la que no reparé, y un bikini rojo con llamas. Al cuello una bufanda. Así mismo recogía su pelo con un pasador con forma de calavera.
Otra cosa en común, por que según se reflejaba en mi camiseta, a mi también me encantaban.
En ese preciso instante, ella se acomodaba y se recolocaba su bikini, moviendo ligeramente sus enormes pechos, de forma que a mi parecer, era provocadora, intencionada y sexy. Casi no pude disimular que se me abrieron los ojos como platos.
Tomando algo de aire, y concentrándome, gracias a mi condición logia, trasnformé la cantidad de alcohol en sangre en polvo, un remedio que hacía mucho para calmar mi estado de embriaguez, y así serenarme para poder hablar con ella.
Aparté a duras penas mi vista de sus pechos y mirándola a los ojos dije, sobrio como el que más
Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad y en este bar no hay un ruido tal como para no escuchar lo que se dice cara a cara...
No he sido... muy cortés... pero peco de sincero y directo, soy muy rudo en todo lo que hago... discúlpame, preciosa.
Sonreí abiertamente, era agradable charlar con ella, que, aparte de estar de muy buen ver, y de dedicarle de vez en cuando alguna mirada furtiva a sus pechos, tenía unos ojos hipnóticos para mi. Ese color no era común, pocas personas lo teníamos.
Je... perdona por no presentarme, mi nombre es Sohem
Dije extendiendo la mano derecha, con el tatuaje H A R D en los nudillos, mientras la sonreía
Y referente a tu pregunta, me refiero a ti, claramente
Concluí rascandome la barba como un ingenuo con la mano izquierda, con el tatuaje L O V E en los nudillos, sin parar de sonreír a aquella preciosa señorita
Si no la cago demasiado, puede que esta noche sea memorable
Vi como ella se sonrojaba como yo, y pidiendo una cerveza se sentó a mi lado, diciéndo:
-Espera espera, ¿tirarte a quién?-
Terminé toda la jarra de cerveza de un trago bastante largo. No me esperaba tal acción por parte de la chica.
No parecía enfadada, y parecía más que dispuesta a entablar una conversación, así que, apoyé mi jarra de cerveza en la mesa y la aparté, girándome un poco para verla.
Era una chica pelirroja, con los ojos amarillos, al igual que yo. Era la primera persona que me encontraba en el mundo con el mismo color de ojos que yo.
Tenía un cuerpo esbelto y sexy, muy bien pulido y dimensionado.
Vestía una botas altas vaqueras, unas bragas negras con un cinturón, en el que llevaba algún arma en la que no reparé, y un bikini rojo con llamas. Al cuello una bufanda. Así mismo recogía su pelo con un pasador con forma de calavera.
Otra cosa en común, por que según se reflejaba en mi camiseta, a mi también me encantaban.
En ese preciso instante, ella se acomodaba y se recolocaba su bikini, moviendo ligeramente sus enormes pechos, de forma que a mi parecer, era provocadora, intencionada y sexy. Casi no pude disimular que se me abrieron los ojos como platos.
Tomando algo de aire, y concentrándome, gracias a mi condición logia, trasnformé la cantidad de alcohol en sangre en polvo, un remedio que hacía mucho para calmar mi estado de embriaguez, y así serenarme para poder hablar con ella.
Aparté a duras penas mi vista de sus pechos y mirándola a los ojos dije, sobrio como el que más
Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad y en este bar no hay un ruido tal como para no escuchar lo que se dice cara a cara...
No he sido... muy cortés... pero peco de sincero y directo, soy muy rudo en todo lo que hago... discúlpame, preciosa.
Sonreí abiertamente, era agradable charlar con ella, que, aparte de estar de muy buen ver, y de dedicarle de vez en cuando alguna mirada furtiva a sus pechos, tenía unos ojos hipnóticos para mi. Ese color no era común, pocas personas lo teníamos.
Je... perdona por no presentarme, mi nombre es Sohem
Dije extendiendo la mano derecha, con el tatuaje H A R D en los nudillos, mientras la sonreía
Y referente a tu pregunta, me refiero a ti, claramente
Concluí rascandome la barba como un ingenuo con la mano izquierda, con el tatuaje L O V E en los nudillos, sin parar de sonreír a aquella preciosa señorita
Si no la cago demasiado, puede que esta noche sea memorable
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Mirando la reacción del chico ante mi sensual arreglo de busto, se veía pero anonadado de lo que acababa de hacer, bueno era entendible, con lo borracho que estaba creía yo , se sorprendía con todo. El tipo parecía relajarse un poco, y me pareció extraño pero el licor o alcohol que estaba tomando, se puso en polvo en un abrir y cerrar de ojos y este se lo comió y parecío estar mas sobrio o relajado que antes, parecía no quitarle la vista a mis pechos , pero me daba igual, me estaba dando atención y eso me importaba.
Me dijo que obviamente estaba borracho y que no había sido tan cortés... , pero me gustaba que fuera así de directo, no me gusta andarme con rodeos o precalentar las cosas, me aburre de cierto modo, me pidio disculpas y sonreí por ello, me gustaba este tipo, rudo y directo, otro tipo de hombre más conocido en mi lista.
-Je... perdona por no presentarme, mi nombre es Sohem.-
Ya llevabamos un punto más, se presentó, asi que ahora podría llamarle por su nombre y no como un tipo, Sohem... me pareció un extraño nombre, me fijé que tenía las manos tatuadas, exactamente los dedos, decia algo así como HARD, que sabía que querría decir con eso, pero bueno.
-Y referente a tu pregunta, me refiero a ti, claramente.-
Me sonrojé de una manera, ya lo esperaba, el quería tirar conmigo, como me lo imaginaba, ahora ví su otra mano y tenía otro tatuaje, con LOVE, tampoco entendí el significado que me dejó un poco intrigada pero no era de mucha importancia , sonrojada y un poco excitada por la situación, no sabía que decirle y hasta por inercia respondí.
-Me encantaría.-
Mierda, parecía que la había cagado , pero era el momento de sin pensar del día en el que Yoko Littner, se las mandaba denuevo, como siempre... , extremadamente roja me tapé los ojos y con una boca de tristeza de la de estar con verguenza, abrí un hueco entre mis dedos para ver que hacía Sohem ante la mierda que dije, ya no podía arrepentirme de haber dicho eso, aunque no me sentía para nada arrepentida, en cambio al estar tapada, así mismo susurré...
-Debería de haber menos gente, digo yo...-
Me dijo que obviamente estaba borracho y que no había sido tan cortés... , pero me gustaba que fuera así de directo, no me gusta andarme con rodeos o precalentar las cosas, me aburre de cierto modo, me pidio disculpas y sonreí por ello, me gustaba este tipo, rudo y directo, otro tipo de hombre más conocido en mi lista.
-Je... perdona por no presentarme, mi nombre es Sohem.-
Ya llevabamos un punto más, se presentó, asi que ahora podría llamarle por su nombre y no como un tipo, Sohem... me pareció un extraño nombre, me fijé que tenía las manos tatuadas, exactamente los dedos, decia algo así como HARD, que sabía que querría decir con eso, pero bueno.
-Y referente a tu pregunta, me refiero a ti, claramente.-
Me sonrojé de una manera, ya lo esperaba, el quería tirar conmigo, como me lo imaginaba, ahora ví su otra mano y tenía otro tatuaje, con LOVE, tampoco entendí el significado que me dejó un poco intrigada pero no era de mucha importancia , sonrojada y un poco excitada por la situación, no sabía que decirle y hasta por inercia respondí.
-Me encantaría.-
Mierda, parecía que la había cagado , pero era el momento de sin pensar del día en el que Yoko Littner, se las mandaba denuevo, como siempre... , extremadamente roja me tapé los ojos y con una boca de tristeza de la de estar con verguenza, abrí un hueco entre mis dedos para ver que hacía Sohem ante la mierda que dije, ya no podía arrepentirme de haber dicho eso, aunque no me sentía para nada arrepentida, en cambio al estar tapada, así mismo susurré...
-Debería de haber menos gente, digo yo...-
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La muchacha me respondió casi al momento con un
-Me encantaría.-
Tras lo cual no pude evitar tragar la saliva. Pero de pronto, comencé a desconfiar.
Me parecía extraño que un tipo como yo, consiguiera a una mujer como esa en un bar así... y de una forma tan fácil.
Estaba encantado con mi suerte, pero no podía evitar ejercer mi don natural del análisis completo de la situación.
Vi como ella se tapaba los ojos y abría un poco los dedos para poder verme, terminando de sacarme de mi cara de asombro con un
Debería de haber menos gente, digo yo...-
Parece lanzada y directa... Me gusta esta chica.
Es obvio que no es una enamoradiza, seguramente querrá pasarlo bien, y ya está.
No es Marine, pues no lleva uniforme, ni parece tener una energía tan potente como para ser de un rango libre de llevar uniforme... así que no hay que temer.
Si quiere jugar, ha encontrado el rival perfecto
Tras sonreír de nuevo a la avergonzada muchacha, comencé a reir a carcajadas unos segundos. Tras eso, agarré con mis manos las muñecas de ella, y aparté sus manos de su colorada cara con delicadeza, para colocarme más cerca y más sonriente. Y le dije
Aun no conozco tu nombre, chica
Y acercándome un poco a u oído, sin soltarle las manos, le susurré
Este bar es una posada, tiene habitaciones.
Sonreí sin que ella me viera, me gustaba ese juego de cortejo. No veía su cara, pues estaba al lado de su oreja, rozándola casi con mis labios tras decirle esas palabas, y me limité a esperar, aflojando mis manos en sus muñecas para que pudiera usar las manos para separarse o abofetearme o lo que fuera que quisiera hacer
-Me encantaría.-
Tras lo cual no pude evitar tragar la saliva. Pero de pronto, comencé a desconfiar.
Me parecía extraño que un tipo como yo, consiguiera a una mujer como esa en un bar así... y de una forma tan fácil.
Estaba encantado con mi suerte, pero no podía evitar ejercer mi don natural del análisis completo de la situación.
Vi como ella se tapaba los ojos y abría un poco los dedos para poder verme, terminando de sacarme de mi cara de asombro con un
Debería de haber menos gente, digo yo...-
Parece lanzada y directa... Me gusta esta chica.
Es obvio que no es una enamoradiza, seguramente querrá pasarlo bien, y ya está.
No es Marine, pues no lleva uniforme, ni parece tener una energía tan potente como para ser de un rango libre de llevar uniforme... así que no hay que temer.
Si quiere jugar, ha encontrado el rival perfecto
Tras sonreír de nuevo a la avergonzada muchacha, comencé a reir a carcajadas unos segundos. Tras eso, agarré con mis manos las muñecas de ella, y aparté sus manos de su colorada cara con delicadeza, para colocarme más cerca y más sonriente. Y le dije
Aun no conozco tu nombre, chica
Y acercándome un poco a u oído, sin soltarle las manos, le susurré
Este bar es una posada, tiene habitaciones.
Sonreí sin que ella me viera, me gustaba ese juego de cortejo. No veía su cara, pues estaba al lado de su oreja, rozándola casi con mis labios tras decirle esas palabas, y me limité a esperar, aflojando mis manos en sus muñecas para que pudiera usar las manos para separarse o abofetearme o lo que fuera que quisiera hacer
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Tímida y roja, no me había dado cuenta bien de la reacción de Sohem al escuchar lo que había dicho y posteriormente susurrado, gracias a que tenía los ojos tapados y solo veía algo por un hueco que me había echo entre los dedos, ví como rió tras escuchar lo que dije , a lo mejor lo tomo de broma quien sabe, pero llegó el momento que me agarró mis delicadas muñecas, me quitó las manos de la cara , se acercó para decirme que no le había dicho mi nombre aún, ups, se me había olvidado por varios momentos, que mal educada fuí, aunque con su cara no creía que le interesaba saber mi nombre.
Se acercó a mi, demasiado para mi criterio, y me susurró de una forma muy sexy y excitante al oído.
-Este bar es una posada, tiene habitaciones.-
Eso porsupuesto yo ya lo sabía, pero bueno se le ocurrió a el primero, como debe ser, el hombre debe tomar la iniciativa primero que la mujer, así que desde ahora pensé en hacerme más de rogar , para conseguir más de lo esperado, no encontré una manera de reaccionar a lo que me dijo, lo único que se me había ocurrido era susurrarle otra cosa a su oído que estaba junto a mis labios.
-Eso ya lo sabía... , ¿tienes prisa?.-
Para empezar había que iniciar con algo , alejé su cara sin dejar de mirarlo a los ojos amarillos que tenía, para implementar algo de fortaleza, le abofeté sin haberme dado cuenta de que era un usuario, este como que soltó polvo de la cara, cosa que no me había causado alguna sensación tan extraña, pero ahora que lo sabía, supuse que era un pirata y con mi experiencia anterior con ellos, era un pillo, así que teníamos que jugar antes de empezar a anotar goles, juzgando por lo que ví, aparenté sentirme un poco sorprendida y le sobé la mejilla.
-Ay, lo siento, no tenía idea que te desarmabas tan fácil.-
Como burlándome de el aunque no era mi intención, seguía sobando su mejilla con una delicadeza de las pocas que hay para ver como reaccionaba a todo lo hecho por mi anteriormente, creí que lo estaba haciendo bien, eso creo...
Se acercó a mi, demasiado para mi criterio, y me susurró de una forma muy sexy y excitante al oído.
-Este bar es una posada, tiene habitaciones.-
Eso porsupuesto yo ya lo sabía, pero bueno se le ocurrió a el primero, como debe ser, el hombre debe tomar la iniciativa primero que la mujer, así que desde ahora pensé en hacerme más de rogar , para conseguir más de lo esperado, no encontré una manera de reaccionar a lo que me dijo, lo único que se me había ocurrido era susurrarle otra cosa a su oído que estaba junto a mis labios.
-Eso ya lo sabía... , ¿tienes prisa?.-
Para empezar había que iniciar con algo , alejé su cara sin dejar de mirarlo a los ojos amarillos que tenía, para implementar algo de fortaleza, le abofeté sin haberme dado cuenta de que era un usuario, este como que soltó polvo de la cara, cosa que no me había causado alguna sensación tan extraña, pero ahora que lo sabía, supuse que era un pirata y con mi experiencia anterior con ellos, era un pillo, así que teníamos que jugar antes de empezar a anotar goles, juzgando por lo que ví, aparenté sentirme un poco sorprendida y le sobé la mejilla.
-Ay, lo siento, no tenía idea que te desarmabas tan fácil.-
Como burlándome de el aunque no era mi intención, seguía sobando su mejilla con una delicadeza de las pocas que hay para ver como reaccionaba a todo lo hecho por mi anteriormente, creí que lo estaba haciendo bien, eso creo...
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La muchacha fue bastante lista y enlazó un contraataque similar al mio. Me susurró al oído
-Eso ya lo sabía... , ¿tienes prisa?.-
¿Que prisa podría tener con una mujer como tu? Pretendo demorarme horas
Le dije con una sonrisa mientras se separaba un poco de mi, y no pareció gustarle, por que me abofeteó la cara, viendo mi condición Logia y expresando con su rostro cierta reacción.
Ante eso, recompuse mi rostro y seguí sonriendo, diciendo
Eso si que ha sido una sorpresa, cada vez me gustas más, chica
Acto seguido, comenzó a acariciarme la cara, con una pizca de arrepentimiento y burla, diciéndome
-Ay, lo siento, no tenía idea que te desarmabas tan fácil.-
Eso me hizo reír más aún, y me vi obligado a jugar mis cartas contra esta chica. No era tonta, eso estaba claro, y era una mujer de armas tomar. Exactamente como a mi me gustan
Parece ser que has descubierto mi "secretillo"... Pero no te preocupes, esa intangibilidad solo funciona cuando yo realmente quiero...
Me recosté un poco en la barra apoyando el codo de forma que me quité su sensual caricia de la cara, no podía concentrarme en parecer duro y distante si me estaba provocando
Aun así... Es una pena. Si fueras una chica algo menos traviesa con el mundo y más conmigo, y supiera tu nombre, no pararía hasta que te casaras conmigo.
La verdad, me encanta esta tía. Es divertida, directa, despreocupada... pero me temo que demasiado, lo único que ella quiere es pasarlo bien esta noche, y no estoy muy seguro de ello. Querrá jugar y alargar las cosas, pero necesito una prueba de que no juego un partido que ya ha terminado... Tengo que obligarla a mover ficha, yo ya lo he hecho
Así, me levanté guiñando un ojo a la muchacha y con un gesto al camarero este me trajo una llave, que guardé en mi bolsillo, avancé dos pasos y me quedé al lado de la muchacha
Pero de todas formas, creo que he sido algo grosero contigo y que no quieres compartir tu noche conmigo. Siento haberte molestado, preciosa.
Me agaché, y con una mano en su cintura y otra en su espalda, le dije al oído, de la forma más sensual que podía, jugando mi última carta.
Te espero en el piso de arriba... No tardes si quieres aprovechar la noche. Me gustaría demostrarte quien se desarma más fácilmente de los dos.
Tras eso y un suave movimiento con mis labios en su oreja de nuevo, me incorporé, acariciando su cadera y su espalda según quité mis manos, la miré de forma pícara, y le dije
Es todo un honor para mi poder recordar unos ojos tan hermosos como los tuyos. Buenas noches
Y la guiñé un ojo, como complice, haciéndole ver mi juego. Parecía una despedida pero en realidad era una invitación a seguir la conversación en privado, de forma más intima.
Si ella quería algo conmigo, debería seguirme, y si no, pues debería marcharme y supongo que no volvería a verla jamás... Una lastima. Era una mujer hecha por completo para mi.
Espero que me siga... por dios que lo haga
Caminé varios pasos hasta cruzar la puerta que daba al piso de arriba, doblé la esquina que daba a las escaleras, y me quedé allí, esperando unos minutos por si se dignaba a aparecer. Solo tenía que seguirme, y como no conocía el número de habitación, me quedé esperándola, para ver que hacía al verme, alejados de miradas y a dos pasos de una habitación
-Eso ya lo sabía... , ¿tienes prisa?.-
¿Que prisa podría tener con una mujer como tu? Pretendo demorarme horas
Le dije con una sonrisa mientras se separaba un poco de mi, y no pareció gustarle, por que me abofeteó la cara, viendo mi condición Logia y expresando con su rostro cierta reacción.
Ante eso, recompuse mi rostro y seguí sonriendo, diciendo
Eso si que ha sido una sorpresa, cada vez me gustas más, chica
Acto seguido, comenzó a acariciarme la cara, con una pizca de arrepentimiento y burla, diciéndome
-Ay, lo siento, no tenía idea que te desarmabas tan fácil.-
Eso me hizo reír más aún, y me vi obligado a jugar mis cartas contra esta chica. No era tonta, eso estaba claro, y era una mujer de armas tomar. Exactamente como a mi me gustan
Parece ser que has descubierto mi "secretillo"... Pero no te preocupes, esa intangibilidad solo funciona cuando yo realmente quiero...
Me recosté un poco en la barra apoyando el codo de forma que me quité su sensual caricia de la cara, no podía concentrarme en parecer duro y distante si me estaba provocando
Aun así... Es una pena. Si fueras una chica algo menos traviesa con el mundo y más conmigo, y supiera tu nombre, no pararía hasta que te casaras conmigo.
La verdad, me encanta esta tía. Es divertida, directa, despreocupada... pero me temo que demasiado, lo único que ella quiere es pasarlo bien esta noche, y no estoy muy seguro de ello. Querrá jugar y alargar las cosas, pero necesito una prueba de que no juego un partido que ya ha terminado... Tengo que obligarla a mover ficha, yo ya lo he hecho
Así, me levanté guiñando un ojo a la muchacha y con un gesto al camarero este me trajo una llave, que guardé en mi bolsillo, avancé dos pasos y me quedé al lado de la muchacha
Pero de todas formas, creo que he sido algo grosero contigo y que no quieres compartir tu noche conmigo. Siento haberte molestado, preciosa.
Me agaché, y con una mano en su cintura y otra en su espalda, le dije al oído, de la forma más sensual que podía, jugando mi última carta.
Te espero en el piso de arriba... No tardes si quieres aprovechar la noche. Me gustaría demostrarte quien se desarma más fácilmente de los dos.
Tras eso y un suave movimiento con mis labios en su oreja de nuevo, me incorporé, acariciando su cadera y su espalda según quité mis manos, la miré de forma pícara, y le dije
Es todo un honor para mi poder recordar unos ojos tan hermosos como los tuyos. Buenas noches
Y la guiñé un ojo, como complice, haciéndole ver mi juego. Parecía una despedida pero en realidad era una invitación a seguir la conversación en privado, de forma más intima.
Si ella quería algo conmigo, debería seguirme, y si no, pues debería marcharme y supongo que no volvería a verla jamás... Una lastima. Era una mujer hecha por completo para mi.
Espero que me siga... por dios que lo haga
Caminé varios pasos hasta cruzar la puerta que daba al piso de arriba, doblé la esquina que daba a las escaleras, y me quedé allí, esperando unos minutos por si se dignaba a aparecer. Solo tenía que seguirme, y como no conocía el número de habitación, me quedé esperándola, para ver que hacía al verme, alejados de miradas y a dos pasos de una habitación
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Sohem rió con lo que le dije, sabría que lo haría , era una acotación muy estratégica y viendolo a él, la tomaría bien y con gracia, el haciendo referencia a que su condicion de Logia que ya había descifrado, era un secreto, por lo borracho que había estado a lo mejor se le había olvidado volverse tangible como el mismo de dijo pero bueno.
Se alejó de mi , y me dijo algo de que fuera mas atrevida con él, cosa que no estoy de acuerdo, no me quedaría encerrada en una sola persona, soy muy joven todavía pero bueno, me insinuó que si yo le digo mi nombre, no "pararia" hasta casarse conmigo, cosa que encontre a la vez dulce y muy atrevida, nadie me había dicho algo así, este hombre es muy directo, pero me gustaba mucho su actitud directa y sin preámbulos de decirme cosas.
-Pero de todas formas, creo que he sido
algo grosero contigo y que no quieres compartir tu noche conmigo. Siento
haberte molestado, preciosa.-
Pensé que la habia cagado por un momento, pero me dí cuenta que el tipo quería jugar más, la lucha tenía mas rounds , y yo quería seguir peleando, así que no dije nada, solo esperé que se marchara para idear algo para seguirlo después de que me agarrara por la cintura, me sentí propiedad de él por un momento, nadie hacía eso a menos que yo lo dijera, y otra en mi espalda que me hizo sentir unos escalofríos de miedo, me susurró al oido que me esperaría ahora, para disfrutar la noche, como me excitó eso, a las mujeres nos encantan esas cosas, sensuales y con delicadeza, quitó sus manos de mi cuerpo y con una cara muy pilla, me piropeó por mis ojos y me dio las buenas noches, lo vi irse por una puerta hacia otro piso.
No sabía donde era su puerta pero me pensé antes de seguirlo, ideaba algo que pudiera hacer.
-Piensa tonta, piensa, como podría empezar, me da demasiada verguenza llegar y entrar a su cuarto.-
Pensando unos minutos , se me ocurrió decirle que me vendría a cambiar mi ropa, por alguna mas nueva, pero solo traía conmigo otros sosténes completamente negros, así que no me quedaría otra que pasar a su baño si esque tiene, o decirle que me de la espalda mientras lo hago, las dos serían muy tentadoras para él, ya lo tenia decidido y decidida, marché a buscar el cuarto en donde estaba Sohem, subí las escaleras, la gente me miraba como con mirada de "te van a dar" , de echo uno me lo susurró, pero bueno, era lo que esperaba de ese día/noche.
Siguiendo mi rumbo hacia donde estaba él , lo ví esperandome afuera , no me lo esperaba, pero muy sonrojada y con las manos atrás caminé despacio y con mucha sensualidad, mirandolo a los ojos que se parecían en color a los míos, y solo se me ocurrió decirle.
-Aquí estoy , ¿con qué me sorprenderás? , debes disculparme un poco pero debo cambiarme una prenda primero, ¿puedo pasar?.-
Se alejó de mi , y me dijo algo de que fuera mas atrevida con él, cosa que no estoy de acuerdo, no me quedaría encerrada en una sola persona, soy muy joven todavía pero bueno, me insinuó que si yo le digo mi nombre, no "pararia" hasta casarse conmigo, cosa que encontre a la vez dulce y muy atrevida, nadie me había dicho algo así, este hombre es muy directo, pero me gustaba mucho su actitud directa y sin preámbulos de decirme cosas.
-Pero de todas formas, creo que he sido
algo grosero contigo y que no quieres compartir tu noche conmigo. Siento
haberte molestado, preciosa.-
Pensé que la habia cagado por un momento, pero me dí cuenta que el tipo quería jugar más, la lucha tenía mas rounds , y yo quería seguir peleando, así que no dije nada, solo esperé que se marchara para idear algo para seguirlo después de que me agarrara por la cintura, me sentí propiedad de él por un momento, nadie hacía eso a menos que yo lo dijera, y otra en mi espalda que me hizo sentir unos escalofríos de miedo, me susurró al oido que me esperaría ahora, para disfrutar la noche, como me excitó eso, a las mujeres nos encantan esas cosas, sensuales y con delicadeza, quitó sus manos de mi cuerpo y con una cara muy pilla, me piropeó por mis ojos y me dio las buenas noches, lo vi irse por una puerta hacia otro piso.
No sabía donde era su puerta pero me pensé antes de seguirlo, ideaba algo que pudiera hacer.
-Piensa tonta, piensa, como podría empezar, me da demasiada verguenza llegar y entrar a su cuarto.-
Pensando unos minutos , se me ocurrió decirle que me vendría a cambiar mi ropa, por alguna mas nueva, pero solo traía conmigo otros sosténes completamente negros, así que no me quedaría otra que pasar a su baño si esque tiene, o decirle que me de la espalda mientras lo hago, las dos serían muy tentadoras para él, ya lo tenia decidido y decidida, marché a buscar el cuarto en donde estaba Sohem, subí las escaleras, la gente me miraba como con mirada de "te van a dar" , de echo uno me lo susurró, pero bueno, era lo que esperaba de ese día/noche.
Siguiendo mi rumbo hacia donde estaba él , lo ví esperandome afuera , no me lo esperaba, pero muy sonrojada y con las manos atrás caminé despacio y con mucha sensualidad, mirandolo a los ojos que se parecían en color a los míos, y solo se me ocurrió decirle.
-Aquí estoy , ¿con qué me sorprenderás? , debes disculparme un poco pero debo cambiarme una prenda primero, ¿puedo pasar?.-
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No terminó de decir sus palabras, y la agarré con mi mano izquierda de la muñeca, y con la derecha, tras mi espalda, giré el pomo de la puerta.
Tras eso, con un rápido y firme movimiento, tiré de ella para meterla en la habitación tras de mi, y cerré la puerta.
Al segundo, apoyé su espalda en la puerta, y puse mis manos a cada lado de sus hombros, apoyadas en la madera de la puerta.
Me acerqué muchísimo a sus labios con los míos, casi a un centímetro y una vez allí, le dije con un tono calmado
¿Para que quieres cambiarte una prenda, si te las voy a quitar todas?
La habitación tras mi espalda, constaba de una cama, grande, de dos metros por dos metros, totalmente cuadrada y de sábanas blancas.
En su cabecera, una ventana, que ocultaban el cielo negro de la noche tras unas cortinas blancas también.
A un lateral, un tocador, o un buró, rematado con un espejo que apuntaba a la cama. A la derecha, una puerta entreabierta que daba a un baño, que contaba con lo básico para la higiene personal.
La espalda de la muchacha pelirroja estaba pegada a la puerta, mis manos apoyadas a la par, hacían que mis brazos la rodearan. Con nuestros cuerpos tan juntos, y mis labios tan cerca de los suyos, no podría aguantar mucho tiempo, pero saqué fuerzas del mismísimo cielo como para no moverme hasta que ella me diera una respuesta a mi pregunta, o hiciera algo
Menos mal que ha venido... empieza la fiesta
Tras eso, con un rápido y firme movimiento, tiré de ella para meterla en la habitación tras de mi, y cerré la puerta.
Al segundo, apoyé su espalda en la puerta, y puse mis manos a cada lado de sus hombros, apoyadas en la madera de la puerta.
Me acerqué muchísimo a sus labios con los míos, casi a un centímetro y una vez allí, le dije con un tono calmado
¿Para que quieres cambiarte una prenda, si te las voy a quitar todas?
La habitación tras mi espalda, constaba de una cama, grande, de dos metros por dos metros, totalmente cuadrada y de sábanas blancas.
En su cabecera, una ventana, que ocultaban el cielo negro de la noche tras unas cortinas blancas también.
A un lateral, un tocador, o un buró, rematado con un espejo que apuntaba a la cama. A la derecha, una puerta entreabierta que daba a un baño, que contaba con lo básico para la higiene personal.
La espalda de la muchacha pelirroja estaba pegada a la puerta, mis manos apoyadas a la par, hacían que mis brazos la rodearan. Con nuestros cuerpos tan juntos, y mis labios tan cerca de los suyos, no podría aguantar mucho tiempo, pero saqué fuerzas del mismísimo cielo como para no moverme hasta que ella me diera una respuesta a mi pregunta, o hiciera algo
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Pareciera que no tomó atencion a lo que le dije, me tomó de la muñeca y me hizo entrar muy rápido al cuarto, de una manera agresiva y provocadora, me tiró a la puerta acercandose a mi de una manera que me sentí muy acorralada pero a la vez me gustaba, con lo cerca que estabamos labios a labios, me provocaba robarle un beso pero se me había olvidado hasta decirle mi nombre, me gustaba mantenerlo en misterio, asi que dejé que continuara con lo suyo.
-¿Para que quieres cambiarte una prenda, si te las voy a quitar todas?.-
Como me encendió con esas palabras, no tenia nada que hablarle, solo quería darme al momento y dejar que todo surgiera, como debe ser, pasarla bien, disfrutar el momento y no arrepentirse.
-Atrévete si quieres, pero no te la llevarás gratis.-
Rudamente y mordiendome los labios mirando los suyos, examiné la habitación y me pareció para tener algo, me sentía a gusto para el momento asi que había que darse, pero no tan fácil.
Apartandolo con la punta de mis dedos, rozando sus labios con los míos, lo deje a una distancia y empezé a caminar alrededor de la cama, con una caminata muy sexy con movimientos sincronizados de mis partes mas sensuales de mi cuerpo.
-Me cambiaré, me siento incómoda.-
Haciendo ilusión de el "cambio" esperaba la reacción de el tipo mientras trataba de sacarme el bikini-sostén, muy lenta y sensualmente, mirando hacia abajo aparentando inocencia.
-¿Para que quieres cambiarte una prenda, si te las voy a quitar todas?.-
Como me encendió con esas palabras, no tenia nada que hablarle, solo quería darme al momento y dejar que todo surgiera, como debe ser, pasarla bien, disfrutar el momento y no arrepentirse.
-Atrévete si quieres, pero no te la llevarás gratis.-
Rudamente y mordiendome los labios mirando los suyos, examiné la habitación y me pareció para tener algo, me sentía a gusto para el momento asi que había que darse, pero no tan fácil.
Apartandolo con la punta de mis dedos, rozando sus labios con los míos, lo deje a una distancia y empezé a caminar alrededor de la cama, con una caminata muy sexy con movimientos sincronizados de mis partes mas sensuales de mi cuerpo.
-Me cambiaré, me siento incómoda.-
Haciendo ilusión de el "cambio" esperaba la reacción de el tipo mientras trataba de sacarme el bikini-sostén, muy lenta y sensualmente, mirando hacia abajo aparentando inocencia.
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Con unas palabras y un gesto sensual, se apartó de mi diciendo
-Atrévete si quieres, pero no te la llevarás gratis.-
La seguí con la mirada, contoneándose, moviendo sus caderas, sus piernas, su cintura... Acabó poniéndose al lado de la cama, diciendo
-Me cambiaré, me siento incómoda.-
Esta mujer ha nacido para ser mía
Estaba claro que le gustaba jugar, y de que manera, pues, empezó a quitarse el sostén, pero no sacó otro con el que cambiarse, ni me pidió que me diera la vuelta, así que me acerqué a ella, que se había desabrochado su sostén ya.
Si no me dices tu nombre, tendré que hacer que me lo confieses al final
Puse mis manos en sus hombros, y las deslicé hacia abajo por sus brazos, quitando las correas del sostén, haciendo que este cayera al suelo. Más no vi sus pechos, por que estaba mirándola a la cara, a sus enormes ojos amarillos.
Sin mucha dilación, me quité mi sombrero y se lo puse a ella en la cabeza, tras lo cual, me quité la camiseta, y la dejé caer, sobre el sostén que ya estaba en el suelo.
Casi todos mis tatuajes estaban al aire, ella era una de las pocas personas que los vería todos, dentro de un rato.
Espero que hoy no tengas sueño
Y con mis manos, en su cintura por haber deslizado por sus brazos, la apreté contra mi, pecho con pecho, apretando sus senos contra mi pectoral, y me volvía a quedar terriblemente cerca de sus labios, esperando su jugada
-Atrévete si quieres, pero no te la llevarás gratis.-
La seguí con la mirada, contoneándose, moviendo sus caderas, sus piernas, su cintura... Acabó poniéndose al lado de la cama, diciendo
-Me cambiaré, me siento incómoda.-
Esta mujer ha nacido para ser mía
Estaba claro que le gustaba jugar, y de que manera, pues, empezó a quitarse el sostén, pero no sacó otro con el que cambiarse, ni me pidió que me diera la vuelta, así que me acerqué a ella, que se había desabrochado su sostén ya.
Si no me dices tu nombre, tendré que hacer que me lo confieses al final
Puse mis manos en sus hombros, y las deslicé hacia abajo por sus brazos, quitando las correas del sostén, haciendo que este cayera al suelo. Más no vi sus pechos, por que estaba mirándola a la cara, a sus enormes ojos amarillos.
Sin mucha dilación, me quité mi sombrero y se lo puse a ella en la cabeza, tras lo cual, me quité la camiseta, y la dejé caer, sobre el sostén que ya estaba en el suelo.
Casi todos mis tatuajes estaban al aire, ella era una de las pocas personas que los vería todos, dentro de un rato.
Espero que hoy no tengas sueño
Y con mis manos, en su cintura por haber deslizado por sus brazos, la apreté contra mi, pecho con pecho, apretando sus senos contra mi pectoral, y me volvía a quedar terriblemente cerca de sus labios, esperando su jugada
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Ay, que hombre mas irresistible, al ir sacandome mi sosten-bikini, así que empezaba a desabrocharme mi sosten, y solo le dejé ahí, no saqué el otro que tenía, solo esperaba haber que hacía viendo como me desabrochaba sensual y lentamente. Se acercó a mi y me dijo que me haría confesar mi nombre, cosa que le haría dificil, era tonto pero para él quizas era un misterio total, así que tomando eso en cuenta, lo tomé como carta para tener todo controlado, aunque no me gustaba el control en esas situaciones.
Empezó a seducirme, sacandome el brassier lentamente pasando las bandas desnudando mi torso y dejando al descubierto mis pechos, que segun ví , el nisiquiera miró, cosa que me extrañaba, me puso su sombrero plomo en mi cabeza, le gustaba jugar con las prendas me parece así que se me ocurrieron un par de cosas con aquella acción. Quitándose la camiseta que traía puesta, observé muchos tatuajes que me sorprendieron lo bonitos que eran, me gustaban los hombres que experimentaban con su cuerpo.
-Espero que hoy no tengas sueño-
Que atrevido pensé, ya los dos sabíamos hacia donde íbamos, pero había que poner entretenida la cosa, me atrajo hacia él, ahora no podría echarme para atrás, es ahora o nunca, así que estando muy cerca de sus labios , solo me armé de "valor" y le sorprendí con un apasionado beso de unos 3 segundos, haciendome sentir activada y lista para todo después de eso, acariciandolo con mis dedos en su pecho.
Rodeé la cama como alentandolo a que me siguiera, me puse su camisa y me empezé a desabrochar mi short negro con sensualidad y provocandolo, me subí la camisa para mostrarle un poco de lo que tenía por detras, para esperar su reacción ante tal acción, y con voz sensual y baja le dije.
-Mira , te lo estas perdiendo.-
Empezó a seducirme, sacandome el brassier lentamente pasando las bandas desnudando mi torso y dejando al descubierto mis pechos, que segun ví , el nisiquiera miró, cosa que me extrañaba, me puso su sombrero plomo en mi cabeza, le gustaba jugar con las prendas me parece así que se me ocurrieron un par de cosas con aquella acción. Quitándose la camiseta que traía puesta, observé muchos tatuajes que me sorprendieron lo bonitos que eran, me gustaban los hombres que experimentaban con su cuerpo.
-Espero que hoy no tengas sueño-
Que atrevido pensé, ya los dos sabíamos hacia donde íbamos, pero había que poner entretenida la cosa, me atrajo hacia él, ahora no podría echarme para atrás, es ahora o nunca, así que estando muy cerca de sus labios , solo me armé de "valor" y le sorprendí con un apasionado beso de unos 3 segundos, haciendome sentir activada y lista para todo después de eso, acariciandolo con mis dedos en su pecho.
Rodeé la cama como alentandolo a que me siguiera, me puse su camisa y me empezé a desabrochar mi short negro con sensualidad y provocandolo, me subí la camisa para mostrarle un poco de lo que tenía por detras, para esperar su reacción ante tal acción, y con voz sensual y baja le dije.
-Mira , te lo estas perdiendo.-
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Y me besó. El beso más húmedo que yo había tenido en mi vida. Breve, de tres segundos, pero bastó para que toda la sangre de mi cuerpo se concentrara en un único punto, para beneficio de ambos.
Tras eso, se separó de mi, y cogiendo mi camisa, se la puso y rodeó la cama, yendo al otro lado.
Empezó a subirse la camisa, diciéndome que mirara, que me lo estaba perdiendo, y no esperé mucho más, para acercarme a ella. Si bien se veía que ella estaba excitada, yo no era menos. No era de piedra.
Me coloqué a su lado, y con destreza le quité por completo la camisa, tirando de ella con una sola mano, la izquierda, y la empujé levemente con la derecha en un hombro, haciendo que quedara tumbada sobre la cama.
Al caer, se movieron y vibraron sus pechos, eran enormes y jugosos, y me trasmitían una sensación extraña de que quisiera que me perdiera en ellos.
Tras tumbarla, me coloqué a su lado, apoyándome con una mano en la cama, al lado de su cara y con la otra bajando lentamente su short, con mis dos rodillas apoyadas en la cama, a los lados de sus caderas.
Me agaché un poco, y lamí desde la base de sus pechos, pasando por su escote hasta su cuello, para terminar dándole otro beso, devolviéndola el que me dio antes. Al terminar esa acción le había quitado ya el short, y la dejé con su ropa interior inferior y sus botas.
¿Que me estoy perdiendo? La única que se pierde cosas ahora eres tu, aquí tirada sin hacer nada...
Dije a la par que tocaba y lamía uno de sus enormes pechos, y paraba al poco para volver a mirarla a los ojos y quedarme bien cerca de su boca de nuevo.
Le gustaba jugar, pero si seguía resistiendo a eso, era una mujer de piedra
Tras eso, se separó de mi, y cogiendo mi camisa, se la puso y rodeó la cama, yendo al otro lado.
Empezó a subirse la camisa, diciéndome que mirara, que me lo estaba perdiendo, y no esperé mucho más, para acercarme a ella. Si bien se veía que ella estaba excitada, yo no era menos. No era de piedra.
Me coloqué a su lado, y con destreza le quité por completo la camisa, tirando de ella con una sola mano, la izquierda, y la empujé levemente con la derecha en un hombro, haciendo que quedara tumbada sobre la cama.
Al caer, se movieron y vibraron sus pechos, eran enormes y jugosos, y me trasmitían una sensación extraña de que quisiera que me perdiera en ellos.
Tras tumbarla, me coloqué a su lado, apoyándome con una mano en la cama, al lado de su cara y con la otra bajando lentamente su short, con mis dos rodillas apoyadas en la cama, a los lados de sus caderas.
Me agaché un poco, y lamí desde la base de sus pechos, pasando por su escote hasta su cuello, para terminar dándole otro beso, devolviéndola el que me dio antes. Al terminar esa acción le había quitado ya el short, y la dejé con su ropa interior inferior y sus botas.
¿Que me estoy perdiendo? La única que se pierde cosas ahora eres tu, aquí tirada sin hacer nada...
Dije a la par que tocaba y lamía uno de sus enormes pechos, y paraba al poco para volver a mirarla a los ojos y quedarme bien cerca de su boca de nuevo.
Le gustaba jugar, pero si seguía resistiendo a eso, era una mujer de piedra
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Pareciera que había desatado a una bestia por decirlo así, se acercó a mi como tenía esperado gracias a mi provación y sin esperar mi reacción, quitandome la camisa y echandome encima de la cama levemente con sus manos en mí, en mis curvadas caderas, bajándome el short suave y sensualmente, me tenía muy encencida el momento, creo que mi control sobre mí estaba apunto de perderse, solo necesitaba un empujón.
Me sentía dominada por un momento, me lamío de una forma que de verdad hizo que me excitara demasiado, ya estaba perdiendo mi control sobre mí misma y soltaría a la Yoko encendida, y me besó, mojándome más y más cada momento para terminar de bajar mi short y solo dejandome con bragas y botas.
-¿Que me estoy perdiendo? La única que se pierde cosas ahora eres tu, aquí tirada sin hacer nada...-
Cosa que después de recitar, lamío uno de mis pechos y eso yá, me hizo sentir dominada y excitada a no mas dar, ya no podía contenerme más asi que lo agarré, lo tiré con agresividad sobre la cama dejandolo recostado sobre ella, le tapé su boca con uno de mis dedos de la mano derecha y procedí a acariciar su parte íntima por atraves de su pantalón, me veía sonrojada y con ganas de todo.
Al ver que también estaba excitado (por razones obvias), me senté arriba de el, abriendo mis piernas y entregándome por completo a él, evitando mas juegos, me encendí por completo y le revelé mi nombre con una voz de una mujer excitada.
-... Yoko, mi nombre es Yoko y no necesitas saber nada más.-
Dado esto le desabroché el pantalon, me incliné para besarlo apasionadamente otra vez e hice a un lado mi braga, y le dí comienzo a él dentro de mí, agarrandome el pelo, sacandome el ribborn y dejandolo suelto, liberando un gran orgasmo de mi parte por la acumulación de excitación en todo el rato pasado, ya era hora de empezar.
Me sentía dominada por un momento, me lamío de una forma que de verdad hizo que me excitara demasiado, ya estaba perdiendo mi control sobre mí misma y soltaría a la Yoko encendida, y me besó, mojándome más y más cada momento para terminar de bajar mi short y solo dejandome con bragas y botas.
-¿Que me estoy perdiendo? La única que se pierde cosas ahora eres tu, aquí tirada sin hacer nada...-
Cosa que después de recitar, lamío uno de mis pechos y eso yá, me hizo sentir dominada y excitada a no mas dar, ya no podía contenerme más asi que lo agarré, lo tiré con agresividad sobre la cama dejandolo recostado sobre ella, le tapé su boca con uno de mis dedos de la mano derecha y procedí a acariciar su parte íntima por atraves de su pantalón, me veía sonrojada y con ganas de todo.
Al ver que también estaba excitado (por razones obvias), me senté arriba de el, abriendo mis piernas y entregándome por completo a él, evitando mas juegos, me encendí por completo y le revelé mi nombre con una voz de una mujer excitada.
-... Yoko, mi nombre es Yoko y no necesitas saber nada más.-
Dado esto le desabroché el pantalon, me incliné para besarlo apasionadamente otra vez e hice a un lado mi braga, y le dí comienzo a él dentro de mí, agarrandome el pelo, sacandome el ribborn y dejandolo suelto, liberando un gran orgasmo de mi parte por la acumulación de excitación en todo el rato pasado, ya era hora de empezar.
Sohem
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me empujó sobre la cama con furia, ya creía que se había molestado, e iba a disculparme cuando de pronto, me tapó la boca con uno de sus dedos y metió su mano en mi pantalón, y empezó a jugar conmigo.
No tardó mucho en sentarse sobre mi, y decirme con una voz de escándalo su nombre: Yoko.
Menuda marcha tienes, Yoko
Tras eso, me desabrochó el pantalón, a la par que yo me quitaba las botas usando los pies, y se recostó para besarme, más tiempo y más apasionadamente si cabe que la vez anterior.
Mientras me besaba, me pilló por sorpresa su gesto rudo y directo, seco y fuerte de hacer que me quedara dentro de ella, apartándose su braga y encajándome a su bajo vientre.
Incorporó su torso y se llevó las manos a la cabeza y ahí se quitó el pasador que llevaba en el pelo, y lo dejó suelo, una melena roja larguísima que acentuaban aun más sus ojos amarillos.
Lo acompaño de un sonoro orgasmo, largo y fuerte, gritado, que podría hacer bajar la defensa de cualquier hombre curtido.
Sus pechos votaban a la par que lo hacían sus caderas, ayudándose del eje de sus rodillas apoyadas en la cama, y mis manos, en su trasero y cintura, ayudándola con el movimiento, acompañados de gemido tras gemido.
Vamos a pasarlo bien, Yoko
Amaneció.
Hacía unas horas que Yoko había caído desplomada, después de que ambos termináramos unas cinco o seis veces, en esas arduas seis horas de intenso ejercicio.
Habíamos hecho de todo, que yo recordara, cambiamos de postura, de lugar, de fuerza y velocidad, pero no paramos. Hacía una hora o dos que se había dormido, agotada, mientras yo me duchaba, con ciertas muecas de dolor al pasar el jabón por las heridas de mi espalda, de los arañazos de ella.
Ahora estaba sentado en el buró, mirando su cuerpo desnudo, aun brillante por el sudor y con alguna "mancha de amor" por la cama.
Los rayos del sol del amanecer iluminaban su rostro, adornado con sus mechones de pelo rojo y no pude por menos que sentir un sobresalto en el corazón.
Cada curva de esa chica era un pecado, era una mujer de armas tomar, divertida, directa y sexy, y desde luego, sabía lo que se hacía. Era perfecta.
No seas idiota...
Me aparté del mueble y anduve un par de pasos hacia la derecha. Sin duda, era la mujer más hermosa con la que había estado, y la más fogosa, pero no sabía nada de ella. Y yo era un pirata, con además, muchas cosas que hacer y cumplir.
Me habría encantado esperar a que se despertara y tras repetir lo ocurrido, proponerla alguna locura, una escapada o una cita más apta para todos los públicos, pero, la irrefrenable sensación de que aun debía cuidar de mis hermanos me invadió, y pese a que mi corazón dijera "no" y mi instinto varonil dijera "quedate" mi cerebro me dijo "no es para ti", por que supe que si llegara a sentir algo por ella y ella por mi, acabaría poniéndola en peligro.
Quizá en otra ocasión... quizá, pueda encontrarla cuando todo acabe
Abrí el buró y saqué papel y lápiz, para dejarle una nota escrita.
Seguidamente, tiré la toalla al suelo, y me vestí, calzandome en último momento mi sombrero.
Cuando de pronto mi mirada volvió a recaer en ella, en su excitante y lujurioso cuerpo desnudo.
Me acerqué y la acaricié por última vez, me agaché, y besé sus labios, sin despertarla, o eso me pareció.
Tras eso, dejé la nota al lado de sus manos, en el colchón, en una zona libre de contacto de otras sustancias y apartándome mirándola con una sonrisa pícara admirando su cuerpo una vez más dije
Algún día te casarás conmigo, Yoko
Al decir eso me di la vuelta y me marché de la habitación, cerrando la puerta con cuidado.
En las escaleras me topé con un tipo, un leve contacto de hombros, y su bolsa de dinero fue mía. Proseguí mi caminata sin inmutarme y sin que el se diera cuenta, tirándole la bolsa a la tabernera al pasar a su lado, sin detenerme, llegando a la puerta, abriéndola, y largándome.
Me dirigí al puerto, donde había quedado con Ryuto, para partir hacia la "isla de los Shakkin"
Si algo tengo claro en la vida, es que volveré a ver a esa mujer. Como sea.
Dije pensando en la carta que le dejé, que decía así
Y con la última sonrisa adolescente, rascándome la cabeza, vi a lo lejos a Ryuto, esperándome armando una extraña silla, y aceleré el paso para salir de ahí
No tardó mucho en sentarse sobre mi, y decirme con una voz de escándalo su nombre: Yoko.
Menuda marcha tienes, Yoko
Tras eso, me desabrochó el pantalón, a la par que yo me quitaba las botas usando los pies, y se recostó para besarme, más tiempo y más apasionadamente si cabe que la vez anterior.
Mientras me besaba, me pilló por sorpresa su gesto rudo y directo, seco y fuerte de hacer que me quedara dentro de ella, apartándose su braga y encajándome a su bajo vientre.
Incorporó su torso y se llevó las manos a la cabeza y ahí se quitó el pasador que llevaba en el pelo, y lo dejó suelo, una melena roja larguísima que acentuaban aun más sus ojos amarillos.
Lo acompaño de un sonoro orgasmo, largo y fuerte, gritado, que podría hacer bajar la defensa de cualquier hombre curtido.
Sus pechos votaban a la par que lo hacían sus caderas, ayudándose del eje de sus rodillas apoyadas en la cama, y mis manos, en su trasero y cintura, ayudándola con el movimiento, acompañados de gemido tras gemido.
Vamos a pasarlo bien, Yoko
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Amaneció.
Hacía unas horas que Yoko había caído desplomada, después de que ambos termináramos unas cinco o seis veces, en esas arduas seis horas de intenso ejercicio.
Habíamos hecho de todo, que yo recordara, cambiamos de postura, de lugar, de fuerza y velocidad, pero no paramos. Hacía una hora o dos que se había dormido, agotada, mientras yo me duchaba, con ciertas muecas de dolor al pasar el jabón por las heridas de mi espalda, de los arañazos de ella.
Ahora estaba sentado en el buró, mirando su cuerpo desnudo, aun brillante por el sudor y con alguna "mancha de amor" por la cama.
Los rayos del sol del amanecer iluminaban su rostro, adornado con sus mechones de pelo rojo y no pude por menos que sentir un sobresalto en el corazón.
Cada curva de esa chica era un pecado, era una mujer de armas tomar, divertida, directa y sexy, y desde luego, sabía lo que se hacía. Era perfecta.
No seas idiota...
Me aparté del mueble y anduve un par de pasos hacia la derecha. Sin duda, era la mujer más hermosa con la que había estado, y la más fogosa, pero no sabía nada de ella. Y yo era un pirata, con además, muchas cosas que hacer y cumplir.
Me habría encantado esperar a que se despertara y tras repetir lo ocurrido, proponerla alguna locura, una escapada o una cita más apta para todos los públicos, pero, la irrefrenable sensación de que aun debía cuidar de mis hermanos me invadió, y pese a que mi corazón dijera "no" y mi instinto varonil dijera "quedate" mi cerebro me dijo "no es para ti", por que supe que si llegara a sentir algo por ella y ella por mi, acabaría poniéndola en peligro.
Quizá en otra ocasión... quizá, pueda encontrarla cuando todo acabe
Abrí el buró y saqué papel y lápiz, para dejarle una nota escrita.
Seguidamente, tiré la toalla al suelo, y me vestí, calzandome en último momento mi sombrero.
Cuando de pronto mi mirada volvió a recaer en ella, en su excitante y lujurioso cuerpo desnudo.
Me acerqué y la acaricié por última vez, me agaché, y besé sus labios, sin despertarla, o eso me pareció.
Tras eso, dejé la nota al lado de sus manos, en el colchón, en una zona libre de contacto de otras sustancias y apartándome mirándola con una sonrisa pícara admirando su cuerpo una vez más dije
Algún día te casarás conmigo, Yoko
Al decir eso me di la vuelta y me marché de la habitación, cerrando la puerta con cuidado.
En las escaleras me topé con un tipo, un leve contacto de hombros, y su bolsa de dinero fue mía. Proseguí mi caminata sin inmutarme y sin que el se diera cuenta, tirándole la bolsa a la tabernera al pasar a su lado, sin detenerme, llegando a la puerta, abriéndola, y largándome.
Me dirigí al puerto, donde había quedado con Ryuto, para partir hacia la "isla de los Shakkin"
Si algo tengo claro en la vida, es que volveré a ver a esa mujer. Como sea.
Dije pensando en la carta que le dejé, que decía así
escribió:Yoko.
Me has dado una de las mejores noches de mi vida, me encantaría quedarme y repetirlo, pero otros asuntos reclaman mi atención.
Se que me reencontraré contigo en un futuro, no preguntes por que, lo presiento. Seguro que será en otras circunstancias y nos irá mucho mejor.
Espero que ansíes tanto ese reencuentro como yo.
Como ya te dije antes de dejar el bar "no pararé hasta que te cases conmigo" Solo espera.
Cuídate, preciosa.
Sohem.
Y con la última sonrisa adolescente, rascándome la cabeza, vi a lo lejos a Ryuto, esperándome armando una extraña silla, y aceleré el paso para salir de ahí
Zoey
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Vamos a pasarlo bien, Yoko-
Fueron una de las ultimas cosas que escuché antes de empezar con esas 6 horas de lujuria pasión y sexo, cuando te preguntan ¿que hicieron? , podría responder con esta experiencia, que no hicimos, muy agotada de cambios de posicion y demás, no soporté y me quedé dormida despues de irme unas cinco veces en toda la relacion sexual anterior.
Puto e inolvidable Sohem, me dejó aquí sola por otros asuntos, me sentí un poco enojada por tal acción y al mismo tiempo sintiendome feliz, solo pude estirar mis brazos, sonreir con el mentón hacia arriba, los rayos del sol iluminando mi desnudo cuerpo.
-iASÍ SERA!.-
Con una sonrisa en mi cara me levanté, y me dirijí a darme un baño refrescante, me dí cuenta que el también lo había hecho mientras yo dormía, en fin, después del baño me puse mis bragas ya quitadas en la noche anterior, mi sosten tirado en el piso, botas y demás , me guardé la nota para cualqiuer otra ocasión, yo sabía que me encontraría a ese hombre alguna otra vez en mi vida, pero la siguiente sería mas especial y épica, como si el destino nos tendría que juntar nuevamente, como mis corazonadas no fallan, me alisté y me retiré del lugar, se olía la perversión de esa noche, la pasión y todo el furor que le habíamos puesto a aquella noche de sexo.
Saliendo del bar, tenía la sonrisa pegada y miré para todos lados, viendo cual sería mi proxima aventura, pensé en ir a alguna otra isla a buscar más gente como Sohem para conocer, pero creo que como él no habrían mas hombres así que , caminé en direcciòn a alguna parte, para dejarme llevar por las acciones de el destino, una nueva aventura me esperaría y espero cruzarme con él denuevo, de verdad lo esperaba.
Fueron una de las ultimas cosas que escuché antes de empezar con esas 6 horas de lujuria pasión y sexo, cuando te preguntan ¿que hicieron? , podría responder con esta experiencia, que no hicimos, muy agotada de cambios de posicion y demás, no soporté y me quedé dormida despues de irme unas cinco veces en toda la relacion sexual anterior.
POR LA MAÑANA.
Despertaba con una sonrisa deslumbrante, la mañana se veía clara, hermosa y con un sol que hacía ver mi cabello de fuego más prendido y mis ojos amarillos como el primer rayo de luz de la mañana, pero algo me extrañaba de todo esto, no ví por ninguna parte a Sohem, lo busqué con la mirada por la habitación y no estaba, sintiendome un poco enfadada por no haber estado a mi lado al despertar, encontré una nota a mi costado.Puto e inolvidable Sohem, me dejó aquí sola por otros asuntos, me sentí un poco enojada por tal acción y al mismo tiempo sintiendome feliz, solo pude estirar mis brazos, sonreir con el mentón hacia arriba, los rayos del sol iluminando mi desnudo cuerpo.
-iASÍ SERA!.-
Con una sonrisa en mi cara me levanté, y me dirijí a darme un baño refrescante, me dí cuenta que el también lo había hecho mientras yo dormía, en fin, después del baño me puse mis bragas ya quitadas en la noche anterior, mi sosten tirado en el piso, botas y demás , me guardé la nota para cualqiuer otra ocasión, yo sabía que me encontraría a ese hombre alguna otra vez en mi vida, pero la siguiente sería mas especial y épica, como si el destino nos tendría que juntar nuevamente, como mis corazonadas no fallan, me alisté y me retiré del lugar, se olía la perversión de esa noche, la pasión y todo el furor que le habíamos puesto a aquella noche de sexo.
Saliendo del bar, tenía la sonrisa pegada y miré para todos lados, viendo cual sería mi proxima aventura, pensé en ir a alguna otra isla a buscar más gente como Sohem para conocer, pero creo que como él no habrían mas hombres así que , caminé en direcciòn a alguna parte, para dejarme llevar por las acciones de el destino, una nueva aventura me esperaría y espero cruzarme con él denuevo, de verdad lo esperaba.
-FIN DE ROL-
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