[Privado Natsu] entrenamiento y .... algo mas

Había hecho unas cuantas peleas en una especie de torneo o lo que fuera, ya estaba agotado y cuando me enteré de que el perdedor debía de disfrazarse de gato, pensé que había hecho mal en aceptar, ya que perdí por culpa del cansancio y tuve que ponerme ese disfraz de gato, y estar con él puesto durante veinticuatro horas. Cuando baje del ring mi atención se fijo en un joven de pelo negro, parecía que se le caía la baba al verme disfrazado así, cosa de la cual no sabía si sonrojarme o asustarme, pero daba igual, el chico parecía majo y no parecía ser mala persona así que me acerqué a él serio.

Seguía teniendo mi bufanda alrededor del cuello, combinaba de una manera un tanto extraño con ese disfraz de gato que llevaba puesto, pero bueno. -Hola, ¿como te llamas?...- Le pregunté sin ni siquiera cambiar mi expresión seria. -¿Te gustaría pelear conmigo un rato, como si de un entrenamiento se tratase?- Añadí fijándome bien en el aspecto del joven. Quizás, si era fuerte, podría entrar a la misma banda pirata que yo, pero espera un momento, porque pensaba eso, si ni siquiera lo conocía lo suficiente, y no creía que fuera amor a primera vista, puesto que una vez piensas eso y siempre te pasa algo malo, que la persona no te corresponde, o la persona muere al cabo de unos días, al menos en muchas de las historias que leí ponía eso.

Aquel chico me sonaba de algo, pero me importaba poco, se llamaba Sidfried y el comentario que hizo sobre mis ojos hizo que me sonrojara bastante... note que el chico me puso un collar mientras me acariciaba la mejilla, cosa que hizo que me sonrojara mas de lo que estaba, pero lo que mas me sorprendió, fue cuando me llamo por mi nombre y dijo algo de lo que creía acordarme, de que era un lobito o algo así con el que jugué hace tiempo, pero dijo que se equivocó de persona así que ignoré por completo.

No parecía que fuera a llover y fui hacia donde me dijo el chico para empezar a entrenar. Ya cuando estábamos en esa especie de descampado, desenvaine mi espada, logré ver que el chico llevaba tres espadas, eso decía algo de su estilo de lucha, otra de las cosas en que me fije, fue en la mascota de Sidfried, parecía que le obedecía bastante, no como Natty a mi. -Bien, empieza tu el primer ataque...- Dije sin cambiar mi mirada, luego, si me vencía, le pediría que se uniese a la tripulación.

Si veía que no era lo que buscábamos entonces, lo secuestraría y lo haría de mi propiedad, a como diese lugar, ni siquiera yo sabía porque empezaba a pensar esas cosas, solo lo sabía y lo pensaba, además, cada vez que lo veía, me recordaba a alguien de cuando era pequeño, pero no sabía muy bien a quien, solo que le tenía mucho aprecio y cariño.

Deje que el chico me golpeará, no lo hacía nada mal, parecía que iba a ser divertido. -No lo haces nada mal chico... pero... solo diré que no hicieron trampa en el torneo, simplemente estaba agotado después de tantos combates y tenía hambre, solo eso...- Le dije con una expresión seria, pues ese torneo era muy reconocido y nadie osaría hacer trampa en él. Quería que luchase en serio, pues iba a luchar en serio... muy en serio. Me abalancé sobre él con mi espada en alto, pero un momento antes de llegar enfrente suyo me empecé a transformar en mi zoan completa, la cabeza se me transformaba en la de un dragón, me salían dos alas azules, en vez de piernas me salía una cola y la piel se me volvía escamosa.

-¿Querías que me lo tomará en serio, no?- Le dije serio mientras usaba el Seimei Kikkan para alargar mi cola y hacer mas gruesas mis escamas, empecé a mover mi cola por detrás de Sidfried, con intenciones de no dejarle escapar cuando fuera a golpearle, sin embargo, yo iba a golpearle con el reverso de mi espada en uno de sus hombros, con intenciones de hacer que soltará su espada mediana, pero quizás mi compañero de entrenamiento era un usuario de akuma no mi, no sabía si le debería de haberle mostrado todo lo que hice. -Esto... ¿porque dijiste lobito antes?- Le pregunté a Sidfried, al cual estuve a punto de inconscientemente llamarle Sid mas de una vez, pero ahora debía concentrarme en entrenar.

Pude asestarle el golpe a Sid y fue entonces cuando me acordé de aquel lobito con el que solía jugar mas de una vez de pequeño y mas aun me acordé, cuando vi la cola de lobo de Sid, sin duda alguna nos conocíamos de pequeños, aun así, hubo algo, que hizo que me enfureciera, Sid parecía no acordarse de mí cuando lo conocí, eso hizo que volviera a mi forma humana, mientras que esta vez, puse mi espada en alto. Empecé a andar hacia Sid de nuevo, pues me había alejado después de dar el golpe para evitar un posible contraataque y iba con intenciones de que mi espada probara la sangre de aquel lobo, el cual había olvidado a un amigo. Escuché lo que dijo, parecía que se había acordado de mi mas o menos, al menos, porque siempre me llamaba dobe.

Vi como se desmayaba y empezaba a llover, tampoco iba a atacar a alguien indefenso como lo estaba ahora ese chico, así que lo cogí en brazos y empecé a andar bajo la fuerte lluvia mientras buscaba algún refugio, ni aunque fuera en una casa ajena o un bar mismo, al menos para refugiar a Sid de la lluvia, ni yo mismo sabía el porque de mis acciones... quizás, en lo mas profundo de mi corazón seguía queriendo a ese lobito, o quizás, porque no quería matarlo estando tan malo como estaba, de lo que si estaba seguro, era de que le empezaba a odiar, ¿como podía olvidarme después de todo lo que pasamos juntos? Ese pensamiento me comía por dentro y mas sabiendo que me dijo que cumplió la promesa, la cual seguro no recordó hasta ahora ese lobo. Al final, después de andar tanto, encontré una casa abandonada de madera, no parecía estar en mal estado, así que entré junto a Sid mientras lo lanzaba al suelo de la rabia que tenía. -¡Despierta, lobo!- Dije con una mirada furiosa mientras observaba a Sid, y ni siquiera me daba cuenta de que tenía la ropa destrozada y estaba con el torso desnudo, los pantalones destrozados y la mascara de gato, solo tenía las orejas, además conservaba la cola.

Tan punto lo lancé, note como algo hizo algo de fuerza en mi para que cayera encima suyo, eso resultó ser la cola de Sid que me estaba agarrando fuertemente y al lanzarlo tan fuerte, pues me tiró hacía él y quede encima de él, era bastante guapo así dormido y eso hizo que me sonrojara bastante, pero ahora no podía pensar en eso. Solo pensaba en hacer que no me volviese a olvidar matándolo, así seguro no me olvidaría. Acerqué mis manos hacia su cuello con intenciones de ahorcarlo, pero sentí como algo me agarraba por la nuca y me atraía hacia el lobo, ese algo eran las manos del que tenía debajo y este último aprovechando, dijo que tuvo un accidente y tenía amnesia para luego darme un beso en los labios, el cual no me esperaba.

El beso me dejo en shock durante unos cuantos momentos, pero luego reaccioné y abracé fuertemente al lobo, ¿como pude pensar de matarlo sin saber exactamente porque me olvidó? Fui un estúpido al pensar de esa manera. -B-baka... el que se debería de disculpar soy yo... estuve a punto de matarte...- Dije abrazando mas fuerte a Sid pero luego me volvió a entrar la ira, mas que nada, por no haber podido ayudar a Sid cuando lo necesitaba y haber dejado que sufriera. Entonces me saqué la bufanda y con ella fui a atar las manos de Sid. -No dejaré que te vuelvan a separar de mi lado, ni que te vayas de mi lado...- Dije mientras mi mirada se clavaba en los ojos del menor.

De momento estaríamos refugiados de la lluvia y por si acaso, antes de que lo llevase a cuestas hasta la casa, le quite sus tres espadas para evitar que se volviera contra mi y así poderle matar en un principio, pero ahora era para atarle y hacerle mio.