Ficha de Eryx

HISTORIA

Nací, crecí, aprecié y odié, confié, fui traicionado y... Si sigo vivo es de milagro.

Podría deciros que mi vida empezó como tantas otras, nacido en el seno de una familia crecí siempre guiado por mis padres, hasta que, inducido por mi sed pirata escapé de sus manos... Pero mi historia es muy distinta.

Nací... Bueno, ciertamente no se donde nací, quizás en algún hospital, o muy probablemente en algún callejón abandonado, tan abandonado como me quede yo. Me encontró un hombre anciano, tanto que ya debería haber muerto de viejo, o de pena, lo que le llegara antes, y me alojó en el orfanato que regentaba. Allí quizás viví mis años mas tranquilos y por ello los mas aburridos, que terminaron a la edad de 10 años, cuando nuestro "salvador" fue acusado por un noble de evasión y perdió la cabeza... Cierto, así murió, así que supongo que no fue de viejo. Mentiría si dijera que eso me traumó, en aquel entonces solo quedábamos tres en el orfanato, y si eso era así se debía exclusivamente a los negocios que el buen anciano se traía con mis hermanos, no daré demasiados detalles centrándome en aclarar que esa misma semana pensaba matarlo yo mismo.

Quizás fue mi instinto protector lo que me llevó a evitar que los tres nos separáramos, y mi iniciativa a ponerme a la cabeza de un grupo formado por raterillos de mercado. No era una vida ideal, pero fuimos mas libres que nunca y lo mas importante de todo, sobrevivimos. Al principio éramos solo Leyla, Astor y yo, pero tras algunos años aceptamos a mas; Nest, Raylor, Sue, Austin, Mía y la pequeña Nine... Después las cosas comenzaron a complicarse, ya que al perecer al ser un grupo numeroso comenzaron a buscarnos, razón por la que dejamos de traer a mas personas.

Todo iba mas o menos bien, teníamos nuestros problemas, pero con constancia conseguíamos "adquirir" la suficiente comida como para seguir con nuestra vida. Si bien el grupo nos hacía mas fuertes, la mayoría podíamos valernos por nosotros mismos, esto incluía a la misteriosa Nine, una pequeña niña a la que yo mismo puse aquel nombre debido a que desconocíamos como se llamaba en realidad y a la que no tardé en convertir en mi protegida, quizás por ser la mas joven de todos. A pesar de ello las señales pueden resultar engañosas, y aunque yo tomaba a Astor por mi mano derecha y a Leyla como una simple camarada, ellos parecían tener intereses distintos... Ahora soy consciente de la atracción que mostraba a mi persona, quizás ignorada a causa de no ser mutuo, y aunque me gustaría decir que resultaba evidente mi falta de interés, Astor no parecía pensar lo mismo.

Años pasaron y un día los marines estuvieron cerca de atraparnos. Todos nos separamos como ya habíamos aprendido a hacer en repetidas ocasiones y yo terminé corriendo con Astor, en parte por que el mismo se puso a mi lado en la huida. Escapamos sin dificultades, como siempre, y no vi nada extraña la proposición que me hizo de dar una vuelta por los tejados... Allí fue cuando me enteré de su interés algo mas allá de amistoso por Leyla. Al principio lo tome como un dato curioso, conocía bien a Astor, o eso creía, y su interés me era mas que evidente, si bien procuraba mantenerme al margen... Si bien a el no le pareció lo mismo. Al menos puedo decir que tubo la decencia de disculparse, aunque su tono indicara un pobre arrepentimiento, se excusó indicando que yo siempre estaba en medio y como iba a llevarnos a todos a la ruina, y entonces... Los marines llovieron sobre mi cabeza. Necio de mi al principio le grité que huyera, antes de ver como el cabecilla del grupo le entregaba una recompensa y le dejaba marchar sin mas, fue entonces cuando mi corazón entendió algo que mi cerebro al que malamente ignoré me gritaba desde aquella misma mañana, había sido traicionado y vendido... Aquel día también perdí mi gorra, un regalo que me habían hecho entre todos, y quizás eso fué lo que mas me dolió, eso y ls palabras del traidor "No lo entenderías, pretendo llegar tan alto como la luna".



No tengo ánimos de recordar lo que ocurrió entre medias. Nunca me llevaron a prisión, si no a un carromato que enviaron a unas instalaciones algo... Especiales. Al parecer el hecho de ser criminal y huérfano sin papeles ni documentación alguna me convertía en una rata de laboratorio exquisita, un fantasma para una sociedad que no me echaría de menos y nunca haría preguntas, primero me llevaron a un centro de combates a muerte y luego a las últimas instalaciones. Formaron mi cuerpo y pulieron mis habilidades, al parecer aprendía con suma rapidez, y si no fuera por mis cadenas les habría usado a todos ellos de maniquíes. Poco a poco aumentaron la brutalidad de los ejercicios hasta que aquel día finalmente fui abatido por esa bestia, no antes de que mi mente terminara de quebrarse, corroída por la noticia de que todos mis antiguos hermanos habían sido asesinados en una redada del gobierno... Una nueva traición de Astor con la que ascendió catapultado por el impulso de un noble del mismo, todos muertos, incluida Leyla, quien además... Fue cobrada por el traidor, y Nine... mi dulce Nine, sencillamente murió con los demás... Todo ello había ocurrido años atrás, y yo me enteraba ahora...

Con todo ello en mente, el monstruo no necesito mas de un movimiento para matarme.

Aún hoy no entiendo por que sigo vivo, aquí, encerrado entre cuatro paredes. Llevo así varios días, solo se que me trajeron de vuelta a prisión y que me han sentenciado a pasar mi vida encadenado. Quizás podría escaparme, pero ¿Para que? La venganza es un lujo que no puedo permitirme, los que me importaban no están, no tengo nadie por quien luchar...