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Akuma no mi
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Llevaba en la isla de Ireos un mes aproximadamente, tras los sucesos de los últimos dos años, quería paz, tranquilidad y ante todo soledad. Hacia dos años que no tenia noticias de mis hermanos excepto de Suzaku al cual había visto en un cartel de se busca, con ciertas pintas. Yo estaba tranquilo sabia que nada malo les sucedería, tenia ganas de verles y volver a la mar con ellos pero estaba bien donde estaba. Vivía en una pequeña cueva, la había en cierto modo acomodado a mi gusto. Tenia hambre asíque decidí sale en buscare algo que comer, prepare unas trampas para algunos animales grandes y comencé a buscar lo que yo llamaba, las verduras para acompañar, que en realidad eran algunas plantas comestibles del lugar, me gustaba mucho aquella isla su vegetación era impresionante y la fauna tenia grandes especies no solo en tamaño sino también en comportamiento y sistemas de combate, si la gente la descubriese en poco tiempo aquel lugar seria un desierto, sin vida, sin agua, sin nada. Tras terminar con la recogida de vegetales, volví a mi casa cueva y decidí ir a ver si tenia algo de comer, por la posición del sol seria mediodía asíque ya deberían haber pillado algo las trampas. Tras un cuarto de hora andando encontré una pieza, bastante grande, un jabalí de piel marrón con lomo rojizo y unos colmillos bien afilados, parecía bastante regordete y con mucha carne.
Esto será suficiente para hoy.
Volví a la cueva y allí comencé a cocinar, salí un momento y mire al cielo.
Esta noche hará tormenta.
Esto será suficiente para hoy.
Volví a la cueva y allí comencé a cocinar, salí un momento y mire al cielo.
Esta noche hará tormenta.
Taiko
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Akuma no mi
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Había pasado mucho tiempo desde mi ultimo viaje de los de "conocer mundo". Uno de esos de cuanto más conocía más quería descubrir.
El tiempo no apremiaba en este caso, pero no como anteriormente me había podido suceder, sino que el oleaje me hacia temer realmente por mi vida (sabiendo lo que pasaría si me caía al agua salada). Cada ola que golpeaba la cubierta de mi barco lo tambaleaba de forma que tenía que agarrarme y agrandar diversas partes de mi cuerpo para hacer contrapeso y evitar que volcase la embarcación en cuestión.
Cambié mi rumbo radicalmente a la isla más cercana que ví. Tal vez pecase de relajado, de confiado o de Dios sabe que, pero el caso es que una fortísima ola me pillo desprevenido y al tratar de agarrarme a la parte trasera de la embarcación . La partí en dos, quedandome yo en la parte delantera que, por suerte, aun se mantenía ligeramente en el agua.
Podía divisar tierra, algo que no me reconfortó demasiado sabiendo que teniendola tan cerca, con un poco de mala suerte, no la alcanzaría a tiempo.
La embarcación se hundía más y más, empujada lentamente a la orilla por el agresivo oleaje imperante. Me subi a la Proa de lo que quedaba del barco flexioné mis rodillas y me preparé para tratar de alcanzar la playa.
Ahora o nunca
Salté con todas mis fuerzas y con la inercia mi barco se hundió. Mientras me mantenía en el aire veía como podía alcanzar tierra, aunque el aterrizaje no sería muy agradable.
¡Bien!
Una ola lo suficientemente grande me pilló por la espalda en el aire rompiendo en mi espalda y provocando gran dolor.
¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaarg!!!!! ¡Uf!
Caí en plancha contra la arena calada, bien mirado, el golpe me dió suficiente impulso para llegar mas dentro de la playa de lo que pensaba.
Lo... lo logré...
Descansé unos instantes, exhausto y con la respiración acelerada por lo que me acababa de suceder, bocaabajo en la arena.
El tiempo no apremiaba en este caso, pero no como anteriormente me había podido suceder, sino que el oleaje me hacia temer realmente por mi vida (sabiendo lo que pasaría si me caía al agua salada). Cada ola que golpeaba la cubierta de mi barco lo tambaleaba de forma que tenía que agarrarme y agrandar diversas partes de mi cuerpo para hacer contrapeso y evitar que volcase la embarcación en cuestión.
Cambié mi rumbo radicalmente a la isla más cercana que ví. Tal vez pecase de relajado, de confiado o de Dios sabe que, pero el caso es que una fortísima ola me pillo desprevenido y al tratar de agarrarme a la parte trasera de la embarcación . La partí en dos, quedandome yo en la parte delantera que, por suerte, aun se mantenía ligeramente en el agua.
Podía divisar tierra, algo que no me reconfortó demasiado sabiendo que teniendola tan cerca, con un poco de mala suerte, no la alcanzaría a tiempo.
La embarcación se hundía más y más, empujada lentamente a la orilla por el agresivo oleaje imperante. Me subi a la Proa de lo que quedaba del barco flexioné mis rodillas y me preparé para tratar de alcanzar la playa.
Ahora o nunca
Salté con todas mis fuerzas y con la inercia mi barco se hundió. Mientras me mantenía en el aire veía como podía alcanzar tierra, aunque el aterrizaje no sería muy agradable.
¡Bien!
Una ola lo suficientemente grande me pilló por la espalda en el aire rompiendo en mi espalda y provocando gran dolor.
¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaarg!!!!! ¡Uf!
Caí en plancha contra la arena calada, bien mirado, el golpe me dió suficiente impulso para llegar mas dentro de la playa de lo que pensaba.
Lo... lo logré...
Descansé unos instantes, exhausto y con la respiración acelerada por lo que me acababa de suceder, bocaabajo en la arena.
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Re: [Pasado, Privado Hitoky & Taiko]Un tipo raro y un mensajes de hermanos {Jue 28 Mar 2013 - 11:30}
Pasaban las horas y me dirigía ha un lugar un tanto especial. En una especie de claro oculto entre la gran vegetación de aquella isla, había una enorme cascada, mediría unos diez u quince metros de alto y unos seis u siete de ancho, la piedra tenia un tono oscuro, el agua era cristalina y pura nacida en el interior de aquella isla. Los árboles bebían con sus fuertes raíces de ella, los animales sacian su sed igual y en la caída de la cascada se hallaba un pequeño lago y en el medio de este una pequeña elevación de tierra de forma circular, si el agua no fuera cristalina diría que incluso aquello flotaba en el agua. Era un lugar perfecto para meditar, la combinación de luz, movimientos y sonidos de la naturaleza estaban en tan perfecta sintonía que el entrar en el trance, la parte mas complicada de la meditación era lo mas sencillo. De un impulso llegue con un gran salto al centro de aquel sitio, me senté con las piernas entrelazadas y cerré los ojos. Me deje guiar por el canto de los pájaros, una gran melodía que sin duda valía la pena escuchar, el sonido de una leve brisa que venia desde el norte y por ultimo centre toda mi atención y sentidos en el sonido de la cascada, estaba tan concentrado que aseguraría que podía ver la cascada con los ojos cerrados.
Se esta tan bien aquí, una pena que este solo de paso.
Pasarían un par de horas cuando algo me saco de mi fuerte trance, una especie de grito seguido de un fuerte trueno, me hicieron despertar de dicho trance e incorporarme rápidamente por si acaso había peligro cerca, mire a los lados y en todo mi alrededor sin ver nada excepto lo que ya sabia, una gran tormenta había estallado en el mar y se dirigía hacia la isla y tenia una pinta bastante peligrosa, aun así.
Juraria haber oído el grito de una persona, estoy casi seguro.
Decidí volver cuando antes a mi cueva, en el trayecto varios árboles casi se me caen encima pero no tenia problema, tenia las garras del dragón en fila asíque apenas tenia preocupación, dado que los cortaba de un golpe. El viento se volvió muy violento, las lluvias eran fuertes y abundaba en cantidad de agua. A lo lejos veía mi cueva y estaba llegando ya cuando delante de mi se cruzo un pequeño inconveniente, la pared rocosa que había en la parte derecha se vino abajo, formando un gran muro por el cual me costaría mucho pasar a pesar de mis habilidades las cuales no quería usar, el tiempo empeoraba y mis posibilidades de salir de allí se reducían. Muy a mi pesar me vi forzado a usar mi forma hibrida, dando un pequeño impulso con las alas sobrevolé el muro natural y llegue con éxito a la cueva.
Esa a estado cerca.
Encendí un fuego para calentarme y comí algo que me quedaba del jabalí que había cazado ese mismo día, disfrutaba de aquel sabroso bocado pero en mi mente, seguía pensando que había escuchado a alguien gritar, seguramente fueran imaginaciones mías al fin y al cabo estando en un trance es algo normal. Decidí dejar de pensar en ello y me acosté, la tormenta tenia pinta de durar toda la noche así que poco mas podría hacer ya, cerré los ojos y no tarde mucho en coger el sueño.
Mañana será otro día.
Se esta tan bien aquí, una pena que este solo de paso.
Pasarían un par de horas cuando algo me saco de mi fuerte trance, una especie de grito seguido de un fuerte trueno, me hicieron despertar de dicho trance e incorporarme rápidamente por si acaso había peligro cerca, mire a los lados y en todo mi alrededor sin ver nada excepto lo que ya sabia, una gran tormenta había estallado en el mar y se dirigía hacia la isla y tenia una pinta bastante peligrosa, aun así.
Juraria haber oído el grito de una persona, estoy casi seguro.
Decidí volver cuando antes a mi cueva, en el trayecto varios árboles casi se me caen encima pero no tenia problema, tenia las garras del dragón en fila asíque apenas tenia preocupación, dado que los cortaba de un golpe. El viento se volvió muy violento, las lluvias eran fuertes y abundaba en cantidad de agua. A lo lejos veía mi cueva y estaba llegando ya cuando delante de mi se cruzo un pequeño inconveniente, la pared rocosa que había en la parte derecha se vino abajo, formando un gran muro por el cual me costaría mucho pasar a pesar de mis habilidades las cuales no quería usar, el tiempo empeoraba y mis posibilidades de salir de allí se reducían. Muy a mi pesar me vi forzado a usar mi forma hibrida, dando un pequeño impulso con las alas sobrevolé el muro natural y llegue con éxito a la cueva.
Esa a estado cerca.
Encendí un fuego para calentarme y comí algo que me quedaba del jabalí que había cazado ese mismo día, disfrutaba de aquel sabroso bocado pero en mi mente, seguía pensando que había escuchado a alguien gritar, seguramente fueran imaginaciones mías al fin y al cabo estando en un trance es algo normal. Decidí dejar de pensar en ello y me acosté, la tormenta tenia pinta de durar toda la noche así que poco mas podría hacer ya, cerré los ojos y no tarde mucho en coger el sueño.
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