[Pasado/1 Semana](Lavi, Sinclair, Yoko) Encuentros y superando la timidez

En la isla Kyuuka, unos días después de mi experiencia con aquel hombre con el cual tuve esa noche desenfrenada, buscando distraerme llegue a un pequeño festival, aunque fuera de esa magnitud había mucha gente, me encontraba como la otra vez, pero sabía que no acabaría como aquella así que solo me dedique a recorrer y a pasarla bien en ese diminuto festival.

Habían juegos para niños, al ser así de infantil me encantaban, postres, gente llena de sonrisas y vitalidad en su rostro, se reflejaba el buen ánimo en la ocasión, la gente parecía disfrutar de lo que se llama el tiempo vago, de hacer lo que quieras sin que nadie te diga nada, ese tipo de situaciones me encantan, vivir la vida sin que nadie te reclame o se queje de lo que hagas, pero naturalmente, ese día no podía acabar así, o al menos, no podía no pasar nada por ser yo, siempre me pasaba algo.

Caminando por la noche, esperando algo que me podría encontrar e interesar, encontré un bonito pañuelo botado en una de las calles por las cuales vagaba, pensé que podría ser de alguien así que me lo colgé en la cintura para por si algún individuo o individua le tomaría atención y se lo llevara, después de eso, seguí en mi caminata.

Ya era de noche, no tenía nada más que hacer así que con unas monedas que tenía de haberles robado a hombres vagos y ebrios que no tenían nada mejor que decirme estupideces, me hospedé en un hotel cercano, mi elección era o ese, o uno muy lujoso que estaba a unos metros, sintiendo que si me hospedaba en el hotel caro, no podría ahorrar nada me alojé en el más barato así que , entré pidiendo una habítacion al señor de la recepción.

-Disculpe, ¿tiene habitaciones disponibles?.- Respondiendome automáticamente el señor como otros hombres acosandome con la mirada. -Claro preciosa, te la dejo más barata si me muestras tu trasero ijaja! ,no, es broma, toma aquí tienes las llaves, mañana deja el dinero y las dejas acá mismo.- con cara pícara y sonriendo me contestó.

Me enfurecí por un momento pero al ser una broma no lo tomé tan a mal, me dirije a mi habitación que era la 3, era un lugar sencillo y con todo lo que se necesitaba, un baño con todo lo necesario para una higiene normal, una cama para 2 personas, y un closet para guardar pertenencias, como era de gustos así de sencillos solo me tiré en la cama con la ropa que ya tenía , sacandome las botas y dejando mis armas en un costado de la cama apoyadas en la pared y la pistola a mi lado, solo me dormí.

-AL AMANECER-

Al despertar eran mas o menos segun ví hacia afuera, las siete de la mañana, debía ir a comer algo , me costaría encontrar lugar en esta poblada isla de gente de vacaciones, así que me saqué mi ropa, y posteriormente me duché, vistiendome y alistandome, dejé las monedas y las llaves en la recepción para irme a buscar algun restaurante o bar.

Me había acordado de el pañuelo que había encontrado, me gustaba pero todavía presentía que era de alguien más, así que me devolví al lugar el cual lo encontré que era casi el centro de la isla donde se reunían la mayoria de las personas, para ver si era de alguien y así devolverle su pañuelo, le presentía cariño a el mismo, de alguien era, estaba segura, pero algo presentía, que me encontraría con algun conocido de mi pasado en esta isla, siempre siento las cosas en mi corazón y acierto, así que con un poco de ansiedad, me dirigí al centro de la isla para encontrar al dueño del pañuelo.

Era un día soleado, en isla Kyuka y a diferencia de otras veces sabía perfectamente porque estaba allí. Mi cometido en esa isla era tomarme unas merecidas vacaciones, también, a diferencia de otras veces no había ido volando como suelo hacer, sino en barco hacia aquella isla.

Esa isla era por completo, un complejo vacacional y con unos ahorrillos que tenía me había ido a aquella isla. En estos mismos instantes estoy tumbado en la cama de la habitación de un hotel, un hotel ni muy lujoso, pero tampoco un hotel para pobres era un hotel digamos para clase media. Me estaba aburriendo de hacer el vago, asique me duché, me puse un traje de lino blanco, con un sombrero del mismo color, me puse mis pistoleras metí en ellas mis pistolas y me puse mi cinturón de munición y salí del hotel. Algo en mi interior estaba babeando y queriendo salir. La razón las miles de esbeltas mujeres con trajes de baño que paseaban por los alrededores, la cosa que babeaba, mi alter ego Dani Dementium quién pedía a gritos salir, pero para su desgracia no le iba a permitir salir de mí. Aunque no es extraño que aquellas mujeres fueran de esa forma vestidas, ya que kyuka era una isla de verano con millones de espacios acuáticos de los que disfrutar, está claro yo no podía debido a mi akuma y eso me fastidiaba cantidad.

A pocos metros de mi escuché ruido, como si fuera una fiesta, asique me acerque. Diversión, fiesta y entre toda esa multitud una hermosa mujer con un pañuelo atado en sus sensuales caderas, asique me acerque a ella y le dije:

- Bonito pañuelo, aunque siendo sinceros lo acompaña un hermoso cuerpo y ese hermoso cuerpo es de una dama de la que no se su nombre…Oh perdona una grosería preguntar tu nombre sin antes decirte el mío, me llamo Sinclair Moon para servirte.

Buscando al dueño de el misterioso y dichoso pañuelo, se me presentó un raro hombre que no tenía idea de que se me cruzaría, no me lo esperaba para nada, un chico de melena elogiandome y preguntando por mi nombre, vá, ya había recibido bastantes piropos esa semana, así que reaccioné de forma tranquila y sin muchas emociones.

-Gracias, disculpa, ¿no sabes de quién es este pañuelo? , lo he encontrado ayer y busco a su dueño, sé que es de alguien.-

No quize distraerme más con el tipo, yo sabía que el no tenía idea de quién era el original acreedor de la prenda, así que no hice más que inclinar la cabeza por modales y retirarme a paso lento, no podía tener mas tiempo, estas cosas me producían mucha curiosidad al saber que de alguien es, y ese alguien vendría siendo un poco interesante, nunca es malo toparse con gente rara o espeluznante, o quizás alguien ebrio o loco.

Un poco desorientada y sin ganas de buscar más, me senté en una banca a pensar en que podría hacer para librarme de aquella prenda sin tener remordimientos o algun sentimiento de culpa, pensé primero en quemarla, en botarla al basurero o regalársela a algun vagabundo de por ahí, los pensamientos no dejaban de mezclarse en mi cabeza causandome una gran confusión, así que mejor me lo puse en mis piernas para hacerlo notar por si alguien venía, y me quedé pensando en la otra vez con el tipo de barbilla con el cual había tenido una experiencia "intima", me entretenía pensar en cosas de mi pasado, para hacer pasar el tiempo rápido dejando los deberes de lado y preocupándome por cosas que había hecho mal y bien.

-¿Que nadie quiere esta mierda de trapo?.- Dije con voz de una mujer aburrida y sin entretenimiento, en otras palabras, vaga.

La chica a la que me presenté me contestó con un gracias y me preguntó que si sabía de quién era aquel pañuelo, no lo sabía, pero viendo el sistema que había elegido, para que si su dueño lo veía no me parecía el mejor, le iba a sugerir algo, pero cuando quise darme cuenta se había ido, pero con un vistazo a mi alrededor la ví a lo lejos, sentada en un banco, asique me acerqué a ella estaba despistada como pensando en otra cosa cuando estuve enfrente de ella carraspee y le dije:

- Una de mis características es que cuando estoy ante un reto analizo la situación y pienso la mejor solución para resolverlo…tu sistema para encontrar al dueño del pañuelo no es malo del todo, ya que, yo me he dado cuenta del pañuelo, sin embargo, tiene fallos.

Me senté a su lado y proseguí:

- El primero, es que la persona que lo esté buscando tendría que mirarte con atención para saber que lo tienes y el segundo que puesto en tu cadera le sería más complicado saber que lo tienes tú porque la cadera no es una parte que se vea a simple vista.

Bajé mi mirada y ya no vi el pañuelo en su cadera, sino en sus piernas, a lo que respondí moviendo la cabeza de un lado a otro como gesto de desaprobación y pensando que si en su cadera se veía poco en sus piernas aún menos:

- Si yo fuera tú me lo ataría a un brazo y lo levantaría, así sería más fácil de divisar, pero como yo soy yo tengo otro método…espera aquí traeré al dueño del pañuelo.

Me quité la camisa dejando ver mi torso musculado por los múltiples entrenamientos y me dirigí de nuevo a la chica:

- Guárdame la camisa porfa…no quiero que se me rompa.

De mi espalda salieron dos alas blancas de ángel y comencé a elevarme lentamente y cuando estuve a la altura adecuada para que se me oyera y para no arrasar con todo empecé a volar y comencé a decir en voz alta:

- SE HA ENCONTRADO UN PAÑUELO A AQUEL QUE LE PERTENEZCA QUE DIGA YO.

Volé por varias calles con la esperanza de encontrar al dueño del pañuelo.

Después de momentos sin relevancia sentada en la banca de aquel plaza donde no estaba el dueño del perdido pañuelo, ya me daría por vencida de encontrarlo, pensaba -¿a quién le importaría una mierda de pañuelo?, estoy perdiendo el tiempo.- , ¿que haría alguien como yo sentada en ese lugar? , bueno, por algo pasaban las cosas y mejor me quedaba ahí a esperar que algo pasara, no podía quedarse así el momento.

El tipo que se me acercó hace unos momentos, repitió su acción y se sentó a mi lado, me sentía un poco nerviosa de su manera de acercarse a mí casi acosadora, pero el podría tener alguna idea sobre lo de el pañuelo. Me dijo que no estaba haciendo bien mi trabajo para devolver el misterioso pañuelo perdido, me explicó sobre cómo podría hacer mas notoria mi posesión del dicho pañuelo, pero luego esto, el tipo extraño se sacó la camisa pasándomela y mostrando un físico muy entrenado, sacando alas como las de los ángeles del cielo mismo, lo miré muy sorprendida debido a que eso no pasaba todos los días, -que día mas raro.-.

Mientras veía al tipo gritando a toda la gente de la plaza sobre el real poseedor del pañuelo, pensaba en el porqué él tendría interés en ayudarme, a lo mejor me encontraba bonita o algo similar, quien sabe, pero como me gustan las ayudas, no le negaría que me echara una mano.

De un momento a otro, ya perdiendo la esperanza de encontrar al dueño de la prenda, hasta con la ayuda del ángel sin camisa, vino corriendo un chico pelirrojo hacia mi lugar, agitado y parece que cansado, de rodillas me dijo algo sobre el pañuelo, quizás el sabía si que sí algo por la urgencia en la cual vino, porfin una clave con algún argumento.

-¿Quien eres? , buscas el pañuelo o algo?.- dudosa y confundida, tomé el pañuelo y le ofrecí tomarlo al chico que me miraba con cara de esperanza, como muy feliz por haberme encontrado, parece que era el dueño del pañuelo, pero no debía fiarme del primer intento, algo tendrá que decirme para pasarselo, así que denuevo me lo guardé por si las dudas, no lo entregaría así como así por haberme gastado tiempo de mi valiosa vida.

Había volado por un buen rato buscando al tipo del pañuelo y nadie lo reclamó, por lo que se podía decir, que no había conseguido nada, solo había conseguido cansarme, una sudada monumental y que la gente que me mirara pensara que estaba para que me encerrasen. En estos momentos, estaba volviendo al lugar en donde me encontré a la chica del pañuelo, aunque no estaba sola, estaba con un tipo que estaba cansado como yo y que por lo que parecía era el dueño del pañuelo, asique di unas sonoras palmadas a modo de aplauso:

- Bravo, chica parece que has encontrado al dueño del pañuelo.

Me volví a sentar en el banco junto a la chica para descansar del vuelo:

- Bueno, al menos, he combatido durante un rato el aburrimiento, aunque la pregunta es… ¿y ahora que haremos? ¿Piscina? Gran error siendo un usuario ¿Encontrar alguna injusticia y resolverla? En una isla como esta dudo que haya algún tipo de criminal. DIOS COMO ME ABURRO.