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La isla Karakuri, era una ciudad futurista en la que antaño vivió el gran científico Dr. Vegapunk del que poco se conoce, sólo se sabe que su mente, sus conocimientos e invenciones estaban varios siglos por delante de su época, hace aproximadamente 200 años. Incluso en el año en que el que ellos estaban la tecnología era inferior a la que él tenía, sus logros en el campo científico eran innumerables. Esa isla era especial por ese mismo motivo, gran parte de sus conocimientos se hallaban ocultos en ese lugar invernal. Él como buen ingeniero buscaba encontrar la máxima información posible para mejorar en sus creaciones.
Así que de ésta forma es zarparon hacia la isla Karakuri, no sin antes pasar por diversos aprietos, pues el Grand Line no era un sitio fácil por el que navegar, incluso con un navegante talentoso como Sidfried, las corrientes eran duras. El ambiente frío y con ventiscas no ayudaba, era difícil mantenerse en cubierta cuidando del barco cuando la temperatura bajaba tan drásticamente, el viento incluso cortaba la piel de lo baja que era la temperatura y lo fuerte del vendaval.
Tras varios días de intenso viaje lograron llegar a la isla. Antes de desembarcar Stinger quiso decir unas palabras. Colocándose bien la chupa con el símbolo de su tripulación, Sons of Anarchy de paró en frente de todos, aguantando a su pesar las extremas condiciones climáticas. Es lo que tiene no usar camisetas y solo portar la chupa, dejando incluso de lado el abrigo rojo que siempre suele llevar.
-Sons, sólo tengo una cosa que pedir, hagáis lo que hagáis no destruyáis ningún plano. Quiero todos los de Vegapunk, seguro que tiene información valiosa de la que nos podemos aprovechar, incluso vender..., seguro que Ebony y Allen entienden a lo que em refiero-dijo.-Ahora simplemente bajad y disfrutad de la isla y cualquier información acerca de planos o investigaciones de Vegapunk, avisadme-continuó. Y no os olvidéis las chupas, hace frío-concluyó con una media sonrisa en su rostro.-
Tras acabar su frase, se giró recogiendo su abrgio y llevándolo en el brazo. Bajó del barco de un salto, no sabía por dónde empezar a buscar. Ahora simplemente debía entrar en calor así que se dirigió al pueblo corriendo. Una vez hubo llegado al poblado entró en una tienda de armas, no sin antes pasar por un bar comprando alcohol, quería calentarse, aunque las bebidas eran contraproducentes en este apartado, daba una falsa sensación de calor. Compró varias botellas de ron y entró en la tienda en la que empezó a preguntar si conocían algo acerca de Vegapunk y de su fábrica, no era muy discreto recaudando información. El viejo de la tienda que pareció ofendido por tales preguntas le echó del local, alegando que no eran unas preguntas apropiadas.
Stinger confuso volvió a entrar en un bar, quizás alguno de su banda halla tenido más suerte en su "paseo" o simplemente alguno podría entrar en el bar y al menos tomarse unas copas con él, que ahora no parecía muy dispuesto a seguir buscando información, al menos no inmediatamente. Por lo poco que pudo nota, es que era un tema tabú en esa isla y si iba armando revuelo por la isla,encima exhibiendo su símbolo sin ningún escrúpulo, levantaría demasiadas sospechas. Entonces se dio cuenta del fallo de su plan, sus tripulantes no eran precisamente "sutiles" y les había dicho que llevarán todos la chupa.
-Al menos será una tarde movidita...-murmuró para si mismo.-
Sentado en el fondo del bar esperando a ver si se encontraba con alguien interesante, o entraba alguno de su banda armando un alboroto o escándalo en la taberna, al menos así se entretendría ya que parecía ser que la búsqueda sería larga y tediosa. Bebió del tirón una copa.
Así que de ésta forma es zarparon hacia la isla Karakuri, no sin antes pasar por diversos aprietos, pues el Grand Line no era un sitio fácil por el que navegar, incluso con un navegante talentoso como Sidfried, las corrientes eran duras. El ambiente frío y con ventiscas no ayudaba, era difícil mantenerse en cubierta cuidando del barco cuando la temperatura bajaba tan drásticamente, el viento incluso cortaba la piel de lo baja que era la temperatura y lo fuerte del vendaval.
Tras varios días de intenso viaje lograron llegar a la isla. Antes de desembarcar Stinger quiso decir unas palabras. Colocándose bien la chupa con el símbolo de su tripulación, Sons of Anarchy de paró en frente de todos, aguantando a su pesar las extremas condiciones climáticas. Es lo que tiene no usar camisetas y solo portar la chupa, dejando incluso de lado el abrigo rojo que siempre suele llevar.
-Sons, sólo tengo una cosa que pedir, hagáis lo que hagáis no destruyáis ningún plano. Quiero todos los de Vegapunk, seguro que tiene información valiosa de la que nos podemos aprovechar, incluso vender..., seguro que Ebony y Allen entienden a lo que em refiero-dijo.-Ahora simplemente bajad y disfrutad de la isla y cualquier información acerca de planos o investigaciones de Vegapunk, avisadme-continuó. Y no os olvidéis las chupas, hace frío-concluyó con una media sonrisa en su rostro.-
Tras acabar su frase, se giró recogiendo su abrgio y llevándolo en el brazo. Bajó del barco de un salto, no sabía por dónde empezar a buscar. Ahora simplemente debía entrar en calor así que se dirigió al pueblo corriendo. Una vez hubo llegado al poblado entró en una tienda de armas, no sin antes pasar por un bar comprando alcohol, quería calentarse, aunque las bebidas eran contraproducentes en este apartado, daba una falsa sensación de calor. Compró varias botellas de ron y entró en la tienda en la que empezó a preguntar si conocían algo acerca de Vegapunk y de su fábrica, no era muy discreto recaudando información. El viejo de la tienda que pareció ofendido por tales preguntas le echó del local, alegando que no eran unas preguntas apropiadas.
Stinger confuso volvió a entrar en un bar, quizás alguno de su banda halla tenido más suerte en su "paseo" o simplemente alguno podría entrar en el bar y al menos tomarse unas copas con él, que ahora no parecía muy dispuesto a seguir buscando información, al menos no inmediatamente. Por lo poco que pudo nota, es que era un tema tabú en esa isla y si iba armando revuelo por la isla,encima exhibiendo su símbolo sin ningún escrúpulo, levantaría demasiadas sospechas. Entonces se dio cuenta del fallo de su plan, sus tripulantes no eran precisamente "sutiles" y les había dicho que llevarán todos la chupa.
-Al menos será una tarde movidita...-murmuró para si mismo.-
Sentado en el fondo del bar esperando a ver si se encontraba con alguien interesante, o entraba alguno de su banda armando un alboroto o escándalo en la taberna, al menos así se entretendría ya que parecía ser que la búsqueda sería larga y tediosa. Bebió del tirón una copa.
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Ebony se encontraba dentro de la embarcación conocida como Red Love Machine mientras miraba por la ventana de su habitación, al parecer habían llegado finalmente a la isla de Karakuri. Odiaba aquel frío, ella era más de climas calientes por lo que ese tipo islas no eran precisamente de su agrado. Llevaba un abrigo cubriéndole casi todo su cuerpo y una bufanda, además de esto se encontraba sentada tomando un poco de chocolate caliente preparado por su fiel mayordomo Mortimer.
- Jodido Vegapunk... -
No le extrañaba para nada que fueran a aquella isla habiendo sido habitada por un genio como este. Incluso ella se moría de ganas de echarle el guante a algún tipo de plano, inscripción, invento o lo que fuera que pudiera ser de utilidad. Sin duda tenían que ir a una isla más cálida en el mismo instante en que terminaran sus asuntos allí.
Tras terminar su chocolate caliente se levantó y le lanzó la taza al vuelo a Mortimer quien la cogió al vuelo por estar acostumbrado a los hábitos de la ricachona.
- Vamos, tenemos trabajo. Inu tu quédate ahí, hace demasiado frío fuera. -
Colocó sus pistolas en su cintura y su bazooka a la espalda mientras su perro la miraba y salió de su habitación rumbo a cubierta donde seguramente estarían esperando el resto de la tripulación. Ahí se encontraba Stinger, capitán de los Sons of Anarchy, esperándoles para dar un breve charla con instrucciones.
-Sons, sólo tengo una cosa que pedir, hagáis lo que hagáis no destruyáis ningún plano. Quiero todos los de Vegapunk, seguro que tiene información valiosa de la que nos podemos aprovechar, incluso vender..., seguro que Ebony y Allen entienden a lo que me refiero. Ahora simplemente bajad y disfrutad de la isla y cualquier información acerca de planos o investigaciones de Vegapunk, avisadme. Y no os olvidéis las chupas, hace frío -
En el mismo instante en el que terminó su discurso recogió su abrigo y saltó del barco sin decir nada más, algo típico de Stinger. Como ella no iba a ser menos se giró hacia su mayordomo y sonrío.
- Nos vamos, no me pierdas de vista. -
Al instante sus pies comenzaron a elevarse del suelo ayudados por una corriente de viento la cual la alzaba con elegancia sobre las cabezas de los presentes.
- ¡Adios mortales! -
Dijo sonriendo a sus compañeros para, en un abrir y cerrar de ojos, salir disparada volando a gran velocidad en busca de algo parecido a unas ruinas, pueblo o similares en los que se pudiera encontrar aquello que buscaban. Mientras volaba, Mortimer trataba de seguirla a duras penas corriendo a través de la nieve siendo, obviamente, incapaz de alcanzar a la pelinegra.
- Jodido Vegapunk... -
No le extrañaba para nada que fueran a aquella isla habiendo sido habitada por un genio como este. Incluso ella se moría de ganas de echarle el guante a algún tipo de plano, inscripción, invento o lo que fuera que pudiera ser de utilidad. Sin duda tenían que ir a una isla más cálida en el mismo instante en que terminaran sus asuntos allí.
Tras terminar su chocolate caliente se levantó y le lanzó la taza al vuelo a Mortimer quien la cogió al vuelo por estar acostumbrado a los hábitos de la ricachona.
- Vamos, tenemos trabajo. Inu tu quédate ahí, hace demasiado frío fuera. -
Colocó sus pistolas en su cintura y su bazooka a la espalda mientras su perro la miraba y salió de su habitación rumbo a cubierta donde seguramente estarían esperando el resto de la tripulación. Ahí se encontraba Stinger, capitán de los Sons of Anarchy, esperándoles para dar un breve charla con instrucciones.
-Sons, sólo tengo una cosa que pedir, hagáis lo que hagáis no destruyáis ningún plano. Quiero todos los de Vegapunk, seguro que tiene información valiosa de la que nos podemos aprovechar, incluso vender..., seguro que Ebony y Allen entienden a lo que me refiero. Ahora simplemente bajad y disfrutad de la isla y cualquier información acerca de planos o investigaciones de Vegapunk, avisadme. Y no os olvidéis las chupas, hace frío -
En el mismo instante en el que terminó su discurso recogió su abrigo y saltó del barco sin decir nada más, algo típico de Stinger. Como ella no iba a ser menos se giró hacia su mayordomo y sonrío.
- Nos vamos, no me pierdas de vista. -
Al instante sus pies comenzaron a elevarse del suelo ayudados por una corriente de viento la cual la alzaba con elegancia sobre las cabezas de los presentes.
- ¡Adios mortales! -
Dijo sonriendo a sus compañeros para, en un abrir y cerrar de ojos, salir disparada volando a gran velocidad en busca de algo parecido a unas ruinas, pueblo o similares en los que se pudiera encontrar aquello que buscaban. Mientras volaba, Mortimer trataba de seguirla a duras penas corriendo a través de la nieve siendo, obviamente, incapaz de alcanzar a la pelinegra.
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Me encuentro en mi camarote, donde mi cuerpo se encuentra tendido sobre la cómoda cama que se me había otorgado como favor personal, ya que desde siempre me gustaba el dormir en el suelo junto con una manta, al igual que hacían en mi isla, pero desde hace tiempo me apeteció el probar este método de dormir sobre un bonito colchón, por lo que le pedí a Stinger que me consiguiese uno y en menos de unos minutos ya tenía uno en mi habitación. Según mal no recuerdo nuestro capitán no estaba dirigiendo hacia una isla bastante famosa conocida como la isla del futuro, ya que en esta isla es donde un genio loco construyo muchísimas cosas, las cuales incluso en esta época son cosa de admiración, aunque yo realmente había conseguido inventar un anillo que absorbe energía, lo cual ese tío no ha conseguido, pero quien sabe, tal vez tenga un plano donde contenga más cosas sobre este tipo de artilugios, por lo que fui uno de los primeros en aceptar la propuesta del capitán y aventurarme en esta aventura hacia nuestra meta, la cual es encontrar planos de bastante importancia.
Tras unos días de bastante movida por el mar y con la gran suerte mía que me suelo marear a veces en estos viajes, conseguimos llegar a nuestro destino, donde la temperatura era bastante baja y incluso el frio se puede notar en los camarotes interiores, lo cual me demuestra que voy a pasar mucho frio en este sitio si no me encuentro en mi forma completa, por lo que recogí mis ropas, las cuales son un traje de camarero junto a mis botas de color negro y hice un silbido, con el cual un animal salió entre las ropas tiradas en el suelo, siendo este mi nuevo amigo desde hace un tiempo. Se trata de un mono chiquitito que había conseguido en una de mis aventuras entrenando, el cual ahora mismo está más blanco que marrón, lo cual me hace reír momentáneamente. Siempre me daba risa como este mono se ponía a interactuar todas las acciones y aun con su pequeña bufanda sus dientes se mueven a toda velocidad, lo cual prueba que está pasando un frio de cojones.
-Ven aquí, o me tendré que llevar un helado de mono jajaja-le digo señalando mi brazo para que se subiese.
A malas ganas este se subió encima de mi brazo y se apretó con sus pies fuertemente a mis brazos, a lo cual empezó a dejar que la gravedad actuase hasta que su cuerpo parecía el de un vampiro usando mi brazo como punto de apoyo. Mi cara bastante divertida mira a tal sujeto que siempre me hace sacar una sonrisa y empecé a liberar energía alrededor de ambos, lo cual calentó el ambiente y nos hizo una capa protectora a ambos, con lo que no pasaríamos frio.
Salimos a la cubierta donde toda la banda se encuentra reunida, mientras yo junto a mi mono vampiro empezamos a acercarnos al grupo, donde nuestro capitán empezó a dar su discurso, el cual siempre parece más poético que informativo. Sus palabras como siempre no eran gran cosa, ya que lo único que pide es que no toquemos ningún manuscrito ni plano ya que nos es útil, lo cual es bastante obvio y tras eso se alejo del barco como siempre hace, a lo cual un suspiro sale de mis labios al igual que mi mono, el cual hace lo mismo pero con movimientos en sus manos.
-Y luego dicen que el capitán es el más sensato…
Sin pasar mucho tiempo tras este, la única chica de nuestro barco repite el mismo procedimiento y se aleja del barco con su poder de viento, mientras unas frases de una gran princesa sale de sus labios, las cuales no me agradaron pero tampoco le puse importancia. Ahora parece que me tocaba a mi dirigirme hacia la isla, por lo que como una persona normal y corriente empecé a descender del barco usando el geppou hasta colocarme en la nieve, la cual empezó a fundirse a mi alrededor debido a la capa protectora que estaba llevando.
Empecé a caminar hacia el pueblo donde supuestamente debía encontrar información de este sinuoso doctor chiflado y ver si alguno osaba darme alguna información que me fuese útil, aunque conociendo a la gente seguramente prefieran callarse ya que ese señor participo para la marina y mucha gente teme que se los lleven si revelan información. Pero aun con eso en mente me acerque a la primera tienda que encontré de comida y me adentre dentro, sin deshacer en ningún momento mi capa protectora para mantener nuestro calor interno junto a mi animal.
Un señor bastante amable parece estar atendiendo la tienda en una postura bastante cómoda, por lo que me acerque hacia este y con una buena sonrisa y mi cuerpo amarillento le empecé a preguntar.
-Disculpa. ¿Sabe algo sobre Vegapunk o donde puede guardar algún plano?
-¡MARCHESE! Jamás revelaríamos cosas de ese estilo a piratas como usted.
Sin dudarlo apenas mi mono reacciono ante tales palabras y saltando hacia aquel tipejo cogió mi cuchillo Balis y se coloco en sus ropas, haciendo que este retrocediera por el salto y el calor que producía la capa protectora de mi mono. Mi mono usando dicha arma la dirigió hacia su cuello dejándolo en una posición bastante incómoda debido a que con un simple movimiento mi mono lo mataría en menos que canta un gallo.
-Te repito la pregunta insensato. ¿Sabe donde hay algún plano? Responde o ya sabes lo que hará mi querido mono.
El señor empezó a mirar a mi mono bastante cagado y sus ojos mostraban la desesperación, mientras mi mono solo le miraba con una cara de pocos amigos, esperando mi orden para asestarle un golpe de gracia en cualquier momento. Pero para su suerte este empezó a hablar, diciéndome que hace unos centenares de años en un lugar cercano un tal Franky encontró unos planos bastante importantes y que estos siguen aun en ese lugar, pero que son vigilados por unos marines.
Por una vez decidí perdonar la vida a aquel sujeto y deje que mi mono volviese a colocarse en mi brazo, aunque esta vez de una forma más sensata y salimos de la tienda, haciendo que nada más salir esta explotase debido a que solté energía sin que este pudiese presenciarla. Aquel tipo seguro que salía vivo de esto, pero su tienda no hará lo mismo, por lo que empecé a caminar por las calles y haciendo un gesto al aire mi mono se coloco encima de mi dedo, usándolo como una atalaya a la que apoyarse y empezó a gritar.
-¡Stinteeeeeeeeeeeen!-dijo gritando hacia todo el pueblo, aun no sabía hablar muy bien, pero algo estaba aprendiendo.
Tras unos días de bastante movida por el mar y con la gran suerte mía que me suelo marear a veces en estos viajes, conseguimos llegar a nuestro destino, donde la temperatura era bastante baja y incluso el frio se puede notar en los camarotes interiores, lo cual me demuestra que voy a pasar mucho frio en este sitio si no me encuentro en mi forma completa, por lo que recogí mis ropas, las cuales son un traje de camarero junto a mis botas de color negro y hice un silbido, con el cual un animal salió entre las ropas tiradas en el suelo, siendo este mi nuevo amigo desde hace un tiempo. Se trata de un mono chiquitito que había conseguido en una de mis aventuras entrenando, el cual ahora mismo está más blanco que marrón, lo cual me hace reír momentáneamente. Siempre me daba risa como este mono se ponía a interactuar todas las acciones y aun con su pequeña bufanda sus dientes se mueven a toda velocidad, lo cual prueba que está pasando un frio de cojones.
-Ven aquí, o me tendré que llevar un helado de mono jajaja-le digo señalando mi brazo para que se subiese.
A malas ganas este se subió encima de mi brazo y se apretó con sus pies fuertemente a mis brazos, a lo cual empezó a dejar que la gravedad actuase hasta que su cuerpo parecía el de un vampiro usando mi brazo como punto de apoyo. Mi cara bastante divertida mira a tal sujeto que siempre me hace sacar una sonrisa y empecé a liberar energía alrededor de ambos, lo cual calentó el ambiente y nos hizo una capa protectora a ambos, con lo que no pasaríamos frio.
Salimos a la cubierta donde toda la banda se encuentra reunida, mientras yo junto a mi mono vampiro empezamos a acercarnos al grupo, donde nuestro capitán empezó a dar su discurso, el cual siempre parece más poético que informativo. Sus palabras como siempre no eran gran cosa, ya que lo único que pide es que no toquemos ningún manuscrito ni plano ya que nos es útil, lo cual es bastante obvio y tras eso se alejo del barco como siempre hace, a lo cual un suspiro sale de mis labios al igual que mi mono, el cual hace lo mismo pero con movimientos en sus manos.
-Y luego dicen que el capitán es el más sensato…
Sin pasar mucho tiempo tras este, la única chica de nuestro barco repite el mismo procedimiento y se aleja del barco con su poder de viento, mientras unas frases de una gran princesa sale de sus labios, las cuales no me agradaron pero tampoco le puse importancia. Ahora parece que me tocaba a mi dirigirme hacia la isla, por lo que como una persona normal y corriente empecé a descender del barco usando el geppou hasta colocarme en la nieve, la cual empezó a fundirse a mi alrededor debido a la capa protectora que estaba llevando.
Empecé a caminar hacia el pueblo donde supuestamente debía encontrar información de este sinuoso doctor chiflado y ver si alguno osaba darme alguna información que me fuese útil, aunque conociendo a la gente seguramente prefieran callarse ya que ese señor participo para la marina y mucha gente teme que se los lleven si revelan información. Pero aun con eso en mente me acerque a la primera tienda que encontré de comida y me adentre dentro, sin deshacer en ningún momento mi capa protectora para mantener nuestro calor interno junto a mi animal.
Un señor bastante amable parece estar atendiendo la tienda en una postura bastante cómoda, por lo que me acerque hacia este y con una buena sonrisa y mi cuerpo amarillento le empecé a preguntar.
-Disculpa. ¿Sabe algo sobre Vegapunk o donde puede guardar algún plano?
-¡MARCHESE! Jamás revelaríamos cosas de ese estilo a piratas como usted.
Sin dudarlo apenas mi mono reacciono ante tales palabras y saltando hacia aquel tipejo cogió mi cuchillo Balis y se coloco en sus ropas, haciendo que este retrocediera por el salto y el calor que producía la capa protectora de mi mono. Mi mono usando dicha arma la dirigió hacia su cuello dejándolo en una posición bastante incómoda debido a que con un simple movimiento mi mono lo mataría en menos que canta un gallo.
-Te repito la pregunta insensato. ¿Sabe donde hay algún plano? Responde o ya sabes lo que hará mi querido mono.
El señor empezó a mirar a mi mono bastante cagado y sus ojos mostraban la desesperación, mientras mi mono solo le miraba con una cara de pocos amigos, esperando mi orden para asestarle un golpe de gracia en cualquier momento. Pero para su suerte este empezó a hablar, diciéndome que hace unos centenares de años en un lugar cercano un tal Franky encontró unos planos bastante importantes y que estos siguen aun en ese lugar, pero que son vigilados por unos marines.
Por una vez decidí perdonar la vida a aquel sujeto y deje que mi mono volviese a colocarse en mi brazo, aunque esta vez de una forma más sensata y salimos de la tienda, haciendo que nada más salir esta explotase debido a que solté energía sin que este pudiese presenciarla. Aquel tipo seguro que salía vivo de esto, pero su tienda no hará lo mismo, por lo que empecé a caminar por las calles y haciendo un gesto al aire mi mono se coloco encima de mi dedo, usándolo como una atalaya a la que apoyarse y empezó a gritar.
-¡Stinteeeeeeeeeeeen!-dijo gritando hacia todo el pueblo, aun no sabía hablar muy bien, pero algo estaba aprendiendo.
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Un rayo cayó del cielo sobre la isla Karakuri dejando una estela blanca y azulada a su paso, impactando contra el suelo con una fuerza tan grande que hizo que el suelo se agrietara como un cráter y varios pedazos de terreno y nieve salieran volando por la fuerza del golpe aterrizando de manera desperdigada por todo el terreno. La nevada que caía sobre ese punto se derretía al entrar en contacto con la atmósfera electrizada y ardiente de donde el rayo había impactado, creando una cortina de vapor que impedía ver nada dentro de aquel punto... Hasta que de pronto, dos pequeñas luces rojas y brillantes surgieron de la nada dentro de la nube de vapor como faros que se encienden en la noche, al igual que varios destellos azules aparecían y desaparecían dentro de ella como pequeñas chispas eléctricas.
La estela del rayo comenzó a desaparecer mientras que la nevada recobraba fuerza y congelaba de nuevo aquella blanquecina nube de agua evaporada, aclarando la vista cada vez más y más, revelando una silueta humana en el centro de aquel cráter. Una persona que se incorporaba lentamente, con aquellos brillos rojos en donde se encontrarían los ojos y con lo que aparentaban ser pequeños rayos recorriendo su cuerpo por todas partes de manera intermitente. Cada vez la visión era más clara, pudiéndose ver el tono rojo fuego de una melena indomable, los ropajes azules y negros de alta clase, la piel blanca de su rostro y manos; y una lanza que poseía un enorme banderín colgando en el extremo de la vara junto a la afilada punta. Indudablemente, el shichibukai Jack Dralion Stark había llegado a la isla.
- Anya, informe. - La voz de hombre resonó fuerte en aquel entorno silencioso, con un tono serio y masculino a la vez que imponente contrastando con la sensual voz femenina y dulce del súper ordenador central de la base de Jack, que resonó en la mente de este con total claridad - Hace diez minutos se captó la llegada del barco pirata perteneciente a la banda de los "Sons of Anarchy", según las imágenes tomadas por el "Martillo del Alba" desembarcaron y se dirigieron hacia el poblado de la isla. - Las palabras del programa informático hicieron que el shichibukai llevara su mano derecha hacia el mentón de manera pensativa, sujetándolo momentáneamente con los dedos índice y pulgar mientras que la otra mano sujetaba la pesada lanza. - Deben de ir tras el laboratorio y posesiones de Vegapunk... - Dijo el cyborg para si mientras miraba hacia abajo, para segundos después elevar la vista y bajar la mano de su mentón con los ojos llenos de determinación - No puedo permitir que unos piratuchos del tres al cuarto se hagan con algo de tal valor, y menos cuando no saben apreciar el potencial científico de los mismos. -
De pronto, Jack Dralion Stark comenzó a elevarse en el aire de manera constante, girándose hacia donde estaba la aldea mientras que una sonrisa ligeramente sádica cruzó su rostro al mismo tiempo que sus ojos lanzaban un destello rojizo y letal - No habrá supervivientes. - Comentó en voz alta justo antes de salir volando a toda velocidad hacia donde se encontraban los "Sons of Anarchy", cortando el aire y lanzando destellos eléctricos por el camino. Llegaría en cuestión de segundos, y mientras volaba se preguntaba qué harían aquellos piratas cuando le vieran aparecer - "Sons of Anarchy", este es el comienzo de vuestra peor pesadilla. -
La estela del rayo comenzó a desaparecer mientras que la nevada recobraba fuerza y congelaba de nuevo aquella blanquecina nube de agua evaporada, aclarando la vista cada vez más y más, revelando una silueta humana en el centro de aquel cráter. Una persona que se incorporaba lentamente, con aquellos brillos rojos en donde se encontrarían los ojos y con lo que aparentaban ser pequeños rayos recorriendo su cuerpo por todas partes de manera intermitente. Cada vez la visión era más clara, pudiéndose ver el tono rojo fuego de una melena indomable, los ropajes azules y negros de alta clase, la piel blanca de su rostro y manos; y una lanza que poseía un enorme banderín colgando en el extremo de la vara junto a la afilada punta. Indudablemente, el shichibukai Jack Dralion Stark había llegado a la isla.
- Anya, informe. - La voz de hombre resonó fuerte en aquel entorno silencioso, con un tono serio y masculino a la vez que imponente contrastando con la sensual voz femenina y dulce del súper ordenador central de la base de Jack, que resonó en la mente de este con total claridad - Hace diez minutos se captó la llegada del barco pirata perteneciente a la banda de los "Sons of Anarchy", según las imágenes tomadas por el "Martillo del Alba" desembarcaron y se dirigieron hacia el poblado de la isla. - Las palabras del programa informático hicieron que el shichibukai llevara su mano derecha hacia el mentón de manera pensativa, sujetándolo momentáneamente con los dedos índice y pulgar mientras que la otra mano sujetaba la pesada lanza. - Deben de ir tras el laboratorio y posesiones de Vegapunk... - Dijo el cyborg para si mientras miraba hacia abajo, para segundos después elevar la vista y bajar la mano de su mentón con los ojos llenos de determinación - No puedo permitir que unos piratuchos del tres al cuarto se hagan con algo de tal valor, y menos cuando no saben apreciar el potencial científico de los mismos. -
De pronto, Jack Dralion Stark comenzó a elevarse en el aire de manera constante, girándose hacia donde estaba la aldea mientras que una sonrisa ligeramente sádica cruzó su rostro al mismo tiempo que sus ojos lanzaban un destello rojizo y letal - No habrá supervivientes. - Comentó en voz alta justo antes de salir volando a toda velocidad hacia donde se encontraban los "Sons of Anarchy", cortando el aire y lanzando destellos eléctricos por el camino. Llegaría en cuestión de segundos, y mientras volaba se preguntaba qué harían aquellos piratas cuando le vieran aparecer - "Sons of Anarchy", este es el comienzo de vuestra peor pesadilla. -
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Siento como todos los músculos se me congelan debido al frío de mierda que hace, gran lugar que escogió Stinger para venir de misión, y más con lo que odio el frío. Ahora que lo pienso, no me gusta ni el frío ni el calor por lo que...errr... sin comentarios.
-Maldito Stinger
Mientras seguía caminando por este pueblo, empiezo a recordad del porque estamos en esta isla de mierda, la misión es sencilla, encontrar los datos dejados por Vegapunk en algún lugar de esta isla de invierno. Normalmente me haría a un lado y seguiría con lo mío, pero como este tema involucra indirectamente a los marines... no... mentira, la verdad es directamente. El hecho es que con el solo hecho de poder fastidiar a los marines es capaz de alegrarme el día, inclusive en una isla de mierda como esta.
-Ahora... por donde buscar primero?.
De pronto, algo callo del cielo e impacto en una parte de la isla, tal vez a unos 500 metros de mi posición actual. Me quede en ese mismo lugar en silencio, durante algunos minutos esperando que algo sucediera hasta que finalmente la figura volvía a ascender por lo cielos, por lo que rápidamente descubrí mi ojo dorado para poder ver mejor a la figura.
Lo mire en detenimiento por unos segundos hasta que desapareció en el cielo gris y frió, pero esos segundos fueron lo suficiente para captar la apariencia del extraño sujeto. El color de fue de mi cara y mi respiración se volvió entrecortada, solo atiné a hacer lo único que se me ocurrió, correr.
Corrí durante varios minutos sin para, con el único objetivo de encontrar a Stinger o Allen lo más pronto posible para advertirles sobre la situación y sobre ese hombre en especial.
-¡Stinteeeeeeeeeeeen!-
Al escuchar ese chillido, cambié de dirección y marche a toda velocidad hacia el pueblo, que es donde supongo vino el chillido. Llegué al pueblo vi con cierta alegría que Allen se encontraba ahí con su recién adquirido mono.
-Allennnnnnnnn-
Llegue hasta donde Allen y me tome unos segundos para recobrar el aliento que perdí, aunque al recordar la situación me puse serio nuevamente.
-Allen hay que abandonar la isla... Jack Dralion Stark se encuentra en esta isla.
-Maldito Stinger
Mientras seguía caminando por este pueblo, empiezo a recordad del porque estamos en esta isla de mierda, la misión es sencilla, encontrar los datos dejados por Vegapunk en algún lugar de esta isla de invierno. Normalmente me haría a un lado y seguiría con lo mío, pero como este tema involucra indirectamente a los marines... no... mentira, la verdad es directamente. El hecho es que con el solo hecho de poder fastidiar a los marines es capaz de alegrarme el día, inclusive en una isla de mierda como esta.
-Ahora... por donde buscar primero?.
De pronto, algo callo del cielo e impacto en una parte de la isla, tal vez a unos 500 metros de mi posición actual. Me quede en ese mismo lugar en silencio, durante algunos minutos esperando que algo sucediera hasta que finalmente la figura volvía a ascender por lo cielos, por lo que rápidamente descubrí mi ojo dorado para poder ver mejor a la figura.
Lo mire en detenimiento por unos segundos hasta que desapareció en el cielo gris y frió, pero esos segundos fueron lo suficiente para captar la apariencia del extraño sujeto. El color de fue de mi cara y mi respiración se volvió entrecortada, solo atiné a hacer lo único que se me ocurrió, correr.
Corrí durante varios minutos sin para, con el único objetivo de encontrar a Stinger o Allen lo más pronto posible para advertirles sobre la situación y sobre ese hombre en especial.
-¡Stinteeeeeeeeeeeen!-
Al escuchar ese chillido, cambié de dirección y marche a toda velocidad hacia el pueblo, que es donde supongo vino el chillido. Llegué al pueblo vi con cierta alegría que Allen se encontraba ahí con su recién adquirido mono.
-Allennnnnnnnn-
Llegue hasta donde Allen y me tome unos segundos para recobrar el aliento que perdí, aunque al recordar la situación me puse serio nuevamente.
-Allen hay que abandonar la isla... Jack Dralion Stark se encuentra en esta isla.
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Sentado en el bar bebiendo tranquilamente se preguntaba:
-Es ésta la solución a los problemas del hombre, la bebida, santísima ella ahogando penas desde que se creó, así como también anima ella las fiestas, capaz de lo mejor y de lo peor. Siempre he pensado que sólo sirve para atontar a las mentes, aunque claro, ésto no siempre es malo, de hecho es muchas veces conveniente... siempre es más fácil convencer a un idiota que a alguien listo-pensó mientras contemplaba como se le acercaba una guapa camarera.-Habrá que probar lo que pienso, como toda teoría .-
La mujer, de unos 22 años y bastante bien “dotada”, se fue acercando hacia él, seguramente iría a ofrecer algo más para beber y así engordar el precio de la cuenta. No solía preocuparle el tamaño de las facturas. Al ver que llegaba se colocó en una posición más cómoda, apoyando el codo derecho sobre la mesa y poniendo en el brazo izquierdo detrás del respaldar de la silla.
-Disculpe. ¿Quiere algo más?-preguntó.-
-¿Por qué lo dices?-
-Veo su copa vacía, señor-respondió ella.-
-Te quiero a ti entonces-ella reía.-No finjas falso interés por mí únicamente por ser tu cliente-le reprochó Stinger.-Lo de la copa es sólo una excusa para que te acercaras.-
-¿Entonces desea algo más?-insistió sonriendo de manera forzada.-
-A ti, no bromeo con éstas cosas-sentenció.-Aunque bueno, ya que eres tan insistente recomiéndame tú algo.-
-Bueno... Tenemos ron, vino, cervez....-
-Ponme Whiskey-la interrumpió.-
De mala gana la, espectacular, camarera volvió a la barra algo enfadada, más bien indignada por el trato de aquél individuo. ¿Quién se creía que era?. Stinger en cambió estaba satisfecho de su actuación delante de ella, así sería recordado y no sería un hombre más de todos los que pasan por ahí, ahora sería recordado. Se levantó y la siguió hacia la barra, sonriente y contento. Ese día estaba resultando mejor de lo que esperaba.
Una vez llegó, unos segundos después de la moza, se sentó en una de las butacas, de lado, así parecería más el premio y menos el que busca ser premiado. Ella, dentro descorchaba una de las botellas que él había pedido. Le puso una copa, con tres hielos, y le sirvió.
-Supongo que te lo dirán mucho... Pero esa ropa te sienta fatal...-comentó pausando brevemente.-
Ella le miraba algo molesta mientras limpiaba algunos vasos y copas.
-No hace gala de ese bonita figura que tienes-terminó entonces.-
Era algo que ella no se lo esperaba. Sonrío. Ésta vez de una forma más natural y real, sin fingirla como antes. Y después empezó a reír. Stinger le guiñó un ojo cuando...
-¡Stinteeeeeeeeeeeen!- -oyó de pronto desde fuera del bar.-
Éste ruido, que había interrumpido su dulce estancia en ese local, le era familiar. Si no se equivocaba era el chillido de un mono que tenía Allen, un macaco que intentaba hablar. Si los humanos habóan logrado tal hazaña, siendo éstos también primates, por qué no podrían hacerlo el resto de simios.
-Lo siento, pero el deber me llama, no tardaré mucho...-exclamó levántadose de su sitio.-
Dejó dinero suficiente cómo para pagar la cuenta e incluso algo de propina para la que tuvo que aguantar su cortejo.
Salió a la calle. Miró a los alrededores hasta que vio a dos de sus hombres. Uno, obviamente, era Allen, el dueño del animal y su segundo al mando, sólo esperaba que él no convierta su querido barco en un zoológico en miniatura; el otro era Lavi, un hombre que, muy, de vez en cuando podía llegar a ser de utilidad para pagar alguna que otra factura, ya que tenía la capacidad de poder crear oro a su antojo, también era un buen combatiente, aunque algo inexperto, Se acercó a ellos.
Mientras caminaba en su dirección volvió a sentir el intenso frío de la isla, dentro del bar, mientras “jugaba” se le había olvidado, al igual que su misión principal, que con lo estancada que estaba era más productivo seguir su juego, además de que si lograba conquistarla y hacer que se fíe de él conseguiría obtener alguna información, además, claro está, que un rato de diversión.
Cada vez estaban más próximos y la cara de preocupación de Lavi era notoria, algo le había alertado, quizás había descubierto algo sobre los planos, o los custodiaba algún poderoso hombre, o cyborg, no sería raro encontrarse con uno en una isla de estas características. Una vez delante de ellos les saludo vagamente levantando la mano.
-¿Qué habéis conseguido de información?-preguntó.- Tu mono acaba de interrumpir mi “trabajo” pero no importa demasiado, puedo continuar en cualquier momento-observó a Lavi.- ¿A qué viene esa cara?.-
-Es ésta la solución a los problemas del hombre, la bebida, santísima ella ahogando penas desde que se creó, así como también anima ella las fiestas, capaz de lo mejor y de lo peor. Siempre he pensado que sólo sirve para atontar a las mentes, aunque claro, ésto no siempre es malo, de hecho es muchas veces conveniente... siempre es más fácil convencer a un idiota que a alguien listo-pensó mientras contemplaba como se le acercaba una guapa camarera.-Habrá que probar lo que pienso, como toda teoría .-
La mujer, de unos 22 años y bastante bien “dotada”, se fue acercando hacia él, seguramente iría a ofrecer algo más para beber y así engordar el precio de la cuenta. No solía preocuparle el tamaño de las facturas. Al ver que llegaba se colocó en una posición más cómoda, apoyando el codo derecho sobre la mesa y poniendo en el brazo izquierdo detrás del respaldar de la silla.
-Disculpe. ¿Quiere algo más?-preguntó.-
-¿Por qué lo dices?-
-Veo su copa vacía, señor-respondió ella.-
-Te quiero a ti entonces-ella reía.-No finjas falso interés por mí únicamente por ser tu cliente-le reprochó Stinger.-Lo de la copa es sólo una excusa para que te acercaras.-
-¿Entonces desea algo más?-insistió sonriendo de manera forzada.-
-A ti, no bromeo con éstas cosas-sentenció.-Aunque bueno, ya que eres tan insistente recomiéndame tú algo.-
-Bueno... Tenemos ron, vino, cervez....-
-Ponme Whiskey-la interrumpió.-
De mala gana la, espectacular, camarera volvió a la barra algo enfadada, más bien indignada por el trato de aquél individuo. ¿Quién se creía que era?. Stinger en cambió estaba satisfecho de su actuación delante de ella, así sería recordado y no sería un hombre más de todos los que pasan por ahí, ahora sería recordado. Se levantó y la siguió hacia la barra, sonriente y contento. Ese día estaba resultando mejor de lo que esperaba.
Una vez llegó, unos segundos después de la moza, se sentó en una de las butacas, de lado, así parecería más el premio y menos el que busca ser premiado. Ella, dentro descorchaba una de las botellas que él había pedido. Le puso una copa, con tres hielos, y le sirvió.
-Supongo que te lo dirán mucho... Pero esa ropa te sienta fatal...-comentó pausando brevemente.-
Ella le miraba algo molesta mientras limpiaba algunos vasos y copas.
-No hace gala de ese bonita figura que tienes-terminó entonces.-
Era algo que ella no se lo esperaba. Sonrío. Ésta vez de una forma más natural y real, sin fingirla como antes. Y después empezó a reír. Stinger le guiñó un ojo cuando...
-¡Stinteeeeeeeeeeeen!- -oyó de pronto desde fuera del bar.-
Éste ruido, que había interrumpido su dulce estancia en ese local, le era familiar. Si no se equivocaba era el chillido de un mono que tenía Allen, un macaco que intentaba hablar. Si los humanos habóan logrado tal hazaña, siendo éstos también primates, por qué no podrían hacerlo el resto de simios.
-Lo siento, pero el deber me llama, no tardaré mucho...-exclamó levántadose de su sitio.-
Dejó dinero suficiente cómo para pagar la cuenta e incluso algo de propina para la que tuvo que aguantar su cortejo.
Salió a la calle. Miró a los alrededores hasta que vio a dos de sus hombres. Uno, obviamente, era Allen, el dueño del animal y su segundo al mando, sólo esperaba que él no convierta su querido barco en un zoológico en miniatura; el otro era Lavi, un hombre que, muy, de vez en cuando podía llegar a ser de utilidad para pagar alguna que otra factura, ya que tenía la capacidad de poder crear oro a su antojo, también era un buen combatiente, aunque algo inexperto, Se acercó a ellos.
Mientras caminaba en su dirección volvió a sentir el intenso frío de la isla, dentro del bar, mientras “jugaba” se le había olvidado, al igual que su misión principal, que con lo estancada que estaba era más productivo seguir su juego, además de que si lograba conquistarla y hacer que se fíe de él conseguiría obtener alguna información, además, claro está, que un rato de diversión.
Cada vez estaban más próximos y la cara de preocupación de Lavi era notoria, algo le había alertado, quizás había descubierto algo sobre los planos, o los custodiaba algún poderoso hombre, o cyborg, no sería raro encontrarse con uno en una isla de estas características. Una vez delante de ellos les saludo vagamente levantando la mano.
-¿Qué habéis conseguido de información?-preguntó.- Tu mono acaba de interrumpir mi “trabajo” pero no importa demasiado, puedo continuar en cualquier momento-observó a Lavi.- ¿A qué viene esa cara?.-
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