¡10 años en activo! Hace ya 10 años que esta comunidad, todavía más antigua, encontró su lugar en OPD. Los tiempos han cambiado y los usuarios más antiguos han dado paso a las nuevas generaciones que hoy rolean, pero siempre con el mismo espíritu que nos vio nacer: Construir juntos la historia más grande jamás contada. Da igual si acabas de llegar o llevas una vida; si te quedas o te vas: Gracias por hacer de este foro un lugar mejor.
27/02La actualización ha terminado con éxito casi completo. Quedan cosas por pulir, pero en breves se solventarán.
27/02Hemos tenido un pequeño problema con las afiliaciones al cambiar de skin. Rogamos comprensión y un poco de paciencia.
27/02La lotería ha terminado. Ya no se pueden intercambiar más premios por este evento; gracias a todos por participar.
Búsquedas
Últimos Temas
Últimos temas
Alekséi Sokolov Miér 28 Ago 2024 - 2:12Joseec293
Whisky 'The Risky'Vie 21 Jun 2024 - 10:13Whisky the Risky
Derramando sangreJue 13 Jun 2024 - 23:53Raulgamerlol11
Petición de experiencia y premiosJue 13 Jun 2024 - 18:54Lumin Maj
La luna, la sombra y el bufónJue 13 Jun 2024 - 17:19Mako
¡Me prometió que no le contaría a nadie! [Ely - Prometio]Miér 5 Jun 2024 - 23:13Charlotte Prometio
Petición de moderación de técnicasVie 31 Mayo 2024 - 18:35El Gremio OPD
Rhea Jue 30 Mayo 2024 - 22:19El Gremio OPD
Berry [ID]Jue 30 Mayo 2024 - 19:45El Gremio OPD
Salem NizarJue 30 Mayo 2024 - 19:41El Gremio OPD
Prometeo, El Fénix [ID]Jue 30 Mayo 2024 - 19:34El Gremio OPD
Siguiente ronda


Ir abajo
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 9:33}

Sus pies se pararon en la cubierta del barco nada más divisar a lo lejos la isla llamada Loguetown, situada en el East Blue. Sus labios se mostraban entreabiertos, enseñando una sonrisa de dientes blanquecinos que se escondían dentro de su boca. Los ojos grisáceos que tan característico le hacían se fijaban sobre el lugar al que se dirigía, en aquella noche de estrellas nocturnas por doquier y sin el mínimo atisbo de viento. Resumiendo, una noche perfecta para su propósito. El pelo oscuro le caía en varios mechones desde la parte superior de su cabeza hasta llegar al hombro, tapando a veces su frente y alguno de sus ojos. Vestido con un traje de chaqueta totalmente negro, lo único que relucía de él era aquel pendiente de la nobleza que portaba en lo alto de su oreja izquierda, dándole algo más de "vida" a su aspecto. Por otra parte, una katana enfundada colgaba de su cadera derecha, amarrada al cinturón que había pasado por los orificios del pantalón para asegurarlo correctamente. De vaina negra y mango parecido, hay quien diría que el chico era la misma oscuridad en persona. Pero su tez blanquecina combinaba a la perfección con aquellos colores, por lo que se hacía un poco menos pasable. Los botones de su camisa estaban abiertos hasta la parte media de sus pectorales, de forma que pudiera respirar bien.

El motivo de su visita no era ni más ni menos que acudir a un gran baile de disfraces y máscaras, que se realizaría en una de las grandes mansiones de Loguetown. Un acaudalado empresario había puesto carteles de invitación por todas partes, y él no iba a ser tan borde de rechazarla. Además, aprovechando que había roto las cadenas que lo mantenían atado a su familia de una vez por todas, podría "meter" sus narices en bolsillos ajenos para "requisar" dinero u otros objetos para él. Todo el mundo estaría pendiente de los bailes y de las máscaras, y a no ser que se lo quitasen todo de encima nadie podría decir a ciencia cierta quién era cada uno. Pero antes que nada, tendría que buscar un par de cosillas para que le dejasen entrar. Sacando una de las invitaciones del interior de su chaqueta, la puso a una altura apreciable para poder leerla, mientras que entre susurros decía:

- Se precisará de un traje de cuerpo completo y máscara para todos los invitados. En las tiendas de Loguetown se pueden encontrar multitud de vestidos apropiados, además de que así contribuiremos a mejorar la economía de la isla. No hay distinciones a la hora de entrar a la mansión, todos pueden hacerlo. Sin armas, ni objetos que puedan resultar dañinos o peligrosos, para eso tenemos los pasteles de limón, claro está ¡Haha! - Repitiendo cada una de las palabras que aparecían en aquel folleto explicativo, que contaba con una imagen de la mansión en cuestión, para que nadie se perdiera o fuera al sitio equivocado.

Y sin más que decir, dobló el papel como estaba justo antes de leerlo y lo guardó donde antes. Con un paso presto comenzó a recorrer las calles de aquella isla, adoquinadas en su máxima extensión. No tardó demasiado en encontrar una tienda abierta, además de que no era hora de que cerrasen todavía. Yendo hacia ella, puso su mano sobre el pomo de la puerta para girarlo y pasar al interior. Costuras, maniquíes, sedas de todo tipo ... y un largo etcétera que podría seguir. Adelantándose hasta llegar a la barra tras la que estaba el vendedor, Rayder sonrió de buena manera con un saludo de cabeza, comenzando a decirle al que sería su costurero:

- ¿Hace una noche bonita, verdad? Y seguro que es mucho mejor en la mansión que dará un baile de disfraces. ¿Qué tienes para mí? Sólo te pido que sea negro ... Y no escatimes en gastos, tengo mucho para pagar - Mintió ante esto último, pero no podía permitirse ir con unos ropajes decentes a aquel lugar. Si asistía, destacaría con un traje espectacular, y solo tendría que robarlo de un pobre hombre que no tenía guardias en su tienda. Era una pena.

Instantes más tarde, el hombre trajo unos ropajes de tela bastante trabajados. En su mayoría eran oscuros, mas portaban unos ribetes dorados en la zona de la cremallera del torso y una fina línea en los pantalones. El gerente hizo ademán de dárselo para que se lo probase, por lo que el pelinegro se quitó la chaqueta y probó, viéndose ante un espejo ovalado que estaba tumbado en una pared. Elegante, muy elegante. Sonrió. Se dio la vuelta en el momento en el que el dueño le traía una máscara no menos interesante, que dejaba a la vista su mandíbula. Súmamente delicado, lo probó, dando por supuesto que con aquello había terminado su compra. La verdad es que no le quedaba nada mal, y con lo presumido que era para ello, tal vez le terminase gustando demasiado.

- Perfecto, me lo llevo ... Literalmente - Comentó con una sonrisa mientras se daba la vuelta y de su mano comenzaba a emanar una sustancia oscura que creó una pared entre el dueño y él mismo. Era lo suficientemente dura como para que no pudiera romperse a golpes, puesto que había concentrado suficiente cantidad para endurecerla.

Aquel era el poder de su Akuma No Mi, crear una sustancia sin nombre a la que podía dar innumerables formas y texturas, muy útil si se era alguien inteligente como el ex-noble de la isla de Lvneel. Y abandonando atrás la chaqueta con la que había llegado a la isla y ataviado con aquellas nuevas prendas, salió de la tienda cerrando la puerta como si nada hubiera pasado, encaminándose por las calles de adoquines hacia la gran mansión que relucía por encima de todas las demás. "El momento ha llegado, veamos que nos espera allí dentro", pensó, mientras que tomaba su máscara con ambas manos y la ajustaba a su cabeza, dejando caer por detrás de ella el pelo de una forma lacia. El físico estaba listo para entrar al interior, y con cada paso que daba hacia adelante, su destino estaba más cerca de lo que parecía.

OFF:
Ropa - Click Aquí
Máscara - Click Aquí
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 11:09}

Como de costumbre había ido a parar a una isla desconocida para mí sin otro objetivo que una interesante aventura. La isla de Loweton no era otra cosa que una entrañable comunidad de personas de alto nivel social que creía ser perfecta, sin embargo yo veía que sus vidas estaban aún más vacías que las de un descerebrado.

El sol se acomodaba aquella tarde detrás de la colina que se divisaba al final de la isla, dando al entorno unos colores cálidos y tranquilizantes. Las calles del pueblo estaban llenas de mujeres llendo y viniendo a cada rato de un lado para otro con espumosos vestidos colgando de sus brazos. Al parecer había una extraña confianza entre los habitantes de aquella isla, pues ninguno parecía desconfiar de nadie dejando sus pertenencias fuera de casa.
-¡Oh, nada más que dos horas!
-El baile de Máscaras más esperado del año, ¡Sí señor!

Oía por todos lados la palabra baile, máscara, mansión, media noche. Las bocas de las mujeres no dejaban de moverse produciendo molestos grititos de emoción y nervios, más yo no tenía nada más que esperar a que el pueblo se fuera hacia ese dichoso baile para poder entrar en sus casas. ¿Qué mejor podía hacer?
Sin embargo, un baile. La idea de ir hasta allí sin reconocimiento alguno me parecía más interesante y, además, no tenía más que coger alguno de los ropajes que las mujeres envidiaban y se hacían de envidiar. Iría, tal vez un rato, después volvería a por lo que necesitaba de aquellos pobres ciudadanos. Nunca había asisitido a un baile y hacerlo ahora sería por curiosidad, de hecho.

Me metí entre un grupo de costureras que al parecer estaba arreglando los imperfectos de última hora de las muchachas jovenes de la isla. Sin nunguna complicación pude hacerme pasar por una de ellas y recoger con éxito un paquete no muy pesado con todo lo que necesitaba. El vestido, una vez puesto, se mostraba más liviano de lo que era. Un palabra de honor bordado con telas negras y blancas con pequeños brillos por todas partes. La parte de abajo se dejaba arrastrar por el suelo haciendo bailar las telas trasparentes que rodeaban la parte de atrás. Las mangas negras caminaban desde poco más arriba de los codos hasta hacerse ver como unos guantes. Un fino collarín con pequeñas perlas del mismo color terminaban de decorarme el cuello. Los zapatos de tacón, inservibles a causa de su semi presencia debajo del vestido me lo hacían aún más llevadero. La máscara era plateada y poseía un elástico con el que ajustarlo sin tener que llevarla a través de un palito, como había visto en muchas mujeres antes. Me rodeaba la parte de arriba del rostro dejando a la vista unos grandes ojos de color agua marina. Me solté el pelo, que, del mismo color, cayó hasta por debajo de mis caderas. Guardé mi ropa en el mismo sitio donde me había cambiado, detrás de unos matorrales. Metí mis dos cuchillos debajo de las medias de encaje trasparentes de forma que no pudieran romper las telas del vestido. Se suponía que ya estaba lista, ¿Cierto? Y ya era la hora.

Me acomodé entre la gran multitud de mujeres y hombres que se dirigían hacia la mansión de la tan prestigiosa familia que cada año celebraba un famoso y absurdo baile de máscaras. El sol ya no se encontraba en el paisaje y, en cambio, se distinguía entre las cientos de estrellas una luna menguante que terminaba de iluminar el ambiente.
El interior de la mansión ya estaba repleto de máscaras y aromas de distintos perfumes de las mejores marcas. El salón era amplio y estaba vacío ya que era el salón de baile que se inundaría a media noche, la hora más esperada. Los extremos de la habitación en la que me encontraba poseían largas mesas adornadas con manteles rojos con bordaduras doradas llenas de bebida y aperitivos. Para mi suerte, pude divisar una pequeña puerta de salida al balcón. La zona estaba más tranquila.
Me situé detrás de los barrotes y me abaniqué con la mano derecha mientras que posaba la izquierda sobre mi vientre. El corset estaba comenzando a agobiarme, puesto ni siquiera me dejaba la movilidad que necesitaba. Estaba comenzando a dejar atrás la idea de aquel acontecimiento.
OFF:
Vestido.
Máscara.


Última edición por Saiiko el Jue 11 Abr 2013 - 15:43, editado 1 vez
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 12:06}

Una vez que había conseguido su traje y máscara, lo único que faltaba por hacer era adentrarse en aquella gran mansión en la cuál se festejaría el baile de disfraces. Con la katana sujeta al cinto, el pelinegro seguía pensando cómo podía colarla al interior de la fiesta sin que se la requisasen, mientras que paso a paso se acercaba más y más a su objetivo. El lugar de la celebración era una de las grandes mansiones de la familia Lighter, unos acaudalados vendedores que habían amasado una verdadera fortuna y vivían como reyes en una de las colinas más altas de la isla. La noche había soltado su manto de estrellas, y la Luna aparecía menguante en lo alto de este. Tras la máscara que portaba Rayder, sus ojos incoloros brillaban con una luz extraña. ¿Misterio? Tal vez, no se sabría explicar a la perfección.

Lo único que mantenía el joven ex-noble en su cabeza no era, ni más ni menos, que hacerse con todo el oro que pudiera de los bolsillos ajenos. Todos estarían pendientes del baile, por lo que nadie se daría cuenta con la música alta de si les metían las manos en las aberturas de los trajes. Además, el chico podía ser suficiente silencioso se lo proponía. No era la primera vez que robaría un trozo de pan, u otras cosas de más valor. Así que bajo el amparo de la noche, no tardó demasiado en llegar a la puerta principal de la mansión del baile de la ciudad. Una cola bastante grande estaba formada de personas de una a una, que pasaban por un amplio recibidor en el que se les hacía un chequeo para observar que no llevasen nada dañino: no sería la primera vez que intentarían asesinar a los integrantes de la familia en una de sus celebraciones. Por eso, un grupo de tres guardias se mostraban impasibles. Rayder se colocó en su sitio, y pacientemente esperó a que llegase su turno.

- He visto tortugas más rápidas que esta cola de espera, quiero un poquito de marcha - Decía con una sonrisa mientras que daba pasos hacia adelante, avanzando mínimamente con cada nueva persona que entraba a la mansión.

Minutos más tarde, los cuáles parecieron horas para el pelinegro, se encontró de cara con los guardias de la puerta. Nada más verle, le señalaron que tenía que abandonar su katana en la recepción, puesto que no se podía entrar con armas. Él la tomó de buena gana y se la tendió con sus dos manos a uno de ellos, que la cogió y dio a su compañero, el cuál la guardó en una habitación donde estaba el ropero. A pesar de que hubiera tenido que dejar su espada allí afuera, más tarde podría recuperarla. Pero lo mejor de todo es que podía ser igual de mortífero sin ella, solo empleando sus poderes antinaturales de Akuma No Mi. Así que con una gran sonrisa blanquecina en sus labios, sin nada que ocultar, pasó por entre la comisión de entrada hacia la puerta principal, abierta de par en par.

El interior era bastante adornado, y se veía la calidad de los muebles y objetos de valor. Claramente, era una mansión de ricos, para qué engañarse. Sin embargo, a pesar de que él mismo hubiera pertenecido a la nobleza hasta antes de que se "rebelase", ese lugar era mucho más lujoso que los que estaba acostumbrado a visitar. Mesas alargadas rellenas de comida y bebida estaban dispuestas por toda la estancia, que habían limpiado en su mayoría para que se pudiera pasear y bailar a gusto, sin ningún contratiempo u obstáculo material. Alfombras de distintos colores estaban extendidas por la moqueta del suelo, aunque destacaban el color rojo y dorado. Y a pesar de que todavía no fuera la hora del comienzo, el salón estaba totalmente abarrotado. Damas, caballeros, con sus respectivos trajes y máscaras, ocultando su verdadera identidad. Muchos portaban disfraces un tanto más peculiares que los demás, y Rayder podía sentirse bastante "elegante" con el que había "tomado prestado" de la tienda del costurero.

Comenzando a andar, se acercó a una de las mesas para tomar una copa de cristal que contenía un licor de tonalidad transparente. Dándole un sorbo, notó cómo su garganta comenzaba a arderle, resultado del alcohol que contendría la bebida que estaba tomando. Pero era demasiado agobiante, por lo que saldría a tomar un poco de aire antes de que el verdadero baile comenzase. Además, iba buscando una presa a la que poder hurgar en los bolsillos tras pedirle un baile y que se tomase suficientes confianzas. "Buscaré a alguien que esté a la altura, esta noche me siento con suerte", pensó mientras una nueva sonrisa se dejaba ver en su expresión. Y entonces la vio, de pelo azulado como las olas del mar, un vestido bastante trabajado con ondas y demás cosas, que dejaba a la vista sus hombros y cuello. Una máscara cubría parte de su rostro, pero no se podía negar que aquella mujer era bastante preciosa. Acercándose a ella por la espalda, se detuvo en cuanto quedó concretamente a su lado derecho, en la misma posición que ella. Girando levemente la cabeza, sonrió para decirle con unos modales impecables:

- ¿Me concedería su primer baile, señorita? - Su voz resultó agradable a los oídos, con un matiz misterioso que lo caracterizaba. Mostraba virilidad, pero a la vez empatía. Pocas personas se le resistían tras oírle.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 13:50}

El viento no soplaba ni nada parecido. El cielo, bañado de estrellas se veía sin ningún rastro de nubes. Las vistas desde aquel balcón eran las de la parte trasera de la isla. Me hubiera gustado que sucediera algo aquella noche, así como un berrinche entre dos señoras con el mismo vestido, algún derrame de bebidas o ratas merodeando por debajo de las faldas de las invitadas, pero como aquello estaba fuera de la realidad dentro de aquella mansión, predije un aburrimiento descomunal hasta el final de la noche. ¿Por qué seguía allí? ¿Qué se supone que hacía?
Ya apenas notaba la presencia de la máscara, pero me cansaría dentro de poco del corset que llevaba detrás de tantas 'preciosas' y pesadas telas. Me apoyé sobre el balcón y comencé a tararear en voz baja una canción que solía cantar junto a mi hermana cuando era una niña, era una canción que significaba algo grande para mí.
-Binkusu no sake wo
Todoke ni yuku yo
Umikaze kimakase namimakase...-


Me ericé con rapidez al escuchar que la puerta por la que acababa de entrar se abría, sin embargo no me giré para ver quién la había cruzado, puesto si me encontraba con una pareja o por el estilo habría sido algo... descarado. Segundos después y, para mi sorpresa, un joven se colocó a mi derecha.
- ¿Me concedería su primer baile, señorita? -

Giré el rostro para ver de quién prevenían tan inútiles palabras dirigidas a un pirata, ya que la respuesta sería un rotundo no, sin embargo, si la persona con la que estaba conversando fuera alguien importante para el pueblo... ¿No sería algo muy maleducado aquel comportamiento? Definitivamente allí las cosas no eran como en el mar, debía tener cuidado y no formar escándalos.

Sin embargo lo que conseguí ver de aquel muchacho me causó una buena impresión. Llevaba una cabellera negra y lisa que contrastaba con la palidez de su tez. Vestía un traje negro abierto por la zona de los pectorales que, si no me equivocaba, sería para encandilar señoritas. Su máscara era blanca y dorada, apenas me dejaba verle los ojos. Los aires que me aportaba me resultaban familiares, como si él y yo nos conociéramos pero sin habernos visto nunca. Sentí una sensación extraña en el estómago.

Levanté la barbilla y volví a mirar al frente, casi esbozando una sonrisa.
-No me olbigue a volver a entrar- Dije, denotando que sabría que me refería al interior de la mansión y adoptando un tono más formal en mi habla.


Última edición por Saiiko el Lun 22 Abr 2013 - 0:31, editado 2 veces
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 14:45}

Con la copa en la mano derecha, y afuera de la gran habitación del baile, el pelinegro dejaba que la brisa moviera los pelos de su flequillo, entornando su cara hacia la de la chica que estaba intentando convencer para un baile. El contacto visual que mantuvo con ella le dijo muchas cosas, puesto que primero parecía demasiado confiada, hasta tal punto de que podría rechazar su invitación. Pero más tarde aquella expresión en sus ojos se volvió extraña, como si ella le conociera, lo cuál era más que imposible. Mientras tanto, el ex-noble daba un nuevo sorbo a aquella bebida que había tomado gratis de una mesa del interior de la mansión, esperando la posible respuesta de aquella joven que resultaba carismática y, a la vez, llena de misterio, como si estuviera intentando guardar algo para sí, que nadie quisiera ver. ¿Qué sería lo que aquella joven de cabellera azulada estaba escondiendo? Sin haberlo pensado, ya estaba suficientemente intrigado. Las mujeres misteriosas es lo que tienen, que cuando te enredas en su mundo, es difícil despegarse.

Nada más su voz salió de sus labios, el chico pudo asegurar que no la conocía de antes, puesto que era una voz nueva para él. De pasada, dijo que no quería volver a entrar en aquella habitación. Tal vez estuviera agobiada y necesitaba un poco de aire, como le había pasado a él nada más descubrir todo el bullicio en el que se había metido al aceptar la invitación del señor de esa mansión. O tal vez rehuyera a la gente, eso nunca se sabe. Tendría que conocerla mejor si quería averiguar más de ella, aunque intentaría no cogerle mucho cariño, ya que al fin y al cabo el pelinegro estaba ahí por una única razón: los bolsillos llenos de oro de las personas ajenas. Y recuperar su espada, por supuesto, eso no se duda. Así que para afianzar aquella relación por la que estaba apostando, Rayder le dijo con una voz llena de empatía, pero a la vez agradable:

- No te preocupes, yo también estoy un poco agobiado con toda la gente que hay ahí dentro. Casi no se puede ni respirar - Dijo clavando sus orbes incoloros en los de ella, de un azul aguamarina bastante bonito.

¿Qué se escondería tras aquella máscara? Había que reconocer que la chica tenía una buena figura, pero eso a él le importaba más bien poco. Nunca le había preocupado el cuerpo, sino la forma de ser y la cara. Viendo la faz de una persona, uno podía hacerse una idea de su personalidad, bien fuera por la expresión de sus ojos, su mandíbula y mirada. Y en aquel momento, ella se mostraba como un helado muro que no le dejaba ver nada más a través de su exterior. "Tengo que pensar algo para estar más cerca de ella ... Vamos Ray, piensa", se dijo a sí mismo mentalmente, mientras que un tímido silencio se hacía presente entre ambos.

Si ella no quería entrar a la mansión y quedarse en la terraza, lo mejor sería adecuar el baile a esa zona. No había demasiado espacio para "desestresarse" todo lo que quisieran, pero para un baile calmado y acompasado era suficiente. Una vez con aquella idea en la cabeza, Rayder dio un último sorbo a la copa que llevaba consigo, terminándola por completo mientras notaba un leve rubor en sus mejillas por el efecto del alcohol. Dejando la copa en la barandilla de la terraza, se giró para quedar encarado a la chica, para decirle sin intención de hacer que se enfadase:

- Vale, entiendo que no quieras entrar. Ahora dime, ¿me negarás un baile aquí afuera? El lugar es pequeño, pero podríamos hacer algo sencillo, ¿qué te parece? - Dijo alzando las manos hasta una altura de los hombros, y la otra a la altura de la cadera, mientras que se movía haciendo una explicación de lo que tenía pensado.

Entonces se movió hasta quedar pegado a la barandilla, cruzando una de sus piernas por delante de la otra y apoyando el codo derecho en ella, de forma que quedó un poco inclinado, moviendo la cabeza a un lado mientras miraba a la chica. Por lo que había podido ver y oír de ella, parecía ser muy dulce. Aunque claro está, no se conoce a una mujer de un vistazo, ya que si no uno podría confiarse y pasarlo mal en un futuro. Por último, con un tono juguetón, el pelinegro le dijo:

- ¿Y la señorita tiene nombre? - Intentando sonsacar una información que estaba esperando desde que sus ojos se cruzaron.

Sin más que decir, apoyó el dorso de la mano cuyo codo tenía apoyado en la barandilla sobre su mejilla, mientras sus orbes buscaban aquel contacto visual que tanto le estaba empezando a encantar.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 15:40}

Sentí la mirada del joven desde cerca y penetrante. Era más alto que yo, cosa que no me extrañaba, pues mi altura dejaba mucho que desear. No es que fuera un enanito, pero tampoco sobrepasaba la media. Entrelacé los dedos de mis manos y las apoyé sobre los blancos barrotes del balcón, que provocaban un contraste detrás de mis guantes, negros.
-No te preocupes, yo también estoy un poco agobiado con toda la gente que hay ahí dentro. Casi no se puede ni respirar- Dijo, con un tono simpático y agradable que me resultó inquietante. -Vale, entiendo que no quieras entrar. Ahora dime, ¿me negarás un baile aquí afuera? El lugar es pequeño, pero podríamos hacer algo sencillo, ¿qué te parece?- Finalizó.

Desde aquel momento tuve el presentimiento de que aquel chico tramaba algo que no me beneficiaría en absoluto, pues aún sin poder verle el rostro, su voz sonaba para mí algo forzada. No temía a que él pudiera hacer algo fuera de mis planes, temía a que yo no pudiese contrarrestarlo y, más aún, con todas estas esponjosas capas del vestido. Levanté las cejas y me giré con la intención de encontrar sus ojos otra vez. ¿Por qué insistía? Un chico apuesto como él... Aún no lograba encontrar la razón por la que no daba media vuelta e iba a probar suerte a otro lado. Tal vez fuera alguien persistente, o alquien que consigue lo que se propone una vez que ha comenzado el 'juego'.
-Deben haber muchas señoritas dispuestas en el salón...- Insinué -¿A qué se debe el recurrir a mí?

Cierto era. Aquél baile estaba abarrotado de invitados, entre ellos muchísimas jovenes guapas y con buenas figuras para bailar.. o sea lo que sea que ese chico quisiera conseguir. Cada vez me resultaba más extraño, él y su forma de dirigirse a mi, pero a medida que lo hacía más intriga tenía de descubrir su rostro, de desenmascararle.
-¿Y la señorita tiene nombre?-

Había estado esperando aquella pregunta. No encontraba el porqué de falsificar mi identidad, pues estaba segura de que nadie de aquella isla me conocía, o por lo menos el hecho de que mi nombre fuera algo típico me resguardaba las espaldas. Además, si se percataba de que era un pirata, un enfrentamiento sería divertido. Estaba segura de que todos me darían las gracias ya que prestaría un tema de conversación distinto a aquel pueblo tan sencillo y monótono.
-Saiiko- Dije, en un sólo hilo de voz y desviando la mirada de nuevo fuera del lugar.

Ya se me estaba pasando la hora y comenzaba a tener hambre. Se me hacía la boca agua de pensar que las propiedades de aquella multitud de pobre y desgraciada gente estaban totalmente desprotegidas. Este baile era una pérdida de tiempo teniendo un banquete de artilugios, comida y ropa a unos cuantos metros de allí. Sólo debía... despedir a aquel chico enmascarado.

Posé mi mano sobre las telas que adornaban mi cintura y coloqué la otra sobre el barrote del balcón, aún pensando en aquella canción.


Última edición por Saiiko el Dom 14 Abr 2013 - 17:10, editado 2 veces
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Jue 11 Abr 2013 - 22:55}

Un nuevo silencio volvía a hacer presencia entre la chica y el pelinegro, mientras que la segunda volvía a rechazar la invitación a un baile del primero. Lo único que le dijo fue que había más chicas en el interior de aquella habitación, y que qué tenía ella para que le estuviera insistiendo tanto, en pocas palabras. Dando un paso hacia atrás, el ex-noble mostró unos ojos brillantes bañados por la Luna menguante de aquella noche. Lo único que hizo que se alegrase un poco fue que le dijo su nombre: Saiiko. Y como todo buen caballero que era, no lo olvidaría. Pero tenía que hacer algo, ella parecía molesta porque estuviera pesada con el tema del baile. Llevándose dos de sus dedos a la barbilla, se acarició mientras que elevaba el mentón, dándole vueltas a sus pensamientos hasta que dio con algo que parecía ser viable. Lo que no sabía era si causaría efecto, pero no perdería nada por intentarlo. Abriendo su boca lentamente, habló con una voz un poco más tierna que anteriormente, con ciertos matices despreocupados:

- Entonces, voy a hacer una cosa, Saiiko ... - Dijo, haciendo que el volumen de su voz fuera gradualmente descendiendo hasta que la última palabra no fuera más que un leve susurro.

Dando otro paso hacia atrás, comenzó a encaminarse hacia el ventanal que separaba la terraza del interior de la habitación de la mansión, donde actualmente se encontraba una marabunta importante de personas. "Tal vez lo que necesite sea que le deje espacio, a lo mejor me he apresurado mucho", pensó, mientras que giraba para mirarla de reojo. Una vez que sus pies estuvieron en la línea divisoria de ambas zonas, paró en seco y apoyó uno de sus brazos en el refuerzo de soldadura de hierro del ventanal, adoptando una pose con ciertos toques sensuales. Dejando a la vista un único ojo, miró con la cabeza ladeada a la chica de pelo azulado, para decirle con un tono juguetón:

- Voy a entrar a por otra copa, me la beberé y te dejaré tranquila. En caso de que quisieras aceptar mi invitación, me encontraré rondando por aquí, no es muy difícil encontrarme si se me está buscando - Mostrando una pequeña sonrisa, tomando una bocanada de aire y añadir. - Perdona si te he agobiado demasiado, hace mucho que no hablo con una chica guapa ... - Devolviendo su mirada al frente, dejando que el silencio volviera a hacer acto de presencia entre ellos.

Una fina brisa se había levantado en ese mismo momento, moviendo la cabellera oscura del pelinegro y revolviéndola. Y en cuanto dicho movimiento de viento terminó, se peinó el pelo con una de sus manos, bajando aquellos rebeldes que habían insistido en permanecer desafiando las leyes de la gravedad. Antes de seguir andando, para dejarle aquella guinda caliente en la punta de la lengua a la chica, le dijo con una media sonrisa sensual:

- Y he recurrido a ti porque eres la única a la que dejaría que me quitase la máscara ... Y a la que le diría mi nombre - Devolviendo su vista al frente y comenzando a andar hacia el interior de la sala.

El contraste de temperaturas entre el exterior y la habitación de baile era más que notable. Un tremendo calor comenzó a inundar el cuerpo del pelinegro, que avanzaba con un paso firme hacia el centro de la sala. La mayoría de las mesas habían sido removidas hacia los laterales de la sala, aunque la mayoría se encontraban vacías. Por suerte, pudo encontrar un camarero aleatorio que recorría la sala con una bandeja en la mano llena de copas. Tomó una de ellas y comprobó que era el mismo licor que había tomado la primera vez. Sonrió, para luego retirarse a una de las esquinas del lugar, donde apoyó su espalda en la pared mientras observaba cómo la mayoría de la gente ya había encontrado una pareja de baile y danzaban juntos al ritmo de la música.

Tomando la copa con su mano derecha, tomó un sorbo y dejó que sus ojos incoloros siguieran persiguiendo a los participantes de aquel baile de disfraces. Sin embargo, no podía evitar lanzar alguna que otra mirada indirecta hacia la terraza. "Joder, al final resulta que es ella la que me va a gustar a mí", pensó, mientras que un grupo de tres chicas mayores de edad se acercaban a él, con intenciones de pedirle si quería ser su pareja. Tendrían una edad parecida a la suya, pero él se negó rotundamente con un movimiento brusco de cabeza. Las señoritas se fueron con una mueca triste, dejando al pelinegro solitario en aquella esquina de la habitación. Mientras tanto, sus labios únicamente hicieron una mueca de añoranza, mientras que sus incoloros ojos volvían a dirigirse hacia la terraza:

- Saiiko ...
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Vie 12 Abr 2013 - 0:22}

El joven enmascarado dió un paso hacia atrás después de oír mi respuesta. Se me ocurrió que había reflexionado mis palabras pensando que la razón era enteramente mía. Su cabello bailaba tras la brisa que acababa de comenzar a cundir el ambiente, cada vez más frío e incómodo. 'Entonces voy a hacer una cosa, Saiiko...' Dijo, jugando con el tono de voz, haciendo que entrecerrara los ojos para oírle mientras terminaba la frase, en este caso mi nombre con un leve susurro.

Se alejó de mi lado y detuvo sus pies delante de la puerta y, con la mano en el pomo, volvió a hablar. Dijo que volvería al salón, y volvería para esperarme dentro si accedía a bailar con él, olvidándome de su rostro, sin siquiera sonocer su nombre...

El pelinegro peinó su flequillo y recitó unas cuantas palabras que me dejaron pensando. ' He recurrido a ti porque eres la única a la que dejaría que me quitase la máscara ... Y a la que le diría mi nombre.'
¿Era una especie de reto? ¿Debía quitarle la máscara? Si eso era así, lamentablemente y para mi decepción no se refería a quitársela a través de un enfrentamiento, no, todo lo contrario a eso. Tal vez esa era la oportunidad de hacer algo distinto aquella noche, tal vez debía ir tras él, pero... ¿De verdad quería hacerlo? Ya había salido del balcón. Él esperaba encontrarme, otra vez, dentro. Apoyé los codos sobre la barandilla y el rostro sobre las palmas de mis manos, tapándome los ojos. ¿Qué clase de idiota era yo? Negué con la cabeza. 'No, tienes que irte... Espera, sólo el nombre. Ve a preguntarle el nombre...'
No sabía qué hacer. La verdad era que tenía curiosidad por saber algo más sobre aquel chico que se había mostrado tan amable conmigo. Levanté la cabeza saliendo de aquella oscuridad que provocaban mis manos al estar juntas. 'Robar, saquear... ¿No era eso a lo que había llegado a esta isla?' Y había parado en un baile y, por si fuera poco, no había carne con la que saciar mi estómago vacío.
Me erguí y me di un pequeño golpecito en la cabeza, como si así pudiera dejar atrás la idea de volver hacia el muchacho.

Quedaba poco para medianoche.


Me estiré, ya estaba cansada. De acuerdo, iría, pero debía ser algo rápido. Aquella acción era fruto absoluto de la curiosidad, ya que yo nunca había sentido nada... por nadie. Después haría todo de acuerdo a un nuevo plan: Volver a ponerme mi ropa - Colarme en la casa más grande del pueblo - Comer - Coger berries y objetos de valor. Respiré antes de entrar a esa horrible secta de brujas de la que desgraciadamente parecía que comenzaba a formar parte, pero tenía claro que eso se acabaría ratos más tarde. Me aseguré de tener bien colocadas las dos armas afiladas que llevaba debajo del vestido por si tenía que recurrir a ellas. Di media vuelta y, tomando el rol de señorita volví a entrar al salón.

Había pasado de tener frío a tener ganas de tirar ese horrible vestido por la terraza, -no, llevaba con esas ganas desde que me lo había puesto.- Di unos pasos hacia delante, ladeando la cabeza de un lado a otro buscando aquella máscara blanca. Me peiné el cabello que, despeinado por el viento, volví a dejar que cayese lácido sobre mis caderas. El ruido de aquel lugar era espantoso, casi peor que un estúpido pirata cantando alguna que otra canción estúpida. Las mesas ya estaba casi vacías, puesto al parecer la gente prefería emborracharse para vivir más 'de cerca' aquella gala, sin embargo, a mi no me gustaba la idea de disfrutar del alcohol a través de aquella minúscula y elegante copita. Todo el mundo llevaba un acompañante, o casi todo el mundo. De aquella sala se podían sacar muchas historias distintas, muchos finales felices de la mayoría, partiendo de sus actitudes. Habría deseado en aquel momento llevar una capucha con la que taparme el resto de lo que quedaba visible de mí, pues me sentía observada desde todos los ángulos. Volví a avanzar a pasos cortos por el lugar, hasta... Allí estaba, apoyado contra una pared cercana sosteniendo una copa con la mano. Naturalmente aún llevaba el rostro protegido por aquella máscara.

Intenté llamar la atención desde la corta lejanía y, cuando creí haberlo hecho, sonreí pícaramente volviendo a perderme entre la multitud. Ahora, lo que corría por mi cabeza era... ¿Se dignaría a buscarme?
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Vie 12 Abr 2013 - 9:32}

La copa estaba a punto de terminarse, y la chica no aparecía todavía. ¿Tan poco la había enganchado como para que pudiera pasar de él de esa forma en la que lo estaba haciendo? Podría ser un punto deprimente para nuestro pelinegro, puesto que su ego en el campo de la seducción siempre había estado en cotas altísimas. Desde que había tenido suficiente edad para ello, ninguna de las chicas con las que lo había intentado se había negado a concederle un baile, o incluso algo más. Todas caían como moscas, excepto esta, que se mantenía distante y consiguiendo el efecto contrario del que se buscaba. Enganchado a ella pero demasiado cabezota para reconocerlo, sólo esperaba a que el vestido exquisito de aquella chica de pelo azulado se pasease por el interior de la habitación. Ciertamente, lo hacía impaciente, girando la copa de cristal de su mano en círculos alrededor de un eje vertical. Y de un último sorbo, terminó la segunda copa que había tomado esa noche en la isla de Loguetown. Ni siquiera se molestó en devolverlo a la mesa, sino que se quedó en cuclillas durante un segundo para colocar su bebida en el suelo, desganado y carcomido por los nervios. "¿Qué habré hecho mal?", se preguntó a sí mismo mientras pasaba sus dos manos por delante del regazo, cruzando los brazos por debajo de los pectorales.

A lo mejor era el momento de dejar de lado a Saiiko para ir a buscar una nueva víctima a la que poder agasajar con el fin e robarle cuando menos se lo esperase. Pero desde que había mantenido la conversación con la peliazul en la terraza, había descubierto que ella no sería la chica a la que robaría. Ella no. Aunque como no le estaba dando juego, no tenía por qué verse obligado a seguir esperándola. Un poco más decidido, se separó de la pared y descruzó los brazos, dirigiendo su mirada incolora a las distintas personas de aquella sala, hasta que la vio. En el interior de la habitación, Saiiko le estaba mirando con una sonrisa pícara en sus carnosos labios. Entonces, dio media vuelta y comenzó a perderse entre la multitud de personas que danzaban por el lugar. Con sus energías un poco renovadas, el joven también mostró una sonrisa, a la vez que salía despegado de la pared donde se encontraba a paso ligero y decía en voz baja:

- Así que quiere saber mi nombre ... Eso me gusta, sigo teniendo ese carisma misterioso - Dijo, ya que le había prometido que si bailaba con él aquella noche, podría quitarle la máscara y, por consiguiente, ver su rostro y saber su nombre.

Sin nada más que hacer, ni nada que objetar, Rayder comenzó a caminar por el lugar en el que había visto a Saiiko recientemente. Por supuesto que la buscaría, aunque ella parecía que había venido a "ponerle su premio en la punta de la lengua", haciéndole saber que podría estar interesada, pero que él también debería esforzarse si quería ganarse ese baile que le había pedido en la terraza exterior. Sin embargo, la gente bailaba muy pegada, y era difícil moverse entre ellos. "Unos aficionados al baile no me van a estropear mi noche con ella", comentó mentalmente, a la vez que se abría paso con cuidado entre las personas que estaban allí. El ritmo de la canción que resonaba por toda la zona era lento y pausado, pero con el tiempo se fue animando mucho más, haciendo que la gente saltase por sí misma con las copas en la mano. Muchos estaban ebrios y se habían quitado las máscaras, revelando rostros normales y corrientes, algunos con sus respectivas berrugas y granos. Por ende, con tal euforia en el ambiente, se volvió mucho más complicado avanzar, teniéndolo que hacer con sumo cuidado para que nadie chocase contra él. "Y encima huelen a sudor, qué asco", comentó cuando un olor asqueado le llegó de las axilas de un hombre. Trató de avanzar lo más rápido que pudo, aguantando la respiración.

- ¿Dónde te has metido? - Dijo, parándose unos instantes para intentar descifrar la estela del recorrido que había realizado Saiiko, para adivinar por dónde podría estar. Ir a ciegas en aquel lugar podría ocasionar que la buscase durante toda la noche y no pudiera encontrarla, cosa que disgustaría en demasía al pelinegro.

Pero por fin dio con ella, a unos cuántos pasos de su posición. No era difícilmente reconocerla, pues era la única que portaba un precioso pelo de color aguamarina que llegaba hasta la parte más baja de su espalda. Así que el ex-noble fue andando hacia ella por la parte de atrás, de forma que no le viera venir. Quería darle una sorpresa, aunque a lo mejor no le sentaba bien que se acercase por detrás. Pero el que no arriesga no gana nada, y él era una persona a la que le gustaba jugar. Una vez que estuvo suficientemente cerca de ella, pasó su cabeza por el hombro derecho hasta que sus labios quedaron a escasos centímetros de su oído. Fue entonces cuando la saludó:

- Me has hecho pensar que no ibas a venir. Lo he pasado realmente mal - Dijo con una de sus flagrantes sonrisas blanquecinas, dándose la vuelta para encararse a ella e intentar bailar a su lado.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Sáb 13 Abr 2013 - 21:51}

Tal vez la idea de llevar máscara te hiciera pensar que detrás de cada una se encontrara un fondo mucho más intrigante e incoloro, pero para mí seguía siendo como si no llevara nada tapándole el rostro. Entonces recordé una noche en el barco de los Nigromantes; aquella noche toda la tripulación tapó sus rostros en un estúpido intento de aterrorizar a una pequeña aldea en una isla. Las bolsas que se pusieron encima de la cabeza tenían tres agujeros, dos de ellos para ver y uno para respirar. De aquella sucia y deshonrada manera podrían matar sin ser reconocidos, robar sin ser perseguidos y piratear salvándose de consecuencias. ¿Qué tipo de tripulación pirata era aquella? Una estúpida, sin duda. No veía el día en el que les atraparía y me vengaría de ellos. Les mostraría la segunda cara de la moneda.
Todos los días recordaba algún momento de aquellos horribles días para mí y para mi hermana, era algo que no podía evitar.

Los Nigromantes:

Caminé a pasos desprevenidos por la sala acomodándome el cabello de vez en cuando. Veía las caras de las personas que recientemente se habían quitado las máscaras dejando el baile sin ningún sentido y haciéndome sentir estúpida al llevarla puesta aún. Aquellas personas volverían a sus casas en horas, pero no era una excusa para quedarme allí, al contrario. Me mordí el labio inferior al recordar que gracias a ese chico, la noche me daría mucho que pensar. 'Seré idiota...'
Me sentía la única persona asqueada de aquel lugar, la única que no encontraba sentido alguno a todas aquellas tonterías de los vestidos, los zapatos altos y las telas apretadas que en cualquier momento de dejarían sin respiración.
Un camarero con ropajes blancos se acercó a mi y me ofreció una copa. ¿La necesitaba? Eso era algo a discutir, puesto sólo bebía cuando algo que me beneficiaría había salido bien, no cuando quería despejar mis pensamientos. Para mí, eso era algo inútil, pero sin a penas vacilar levanté la copa de la bandeja sosteniéndola del cuerpo con el índice y el pulgar. El camarero me hizo una reverencia un tanto extraña y se alejó de mi perdiéndose entre aquella asquerosa multitud que comenzaba a ver como ranas saltando de una hoja a otra, croando como condenadas.

Visualicé el contenido del vasito antes de darle un trago. ¿Cómo se puede disfrutar del alcohol en un recipiente tal como ese? Dejé pasar los detalles y bebí sin perder los modales, puesto debía mantenerlos hasta nuevo aviso.

Para mi sorpresa, sentí una barbilla claramente masculina acercándose, encima de mi hombro desnudo. Estaba segura de que era él desde el primer momento, lo que raramente me ocurría era la sensación que había sentido en el estómago, detrás del apretado corset que debía llevar.
El chico me susurró al oído, muy cerca, palabras que, sin duda, eran sinceras. Sonreí de lado y di media vuelta lentamente, hasta encontrarme cara a cara con aquel extraño enmascarado con el que estaba congeniando aquella noche. De acuerdo, ahora debíamos bailar y después, él revelaría su nombre que con muchas ansias quería saber.

Sin dar un último trago, dejé la copa sobre la bandeja de otro camarero que pasaba cerca. Me acomodé y posé mi mano derecha sobre el hombro de aquel caballero y, con la otra pude entrelazar mis dedos con los suyos, ya siguiendo el ritmo de la música que, si había estado sonando todo el rato, acababa de descubrirla.
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Dom 14 Abr 2013 - 16:39}

La joven dejó una copa que llevaba en la mano en una de las bandejas de los camareros que paseaban por la zona, intentando satisfacer a los invitados al baile para que no les faltase de nada y que lo tuvieran todo perfectamente. Este se alejó de la pareja, que entornaban sus cuerpos y los encaraban el uno al otro, de forma que ambos pudieran moverse al unísono con cada melodía rítmica de la canción que sonaba en aquel momento específico. Los músicos habían dejado de lado la música rápida, para pasar a una más emotiva y lenta. Los bajos eran los principales instrumentos de cuerda utilizados, además de otros que sonaban un poco menos, como las guitarras y la batería. Todo ello acompañado con una voz de hombre a capella, creando un buen ambiente. Toda la gente se reagrupaba por parejas de dos, y empezaban a tomarse de las manos, hombros y caderas para empezar aquella danza en el interior del salón de la gran mansión de Loguetown. En apenas cuestión de minutos, un gran cúmulo de invitados se encontraban rozándose las espaldas unos con otros, debido a la gran congregación de personas del lugar.
Click para música
Poniendo una de sus manos en el hombro y tomando la mano del pelinegro, la chica se mostraba decidida a bailar finalmente con él. De todas formas, no pudo reprimir una leve sonrisa en sus labios, mientras que pegaba su cuerpo al de ella y agarraba su mano con delicadeza y suavidad, pero sin llegar a soltarla. Lentamente, sus pies comenzaron a moverse de un lado a otro, dejándose llevar por la música que sonaba en sus oídos y le instaba a no parar ni un mínimo segundo. Sus ojos incoloros estaban posados sobre los azules de ella, intentando indagar el porqué de su silencio. Desde que la había encontrado en el interio del salón, ninguna palabra había salido de esos labios. Su voz no había vuelto a mostrarse desde su conversación en la terraza exterior y, simplemente, quería volver a oírla de nuevo.

Por tanto, era la hora de comenzar una nueva conversación. Quería saber más de ella, puesto que lo que conocía era muy poco comparado con lo que le gustaría. Sin embargo, como bien le había dicho afuera, le prometió que le diría su nombre si aceptaba el baile. Y como caballero que era, no podía faltar su palabra. Así que lanzando su cabeza adelante, quedó sus labios a unos centímetros del oído izquierdo de ella, notando su dulce fragancia a la perfección. "Huele muy bien", pensó el ex-noble, antes de proseguir con aquella idea de su mente. Entonces, comenzó a hablar en una tonalidad suficiente como para que la chica lo entendiera, sin necesidad de decirlo en voz alta debido a la música que estaba sonando en aquel momento. Sus labios se movían con cada sonido que provenía de sus cuerdas vocales, diciéndole a su pareja de baile:

- Rayder ... Rayder Backstraw ... - Le comentó, cerrando los ojos y dejándose llevar por el movimiento automatizado que había adquirido. Segundos más tarde, añadió su frase, con una pequeña y tímida sonrisa en su expresión facial. - Pero puedes llamarme Ray, si quieres ...

Sin embargo, tras esas palabras, no recuperó su posición original, sino que se quedó allí, a escasos centímetros de su cara. Podía oler a la perfección el embriagante perfume de Saiiko, y tenerla tan cerca de él le hacía estar nervioso y morderse el labio inferior cada poco tiempo. La suavidad de sus manos le gustaba, además de la calidez que sentía al rozarla con su mano. Pero a pesar de que él estuviera disfrutando aquel momento, ella parecía estar distante, perdida en otra cosa que le ocupaba la mente. ¿Qué podría ser aquello? Pestañeó unas cuántas veces, dejando que su sonrisa volviera a un estado normal, mientras que el baile continuaba. Mirando de reojo a los demás invitados de aquel lugar, muchos bailaban de una forma más "cariñosa", incluso vio a unos cuántos dándose algún que otro beso. "Si le hiciera yo eso a ella me daría una bofetada seguro", mostrando una pequeña carcajada que esperaba la chica no notase. De todas formas, no quería que aquel silencio entre ambos se siguiera prolongando, así que le preguntó con delicadeza, intentando no importunarla ni hacerla enojar:

- Cuéntame, es apreciable a la vista que no eres de la isla, al igual que yo. ¿Qué te trajo? Y no me digas que el baile, seguro que hay otro motivo por el cuál estás aquí - Susurró a su oído, acercando su cara a la de ella.

Tal vez la chica no quisiera decirlo a primera instancia, así que lo mejor sería que el propio Rayder fuera el que empezase esa conversación. La "alegría" y seguridad que le proporcionaron las dos copas que se tomó con anterioridad, le instaban a decirle que era un pirata y que había venido a robar, infiltrándose en la mansión esperando que hubiera presas nobles a las que robar. Además, no perdería nada por intentarlo, ya que tal vez ella creyera que estaba borracho y no tuviera en cuenta sus palabras. Así que el pelinegro tomó a la chica de la espalda y la atrajo hacia sí, hasta que quedaron demasiado juntos, tanto que podía sentir su aliento en la cara. Ahí fue cuando la miró a los ojos, para decirle con una pícara sonrisa:

- Como tú me dijiste primero tu nombre, creo que la ocasión requiere que empiece hablando yo. Vengo de Lvneel, escapé porque soy un pirata. Y vine aquí buscando víctimas a las que vaciar los bolsillos. Pero te vi a ti y preferí pedirte un baile, puedes creértelo o no ... Ahota te toca a ti - Sonriendo, mostrando aquella fila de dientes blanquecino escondidos tras sus labios, esperando la respuesta de la joven de pelo azulado.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Dom 14 Abr 2013 - 22:38}

Música ambiental:


Nos movíamos al son de la música que flotaba delicadamente alrededor de nosotros. Sus ojos, detrás de aquella máscara se clavaban en los míos dejándome casi sin habla, sumergiéndome en la nada. Él se acercó lentamente al lado izquierdo de mi rostro con la intención de decirme algo... su nombre. 'Rayder Backstraw, o Ray'
Me relamí el labio inferior al darme cuenta de que me había quedado seca tras sus palabras, sus sedientas palabras. Le noté nervioso, tal vez sería divertido darle algo de juego al señor Backstraw, algo que no olvide en mucho tiempo.
-Un placer, Rayder- Dije, juntando nuestros cuerpos, abrazando su cuello con un solo brazo y manteniendo nuestros dedos entrelazados.

Me sentí extraña al hacer aquello, más extraña de lo normal. Sólo quería... prender la llama, una llama que se extinguiría al acabar la noche. 'Qué estúpida, me siento una Cenicienta...'
Me apoyé sobre él, sintiendo aún más fuerte su calor corporal. ¿Por qué hacía aquello? Sin duda ni lo sabía, ni quería saberlo. Simplemente me sentía agusto, sin embargo, él aún tenía una faceta de mi que no era la correspondiente; yo era alguien más libre, era un pirata.

Rayder volvió a hablar, pero esta vez para preguntarme cuál era la razón de mi presencia en aquel baile. Por su puesto y como habría hecho cualquiera, él mismo denotó que yo no era de allí. ¿Qué se supone que debía decir ahora? Para mi suerte, él expuso primero sus razones.
-Vengo de Lvneel, escapé porque soy un pirata. Y vine aquí buscando víctimas a las que vaciar los bolsillos.-

Eso fue lo único que me interesé en oír. 'Soy un pirata, soy un pirata...' ¿Me beneficiaba? De lo que estaba segura es de que era una grandísima casualidad. Solté una pequeña carcajada y levanté la vista volviéndome a cruzar con su mirada.
- Como quieras -Dije, esbozando una pequeña sonrisa -Yo también soy un pirata, y simplemente estoy aquí por mera curiosidad. Robé el vestido a una chica.

Ya no había vuelta atrás, los dos nos habíamos sincerado. Sólo se me ocurría una única forma de divertirnos y tal vez sirviera para terminar aquella noche. Mi estado de ánimo había cambiado estrepitosamente después de aquello, ya me sentía como era de verdad y podía expresarlo sin parecer una maleducada.
-Estoy harta de esto, ¿Qué te parece si bajamos al pueblo?-Dije, poniéndome en cuclillas al acercarme a su oído.

Ahora sólo esperaba un sí y salir de ahí, con él.
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Lun 15 Abr 2013 - 14:49}

Respondiendo de forma sensual ante la presentación del pelinegro, al rozar con su brazo el cuello del joven hizo que este se tensara un poco, al percibir el calor del cuerpo de la chica, junto a su suavidad de piel. A todo esto añadió un leve suspiro que se escurrió de sus labios como un imperceptible susurro, desvaneciéndose en el aire de una forma etérea. El baile seguía su curso establecido, y ambos se mantenían en aquella postura cercana el uno del otro, sintiendo el cuerpo de la otra persona rozando el suyo propio. Todo ello acompañado por una música lenta y acompasada, perfecta para un baile tranquilo como el que se estaba celebrando en el interior de aquel salón de la mansión. Muchas personas se empezaban a retirar hacia los extremos de la sala, bien fuera para tomar algo de beber o comer, o para descansar de la danza quitándose sus máscaras y revelando su verdadera identidad a los que estaban dentro. Los ojos del pelinegro, aun mientras bailaba, recorrían en una visión de 360º a todas las personas que se encontraban a su lado. Las caras de los ricachones eran regordetas, y mostraban claros indicios de pertenecer a la nobleza de Loguetown. Otros, por el contrario, llevaban trajes más poco trabajados, entendiéndose por eso que su capacidad económica no llegaba al mismo nivel que la de los anteriores.

Por otra parte, la joven de pelo azulado y ojos parejos reaccionó de buen grado ante la insinuación de su pareja de baile, sin sorprenderse una pizca de que su vida perteneciera a la mar. Además, ella misma añadió que era una pirata, que su traje era robado, y que había llegado por simple curiosidad. Ante aquello, el chico enarcó una de sus cejas y se mostró gratamente sorprendido, mostrando una pequeña sonrisa de oreja a oreja que le fue imposible contener. ¿Aquella pequeña era una pirata? "Vaya, cada cosa es más interesante que la anterior, por lo que veo", pensó el pelinegro. Y de pronto, unas carcajadas empezaron a salir desde el interior de su garganta, riéndose con una expresión agradable en su rostro. Su ritmo cardíaco aumentó un poco, al igual que su risa hacía que sus pectorales se movieran hacia adelante y atrás, al igual que su pelo. Una vez que el ataque de risa pasó, le comentó a la señorita que bailaba con él:

- Es gracioso que, de todas las personas que hay por aquí, haya ido a toparme con una que sigue las mismas reglas que yo ... Vamos, sin reglas - Llevó su mano libre, con la que no estaba agarrando a Saiiko por la cadera, hacia su pelo, para peinarlo un poco y apartarse los mechones de la frente. Instantes más tarde, tras recuperar el aliento, añadió. - ¿Quién iba a pensar que una monada como tú sería como yo? - Dejando aquella cuestión sin responder, retomando su cadera y prosiguiendo con la danza.

Fue en ese momento cuando la chica se sinceró y le dijo a su acompañante que no se encontraba a gusto allí, y que tal vez sería mejor ir a dar una vuelta fuera de aquellas cuatro paredes. Con una afirmación de cabeza y una sonrisa impecable, el ex-noble dio su consentimiento para labrar aquel plan trazado por la peliazul, tomándola de una de sus manos y empezando a andar a través de la marabunta de personas, rumbo hacia la salida. Caminaron, pasando apretados entre las parejas del salón, que no cesaban su continuo baile y se perdían en los brazos de sus compañeros. Los ojos del pelinegro se clavaron en la puerta, yendo hacia ella sin la intención de perderla de vista. Además, ahora se acordaba de que tenía que recuperar su espada, ya que la habían quedado en recepción por no poder portar armas en el interior de la celebración. No sería un problema, iría allí y la pediría de buen grado.

Aunque ciertamente era gracioso, pues un espadachín se había olvidado completamente de su espada hasta ese mismo momento. ¿Qué tal obnubilación le había causado Saiiko para hacer que no se diera cuenta de que se iba sin uno de sus bienes más preciados, por no decir el más importante? No transcurrió demasiado tiempo hasta que estuvieron fuera de la habitación, donde todavía un montón de gente hacían cola para pasar al interior. Soltando a su recién conocida señorita de la mano, y con unos ojos que decían "No tardaré mucho", el joven se encaminó con rapidez hacia los roperos, donde supuestamente le aguardaría su arma. Acercándose a uno de los guardas, le dijo lo siguiente:

- Perdona, tienes una espada que me pertenece. Tranquilo, el baile ya no me interesa, no andaré cerca de aquí con ella - Dijo refiriéndose a su espada, mientras que señalaba con aquellos dedos esculpidos y cuidados el interior del ropero.

El guarda afirmó con la cabeza y entró al interior de aquel pequeño cubil, trayendo su arma con las dos manos hasta depositarlas en las de su verdadero dueño. Dándose la vuelta, este no se despidió, sino que prosiguió con su camino hasta volver con la chica de ojos aguamarina. Atando su espada en el cinturón, la dejó colgando al lado contrario de la chica, para que no le pudiera molestar al andar. Así, ambos siguieron andando, bajando por la gran colina de la mansión del baile, atravesando callejuelas para llegar al pueblo en cuestión. Mas cuando llegaron a su destino, algo no programado les estaba esperando a ambos, aunque en especial a él. El hombre del que robó el traje que vestía actualmente estaba resguardado por un grupo de cinco reclutas de la Marina, mientras que con su dedo de anciano señalaba a la pareja:

- Ha sido ese de ahí, ese lleva el traje que confeccioné. ¡Es un sucio pirata, me lo robó en mi propia tienda! - Comentó el hombre, mientras que las personas a su alrededor empezaron a desenvainar sus armas y encarándose a la chica y el joven.

Y como él no podía ser menos rebelde, llevó su mano derecha hacia el mango de su katana, desenfundándola y mostrando aquel frío acero bajo la luz de la Luna. Los ojos incoloros del señor Backstraw brillaban de una forma extraña, una mirada un tanto más adulta de lo normal. Sosteniendo su arma con una sola mano, esperó a que los enemigos vinieran a por ellos, mientras que sonreía de forma macabra y le decía a la chica:

- Esto es más divertido que la mansión de antes, ¿verdad? Vamos a bailar un poco con esos marines ~
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Sáb 20 Abr 2013 - 15:50}

Seguíamos uno pegado al otro, hablando mediante susurros. El chico comentó la situación irónicamente. La verdad era raro el hecho de encontrarnos, los dos, ambos piratas, en una fiesta donde los rostros de las personas estaban escondidos tras una máscara. El baile continuaba, pero para mí sólo bailábamos nosotros. Ya no me importaba la cantidad de gente que había en la estancia y el poco aire que podía respirarse. Levanté la vista hacia Rayder, deseando quitarle aquella máscara, tal y como habíamos acordado. Entonces aprobó notablemente mi idea de salir de allí y, lo antes posible, pidió a un hombre su supuesta espada. Me gustaba el hecho de que peleara por sus propios medios, tal como un pirata, pero también tenía curiosidad por saber cómo lo hacía. Bajábamos de la colina, el uno al lado del otro. No sabía qué era peor, si estar en aquella situación incómoda o no haber probado bocado en todo el día. Al fin y al cabo, allí abajo me esperaban muchísimas cosas para mí y no quedaba mucho para llegar. La tierra que se encontraba por debajo de nuestros pies me hacía casi imposible seguir caminando y, sobre todo estando encima de aquellos zancos. Intenté disimular cada tropiezo que me causaban malidiciendo los zapatos en mi mente mientras me levantaba ligeramente la parte delantera del vestido. Y eso no era lo peor, temía que en cualquier momento aquel corset me dejara sin respiración haciéndome quedar como una idiota.

Acabábamos de cruzar la colina y observé como mi acompañante se paraba ante el pueblo. Esuché entonces la voz de un hombre que parecía dirigirse hacia nosotros y levanté la vista, ya que no había dejado de mirar al suelo. Aquél hombre iba acompañado de unos marines que el escoltaban las espaldas. Estaba quejándose de un traje mientras señalaba a Rayder, al parecer él también había tomado 'prestado' los ropajes que estaba luciendo aquella noche.
El joven desenvainó su katana ya con intenciones de comenzar el juego.
-Esto es más divertido que la mansión de antes, ¿verdad? Vamos a bailar un poco con esos marines-

Esbocé entonces una pequeña sonrisa. Nunca hubiera imaginado que la noche acabaría tan cálida.
Los marines, que se apreciaban a unos diez metros, sacaron sus armas de acero y se posicionaron para correr hacia nosotros. Sin ganas de levantarme el vestido para sacar el cuchillo y quedándome en mi sitio, extendí el brazo y levanté de la tierra unas gruesas raíces que envolvieron los pies de unos cuantos marines que se encontraban a mi alcance. Una vez en el suelo y boca abajo, cubrí sus brazos con las mismas.
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Sáb 20 Abr 2013 - 17:02}

El grupo de cinco marines comenzó a avanzar enfrente del costurero que había dado la voz de alarma, con sables y pistolas apuntando hacia la joven de pelos azulados y el apuesto ex-noble del Reino de Lvneel. Sus contrincantes se acercaron para probar su valía, cada uno de ellos de distinta índole física. De izquierda a derecha: flacucho, normal, enano, entradito en carnes y gigante. Todos uniformados con aquellos pantalones marinos y la camisa blanquecina, con los ribetes de la pequeña manta que llevaban a la espalda. Y por supuesto, la gorra con el símbolo de la Marina. El joven iba a lanzarse contra ellos, mas fue Saiiko la que hizo el primer movimiento de aquel tablero de ajedrez, sorprendiéndolos a todos. Unas raíces salieron del suelo, apresando a algunos marines y quedándolos colgados boca abajo. Entonces, nuevas raíces aparecieron del suelo y ataron las manos, dejándolos completamente indefensos y consiguiendo que soltasen sus armas nada más sentir el roce de la raíz contra sus cuerpos. El joven de pelo negro las pateaba conforme caían, de forma que estuvieran lejos de su alcance si eran capaces de resistirse a aquel agarre efectuado por los poderes de la pequeña peliazul. Con una sonrisa tierna en sus labios, entrecerrando un poco sus incoloros ojos, le comentó:

- Menos mal que no me atreví a atracarte al final, no me hubiera gustado que me dejases en esa posición - Dijo soltando tímidas carcajadas que se fundían con el silencio conforme el tiempo pasaba.

Con el objetivo de ayudar a la señorita a dejar en la inconsciencia a aquellos insensatos que se habían cruzado en su camino, levantó la mano con la cuál no sostenía la espada, posicionando sus dedos como si de una pistola se tratara. De la punta de su dedo índice comenzó a crearse una congregación de lo que él llamaba "Sustancia Oscura", aquella propiedad de su Akuma No Mi de la cuál poca cosa se conocía. Esta materia empezó a dar vueltas sobre sí misma, comprimiéndose hasta adoptar la forma de una bala, con su pico afilado. Fue entonces cuando salió disparada, y una segunda detrás de ella, hacia los marines que estaban agarrados por las raíces de la chica. Estas balas viajaron a una velocidad decente, atravesando la poca distancia que los separaba en cuestión de segundos, clavándose en los cuerpos de los enemigos. Estos chillaron una y otra vez, mientras más balas salían de la mano del chico, que decía con una voz seria y los ojos incoloros clavados en sus enemigos:

- ¡Dagan! (Bala) - Afirmando que aquella técnica consistía en balas de su poder de la Akuma No Mi, aquel poder que le permitía crear, moldear y disparar todo lo que quisiera y estuviera formado por aquella sustancia.

Los cuerpos de los marines eran atravesados por aquellas composiciones de su sustancia oscura, creando manchas de sangre en la extensión del cuerpo allí donde tocaban. Mas los marines que se encontraban observando aquella escena, cargaron contra el pelinegro para que parase de hacer sufrir a sus compañeros. Este no pudo verlo a tiempo para esquivarlo, mas pudo echarse atrás en el momento exacto para que un sable no cortase su cara. Sin embargo, la máscara que portaba consigo fue cortada, sintiendo muy cerca de sí el frío metal de aquella espada. Su rostro quedó al descubierto, mientras que la máscara que antes había portado para proteger su rostro caía al suelo revelando su identidad. Y tras ese corte, otro más se manifestó a su espalda. Sin embargo, ahí pudo reaccionar con tiempo suficiente y posicionar su espada entre su cuerpo y el del marine que estaba atacándole, parando su embestida mientras que un tentáculo de sustancia oscura aparecía desde la palma de su mano hábil y se dirigía serpenteando hacia su enemigo, de un diámetro no demasiado grueso. Conforme más fino fuera, mejor podría manejarlo, y más rápido se movería, atravesándolo completamente y retorciéndose en su interior, manchando levemente la chaqueta del pelinegro con su sangre.

- ¡Muchi Shinobiyoru! (Látigo Reptante) - Dándole nombre a aquella nueva técnica que había empleado. Cierto era que sus posibilidades eran infinitas, pues todo dependía de su imaginación a la hora de crear cosas con su sustancia oscura. Sin embargo, todavía no era capaz de crear algo que tuviera demasiado tamaño, sólo podía con objetos pequeños o finos.

De los cinco marines que habían comenzado aquel enfrentamiento, solo dos de ellos seguían vivos, y no tardarían demasiado en caer rendidos a sus pies. Irguiendo su espalda, se percató de que los marines que Saiiko tenía apresados con sus raíces habían dejado de respirar tiempo atrás, y que las zonas donde estaban amarrados se habían vuelto de un color púrpura. ¿Ahogamiento múltiple sin taparles la nariz? Aquella chica tenía un don para la maldad, como la mayoría de los piratas de aquella era. Devolviendo la vista hacia ella, le comentó con una media sonrisa:

- Ahora que ya has visto mi cara, ¿qué te parece si te quitas la máscara, nos cargamos a estos tíos y nos vamos de aquí? - Le dijo, retomando su vista sobre los dos únicos enemigos que quedaban en pie, atemorizados y llenos de pánico. Incluso detrás de ellos, el costurero hacía tiempo que había echado a correr, no fuera a ser que su destino fuera el mismo que el que iban a tener las personas que habían osado meterse en el camino de dos piratas muy peligrosos.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Dom 21 Abr 2013 - 21:04}

Terminé de realizar mi ataque y, positivamente, aquellos marines terminaron colgados boca a bajo y sin nada con lo que defenderse. 'Inútiles...'

Rayder levantó la mano que tenía libre y comenzó a generar una especie de moco negro que dio un par de vueltas sobre sí mismo hasta obtener la forma de una bala que saló disparada, una tras otra hasta sumergirse en el pecho del objetivo. Sus polos blancos se tiñeron a un color escarlata que a su vez, manchaba las manos de aquellos marines al presionarlas contra sus pechos, como si así fueran a sanar las heridas.

Los compañeros de los recién heridos le lanzaron a Rayder una mirada vengativa y tras eso, se lanzaron contra él, y uno de ellos, levantando su arma de acero, cortó en dos la máscara que ocultaba el rostro del pelinegro; aún los ojos se encontraban incoloros y expresivos. Su rostro era claro y agradable, a la vez intimidante.

El chico reaccionó con tiempo y, aunque a penas visualicé la escena, el enemigo terminó tendido en el suelo, bañado en sangre. Descendí el brazo que aún tenía en el aire y desvié la vista hacia mis víctimas; éstos portaban rostros violetas e hinchados, al parecer ya no daban señales de vida. No tenía la intención de darle un final así a aquellos apuestos señores que tenían intenciones contra mí, simplemente me había despistado contemplando más de cerca a mi acompañante que, nuevamente, había clavado los ojos sobre mí.
Con media sonrisa en la cara, dijo:
- Ahora que ya has visto mi cara, ¿qué te parece si te quitas la máscara, nos cargamos a estos tíos y nos vamos de aquí? -

Tras estas palabras y antes de poder responder, oí cómo uno de los dos marines sacaba una especie walkie talkie negro pidiendo refuerzos mientras lo agitaba con fuerza, como si eso hiciera que le contestaran antes.
Volví la vista a Rayder y me llevé los brazos a la cabeza, desenredando los hilos que se hacían un nudo sujetándome la máscara contra el rostro. Terminé y me la saqué, despacio hasta verla cayendo sobre el suelo.

El marine volvió a soltar un grito a aquél aparato, desesperado. Teníamos que irnos de allí ahora.
-De acuerdo, acabemos con esto.- Dije, guiñándole un ojo.
Me descalcé con rapidez y rompí parte de las capas que colgaban de aquél vestido, dejándolas tiradas en el suelo. Posé mi mano sobre el cuchillo que se encontraba contra las medias negras y el muslo, sacándolo y, desde donde me encontraba, lo lancé hasta clavarlo en el aparato con el que el marine estaba comunicándose. Seguidamente extendí el brazo, susurrando unas palabras: 'Budō wa rappu'. Comenzaron a generarse debajo de los pies de mi oponente unas cuantas enredaderas que crecieron con rapidez hasta cubrirle los hombros.

Posé las dos manos sobre mi cintura y desvié la mirada hasta Rayder, guiñándole un ojo mientras esbozaba una sonrisa parecida a la de una niña pequeña. Aún quedaba un marine; era grandote y parecía no tener cara de amigos. Simplemente dejé que de él se ocupara el pelinegro, recién desenmascarado.


Última edición por Saiiko el Lun 22 Abr 2013 - 0:20, editado 1 vez
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Dom 21 Abr 2013 - 22:09}

Aquella batalla improvisada en las callejuelas de Loguetown seguía manteniendo su curso sano, con varios de los enemigos tirados por los suelos como perros que no eran capaces de levantar la cabeza tras un largo paseo de varias horas. El pelinegro seguía enfrentando a sus contrincantes, con la espada sujeta por su mano derecha y la izquierda preparada para usar aquella sustancia oscura que le hacía un ser especial. Sólo quedaban dos marines más, y uno de ellos empezó a pedir refuerzos. De reojo, pudo observar cómo su acompañante se quitaba la máscara, reflejando un rostro tierno. Debía de tener unos cuantos años menos que él, pero aun así era muy guapa. Además, rompió ciertas partes de su vestido para ir más rápido a la hora de escapar, revelando unos cuchillos en sus piernas, uno de los cuáles lanzó hacia el aparato de comunicación del marine, que empezó a soltar chispas antes de caer al suelo. También, Saiiko empleó sus poderes de Akuma No Mi para crear más raíces que atraparon a uno de los dos últimos contrincantes, dejándole a uno más grandote que los demás para él solo. Ambos querían irse, y el recluta de más de dos metros de alto era el único obstáculo que podrían encontrar en su camino. Armado con una maza de una sola mano, avanzaba hacia ambos con el objetivo de golpearlos en un ataque conjunto. Los ojos incoloros de Rayder se posaron fieramente sobre él, mientras que alzaba su mano desnuda y de él empezaban a salir dos nuevos látigos negros.

- No creas que te voy a dejar tocar a la señorita. Vergüenza debería de darte, querer hacer daño a una mujer ... - Comentó, reafirmándose en su postura de caballero guardián, una persona que no dejaría que una mujer sufriera si él podía estar allí para remediarlo. No le gustaba para nada que se le levantase la mano a una chica, puesto que lo habían educado desde pequeño de aquella forma, y simplemente observarlo lo llenaba de ira a raudales, llegando incluso a no poder controlar su mente.

Moviendo lentamente sus dedos, los dos látigos recorrieron una distancia de dos metros para amarrarse a las piernas del marine, que se quedó quieto una vez que sintió dicha fuerza antinatural presionando contra sus tobillos. Anonadado, simplemente intentaba desasirse de ellos, mientras que el pelinegro saltaba y, aprovechando el desconcierto del marine, clavaba el filo de su katana en plena muñeca que sostenía el arma. Por consiguiente, y desvalido como se encontraba, el ex-noble realizó una finta para quedar detrás de él, lanzando un nuevo corte descendente desde su nuca hasta el trasero. Con ello, el adversario cayó, mientras que los tentáculos de sustancia oscura se desvanecían en el aire como unas cenizas sopladas por el viento. Envainando su katana tras limpiar el filo de esta en la ropa del marine, se dio la vuelta para observar a su joven acompañante con una media sonrisa en los labios. Nada más verla, ladeó la cabeza mientras que notaba cómo sus mejillas enrojecían levemente. Era la primera vez que ambos se veían cara a cara, como si la magia se hubiera hecho en ese mismo instante, en vez de cuando se conocieron en la terraza de aquella mansión.

- Mucho mejor sin la máscara, mucho mejor - Llevándose un dedo hacia su labio superior con delicadeza y soltando una tímida carcajada, mientras que le hacía una señal con la cabeza para que continuasen con su viaje de regreso a casa.

Los enemigos estaban todos tirados en el suelo, ninguno de ellos tenía la propia fuerza de voluntad para levantarse, y era en esos momentos cuando una persona se rendía totalmente. Sin nada más que pudiera retenerles en aquella zona, el pelinegro tendió su brazo derecho para que la joven lo tomara, comenzando a andar por las calles de Loguetown. Mientras que andaban, el joven todavía tenía el corazón latiendo más rápido de lo normal debido al enfrentamiento terminado recientemente. Con el objetivo de romper el hielo y empezar una conversación, miró de reojo a la peliazul para comentarle con una pequeña sonrisa:

- ¿Estás en alguna tripulación, pequeña? ¿Tienes algún barco esperándote o te vienes en el mío? - Añadiendo un mote cariñoso, que esperaba que no la ofendiera ni le hiciera pensar cosas que no debía. Sus ojos incoloros seguían clavados en ella, de una forma más suave de lo que siempre solía aparecer. Le agradaba estar al lado de aquella joven, aunque tenía que admitir que un poquito de habladurías no les vendría mal.

Poco a poco se iban acercando hacia el puerto de la ciudad, donde el velero de Rayder reposaría con las velas plegadas, esperando a que su dueño fuera para allá y que lo manejase rumbo a una nueva isla. Todavía recordaba lo bien que lo había robado de unos marineros que estaban pescando en alta mar, atracándoles y obligándoles con sus poderes a que se tirasen al agua y le dejasen zarpar completamente a gusto. Una media sonrisa apareció en su rostro al acordarse de aquello. Muchas aventuras había vivido en tan poco tiempo, pero las mejores estaban por llegar. Es sabido que en la vida de un pirata, lo que más hay son aventuras, y más si uno quería llegar a ser reconocido como una Leyenda del mar.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Dom 21 Abr 2013 - 22:59}

Rayder volvió a emplearse contra aquel marine utilizando sus cualidades provenientes de una fruta del diablo y consiguió acabar con él en cuestión de segundos. Cada vez me resultaba más intrigante e ilícito, estar con él era como estar protegida de por vida, con la confianza de que en sus manos jamás te pasará nada, y eso me gustaba. Yo siempre había pensado que podía defenderme sola y me parecía ridículo el hecho de que otra persona hiciera algún sacrificio por ti pero, sin embargo, a él parecía no importarle dar su vida por cualquier señorita. Todo un caballero.

El joven me tendió el brazo para que caminara junto a él y lo acepté, entrecruzándolo con el mío. Tapé con las telas del vestido la parte descubierta que llegaba de los pies descalzos hasta el muslo. El viento había comenzado a soplar ligeramente y, a medida que pasaba el tiempo hacía cada vez más frío. Daría el alba en unas cuantas horas que, sin duda, con Rayder se pasarían en un abrir y cerrar de ojos pero, por desgracia, ya no había tiempo ni de saquear viviendas.
El silencio que apoderaba el ambiente que recorríamos en aquel momento no era del todo incómodo, ya que tampoco lo describiría como agradable. Por suerte Rayder habló y, por desgracia no era lo que me esperaba.
- ¿Estás en alguna tripulación, pequeña? ¿Tienes algún barco esperándote o te vienes en el mío? -

Solté una pequeña risa y, sin mirarle, respondí.
-Sí, Sons of Anarchy.- Dije, sin levantar mucho la voz.

Ya estábamos acercándonos al mar, ya estábamos acercándonos a, por mi parte, un agonioso adiós o, peor aún, 'ya nos veremos'. Tal vez nos reencontráramos algún día en mitad de una pelea o en alguna otra isla y, por su puesto, no me extrañaría que no me recordara, es más, seguramente si nos volvíamos a encontrar no me reconocería. Pero, ¿qué diantres me importaba eso? ¿por qué no estaba pensando en una siesta o en llegar cuanto antes al barco? No sabía por qué, no tenía ni la más mínima idea pero, no quería irme. 'cabezota, cabezota...'
Yo no era así, ¿Qué tipo de brujería había aplicado Rayder para conseguir que no quisiera irme? Era absolutamente irónico que al principio yo no hubiera puesto ningún interés sobre él y que él, en cambio, sólo quisiera robar algo de dinero que, por cierto, inexistente. Baile y pelea, ¿quién demonios no pide eso en una velada? Había sido divertido, pero, por su puesto, todo lo bueno acaba algún día. Apreté la mano con la que sujetaba su brazo por inercia y sentí que me ponía colorada. '¿Qué estás haciendo? Déjale en paz, seguro que piensa que eres idiota, Saiiko...'

Solté un suspiro y simplemente continué caminando, esperando a que asomase el horizonte.
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Dom 21 Abr 2013 - 23:45}

Los Sons of Anarchy, aquella era la tripulación a la que la joven de pelo azulado pertenecía. El pelinegro no pudo evitar mostrar una de su grandes sonrisas de estupefacción, sorprendido por las palabras de su agradable acompañante. Agarrada de su brazo, ambos caminaban al unísono bajo las estrellasd e la ciudad de Loguetown. El cielo había oscurecido por completo, y la noche había caído sobre ellos. Una preciosa noche en la que las estrellas brillaban como diamantes en el cielo, no hacía ni frío ni calor, una temperatura ambiental perfecta. Y ambos caminaban con tranquilidad, tras haber derrotado a todos aquellos que habían querido quitarles su privacidad y arrestarlos bajo las órdenes de la Justicia. Fue entonces cuando, esperando que la chica no se pensase que estaba loco por sonreír tanto, decidió explicarle el motivo de su risa, que muchísimos recuerdos le traía. Muchos eran buenos, pero a la vez había cosas que no quería ni siquiera recordar. Pero las primeras eran capaces de tapar a las últimas, por lo que en general podría decir que tenía un buen concepto de dicha banda. Sin más, su voz apareció lentamente, primero como un susurro, y más tarde adquiriendo el tono varonil que le correspondía. Hablando únicamente mientras expulsaba el aire, de forma que sus cuerdas vocales sonasen más duras, el chico le comentó a Saiiko:

- Si yo te contase todo lo que he vivido con dos de tus nakamas ... No sabría que decirte, si tendrías ganas de matarme o llenarme de besos - Recordando las veces que había ayudado a Natsu a salir adelante de sus aventuras, al igual que también pasaban por su cabeza las imágenes de él y Allen peleando a muerte, terminando en un estado muy cercano al fin de la vida. Solo pensar en esto último hacía que se le revolvieran las tripas al recordar tal dolor sufrido, mas consiguió sobreponerse y desviar su atención sobre ese tema, añadiendo a su anterior frase. - Espero que esos dos cabezas locas de Allen y Natsu cuiden de ti, pero no te dejes embaucar por ellos. Cada uno tiene su gracia - Soltando una nueva carcajada, par aluego cerrar los ojos un momento y volver a sumirse en sus recuerdos, dejándolos en otra parte para volver con la chica que tenía a su lado.

Con cada paso que daban, se acercaban más al puerto. El olor a agua salada empezó a hacerse notable en apenas cuestión de minutos, entrando por sus fosas nasales y dejándoles aquella extraña sensación en la nariz. Atravesaron las distintas calles, llegando al final al muelle en concreto. Las vigas de madera se subdividían para llegar hasta los distintos barcos anclados en el lugar. Y la pareja comenzó a andar hacia la parte derecha, en la que se encontraba el pequeño barco de Rayder: un velero de madera grisácea oscura con una única vela, bastante manejable por una única persona, aunque un tanto complicado si no se tenían los conocimientos adecuados. Levantando la mano que tenía libre y señalando hacia él, el chico le presentó su navío a la chica de pelo azul que seguía abrazada a su brazo:

- Y este es mi barco. No es tan grande como me gustaría, pero me apaño bastante bien con él. No me ha fallado ninguna vez - Dijo acercándose para darle unas palmaditas en su extensión. A pesar de que llevase muy poco tiempo con él, lo había tratado con sumo cariño, y era lo mismo que había recogido de él. No le había dado ningún problema a las islas a las que había viajado, y se mostraba fuerte incluso a pesar de no ser más que un velero con una gran guarnición de comida en su interior.

Avanzando un poco más, ambos quedaron en el extremo de la pasarela que comunicaba el muelle con la cubierta del barco, donde el pelinegro se dio la vuelta para encarar a la joven que tenía a su lado, dejando la Luna detrás de su espalda. El reflejo que esta otorgaba a sus cuerpos era realmente mágico, al igual que la sonrisa que poco a poco iba haciendo aparición en los labios del pelinegro. Sus ojos incoloros estaban posados en la joven, la cuál había apretado anteriormente el brazo del ex-noble, seguramente para impedir que aquello terminase tan pronto. Había sido una noche muy movida, tanto por el baile como la pelea, pero le había servido para conocer a una persona realmente maravillosa. Entrecerrando un poco los ojos, se mostró amable y agradable, tomando las dos manos de Saiiko con las suyas, suavemente, alzándolas hasta la altura de la cadera de ambos. Agarrados bajo la Luna menguante, ambos piratas se despedirían para darse a la mar, a no ser que la chica quisiera ir en el mismo barco que Rayder, lo cuál dudaba hasta él mismo. De alguna forma tenía que haber llegado a la isla, y era una pequeña con muchos ases bajo la manga.

- Bueno Saiiko ... Me alegro mucho de haberte conocido, y espero que nos volvamos a ver en un futuro. Estoy seguro de que nos encontraremos, solo que hasta entonces pasará un tiempo que no puedo determinar. Dales recuerdos a tus nakamas, pero no les digas que te cuenten mis más oscuros secretos - Sonrió, a la vez que sus blanquecinos dientes se hacían notables. La distancia entre ambos era muy pequeña, y el chico hizo la situación más íntima anotando. - Siempre es bueno tener algo de misterio, ¿no? - Guiñándole un ojo a la joven, mientras que las olas del mar se movían lentas y acunantes bajo sus pies.
Saiiko Naoto
Saiiko Naoto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Lun 22 Abr 2013 - 0:33}

Aún el brillo de la Luna se mostraba presente ante los ojos de ambos, al igual que aquella intriga que les poseía desde que habían cruzado las miradas en el balcón de la mansión. Llegamos al puerto, donde aquella noche se transformaría en un recuerdo, en uno más. Levanté la mirada ente aquel extenso mar que nos pertenecía, sólo a los piratas. Es justo decir que estaba viviendo mi sueño, dominando mis deficiencias y haciéndolo cada vez mejor. Era bueno saber que algún día llegaría a ser grande y fuerte para poder llevar a mi tripulación a lo más alto. Aquel podía ser uno de mis objetivos, entre muchos tantos. Recordé a mi hermana y a mis amigos, a todos aquellos que me salvaron un día y que hasta que no volviera a verlos, sólo serían recuerdos, sin embargo, recuerdos que recordaría con una buena sonrisa.

Tal vez muriera sin ser nada, pero sería algo para quienes me rodearon un día, y conseguir eso era una meta difícil, porque ser parte de la vida de una persona no es tarea fácil. Sonreí al pelinegro como si nos acabáramos de encontrar y, cuando me tomó las manos, las apreté con fuerza. Me había hablado segundos atrás sobre mis compañeros de barco, Natsu y Allen. Al parecer eran amigos, por no decir buenos. Sí, Natsu y Allen eran un caso a parte de todos los piratas de este mundo y de cualquier otro.

Rayder me enseñó su barco. Era pequeño pero navegable, por su puesto. El mío estaba más al este de la isla, no muy lejos de allí, posiblemente a unos minutos andando. Navegar por allí y a esas horas era perfecto para tomarse un descanso y pensar en que mañana debía volver a una rutina diaria, pero estupenda.

La noche llegaba a su fin. Me acerqué delicadamente al pelinegro para darle un abrazo, para el cual tuve que ponerme de cuclillas. Pero aquella, sin embargo, no era una despedida. Como había dicho, nos encontraríamos, más sin un determinado tiempo entre el cual ambos debíamos poner rumbos distintos. Me separé de él y me levanté el vestido haciendo una reverencia un tanto graciosa.
- Buen viaje, Rayder.- Finalicé, con una sonrisa.

Di media vuelta haciendo que las pocas capas que aún se lucían de aquél vestido bailaran haciendo una copa y andé, esta vez hacia mi muy pequeña carabela, tatareando nuevamente aquella canción, ese himno pirata.
Binkusu no sake wo
Todoke ni yuku yo
Umikaze kimakase namimakase...
Rayder
Rayder
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {Mar 23 Abr 2013 - 1:15}

Sus pelos se movían por la acción del viento, bajo aquel manto de estrellas que les amparaba a ambos. La temperatura era la adecuada para una despedida, la cuál el joven pelinegro no quería que se produjese nunca. Por muy poco tiempo que había pasado con Saiiko, era capaz de decir que algo extraño les unía, algo que no compartía con las demás personas que había conocido o que estarían por conocer. Aquel abrazo de manos que ambos tenían era ciertamente cariñoso, bañados por la Luna que estaba encima de sus cabezas. Allí de pie, a tan poca distancia, podía ver perfectamente sus ojos de color aguamarina. Podía perderse perfectamente en ellos, y hacer como si no existiera nada más en el mundo. "Será muy bella conforme pase el tiempo", pensó con una pequeña expresión amigable en su rostro. Con el objetivo de romper un poco el hielo de lo que parecía ser aquella despedida, el pelinegro aclaró su voz, comenzando a hablar lentamente pero con un tono seguro y confiado. Su tono natural de voz, combinado con sus palabras galantes, le hacían ser un verdadero señorito:

- Ha sido un día bonito, pequeña. Y en un tiempo, me gustará retomar aquel baile que hemos dejado allá en la mansión - Comentó el pelinegro, con una gran sonrisa en sus labios, mostrando aquellos colmillos blanquecinos que relucían como diamantes. Sus ojos seguían clavados en los de ella, mientras que la noche apremiaba a ambos para que su despedida se realizase.

Sin embargo, en aquel momento, fue la joven la que dio un paso más en la relación que ambos tenían. Acercándose a Rayder, sus cuerpos se juntaron en un tierno abrazo, en el cuál pudo notar el calor que ella desprendía. Puesta de puntillas, la joven intentaba llegar hasta los hombros del joven para cerrar sus brazos tras él, por lo que él mismo ayudó arqueando un poco su espalda. Además, pasó las manos por detrás de la espalda de la chica, apoyándolas en sus caderas y dejando su cabeza al lado derecho de la de ella. Podía oler perfectamente su fragancia, embotándole los sentidos y deseando hacer cosas que tal vez no fueran adecuadas para el momento. Cerró los ojos, abrió la boca unos instantes y suspiró, aspirando el perfume de Saiiko y marcando una fina línea delgada y risueña en su boca. Sus labios se movieron hacia el oído de la joven, quedándolos a una distancia mínima, casi rozando su piel. La voz empezó a salir lentamente, en un tono muy bajo, ya que no quería estropear la calidad de aquella situación. Por tanto, lentamente y con voz pausada, le iba diciendo a la chica a la que abrazaba:

- Eres una chica bastante especial, Saii. Solo quiero que sepas que, si necesitas algún hombro en el que apoyarte algún día, cuentes conmigo para lo que sea - Dijo, apartando poco a poco sus labios de su oído, hasta retomar un contacto visual frontal, cara a cara. La sonrisa no se quitaba ni un instante de su faz, mientras que añadió sinceramente. - Ve con cuidado, no todos los hombres te tratarán como a una señorita. Y más a estas horas de la noche - Retirándose unos instantes hacia atrás, para luego retomar su posición de abrazo.

Fue en ese mismo instante en el que decidió dar por sentado su siguiente acción, la cuál podría traerle algún problema o no. Todo dependería de la reacción de la joven, pero él no perdía nada por intentarlo. Suavemente, acercó su cabeza a la mejilla de ella, hasta que sus labios hicieron contacto con su piel. Un tímido beso fue dado en la cara de la peliazul, sintiendo la ternura de su piel mientras que cerraba los ojos para visualizarlo mejor y con más sentimientos. Una vez que aquel encuentro fortuito terminó, sus labios se separaron de ella y volvieron a la situación inicial. Retirando lentamente las manos de sus caderas, el hijo de la familia Backstraw daba algún que otro paso atrás, con el objetivo de que cada uno tuviera la oportunidad de recorrer su camino. Sin más, la chica se separó y comenzó a andar por las tablas del muelle cantando una graciosa canción de piratas que él también conocía.

Levantando una de sus manos, el joven pelinegro quedaba de pie en las tablas del muelle, observando a la chica y su caminar. El traje roto le quedaba igual o mejor que cuando se conocieron, pero apreciaba mucho más su cara al descubierto que con una máscara tapándola. Y así, una nueva historia terminaba en aquella parte de la isla de Loguetown. Una vez que la joven desapareció por el horizonte, el pelinegro se encaminó hacia la tablilla de madera que conectaba el muelle con la cubierta de su barco, subiendo por él hasta llegar a la popa del navío. Apoyando sus manos en la barandilla de madera de este, quedó mirando en la dirección en que se fue Saiiko, mientras que mostraba una sonrisa. Todavía seguía teniendo aquel perfume embriagante en su cara, suspirando con lentitud mientras que las olas del mar mecían suavemente al barco que lo mantenía allí encima. El día había sido largo y ajetreado, pero en el fondo se lo había pasado muy bien, y no le importaría volver a vivir una aventura como la que había tenido con aquella chica. Moviendo sus labios, entonó unas últimas palabras antes de desaparecer para irse a sus camarotes. Las palabras quedaron volando en el aire, mientras que la noche por fin tornaba a su fin:
Hasta pronto, Saiiko.

FIN DEL TEMA
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios

[Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] Empty Re: [Pasado] Fiesta, Disfraces y Máscaras [Privado Saiiko y Rayder] {}

Volver arriba
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.