[Reto] Elizabeth Jane Vs. Arya Oriandel

Water Seven: Water Seven es una ciudad conocida por sus carpinteros. Water Seven es una isla enorme, de las más grandes de Grand Line. Es una ciudad gigantesca pero parte de sus calles están situadas bajo el agua. Sus calles son formadas por canales, lo que le han atribuido el titulo de "Capital de Agua".

Turnos: Elizabeth - Arya - Elizabeth - Arya ...

Moderaciones: Rayder

ShakiDale

Condiciones:
-Si gana Eli recibe 50.000.000 de recompensa mas 2000 de experiencia.
-Si pierde termina en Imepl Down.
-El combate es a KO .
-Se saltea el turno despues de 36 Hs.

De nuevo volvía a Water Seven. Hacía meses que no frecuentábamos el lugar dese aquel incidente en el que nos vimos obligados a retener a unos carpinteros y obligarles a repararnos el barco. En esa ocasión habíamos salido bien parados y esperaba que esta vez no nos reconocieran los trabajadores. Resultó bastante complicado tener que escapar de todos aquellos marines, no me gustaría repetir la huida, lo único que deseaba era conseguir provisiones y largarnos de allí.

Cuando atracamos el barco bajé inmediatamente a gran velocidad. Habíamos quedado en que iría yo únicamente a por las provisiones para que nos vieran a todos paseando por la ciudad y dieran la alarma, ya que al parecer allí éramos personas "non gratas", aunque a decir verdad, esto sucedía allí y en cualquier sitio.

Mientras los demás se quedaban en el barco yo me dirigí a la ciudad. Intentaría que fuera algo rápido, robaría algunas cosas de comer y beber y regresaría.

Conseguí un medio para cruzar por los canales de agua hasta llegar a una calle asfaltada, aunque demasiado estrecha. Mis pasos eran rápidos y mis ojos se deslizaban por los alrededores por si alguna de las personas que por allí paseaba me reconocía, y mientras estaba alerta alargaba la mano para coger comida de las bolsas de la compra de los que pasaban por mi lado.

Quejas, quejas y carteles, eso era lo único que le llegaba a la Contra-Almirante de la marina mientras viajaba con su serie de barcos llamados Elizabeth hacia la Capital de agua, la isla de los carpinteros, la llamada Water Seven. En aquella isla se encontraba la tripulación o al menos la segunda al mando de Los Piratas del Doblón, una mujer cuyo nombre seguía la saga de sus barcos haciéndole una deshonra y una especie de mala fama a ellos para la marine.

Cuando el primero de los Elizabeth llego al muelle de la isla Arya bajo de él dejando una única orden "Proteger la salida marítima de la isla" mientras los barcos comenzaban a cumplir una especie de cadena al rededor de la isla, la marine se adentro hacia la isla sacudiendo al viento su corto cabello y su larga capa que en su espalda decía "Contra-almirante" con tal de resaltar aun mas su poderío.

Tras caminar por las calles comenzó a escuchar gritos de todas las personas, gritos que le indicaban hacia donde se encontraba la pirata, para donde iba corriendo y demás, siguiendo aquellas indicaciones sin siquiera agradecer o mirar a alguien se encontró con un mujer que por delante de ella corría a una velocidad impresionante con alguna que otra cosa en sus manos.

-Tsk... Me quieren hacer trabajar por lo visto...-

Al terminar de decir aquellas palabras como si se tratasen de un susurro la marine saco de su cinturón una especie de bastón de no más de cinco cm y tras hacerlo girar se extendió hacia uno de un largo de algo cercano a medio metro, tras obtener eso lo apoyo contra el suelo con un fuerte golpe rompiendo en parte el adoquinado de la ciudad y haciendo que dé el suelo surgiera una especie de pared, una pared de unos veinte metros de altura echa a simple vista de puro acero. Claro está que se trata de simples vidrios que reflejan el recuerdo de la marine de una pared de acero pero a simple vista no era más que una pared en sí, y por más que pudiera estar tan loca como para atravesarla y no asustarse con ella los pedazos de vidrio que salgan volando serian capaces de cortarla de gravedad.

-Mirā – Mirā no... Memoria murum- (Recuerdo de pared) [Habilidad]

Cuando la pared cerro toda la salida de la pirata la marine comenzó a caminar hacia delante para quedar a la par de ella, por delante a unos cinco metros de distancia con la única intención de apoyar su bastón en el suelo y clavarle una mirada con aquellos ojos celestes en su totalidad, una mirada que asustaba a la mayoría de los que los veían. Además de ello su sonrisa, una sonrisa que solo demostraba confianza era algo que daba a entender el poder que debía de tener la marine. Y por mas confianza que su tuviera solo se quedo parada en aquella parte del a ciudad, completamente concentrada en las acciones de la pirata.

Mientras continuaba robando lo que podía, alguien me cortó el paso. Me giré y pude observar a una marine que me sonaba de algo. Me quedé mirándola hasta que logré recordar que se trataba de la Contra-Almirante que nos habíamos encontrado Dromp y yo hace un tiempo.

Sabía que poseía un poder peculiar, pero aún no tenía claro cuál. No quería tampoco esperar a averiguarlo, así que hice que unas zarzas de espino aparecieran justo entre nosotras y las espinas de esta salieran disparadas hacia ella. [AMF]

En cuanto aquella mujer pirata se freno delante de aquellos vidrios que hacían de pared y al girarse con mucho trabajo le lanzo a la marine una especie de plantas cubiertas de espinas que surgían del suelo mientras que ella sin mover un dedo admiro las plantas para que del suelo de su lado surgieran unas exactamente iguales para detener a las otras, por supuesto que al estar echas de vidrio las copias de la marine eran mucho mas frágiles pero como contramedida a esa debilidad había triplicado la cantidad de plantas. Con esto logro trabar o más bien detener el ataque de la pirata. Mirā – Mirā no defensivas effingo (Copia defensiva) [Habilidad defensiva]

-Me extraña que aun no entiendas de que va mi poder-

Tras decir eso sujeto el bastón con fuerza para levantarlo del suelo y tras hacerlo girar en su mano lo utilizo para golpear el aire y como si algo se encontrase en él el aire pareció partirse en pedazos, unos pedazos de distintos tamaños y brillosos. Vale aclarar que eso no era más que vidrio roto, partes de un espejo que el marine había destruido de un golpe. Aquellos pedazos de vidrio salieron volando hacia la pirata, unos cuantos de distintos tamaños y a diferentes velocidades, aunque mayormente la velocidad era algo importante. Mirā – Mirā no pluvia (Lluvia) [AIF]

Tras hacer eso el bastón volvió a terminar apoyado en el suelo rompiendo parte de los adoquines de la ciudad y la pared que tenia por detrás se volvía trasparente, simplemente volvía a ser lo que en realidad era, una enorme y gigantesca muralla de vidrio.

Tras crear mis plantas ella hizo unas idénticas, pero de un material extraño ¿Podía tratarse de cristal? Eso parecía. Mi teoría se confirmó cuando la Contra-Almirante dio un bastonazo a lo que parecía el aire, pero que en realidad se trataba de una fina pared de cristal que se hizo añicos.

Gracias al haki mantra pude actuar con suficiente velocidad como para evitar estos pedazos que se dirigían hacia mí. Utilicé el Soru y el Geppou para elevarme hacia arriba a gran velocidad mientras veía como aquel muro que me había atrapado se volvía también de cristal.

No tenía ni idea de cómo lo había hecho, pero no paré a pensar, simplemente me seguí elevando y en menos de un par de segundos salí de la cárcel de cristal por la parte de arriba.

Una vez en el aire, hice que varias plantas brotasen en la calle, fuera de los cristales, y se dirigieran a gran velocidad hacia estos para intentar reventar el gran muro y que los pedazos cayeran sobre la marine.[AF]

En cuanto la marine hizo su golpe al aire, causando un extraño efecto donde parecía poder romper al aire mismo, la pirata comenzó a subir por el aire evitando el golpe mientras que a la par de ello unas pequeñas plantas surgían del suelo para romper aquella enorme muralla que tenia de espaldas, una muralla que le caería a ella en grandes partes mientras que la marine simplemente se movió unos tres pasos hacia atrás, lugar donde ya no caería ningún retazo de su muralla según sus cálculos. Unos cálculos muy correctos ya que el último pedazo en caer quedo delante de la marine a un paso o poco mas de distancia.

-¿Usar mi cristal para golpearme? ¿Acaso no tienes imaginación?-

La marine sabia a la perfección que aquella muralla rota le haría mas daño a la pirata de lo que le había echo a ella ya que esta se encontraba a pocos centímetros de su espalda. Con aquella acción un tanto estúpida la marine pego un soplido en señal de aburrimiento antes de pegar un golpe en suelo copiando de manera casi idéntica la técnica del Rokushiki que acaba de usar Elizabeth. De esa manera se elevo en el aire unos metros para poder ver donde se encontraba la pirata entre todos aquellos retazos de cristal.

Al no ver donde se encontraba aquella pirata la contra-almirante tomo como rápida decisión un ataque completamente alocado. Giro el bastón unas veces en el aire, y es más que obvio que eso lo hace solo para divertirse, y del suelo comenzaron a salir pinchos en distintas posiciones, de diferentes alturas y a grandes velocidades, pinchos que parecían estar hechos de un material cristalino parecido a la esmeralda. Estos recuerdos los extrajo de su entrenamiento con el Almirante Hiroki Yakama y su poder de logia por lo que realmente el poder que tenía contra ella Elizabeth era un poder de lo más peligroso. Mirā – Mirā skewers (Pinchos) [AF]

Con aquel ataque la ciudad de Water Seven en aquella zona había quedado cubierta de unos enormes picos que simulaban a la esmeralda y si con alguno de ellos no había destrozado a la pirata con total seguridad la había dañado ya que habían sido demasiados en muy poco tiempo. Aquellos picos tenían como máximo una altura de unos ocho metros y su velocidad había sido de por lo menos unos 20 Km/h por lo que había sido una trampa portal, una especie de cárcel de cristal esmeralda.

-¡Vamos a dejar de jugar! ¡No tengo tiempo y vos solo me estorbas!-

Su poder era increíble, a pesar de haber logrado salir de las paredes de cristal por la parte de arriba y encontrarme en lo alto, observando todo desde arriba, los cristales cayeron sobre mí.

Cubrí mi cuerpo con Haki armadura nada más ver cómo se precipitaban hacia mí, así que los fragmentos tan solo me hicieron cosquillas. Seguía moviéndome con Soru y Geppou para no caer al suelo, y también esperando su ataque, que no tardó en llegar. Pude apreciar como unos pinchos crecían del suelo a gran velocidad. No sabía hasta qué altura podían alcanzar, así que mientras yo también iba hacia arriba me iba alejando del radio de alcance de aquellos pinchos aún cubierta con haki armadura. Pero por desgracia, no fui lo suficientemente rápida y el último de ellos me hizo un corte profundo en el brazo.

Me lo cubrí rápidamente con plantas para cortar la hemorragia, pero dudo que fuera capaz de moverlo demasiado en combate. De todos modos, no necesitaba el brazo. Hice una mueca de dolor mientras creaba flores somníferas por la zona. Brotaron por uno de los edificios cercanos y por el suelo donde se encontraba la Contra-Almirante. Al esparcirse las esporas de estas flores, harán que todo aquel que respire el aire contaminado comience a adormecerse para poco después caer completamente dormido. [AMF]

Una vez el ataque termino de hacer efecto y de prácticamente destruir gran parte de la isla unas extrañas plantas comenzaron a surgir del suelo, dichas plantas comenzaron a emanar una especie de gas que hizo que por prevención la marine copiara el método de Geppou de la pirata para salir de la zona elevándose unos tres o cuatro metros.

-¿Una nube? ¿Es lo que mejor se te ocurre?-

Al terminar de decir eso la marine no pudo hacer más que soltar un risotada antes de mover su bastón nuevamente que al apoyarlo contra el aire y creando una grieta, más bien era un espejo que había quebrado, comenzó a agrietarse todo el aire creando un circulo de unos diez metros que encerró la zona donde se encontraba la pirata. Aquello que había creado era un cilindro de espejos que de haber encerrado de manera correcta a la mujer la tendría en la mejor trampa posible.

-Es hora de terminar este insulto a mis peleas-

Con aquella frase largada en un tono moderado aquel cilindro comenzó a ajustarse mientras que en sus paredes aparecían pinchos de diversos tipos en completo invisibles ya que copiaban el reflejo de todo lo que tenían cerca para recrear la verdad. Aquella era una trampa prácticamente perfecta y letal ya que en poco más de unos segundos el cilindro estaba tan cerrado que un humano no podría sobrevivir dentro y como apoyo a ello la capa de vidrio era de un grosor considerable de unos dos metros mientras que de alto llegaba a una altura considerablemente alta y prácticamente inalcanzable para un ser humano normal.Mirā – Mirā no Cylindratis Captionem (Trampa cilindrica) [AMF]

MODERACIÓN

El combate se prosigue con los siguientes cambios.

- El nivel del NPC es 41

- Su fruta solo puede crear ilusiones (debido a que es un espejo, los ataques no serán más que reflejos de este).

- El control del NPC lo llevará Nocturne93.

- El último post de Shaky (y su ataque) se anula.

- El NPC contará con un hándicap de un adormecimiento provocado por las esporas de las plantas de Elizabeth, que durará tres turnos.

Algo extraño comenzaba a ocurrir. Podía ver a la estúpida pirata con ese fuerte corte en el brazo, pero de pronto comenzaba a sentir que mis párparos caían. Perdía las fuerzas y la voluntad poco a poco, sentía que me dormía. ¿Que mierdas me había hecho?

Fuese lo que fuese no iba a permitirle derrotarme. Me fijé en su posición y comencé a correr hacia ella. Utilizando los grandes destellos del sol sobre aquella zona reflejé ilusiones en todo alrededor a ésta mujer. Se iba a enterar de quién era yo. Movía el bastón en círculos mientras me mantenía serena con la carrera. Había un extraño olor en el ambiente.

Del suelo alrededor de la mujer pirata todo comenzaría a dar golpes, el terreno se levantaría como golpeado por temibles criaturas del subsuelo. Llegado el momento todo el terreno a su alrededor explotó en una erupción volcánica que la rodeaba y le nublaba la vista alrededor. Los golpes y la erupción la perseguían en sus movimientos, evitando así que se zafase. La sensación térmica aumentaba lentamente.

Aprovechando aquello aparecí de entre el magma volcánico con el bastón en ristre y le comencé a propinar una serie de golpes dirigidos a la herida de su brazo, la zona anterior a las rodillas y el mentón, y con el extremo puntiagudo del bastón le golpeaba en el torso para causarle mayores daños y más graves, un buen golpe en el esternón podría dejarla sin respiración y sentenciar éste combate.

- Mirā – Mirā no Vulcanie eruption (erupción volcánica) [AF]

Entre golpe y golpe sentía como que mis ojos quisieran cerrarse. Me resistía con todo lo que podía pero cuando quería darme cuenta tenía que volver a abrirlos. ¿Que demonios me había hecho la maldita pirata?

De repente, un extraño movimiento de la tierra hizo que me pusiera alerta ¿Qué trataría ahora? Antes de que pudiera ni siquiera hacerme una mínima idea de lo que ocurría, una erupción volcánica inundó el lugar de lava e impidió que pudiera ver con claridad. Además, el calor era insoportable ¿Cómo habría hecho eso? Lo único que tenía claro era que debía huir, así que me alejé velozmente todo lo que pude, esquivando aquello que aún no tenía claro ni qué era, hasta que la marine me alcanzó y me golpeó en el brazo donde tenía la herida.

Nada más notar el terrible dolor en el brazo supe que tenía que actuar, pero no pude evitar que también me golpeara en la parte anterior a las rodillas, cosa que me hizo perder el equilibrio y trastabillar y pudo gracias a esto propinarme también un golpe en el mentón. Cuando realizó este último ataque, utilicé en tekkai y el haki armadura para endurecer mi cuerpo y no sentir los golpes que siguieron a esos. A pesar de casi no notar estos últimos, los anteriores habían conseguido dejarme bastante dolorida, no podría moverme y aguantar el dolor mucho tiempo más, necesitaba acabar con esto ya.

Cuando pareció que sus golpes cesaron y comenzaba a calmarse, aproveché el momento para realizar un ataque que no podría repetir a causa de mi condición física. Tras este, me tendría que limitar a las plantas y a no realizar más esfuerzo.

Hice que de mis nudillos surgieran unos pinchos venenosos de unos cuatro centímetros. Este veneno era bastante letal, sobre todo porque surtía efecto al entrar directamente en su cuerpo y producía en un primer momento problemas en el sistema respiratorio, taquicardias, y en pocos minutos, la parada cardíaca.

Cuando estos pinchos me crecieron imbuidos en haki armadura, utilicé el Soru para golpearle de súbito varios puñetazos en escasos segundos el rostro para desfigurarla, en el hígado, en el pecho para dejarla sin respiración, y finalmente, uno dirigido a la boca del estómago, tras el cual los pinchos crecerían para atravesarla. [AB][Haki armadura]

Tras el ataque, más plantas cubrirían mi herida para seguir cortando la hemorragia. Estos golpes no serían todo lo fuertes que me hubiera gustado a causa de la herida, que limitaba bastante mis movimientos y fuerza del brazo, pero me bastaba con conseguir que aquellos pinchos la penetraran.

Había conseguido golpearla, pero llegado el momento sentí que mi cabeza se agachaba, mis párpados se caían y mis ojos se cerraban durante unos instantes. En cuanto me dí cuenta de que aquello me estaba ocurriendo otra vez levanté la cabeza y abrí los ojos con fuerza, alertada y mirando a la maldita pirata.

Pero ella ya no estaba. Había desaparecido. ¿Donde podría estar? De pronto mi rostro fue arrastrado por un puñetazo proveniente de la izquierda, un segundo puñetazo me golpeaba de frente, y sentía que mi nariz quedaba doblada con un sonoro "crack". Un fuerte golpe en mi costado. Se me cortó la respiración con un nuevo puñetazo propinado en el pecho, un puñetazo que me dio un leve retroceso y que aproveché para dar un salto. Pude ver como volvía a cargar un puñetazo contra lo que era mi estómago, pero no alcanzaba a golpearme al lanzarme hacia atrás.

Sentía la sangre correr por mi rostro, mi nariz y mi pecho. De los nudillos de la maldita pirata habían salido unos pinchos, pinchos que me habían hecho pequeños orificios en el lado izquierdo de mi cara y en el pecho, además de romperme la nariz.

Estaba sin respiración. Sangrando. Tosí con fuerza mientras trataba de recuperar el hálito. Sentí una bola subir desde mi garganta y escupí un chorro de sangre a la vez que volvía a sentir el aire introduciéndose de nuevo en mí. Alcé la mirada agotada y furiosa hacia aquella mujer.

- Maldita. Has mancillado el nombre de mi flota. Y ahora tienes la osadía de hacerme ésto... No saldrás con vida de éste último golpe.

De pronto mi figura comenzó a distorsionarse, mi imagen se volvía turbia ante la vista de la pirata. Lo único que podría diferenciar antes de dejar de reconocer mi cuerpo fue que me levantaba dividiendo el bastón en dos. Volví a escupir sangre, pero ésto la mujer pirata ya no lo podía comprobar. Me había dañado bastante el torso, y eso hacía que sintiese un extraño ardor en las zonas donde me había pinchado con sus manos. Sentía la respiración forzada, como si no hubiese recuperado todo el aliento.

Antes de esperar a quedarme sin aire hice acto de mi habilidad final. Pues no haría falta más si surtía efecto. De pronto la pirata conseguiría verme... Pero repetida un par de veces, aproximadamente unas veinte Arya Oriandel la rodearían y amenazarían con los dos bastones. Las veinte copias tenían los bastones en su zona derecha, el que sujetaba el brazo izquierdo por debajo del brazo y el derecho con el codo doblado por encima del hombro.

De pronto se escuchó la voz proveniente de todas las mujeres, que todas hablaban casi a la vez, transmitiendo una sensación de lentitud al habla y caos que desconcertaría a la mujer.

- Aquí se acaba todo. Sucia pirata.

Al momento las veinte copias comenzaban a atacar, no iban a golpear directamente, pero sí a desconcertar, a llevarla al terreno que quería, hacerla retroceder, moverse hacia distintas direcciones, y de mientras una tormenta de palos que se movían con velocidad con un modelo repetitivo.

Spoiler:

Obviamente yo me movía con sigilo entre aquellas copias ejecutando diversos golpes siguiendo los movimientos de las copias. Gracias a mi habilidad de camuflaje como espía lo tenía todo de mi lado.

Golpeaba en puntos críticos. Cuello, abdómen, pecho, cadera, vértebras, frente, piernas y sobretodo brazos. Si conseguía desestabilizarla y hacerla caer le golpearía con tanta fuerza con los bastones que trataría de clavárselos cada uno en uno de sus senos para dejarla clavada en el suelo y de paso matarla. Si no seguiría golpeándola hasta que cayese por tantos golpes sin ton ni son. YA que no sabía que tan solo una le estaba golpeando realmente, pero que cada vez le venía de un lugar los golpes, y que a la verdadera yo no la veía directamente.

- Mirā – Mirā no Occulta abyssi (Abismo oculto) [AB]

Pensé que habría acabado con ella, pero aquella mujer era realmente persistente y ya comenzaba a hartarme. Consiguió evitar el último de mis golpes y el más letal, pero lo menos le había conseguido envenenar y no se mantendría mucho más en pie.

Pude ver cómo estaba ante mí, no hice nada esperando que cayera rendida, pero no debí subestimar a la Contra-Almirante. De repente, hizo que varias copias suyas me rodearan, todas con el bastón en la mano. Estaba agotada y no me dio tiempo a reaccionar, por lo que de repente sentí varios golpes dirigidos a varias partes de mi cuerpo.

Me agobiaba sentirme rodeada y atacada por todos lados, no sabía cómo actuar ni podía pensar con todos los golpes que me estaba propinando, ni siquiera sabía si la verdadera marine se encontraba entre ellas, pero tenía que hacer que desapareciesen.

Antes de que siguieran golpeándome, hice lo primero que se me ocurrió, me tiré al suelo como pude hecha una bola y bastante dolorida a causa de los golpes e hice en seguida que una corteza bastante resistente saliera del suelo y me rodease para protegerme y que unos pinchos de unos 40 centímetros también salieran del suelo al rededor de mi posición donde se encontraban las copias para que les atravesaran los pies. [AIF]

La sucia pirata recibía los golpes uno tras otro. Esa maldita ya estaba sentenciada a morir bajo mis manos, no había nada que pudiera hacer para librarse de los golpes que le estaba propinando sin ton ni son. Elizabeth ya será historia.

De pronto cayó al suelo hecha un ovillo. ¿Ya había llegado a su límite? Resulta hasta decepcionante ver lo pronto que había caído en cuanto le empecé a golpear. Se la veía dolorida, y me disponía a darle un golpe de gracia.

Sentía que me faltaba el aire, cada vez más, mis pulmones no admitían el aire y mis movimientos se redujeron. De pronto un profundo e intenso dolor comenzó a ascender desde mis pies. Ambos habían sido atravesados por una especie de espinas que venían de un extraño caparazón que había aparecido encima de la mujer.

El dolor hizo que perdiese el control de las inlusiones que hacía ver en la cabeza a la pirata, a la vez que me hacía lanzar un fuerte grito de furia y agonía. Con los bastones golpeé con dureza aquellos dos pinchos que me perforaban y atravesaban los pies, rompiéndolos.

Di dos pasos hacia atrás, y cuando alcé los brazos para darle un golpe definitivo a la pirata, sentí que las fuerzas se apagaban. No podía respirar en lo absoluto.  Sentía ardor en el pecho y rostro, notaba acelerado el corazón, demasiado acelerado.

Mis manos se abrieron, dejando soltar los bastones. Estos cayeron al suelo a la vez que mi cuerpo se abalanzaba de rodillas. Mi rostro estaba sofocado, ojos abiertos como platos, labios resecos y boca abierta intentando absorber el aire. Mirando hacia adelante sin ver nada, escuchando tan solo el sonido ahogado de mi respiración fallida y el fuerte palpitar de mi corazón.

No pude ni decir nada antes de perder el conocimiento. Mi cuerpo cayó hacia la izquierda a plomo, sin poder hacer nada para evitarlo... Había perdido... Había sido derrotada por aquella estúpida pirata. ¿Pero cuando? ¿Cuando me había hecho tanto daño para quedarme sin respiración?

Mis palabras no fueron contestadas, tan solo el silencio quedó en el ambiente, siendo el último sonido el de mi cuerpo cayendo en el terreno. Inconsciente. Derrotado.