[Rol Moderado] (Cinkom G Ocelot) Extraoficialmente

Seguía esperando frente al barracón 19 mientras el viento me soplaba la cara y habían sonidos de grillos por alguna razón, hasta que de repente recibí una llamada mientras una docena de rifles, suficientes para matarme, me apuntaba.

Empujé al marine suavemente y me acerqué despacio a la puerta, bajo la presión de que varios rifles me estuvieran apuntando, era lo único que podía hacer mientras por mi frente bajaba una gota de sudor y tragaba saliva. Esperaba lo mejor mientras observaba las armas de la gente que me apuntaba.

La puerta se abrió despacio y pudiste ver el interior. Todas las camas y mesas habían sido dispuestas a modo de barricadas y una treintena de personas armadas con pistolas, rifles y espadas se encontraba en el interior. En el centro del barracón había una mujer bajita, morena y de ojos naranjas. Apenas mediría un metro y medio, pero llevaba dos rifles cruzados a la espalda, un par de espadas, una a cada lado de la cintura, y una pistola en la mano. Por como la miraban los demás era evidente que era la jefa. La mujer te hizo una seña para que te acercases y comenzó a hablar.

-Espero que tengas buenas intenciones, amigo, porque no me gustaría tener que matar a alguien que no forma parte de este opresor sistema en el que nos encontramos. Pero si tengo que hacerlo no dudaré un instante, eso tenlo claro.- Sin darte tiempo a responder, la pequeña mujer continuó.- Dime... ¿Tienes alguna información sobre mi hermana? La capturaron hace dos días.

Debes tener cuidado, pues te hayas en una situación complicada. Una simple palabra puede costarte la salvación... o la vida.

La joven te miró con arrogancia pero, antes de mediar palabra, descargó una de las balas de su pistola contra la sien del pobre e indefenso marine al que llevabas como rehén. Acto seguido sonrió y todo el mundo dejó de apuntarte.

-Parece que nos hemos ganado un nuevo aliado, señoras y señores. Este mercenario nos va a ayudar a acabar con la vida de ese cerdo de Mikel.- Reconoces el nombre en cuanto lo oyes. Mikel es un famoso estafador que engaña a la gente y los deja sin un duro tras desaparecer sin dejar rastro.- Llegó aquí hace nueve años y endureció los turnos de trabajo y las torturas, redujo las raciones y limitó las horas de sueño. Antes éramos esclavos, ahora somo perros. Pero los perros muerden y con ayuda de nuestro amigo acabaremos con ese cerdo opresor. ¡Te seguimos!

-¡Te seguimos!- Gritaron todos al unísono.

Mientras la gente del barracón grita y se emociona te percatas de que ni siquiera su jefa puede ser calificada de "inteligente" pues confía en un extraño a la primera de cambio. O puede que sea la desesperación. En cualquier caso, tienes a medio centenar de personas bien armadas dispuestas a cargar contra el gobernador Mikel. Ha llegado la hora de la verdad... el desenlace de tu historia.

Solté al marine que tenia un agujero de bala que iba de sien a sien, dejándolo caer y enfundé mi revólver S&W en el lugar respectivo en el bolsillo de cinturón, y vi como la gente estaba a mi merced. Una sonrisa de satisfacción se marcó en mi rostro y pregunté:

-¿Alguno de ustedes tiene un rifle con mira?- para luego seguir -Yo mismo le volaré la cabeza a ese gordo. luego junto a ustedes tomaré la torre en la que se encuentra el despacho de aquel cerdo llamado Mikel y a partir de ese momento, cuando no haya obstáculos, les dejaré todo a ustedes-.

La joven hizo un gesto con la mano y alguien te lanzó un rifle de buena calidad con una mira bastante moderna. Pero cuando te asomas por las ventanas para buscar ángulo de tiro alcanzas a ver al gordo de Mikel completamente rodeado por los dieciocho marines restantes, que se mantienen en constante movimiento, haciendo imposible un blanco directo. Puedes arriesgarte a disparar a través de uno de los marines, pero existe la posibilidad de que la bala salga desviada de su cuerpo y falles el tiro contra el gordo. SI lo haces todo puede desembocar en una batalla campal en la que seguro tendrás las de perder. Has elegido tu lado, ahora el desenlace de la historia está en tus manos...

-Apunten a la puerta- dije con una cara con mayor enojo, al ver que aun no me había ganado la confianza de aquel puerco aprovechado y con el rifle en una mano salté la pequeña barricada de mesas para subir las escaleras que llevaban al ático.

Esperando tener una mejor vista apoyé el rifle en aquella ventana y apunté directo a la cabeza del gordo cuyo alrededor estaba lleno de gente moviéndose de un lado para otro, entonces llamé a Mikel a través del den den mushi para hacer que estuviera en un lugar fácil de apuntar, el barracón frente a nosotros, el cual tenia un gran numero 8 pintado-Estoy entre los revolucionarios, se encuentran todos disfrazados de marine y están durmiendo, es el momento perfecta para una emboscada, entrad todos al barracón 8-, y en todo caso, hacer que haya fuego aliado entre marines.

Los dieciocho marines, seguidos de cerca por Mikel, abrieron de golpe la puerta del octavo barracón y comenzaron a disparar contra sus compañeros dormidos. El propio Mikel empuñaba dos pistolas y disparaba como el que mas, poniéndose en primera línea aunque, milagrosamente, ninguna de las balas de los otros marines le alcanzaba. En ese momento, aprovechando el caos del fuego amigo, los rebeldes, sin esperar a tu orden, salieron en tropel del barracón y, en un suspiro, segaron las vidas de los pocos marines que quedaban, a excepción de Mikel, que fue capturado con vida y llevado ante tu presencia. Si los rebeldes hubiesen esperado habrías podido volarle los sesos al gordo, pero se metieron en el medio, cortándote de nuevo el disparo.

Ahora estás al lado de la joven líder de los rebeldes y el gordo de Mikel está frente a vosotros. Es tu última oportunidad para elegir. Adelante...

Me colgué el rifle en la parte trasera del cinturón de munición como si este fuera mio y saqué mi preciado S&W para gastar una ultima bala disparandole al gordo con una bala que podría atravezarle la cabeza de lado a lado, aun siendo en la frente.

-Gracias por darme los honores- dije mientras me iba entre la gente bajando las escaleras para pronto poder irme de esta isla ahora tomada por los revolucionarios.

Bueno, damos el rol por terminado.

Recompensas:

Un saludo.

ATT: Kaín, el brujo del Norte.