Reencuentro en la capital del agua (pasado, privado [Arabel, Dry-kun])

Hacia casi un año que no estaba en la capital del agua, había cambiado mucho, pero las calles seguían prácticamente igual, así que me orientaba perfectamente entre los callejones laberínticos de aquella ciudad. Había ido allí por trabajo, al igual que la última vez, en esta ocasión me habían encomendado la tarea de interceptar un prisionero revolucionario al que llevaban a Impel Down para encerrarle por tiempo indefinido, el tren marino que lo llevaría a la prisión llegaría a las cinco de ese mismo día, eran las tres, así que tenia dos horas para encontrar el barco que lo había traído e intentar rescatarlo antes de que le subiesen al tren, si no, seria demasiado tarde.

Aunque este revolucionario no era demasiado importante (rango problemático) tenía información que podía perjudicarnos, así que nos habían encargado a mi y a otros dos revolucionarios la tarea de rescatarlo. Por desgracia para mi los otros dos se habían parado en un restaurante a comer algo y yo les había dicho que nos encontraríamos en la entrada a los astilleros, pero parecía que estos dos no llegaban nunca.

Así que allí estaba yo, en la entrada de los astilleros, con Kygess durmiendo en mi bolsillo, y con un calor que solo se veía disminuido por la poca sombra que la puerta del astillero me daba.

-Malditos idiotas... -maldecía en voz baja mientras esperaba a aquellos novatos despistados-.

Tras quince largos minutos de espera llegaron los dos reclutas, era gracioso verlos caminar juntos ya que uno era pequeño y gordo y el otro alto y delgado, lo que creaba un gran contraste. Pero bueno, centrémonos en lo importante, cuando llegaron hasta mi posición lo primero que hice fue echarles la bronca

-Se puede saber donde habéis estado idiotas

-O jefe no se ponga así -dijo el alto- le alegrara saber que ya hemos encontrado a los dos barcos que han traído al prisionero.

-Eres idiota, como van a traer dos barcos a un prisionero de bajo rango, debe ser que se han encontrado de camino hacía aquí o en el puerto... Ahora el trabajo sera mas difícil, ¿recordáis cuantos hombres había mas o menos entre los dos barcos?

-Pues la verdad es que no -dijo el bajito- lo que si que sabemos es que cuentan con una gigante, la vimos nada mas salir del restaurante.

-Bueno, algo es algo, ahora vamos hacía alli, haber de cuantos se tratan.

Cuando llegamos inspeccione los dos barcos, ambos eran grandes acorazados de la marina, por lo poco que vi había al menos 50 hombres en cada barco, como mínimo. Pero lo que mas me sorprendio fue ver a la entrada del restaurante a una gigante a la que ya conocia de una extraña aventura que había vivido.

-Mierda, de todos los marines que existen a tenido que venir ella -pense para mi mismo mientras me alejaba lentamente de la zona seguido de aquellos dos patanes.

Off Rol: Perdon por la tardanza pero el foro no me marco que hubiese nuevo mensaje en este tema XD

Miraba con curiosidad aquel pequeño barco de la marina que había encontrado al otro lado del puerto, -debe de ser el barco en el que ha venido, por tanto no esta a cargo del transporte del revolucionario, eso me solucionara muchos problemas- tras echarle un rápido vistazo a una distancia prudente me dirigí aun callejón acompañado de mis dos subordinados. Eran las tres y cuarto, se nos agotaba el tiempo y los problemas se nos venían encima. Pero para mi mascota eso no importaba nada, Kygess se acababa de despertar y rápidamente salio de mi bolsillo y me indico que se moría de hambre.

-Chicos, sabéis donde hay algún sitio donde vendan fruta o verdura -dije dirigiéndome a mis subordinados-.

-Hay una fruteria al lado del restaurante donde comimos.

-¿El del puerto?

-Si, en ese.

-Bueno.. estar atentos de que nos os vean, y comprar bastante fruta.

En cuanto acabe de hablar los dos reclutas se fueron corriendo pero lamentablemente al oír la palabra frutería Kygess se transformo y fue tras ellos como un relámpago.

-Mierda mierda mierda- pensaba mientras corria tras mi mascota a toda velocidad

Veía como Kygess corría rápidamente tras aquellos novatos, yo corría como un loco pero no conseguía alcanzarle, pasamos por delante del restaurante, me temía lo peor pero afortunadamente la gigante estaba mirando a un grupo de gente, cuando volví a mirar hacia delante vi a los novatos tirados y a Kygess comiendo un montón de fruta que había caído al suelo. Por desgracia los novatos eran peor que mi mascota ya que en cuanto me descuide ellos estaban yendo hacia el montón de gente donde había visto a la giganta.

-Pero serán gili... -pensé mientras Kygess se me arrimo, indicando que ya había saciado su hambre- Vamos chico, hay que sacar de ahí a esos idiotas -dije mientras abría mi bolsillo. Rápidamente Kygess se transformo en murciélago y se metió en mi bolsillo y yo me ajuste la capucha intentando pasar desapercibido mientras iba a por esos dos. No es que no quisiera saludar a la giganta, pero no era el momento.

Miraba con atención parecia ser un mero accidente. Pero alguien estaba sacando provecho de eso. Observe el lugar para entender que sucedia, era un puesto de frutas de madera, pero las patas frontales se rompieron y rodaron las frutas por el suelo, la muchedumbre intentaba tomar algunas otros mas parecían ayudar pero un par se las comia, desconocía si las habían pagado o solo estaban aprovechando una falla, que parecia ser accidental, al menos a primera vista.

Ara - Hey ustedes, que creen que hacen con esas frutas, No las tomen para si, y ustedes dos dejen de comerlas. Mejor ayuden al pobre señor, a recoger este alboroto. Que si sigue esto asi te la veras conmigo.

Genere mucha conmoción y asombro asi como miedo, tipico entre los humanos.

La giganta tenia toda la razón del mundo, me sentí muy avergonzado al ver que a los dos que se refería era nada mas y nada menos que mis secuaces. Les di una colleja a cada uno y les ordene recoger toda la fruta, yo me dirigí hacia el puesto del hombre y le pedí algunas herramientas, fue un momento a la trastienda y me las trajo, y yo le arregle el puesto rápidamente, a demás le di doscientos berris por las frutas que mi mascota había comido. Tras esto me dirigí a mis secuaces y les dije que nos teníamos que marchar, y salimos por un callejón que había hacia la izquierda, esperando que la giganta no se hubiera percatado de mi presencia o que, simplemente, no me hubiese reconocido.

Nos estábamos alejando rápidamente por los callejones de la ciudad y notaba como la giganta nos iba pisando los talones, ya que sus pasos no eran precisamente silenciosos, al cabo de seguirnos durante cinco minutos se paro y se despidió:

-¡GRACIAS SEÑOR ENCAPUCHADO CUÍDESE, Y CUIDE A ESOS DOS!

Tras esto volvió por donde habíamos venido. Yo respire aliviado, había faltado muy poco para que nos descubriese. Comprobé la hora; las cuatro menos diez, no faltaba mucho para que el tren saliese de la estación.

-Muy bien chicos, esto es lo que haremos -dije dirigiéndome hacia mis secuaces- tenemos que intentar rescatar al revolucionario antes siquiera de que lo lleven a la estación, ahora mismo estará con la mínima vigilancia, porque todos estarán con los preparativos para su transporte. Así que debemos colarnos en el barco y rescatarle.

Tras decir esto nos dirigimos rápidamente hacia un callejón donde unos cuantos marines estaban fumando unos cigarrillos, rápidamente uno de mis secuaces (el alto) se acerco sigilosamente a ellos y les clavo unos pequeños pinchos forrados con un veneno que dormía a la gente, se lo clavo a todos los marines y estos cayeron dormidos casi inmediatamente. Cogimos la ropa de tres de ellos y nos las pusimos por encima de las nuestras, aunque un poco raros dábamos el pego. Tras eso cogimos a los cinco marines y los ocultamos en el fondo de un callejón oscuro.

-Muy bien muchachos, vamos corriendo al muelle.

Cuando llegamos al muelle donde se encontraban los dos acorazados eran las cuatro y cuarto, aunque íbamos vestidos de marines entramos con discreción en el acorazado que estaba mas vigilado, ya que debía ser en el que estaba el prisionero. Entramos a la zona de prisioneros y en una de las celdas vimos al revolucionario atado de pies y manos a la pared. Saque una de mis escopetas y le dispare a la cerradura, esta cedió rápidamente, entramos y de la misma forma dispare a las esposas de los pies, pero cuando ya solo nos quedaban dos esposas por romper se escucho una voz que procedía de nuestras espaldas.

-Manos arriba y que ninguno se mueva -dijo un marine que portaba un mosqueton con el que nos apuntaba- habéis sido algo escandalosos chicos, acaso pensabais que podríais entrar y salir de aquí tan fácilmente.

Los tres nos dimos la vuelta en silencio, siguiendo las instrucciones del marine, pero en un movimiento rápido apreté un botón oculto en mis guantes, dos pistolas salieron de mis mangas y fueron a parar a mis manos, yo las cogí y hábilmente dispare al marine antes de que este pudiese reaccionar. El gimio de dolor y callo al suelo, yo indique a mis subordinados que teniamos que salir de allí rapidamente, ya que no pasaria mucho tiempo antes de que mas marines viniesen,no sin antes dercirle al revolucionario:

-No te preocupes, volveremos a por ti.

Tras decir esto nos fuimos corriendo de allí, solo nos cruzamos na un par de marines que fueron derrotados rápidamente por mis subordinados.

Tras alejarnos lo suficiente del barco nos quitamos la ropa de marines y nos sentamos en un callejón, eran las cuatro y media, tan solo teniamos media hora para sacarle de allí, pero ahora sería mas complicado ya que ahora los marines sabian que iban a intentar rescatar ca su prisionero.

-Muy bien chicos, nos dirigiremos a la estación por el camino de los astilleros, tenemos que planear algo -y sin decir nada mas los tres salimos corriendo camino de la estación-.

Al poco tiempo regreso la cuadrilla de carpinteros, y me mostraron un maravilloso plano de un barco para una persona, pero a unas dimensiones magnificas, es decir un barco a mi tamaño. Tenia todo lo que necesitaba, aparte de que requería un bote maniobrable, y útil, ara almacenar comida, y poder retirar el agua, tener remos y una vela fuerte.

Kondoriano - Saludos señorita Arabel aqui están para explicarle las cualidades de su nuevo velero.

Ara - Gracias , soy toda suya.

Mientras me explicaban con sumo detalle la funcionalidad del barco, y como es que este fue construido y concebido. Estaba muy asombrada por todo lo que habían contemplado, e incluso como habían cortado la madera y tratado. Hicieron un trabajo muy especial por ser parte de la marina. Pero en eso escuche un par de alarmas de l lado este, en dirección a la estación frente al restaurante. Comencé a caminar en aquella direccion.

Ara - Agradezco pero si me dispensan debo revisar al parecer mi deber me llama.

Sin mas me retire de aquel lugar en dirección a la estación de tren.

Tras andar durante veinte minutos habíamos llegado por fin a la estación de tren, entramos por un conducto de ventilación, ya que la entrada principal estaba llena de marines, estuvimos deambulando por los conductos de ventilación hasta llegar a una rejilla que nos permitía ver toda la estación. Había muchos marines, entre ellos estaba la giganta,  nuestro compañero no había sido llevado aun, así que debíamos esperar hasta que le trajesen.

Esperamos en el conducto de ventilación hasta que, a las cinco menos cinco, llego rodeado de marines, nuestro compañero, estaba encadenado y le protegían cinco marines, a demás de los que allí se encontraban, que no debían ser mas de diez. Uno de los marines que acompañaban a nuestro compañero se puso a hablar con uno de los que ya estaban allí.

-Os traemos al prisionero, a partir de ahora es responsabilidad vuestra.

-El tren estará a punto de llegar, así que no pasara nada, nosotros diez lo protegeremos sin problemas.

Dicho esto los cinco marines que acompañaban al prisionero se lo entregaron a dos de los marines que allí se encontraba y se fueron.

-Muy bien chicos, es ahora o nunca -dije mientras me abrochaba la túnica para tapar todo mi rostro menos los ojos- debemos intervenir.

Ellos se pusieron una mascara cada uno, el alto se puso una mascara de abeja y el bajito se puso una mascara de jabalí. Les indique que esperasen mientras veía como dos guardia se ponían a vigilar la entrada de la estación, otros dos estaban vigilando la parte de los railes para avisar cuando viniesen el
tren, y el resto estabna con el prisionero y vigilando el interior de la estación. Desenfunde mis escopetas y le me dirigi a mi recluta bajito.

-Ahora -el asintió y de un puñetazo se cargo la rejilla, cayendo nosotros en el centro de la estación.

Los marines tardaron unos segundos en reaccionar pero eso fue suficiente para que yo abatiese dos guardias con mis disparos y mi subordinado alto lanzase unas púas envenenadas a los dos guardias que protegían la entrada.

-Muy buenas -grite apuntando a los guardias que escoltaban a nuestro compañero- hemos venido a recoger un paquete.

En un abrir y cerrar de ojos la giganta cogió a nuestro compañero y se lo llevo en dirección al Umi Reisha. Nuestras posibilidades eran cada vez menores.

-Etsuko -dije dirigiéndome a mi subordinado alto- acaba con el resto de los guardias, Katô -dije dirigiéndome al bajito- tu ven conmigo.

Tras decir esto tres guardias arremetieron contra nosotros pero un puñetazo de Katô fue suficiente para apartarles.

-No se preocupe jefe -dijo Etsuko- esto sera pan comido -dijo mientras desenfundaba dos machetes que poseían el mismo veneno que las púas.

Sin decir una palabra mas mi subordinado y yo salimos de la estación en dirección al tren, pero en nuestro camino nos topamos con la giganta que nos estaba bloqueando el paso.

-Yo me encargo de ella Katô, ve a rescatar a nuestro compañero -dicho esto me di un toque en el bolsillo y Kygess salio de el, se poso en el suelo y se transformo en su forma híbrida, yo por mi parte desenfunde mis dos escopetas- ve con cuidado, solo tenemos una oportunidad.

Katô ya se había ido a intentar rescatar a nuestro compañero, yo por mi parte apunte a la giganta con una de mis escopetas.

-Arabel, no quiero hacerte daño -dije mientras con la otra mano ajustaba la túnica para que pudiese distinguir mi rostro y así me reconociese, si se acordaba ya que hacia mucho que no la veía y no todos tienen mi memoria fotográfica- apártate para que nos podamos llevar a nuestro compañero, y nadie mas resultara herido.

Sabía que la giganta no nos dejaría salir de allí así como así, pero tenía que intentar convencerla, no quería luchar con ella; porque no quería hacerle daño y, a demás, no quería enfrentarme a ella, ya que seguramente se había vuelto mucho mas fuerte que yo.

-Mira pero si eres el joven que conocí en little garden, y se fue en Jaya, ya decía yo. Lo siento pero te di una oportunidad para que no fueras haciendo destrozos. Ahora no me contendré. Soru.

Dicho esto la giganta avanzo rápidamente hacía mi secuaz y le asesto un golpe devastador, este lo aguanto con mucho esfuerzo pero acto seguido fue lanzado al techo del tren. No me preocupaba mucho ya que Katô era uno de los hombres mas fuertes, en cuanto a fuerza física, que había conocido. El que mas me preocupaba era Etsuko, al echar un vistazo rápido al interior de la estación de tren había visto que Etsuko tenia un brazo ensangrentado y que había perdido una de sus guadañas, estaba corriendo muy rápido para esquivar las redes que uno de los marines le lanzaba, solo le quedaban tres guardias por abatir, así que esperaba que entre sus púas venenosas y su guadaña pudiese acabar con ellos antes de hacerse mas daño.

Volví mi atención a la giganta, la cual, tras lanzar a mi subordinado se había quedado inmóvil a mis espaldas, Kygess veía esta oportunidad como una manera fácil de atacar a su "presa", pero yo sabia que estaba esperando a que atacásemos.

-Si no me equivoco estas usando el Tekai -dije mientras apuntaba mis dos escopetas hacia ella- aunque ahora no pueda hacerte daño, tu casi no puedes moverte, solo tengo que esperar a que dejes de utilizarlo para intentar darte, a ver que pasa.

Derrepente la giganta comenzó a moverse muy rápido hacia Kygess, al ver que iba a por mi mascota apunte con una escopeta en dirección a Kygess para poder disparar cuando la giganta llegase y con la otra lance una bala dirigida  en la misma dirección en la que ella corría para que le diese en la espalda.

Pude disparar la bala dirigida fácilmente pero cuando llego enfrente nuestra giro sobre si misma levantando la pierna a modo de patada, ese golpe me derribo fácilmente pero Kygess lo esquivo como si nada. Recordando la anterior batalla en la que la gigante había derribado fácilmente a Kygess fácilmente sabía que estaba en peligro.

-Kygess elevate -fue todo lo que hizo falta para que  Kygess empezase a volar mas alto de lo que la giganta podía alcanzar, a demás en ese pequeño espacio de tiempo la bala de mi escopeta llego a la espalda de la giganta [AF]- esta vez no te lo dejaremos tan fácil como en la otra ocasión.

La giganta comenzó a impulsarse en el aire hasta alcanzar a mi mascota y la golpeo fuertemente, pude distinguir que su pierna tenia una energía fuera de lo normal, parecía que poseía Haki. Por había leído había tres tipos de Haki, y ella parecía poseer el Busoushoku Haki, mas conocido con el nombre Haki armadura, sabiendo esto tenia que planificar algo para que mi mascota no saliese tan herida de aquel combate. Mi mascota callo en dirección al mar, pero esta vez, a diferencia del anterior combate, resistió y se paro en el aire a pocos metros del suelo. Tras esto la giganta empezó a caer a un velocidad escandalosamente rápida, supuse que utilizaba el Tekkai para caer a mayor velocidad ya que apenas se movía en la caída, sabía que en cuanto llegase al suelo estaría completamente vulnerable, empece a correr rápidamente alejándome de la zona de impacto del puño, pude alejarme lo suficiente para no salir herido  y en cuanto la giganta callo al suelo me tape los oídos y le di una orden a mi mascota:

-Kygess, Batto-Shout -tras decir esto mi mascota lanzo un grito atronador en dirección a la giganta dejándola aturdida lo suficiente para que pudiese acercarme y dispararle un par de veces sin que esta pudiese utilizar ninguna de sus técnicas, fueron dos diparos, uno dirigido al brazo y otro a las costillas-.