Reencuentro en la capital del agua (pasado, privado [Arabel, Dry-kun])

Esto lo comentaba mientras caia sobre mi rodilla.

Cuando pensaba que le había infligido un gran daño la giganta simplemente desapareció en un instante y rápidamente me dio un rodillazo

-El echo es que solo estamos calentando, en verdad pretendes seguir, tus secuaces han sido abatidos solo quedas tu, uno de ellos adentro. Y dos de ellos en dirección a ennies lobby. ¿Durante cuanto tiempo crees mantener un combate tan injusto conmigo?

Aquel rodillazo me dejo todo el cuerpo en tumecido, me puse a cuatro patas agarrándome con una la zona izquierda de las costillas y me examine superficialmente por si me había roto alguna costilla, en efecto dos estaban rotas, y a la hora de intentar levantarme note que la pierna izquierda me fallaba, posiblemente tendría un esguince.

La giganta parecía dispuesta a atacarme de nuevo pero un chillido agudo detrás de ella la distrajo, era Kygess que al ver a la giganta golpearme había avanzado hacia ella velozmente por su espalda, cuando la giganta se giro para mirar que pasaba Kygess se engancho con sus patas inferiores a la espalda de la giganta (al igual que un murciélago clava sus garras en la piel y las retuerce dentro de esta) y empezó a clavar velozmente las uñas de sus patas delanteras en la espalda de la giganta, pero no como un animal normal lo haría (arañando), si no que las clavaba rectas, de manera que profundizaba  mucho mas en la piel de la giganta. Sabía que la giganta no tardaría demasiado en quitarse a mi mascota de encima así que no desaproveche la oportunidad y empece a dispara de nuevo a las costillas y al brazo esperando poder causar algún daño.

-Por lo que yo se -dije levantándome torpemente- hemos venido cuatro a rescatar a vuestro prisionero, y ninguno se ha rendido aun.

Kygess estaba clavando sus garras en la espalda de la giganta hasta que derrepente una de sus patas se quedo enganchada a la espalda de la giganta, ella corrio rapidamente hacia el mar se impulso en el aire y se sumergio directamente al mar, con la clara inteción de ahogar a mi mascota, pero había algo con lo que no había contado.

Según vi para sujetar mejor a mi mascota en su espalda utilizo su Haki Armadura, lo que provoco que Kygess volviese a su forma normal siendo sus garras mas pequeñas que las de su transformación y permitiendole escapar.

Así que la giganta había echo un esfuerzo inútil ya que mi mascota seguía en tierra sana y salva. Yo por mi parte apunte en la dirección en la que la giganta iba a salir del agua, para que cuando saliese recibiese unos cuantos disparos de mi parte.

La giganta salio del agua a los pocos minutos de haberse sumergido, intente dispararle mas de nuevo fue en vano, mis balas no le hacían el menor rasguño a tanta distancia. Tras salir se elvo en el aire y lanzo un extraño ataque hacia el mar, provocando que este temblase de una manera extraña y provocase una ola de casi 12 metros que se dirigía a la costa.

Por suerte Katô acababa de salir del Umi Esha junto con nuestro compañero, ambos estaban malheridos, pero se encontraban sanos y salvos. Etsuko salio de la estación muy malherido, pero a salvo también.

Como vi que el combate con la giganta carecía de sentido a partir de aquel suceso ordene a mis subordinados ir dentro de la estación y cerrar las compuertas para desde dentro huir por la salida de emergencia. Esperando que la puerta blindad de la estación nos diese tiempo para guarecernos de aquel brutal ataque que se avecinaba.

Tras guarecernos en la estación salimos del lugar sigilosamente. Nos fuimos hasta el puerto para escapar en uno de los botes donde habíamos venido pero en el puerto había muchos marines, Parecía que la salida al mar iba a estar prohibida por algunos días, y al mirar al horizonte comprendí porque. Una gran ola se aproximaba hacía la ciudad, por suerte esta estaba preparada para esto gracias a los ajustes que hizo Ice Burg en la ciudad, así que simplemente esperando unos cuantos días hasta que la ola paso.

Aunque la misión salio victoriosa aquel día supe que era fuerte, pero no lo suficiente, así que debería volver a entrenar para obtener mas fuerza.

-Vamos, alegra esa cara -me dijo Kató con una sorprendente familiaridad.

-Calla y sigue remando, queda mucho para llegar al cuartel.