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[Privado/Pasado] Forjando una tripulacion de las cenizas [Taiko/ShakiDale] {Vie 19 Jul 2013 - 23:37}
Tras la innecesaria destruccion del Fifty Stars, la rubia se había separado de manera completa de su anterior tripulacion, losBarba Rubia, al acabar con lo unico que le quedaba de recuerdo a ella. Ahora mismo se encontraba en el Archipiélago Shabaody para encontrarse con un viejo compañero de tripulacion, Taiko, el cual por algun motivo habia decido enviarle un mensaje para reencontrarse en aquel archipielago con ella.
El mangrove 15, ese era el lugar donde la rubia esperaba recostada entre las burbujas que se crean por culpa de aquellos enormes arboles, aquellas burbujas que eran tan livianas que incluso soportaban el peso de Shaky y la mantenían cómodamente en el aire a varios metros de altura. Desde aquel lugar se podía ver el hermoso atardecer marcado por el sol anaranjado que se ocultaba allá por donde el mar se corta por el campo de visión y daba lugar a aquella hermosa imagen. Una imagen donde el mar estaba repleto de barcos, barcos que traían gente, piratas, cazadores y demás, todo hacia aquella isla donde normalmente terminaba por armarse unos desastres enormes debido a ser el ultimo paraje antes de ingresar al Nuevo Mundo aunque siempre había alguna que otra zona vacía donde estar en paz, alguna que otra zona como la que estaba usando la rubia en ese momento.
-Vamos… No podes tardar tanto en llegar…-
Sus palabras iban dirigidas más que nada hacia su viejo nakama que ya estaba llegando más tarde de lo prometido hacia aquella zona del Archipiélago. Habían terminado de concordar en encontrarse por aquella zona para que Taiko pudiera volver a hablar con la rubia.
El mangrove 15, ese era el lugar donde la rubia esperaba recostada entre las burbujas que se crean por culpa de aquellos enormes arboles, aquellas burbujas que eran tan livianas que incluso soportaban el peso de Shaky y la mantenían cómodamente en el aire a varios metros de altura. Desde aquel lugar se podía ver el hermoso atardecer marcado por el sol anaranjado que se ocultaba allá por donde el mar se corta por el campo de visión y daba lugar a aquella hermosa imagen. Una imagen donde el mar estaba repleto de barcos, barcos que traían gente, piratas, cazadores y demás, todo hacia aquella isla donde normalmente terminaba por armarse unos desastres enormes debido a ser el ultimo paraje antes de ingresar al Nuevo Mundo aunque siempre había alguna que otra zona vacía donde estar en paz, alguna que otra zona como la que estaba usando la rubia en ese momento.
-Vamos… No podes tardar tanto en llegar…-
Sus palabras iban dirigidas más que nada hacia su viejo nakama que ya estaba llegando más tarde de lo prometido hacia aquella zona del Archipiélago. Habían terminado de concordar en encontrarse por aquella zona para que Taiko pudiera volver a hablar con la rubia.
Taiko
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Hacía tiempo que no sabía nada de ningún tripulante de mi barco, de los poderosos y ya afamados barbarrubia. No sabia donde estaban los mio y aquello no me gustaba lo más mínimo. Curiosamente recibí un mensaje de la tripulante más reciente y con la que yo había tenido anteriormente un roce importante. Concretamente hace ya años casi reducimos a polvo varios pisos de Impel Down y yo salí victorioso de aquella contienda... Y la dí por muerta.
Por lo visto ella tampoco tenía claro quien era o había perdido la memoria porque me trataba como si no me conociese o hubiese sufrido una perdida parcial de memoria... Pero era ella. Seguro.
Voy a llegar tarde Pensé
Cruzaba a toda velocidad el cielo azul subido en Kinton sin distinguir lo que había bajo mis pies. Mi manejo de la nube mágica era ya asombroso.
La ví al fondo, a varios metros del suelo tumbada en una burbuja.
Dibujé media sonrisa en mi rostro y miré a Kinton sabiendo que sabría lo que quería hacer a la perfección.
Hagamoslo Le susurré
Y con la media sonrisa pícara Kinton aumento la velocidad y me dejé caer justo debajo de la burbuja que soportaba el peso de Shaky de manera suave, en el suelo a varios metros de ella.
Miré a Kinton en el cielo, asentí y esta, a toda velocidad, atrevesó la burbuja por la mitad estallando esta y haciendo que Shaky sorprendida cayese en directo a mis brazos, estirados esperando el cuerpo de la hermosa rubia.
Por lo visto ella tampoco tenía claro quien era o había perdido la memoria porque me trataba como si no me conociese o hubiese sufrido una perdida parcial de memoria... Pero era ella. Seguro.
Voy a llegar tarde Pensé
Cruzaba a toda velocidad el cielo azul subido en Kinton sin distinguir lo que había bajo mis pies. Mi manejo de la nube mágica era ya asombroso.
La ví al fondo, a varios metros del suelo tumbada en una burbuja.
Dibujé media sonrisa en mi rostro y miré a Kinton sabiendo que sabría lo que quería hacer a la perfección.
Hagamoslo Le susurré
Y con la media sonrisa pícara Kinton aumento la velocidad y me dejé caer justo debajo de la burbuja que soportaba el peso de Shaky de manera suave, en el suelo a varios metros de ella.
Miré a Kinton en el cielo, asentí y esta, a toda velocidad, atrevesó la burbuja por la mitad estallando esta y haciendo que Shaky sorprendida cayese en directo a mis brazos, estirados esperando el cuerpo de la hermosa rubia.
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En tanto el tiempo iba pasando la rubia comenzaba a impacientarse poco a poco, cada segundo perdido era para ella una tortura, tiempo que podría haber utilizado en otras cosas como entrenar o pasear con su querida pareja felina pero en todo caso aquel día seria un día hecho para perder unas cuantas horas debido a lo tarde que estaba llegando Taiko a aquella reunión. Poco a poco cambiaba sus poses en la burbuja sobre la que se encontraba reposando girando y hasta saltando en ella para divertirse un poco y despejar un poco sus ideas.
Ya pasado mucho más tiempo del normal la rubia se había quedado dormida sobre la enorme burbuja que tomaba todo su cuerpo. A lo lejos podía escucharse el ruido de un objeto volando hacia su dirección pero por su estado pocas reacciones podría tener e incluso menos tapando esa advertencia con sus fuertes ronquidos. De un momento a otro todas esas cosas cambiaron, aquel objeto ya se encontraba viajando hacia otro lado y la morena cayendo de la burbuja que se había roto. El grito a viva voz era audible hasta por el rincón más lejano de aquel archipiélago y la mente dormida de la rubia no reaccionaba ante el hecho de que estaba cayendo y tenía que cuidar de golpearse.
En cuanto reacción y se le ocurrió usar el Geppou acompañado del Soru para frenar tan rápida caída se encontró conque esta ya había concluido y ahora se encontraba a manos de un joven cabellos azulados que parecía saber de aquella situación. Como acto reflejo la rubia soltó un leve grito a la par que saltaba de sus manos golpeando su pecho con una mano mientras la otra se cruzaba para darle una fuerte bofetada en su rostro.
Una vez que cayó al suelo se limito a quejarse del golpe que se había dado en la cabeza antes de comenzar a levantarse para pedir perdón por sus acciones. Sus reflejos no siempre eran buenos y en aquel momento había golpeado a aquella persona que la había salvado de un fuerte golpe. En cuanto pensó en presentarse noto que aquella persona era nada más y nada menos que su tan esperado nakama, Taiko.
-¡Taiko! ¡Era hora de que llegaras!-
A la par que soltaba ese grito se lanzo a abrazar a su compañero apretando con algo más de fuerza de la esperada o de la que tendría que pensarse que poseía aquella mujer poco femenina. Tras el abrazo simplemente se limito a mirarlo sin soltarle los hombros que tenia con una fuerza ciertamente increíble.
Ya pasado mucho más tiempo del normal la rubia se había quedado dormida sobre la enorme burbuja que tomaba todo su cuerpo. A lo lejos podía escucharse el ruido de un objeto volando hacia su dirección pero por su estado pocas reacciones podría tener e incluso menos tapando esa advertencia con sus fuertes ronquidos. De un momento a otro todas esas cosas cambiaron, aquel objeto ya se encontraba viajando hacia otro lado y la morena cayendo de la burbuja que se había roto. El grito a viva voz era audible hasta por el rincón más lejano de aquel archipiélago y la mente dormida de la rubia no reaccionaba ante el hecho de que estaba cayendo y tenía que cuidar de golpearse.
En cuanto reacción y se le ocurrió usar el Geppou acompañado del Soru para frenar tan rápida caída se encontró conque esta ya había concluido y ahora se encontraba a manos de un joven cabellos azulados que parecía saber de aquella situación. Como acto reflejo la rubia soltó un leve grito a la par que saltaba de sus manos golpeando su pecho con una mano mientras la otra se cruzaba para darle una fuerte bofetada en su rostro.
Una vez que cayó al suelo se limito a quejarse del golpe que se había dado en la cabeza antes de comenzar a levantarse para pedir perdón por sus acciones. Sus reflejos no siempre eran buenos y en aquel momento había golpeado a aquella persona que la había salvado de un fuerte golpe. En cuanto pensó en presentarse noto que aquella persona era nada más y nada menos que su tan esperado nakama, Taiko.
-¡Taiko! ¡Era hora de que llegaras!-
A la par que soltaba ese grito se lanzo a abrazar a su compañero apretando con algo más de fuerza de la esperada o de la que tendría que pensarse que poseía aquella mujer poco femenina. Tras el abrazo simplemente se limito a mirarlo sin soltarle los hombros que tenia con una fuerza ciertamente increíble.
Taiko
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Desde abajo esperaba pacientemente que Shaky cayese entre mis fibrados brazos. Ultimamente había entrenado con más continuidad y dureza de las que mis horarios con los Barbarrubia me permitian... Lo cual me agradaba en gran medida.
Mantuve mi sonrisilla mientras esperaba el impacto de Kinton a la burbuja lo que no se hizo esperar.
Todo iba según lo planeado, con un agravante que me encantaba, que era que Shaky, bien sea por la espera o por el cansancio, se había dormido y la sorpresa era mayor.
Según caía Shaky, veía más cerca el éxito de mi estrategia. Así fue, su cuerpecito ligero pero firme se desplomo sobre mis brazos. La sujeté delicadamente pero ella, asustada y en shock me golpeo el pecho apartandose de mi y me abofeteó. Esto último no me sentó nada bien.
¡Pero será! Me dije para mis adentros
Mi sonrisa tornó a mi cara habitual, de ceño fruncido y labios unidos formando una linea horizontal cuyas comisuras se curvaban hacia abajo, dando a entender que no estaba contento. Una cara de pocos amigos allí donde las hubiese.
Miré a Shaky, que por fin me reconoció y ejecutó un gesto totalmente contrario al tortazo anterior, me abrazó con tanta fuerza que me dejó sin aire.
Me... vas... a... ahogar... Dije practicamente con el poco aliento restante
Supongo que, a veces, hay amores que matan. Esperé a que no me asfixiase entre sus brazos mientras intentaba zafarme de su letal cariño, sin mucha fortuna.
Una vez me hubo soltado, me sacudi mis arrugados ropajes y la mire con la cara antes descrita y bufé poco amistosamente esperando alguna explicacion por parte de mi aun compañera.
Hmpf...
Mantuve mi sonrisilla mientras esperaba el impacto de Kinton a la burbuja lo que no se hizo esperar.
Todo iba según lo planeado, con un agravante que me encantaba, que era que Shaky, bien sea por la espera o por el cansancio, se había dormido y la sorpresa era mayor.
Según caía Shaky, veía más cerca el éxito de mi estrategia. Así fue, su cuerpecito ligero pero firme se desplomo sobre mis brazos. La sujeté delicadamente pero ella, asustada y en shock me golpeo el pecho apartandose de mi y me abofeteó. Esto último no me sentó nada bien.
¡Pero será! Me dije para mis adentros
Mi sonrisa tornó a mi cara habitual, de ceño fruncido y labios unidos formando una linea horizontal cuyas comisuras se curvaban hacia abajo, dando a entender que no estaba contento. Una cara de pocos amigos allí donde las hubiese.
Miré a Shaky, que por fin me reconoció y ejecutó un gesto totalmente contrario al tortazo anterior, me abrazó con tanta fuerza que me dejó sin aire.
Me... vas... a... ahogar... Dije practicamente con el poco aliento restante
Supongo que, a veces, hay amores que matan. Esperé a que no me asfixiase entre sus brazos mientras intentaba zafarme de su letal cariño, sin mucha fortuna.
Una vez me hubo soltado, me sacudi mis arrugados ropajes y la mire con la cara antes descrita y bufé poco amistosamente esperando alguna explicacion por parte de mi aun compañera.
Hmpf...
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Una vez que el fuerte abrazo de la morena quedo cortado lo único que se escucho de parte de su nakama fue un simple sonido que demostraba algo de molestia, cosa que su rostro dibujaba bastante bien. En tanto la rubia le daba poca atención a aquel hecho, poco le importaba que una persona se pusiera tan serie en frente de ella cuando se reencontraban después de tanto tiempo como era aquel caso y al no tener respuesta más que ese sonido simplemente se limito a sacudirlo un poco, como si se tratara de un muñeco y posteriormente volvió a abrazarlo con todas sus fuerzas. Tras soltarlo simplemente se limito a mirarlo a los ojos mientras esperaba una respuesta de su parte.
-¡Vamos! No me dejes actuando sola ¿Como estas? ¿Que paso que llegaste tarde? ¡Cuéntame algo!-
La rubia continuaba con su emoción inicial y no dejaba de gritar, de intentar hacer que Taiko le dirigiera la palabra nuevamente pero aun continuaba sin pedir perdón por aquel golpe que le había dado, un detalle del cual ella no se daba cuenta. Mientras esperaba una respuesta de su parte tomo su mano con cierta fuerza y comenzó a tirar de él para llevarlo de camino al famoso parque de aquel archipiélago mientras que sonreía y demostraba la felicidad que tenia de volver a ver a un viejo amigo tras haberse separado cada uno por su camino. En resúmenes era como tener frente a uno a una mujer de no más de ocho años de edad intentando convencer a un adulto de hablar y moverse.
-¡Vamos! No me dejes actuando sola ¿Como estas? ¿Que paso que llegaste tarde? ¡Cuéntame algo!-
La rubia continuaba con su emoción inicial y no dejaba de gritar, de intentar hacer que Taiko le dirigiera la palabra nuevamente pero aun continuaba sin pedir perdón por aquel golpe que le había dado, un detalle del cual ella no se daba cuenta. Mientras esperaba una respuesta de su parte tomo su mano con cierta fuerza y comenzó a tirar de él para llevarlo de camino al famoso parque de aquel archipiélago mientras que sonreía y demostraba la felicidad que tenia de volver a ver a un viejo amigo tras haberse separado cada uno por su camino. En resúmenes era como tener frente a uno a una mujer de no más de ocho años de edad intentando convencer a un adulto de hablar y moverse.
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