[Privado]Descanso para los fuertes.[Ruxer, sinclair moon, Alastair, kitsuga]

Me encontraba en esa isla, por una parte para descansar y otra para ver si podía meterme en algún problema. Yo pensaba que a lo mejor los sitios que fuesen más tranquilos posiblemente serían los que más problemas tenían. Claro que solo era un pensamiento estúpido como muchos otros. Aunque mi experiencia me decía que cuanto más tranquilo estas sin que te lo esperes los problemas acuden a ti. Y la verdad más tranquilo no podía estar. Estaba tumbado en el suelo disfrutando del buen tiempo al igual que descansaba un poco. Pues allí estaba yo, en tranquilidad y esperando en meterme en algún problema.

Ruxer: Uffff, creo que no me voy a meter en ningún problema, puede que me halla equivocado en mi suposición.(suspire)  

*Bang* La lata calló. Bajé la pistola. Ya no quedaban blancos en frente mío. La guardé. Me saqué un cigarro, lo encendí y me lo metí en la boca. Di una fuerte calada y expulsé el humo. La gente a mi alrededor daba aplausos de satisfacción. Esa gente no estaba acostumbrada a ver a otros disparar y, al verme a mí acertar a unas cuantas latas a unos 30 metros de distancia, se sorprendían. Yo les miré sonrientes con el cigarro en la boca y me incliné saludando.

Miré el Den Den Mushi que había dejado encima de una roca. Estaba sonando y lo descolgué. Era uno de los superiores - Recluta Alastair ¿Alguna novedad en su posición? - Ninguna novedad, señor, el tiempo pasa sin sobresaltos y con tranquilidad.

De buenas a primeras, me entraron ganas de hacer ejercicio. Cuando la gente ya se había disipado un poco, y ya no estaban tan atentos a ver qué hacía, me tumbé boca arriba y comencé a hacer abdominales. Me dije de terminar unos 60 para no cansarme demasiado.

Uno... Dos... Tres... Cuatro...

había un tumulto de gente aplaudiendo y gritando como si hubiese algún tipo de payaso o malabarista, me acerque rápidamente para contemplar algún chiste o ver trucos pero en vez de eso había un tipo que estaba disparando a unas latas, me decepciono un poco eso pero me sorprendió que la gente aclamara por disparar a unas latas, aunque debo reconocer que para darles de tan lejos ahí que tener algo mas que solo practica.

La gente se comenzó a dispersar y yo saque un tabaco pero no podía encontrar el encendedor y había visto que el tipo había encendido un cigarro asique comencé a mover la cabeza de izquierda a derecha para ver si estaba cerca y lo vi haciendo ejercicio en el mismo lugar donde estaba disparando y no tuve mas opción que ir a preguntar si podía prestarme su encendedor.

Hola ehh... me llamo kyuda y te había visto dispararles a esas lata y pude ver que había encendido un cigarro y me preguntaba si podías prestarme tu encendedor para poder encender uno yo también.

Otra vez, isla kyuka, esta vez me hospedé en un lugar más modesto, pues llevaba un par de veces visitando esta isla y derrochando, moderadamente, pero derrochando y aunque se podía decir que tenía unos ahorros para ir tirando, no quería arruinarme, asique esta vez me hospedé en un hostal, tampoco era un tuburio de mala muerte, era un hostal sencillo con pocos lujos, pero aun así era bonito, además el personal que me atendió era agradable, asique que más podía pedir.

Eran las 11 de la mañana y todavía estaba tirado en la cama, pensando en como sería esta vez en kyuka. Las dos veces anteriores me había encontrado con bellas mujeres, de las que ahora, se podría decir, que soy conocido. Estaba pensando en cómo sería esta vez mi estancia en aquella isla, aunque siendo sinceros, sino me levantaba de la cama no lo sabría, aunque claro lo primero y más necesario, sería despegarme las sábanas, porque siendo sinceros aquella cama era realmente cómoda. Asique hice un esfuerzo sobrehumano me levante, me dirigí al baño, el cual estaba en la misma habitación, me di una ducha bien fría para despertarme, salí del baño, me vestí con un traje de lino blanco y un sombrero a juego, bajé a recepción me despedí de la recepcionista del hostal, una isleña de piel morena, de unos 28 años, dicho así a ojo y salí del hostal. Caminando por las calles de kyuka llegue a un lugar del que salía mucha gente, asique allí debía haber pasado algo. Cuando toda la gente se fue en el lugar solo quedaban dos hombres:

- Maldigo mi pereza, parece que aquí ha pasado algo y me lo he perdido.

Cuando estaba tumbado en el suelo cuando oí disparos y gente aplaudiendo, me lo pensé un momento ya que quería descansar un poco, pero pensé, que narices vamos a ver si hay algo interesante que hacer. Me levante y fui hacia donde lo había escuchado. Cuando llegué la gente ya se había marchado, solo quedaban dos hombres de pie uno al lado del otro, un tercer hombre un poco más lejos mirando a los dos hombres. Les mire y pensé que no parecían personas normales y por normales me refería al modo de vestir, al igual que uno de ellos que a primera vista me pareció que era un hombre, en realidad era un tritón.

Ruxer: *Parece que aquí puede pasar algo interesante.*(Pensé)

La reunión en aquel lugar albergaba a cuatro hombres, entre los que estaba yo, dos hombres humanos y un tritón cosa que me maravilló, pues jamás, hasta este momento había visto ninguno, asique me dirigí hacía el y di una vuelta a su alrededor:

- Cosa maravillosa un tritón nunca había visto uno, genial ahora ya puedo decir que he visto a otra especie de persona, ahora solo me falta ver a un ciborg, pues un gigante ya ví.

Si, se podía decir que me había levantado y todo lo que se salía de lo normal me parecía maravilloso, por el suelo también ví unas latas, estaban agujereadas, asique se me ocurrió una cosa:

- Vaya unas latas, sin embargo, para mi gusto tienen pocos agujeros.

Dicho esto busqué con la mirada alguna superficie sobre la que las pudiera colocar, para hacer puntería con ellas, las coloqué en la superficie que encontré y me separé de ella unos 800 metros a esta distancia y con mi experiencia no debería ser difícil. Desenfundé mis pistolas de mi cinturón, apunté a las latas, disparé y cuatro sonoros clan inundaron la calle en la que me encontraba con aquellos 3 hombres. Di un profundo suspiro y dije:

- MMMM, me encanta el sonido de latas atravesadas por balas por la mañana