[Privado][Pasado]Sobreviviendo en la ciudad.[Ruxer, Dayane y Melhen]

El escape fue muy sencillo, pero ahora necesitaba encontrar un lugar seguro para esconderme, observé por los alrededores y encontré una casa abandonada. Al entrar noté lo descuidado que estaba, el suelo estaba lleno de tierra y en cada rincón de la casa habían tela de araña, supuse que sería seguro sentarme y esperar un rato por este lugar, tome mi diario y comencé a escribir los sucesos de hoy.

Cuando llegaron los marines los convencí de que yo no era uno de los que decía el cantinero. Parecía que le iba a dar un ataque de nervios ya que los marines le estaban intentando calmar. Y para ello le dijo al cantinero que nos iban a buscar. Pero le estaba mintiendo, ya que les vi irse otra vez a donde estaban haciendo guardia. Yo por mi parte tenía dos opciones, ir a un hotel pequeño, alquilar una habitación y seguramente aburrirme, o seguir a los otros dos y a lo mejor entretenerme un poco. Así que me dispuse a seguir a la chica, la cual dijo que era un kuja, para ver a donde iba. Me pareció mejor seguirla a ella que al otro tipo.

Continué vagando por las calles, sin saber dónde meterme. Maldita yo y mi buena voluntad de pagarle a ese cantinero desgraciado, con el dinero que tenía ahora, no sería suficiente para alojarme en algún hotel...

Los otros dos habían desaparecido, y bueno, tampoco me importaba mucho, aunque me caían bien, pero un encuentro con desconocidos no cambia la cosa, sólo es un encuentro, y los desconocidos, desconocidos se quedan.
Riu salió de la mochila y siseó suavemente, se enroscó en mi torso y apoyó su cabeza en mi hombro, mientras miraba a todas partes, atenta a los peligros de la oscuridad de la noche.

Escuche un ruido afuera, por lo que salí por una de las ventanas de la casa abandonada y vi a la mujer, creo que su nombre era dayane, y sin pensarlo dos veces le grite

Melhen- Dayanee ven aquí, es seguro!, no hay marines por la zona podemos estar tranquilos en este lugar dayanee ven aquí!, en este lugar estarás a salvo!-

De esa manera la mujer estaría a salvo de esos odiosos marines que andaban por la zona y quién sabe, tal vez podría convertirla en mi nakama, necesitaba algunos compañeros para iniciar este viaje tan grandioso,

Estaba viendo a la chica y la iba a saludar cuando de repente, el tío ese raro apareció gritándola que se valla con el que era un lugar seguro. 

Ruxer: Perdona, pero es difícil que los marines no te pillen cuando tienes a alguien tan ruidoso como tu al lado.(Dije sonriendo.)

Pero no lo dije con mala intención y tampoco quería causar esa impresión. Así que me acerque a él y le ofrecí mi mano para saludarle, mientras dije a esa tal Dayane.

Ruxer: ¿Por que no nos refugiamos todos aquí? No se vosotros pero es mejor tener a alguien con quién hablar que estar solo. Y si te has perdido a lo mejor te podemos ayudar.

Observaba la luna, pensativa, cuando el tal Melhen me llamó a gritos para que me fuera a un lugar seguro. Oculté mi risa, ¿de verdad era tan idiota o sólo lo aparentaba?

Ruxer también había aparecido por allí, y me invitó a entrar a la casa, cosa que acepté sin un palabra. Continuaba pensando en mis cosas.

Dayane y Ruxer ingresaron a la casa, la verdad es que los llamé porque no quería aburrirme mientras esperaba solo en esta isla... Cuando entraron a la casa les dije con mucho cuidado -Tenemos que idear un plan para poder irnos de esta isla sin que los molestos marines nos capturen jeje, y que mas yo tengo un plan, ataquemos su base mientras duermen!, así no podrán molestarnos mas jijiji, los atamos en sus respectivas camas!-

Cuando el tal Melhen nos dijo aquello pensé que estaba más loco de los que creía. Mientras que miraba a Dayane como si le estuviera diciendo porque habremos entrado en la misma casa con aquel tipo.

Ruxer: No te ofendas pero solo te buscan a ti, y si yo estuviera en tu lugar me iría de la isla sin armar jaleo. Ya que no creo que vayas a poder con tantos marines. Y además en poco tiepo vendrán a recogerme unos...

No pude terminar a causa de que invadieron la casa 5 marines diciendo:

Marine: Tú el que se a ido sin pagar y sus compinches quedáis arrestados.

Ruxer: Eh tranquilo, yo no soy su compinche antes muerto.

Pero parece ser que aquel marine le traía sin cuidado lo que dijese, creía que Dayane y yo eramos cómplices de Melhen, algo que lo veía demasiado absurdo.

Day -Ruxer tiene razón, el que nos ha metido en esto has sido tú... No te conviene provocarles más, y menos entrando en su base.

Cuando entraron los marines me giré hacia ellos y suspiré.

Day -Sí que sois pesados... Yo pagué mi cuenta, y si entré en esta casa fue porque fuera hacía frío, así que por favor, déjenme tranquila, para una vez que no he molestado a nadie...

Riu se asomó para observar a los marines, desconfiada. Y les siseó, enfadada porque la habían despertado. Si es que esta serpiente mía... No tiene remedio.

Los marines ignoraron mi comentario, así que me apoyé contra la pared, aburrida. Unos marines tan débiles no serían rival para mi, además, había dos novatos entre ellos, lo que sólo dejaban a tres a tomar en cuenta.

Ruxer estaba hablando, decía que yo estaba loco pero no escuché muy bien lo que dijo, yo solo observaba con un dedo en la nariz a un Marine que acababa de entrar a la casa. Cuando ellos notaron que el marine había entrado era demasiado tarde, eran 5, si queríamos sobrevivir tendríamos que vencerlos, por su aspecto eran marines débiles pero aún así no hay que estar confiado, tome mis bentos mi katana, arrojé una carta hacia Dayane y Ruxer que decía -No hagan nada- y después de unos segundos salté por la ventana y comencé a dar la vuelta por la casa, de esta manera podría sorprender a los marines por detrás.

Estaba Melhen con una cara rara, como pensando algo. Y entonces sacó sus armas, y nos tiro una nota que decía que no hiciésemos nada, y saltó por la ventana. Desde luego no se lo que iban a hacer Melhen y Dayane pero yo no iba a estar sin hacer nada. Los marines nos apuntaron a mi y a Dayane, ya que aquél idiota se había ido. Aumente mi velocidad y propine dos puñetazos simultáneos a dos de los marines que se veían más fuertes, para dejarles fuera de combate. Respecto a los otros tres quería ver como luchaba una kuja.

Ruxer: Bueno vas a hacer algo o es que las kuja no luchan.

Le dije Dayane con una sonrisa en la cara para ver si luchaba para ver si luchaba, pero sin animo de ofender la.

El alocado de Melhen salió de la casa, y nos pasó una nota en la que ponía "No hagan nada". ¿Pero qué se creía? Él había salido corriendo ¿y quería que me quedara ahí, sin hacer nada, con 5 marines delante?

Ruxer desde luego hizo caso omiso de la nota, ya que les pegó dos puñetazos a dos marines fuertes, un golpe para cada uno.
Y encima, el chico me retó a que luchara. No contesté, ofendida y analicé la situación. La casa era vieja y de débil estructura, así que si usaba mis flechas y fallaba, podría darle a uno de los pilares, haciendo que se derrumbara encima nuestra, lo que sería bueno para librarnos de los marines, pero el problema era que nosotros estábamos dentro y los marines cerca de la puerta, así que no podía usar ni mi arco ni mis flechas.

Por lo que sólo quedaba luchar cuerpo a cuerpo. Sonreí en silencio mientras llevaba una mano a la empuñadura de una de mis dagas, que descansaba sobre mi cinturón. Corrí hacia uno de los marines, y le di con la rodilla en el estómago, haciendo que se doblara sobre sí mismo, posteriormente le di con la empuñadura en la frente, tirándole hacia atrás.
Uno menos.

Luego de salir por la ventana, comencé a dar la vuelta a la manzana, para poder rodear a los marines y atacarlos por la espalda, cuando iba llegando veo que algunos de ellos habían sido vencidos. Llegue a la puerta y ellos estaban luchando, puse una cara y con un tono furioso pero a su vez gracioso dije -Porque atacaron?, ahora salten por la ventana porque las cosas se pondrán feas ji ji ji-

Ya lo había decidido, iba a enterrar a esos marines bajo la casa.

Vi las intenciones de el tipo loco, y no me gustaron para nada, pero dijera lo que dijera iba a derrumbar esa casa con los marines dentro, y nosotros si no eramos rápidos. 

Ruxer: Sal de aquí.

Dije a Dayane con una sonrisa, sin embargo quedaban dos, y no estaba dispuesto a irme sin derribar a otro. Fui corriendo hacia un marine y impulsando me con todas mis fuerzas le hice un placaje y salimos los dos por la ventana disparados, el marine y yo. De repente pensé en que todo esto estaba siendo entretenido pero que tendría que terminarse. Y pensé que en cuanto todo esto pasara me iba a ir, porque la verdad es que estaba un poco cansado. Y por eso decidí llevarme al ultimo marine por delante. Y solo me quedaba a esperar, sentado encima del marine al cual le había hecho un placaje y por lo tanto estaba inconsciente, a que ese idiota derrumbara la casa. Aunque todavía no sabía como lo iba a hacer para derrumbar la casa, aunque podría ser entretenido verlo.

Ruxer: Bueno creo que después de esto me voy a ir.

Todo parecía en orden, el joven Melhen tenía que tomar una decisión rápida, o derrumbar la casa y dejar a la mujer enterrada o simplemente derrotar el marine restante. Qué debería hacer?, todo llevaba a la lucha, tirar la casa abajo no era mas una opción. Melhen tomo su katana y golpeo por detrás al marine que salia corriendo por las dudas de que derrumbaran la pequeña casa, mientras el recluta intentaba salir por la puerta, el joven pirata lo golpe fuertemente con el contrafilo de su katana, dejando inconsciente a su enemigo, de esta manera podría marcharse de la isla de manera tranquila tomando todos los bentos que robo en el bar. Era tiempo de marcharse y seguir adelante, a la próxima isla o villa, El joven pirata enfundo su katana, tomo su mochila llena de bentos y se despidió de los otros dos piratas, que no parecían mala gente, pero si se encontraban en el grand line, seguramente una batalla se desataría entre ellos, ¿Quién será el mas fuerte de todos?, la pregunta que invadía su cabeza.

- Es hora de seguir con mi camino, un gusto haberlos conocido Ruxer y Dayane, por cierto si alguna ves nos encontramos en el grand line, lucharemos y veremos quién es el mas digno de convertirse en el rey!, seré yo jiji, no perderé nunca una batalla, adiós! -

De esa manera el novato tomo sus pertenencias y fue directo a su bote, con la esperanza de poder luchar con ellos en el futuro.