[Privado]Primer encuentro con la marina.[Kenway D Eduard-Arabel]

En el oceano se podia visualizar un barco, era una especie de bote modificado, sin embargo era bastante mas grande. Tenia toda la pinta de unas 3 habitaciones pero estas eran enormes, era facil del tamaño de un galeón aun que su construcción asemejaba un bote de dos o tres pasajeros. El pequeño gran barco estaba en medio del oceano y tenia abajo su ancla, al parecer no había nadie.

Claramente yo me encontraba buceando, tenia un par de asuntos que atender en el fondo del mar, ya que por mis descuidos en un golpe de una ola, cayo mi caña de pescar de acero, e intentaba recuperarla. Tenia que bajar con delicadeza y tambien no podia subir tan rapido. Ya que la presión era algo a considerar. Mas que nada para evitar llenar mi sangre de hidrogeno.

El barco era peculiarmente enorme, parecia desde fuera un barco mas tipico, pero al subir a lo que deveria ser cubierta caia bastantes metros abajo. Los marcos de las puertas eran particularmente grandes, median al menos unos 20 metros. En lo alto estaba una bandera blanca no había mucho viento así que no ondeaba no se podia notar mas que ese color blanco. Pero de haver ondeado la bandera tendría la insignia de la marina.

Me encontraba retornando a la superficie, junto con un pez, y una caña.El pez calmaria mi hambre un rato. no era muy grande pero era lo suficiente como para notarlo. La caña de acero estaba en orden solo debía subir a la superficie. Con forme me acercaba a la superficie del oceano note que había algo pequeño flotando era al aparecer un bote, así que intente moverme un poco a la derecha para evitar hundir el bote cuando emergiera a la superficie. Al salir se pudo escuchar de una manera estruendosa un pilar de agua cayendo. Era como una especie de catarata, y tomaba aire de una forma un tanto frenetica. Ya que había bajado bastante.

Mire en dirección a mi barco alguien ya estaba arriba. Así que tire la caña sobre el barco y me subi deje el pez fuera del bote ya que era la mitad del barco así que solo lo amarre con una cuerda y lo ate. Así estaria segura de no perderlo. Al subir, mire al joven que estaba preguntando. Le sonreí. La figura de una dulce joven gigante que no parecia tener mas de unos 19 años, ojos color esmeralda.

Ara - Pues la propietaria del barco donde estas parado, ¿dime puedo ayudarte en algo viajero?

La gigante arabel sonrío con una gran sonrisa mostrando sus dientes llena de alegria, al parecer le agradaba poder poner una platica con alguien. El mar estaba algo agitado pero nada de lo normal. Nada que no pudiera anticipar con la experiencia que tenia navegando por los oceanos.

Ara - O no no para nada, estoy para ayudar. Mira la bandera bien, soy la teniente Arabel Skybell estoy para servir y ayudar. Me encuentro en esta zona del oceano simplemente para socorrer a todos aquellos que necesitan de auxilio, provisiones o entre mas detalles. Ofrecer guia y dirección. El oceano puede ser peligroso e intentamos la marina ayudar a todos.

La bandera por carencia de viento no estaba en su totalidad erguida, pero ya que había un poco ma de oleaje se traducía en viento y ondeaba la bandera de la marina.

Ara - Claro que si no hay ningún problema, de echo acabo de pescar este pescadito, si quieres puedes quedartelo, yo me puedo buscar un rey marino.

Al ver el barco en el que viajaba se dio cuenta que no cabia el pescado, era mas grande que su pequeño bote, por lo que lo subi a su barco.

Ara - Espero no te moleste pero creo que mejor lo cosemos y hacemos bolsas de raciones alguns las dejamos a secar así podrá durarte un buen tiempo.

Tomo el pez lo subió comenzó a prepararlo como sus habilidades le dejaban que no eran extraordinarias pero eran mas que sufuciente como para evitar las espinas, y poder hacer un par de filetes. Ya después de tanto tiempo en la soledad sin tripulación le hacia que fuera autosuficiente después de todo es complicado querer a un gigante convivir en barco con los demás como un igual. Sin embargo un dia fue capitana de su propio navio y era de lo mas feliz. Aun que conllevaba mucha responsabilidad mantener convida a todos y cada uno de sus inferiores era grande.

- No tienes nada que agradecer es mi deber poder ayudarte y servirte. Al fin y al cabo comida sobra en este oceano, si puedes bajar lo suficiente y matarla. - La comida estaba lista y la había particionado en un par de sacos para su facil transporte y preservación. Todo estaba en orden y se lo entrego dispuesto para su almacenado y alimentación de su extraviado protegido.

El clima y el oleaje era algo elevado y el viento soplaba con mas fuerza, marca que se aproximaba una tormenta quedarían unos 30 minutos de silencio y calma antes de que sucediera algo. - Ten cuidado se acerca una tormenta si gustas puedes pasar la tormenta junto conmigo si no dime tu dirección y podría darte indicaciones para que interpretes adecuadamente el log pose. Y llegues mas rapido a tu destino solo ten cuidado con la tormenta. -

Estaba muy feliz de esa elección tenia tiempo sin tener alguien, podia platicar incluso que me cuente que a vivido que ha echo quien es en que trabaja muchas cosas a que alegria, eso solo me recordaba que tenia algo de apetito y tenia un poco de queso guardado para una ocasión especial. Como no seria ahora una si tenia invitado. - Bien eso me da gusto, ire por un poco de queso para celebrar, algo que si te debo decir es que no ire a ningún lado en particular, solo estoy aqui a la deriva en un punto estratégico de las corrientes, para todos aquellos barcos en problemas ayudarles. Y dime a que te dedicas ¿que haces? ¿de donde vienes?, ¿por que zarpaste si no tienes rumbo.? - Tenia el queso y le di un troso como del tamaño de su cabeza, creo que era mucho para el pero, para mi era un pellizco.

- Bueno sinceramente e evitado todo tipo de bebidas alcohólicas, ya que son un tanto caras. Bueno al menos para mi. Las cantidades que necesito para sentir un trago son digamos algo grandes. - Sonreí y me inicie a reír un poco incluso en tales vientos agresivos, y con la brisa de una lluvia, suave aun. Pero algo molesta ya que no dejaba de impactar con el firme deseo de mojar.

El clima se volvia mas violento, y la obscuridad comenzaba a reinar, de buenas a primeras teníamos un chubasco en cima. Las olas aumentaron su oleaje hasta olas de 4 metros, cosa que al barco de Arabel no le sorprendian en lo mas minimo cada zambullida de la gigante al oceano eran olas de hasta 7 metros. Cosa que era una mofa.