[Privado][Pasado] (Melhen y Yo) Con cuidado, figura.

Kaín se hallaba de paso en villa Syrup, pero se había visto obligado a mantenerse allí por dos días porque el barco se había retrasado. Paseaba aburrido por sus calles, ataviado con sus pantalones negros, sus botas y chaleco a juego y su corbata roja sobre el pecho desnudo. Llevaba varios días sin luchar con nadie y eso hacía que le hirviera la sangre.

El joven peliblanco caminaba con un gesto furibundo en el rostro, clavando sus ardientes ojos rojos en cualquiera, en busca de un contrincante.

El día acaba de comenzar y el Joven Pirata Melhen había arribado a una isla del east blue, el sol brillaba y una pequeña corriente de aire movía sus cabellos, esta vez el pequeño pirata estaba en busca de algunas provisiones para llevar en su viaje, pero no sabía donde conseguirlas. El joven caminaba por la playa con mucha tranquilidad observando el paisaje y buscando alguna manera de escapar por si los problemas se presentaban, aunque con su extraña personalidad era mas probable una lucha a muerte que un escape sin sentido.

Al llegar las calles de la isla, comenzó a observar a todos los ciudadanos de la zona, necesitaba localizar algún bar o alguna especie de tienda para conseguir alimentos y sake. En ese preciso momento encontró a un ciudadano que vestía una remera roja y su cabello era de color azul, con delicadeza Melhen se acercó y comenzó a hablar.

Melhen - Buenos días, soy Melhen, quisiera preguntarte algo ¿Hay alguna tienda o bar?, necesito comprar bentos y sake!.

Extraño - Hola, las tiendas y bares se encuentran al otro lado de la ciudad, debes caminar todo recto pero será un largo recorrido.

Melhen - Muchas gracias.

El Joven pirata tomo sus pertenencias y comenzó una ardua caminata observando toda la villa y el paisaje extraño que asechaba la zona.

Kaín divisó a un individuo que conversaba con un anciano. No tenía aspecto de aldeano. Kaín aguzó el oído y escuchó algo sobre sake y bentos. En aquel pueblo no solían consumir sake. Eso, sumado a la pinta de extranjero de aquel hombre, hicieron que Kaín llegase a la conclusión de que era un aventurero o un pirata. Se acercó a el y lo encaró con una sonrisa sádica.

-Saludos forastero, me gustaría pedirte un favor... ¿Lucharías conmigo? Necesito entrenarme un poco o me oxidaré.- Mintió con calma el peliblanco.

Melhen comenzó a buscar el camino hacia las tiendas, pero un entrometido se interpuso ante el, era algo intrépido, de cabello blanco y llevaba el pecho al aire, esto le dio a pensar, es un cazador? o un pirata?, Melhen lo ignoró y continuó su camino, el joven pirata dio unos pasos mas adelante cuando el entrometido le habló de una forma muy rara, ahora Melhen era un forastero, pero no era la única pregunta, parece que andaba en busca de una lucha, según sus palabras para no oxidarse, pero a mi entender era por algo mas que eso... andaba en busca de alguna persona para cobrar su recompensa, fue en ese momento que el intrépido joven notó que el intruso era un simple Cazador.

Melhen - No tengo tiempo de luchar en estos momentos, no me gusta entrometerme en luchas sin sentido, pero muchas gracias por la propuesta, podremos enfrentarnos en otra ocasión, ahora necesito alimentos y algo de sake para poder continuar con mi viaje-

Tal vez esas palabras serían lo suficientemente "poderosas" para que el cazador no comenzara una lucha, pero eso no fue todo lo que sucedió, el joven pirata comenzó a sonreír y le dirigió unas palabras mas.

Melhen - Por cierto como te llamas?, no quiero olvidar tu nombre, tal vez nos encontremos en el futuro.

-Kaín.- Respondió el peliblanco con brevedad. Cada vez estaba más convencido de que aquel sujeto era un pirata, pero no podría asegurarlo al cien por ciento. Le irritó que aquel joven tratase de esquivarlo de un modo tan descarado, pero no iba a obligarlo a luchar... a no ser descubriera que era un pirata. Kaín decidió dejar que el joven siguiera su camino con un escueto "Hasta luego, entonces" y, una vez estuvo a bastante distancia, se transformó en su segunda forma y utilizó sus sentidos aumentados para seguir a aquel hombre. Tal vez pudiera encontrar alguna pista sobre quien era. Mientras tanto, tenía algo en lo que entretenerse que era, al fin y al cabo, su objetivo.

El sujeto dejo a Melhen tranquilo, aunque algo en el aire no estaba bien, comenzó a caminar lentamente, el tipo podría estar siguiéndolo, aunque nunca lo podrá saber, dejó de pensar en el sujeto al comenzar a caminar. El joven colocó una de sus manos dentro de su Haramaki y otra en su katana y siguió caminando sin pensar en el sujeto.
Después de caminar unos minutos, encontró un árbol con una gran sombra y pensó en acostarse un rato a dormir, ya estaba algo cansado por el viaje en su bote. Al acostarse logró dormir unos minutos, en ese periodo tuvo un gran sueño, se vio a él mismo dominando el mar, Monkey D Melhen, el rey de los piratas, por su puesto todo era un sueño.

Al despertar notó que su mochila había desaparecido y vio a una persona esconderse tras una casa con su mochila en los hombros, el joven pirata se levantó repentinamente tomo su katana y comenzó a perseguir al ladrón, cuando Melhen estaba lo suficientemente cerca del sujeto le gritó.

- Hey, dame mi mochila, si no me la devuelves tendremos que luchar, y soy muy fuerte!-

El joven continuó con su persecución pero al parecer el ladrón no iba a rendirse fácilmente y Melhen decidió presentarse.

- Soy Monkey-D-Melhen y algún día seré rey de los piratas, si no me devuelves mi mochila podrás salir herido!-

Melhen desenfundó su katana y golpeo al ladrón con el contrafilo de esta dejando al ladrón en el suelo.

-Melhen No debes robar las cosas de los demás, eso es malo-

Y con esas palabras continuó su camino hacia las tiendas.

OFF: Ese color no se lee nada bien y tengo algunos problemas de vista, así que te agradecería que utilizases uno un poco más oscuro, gracias.


ON: Kaín había perdido el interés por el sujeto cuando este se echó en el árbol, así que siguió su camino. Estaba recorriendo la calle de las frutas cuando vio al extranjero corriendo como loco tras un hombre. Kaín recordaba perfectamente que aquella era la mochila del extranjero. Siguió al hombre a toda velocidad y llegó a verlo en el momento exacto en el que noqueaba al ladrón de un golpe de katana. Parecía que aquel hombre era algo mejor de lo que Kaín, había supuesto en un primer momento, lo que aumentó su interés hacia el. Pero el extranjero había dejado claro que no quería luchar, así que Kaín se limitó a seguirlo, pero esta vez con total descaro, a ver que pasaba.

Kaín siguió al joven hasta el restaurante y, movido por un impulso, se sentó en su misma mesa sin pedir permiso. Aquel hombre le intrigaba sobremanera.

-Hola, espero que me recuerdes, nos vimos hace un rato en el camino. El caso es que he visto como noqueabas al ladrón y mi curiosidad hacia ti se ha acrecentado, así que creo que voy a comer contigo.- Dijo el peliblanco con tono amigable. Ya no le preocupaba que fuera un pirata, pues no parecía mala gente.

-No soy de esta isla.- Contestó Kaín con desprecio.- La gente de aquí es pasiva y aburrida, no hay mucho que hacer. Pero me quedaba de camino así que me detuve aquí. La única forma de pasar un rato divertido es emborracharse, cosa que no practico con frecuencia, o luchar con alguien.- Añadió con una sonrisa.

Kaín escuchó con atención las palabras de aquel joven que tanto le intrigaba. Parecía que le estuviera tomando la medida a Kaín. Aquello le agradó.

-Soy un cazador, no un asesino. Me gusta luchar, es la mejor forma de descargar adrenalina. Además... ¿Que es la vida sin un poco de riesgo?- Añadió con una sonrisa.


Entonces su interlocutor pidió sake y comida al camarero. Llevaba un bigote que a Kaín le pareció ridículo, pues nunca le habían gustado los bigotes en la gente. Lo que sí aprobó fueron sus ropas negras.

-Yo también quiero carne, poco hecha. Y zumo de naranja, todo el que puedas traer.- Añadió haciendo sonar su bolsa para dar a entender que podía pagar bien los servicios del camarero.