Misión Ultrasupermegachupiretequeguay de los miembros del cp

Era una mañana tranquila como de costumbre. Yo estaba entrenando, esperando una oportunidad que me dieran para poder brillar y que me reconociesen por mi trabajo, pero para esto debería de estar en plena forma. Así que me pasaba los días enteros entrenando. La vista empezaba a nublarse del agotamiento, los músculos de mi cuerpo estaban tensándose y me temblaban los dos brazos. Mi corazón palpitaba rápidamente y mi respiración estaba muy agitada.

Sin poder continuar con el entrenamiento por el agotamiento que llevaba, me tire al suelo y me relaje hasta tal punto de quedarme dormido. Una voz me despertó. Era un agente del CP3 y lo sabía por el uniforme que llevaba, pero nunca nos habíamos encontrado.

-El jefe quiere verte, así que ves preparándote y acude a la oficina lo antes posible.

Fui a ducharme rápidamente y acudí a la oficina como me habían pedido que hiciera. Cuando entre la oscuridad del cuarto me impedía ver y me dejo aturdido unos segundos, hasta que la vista se me adapto correctamente a la escasa luz que había en aquella habitación.

Era la primera vez que entraba allí, hasta la fecha nunca antes me habían llamado para que viniera y estaba emocionado. En la habitación solo había un escritorio con su respectiva silla. No tenía nada mas. Desde mi punto de vista era demasiado sosa, pero esto a mi no me importaba, ya que lo único que quería era que me informaran de la misión, o eso creía yo.

Me quede quieto esperando que ahí se presentara alguien más, ya que me encontraba solo en aquel lugar. Derrépente escuche como la puerta se abría. Mi cuerpo empezó a temblar, deseoso de que me mandara mi primera misión en el CP. Cuando mire a la puerta para ver quien entraba me dí cuenta de que no era quien me esperaba, si no un agente del CP4 bastante reconocido por sus hazañas, Noa Kasanova.

El entró en la habitación y fue directo hacía el escritorio para recoger una carta que había encima de este. Se quedo leyendo la carta y cuando acabo, se quedo observándome. Aquel momento era inquietante pero eso a mi no me importaba ya que lo único que quería era ver al jefe.

-¿Tu eres Syuzuke verdad? Pues prepárate que está misma tarde salimos. Estoy a cargo de ti en está misión así que hazme caso en todo lo que yo te diga, y haz todo lo que te pida, si no me encargare personalmente de matarte. ¿me has entendido?

-Si agente, pero... ¿cual es la misión en la que vamos a encontrarnos?

Noa me dio la carta en la que se informaba de la misión mientras salía del cuarto, pero antes de cerrar la puerta me dijo:

-A las seis de la tarde estate en la salida, partiremos entonces, así que no llegues tarde.

Noa desapareció entre los pasillos mientras que yo, me quede leyendo la carta en la que se informaba de mi misión.

Agente Noa Kasanova, como agente de mayor rango en estos momentos del CP te encargo a tí está misión de búsqueda. Iras acompañado del novato Syuzuke D. Jiruchi. Vuestra misión consistirá en inspeccionar la isla y confirmar o denegar la sospechas de dinosaurios. No sabemos nada de la isla, lo único que sabemos es que la llaman la isla de los animales raros. Con fio en vosotros para que la encontréis y confirméis las sospechas y en caso de que sean ciertas, capturar a alguno para que podamos examinarlos. Ya que eso daría un gran progreso para la humanidad. Ir con cuidado de ser ciertas nuestras sospechas estos seres pueden ser muy peligroso, ademas de que si han sobrevivido por miles de años, y hay que encontrar el como lo han podido hacer. Cuento con ustedes dos.

Atentamente: X

Me encontraba en una especial de Ennies Lobby, en la cual solo pueden entrar los miembros del CP que sepan utilizar como mínimo el Seimei Kikan, en ella, hay máquinas especiales para entrenar todas y cada una de las técnicas del Rokushiki, en aquellos momentos estaba utilizando una maquina especial para el Shigan, su funcionamiento consiste en que una especie de colchón va adquiriendo resistencia poco a poco, a modo que al inicio del entrenamiento es fácil atravesarlo con el Shigan y poco a poco su dureza aumenta haciendo que la persona que este entrenando tenga que forzar mas y mas la técnica.

Mi entrenamiento practicamente llevaba al límite la maquina, de tal forma que para seguir mejorando en ese entrenamiento lo que hacia era utilizar varios dedos de la misma mano, gracias a este entrenamiento, los meses que pasé utilizando este sistema, mis dedos eran capaces de dejar las mismas marcas que dejan los leones cuando cazan, llegó tal punto que era capaz de atravesar planchas de acero con los dedos, todo un prodigio que en la historia pocos han llegado a igualar.

Llevaba ya varias horas entrenando cuando un miembro del CP1 fué a buscarme a la sala, estaba solo con la máquina por lo que encontrarme le tuvo que resultar muy facil.

-Pe... perdone, me... me envia la jefa, qui... quiere que vayas a la oficina pa... para tu proxima mi... misión. - El muchacho estaba visiblemente nervioso, jamás había entrado allí antes y no le tuvo que resultar nada fácil aquel recado.


-Tranquilo pequeño, has hecho bien tu tarea. - Con aquellas palabras esperaba tranquilizarle.


Rapidamente me dirigí a la oficina utilizando el Soru, si la misión era importante no convenía perder tiempo alguno, al entrar por la puerta vi a otro agente del CP1, mi reacción fue rápida al ver una carta en la mesa.


Entré en la habitación y fui directo hacía el escritorio para recoger una carta que había encima de este. Me quedé leyendo la carta y cuando acabé, me quede observando al muchacho. 


Agente Noa Kasanova, como agente de mayor rango en estos momentos del CP te encargo a tí está misión de búsqueda. Iras acompañado del novato Syuzuke D. Jiruchi. Vuestra misión consistirá en inspeccionar la isla y confirmar o denegar la sospechas de dinosaurios. No sabemos nada de la isla, lo único que sabemos es que la llaman la isla de los animales raros. Con fio en vosotros para que la encontréis y confirméis las sospechas y en caso de que sean ciertas, capturar a alguno para que podamos examinarlos. Ya que eso daría un gran progreso para la humanidad. Ir con cuidado de ser ciertas nuestras sospechas estos seres pueden ser muy peligroso, ademas de que si han sobrevivido por miles de años, y hay que encontrar el como lo han podido hacer. Cuento con ustedes dos.




-¿Tu eres Syuzuke verdad? Pues prepárate que está misma tarde salimos. Estoy a cargo de ti en está misión así que hazme caso en todo lo que yo te diga, y haz todo lo que te pida, si no me encargare personalmente de matarte. ¿me has entendido?

-Si agente, pero... ¿cual es la misión en la que vamos a encontrarnos?

Le dí la carta mientras me dirigí a la puerta.

-A las seis de la tarde estate en la salida, partiremos entonces, así que no llegues tarde.


Tras la breve conversación fui a mi habitación a prepararme.

Todo parecía más raro de lo normal aquel día, se acercaba la hora de partir y yo ya estaba preparado para eso. Caminaba lentamente por donde hasta la fecha, había sido mi hogar desde los siete años. Está iba a ser mi oportunidad para brillar y demostrarle de lo que era capaz, pero no quería que mi superior se llevara todos los méritos. Aquel lugar, hoy me parecía más raro de lo habitual. Es donde había pasado toda mi vida entrenando, pero hoy por razones diversas no conseguía reconocer nada. Todo me parecía muy extraño, pero yo seguía inundado en mis pensamientos, mientras iba a paso lento hasta el punto de reunión.

Por fin había llegado, pero todavía no habían tocado las seis campanadas que indicaría que sería la hora de partir, así que me senté esperando a que apareciese Noa Kasanova, que en está misión iba a ser mi superior y se iba a llevar los méritos de mis hazañas.

Cuando por fin se hizo la hora Noa apareció con un paso firme y seguro. Se notaba que esto para el era el pan de cada día, para el esto era tan normal, como para los drogadictos ver unicornios rosas fumando plantas extrañas.

Sin más demora partimos hacía nuestro siguiente rumbo aunque ahora iba a ser un punto crítico, ya que en la carta ponía algunas indicaciones pero ninguno de los dos habíamos ido y las indicaciones eran muy pobres, aunque no le di mucha importancia y me quede sentado en el barco dejando que Noa se encargara de esto.

Me encontraba en la cubierta del barco, el mar no nos estaba dando problemas hasta la fecha, Noa y yo llevábamos una semana navegando y sin apenas hablarnos. Me sentía solitario, más solo de lo normal y me entraban ganas de destrozar cosas para desestresarme, pero ahora no era el momento, ya tendré la oportunidad cuando llegue a la isla.

Me acerque a Noa que era el que llevaba el barco y me quede observándole como hacía su trabajo. La brisa hacía que nuestros pelos se ondearan y se quedaban totalmente desechos. Mi cara sentía la suave brisa golpeándola contra mi piel que hacía que me sintiera libre, con frio pero al fin de cuentas libre....

-Noa... -me quede un momento callado y proseguí – ¿te puedo llamar Noa verdad?

Me quede callado esperando una respuesta suya y despues proseguí hablando ya que tenía una curiosidad que me gustaría saber de el.

-¿Porque entrastes al cp?¿Te ocurrió algo o como fue tu reclutamiento?

Me quede callado esperando una respuesta suya para bien o para mal, mientras veíamos la isla en la que teníamos que desembarcar a lo lejos. Por la distancia que había todavía nos quedaría unas dos horas para llegar así que todavía había algo de tiempo para poder hablar con el y me quede callado esperando su respuesta.

Una vez en la habitación, agarré mis armas y las guarde en mi brazo cofre, a excepción del dial vacio, ese lo acoplé a la palma de mi mano cyborg.

Antes de partir decidí ducharme, tanto tiempo entrenando había hecho que mi cuerpo oliese de un modo nada agradable para ningun ser viviente, una vez duchado y con un olor mas agradable me puse los ropajes típicos del CP, una túnica negra con capucha, bajo de esta, la ropa que llevaba era ropa de "calle" o mejor dicho de incognito, nunca se sabe que puede suceder, ademas que me daba una mayor soltura a la hora de moverme.

Una vez los preparativos finalizaron me dirigí al lugar que habiamos quedado, no iba ajustado de tiempo pero tampoco me sobraba, antes de salir por la puerta de la habitacion, una carta se deslizó por debajo de la puerta, me agaché y la cogí, en ella se detallaban las coordenadas para llegar a la isla en cuestión.

Apenas tardé unos diez minutos en llegar al lugar acordado, Syuzuke ya estaba alli esperando, llegué a su altura y le hice un gesto para que me siguiera, rapidamente nos dirigimos al puerto para subirnos a una nave y emprender nuestro viaje.

Durante una semana nos dirigimos sin demora a la isla descrita en nuestra misión, el clima acompañaba la faena asi que no me fue necesario alterar el viento, llegariamos a la isla en un par de dias mas.

De pronto Syuzuke se dirigió a mi:


-Noa... -se quedó callado un momento  y proseguió – ¿te puedo llamar Noa verdad?

Se quedó callado esperando una respuesta  y despues proseguió hablando.

-¿Porque entrastes al cp?¿Te ocurrió algo o como fue tu reclutamiento?


El muchacho era simpatico, durante una semana ha estado callado esperando por temor a hablarme, asi que ahora que por fin había reunido el valor suficiente para hablarme, no le iba a dejar con la palabra en la boca.


-Jajaja, eres muy curioso ¿No? - le dije en tono de amistoso.


- Ya que tienes tanta curiosidad te lo contaré, verás, cuando era pequeño, un amigo y yo nos peleabamos continuamente, nos apoyabamos en todo, hasta que un buen dia, un hombre nos ofreció formar parte del CP, dijo que si lo haciamos viviriamos mil aventuras, y no se equivocaba, hasta ahora mi vida ha sido una aventura constante. Hasta que de pronto, un buen dia, mi amigo del alma, aquel que consideraba practicamente un hermano, me traicionó aliandose con los revolucionarios, desde aquel día juré que le encontraría para darme explicaciones.


-Pero bueno, de aquello ya ha pasado mucho tiempo, dime, ¿que es de ti? ¿como te unistes?.

Estaba enfrente de Noa hablando tranquilamente con el mientras nos acercábamos a la isla. El me explico el como llego al cp y como fue su vida desde entonces. Cuando acabo de contarme toda aquella historia bastante interesante pude observar que teníamos algo en común, los dos habíamos vivido una historia trágica en nuestro pasado y teníamos ese dolor por dentro, aunque en aspecto distintos, pero más o menos pude saber como se sentía. Estaba empezando a entender su forma de pensar y tambien empezaba a admirarle como un amigo.

-Pero bueno, de aquello ya ha pasado mucho tiempo, dime, ¿que es de ti? ¿como te unistes?

Era la primera persona que me preguntaba. Aquella historia jamas se la había contado a nadie por que jamas le había interesado a nadie, no se si era por pura formalidad o por que de verdad le interesaba saberlo pero se lo iba a contar de todas formas ya que tanto tiempo sin hablar con nadie hacía que me entraran ganas de esto.

-Yo he vivido toda mi vida solo, siempre he sido marginado por el resto de personas, me veían como un bicho raro, me discriminaban por que yo no tenía padres como a diferencia de ellos. Yo siempre me crie solo. -Me quede callado pensando lo que iba a continuar diciendo y proseguí.-Los niños de mi alrededor siempre se metían contra mi, me pegaban y me intentaban hacer la vida imposible.- Me volví a quedar callado mientras mis ojos se estaban volviendo rojos y lagrimosos recordando mi pasado. -Pero todo cambio cuando un hombre del CP me trajo aquí. El me enseño el valor de la vida, el me entreno haciendome una persona mucho más fuerte y ahora sin duda ya no soy aquel crio que se pasaba la vida llorando. Ahora mismo mi única preocupación es brillar en el CP que es el que me ha dado la vida o por lo menos yo lo considero así.

Después de decir aquellas palabras me quede callado esperando una respuesta, aunque no sabía si para bien o para mal, aunque tampoco quería que me tuviesen lástima, de todas formas me callé.

Una tormenta estaba viniendo, la brisa había cambiado de rumbo y ahora corría y golpeaba al barco desde el lado opuesto. El barco se tambaleaba de lado a lado, de está forma sería muy difícil llegar a la isla.

La tormenta iba a más, los rayos empezaron a caer cerca de donde nos encontrábamos. El fuerte viento golpeaba contra la vela del barco como cuchillos cortando poquito a poquito. El barco se tambaleo tan fuerte que me caí al suelo. Estábamos en la cubierta pero las olas que golpeaban contra el frente del barco entraban y cada vez había más agua en la cubierta.

Desde el suelo mire hacía Noa, el seguía de pie cogiendo el timón con fuerza para no caerse. Me quede observándole hasta que al final pude decir. -¿Que hacemos? A esté ritmo nos hundiremos antes de llegar a la isla y no tengo mucha idea de barcos. Así que espero tus ordenes.- Grite con fuerza debido al miedo que estaba empezando a pasar en el barco.

-¡¡¡¡¡¡¡¡Noooooaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!! ¡¡¡espero ordenes rápidoooooooo!!!!

Mi corazón empezaba a latir, como si de un motor de vapor se tratara. La sangre empezaba a quemar mi cuerpo, los nervios y el miedo me impedian levantarme sin saber mucho que estaba pasando por mi alrededor. No sabía que podía haber podido pasado, con la tranquilidad que había hacía un momento. Esto sin duda es el misterio de la grand line.

-Mi orden es que te sientes y observes el espectaculo.

El clima se había revolucionado, una gran tormenta se había levantado de la nada, la brisa había cambiado de rumbo y ahora corría y golpeaba al barco desde el lado opuesto. El barco se tambaleaba de lado a lado, de está forma sería muy difícil llegar a la isla, o por lo menos eso pensaria el joven Syuzuke.

La tormenta iba a más, los rayos empezaron a caer cerca de donde nos encontrábamos. El fuerte viento golpeaba contra la vela del barco como cuchillos cortando poquito a poquito. El barco se tambaleo tan fuerte que el joven se cayó al suelo. Estábamos en la cubierta pero las olas que golpeaban contra el frente del barco entraban y cada vez había más agua en la cubierta. 

Syuzuke había resbalado y posteriormente había perdido el equilibrio cayendo al suelo, la cosa pintaba fea, asi que simplemente comencé a utilizar mi poder.


El poder que me confiere mi akuma sobre el clima me da la oportunidad de hacer que este se calme, siendo capaz tanto de crear tormentas como de disiparlas, comencé con ello.


Rapidamente, los rayos cesaron, el viento dejó de zarandear el navío y comenzó a soplar de tal manera que ganamos algo de velocidad extra a la que ya ibamos, al manipular yo el viento, las olas dejaron de empapar la cubierta, es mas, esta comenzó a secarse, por último hice que las nubes se deshiciesen en otras mas pequeñas y asi destrozar la tormenta.


-Ya ha pasado todo.


Gracias a la velocidad extra que ganó el barco, el tiempo que tardariamos en alcanzar la isla se redujo a poco mas de un dia.

Noa con un increíble control meteorológico pudo calmar el tiempo y ahora íbamos mucho más rápido que antes. La mar se tranquilizo, el cielo estaba despejado como si no hubiese habido una tormenta desde hacía meses.

¿Como cojones has podido hacer eso?

Dije asombrado después de haber visto su inmenso poder en plena acción. Aunque todavía no podía descifrar el como lo había podido hacer y eso me llamaba mucho la atención. Me quede callado esperando una respuesta suya.

Después de haber mantenido una conversación con el me fui a dormir para recuperar energía por que se aproximaba un día que podía ser muy largo.

Al día siguiente, por fin llegamos a la isla. Habíamos podido anclar el barco en el mar y salimos en un bote hacía la orilla, ya que no había puerto y todo estaba rodeado de un gran bosque. Cuando llegamos a la orilla, empezábamos a notar la espesor del bosque.

El suelo estaba embarrado, en los alrededores solo se podían ver matorrales, y hasta cinco metros de distancia más o menos, ya que los matorrales no te dejaban ver más allá.

-A la mierda, ya no lo aguanto más.- Saqué mi hacha y empecé a cortar a diestro y siniestro, haciendo mi propia senda para poder avanzar.- Las cosas o se hacen por la fuerza o directamente no vale la pena hacer nada.

Tenía ganas de encontrar un dinosaurio o algo parecido, pero lo único que estaba encontrando eran matorrales y eso cada vez me estaba sacando más de mis casillas, hasta el punto de casi desquiciarme por ver que el tiempo iba pasando y no iba pasando nada en mi primera misión. Y lo único que deseaba es completar mi misión con éxito por eso cada vez estaba más y más nervioso.

¿Como cojones has podido hacer eso?


-Jajaja, digamos que soy algo complicado.

Tras aquello, el joven se fué a hechar una cabezada, yo hice lo propio, el barco podía ir perfectamente siguendo el rumbo y necesitaba dormir un poco.

Al dia siguiente, me despertó mi compañero en aquella aventura, me levanté y salí a cubierta a ver que demonios estaba haciendo para causar tanto ruido.

Me asomé y ví que nos habíamos quedado encallados con unos matorrales que impedian el paso a la isla, alli se encontraba Syuzuke, abriendo paso a base de hachazos.

-Espera que te ayudo.

Me acerqué sacando mi katana, una vez a su altura comence a canalizar la energía de mi cuerpo en el filo de mi katana y lo descargué a modo de multiples tajos energéticos contra los matojos.

Tras aquello se abrió un estrecho paso por el que podíamos adentrarnos hasta la isla, me coloqué en el timón y como pude hice que el barco llegase hasta esta.