Pasando frío (pasado)(privado) (Whitedog, Crystal y sinclair moon)

Era un día más navegando por el Grand Line, me preguntaba que aventura me esperaría hoy. El log pose indicaba que la próxima isla era el Reino de Sakura, era una isla de Invierno donde siempre nevaba. Cuando vimos que empezaban a caer copos de nieve enseguida supimos que la isla no andaba lejos. Tras un rato navegando en el mar cada vez nevaba algo mas, hasta que finalmente llegamos a tierra, una vez allí nevaba sin variar. Hacía bastante frío así que me abrigue con una chaqueta azul.
Entonces la tripulación se separo, ami me tocaba ir a buscar provisiones pero como era de esperar me perdí y estuve dando vueltas hasta que aparecí en una ciudad. No me había alejado mucho ya que esta ciudad estaba al lado de la costa. Lo primero que hice fue buscar alguna taberna para comer, ya habría tiempo de comprar provisiones más tarde. Me moría de hambre, hacía mucho frío y por si fuera poco me costaba andar en la nieve, aquella ciudad era bastante dura.
- Oye sabes donde hay algún sitio para comer? -le pregunte a un ciudadano.
Entonces me dio unas explicaciones pero no las entendí, notaba que me quedaba sin fuerzas, cuando acabo de hablar le dí las gracias y seguí adelante sin haber entendido nada. Notaba que las piernas no reaccionaban bien, se me empezó a nublar la vista y oía muchas voces, estaba muy confuso hasta que caí al suelo y perdí el conocimiento.

Bueno la situación era la siguiente, estaba aburrido cosa que no era una novedad, por lo que me encontré con un pequeño barco pesquero, asique le dije a su dueño que si podía acompañarle a donde quisiera que fuese y este aceptó, y de esta forma acabé en el reino de Sakura, un reino en el que se te congelaban hasta las ideas del frío que hacía suerte que llevaba mi traje de cuero negro y, aunque no hacía sol llevaba mis gafas oscuras, aunque no era extraño pues era una isla de invierno, en la cual día si día también nevaba, aunque si considerábamos esto era mi día de suerte pues hoy nevaba levemente y no era una ventisca enorme. Aunque de repente, ¡eureka! se me ocurrió una idea, era una idea infantil y estúpida, pero bueno eso no importaba. La cosa es que estaba rodeado de nieve y tenía un arma, mi arrow of destruction que era terriblemente versátil y que aceptaba cualquier cosa que pudiera lanzarse, asique cogí un puñado de nieve la convertí en una bola la introduje en el arma y la cargué, aunque claro antes me aseguré de que no se me hubiera olvidado ninguna bala dentro y al disparar la bola salió a gran velocidad hacia un árbol y se estrelló contra él. Tras esto seguí caminando por las calles del reino de sakura y de repente ví a una chica intentando socorrer a un chico que estaba tirado en el suelo y ella intentaba despertarlo sin éxito asique me acerque:

- Buenos días señorita, ¿Qué pasa la bella durmiente no se despierta?. No se preocupe soy médico, y aunque sea menos atractivo que usted, voy a ver si yo puedo. Bah no me haga caso es una broma, bueno aunque no es broma que usted sea hermosa.

Le tomé el pulso y comprobé si respiraba, pero se me ocurrió una idea genial:

- Mmmmmm no se que hacer para despertarlo, no es nada grave lo que lo pasa, pero no es bueno que este tirado en el suelo frío.

Me acariciaba la barbilla en señal de estar pensando y con los reflejos que había conseguido con mi entrenamiento, cogí un puñado de nieve y se la tiré al tipo del suelo a la cara, aunque antes comprobé que la nieve fuese blanda. Luego miré a la chica y le dije:

- Era el método mas efectivo que se me ocurría asique espero que no me mate cuando se despierte.

Estaba durmiendo muy tranquilo, aunque tener tanta hambre y pasar frío me hacía soñar cosas raras, hubo un momento que oía la voz de una chica pero no entendía que me decía, mas tarde escuche la de un chico. De repente note como si me chocara con algo y empece a notar un gran cambio de temperatura en la cara y eso hizo que me despertara. Antes de abrir los ojos dí un gran bostezo.
- Ya es de día? -pregunte mientras abría lentamente los ojos.
Entonces me di cuenta de que no estaba en el barco ni con los demás de la tripulación, me senté en la nieve a reflexionar que pasaba hasta que lo recordé todo, estaba buscando comida y me debilite por tener tanta hambre. Tras dejar mi reflexión me di cuenta de que tenía dos personas delante, ambos eran bastante jóvenes, tendrían dos o tres años mas que yo, uno era una chica y el otro un chico, aún no podía dar una descripción física sobre ellos ya que aún estaba medio dormido, no sabía que hacían allí, habían algunas posibilidades, intentar matarme, quererme ayudar o tan solo estaban mirando. No me importaba cual fuera, así que decidí hacer lo más prudente que se me ocurrió.
- Conocéis algún sitio para comer? -dije esto porque no sabía quienes eran, y en el caso de que fueran enemigos no tenía posibilidad alguna, ya que estaba muy débil.

Intenté despertarlo, pero nada, no funcionaba, seguía sin dar señales de vida, parecía que estaba muerto, no sabía si seguir insistiendo o dejarlo allí tirado, la segunda opción no me gustaba mucho, pero en esos momento la misión era más importante que estar pendiente de un cuerpo tirado en la nieve.

- Buenos días señorita, ¿Qué pasa la bella durmiente no se despierta?. No se preocupe soy médico, y aunque sea menos atractivo que usted, voy a ver si yo puedo. Bah no me haga caso es una broma, bueno aunque no es broma que usted sea hermosa.

Esas palabras vinieron de imprevisto, no sabía que alguien estaba junto al cuerpo. Miré a mi derecha, había un hombre pelirojo, igual que yo, llevaba una chaqueta no muy gruesa para protegerse del frío que hacía. Cuando me dijo eso, le puse una cara de desafío, no me gustaba mucho que me dijesen esas cosas, como si fuese una linda mujer que solo sabe planchar y hacer tareas, era totalmente diferente, pero por otro lado es agradable ver que hay gente con buenos modales.

El chico le puso los dedos en su cuello, no sabía que quería conseguir con eso.

- Mmmmmm no se que hacer para despertarlo, no es nada grave lo que lo pasa, pero no es bueno que este tirado en el suelo frío.

- Podemos pedir que lo dejen en una casa hasta que se recupere.-Dije serenamente-

En ese momento estaba pensando, se le notaba por las acciones que realizaba sin moverse de allí y sin quitarle la mirada al cuerpo. Pensaba que iba a llevarlo a una casa, pero de repente cogió nieve y se la lanzó a la cara, en verdad era una buena solución.

- Era el método mas efectivo que se me ocurría asique espero que no me mate cuando se despierte.

No dije nada, ni tampoco le dediqué ninguna mirada, solo miraba al cuerpo, esperando alguna reacción del mismo. en ese instante reaccionó, pero no de la forma que pensaba, empezó con un bostezo. Al final se incorporó sentado en la nieve, parecía que pensaba en algo, yo por mi parte estaba allí quieta mirando a ese chico. después de estar pensando un rato habló.

- Conocéis algún sitio para comer?

No le respondí, solo esperaba el mejor momento para largarme de allí, y ese era un buen momento.

Mi método funcionó, y además tuve suerte de que aquel chico cuando se despertó parecía que no sabía de donde había venido la nieve, se limitó a preguntar si sabíamos dónde había un lugar para comer, cosa que me hizo pensar que aquel hombre no estaba tirado en el suelo por ir borracho y había elegido ese lugar para dormir la mona, sino que más bien se había desmayado de hambre:

- Chico, no puedo ayudarte, pues no sé dónde hay un lugar para comer, pero yo creo que preguntando por aquí alrededor, quizás lo sepan, de todas formas ¿Necesitas ayuda?

Levanté la vista y vi como la chica hacía el gesto de irse:

- Oye alguno de los dos ha venido a esta isla a hacer algo interesante, lo digo porque yo solo he llegado a esta isla por ver mundo, no para nada en especial. Ademas, me aburro y no lo soporto y, cuando me aburro hago cosas, por ejemplo recuerdo que una vez ayudé a unos piratas a robarle a la marina. Asique bueno, si alguno de los dos me necesita os puedo prestar mis servicios y como busco, simplemente, matar el tiempo lo haré gratis.

Tras hacer mi pregunta, ninguno de los dos parecía poder ayudarme, la chica no me había respondido y parecía que quería irse, tal vez tenía prisa y el hombre me dijo que no conocía ningún sitio para comer, pero también me preguntó si necesitaba ayuda.
- La verdad es que llevo horas andando por la nieve, necesito comer algo, pero creo que podre llegar a un bar. Gracias por la ayuda. -le agradecí a ambos ya que parecían haberse ocupado de mi mientras estaba debilitado.
Entonces noté un olor a comida, entonces me fije en que al final de esa calle había un bar, al final me levante aunque me costaba aguantar el equilibrio. Decidí ir allí a recuperar algo de fuerzas. Entonces el chico dijo que llegó a la isla solo por ver mundo y no tenía nada que hacer, entonces nos pregunto a que habíamos venido nosotros.
- Yo he venido con mis compañeros a por provisiones y a que se cargue el log pose, pero siempre estamos listos para una nueva aventura. -le explique mientras me desplazaba lentamente hacía al bar.
- Yo me voy a comer un poco, quereis venir? -les invité a venir.

Me iba a ir, pero en ese momento el tipo del pelo rojo, preguntó si teníamos cosas que hacer, que él podía ayudar en lo que fuese, que se limitaba a ayudar a la gente y pasar el rato. En verdad no necesitaba ayuda, no iba a decir nada de la misión, la podía fastidiar. Analicé la frase y pude notar algo, había dicho que había ayudado a un pirata robar a un marine, y por sus pintas no parecía nada de eso.

Cuando preguntó eso, me quedé pensando y me giré para ver que iba a hacer el otro tipo. Se iba a ir a un bar a comer, también nos dio las gracias por ayudarle, me dediqué a no hacer nada ni a decir nada, no confiaba en esas personas, aunque fuesen amables. El tipo que estaba en el suelo se iba a ir al bar cuando nos invitó a ir con él.

- No puedo, tengo cosas que hacer en la isla antes de irme, es fácil lo que tengo que hacer.

En eso cogí y me fui a ver si podía terminar con al misión que me había encomendado Azumi.

Algo me decía que aquella chica no me creía y que había ido a aquella isla a hacer algo interesante, bueno la cuestión es que ella no quería que fuese con ella, aunque por el contrario el chico me invitó a ir con él, el plan del chico no era tan interesante, como me imaginaba que pudiese ser el de la chica. El chico simplemente iría a comer a un bar que había al final de la calle y a por provisiones para él y su banda. En cuanto a la chica se iba alejando y le dije al chico:

- Hey chaval, ¿Sabes? Si no tuvieras nada que hacer te animaría a seguir a esa chica, algo me dice que va a hacer algo divertido y quiere la diversión para ella sola. De todas formas te acompañaré a comer algo no quiero que te me mueras por el camino y en cuanto a la chica, bueno algo me dice que nos la volveremos a encontrar y entonces si que necesitara nuestra ayuda.

La chica rechazo mi oferta y se fue hacer lo que tenga que hacer, en cambio el chico acepto venir a comer conmigo, parecía que le preocupaba mi estado, sin duda era muy buena persona no me conocía de nada y quería ayudarme, me dijo que después de comer tenía ganas de ir con la chica, sinceramente a mi no me gustaba meterme en los asuntos ajenos y esa chica no parecía querer ser ayudada, pero les debía una a ambos.
- No te preocupes por ella, cuando acabemos de comer la encontrare con mucha facilidad con el poder de mi fruta de el Diablo. -le dije mientras seguía andando sin equilibrio camino de el bar.
Me seguía desplazando, con la duda de porque me sentía tan débil, nunca me había sentido así, parecía que mi cuerpo se convertía en piedra. Entonces saque la conclusión de que la nieve me hacía perder fuerza a causa de mi fruta de el Diablo, no tenía otra conclusión, al fin y al cabo la nieve es agua solida.
Al fin entramos en el bar, allí me sentía algo mejor, lo primero que hice fue sentarme en la barra.
- Jefe, quiero tres platos de arroz y uno de carne, y lo que te pida este joven es mi invitado. -le dije al camarero.
- Por cierto mi nombre es LØuis, pero en el Mar del Este me dí a conocer como Whitedog. Cual es tu nombre? -le dije a mi nuevo amigo.

Seguí mi camino, no paraba de mirar a la gente y esta a la vez de miraba, no sabía las intenciones de esas miradas, pero lo mejor que podía hacer era no acercarme a esa gente, o por lo menos preguntarle desde lo lejos, pero sería una pésima idea, ya que no quería que nadie se enterase de la misión y de esa forma se descubriría la misión. Seguí caminando un poco mas hasta ver a un grupo de mujeres que estaban cotilleando, lo podía ver por sus gestos y por su rostro.

Al acercarme a ellas se callaron y sus rostros se pusieron serios, cuando estaba cerca de ellas, tenían pinta de irse, pero al empezar a hablar, se quedaron, podían creerse que iba a contar un cotilleo. Se quedaron.

- ¿Sabeis algo sobre un hombre llamado James?

Nada más decir ese nombre me señalaron la montaña, me dijeron que en lo alto de esa montaña había un castillo, allí se encontraba ese tal James. le di las gracias y me fui de allí para ir al barco y contárselo a Azumi. Al llegar Azumi me impidió el paso y me preguntó. Le respondí con lo que sabía, este al escuchar todo llamó a toda la tripulación y nos fuimos hasta aquella montaña.

Cuando íbamos por el pueblo Azumi me dijo que era peligroso la misión, que podía quedarme en la aldea hasta que terminasen ellos. No podía hacer mucho, le dije a Azumi que me quedaba en la aldea hasta que apareciesen. Al cabo de un rato se alejaron, yo miraba alrededor par ver un sitio donde permaneces hasta entonces. Vi una taberna. Entré, pedí un plato de carne en la barra y me senté en una de las sillas que estaba justo al lado de la mesa cercana a la barra.

Mientras acompañaba a mi compañero debilitado al bar que encontró, cuando alcé la mirada, vi una montaña a lo lejos y en su cima un castillo, pero no le di importancia, por ahora. Cuando llegamos al bar pedí lo mismo que mi compañero, el cuál me preguntó que como me llamaba:

- Puedes llamarme Sinclair.

Pronto, el camarero nos trajo nuestros pedidos y cuando llevaba un rato comiendo, ví aparecer por la puerta del mismo a la chica de antes, asique me acerque a ella y le dije:

- Vaya, vaya, vaya nos volvemos a encontrar. ¿Sabes? Mi compañero y yo hemos visto un precioso castillo desde aquí, en la cima de una montaña. Me preguntaba, si no tenías nada que hacer, si nos acompañarías, quizás su dueño nos lo muestre ¿ Qué me dices?

El chico me dijo que se llamaba Sinclair. Tras estar un rato comiendo aquella deliciosa comida, el chico se puso a hablar con alguien, no preste ninguna atención le oí algo de un castillo, estaba demasiado tiempo sin comer y aquella comida era el mejor tesoro que había. Cuando estaba lleno me gire y vi que con quien hablaba Sinclair era la chica pelirroja de antes.

- Hola de nuevo, ya has terminado tu trabajo? -le dije a la chica con curiosidad ya que antes no tuve tiempo de hablar con ella.

Entonces recordé que Sinclair nombró un castillo parecía algo emocionante, como no me entere de nada ya que estaba comiendo como un desesperado, decidí preguntar.

- Vais a ir a un castillo? Puedo ir yo también? -intenté meterme en la conversación como pude.

Entonces pensé en que igual en el castillo habrían provisiones, podría venirme bien ya que me tenía que encargarme yo de llevar las provisiones al barco.

Me senté en una silla y me puse a esperar al plato que había pedido, en ese momento uno de los tipos que estaba antes en la calle, justamente el que había despertado al otro tipo, se acercó a  la mesa donde estaba situada.

- Vaya, vaya, vaya nos volvemos a encontrar. ¿Sabes? Mi compañero y yo hemos visto un precioso castillo desde aquí, en la cima de una montaña. Me preguntaba, si no tenías nada que hacer, si nos acompañarías, quizás su dueño nos lo muestre ¿ Qué me dices?

No me lo podía creer, querían ir al castillo, donde la banda había ido a encargarse de un tipo raro. Al escucharlo me giré y le miré a la cara.

- No os recomiendo subir allí arriba, cuentan que hay un tipo muy poderoso que se encarga de cualquiera que sube.

En ese momento se acercó el otro tipo, esta vez el que estaba durmiendo en el suelo, nada más acercarse, me preguntó.

- Hola de nuevo, ya has terminado tu trabajo?
- La verdad es que si, solo tenía que recopilar información sobre una cosa.

Al segundo de preguntarme y responde, comentó lo del castillo.

-Vais a ir a un castillo? Puedo ir yo también?

No dije nada, lo que tenía que decir ya lo había dicho al otro tipo. Solo quería hacer tiempo para que Azumi y compañía se encargasen de ese tipo para que quien subiese, estuviese a salvo. Era una misión tan aburrida que tenía ganas de subir y meterle una paliza al tipo ese.

Mientras estaba hablando con la chica louise o algo así, que así era como se llamaba mi acompañante, vino y le dijo a la chica que si ya había acabado lo que tenía que hacer y le respondió que si que solo tenía que recopilar información sobre una cosa. Aunque cuando hablé del castillo aquella chica parecía agitada y dijo que no nos recomendaba a subir a dicho castillo pues había un hombre poderoso que se encargaba de todo el que subía. La cosa se ponía interesante:

- O sea que es una especie de tirano, ¿eh? ¿Sabes? Yo tengo mucha experiencia con ellos, recuerdo que una vez en una isla a la que fui había un caballero medieval/asesino en serie que se dedicaba a matar jovencitas. Y recuerdo que un par de individuos y yo, le hicimos pagar caros sus crímenes, y recuerdo también que ese tipo tenía como mascota un dragón y bueno. Lo que quiero decir es que si subimos a ese castillo y ese tipo quiere guerra la tendrá.

A continuación, mi compañero se emocionó y dijo que si podía acompañarme:

- Pues claro Louise, después de todo solo vamos a ir de turismo.


Me giré hacía la chica y le dije:

- Aunque ¿Sabes?, es una idea absurda y sería una coincidencia que así fuera pero…algo me dice que tiene algo que ver ese tipo del castillo con la información que has ido a buscar…bah no me hagas caso supongo que has ido a informarte de otra cosa, verdad.

La chica me dijo que había terminado su faena ya que solo era recopilar información. Sinclair me dijo que podía ir al castillo pero la chica dijo que en el castillo vivía un tipo muy peligroso, entonces Sinclair estuvo contando una historia bastante interesante sobre un asesino y un dragón.
- Me da igual que haya un tipo poderoso, me apetece investigar un poco. Por cierto Sinclair mi nombre es Løuis y no Louise. -dije riéndome.

Entonces me puse a pensar en que esa chica no era de la armada, a no ser que fuera una espía, si no trabajaba en la armada porque estaría recopilando información sobre un tipo poderoso que vive un castillo. Además tenía que saber si era de la armada, si se enteraba de que yo era un pirata podía correr bastante riesgo ya que parecía tener unos cuantos refuerzos.
- Oye! Y ese hombre es algún fugitivo o algo? -pregunte para salir de dudas.

El tipo pelirojo vino y empezó a hablarme. Le dije que subir al castillo podía ser peligroso, pero bueno, son hombres y algunos de ellos eran testarudos. Me empezó a contar una historia suya de hace tiempo, en su pasado.

- O sea que es una especie de tirano, ¿eh? ¿Sabes? Yo tengo mucha experiencia con ellos, recuerdo que una vez en una isla a la que fui había un caballero medieval/asesino en serie que se dedicaba a matar jovencitas. Y recuerdo que un par de individuos y yo, le hicimos pagar caros sus crímenes, y recuerdo también que ese tipo tenía como mascota un dragón y bueno. Lo que quiero decir es que si subimos a ese castillo y ese tipo quiere guerra la tendrá.

En ese momento apareció el otro tipo, el que había estado tirado en el suelo durmiendo, decía de ir al castillo junto al otro tío. Aceptó. Se giró para volverme a hablar, le estaba mirando sí, pero estaba en otra cosa, en una cosa importante mía.

-Aunque ¿Sabes?, es una idea absurda y sería una coincidencia que así fuera pero…algo me dice que tiene algo que ver ese tipo del castillo con la información que has ido a buscar…bah no me hagas caso supongo que has ido a informarte de otra cosa, verdad.

Estaba en lo cierto, pero no reaccioné para nada, ni tampoco le dije nada, seguí seria hasta que se quisieran irse de allí. El otro tipo dijo que le daba igual quien estuviese en el castillo, le apetecía investigar un poco. Luego preguntó otra cosa.

- Oye! Y ese hombre es algún fugitivo o algo?

- En verdad no es muy problemático, pero tiene sus técnicas de lucha y lo más importante es que debe dinero a mucha gente, por eso digo de no ir, porque puede estar ocupado y por mi parte no quiero molestar a nadie.

La chica, a raíz de una pregunta que le hizo el chico que tenía al lado, dijo que, en verdad, el tipo no era demasiado problemático, pero que sabía luchar. También dijo que ese tipo del castillo le debía dinero a mucha gente y que podría estar ocupado y que ella no quería molestar. Parecía muy convincente hasta, incluso, podría ser verdad, asique se me acabaron los argumentos e, incluso se me empezó a olvidar la idea de subir a ese castillo, pero mi acompañante dijo algo que me siguió dando argumentos para subir a ese castillo:


- Oye chica, lo primero preguntar cómo debería llamarte y lo segundo, si ese hombre debe dinero a la gente y subimos a su castillo y le molestamos pues nos iremos y ya está, además Louis tiene muchas ganas de ir ¿no le quitaras la ilusión al pobre chico, no?


Me levanté de la silla le di al tabernero unos cuantos berrys por mi comida y la de mi compañero y me dirigí hacía la puerta del bar, pero antes me di la vuelta:

- Louis me voy al castillo ¿te vienes? Y tú, chica algo me dice que te mueres por ir, nos puedes acompañar si quieres.

Al escuchar la respuesta de aquella chica supe que no trabaja para el gobierno, el único problema que parecía haber con aquel hombre del castillo era que debía dinero a la gente. El gobierno no perdería tiempo con problemas tan absurdos como ese habiendo problemas mucho más graves por todo el Grand Line.

Sinclair se levantó y se dirigía hacía la puerta, pero de repente se giro y me preguntó si quería ir con el a investigar aquel castillo con el, y también le dijo a aquella chica si quería acompañarnos.
- Dudabas en que no iba a ir yo al castillo? -le dije sonriendo.

Me levante y yo también iba hacía la puerta para salir a la taberna. Pero antes de eso me pare delante de aquella chica, tenía que convencerla para que viniera ahora que ya sabía que no trabajaba para el gobierno estaba seguro que podría confiar en ella.
- No te preocupes, yo he luchado ya con algunos tipos peligrosos, y este hombre de aquí parece bastante fuerte, podemos defendernos de sobra. -le dije sonriendo.
- Las personas somos libres, así que la decisión de unirte a esta aventura es tuya. -le dije mientras caminaba donde estaba Sinclair.