Helado-chan
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fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Como ya iba siendo normal en Shiro, mi rata-conejo-degrantamaño-decoloroscuro-conlargasorejas-ydelascosasmásvagasdelmundo, sus ronquidos resonaban en mis tímpanos como campanadas mientras panza abajo reposaba sobre mi cabeza. Ya era normal que hiciera eso diariamente, pero parecía que el calor de Arabasta lo había vuelto incluso más pasivo y dormilón que de costumbre.
¿Que qué hacíamos un par de sexys peliblancos en un lugar como aquel país desértico? ¡Pues ganar berries! Habíamos ido a disfrutar de las maravillas de la ciudad casino Rainbase, lugar se decía que había sido lugar de una mafia, o de criminales, o de un grupo de monos rosa montados en monociclos; ¿qué más daba? Estábamos allí e íbamos a divertirnos un poco.
-Creo que nos hemos perdido hermano... Tantos colores me desconcentran y no soy capaz de estar atento a por donde vamos.- Comenté con la mirada perdida y con in hilo de baba cayéndome por la comisura de los labios.
El bullicio de la gente por las calles era bastante más notorio que el que había por la estepa, tampoco tanto, solo unos cuatro o cinco mil decibelios más. Aunque el ruido era notable -cosa que ignoraba gracias a los ronquidos de Shiro- en las calles había menos gente de la que aparentaba.
Mi ropa era la de siempre, con el toque añadido de un gorro mariachi -el cual tapaba casi por completo a mi mascota exceptuando sus largas orejas, que parecían mías- que casi triplicaba el tamaño de mi cabeza, de color amarillo fosforito y con pompones rosas; os diría dónde lo conseguí, pero ni siquiera yo lo sé... cosas que pasan cuando se pasa la una de la madrugada. Aquel día, con aquel sombrero, iba a ser cuanto menos, legen-
-¡Coño hermano, mira aquel cartel luminoso de la hamburguesa gigante! ¡¡Yo quiero una de ese tamaño, jajaja!!
Dario.
¿Que qué hacíamos un par de sexys peliblancos en un lugar como aquel país desértico? ¡Pues ganar berries! Habíamos ido a disfrutar de las maravillas de la ciudad casino Rainbase, lugar se decía que había sido lugar de una mafia, o de criminales, o de un grupo de monos rosa montados en monociclos; ¿qué más daba? Estábamos allí e íbamos a divertirnos un poco.
-Creo que nos hemos perdido hermano... Tantos colores me desconcentran y no soy capaz de estar atento a por donde vamos.- Comenté con la mirada perdida y con in hilo de baba cayéndome por la comisura de los labios.
El bullicio de la gente por las calles era bastante más notorio que el que había por la estepa, tampoco tanto, solo unos cuatro o cinco mil decibelios más. Aunque el ruido era notable -cosa que ignoraba gracias a los ronquidos de Shiro- en las calles había menos gente de la que aparentaba.
Mi ropa era la de siempre, con el toque añadido de un gorro mariachi -el cual tapaba casi por completo a mi mascota exceptuando sus largas orejas, que parecían mías- que casi triplicaba el tamaño de mi cabeza, de color amarillo fosforito y con pompones rosas; os diría dónde lo conseguí, pero ni siquiera yo lo sé... cosas que pasan cuando se pasa la una de la madrugada. Aquel día, con aquel sombrero, iba a ser cuanto menos, legen-
-¡Coño hermano, mira aquel cartel luminoso de la hamburguesa gigante! ¡¡Yo quiero una de ese tamaño, jajaja!!
Dario.
Zesh Aran
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Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Rainbase, ciudad del entretenimiento, los casinos y los juegos varios ahora además era el lugar al que habían decidido ir los dos Aran más peligrosos de la nueva generación y cuando digo peligrosos no me refiero por su fuerza, más bien por lo poco equilibrados que eran mentalmente.
Por las transitadas calles de aquella ciudad se encontraban los dos mellizos andando junto a sus extrañas mascotas aunque, a pesar de ser una escena bastante típica, sus ropajes distaban mucho de ser "normales".
Shiro se encontraba durmiendo sobre la cabeza de Zareth quien se había comprado un estupendo gorro de mariachi y lo llevaba puesto en ese instante. Por su parte Zesh llevaba unas gafas enormes de culo de vaso con nariz y bigote postizos, además se había comprado una nube de algodón de azúcar casi tan grande como él.
- Creo que me gusta esta ciudad. -
Mencionó Zesh con una media sonrisa camuflada gracias a su bigote mientras trataba de evitar que el hiperactivo de Kuro, su mascota y contraparte de Shiro, se comiera su algodón. Caminaba junto a su hermano esquivando como podía a la gente a la vez que intentaba por todos los medios que la nube no cayera al suelo. En cuanto tuvo un instante paró y se quedó mirando a su hermano para mencionarle una pequeña duda que tenía sobre el plan de ambos. No sin antes darle un gran bocado a su nube.
- Oye - Comentó mientras hacía una pequeña pausa para digerir el bocado. - ¿De verdad crees que nos dejarán entrar al casino siendo menores únicamente por llevar estos atuendos? -
Al parecer el bullicio o los ronquidos de su mascota hicieron que no escuchara nada dado que lo único que obtuvo como respuesta fue lo siguiente.
- Creo que nos hemos perdido hermano... Tantos colores me desconcentran y no soy capaz de estar atento a por donde vamos. -
Dando el caso por perdido se limitó a sonreír y continuar andando, ya que estaba ahí pasarían un buen rato y ¿Por qué no? Conseguirían algo de dinero. Poco duró aquella nube de algodón gigante en las manos del glotón de Zesh quien en unos pocos minutos más acabó con esta.
- ¡Coño hermano, mira aquel cartel luminoso de la hamburguesa gigante! ¡¡Yo quiero una de ese tamaño, jajaja!! -
En cuanto terminó aquella frase Zesh había desaparecido de su sitio y se había movido tan veloz que a los ojos de cualquier mortal habría parecido una teletransportación y es que, si había una debilidad que mencionar sobre Zesh, sin duda alguna, era la comida.
- ¡Oye tú! ¡Me das dos hamburguesas gigantes de esas! ¿Zareth, tú quieres algo? -
Por las transitadas calles de aquella ciudad se encontraban los dos mellizos andando junto a sus extrañas mascotas aunque, a pesar de ser una escena bastante típica, sus ropajes distaban mucho de ser "normales".
Shiro se encontraba durmiendo sobre la cabeza de Zareth quien se había comprado un estupendo gorro de mariachi y lo llevaba puesto en ese instante. Por su parte Zesh llevaba unas gafas enormes de culo de vaso con nariz y bigote postizos, además se había comprado una nube de algodón de azúcar casi tan grande como él.
- Creo que me gusta esta ciudad. -
Mencionó Zesh con una media sonrisa camuflada gracias a su bigote mientras trataba de evitar que el hiperactivo de Kuro, su mascota y contraparte de Shiro, se comiera su algodón. Caminaba junto a su hermano esquivando como podía a la gente a la vez que intentaba por todos los medios que la nube no cayera al suelo. En cuanto tuvo un instante paró y se quedó mirando a su hermano para mencionarle una pequeña duda que tenía sobre el plan de ambos. No sin antes darle un gran bocado a su nube.
- Oye - Comentó mientras hacía una pequeña pausa para digerir el bocado. - ¿De verdad crees que nos dejarán entrar al casino siendo menores únicamente por llevar estos atuendos? -
Al parecer el bullicio o los ronquidos de su mascota hicieron que no escuchara nada dado que lo único que obtuvo como respuesta fue lo siguiente.
- Creo que nos hemos perdido hermano... Tantos colores me desconcentran y no soy capaz de estar atento a por donde vamos. -
Dando el caso por perdido se limitó a sonreír y continuar andando, ya que estaba ahí pasarían un buen rato y ¿Por qué no? Conseguirían algo de dinero. Poco duró aquella nube de algodón gigante en las manos del glotón de Zesh quien en unos pocos minutos más acabó con esta.
- ¡Coño hermano, mira aquel cartel luminoso de la hamburguesa gigante! ¡¡Yo quiero una de ese tamaño, jajaja!! -
En cuanto terminó aquella frase Zesh había desaparecido de su sitio y se había movido tan veloz que a los ojos de cualquier mortal habría parecido una teletransportación y es que, si había una debilidad que mencionar sobre Zesh, sin duda alguna, era la comida.
- ¡Oye tú! ¡Me das dos hamburguesas gigantes de esas! ¿Zareth, tú quieres algo? -
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