Visitando una montaña [Pasado-Kaiser]

Era la segunda vez que estaba en esa montaña, donde habia un gran bosque. Le gustaba estar ahi, lo ponia tranquilo, y le ayudaba a pensar cuando estaba bloqueado. Nada mejor para un hombre de rocas que una montaña, puesto a que era, basicamente, su mundo entero. Archer era un pirata curioso, puesto a que no gustaba de causar mal alguno, excepto a la Marina y el Gobierno, por motivos propios que tenian que ver con su pasado personal. Sin embargo odiaba por igual lo que le habia pasado como lo que ocurria con toda la demas gente, y no solo humanos, sino todo ser viviente que existia.

Sabia de una caza de gigantes, esclavizacion de gyojin y demas, y vaya que eso le ponia molesto. De hecho, era la razon por la que ese dia habia regresado al East Blue y se fue a la montaña. Era parte de una banda pirata, pero gustaba de tener aventuras propias, y se entero de ese tipo de cosas en contra de las otras especies del planeta mientras buscaba a una integrante de esa misma banda. Habia decidido pausar su busqueda, y pensar en como podria ayudar a tales personas.. Sin embargo, la montaña no tenia respuestas, y sabia que pronto iban a comenzar a merodear todo tipo de ladrones y bandidos. Pero la tarde era joven, y con ella podria llegar una que otra sorpresa..

Archer comenzo a caminar un rato, y sin saberlo se iba acercando a alguien que bien podria ser un peligro mortal para cualquier ser humano normal. Llevaba consigo un morral de tela blanca, desteñida ya al color gris debido al constante uso de la misma y que la tenia en todas partes. Dentro de la misma, habia un par de libros, comida, entre otras cosas. Especialmente, habia un arma, la unica espada de Archer. Era de un par de miles de años en antiguedad, y virtualmente indestructible. Tenia mango de roca, y en la empuñadura de ambos lados el simbolo del yin-yang; de igual manera, de un lado era color negro y del otro, metalico. Curiosamente, tambien habia un par de rocas pequeñas en las correas del morral.

De pronto, un aroma extraño se le presento. Tenia unos sentidos super agudizados, en especial el oido, olfato y vista, y era muy extraño notar una ligera fragancia entre hombre y pescado.. ¿Un Gyojin? No habia visto uno en mucho tiempo.. solo una vez, y gracias a eso reconocia el aroma. ¿Que haria ahi un sujeto asi? La curiosidad gano al pirata peliblanco, y debido a ella se quedo esperando, con su morral a la espalda, sentado en una roca. Tal como si no supiera lo que se acercaba..

Archer estaba pensando.. Ese sentimiento que le transmitia su espada en ocasiones al tocarla, como un escalofrio.. ¿que seria? ¿Acaso el arma de miles de años podia comunicarse con las personas que la poseian? de ser asi, no habria mejor objeto en el mundo para alguien que gustaba de saber sobre historia, mitologia y filosofia como lo era Archer. Sin embargo, aquella sensacion se intensificaba en momentos cuando el peligro era mayor, y mas aun en esas raras ocasiones en que Archer tenia la mente en blanco sobre que hacer. Curiosamente, en esos momentos parecia que la espada le daba las ideas, puesto a que pronto se le ocurria algo y podia salir de ese peligro.

Perdido momentaneamente en esos pensamientos, sentado en una roca, el pirata tomo su espada y la examino. Sin duda era unica en el mundo y, ademas, sin importar que tuviera o no un potencial desconocido para el en ese momento, era muy especial. En ese momento, era lo unico que le pertenecia realmente, y por lo unico que tenia un sentimiento positivo.. Claro, en el futuro tendria amigos, incluso algo mas, si llegaba a comprender ese nivel de sentimiento por otras personas. Comenzo a recordar como paso muchos años de su vida al servicio de la marina y el gobierno, en un escuadron de muerte. Se sentia totalmente culpable por las personas a las que llego a matar en ese tiempo, incluso a quienes mato para salir de ahi.. Y, de pronto, entre sus manos la espada le hizo sentir nuevamente esa sensacion, y volvio a poner atencion a sus sentidos.. Por fin, el gyojin estaba muy cerca, suficiente como para que ambos pudieran estar a la vista del otro.

Archer levanto la vista, y aquel Gyojin ya estaba bastante cerca del pirata. Podia oler en el ese aroma, unico y apenas perceptible en general, que revelaba la pirateria del humanoide. El sonido de su propio corazon se acelero junto con el del gyojin, puesto a que la mueca y los armas que desprendian del sujeto decian que no estaba ahi por pura casualidad, estaba buscando una victima. Era un desafio a muerte, aun antes de que fuera explicado como tal, pero Archer ya no aceptaria ser asi.. al menos, no con piratas.

-Estoy seguro de que habra alguien de mayor importancia para matar..-

Menciono con voz tranquila, tomando sus cosas y guardando la espada entre ellas, para despues colgarse su "morral" al hombro. Notablemente no queria pelea con aquel sujeto, pero no podia decir lo mismo del peliblanco. Sabia que los Gyojin eran bastamente poderosos, por lo que no importaba en donde estuvieran se trataban de una amenaza considerable. Archer tampoco era una cosa cualquiera, pero sabia cuando era momento de pelear, y solo lo haria en ese lugar de ser necesario... No iba a perder su vida por mostrarse pacifico.

Archer seguia sentado en la roca, sin mostrar algun tipo de posicion para pelear o algo parecido, como si con decir eso fuera suficiente como para salvar su vida..

Archer se dio cuenta de las intenciones del Gyojin desde antes, sin embargo nada pedia intentando calmarlo. Claro, fue rotundamente en vano, y sin embargo no queria pelear con el. Sin duda alguna razon tenia para odiar a la humanidad, y eso casi siempre tenia que ver con odiar al gobierno y/o al ejercito de la marina, por lo que en eso podrian verse como iguales. Sin embargo, aquel sujeto solo veia como enemigo a todo lo que fuera.. humano.

-Bueno.. Si asi van a ser las cosas, creo que no tengo opcion..-

Menciono tranquilamente, para levantarse de la roca y tomar nuevamente su arma, sin moverse de su posicion, solo sosteniendo su arma enormemente pesada en su mano derecha, como si esta fuera una pluma, y una especie de escalofrio le recorriera el brazo.. Sin duda alguna, estaba preparado para una pelea con aquel sujeto, pero no lo iba a matar.

El devastador penso un momento. Era mucho mejor idea medirlo antes de pelear en serio. Claramente el Gyojin era un atacante directo y sin discresion alguna, que se abalanzaba hacia el oponente tan pronto encontraba un punto a golpear con los puños. Conocia un par de luchadores similares, muy buenos todos ellos. Archer espero alguna accion de su oponente, y cuando esta llego, decidio actuar.

Lo vio moverse casi a camara lenta, y de igual manera sabia que podia haber realizado varios movimientos distintos en el tiempo que el sujeto estaba en el aire. Podria haberlo cortado con un movimiento de su espada en medio de su trayectoria, golpearlo, o bien terminar con el de forma menos normal. Sin embargo, decidio evadir el golpe desplaandose unos metros hacia la derecha. Al hacer ese movimiento, guardo nuevamente su espada, tal parecia que queria entretenerse un poco.

-Vamos.. ¿No querias hacer esto ya?-

Menciono de forma tranquila, pero esta vez con una leve sonrisa en su rostro. Sin duda alguna ya no iba dejar huir al gyojin, y tampoco iba a retroceder. Parecia que la lucha seria realmente divertida, aunque no suficiente como para matarlo, o dejarse matar por aquel sujeto.

Archer habia esquivado el ataque con suma facilidad, y esperaba a que el sujeto realizara su siguiente movimiento. Quiza, si tuviera mas experiencia en el campo, seria una amenaza a considerar para el humano.. pero no era asi, por lo que solo estaba midiendo si valia la pena.. Pero, ¿para que? Eso bien podria saberse despues.

-Al parecer no te rendiras.. Eso me agrada.-

Menciono sin cambiar su tono de voz. Sin duda alguna, sabia que el Gyojin habia cometido un error muy grande ese dia, y era ademas de todo bastante simple. Ese error era que, en realidad, habia elegido el momento equivocado para atacar a Archer. El pirata estaba en su mundo, mientras que su agresor tenia justamente la situacion contraria..

Archer ya habia guardado nuevamente su espada, pues le parecia aburrido pelear con ella de momento. El Gyojin actuo y el pirata se movio un paso hacia atras en el momento del golpe con el puño izquierdo, evitando el posible ataque, y al mismo tiempo dejando su guardia para bloquear el puño derecho. Lo bloqueo sin esfuerzo, aun cuand los gyojin poseian naturalmente mas fuerza que el humano, y no solo eso, sino que en un solo movimiento arrojo a su oponente cinco metros de distancia, solo para demostrarle que no debia ser tan confiado. Aunque, igual Archer se confio de mas, no logro esquivar bien el golpe de finta y por ello tenia un rasguño suficientemente bueno como para sacar un poco de sangre en la zona de las costillas.

Estaban alejados uno del otro por tan solo cinco metros, distancia suficiente como para que de dos pasos o menos el Gyojin pudiera nuevamente tener una posicion ventajosa. Aquel sujeto hablo, dando a entender que si, habia comprendido el punto de Archer: no era un humano cualquiera y no lo iba a matar tan sencillo como parecia. Para el pirata humano eso era suficiente para mostrarle algo mas, y asi poder platicar con el un poco mas tranquilamente.

El Gyojin era un ser marino, mientras el humano terrestre, por lo que no importaba el punto de vista, en esa pelea el humano tenia cierta ventaja, aun con sus desventajas fisicas ante el Gyojin, que podian desvanecerse con entrenamiento extremo. Archer era un caso especial, entrenado de distintas formas para un escuadron de la muerte militar secreto del que ahora solo quedaba el como unico registro. En el justo momento que su oponente se preparo para atacar, Archer menciono una palabra que cambio toda la escena.

-Alto.-

De pronto, y en una decima de segundo, decenas de rocas de distintos tamaños salieron del suelo de la montaña y atraparon al Gyojin, de forma tal que solo su cabeza habia quedado libre, por lo que estaba completamente inmovil. Si, definitivamente Archer estaba en su mundo, sus reglas, la roca. Los poderes de la iwa iwa no mi le habian dado control total sobre las rocas, igual que la capacidad de destruirlas a nada y crearlas desde moleculas. No importaba que sucediera, el Gyojin no podria salir de entre esas rocas hasta que el pirata peliblanco lo decidiera.