Saliendo del cascaron

Era otoño en la isla South Blue donde estaba destinado, lugar apenas concurrido por delincuentes y matones debido a la presencia de la marina en sus transitadas calles. Se respiraba un ambiente de tranquilidad, sosiego, serenidad, calma, paz…

- ¡Aaarghh! ¡Basta ya! –me grite a mi mismo intentando dejar de pensar en esa quietud que me invadía. Me levanté de la litera y salí de mi ordenado y pulcro cuarto. El tiempo libre cambiaba mi personalidad de muchas maneras.

Me dirigí al gimnasio de la base en busca de algo de actividad en mi monótona vida, aun estancado en la misma posición en la que había comenzado mis andanzas en el lado de la ley aunque intuía que me faltaba poco para que todo eso se acabara y pronto estuviera de camino a alguna gran base como Loguetown, la mayor de todo el East Blue.

Las instalaciones estaban muy bien dotadas de todo tipo de maquinaria para hacer de un marine un verdadero hombre, y ya que estaba cumpliendo un deber para con la ciudad y, dicho sea de paso, era totalmente gratuito, no me lo pensaba dos veces en aprovecharme de la situación. Primero cogía las pesas, subía y bajaba, subía y bajaba; agarraba la barra horizontal, subía y bajaba, subía y bajaba; me aferraba al hierro superior y subía y bajaba, subía y bajaba…

No podia dejar de pensar en las historias que mis compañeros de catre me contaban en los descansos de la comida o entre tarea y tarea como la limpieza de las letrinas de la base o la colocacion de las salas preparadas para dar el reporte semanal sobre lo que acontecia en el pueblo. Estaba harto de que llegaran noticias de marines de los cuatro puntos cardinales que conseguian fama y reconocimiento gracias a golpes de suerte o a oportunidades que a mi nunca se me presentaban ¡Queria una mision de verdad y la necesitaba ya! Decidi pues salir en mi dia libre a dar un paseo por el pueblo, a ver conseguia atrapar a esa maldita loca que se hacia llamar Fortuna y me cambiaba la vida.

Kiroi se encontraba caminando tranquilo por la plaza del pueblo. Acababa de tener una acalorada discusión con el capitán de la marina del cuartel de aquella islita y solo había logrado salir todavía más frustrado de lo que había entrado.

Aquella era la típica isla de humanos. Montones de gente blanca, delgada y con rostros monótonos que se dedicaban a sus patéticos quehaceres sin interés alguno por el mundo. Esa pasividad era una de las cosas que Kiroi más odiaba de los humanos. Pero no todos eran así. Había algunos humanos con una fuerte voluntad y fuerza, gente digna de recibir la atención de Kiroi.

Aquel día Kiroi creyó encontrarse con una de esas personas. Era un marine, como toda la gente interesante de aquel peñasco. Parecía trabajar su cuerpo con esmero, dada la complexión y musculatura que se adivinaba bajo las ropas. El Gyojin estaba aburrido y estaba seguro de que, para bien o para mal, aquel marine serviría para matar el rato.

El amarillento y gordo pez globo se acercó con paso tambaleante y se puso en medio del camino del marine fingiendo estar borracho y cantando su canción favorita.

-Entonces el rey gritó, gritó... su cabeza rodó, rodó... una pica la alcanzó, alcanzó... y las almenas adornó, adornó... Entonces la reina gritó, gritó... su cabeza rodó, rodó...


La canción continuaba de aquella manera hasta que se acababan los miembros de la familia real, pero Kiroi solo había conocido a una persona que aguantara a escucharlas todas, un marine, como aquel chico.


La intención de Kiroi no era otra que la de molestar al chico para ver como reaccionaba. Su fingida borrachera era un intento de irritar al marine y, si este trataba de esquivarlo, se balancearía de forma descuidada para volver a cortarle el paso.

Tras salir de la base pense cuales podrian ser los lugares donde mas conflictos se podian generar. Obviamente el primero que se me venia a la mente era el mercado, lugar donde la gente compraba y vendia sus productos, regateando en busca de un mejor precio mediante el engaño, la estafa o la intimidacion. Pero para variar el ambiente estaba igual de transparente y claro que el que se intuia en cualquier otro lugar del pueblo. Suspire pensando que este seria uno mas de mis dias como el marine mas patetico de la historia, asi que me limite a mirar por las tiendas buscando algun articulo que llevarme conmigo, como unas protecciones nuevas para mis antebrazos o unas botas mas ligeras que las que llevaba a todos lados, ya desgastadas y con el cuero algo roido.

Termine llevandome a la boca un pequeño producto de bolleria de la panaderia, un exquisito trozo de ojaldre relleno de crema que devoraba en el camino de vuelta como si no hubiese un mañana. A mitad de mi trayecto cumplido y sin previo aviso, choque con algo que me parecio enorme, blando y ruidoso. Mire hacia el obstaculo que habia provocado que el ultimo trozo de mi desayuno se echara a perder entre el polvo y la tierra, y para mi sorpresa me tope de cara con un gyojin. Aparentemente eran como algo a medio camino entre un pez y un ser humano, escogiendo las mejores propiedades fisicas de cada uno de ellos y pudiendo superar a un humano varias veces en cualquier aspecto, mas este parecia mas de los lentos y echados a perder. Era como una especie de pez globo amarillo gigante con una melena verde y una vestimenta un tanto clasica y pasada de epoca con los mismos colores. Al parecer debia haberse perdido bastante con la cogorza que demostraba pues no era particularmente normal encontrarse a uno de su raza por la superficie, menos en un lugar tan pacifico como en el que nos encontrabamos.

- ¡Oiga, espere ahi un segundo! -detuve autoritariamente, haciendo lo propio con la sangrienta cancion que entonaba y conteniendo la rabia por lo sucedido.- Usted no puede andar por ahi dando tumbos como si esto fuera suyo. Indiqueme el camino a su vivienda o alojamiento y le acompañare para evitarnos problemas mayores.

La verdad es que no me hacia mucha gracia el tener que cuidar de beodos como si fuera una niñera, pero tampoco tenia mucho mas que hacer durante el resto del dia asi que ¿Por que no llevarle y enterarme de como habia llegado alli ese ser? Sentia curiosidad sana por las historias.

Aquel dia no tenia pensado ahogar mis penas en alcohol junto con un borracho ser de dimensiones similares a un carromato en comparacion con mi enjuto cuerpo, primero por que la bebida no era uno de mis fuertes y me tenia demostrado que no acababa bien a no ser que fueran una o dos rondas, y dudaba que mi marino amigo se contentara con eso. Y segundo, por el simple hecho de que no podia permitirme que los ciudadanos del pueblo me viesen con una cogorza de tres pares de narices o incluso desmayado sobre la tarima de la taberna. De pronto se me ocurrio una idea disparatada de esas que eventualmente recorrian mi mente como un flechazo:

- ¡Claro claro! ¡Vamos compañero, bebamos hasta que el cuerpo aguante!

Entramos con alegria al tugurio lleno de gente polifacetica, pero no lo suficiente como para que pasara desapercibida la situacion que se abria ahora en el local. Un humano y un gyojin juntos, y el pez venia borracho como una cuba. Ordene dos pintas de cerveza al tabernero, que tras el susto inicial se recompuso rapidamente y comenzo a servir. Supuse que la gente era menos reacia a estos escenarios dado a la seguridad que el cuartel les brindaba.

OFF: Asi estaba yo esperando jaja Me lo habia supuesto pero digo.. ¿Y si esta moderando o algo? xD Si hay algo que no te guste no dudes en decirmelo.

Kiroi decidió seguir el juego del marine y acompañarlo hasta el interior de la taberna. Se sentó a su lado y continuó tarareando su canción regicida con tal carencia de ritmo que casi resultaba dañina para el oído. Se bebió su pinta de cerveza de un trago antes de nada y, con una mirada de desaprobación, llamó al camarero.

-No quiero esta basura aguada. Tráeme sake, humano.

En cuanto le llegó el sake se giró hacia su acompañante y alzó su platito.

-Por los apestosos y malvados Gyojin, monstruos desalmados de las profundidades oceánicas. ¡Kampai!

Tanto si su interlocutor brindaba con el como si no, Kiroi se bebería su parte de un trago y estrellaría el plato contra el suelo, siguiendo la tradición.

En cuanto nos sirvio esa primera deliciosa y helada jarra de cerveza me lleve la mano al bolsillo sacando unos berries que siempre llevaba encima como suelto para situaciones inesperadas, alce la mano delante de la barra y espere a que el tabernero me viese para indicarle que se acercara. Estado a la siniestra del ser marino, pude observar al mirarle que su oreja izquierda esta un tanto atrofiada, como deformada por alguna herida o por defecto de nacimiento. El caso es que parecia algo dañada y tenia que aprovecharme de eso. Pidio que se le rellenara el vaso per esta vez con sake, ya que el amargo sabor de la bebida amarillenta le parecia poco empbriagador para su gusto.

- ¡Por los gyojin! -dije mientras brindaba chocando mi recipiente con el suyo, a lo que espere la distraccion de su largo trago para dirijirme a nuestro anfitrion en voz baja y deseando que mi nuevo compañero de bareta no me escuchara.- Soy marine, echale somnifero en la proxima. Yo pago.

Mi mensaje tenia que ser corto y conciso para que se entendiera con pocas palabras, y por suerte llego sin problemas al dueño del lugar cuando vislumbre un instante como asentia la cabeza. Si conseguia dormirle y llevarle a un hostal todos los problemas se desvanecerian, al menos durante esa noche, y la gente del pueblo podria dormir sin temores un dia mas ¿Todo era a costa de una parte de mi sueldo? Si, pero realmente tampoco tenia unos gastos excesivos asi que ¿Que mejor manera de invertirlos que en un aumento?

Pese a que la oreja izquierda de Kiroi funcionaba perfectamente, pues su lesión era algo puramente visual que no había afectado a su capacidad auditiva, no prestó atención al marine y no logró escuchar más que un leve susurro.

Si Kiroi hubiese estado alerta, como en una misión, habría observado que el camarero temblaba ligeramente mientras le traía otro plato de sake, hubiera observado que había unos pequeños grumos en el líquido, hubiera escuchado lo que el marine había dicho... Pero no estaba de misión, estaba pasándoselo bien con un joven marine que prometía.

La segunda copa no requirió de un brindis para bajar por la garganta del Gyojin y el somnífero no tardó en notarse. Kiroi sintió un cierto cansancio antinatural, pues no había bebido tanto. Por un momento creyó que había sido envenenado y utilizó su Semei Kikan para acelerar algo sus procesos internos y metabolizar antes lo que fuera que le habían suministrado. La sensación de somnolencia aumentó. Estaba claro, eran somníferos. Aquello hubiera funcionado con una persona normal o un Gyojin menor, pero Kiroi pesaba varias veces lo que una persona, por lo que aquella dosis no fue, ni de lejos, suficiente para dormirlo, aunque si lo dejó algo atontado.

Estrelló el segundo plato contra el suelo igual que el primero, soltó una sonora carcajada, y comenzó a hablar mirando al frente, pero con su voz natural, sin fingir más la borrachera.

-Eso no ha estado bien. Ha sido una jugada inteligente, pero no ha estado bien. Para la próxima deberías doblar la dosis, soy demasiado gordo como para que una simple pastilla me haga efecto.- Mientras hablaba, la mente de Kiroi trabajaba a toda velocidad. No sabía quien había sido pero, al hacer memoria, se dio cuenta de todos esos detalles que había pasado por alto. Era el marine.- Creo que tu superior no te ha enseñado a comportarte como debe ser con un civil, grumete. Tal vez deba hacerlo yo.

Tras rematar su frase Kiroi se levantó haciendo un esfuerzo para que no se le notara la somnolencia. Gracias a su Semei Kikan pudo mantener sus párpados totalmente abiertos y no tambalearse y se colocó en el centro de la taberna, dirigiendo al marine una mirada abiertamente hostil.

Parecia que mi jugada maestra habia llegado a su etapa final sin problemas: hazte el simpatico, tomate unas jarritas heladas de cerveza y ganate su confianza, y por ultimo advierte al dueño de la taberna de tus intenciones acabando la treta con calma, sin llamar demasiado la atencion y sin tener que lamentar heridos fisicos o mentales. Pero mi alegria fue tan efimera como el contenido de los vasos del gyojin, pues en seguida se dio cuenta de que el ultimo estaba adulterado con un somnifero e incluso se tomo la libertad de advertir al tipo que se la sirvio que la proxima vez doblara la dosis para alguien de su tamaño.

Por la parte que me tocaba, el pez humanoide volvio a romper el plato de saque estrellandolo contra el suelo como si nada hubiese ocurrido y se dio cuenta pronto no solo de que yo habia sido el artifice de la artimaña para dejarle inconsciente, sino que sabia perfectamente que era un marine del cuartel y me advirtio que debia tratar a los civiles con mas cuidado, insinuandome que iba a darme una leccion al respecto acompañando la frase con una mirada que me decia de todo menos bonito.

- Tienes razon, admito el error de haber querido drogarte y no me justificare por ello. -me levante entonces de la butaca y señale la salida, esperando resolver las cosas en un lugar menos poblado.- Arreglemos esto fuera, amigo. No quiero perjudicar mas a estos ciudadanos gracias a mis estupideces. -sali por la puerta esperando que el gyojin hiciese lo propio en señal de respeto por el local. Si se generaba una revuelta dentro del local las perdidas serian importantes.

Espere a unos seis o siete metros del local a que hiciera su aparicion cual globo aerostatico amarillo, listo para llegar a donde fuera necesario para enmendar mi error pero sin rebajarme, por supuesto. Aquel hombre parecia estar muy confiado, pero yo ya estaba ardiendo por ver en que se desenlazaba la situacion y mi mente no era precisamente una calculadora.

Kiroi escuchó la disculpa del marine con una mezcla de sorpresa y decepción. Pero luego comprendió que el joven no quería problemas dentro de la taberna.

-Sería una pena arruinar un local con un sake tan... relajante.- Dijo mientras dirigía una fulminante mirada al camarero y lanzaba un par de monedas a la barra.

Tras salir del local y alejarse un poco, se detuvo, a unos cinco metros del joven marine. Kiroi estaba sonriente pese a que habían intentado jugársela. Después de todo, se estaba divirtiendo.

-Bueno, bueno, grumete, no se que tienes pensado hacer para solucionar esto, pero te voy a advertir ahora. Cuidado, no perdono dos veces y si te atreves a ofenderme una vez más, no tendré ningún reparo en matarte en medio de la plaza.- Aunque el amarillento Gyojin trataba de ponerse serio y su voz sonaba potente y firme, no era capaz de dejar de sonreír abiertamente. Realmente estaba disfrutando de aquella situación. Pero ya lo habían cogido por sorpresa una vez aquel día, así que, mientras esperaba a ver que decía o hacía el marine, adelantó un poco el pie y se puso en guardia, por si acaso.

Por suerte parecia que no habria problema en resolver nuestros asuntos alejados del resto de la muchedumbre y donde nadie saldria mal parado excepto los directamente involucrados. El pez globo se situo a una distancia prudencial de mi sabiendo en que desembocaria toda aquella parafernalia, ambos eramos conscientes de que lo queriamos aun a pesar de la evidente forma fisica supuerior del gyojin. Ese gran cuerpo parecia poder permitirle amortiguar mis golpes de cierta manera con su aspecto gelatinoso, casi como si de un colchon esferico se tratara, mas lo que mas me sorprendio y amenazo no fueron sus palabras en si, sino la confianza con las que las pronunciaba y la rudeza de estas. Podia ver perfectamente que debia hacer una muy buena pelea para no acabar hecho polvo y haciendo juego con la mugre de la acera.

- La verdad es que no pretendia ofenderte, gyojin. -comence.- Unicamente pretendia que los habitantes de este maravilloso pueblo no tuvieran que preocuparse de ningun ser desconocido, borracho y con ganas de fiesta. -me coloque entonces en posicion de lucha adelantando el pie y la mano derechos, dejando solo mi silueta lateral como posible objetivo de un ataque imprevisto.- Por estas gentes dare mi vida. Si quieres desahogarte sobre alguien, ¡Aqui me tienes!

Mis impulsos sentimentales volvieron a dar rienda suelta a mi boca, era algo inevitable a pesar de que notaba que no me encontraba en una situacion demasiado comoda. Ahora la ultima palabra la tenia el y nunca podrian decir que yo provoque la rellerta a ojos de los presentes, por lo que lo unico por lo que habia que preocuparse era mi condicion fisica y mental despues de la pelea, una nimiedad.

-Vaya, vaya, el grumete tiene un buen par de agallas.- Dijo Kiroi ampliando su sonrisa.- Muy noble ese sentimiento tuyo, humano. Pero te voy a decir dos cosas. La primera es que, si me acerqué a ti y fingí toda esta bobada de la borrachera fue porque llamaste mi atención. La segunda es que... pertenezco a la Cipher Pol.

Kiroi esperaba que aquellas palabras desconcentraran, al menos un poco, al joven marine, permitiéndole asestar mejor su primer golpe, pues, como hacía siempre, no era el más rápido. Corrió contra su enemigo a gran velocidad y lanzó un puñetazo directo a su rostro acompañándolo con todo el cuerpo desde la cadera. Aquello hacía que el golpe mucho más devastador, pero algo más lento y los somníferos, pese al gran tamaño del Gyojin, habían mermado notablemente sus capacidades físicas. Kiroi no estaba seguro de si su rival encajaría aquel golpe, pero había cogido por costumbre comenzar los combates con el, era una buena técnica para observar como se desenvolvía el enemigo y medir su fuerza.

"Asi que estaba fingiendo todo este tiempo solo para acercarse a mi." pense, pero no me dio tiempo de preguntarme el por que querria hacer semejante cosa, pues la segunda de sus noticia era aun mas perturbante si cabia. "¿Cipher Pol? ¿Esa no era la unidad de elite del Gobierno Mundial?" Todo comenzaba a volverse cada vez mas intrigante desde mi posicion puesto que no sabia el interes que ese hombre podria tener en mi, mas cuando el fragor de la batalla llamaba mi mente normalmente poco lucida dejaba de actuar en favor de las conjeturas para dejar paso a mis musculos y las estrategias de combate. Si habia algo para lo que siempre estaba dispuesto era para la batalla y no me importaba que fuera un miembro de elite, un pirata o el mismisimo Almirante de la Flota con tal de cumplir mi objetivo: salvar mi honor y la vida de aquellos que me rodeaban.

Cuando me quise dar cuenta el pez globo de melena verde ya habia arrancado y se dirigia hacia mi con una velocidad muy envidiable para los seres humanos de su embergadura, sumandole a esto el hecho de que pertenecia a una raza superior en cuanto a fuerza se trataba y sus portentosas piernas asi lo demostraban a cada paso. Su ataque era tan simple que llegaba a ser predecible para cualquiera que hubiese visto una pelea en su vida, un golpe directo al rostro con todo el peso del cuerpo y un movimiento de cadera para acompañar girandola desde atras y añadiendo fuerza centrifuga. Simplemente pase por debajo de su brazo derecho dejandole asi al descubierto para mi contraataque, pero todo se quedo en una burda broma cuando note como si la cabeza me hubiera estallado en la parte de la coronilla y tras sobrepasar su ataque retrocedi con premura hasta situarme de nuevo a una distancia bastante prudencial de seis metros. Jadee intensamente mientras le miraba y toque la parte que crei afectada con la superficie de mi palma creyendo que encontraria mi sangre y algo mas, mas no fue mas que una ilusion.

- Pero... ¿Que narices eres tu? -dije mientras intentaba normalizar mi ritmo cardiaco y respiratorio.

Ahora entendia el porque tenia tanta confianza. Aun suponiendo que esa fuese su velocidad real y que yo pudiera mantenerme alejado de sus golpes, si no intentaba atacarlo no llegaria a ninguna parte. Pero si por lo que fuera no llegara a pegar y correr lo suficientemente rapido, estaria acabado con uno de esos martillos que tenia por brazos. Si la sensacion que habia tenido anteriormente era con un simple roce, no queria imaginar que me sucederia con un puñetazo real. Estaba asustado, y aunque me mantenia en pie con la guardia alta era incapaz de aclararme.

(OFF: Por el tema de los somníferos y el sake, que debilitan y ralentizan a mi pj, interpreta como que estoy a tu nivel ,o un poquito más, en términos de velocidad y capacidad de reacción, así será más interesante xd)

Kiroi sonrió al ver la reacción de su contrincante, más no quedó satisfecho. Al parecer los somníferos lo habían ralentizado demasiado, tanto como para no poder asestar un golpe directo a aquel recluta de marine. La pregunta del marine fue recibida con una risita despectiva seguida de una poderosa voz.

-Soy un emperador... y voy a juzgarte.

Kiroi cargó de nuevo de frente contra su enemigo y dio un salto cuando se encontraba a tres metros. Debido a su aturdimiento, tuvo que utilizar levemente sus sandalias para dar aquel salto y, una vez en el aire, propinar una patada descendente contra el marine, apoyada por todo su peso en caída libre.

-¡Imperial Kick! (AF)

OFF: Al menos eso pretendia, si no ni en sueños esquivo un ataque de alguien que me saca 15 niveles xD Y en serio, si ves que me excedo esquivando o asumiendo cosas dimelo :D

El gyojin actuaba de manera condescendiente hacia mi, riendo ante mi asombro por la fuerza y velocidad demostrados en un unico ataque. Se autoproclamaba emperador y se creia con el derecho de juzgar a las personas a su antojo demostrando que su arrogancia era aun mas grande que su corpulencia si cabia. Me sacaba de mis casillas no solo esto, sino el hecho de que probablemente seria incapaz de reclamarle su comportamiento por mi propia debilidad...

"¡No!" me dije a mi mismo con autoridad. "Esto aun no ha hecho mas que empezar... ¡Dare todo lo que tengo!" Mi determinacion aumento al pensar que si habia oportunidades. Casi minimas, pero existian.


Me coloque en posicion y espere la segunda oleada, esta vez lanzandose mi oponente contra mi a gran velocidad para acercarse y saltando a pocos metros de distancia para lanzarme una patada descendente. Su agilidad competia con la mia, pero sus movimientos eran demasiado sencillos para la distancia que nos separaba, permitiendome tener una vision clara de lo que sucedia e intentar asi anticiparme a sus jugadas. Una vez que salto hacia mi solo habia un punto en el que una persona normal pudiese caer variando en hasta un metro el calculo por movimientos en el aire, por lo que una vez que observe esto di un paso a mi izquierda y salte con todas mis fuerzas para evitar el golpe, apoyandome en la pared del establecimiento que se encontraba a unos dos metros para impulsarme una segunda vez y contraatacar con un puñetazo en el rostro, unico lugar donde crei que tendrian efecto mis golpes. Si intentaba escapar por arriba podria agarrarle en su escapada lanzandole contra el pedregoso suelo, mientras que si se agachaba le propinaria una patada al pasar de largo y me alejaria aprovechando la inercia. Si por el contrario decidia escapar solo debia frenarme y bajar al suelo, esperando una nueva oportunidad.

Frog Punch (AI)

Kiroi recibió el impacto directo en su rostro y, dado que solo estaba apoyado en el suelo por la pierna con la que acababa de golpear, cayó hacia atrás. Aprovechando su forma casi esférica rodó sin esfuerzo y se levantó. Aquel no había sido un ataque poderoso, estaba seguro de que el chico podía dar más, pero aún así dolía.

-Chico.- Dijo mientras se levantaba.- Si pretendes enfrentarte a mi deberías tomarte en serio las cosas, porque yo no concedo segundas oportunidades.- Una de las espinas de sus hombros se desplegó unos quince centímetros, el Gyojin la agarró con fuerza y se la arrancó sin esfuerzo. Era una espina de un grosor respetable y casi veinte centímetros de longitud. Mientras Kiroi sonreía y movía la espina entre sus manos se pudo apreciar perfectamente como una espina nueva crecía en el sitio de la arrancada.

El Gyojin sonrió, dispuesto a probar las habilidades del chico al máximo. Comenzó a desplazarse lateralmente manteniéndose en guardia hasta que logró lo que pretendía. Desde su posición, justo detrás del marine, había un carromato con barriles que acababan de llenar en el pozo.

-Allá voy, grumete, no me defraudes.- Kiroi cargó de nuevo contra de frente. En cuanto estuvo a unos cuatro metros hizo un giro con el brazo y lanzó su espina contra el marine con todas sus fuerzas sin detenerse, para luego lanzar una cadena de ataques rápidos dirigidos al rostro de su oponente, rematando con un cabezazo.

-¡Imperial Order! (AIF)

Aunque la idea era que el chico esquivara la espina y recibiera los golpes, si lograba esquivarlo o colocarse de alguna otra forma, Kiroi no se detendría, si no le daba en el rostro le daría en el pecho, en los hombros, en las manos, en los pies, donde fuera. Quería probar la resistencia física del chico.

Por suerte el golpe encajo justo en el rostro de agente de la elite de la marina, probandome que realmente podia hacerlo. El gyojin retrocedio rodando cual bola de hierro, cayendo al suelo y alejandose de su posicion de caida para recuperarse del daño, aunque por lo que pude comprobar en su cara mas tarde estos habian sido minimos, provocando que mis sentimientos de fuerza y valor infundidos en mi acierto fueran tan efimeros como su sorpresa por encajar mi puñetazo.

- Si asi lo deseas, en la proxima acabara contigo. -anuncie con furia, en parte dirigida nuevamentea mi mismo por demostrar mi falta de entrenamiento.

Su proximo movimiento me sugirio que iba a ir con todo, pero sobre todo me resulto repulsivo por un momento ¿Que clase de animal se arranca una parte de si mismo? Por un instante mi mente sugirio la idea de arrancarme mi propio dedo en un simil a lo ocurrido, lo cual me hizo pensar en lo estupido que podia llegar a ser la situacion. Lo que desde luego no era una idiotez era el pincho de casi veinte centimetros que el pez globo habia sacado de su hombro, compitiendo en grosor con dos de mis dedos puestos en paralelo.

"Si eso me atraviesa estoy muerto." pensaba mientras me aclaraba la garganta, pues por un segundo mi respiracion se paro al ver aquel espectaculo.

La lucha se reanudo en cuanto mi oponente se puso en marcha de nuevo, caminando alrededor mia hasta que me advirtio de su intencion de volver a atacar, esta vez lanzandome su propia pua que se dirigio a mi pecho a una velocidad vertiginosa. Trate de esquivarla colocandome de perfil y girando hacia atras de forma circular, pero a mitad de camino me tope con un obstaculo que impidio que realizara el giro completo, provocando que la aguja rasgara mi piel a la altura de la axila derecha hasta medio centimetro. Mis rodillas se doblaron levemente del dolor y mi brazo se apoyo en la improvisada jabalina que acababa de dañarme y que se habia clavado en aquello que me habia impedido salir ileso.

Me maldije por mi falta de atencion, mientras mi esferico enemigo se abalanzaba sobre mi lanzando puñetazos a diestro y siniestro demostrando una clara intencion de darme fuera donde fuera. La desesperacion me hizo mirar a todas partes en busca de una opcion, hasta que vi el lugar donde se habia clavado la aguja: Un barril lleno de agua. Agarre con fuerza la pua a modo de pequeño mango y levante el barril medio vacio a causa de la fuga provocada, para finalmente asestar un mazazo contra el ataque del rival, teniendo como consecuencia el estallido del barril en varios pedazos de madera y de la caida del agua restante al suelo de la calle, provocando que este estuviera algo mas resbaladizo. Sabiendo que ambos estariamos medio cegados por las astillas, no pude mas que recordar la ultima posicion de mi contrincante y hacer una estocada con la pua intentando atravesarle.

Estocada de pua (AIF)

El estallido del barril fue algo inesperado y alguna astilla voló hacia la cara de Kiroi, cegándolo unos instantes. Kiroi sabía que era vulnerable así que retrocedió dando una voltereta hacia atrás, apoyándose en las manos. El intuitivo ataque de su rival alcanzó uno de sus muslos y se hundió varios centímetros, quedando alojada en la pierna del Gyojin.

Este notó un gran dolor en cuanto volvió a apoyar la pierna y observó su púa clavada en su pierna. Por suerte, los peces globo, como el, eran inmunes a la tetrodotoxina que segregaban, al contrario que su oponente. Kiroi agarró la púa con las dos manos y tiró con fuerza, acompañada de un poderoso grito, hasta arrancarse la púa y tirarla a un lado. Luego dio un par de pisotones al suelo para comprobar que su pierna seguía operativa y encaró de nuevo a su rival.

-Veo que ahora sí te lo estás tomando en serio, grumete. Has superado mis expectativas, pese a haberme drogado, nunca creí que hoy vería mi sangre. Te felicito. Pero el entrenamiento se ha acabado.- Kiroi extendió hacia atrás su brazo y abrió la mano, empapada de cuando apoyó las manos en el suelo mojado para dar la voltereta. Ejecutando un único y fluido movimiento lanzó el agua de su mano a toda velocidad contra el marine, como una bala de tamaño grande y a casi la misma velocidad. -¡Yabusame! (AF)

Note como la afilada aguja que habia usado como empaladora y que anteriormente habia salido literalmente de mi oponente se clavaba en alguna parte y salia despedida de mis manos. Cuando todos los trozos de madera hubieron caido al pedregoso camino, ahora ligeramente encharcado, levante la vista esperando ver a un malherido pez globo sangrando en alguna parte de su cuerpo e incapaz de parar la sangre, una utopia en mi situacion. No hubo sorpresa cuando observe que apenas le habia alcanzado en el muslo penetrando sus escamas unos pocos centimetros, a lo que simplemente puso remedio arrancandose la espina de un tiron tras lo que comprobo que su extremidad aun funcionaba sin problemas, confirmando que la suerte no estaba conmigo aquel dia.

De pronto un cansancio extremo inundo mi cuerpo como si este pesara una tonelada, incapaz de moverlo aunque usara lo que me restaba de fuerzas para intentarlo. Cai con una rodilla al suelo de forma brusca y apoye ambas manos en el suelo por pura inercia. Escuche como mi rival pronunciaba unas palabras, pero era incapaz de distinguirlo y apenas de verle. Intente buscar una explicacion para todo aquello, pero no la encontraba, solo habia recibido un corte de poca profundidad y...

"No me j... ¡Ese maldito pez me ha envenenado!" pero era tarde para darse cuenta ya. Mi cuerpo comenzo a entumecerse por todos lados y yo no podia mas que mirar como una sombra en la lejania se movia.

sssssssSSSSSSHHH .. ¡¡PAM!!

Un proyectil impacto sin resistencia en mi hombro izquierdo atravesandolo por completo y provocando mi caida definitiva. Me hayaba postrado en mitad de la calle, sangrando por un agujero del tamaño de una canica y paralizado por un veneno que apenas me habia tocado unas milesimas de segundo. No habia que ser un lince para saber que mi vida tornaba a su fin cuando apenas habia alcanzado la mayoria de edad, cuando apenas habia viajado o visto ni la mitad de las cosas que me hubiera gustado. No queria morir, no queria ser el hombre que quiso y no pudo por su debilidad, sabia que con el tiempo podria haber ido mucho mas lejos y llegar a ser alguien grande.... Un heroe para el mundo.

Kiroi no contaba con que su veneno actuase tan deprisa. Era evidente que aquel joven todavía no era lo bastante fuerte, pero tampoco lo iba a dejar morir. El Gyojin cargó con el inconsciente marine y, utilizando el Geppou, lo llevó hasta el hospital de la isla que, curiosamente, estaba justo al lado del cuartel de la marina.

El Gyojin entró abriendo la puerta de una patada y encaró al primer médico que encontró.

-¡Quiero al mejor médico de este hospital trabajando en este marine ya mismo! ¡Soy un agente del gobierno mundial y la seguridad de este hombre es prioritaria!- El médico se sorprendió por la brusquedad del Gyojin.- ¡Muévete, o tu serás el siguiente paciente!

Mientras el médico comenzaba a tratar las heridas del joven marine, Kiroi cogió una hoja de papel y una pluma y escribió una nota que dejó a la enfermera con órdenes estrictas de que se le entregara al marine en cuanto pudiera leerla. La carta rezaba lo siguiente:

"Felicidades, grumete, has superado con creces mis expectativas. Mi veneno no es mortal, por lo que no debes preocuparte, solo estarás entumecido un par de días. El motivo por el cual te he molestado hoy es simple. Me pareciste prometedor y me decidí a probarte. Has aprobado de calle. Llegarás a ser fuerte si tomas las riendas de tu vida. He hablado con tus superiores, si lo deseas, serás transferido al cuartel de la marina que desees dentro de los cuatro mares cardinales.

Cuando seas mucho más fuerte volveremos a luchar y, para entonces, espero que me lo pongas más difícil.

No me decepciones, grumete."