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El bar del Mangroove 29, el nombre de aquel sitio era un tanto deprimente dado que era demasiado obvio al estar ubicado justamente en el Mangroove 29 de aquel archipiélago que tenia la fama de ser el puente final antes de pasar la parte realmente peligrosa de los mares, un sitio llamado "Nuevo Mundo". Pero eso no es a lo que queremos llegar con este relato, mas bien esperamos mostrar el día en que la joven cocinera de sangre noble se encontraba de visita por aquella isla, mucho antes de que su madre o abuelo murieran o pensara en hacerse pirata, aunque faltaría mas bien poco para que eso ocurriera en su vida y fuera realmente libre. Se suponía que en aquella isla del Mangroove 1 al 29 la zona perdía todo rastro de ley por lo que Katniss se había arriesgado mas de lo necesario al cruzar el limite para ir a probar que clases de bebidas servían en aquel sitio aunque llevaba un cucharon en su mano derecha y una serie de cuchillos de cocina junto a los escarpelos, toda la defensa que necesitaba la joven en esos momentos.
Tras golpear a un par de babosos en la cabeza con la base del cucharon y robarles el poco dinero que llevaban encima la pelinegra se había metido en el dichoso bar. Un sitio bastante mas impecable de lo que cabía esperar aunque un poco lleno de gente molesta que gritaba y agitaba sus copas o mas bien jarras y botellas desperdiciando el liquido por todo el suelo. El tabernero parecía estar acostumbrado a todos esos actos dado que se encontraba tras la barra limpiando un par de jarras que colocaba de manera ordenada en la estantería mientras atendía a algún que otro pirata que se le acercaba para pedirle algo de beber festejando algo que ella realmente pasaba por alto.
-Su mejor trago- Mientras decía esas palabras la joven dejaría reposar sobre la barra el cucharon de cocina al cual el hombre de la barra le había prestado suma atención mientras se reía por ello haciendo un chiste algo por demás machista sobre que al menos tenia bien pensada su posición como mujer, de seguro por lo de cocinar y esas cosas aunque era mejor pasarlo por alto en esos momentos. Algún que otro pirata intentaba coquetear con ella aunque esta rápidamente los alejaba con tan solo mostrar su cara de pocos amigos, incluso parecía irradiar un aura de maldad algo inconfundible. Ningún por favor o gracias saldría de sus labios, los modales se los reservaba para actuar en su dulce y asqueroso hogar donde tenia que terminar su primera partida de ajedrez contra la vida, donde tenia que matar a su madre y a su abuelo para cobrar el dinero y comenzar con el mismo su plan de dominación mundial.
Ahora solo le quedaba esperar el trago que había pedido y ver que tan bueno era a la par que su destino le jugara su buena pasada y le presentara frente a ella a aquel hombre de importante renombre que algo quería que ella conociera para sumarlo a su juego privado de ajedrez contra el mundo.
OFF-Rol: Post cutre para empezar, no tenia mejores ideas que hacer eso. Cualquier cosa al Skype o MP~
Tras golpear a un par de babosos en la cabeza con la base del cucharon y robarles el poco dinero que llevaban encima la pelinegra se había metido en el dichoso bar. Un sitio bastante mas impecable de lo que cabía esperar aunque un poco lleno de gente molesta que gritaba y agitaba sus copas o mas bien jarras y botellas desperdiciando el liquido por todo el suelo. El tabernero parecía estar acostumbrado a todos esos actos dado que se encontraba tras la barra limpiando un par de jarras que colocaba de manera ordenada en la estantería mientras atendía a algún que otro pirata que se le acercaba para pedirle algo de beber festejando algo que ella realmente pasaba por alto.
-Su mejor trago- Mientras decía esas palabras la joven dejaría reposar sobre la barra el cucharon de cocina al cual el hombre de la barra le había prestado suma atención mientras se reía por ello haciendo un chiste algo por demás machista sobre que al menos tenia bien pensada su posición como mujer, de seguro por lo de cocinar y esas cosas aunque era mejor pasarlo por alto en esos momentos. Algún que otro pirata intentaba coquetear con ella aunque esta rápidamente los alejaba con tan solo mostrar su cara de pocos amigos, incluso parecía irradiar un aura de maldad algo inconfundible. Ningún por favor o gracias saldría de sus labios, los modales se los reservaba para actuar en su dulce y asqueroso hogar donde tenia que terminar su primera partida de ajedrez contra la vida, donde tenia que matar a su madre y a su abuelo para cobrar el dinero y comenzar con el mismo su plan de dominación mundial.
Ahora solo le quedaba esperar el trago que había pedido y ver que tan bueno era a la par que su destino le jugara su buena pasada y le presentara frente a ella a aquel hombre de importante renombre que algo quería que ella conociera para sumarlo a su juego privado de ajedrez contra el mundo.
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Habría pasado cosa de un mes desde que abandoné Impel Down. Con la necesidad de protegerme de la ley y buscar alguien que pudiera sanarme decidí que el mejor destino sería el Arquipielago Shabaody, que aparte de estar cerca de mi posición, era un lugar carente de ley y orden, y con multitud de gente entrando y saliendo continuamente.
La travesía fue dura pero tras conseguir entrar y localizar un médico que descosió el apaño de mi brazo y lo sanó y cerró en condiciones me hospedé lo más cerca que pude en lo más barato que encontré. Pasé varios días hasta que cesó el sangrado del brazo y el médico me dijo que ya podía hacer una vida más o menos normal. Me recomendó un par de chiflados de la robótica en el archipielago para que encargara un brazo mecánico, pero rehusé. Con mi condición de logia sería un problema tener partes metálicas en el cuerpo aparte de que no era especialmente amigo de las maquinas... su oxidación no me gustaba en lo más mínimo.
Pasados varios días, por fin pude caminar por la ciudad, y decidí darme el gustazo de intentar recabar información, así que me dirigí a un bar. El bar del Mangroove 29.
Según había oído lo poco que había estado ahí, en ese lugar se reunía lo peor de lo peor, y eso es algo que me vendría genial para intentar echar el ojo a unos cuantos pillos con los que desplazarme hasta la siguiente isla cuando estuviera por completo curado. Me vestí con una capa marrón, algo vieja y con notable edad textil, me calcé mi sombrero de lana y manteniendo mis brazos dentro de la capa, salí del lugar, camino al bar.
Cuando entré en el bar todo fue como me esperaba. Mesas, jarras llenas y rotas, bravucones, bandidos, piratas, curtidos veteranos, perros de mala muerte, borrachos y alguna puta animando el lugar.
Me llamó la atención una joven en la barra con un cucharón enorme colgado del cinturón, que parecía estar pidiendo algo al tabernero.
Cerré la puerta tras de mi con mi mano izquierda y me dirigí a la barra, a tan solo tres asientos a la derecha de aquella joven de pelo negro y esbelta figura y tras alzar la mano y pedir un whisky doble, moví la cabeza a ambos lados buscando un periódico y de paso, repasando con la mirada a los allí presentes
La travesía fue dura pero tras conseguir entrar y localizar un médico que descosió el apaño de mi brazo y lo sanó y cerró en condiciones me hospedé lo más cerca que pude en lo más barato que encontré. Pasé varios días hasta que cesó el sangrado del brazo y el médico me dijo que ya podía hacer una vida más o menos normal. Me recomendó un par de chiflados de la robótica en el archipielago para que encargara un brazo mecánico, pero rehusé. Con mi condición de logia sería un problema tener partes metálicas en el cuerpo aparte de que no era especialmente amigo de las maquinas... su oxidación no me gustaba en lo más mínimo.
Pasados varios días, por fin pude caminar por la ciudad, y decidí darme el gustazo de intentar recabar información, así que me dirigí a un bar. El bar del Mangroove 29.
Según había oído lo poco que había estado ahí, en ese lugar se reunía lo peor de lo peor, y eso es algo que me vendría genial para intentar echar el ojo a unos cuantos pillos con los que desplazarme hasta la siguiente isla cuando estuviera por completo curado. Me vestí con una capa marrón, algo vieja y con notable edad textil, me calcé mi sombrero de lana y manteniendo mis brazos dentro de la capa, salí del lugar, camino al bar.
Cuando entré en el bar todo fue como me esperaba. Mesas, jarras llenas y rotas, bravucones, bandidos, piratas, curtidos veteranos, perros de mala muerte, borrachos y alguna puta animando el lugar.
Me llamó la atención una joven en la barra con un cucharón enorme colgado del cinturón, que parecía estar pidiendo algo al tabernero.
Cerré la puerta tras de mi con mi mano izquierda y me dirigí a la barra, a tan solo tres asientos a la derecha de aquella joven de pelo negro y esbelta figura y tras alzar la mano y pedir un whisky doble, moví la cabeza a ambos lados buscando un periódico y de paso, repasando con la mirada a los allí presentes
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En poco mas de lo que su paciencia podía soportar la cocinera recibió el mejor trago de la casa que parecía tener un extraño tinte transparente que indicaba únicamente la graduación de alcohol que eso podría llegar a tener aunque sin problema alguno la fémina de sangre noble tomo aquello de un solo trago llegando a mostrar una cara de incomodidad no por lo fuerte del trago sino que por la falta de sabor del mismo. Había ido hasta ese sitio para probar las mejores cosas posibles y realmente aquello era una decepción total -Sabes, con mejor trago me refería a algo que tuviera al menos sabor... Esto es un asco- Simple, sincera y por sobre todas las cosas ciertamente respetuosa aunque eso se terminaría cuando esta dejara caer el pequeño vaso al suelo con cierta fuerza hasta el punto tal de romperlo -Ahora voy a ser clara, quiero el mejor trago y no esa cagada- Dichas esas palabras la chica se quedaría esperando a que el tabernero se moviera, incluso haciéndole un ademan con la cabeza para que lo hiciera y para sorpresa de ella simplemente soltó un sonido de queja antes de actuar como si realmente estuviera acostumbrado a esa clase de cuestiones.
-Linda capa mugrosa- De reojo había visto como a una poca distancia de su posición se había sentado un tipo al cual parecía faltar una extremidad y mismamente tenia una pasión por la ropa horrenda como lo era esa capa marrón y el sombrero de lana aunque la cocinera no era quien para juzgar esas cosas que normalmente iba vestida a sus santos gustos que no eran para nada favorables para su esbelta figura -Por cierto, ¿Se le perdió algo señor?- Sin sonreír o siquiera mostrar un dejo de amabilidad en sus palabras la chica se cruzo de piernas en su asiento girando unos noventa grados de su posición para mirar de frente a aquel sujeto con una cara que expresaba lo poco que le agradaba que la miraran tanto siendo que ella se diera cuenta.
Afuera del bar parecía estar armándose una pelea entre piratas de poca monta mientras muchos en el bar corrían para verla de cerca dejando a aquel par prácticamente solos salvando a un par de veteranos que ya habían visto suficientes peleas de ese calibre tan bajo como para correr. Aunque claro la cocinera simplemente se sentiría alagada con la falta de gente llegando incluso a apurar al tabernero con un grito sin despegar sus orbes de tono rojo de aquel extraño sujeto sin nombre. Algo le decía que podía ser interesante.
-Linda capa mugrosa- De reojo había visto como a una poca distancia de su posición se había sentado un tipo al cual parecía faltar una extremidad y mismamente tenia una pasión por la ropa horrenda como lo era esa capa marrón y el sombrero de lana aunque la cocinera no era quien para juzgar esas cosas que normalmente iba vestida a sus santos gustos que no eran para nada favorables para su esbelta figura -Por cierto, ¿Se le perdió algo señor?- Sin sonreír o siquiera mostrar un dejo de amabilidad en sus palabras la chica se cruzo de piernas en su asiento girando unos noventa grados de su posición para mirar de frente a aquel sujeto con una cara que expresaba lo poco que le agradaba que la miraran tanto siendo que ella se diera cuenta.
Afuera del bar parecía estar armándose una pelea entre piratas de poca monta mientras muchos en el bar corrían para verla de cerca dejando a aquel par prácticamente solos salvando a un par de veteranos que ya habían visto suficientes peleas de ese calibre tan bajo como para correr. Aunque claro la cocinera simplemente se sentiría alagada con la falta de gente llegando incluso a apurar al tabernero con un grito sin despegar sus orbes de tono rojo de aquel extraño sujeto sin nombre. Algo le decía que podía ser interesante.
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Un estallido de cristal y unos gritos hicieron a prácticamente todo el bar salir al exterior. Al parecer, se había iniciado una pelea en la puerta, y nadie quería perderse una riña entre marinos audaces en un lugar sin ley, pues de seguro habría sangre y un muerto. Algunos salían con billetes en la mano gritando su apuesta y se apelotonaban en la salida, otros se levantaban sin coordinación ninguna, presos del alcohol u otras drogas.
Sonreí al ver un periódico usado como calza para salvar una mesa coja y cuando me iba a disponer a levantarme para cogerlo, la joven a mi lado intentó ser ofensiva con mi ropa, llamando mugrosa a la capa que me cubría el brazo perdido. La miré, sin expresar nada y me levanté en dirección a aquel periódico, cuando de pronto me preguntó de forma serie y tajante que si se me había perdido algo. Sin hacer caso de su comentario me agaché, cogí el periódico y descalcé la mesa, haciendo que los vasos se movieran un poco por la inclinación, y tras eso me encaminé hacia mi lugar anterior, hasta que quedé sentado en aquella silla, que por suerte giraba, y realicé su movimiento en dirección a la dama, mirando sus ojos rojos clavados en mi, para pasar un segundo después a ignorarla mirando al whisky doble que me acababa de dejar el camarero encima de la barra de aquel bar. Apoyé el periódico en la mesa con mi única mano, la izquierda, haciendo cierta presión con los dedos en el papel, y sin dejar de mirar al whisky, comencé a hablar.
~ Buscaba algo con lo que entretenerme la vista, señorita, ya que en este bar solo hay golfos, maleantes y rameras de cuatro berries. El periódico puede ser un pasatiempo interesante, y una fuente de información. ~ le dije con toda la educación posible ~ Ah, gracias por la bebida ~ le dije al camarero terminando la frase.
Agarré el vaso con el licor y lo acerque a mi boca, alzando un poco la mirada para beber un largo trago, separando el vaso de mis ojos por la cicatriz de mi rostro.
Posé el whisky en la barra de nuevo y agarré con los dedos la primera pagina a la par que miraba a la muchacha ~ De todas formas, gracias por preguntar. Si alguna vez se me pierde algo ya se a quien pedirle que lo busque ~ le dije sonriendo lo más cínicamente posible, mientras terminaba de pasar la primera hoja del periódico, que iluso de mi, en la portada tenía mi cara bajo el titular de "Sohem Mugikeito Shakkin escapa de Impel Down" pero no lo vi a la hora de pasar la hoja por mas que esta fuera hacia la dirección en la que yo miraba.
Tras ese gesto me centré en mirar las primeras columnas del periódico. Contaban que en Watter Seven se iban a reunir tanto químicos como físicos, así como expertos en robótica, herreros y carpinteros de la mas alta gama, para llevar a cabo una feria sobre la creación de vida inteligente. Eso me llamó mucho la atención, los organismos artificiales no tripulados, autónomos... Sin dolor, leales, reparables, fácilmente sustituibles... Un tema interesante.
Alargué mi mano mientras leía para acabar mi vaso de whisky de un gran trago, y con un gesto pedirle otro al camarero que estaba fregando un vaso
Sonreí al ver un periódico usado como calza para salvar una mesa coja y cuando me iba a disponer a levantarme para cogerlo, la joven a mi lado intentó ser ofensiva con mi ropa, llamando mugrosa a la capa que me cubría el brazo perdido. La miré, sin expresar nada y me levanté en dirección a aquel periódico, cuando de pronto me preguntó de forma serie y tajante que si se me había perdido algo. Sin hacer caso de su comentario me agaché, cogí el periódico y descalcé la mesa, haciendo que los vasos se movieran un poco por la inclinación, y tras eso me encaminé hacia mi lugar anterior, hasta que quedé sentado en aquella silla, que por suerte giraba, y realicé su movimiento en dirección a la dama, mirando sus ojos rojos clavados en mi, para pasar un segundo después a ignorarla mirando al whisky doble que me acababa de dejar el camarero encima de la barra de aquel bar. Apoyé el periódico en la mesa con mi única mano, la izquierda, haciendo cierta presión con los dedos en el papel, y sin dejar de mirar al whisky, comencé a hablar.
~ Buscaba algo con lo que entretenerme la vista, señorita, ya que en este bar solo hay golfos, maleantes y rameras de cuatro berries. El periódico puede ser un pasatiempo interesante, y una fuente de información. ~ le dije con toda la educación posible ~ Ah, gracias por la bebida ~ le dije al camarero terminando la frase.
Agarré el vaso con el licor y lo acerque a mi boca, alzando un poco la mirada para beber un largo trago, separando el vaso de mis ojos por la cicatriz de mi rostro.
Posé el whisky en la barra de nuevo y agarré con los dedos la primera pagina a la par que miraba a la muchacha ~ De todas formas, gracias por preguntar. Si alguna vez se me pierde algo ya se a quien pedirle que lo busque ~ le dije sonriendo lo más cínicamente posible, mientras terminaba de pasar la primera hoja del periódico, que iluso de mi, en la portada tenía mi cara bajo el titular de "Sohem Mugikeito Shakkin escapa de Impel Down" pero no lo vi a la hora de pasar la hoja por mas que esta fuera hacia la dirección en la que yo miraba.
Tras ese gesto me centré en mirar las primeras columnas del periódico. Contaban que en Watter Seven se iban a reunir tanto químicos como físicos, así como expertos en robótica, herreros y carpinteros de la mas alta gama, para llevar a cabo una feria sobre la creación de vida inteligente. Eso me llamó mucho la atención, los organismos artificiales no tripulados, autónomos... Sin dolor, leales, reparables, fácilmente sustituibles... Un tema interesante.
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Al parecer la muerte de alguno de los sujetos que comenzaron la pelea daba pie a un juego de apuestas por el favorito así como a causar el triple de revuelo del necesario cuestiones que Katniss hubiera seguido de manera mas simple para determinar de aquello uno mas de sus juegos al usar a aquel par de personas peleando para que, con algo de suerte, poder estafarlos a todos y robarles hasta lo mas mínimo que podían tener por simple diversión. Pero no, era mejor ver a aquel sujeto por algún extraño motivo siendo que realmente le llamaba la atención aunque le fuera imposible de admitir. La sonrisa de aquel tipo se le hizo hasta molesta cuando paso por completo ignorando a aquella chica para tomar un periódico que mantenía una mesa en pie. Pero lo peor seria cuando le hablara con solo mirar el pequeño vaso de alcohol que tenia frente a él en lugar de mirarla a ella misma como esperaba que todos en el mundo hicieran. Si, tal vez fuera un poco exagerada en cuanto al egocentrismo pero así es la nobleza por naturaleza.
Después comenzó a decir que buscaba algo conque entretener su vista lo cual estaba molestando a la chica que lo consideraba un baboso hasta que este dejo en claro que hablaba de aquel retazo de papel mal mantenido. Y para peor seguía burlándose de la dama que en esos momentos podía vérsela completamente enojada hasta el punto tal que seria justo decir que le hervía la sangre de la bronca acumulada que tenia "Sohem Mugikeito Shakkin escapa de Impel Down... Un minuto..." En cuanto viera la hoja de aquella cosa notaria que el nombrado en dicha hoja era nada mas y nada menos que la persona que tenia delante de sus ojos y si no estaba del todo mal era alguien peligroso y por ende divertido.. Si, tenia que ser divertido. Después de todo había escapado de la peor prisión del mundo y a diferencia de ella llevaba un apodo que no era solo conocido en los bajos fondos con los tratos en el mercado negro.
Tomo el nuevo trago que el tabernero le estaba sirviendo, algo que parecía tener alguna gaseosa y lima para aliviarlo aunque también algo similar al Ron o tal vez mas fuerte para darle el toque justo de sabor -Esto si es bueno- Mientras decía esas palabras en sus ojos se iba colando un brillo especial de quien tenia un as bajo la manga que poder usar contra quien parecía estar indefenso ¿Pelear? Ni loca, su potencial debía de estar lejos de su alcance. Simplemente tenia que poner una nueva pieza en su tablero, tal vez una torre en su caso y comenzar a jugar contra el mundo de nuevo tras restaurar parte de su tablero -Katniss Granger, por si algún día se le pierde algo- Simplemente se presentaría mientras centraba su mirada en las botellas frente a ella dado que había pasado a estar de lado a él de nuevo, era mejor ver como respondía ante algo de sarcasmo sencillo en lugar de seguir en el intento de ofenderle.
Después comenzó a decir que buscaba algo conque entretener su vista lo cual estaba molestando a la chica que lo consideraba un baboso hasta que este dejo en claro que hablaba de aquel retazo de papel mal mantenido. Y para peor seguía burlándose de la dama que en esos momentos podía vérsela completamente enojada hasta el punto tal que seria justo decir que le hervía la sangre de la bronca acumulada que tenia "Sohem Mugikeito Shakkin escapa de Impel Down... Un minuto..." En cuanto viera la hoja de aquella cosa notaria que el nombrado en dicha hoja era nada mas y nada menos que la persona que tenia delante de sus ojos y si no estaba del todo mal era alguien peligroso y por ende divertido.. Si, tenia que ser divertido. Después de todo había escapado de la peor prisión del mundo y a diferencia de ella llevaba un apodo que no era solo conocido en los bajos fondos con los tratos en el mercado negro.
Tomo el nuevo trago que el tabernero le estaba sirviendo, algo que parecía tener alguna gaseosa y lima para aliviarlo aunque también algo similar al Ron o tal vez mas fuerte para darle el toque justo de sabor -Esto si es bueno- Mientras decía esas palabras en sus ojos se iba colando un brillo especial de quien tenia un as bajo la manga que poder usar contra quien parecía estar indefenso ¿Pelear? Ni loca, su potencial debía de estar lejos de su alcance. Simplemente tenia que poner una nueva pieza en su tablero, tal vez una torre en su caso y comenzar a jugar contra el mundo de nuevo tras restaurar parte de su tablero -Katniss Granger, por si algún día se le pierde algo- Simplemente se presentaría mientras centraba su mirada en las botellas frente a ella dado que había pasado a estar de lado a él de nuevo, era mejor ver como respondía ante algo de sarcasmo sencillo en lugar de seguir en el intento de ofenderle.
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Una vez la chica se giró hacia la barra para continuar bebiendo, el camarero volvió a poner la segunda copa de whisky frente a mi y la tomé entre mis dedos con gusto, sintiendo la frialdad del hielo y a la par el ardiente alcohol navegando entre ellos, como el mar acariciando los icebergs, solo que a mucha menos escala, estaba claro.
Tomé un breve trago, sintiendo como bajaba por mi garganta y me hacía trizas la traquea... Amaba esa sensación.
Tras eso miré de nuevo a la chica, pues su presentación me había llamado la atención. ~ ¿Por qué se presenta? ¿Estará intentando ligar conmigo? No... no lo creo, pero entonces ¿por qué? ~ pensaba, buscando una respuesta, mientras pasaba otra página del periódico.
Después noté que mi año en prisión me había pasado factura y había perdido los modales, así que intenté reparar mi error apresuradamente ~ Mi nombre es Sohem, Katniss. Es un placer ~ le dije, presentándome ante ella por mi verdadero nombre, pues no me suponía una amenaza.
Tras eso, me centré de nuevo en mi copa, disfrutando otro trago y volví a mirarla ~ Y dime, busca-objetos... ¿que hace una mujer como tú, en un sitio como este? Suena muy típico, pero en verdad me intriga. No es el sitio de una dama ~ dije dándola un repaso de cabeza a pies, admirando su belleza pero sin intenciones deshonestas. En verdad era una mujer guapa, pero bastantes problemas me habían traído ya las faldas, como para caer otra vez en lo mismo. Ya había tenido bastante por un tiempo.
Tomé un breve trago, sintiendo como bajaba por mi garganta y me hacía trizas la traquea... Amaba esa sensación.
Tras eso miré de nuevo a la chica, pues su presentación me había llamado la atención. ~ ¿Por qué se presenta? ¿Estará intentando ligar conmigo? No... no lo creo, pero entonces ¿por qué? ~ pensaba, buscando una respuesta, mientras pasaba otra página del periódico.
Después noté que mi año en prisión me había pasado factura y había perdido los modales, así que intenté reparar mi error apresuradamente ~ Mi nombre es Sohem, Katniss. Es un placer ~ le dije, presentándome ante ella por mi verdadero nombre, pues no me suponía una amenaza.
Tras eso, me centré de nuevo en mi copa, disfrutando otro trago y volví a mirarla ~ Y dime, busca-objetos... ¿que hace una mujer como tú, en un sitio como este? Suena muy típico, pero en verdad me intriga. No es el sitio de una dama ~ dije dándola un repaso de cabeza a pies, admirando su belleza pero sin intenciones deshonestas. En verdad era una mujer guapa, pero bastantes problemas me habían traído ya las faldas, como para caer otra vez en lo mismo. Ya había tenido bastante por un tiempo.
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Sohem... Si, su nombre era Sohem por lo que la rápida suposición de la fémina era correcta y solo significaba que estaba de lado a un importante pirata al cual le era mejor mantener a su favor, tal vez pedirle una explicación de su escape de la gran prisión dado que ese tipo de información podía servirle a la chica en un futuro. Vamos, era algo interesante de saber tanto para ingresar y saber los fallos o mismamente salir de la prisión teniendo una vaga idea del como lo había logrado una persona como él -¿Una dama?- Repitiendo esas palabras a modo de pregunta la chica se dedicaría a soltar una pequeña risa ciertamente macabra mientras le indicaba al tabernero cual era el nuevo trago que quería probar -Digamos que esta dama es rebelde y estos sitios son mas que interesantes- En su mente se dibujaran sus horas dentro de la mansión Granger, tan simples e iguales que incluso llegaba a asquear a la cocinera que en esos momentos sintió como su estomago se negaba a seguir el juego de probar tragos.
Sin decir mas nada tomo el nuevo trago que tenia frente a ella, uno de tono verde con hielo a desbordar y una rodaja de lima. En tanto su mente dibujaba un plan, mas bien el boceto de uno, para actuar en aquel sitio y todo lo que ocurriera en el mismo. No es que viera el futuro o tuviera ganas de adivinarlo, mas bien se basaba en la lógica de todas sus aventuras y las que había leído o escuchado para armar un buen plan base y un recorrido para lo que fuera a pasar de allá en adelante teniendo en cuenta incluso la pelea fuera del bar y su postura como Noble invitada a una reunión importante. Su idea no era hablar de mas y mucho menos dejar las puertas cerradas, mejor que se diera cuenta del lió en el cual se había metido al presentarse frente a una mujer de nobleza como aquella dama lo era.
-Un detalle importante, hay una reunión de nobles en uno de los Mangroove legales de este archipiélago Mugikeito. Le recomiendo tener cuidado- Su sonrisa por lejos mostraba algo de picara al preguntar eso mientras sus orbes rojos se posaban en el liquido traslucido que tenia frente a ella, un nuevo trago repleto de hielo. No quería ver su reacción, de por si seria interesante verlo entrar en una manera defensiva ante esa pregunta o bien, saber como era su reacción ante esa jugada tan arriesgada que había hecho. Algo así como mover el peón de delante del rey para descubrirlo a posibles ataques del jugador contrario, aunque para ella no seria mas que una trampa con la cual sacarle información. Si todo le salia como quería claro.
Sin decir mas nada tomo el nuevo trago que tenia frente a ella, uno de tono verde con hielo a desbordar y una rodaja de lima. En tanto su mente dibujaba un plan, mas bien el boceto de uno, para actuar en aquel sitio y todo lo que ocurriera en el mismo. No es que viera el futuro o tuviera ganas de adivinarlo, mas bien se basaba en la lógica de todas sus aventuras y las que había leído o escuchado para armar un buen plan base y un recorrido para lo que fuera a pasar de allá en adelante teniendo en cuenta incluso la pelea fuera del bar y su postura como Noble invitada a una reunión importante. Su idea no era hablar de mas y mucho menos dejar las puertas cerradas, mejor que se diera cuenta del lió en el cual se había metido al presentarse frente a una mujer de nobleza como aquella dama lo era.
-Un detalle importante, hay una reunión de nobles en uno de los Mangroove legales de este archipiélago Mugikeito. Le recomiendo tener cuidado- Su sonrisa por lejos mostraba algo de picara al preguntar eso mientras sus orbes rojos se posaban en el liquido traslucido que tenia frente a ella, un nuevo trago repleto de hielo. No quería ver su reacción, de por si seria interesante verlo entrar en una manera defensiva ante esa pregunta o bien, saber como era su reacción ante esa jugada tan arriesgada que había hecho. Algo así como mover el peón de delante del rey para descubrirlo a posibles ataques del jugador contrario, aunque para ella no seria mas que una trampa con la cual sacarle información. Si todo le salia como quería claro.
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La muchacha de ojos rojos frente a mi, me recomendó tener cuidado con la reunión de Nobles que supuestamente había en uno de los Mangroove legales de este lugar, y lo hizo refiriéndose a mi por mi auténtico nombre criminal, "Mugikeito". Dicho eso se giró y se concentró en la copa que tenía sobre la mesa.
No podía negar que su jugada me había dejado algo descolocado, pero intenté no mostrar ninguna reacción aparente, tan solo solté mi copa y usaba mi mano para cerrar el periódico, perdiendo en él todo interés, haciéndolo a un lado con la mano según lo seguía con la vista, y entonces fue cuando vi que su portada, era la noticia de mi fuga, con mi cara en la primera plana. Ahora sería un hombre muchísimo más buscado que antes, y eso no era algo que me gustara ni mucho menos... disfrutaba de mi anonimato, así que tendría que ingeniármelas para que el gobierno me dejara en paz.
Pero sería otro día.
La chica lucía una sonrisa pícara y algo siniestra, como si disfrutara con aquel juego... Habría leído las noticias antes que yo y aun así estaba intentando amenazarme o coaccionarme de alguna forma un tanto descarada... O tenía mucho valor o era completamente idiota, pues nadie en su sano juicio enfrentaría a un pirata, y menos a uno poco corriente, como yo, así que decidí seguir su juego y ver de que estaba hecha. ~ ¿Acaso eso es una amenaza? ~ dije a la par que me levantaba del asiento extendiendo al camarero la suma suficiente como para pagar lo consumido por los dos, y sobrar algo. Él debió entender la situación aquí, pues tras varios pasos hacia atrás con el dinero en la mano entró en la cocina del bar y no lo vi volver a salir.
Caminé dos pasos hasta estar lo suficientemente cerca de la muchacha como para que nuestras ropas se rozasen, y proseguí ~ Debes estar muy segura de tus capacidades si sabes quien soy y pretendes acorralarme sola en un bar como este...~ le dije a la chica sin moverme de ahí, esperando a que me respondiera, o se girara o cualquier cosa, concentrado en absoluto en mi Haki Mantra, para prever cualquier acción en todo el bar, de ella o de cualquiera, con la mano lista para partirla ese suave y delicado cuello pálido si su respuesta me hacía sentirme amenazado en lo más mínimo.
Estaba claro que si hacía eso, era con un plan. O era un miembro del gobierno que no resultaba ser lo que parece... Sea lo que fuere lo acertado, no iba a dejar que me cogiera con la guardia baja, y aguardé a su respuesta sin variar ni un centímetro nuestra distancia, ni mi actitud y gesto.
No podía negar que su jugada me había dejado algo descolocado, pero intenté no mostrar ninguna reacción aparente, tan solo solté mi copa y usaba mi mano para cerrar el periódico, perdiendo en él todo interés, haciéndolo a un lado con la mano según lo seguía con la vista, y entonces fue cuando vi que su portada, era la noticia de mi fuga, con mi cara en la primera plana. Ahora sería un hombre muchísimo más buscado que antes, y eso no era algo que me gustara ni mucho menos... disfrutaba de mi anonimato, así que tendría que ingeniármelas para que el gobierno me dejara en paz.
Pero sería otro día.
La chica lucía una sonrisa pícara y algo siniestra, como si disfrutara con aquel juego... Habría leído las noticias antes que yo y aun así estaba intentando amenazarme o coaccionarme de alguna forma un tanto descarada... O tenía mucho valor o era completamente idiota, pues nadie en su sano juicio enfrentaría a un pirata, y menos a uno poco corriente, como yo, así que decidí seguir su juego y ver de que estaba hecha. ~ ¿Acaso eso es una amenaza? ~ dije a la par que me levantaba del asiento extendiendo al camarero la suma suficiente como para pagar lo consumido por los dos, y sobrar algo. Él debió entender la situación aquí, pues tras varios pasos hacia atrás con el dinero en la mano entró en la cocina del bar y no lo vi volver a salir.
Caminé dos pasos hasta estar lo suficientemente cerca de la muchacha como para que nuestras ropas se rozasen, y proseguí ~ Debes estar muy segura de tus capacidades si sabes quien soy y pretendes acorralarme sola en un bar como este...~ le dije a la chica sin moverme de ahí, esperando a que me respondiera, o se girara o cualquier cosa, concentrado en absoluto en mi Haki Mantra, para prever cualquier acción en todo el bar, de ella o de cualquiera, con la mano lista para partirla ese suave y delicado cuello pálido si su respuesta me hacía sentirme amenazado en lo más mínimo.
Estaba claro que si hacía eso, era con un plan. O era un miembro del gobierno que no resultaba ser lo que parece... Sea lo que fuere lo acertado, no iba a dejar que me cogiera con la guardia baja, y aguardé a su respuesta sin variar ni un centímetro nuestra distancia, ni mi actitud y gesto.
Natalia
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¿Si era una amenaza? ¡Pero por dios! Era obvio que lo era o, si no se lo quiere ver como tal, era mas un juego de extorsión creado por la fémina para ver que tan lejos podía llegar aquel sujeto. En cuanto se levantara del asiento la fémina llevaría su mano hacia dentro de su ropa para dejarla ahí por un tiempo mientras que con la otra llevaba el nuevo trago hacia sus labios para darle un nuevo trago "Todo fríamente calculado" En tanto eso pasaba por su mente el pirata le daría una importante suma de dinero al tabernero que se retiro corriendo cual gallina asustada para dejarlos en ese momento a solas. Mejor para Katniss, menos gente que engañar y mover a sus anchas y por supuesto menos variables que pensar. Después de ello y como era de esperarse apenas caminaría unos pasos para quedar se cerca a la cocinera.
-¿Eh? Te equivocas querido, yo no quiero acorralarte- Tomaría una pausa para jugar con el contenido dentro del vaso que era mas bien mínimo esperando ver alguna reacción o algo interesante que la hiciera asombrarse llegando a la conclusión de que era el momento de usar "eso" como ella le decía -De seguro crees que soy una agente del gobierno de esos que no sonríen como yo o una de esas estúpidas figuras que visten de blanco y azul por las calles- Agentes del Gobierno mas definidos como CP o Marines, esas eran las potencias del bien a las que se refiera la joven en esos momentos -Lamento decirte que te equivocas- Terminaría el poco contenido del vaso de un trago y levantaría la mirada para centrarse en sus orbes de tono amarillo mostrando en su mirada y facciones lo divertido que se le hacia el juego.
-Katniss Granger, heredera de la familia noble Granger y, como no, una mujer que esperaba la oportunidad de conocer a alguien como usted- Su tono sonaba cada vez peor, mas confiado y molesto aunque era la verdad. Por si hacia falta mostrarse aun mas confiada y con motivos para no recibir un golpe la chica dejaría sobre la mesada un Den Den Mushi de tono rojizo -Golpeame, adelante. Pero tengo que avisarte que si esa cosa no recibe una señal cada cinco minutos un centenar de marines van a rodear todo el archipiélago por mi seguridad- Tal vez era exagerado, lo era realmente, pero era la verdad. Si la cocinera de sangre noble era golpeada y aquel objeto no recibía una señal parte de la isla se vería seriamente asediada por ataques por lo que no le quedaba otra opción mas que charlas con ella tal y cual ella pretendía que ocurriera.
-¿Eh? Te equivocas querido, yo no quiero acorralarte- Tomaría una pausa para jugar con el contenido dentro del vaso que era mas bien mínimo esperando ver alguna reacción o algo interesante que la hiciera asombrarse llegando a la conclusión de que era el momento de usar "eso" como ella le decía -De seguro crees que soy una agente del gobierno de esos que no sonríen como yo o una de esas estúpidas figuras que visten de blanco y azul por las calles- Agentes del Gobierno mas definidos como CP o Marines, esas eran las potencias del bien a las que se refiera la joven en esos momentos -Lamento decirte que te equivocas- Terminaría el poco contenido del vaso de un trago y levantaría la mirada para centrarse en sus orbes de tono amarillo mostrando en su mirada y facciones lo divertido que se le hacia el juego.
-Katniss Granger, heredera de la familia noble Granger y, como no, una mujer que esperaba la oportunidad de conocer a alguien como usted- Su tono sonaba cada vez peor, mas confiado y molesto aunque era la verdad. Por si hacia falta mostrarse aun mas confiada y con motivos para no recibir un golpe la chica dejaría sobre la mesada un Den Den Mushi de tono rojizo -Golpeame, adelante. Pero tengo que avisarte que si esa cosa no recibe una señal cada cinco minutos un centenar de marines van a rodear todo el archipiélago por mi seguridad- Tal vez era exagerado, lo era realmente, pero era la verdad. Si la cocinera de sangre noble era golpeada y aquel objeto no recibía una señal parte de la isla se vería seriamente asediada por ataques por lo que no le quedaba otra opción mas que charlas con ella tal y cual ella pretendía que ocurriera.
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