Un cambio de rumbo (privado)

Loguetown es una ciudad en una isla en el East Blue, con la ciudad en la que cubre casi toda la isla, con excepción de unas pocas colinas empinadas. Loguetown es una gran ciudad. Casi todos los buques, especialmente en barcos piratas, pasan por esta isla para abastecerse de suministros para ir a la Gran Linea. La gran Loguetown se encuentra en una ubicación muy cerca de la Reverse Mountain, justo afuera de la vista de la Red Line. El apodo de esta ciudad es "La ciudad del Alfa y el Omega". Esto es porque el Rey de los Piratas, Gold Roger, nació y fue ejecutado aquí. Por no decir que demás tiene una gran base de la marina.



Ese día era un día nublado, el tiempo no era el mejor del mundo al igual que el humor de Kanae, la cual se levantó con algo de mala leche.  Ella estaba ese día algo molesta por una serie de acontecimientos ocurridos recientemente en la revolución con los que no estaba demasiado de acuerdo, aun así tanto ella como Legim y Uracha se levantaron para hacer sus tareas como de costumbre. Aunque ese día fue algo diferente. Tanto Kanae como Uracha fueron llamados por Legim para reunirse lejos de la base revolucionaria, ya que quería comentarles algo importante.

El lugar de encuentro sería  una taberna de Loguetown  llamada “Bar Gold Roger”, como era de esperar Kanae y Uracha preguntaron la razón por la que Legim no les decía ya el motivo de reunirse. A lo que Legim se limitó a sonreír  y a contestarles que todo debe llegar a su debido tiempo. Tras esto Legim les comunicó a los dos revolucionarios que debía encargarse de algo urgente antes de ir a la reunión por lo que les ordenó a sus dos seguidores que se adelantasen ellos primero.

A regañadientes y como era de esperar con Kanae de malas, tanto ella como Uracha tomaron un pequeño barco para dirigirse a las islas donde el antiguo rey de los piratas fue asesinado. El camino fue lento y tranquilo sin duda, el paseo se hizo bastante largo ya que le tiempo cambiaba a ratos dando pequeños periodos de lluvia muy poco intensa cayendo escasas gotas que humedecían el ambiente y lo enfriaba, y a ratos momentos de sol. Creando unos momentos brevemente cálidos con unos un tanto fríos poco usuales de esas aguas.



Por otro lado en Loguetown, las calles andaban vacías, las personas corrían tapando sus cabezas con prendas de sus propias ropas para resguardarse de las pequeñas ráfagas de lluvia suave. Las mujeres y hombres recogían las ropas de los tendederos para que no se mojasen aún más. Sin duda apenas había nadie en las calles, ni siquiera marines de guardia exceptuando a dos extraños individuos llamados Sting y Lekic los cuales ya se encontraban en la isla Loguetown desde hace varios días atrás. Ellos se encontraban en ese momento frecuentando bares y locales de la ciudad. Sin duda resguardándose del cambiante e inusual tiempo que estaban sufriendo. Ambos caminaban por distintas calles pero sin saberlo hacia la misma dirección.

Finalmente Sting y Lekic llegaron casi a la par a una taberna llamada “Bar Gold Roger” la cual se encontraba llena hasta los topes en ese momento. Según parece el mal tiempo no solo sirvió para que no hubiese nadie en las calles, según parece muchos tuvieron la misma idea de resguardarse de las intermitentes lluvias en un local. Todo parecía tranquilo hasta que de repente empezaron a escucharse gritos y gente haciendo diferentes ruidos. Según parece dos borrachos habían iniciado una pelea y los que estaban en el local empezaron a hacer coro a su alrededor pegando gritos como si de una pelea de gallos se tratase. Lekic se acercó a una mesa para sentarse en ella mientras Sting fué directamente a por una de las dos sillas libres que tenía esta. Todo andaba bien hasta que de repente se fijaron en que una silla volava en la dirección en la que los dos muchachos se encontraban.

¿Uracha y Kanae llegaran al bar sin problemas? ¿Lekic y Sting se meterán en peleas o resolverán la situación? ¿Legim llegará a tiempo antes de que alguno de sus seguidores la arme parda? ¿Cuál es el motivo por el cual reunió Legim a Kanae y a Uracha en ese lugar? ¿Todos nuestros protagonistas se verán las caras en la taberna?¿Que pasara cuando lo hagan?

Objetivos,  condiciones y Turnos:

Me encontraba en el puerto de LogueTown y esta vez estaba aquí por que Legim nos había dicho que nos esperaba en el bar Gold Roger aquel era el lugar perfecto para reunir información, ver nuevos carteles de novatos, si alguien había aumentado su recompensa o simplemente buscar bronca con alguien, era el único lugar que por mucha gente que hubiese estaba siempre cómodo. Salí al puerto y me quede mirando los barcos anclados y como era de esperar algunos de ellos los podía reconocer, por pelear contra su tripulación o simplemente por encontrármelos en alta mar y pasar completamente de ellos, respire hondo y luego me estire y tras estar en silencio unos segundos sonrei -¡Kanae! ¡Yo me dirijo ya al bar, nos vemos allí!-

Dije mientras comenzaba a caminar... tras eso comencé a recordar gente que había conocido en esta  isla, piratas como el Gigante Dromp el cual invite a comer en esa mismo bar también conocí al cazador de piratas Dain Puño De Hierro y a muchos mas rivales  y amigos increíbles. Eso si que eran grandes no la gente de ahora, algunos se creen que por robar o asustar un poco ya son algo importantes o por capturar a cualquier pirata ya se creen dioses es una pena, aunque bueno aun sigue habiendo gente grande... dije mientras seguía caminando hacia aquel bar llenos de buenos recuerdos.

-Hecho de menos mi vida como pirata, estar ayudando a los revolucionarios no me llena, me pregunto como estarán todos...-

Dije mientras podía observar como una gaviota volaba justamente encima mía a continuación, mire el cielo nublado podía sentir como la brisa movía mi pelo mientras seguía recodando cosas me percate que casi había llegado al bar para reunirme con Legim, así que decidí no entrar para y esperar en la puerta a Kanae.

En aquél bar, todo el mundo parecía tener ganas de liarla bastante, con ganas de armar revuelo, de mostrase más fuertes que los demás y hacerse respetar. Risas me causaba en el fondo de mi alma ver semejante actitud recordando las veces en las que yo había cometido los mismos errores, uno por uno.

Me encontraba en una esquina bastante sombría de aquella posada, donde apenas la luz de una vela iluminaba mi mesa y parte de mi rostro oculto por una amplia capucha.


Pude tomarme unos minutos de tranquilidad en medio de todo ese bullicio y recordar mis tiempos en la piratería... todo comenzó cuando decidí saltarme a la mar y escapar de las garras de poder que tenía mi padre sobre mi... conocí a Azumi Kento.... que resultaba ser Mihasy, un miembro de los Héroes Bravos que combatió contra mi padre y que sufría amnesia. Él era mi subcapitán, y juntos nos lanzamos a innumerables aventuras junto a otros, como Uracha, quién siempre fue mi fiel camarada... hasta el punto de ir a la revolución junto a mi cuando lo hice... A decir verdad, en mi larga travesía, conocí a formidables rivales, algunos ya fallecidos, otros desaparecidos, y algunos, en lo alto del poder... sin duda, habíamos logrado ser grandes protagonistas de la historia, bravos guerreros de la mar capaz de crear una era a la altura de otras tantas eras, como la del gran Gol.D.Roger, o Monkey.D.Luffy... Ain... la vida del pirata, la vida del pirata, es la mejor... ¿Por qué carajo tuve que hacer caso a mi padre y aliarme a él?... Por intereses, claro, ¿Por qué si no?... Pero ahora mismo, no tengo ningún interés que él me pueda conceder... y mi corazón no aguanta más, necesita de ella, de la más hermosa dicha que hay para un hombre, ¡La libertad! Mi corazón arde en deseos de coger un barco y navegar con él rumbo a lo mayores peligros jamás vistos por ser humano, con ansias de derramar la sangre de los más poderosos, con deseo de pasar a la historia al mismo nivel de reconocimiento que el gran Gol.D.Roger, ¡Ser el mejor de la historia!

Me dí cuenta de que estaba muy exaltado aunque quizás no se notase, así que decidí contar hasta 10 y relajarme. Miré al rededor, con una amplia sonrisa. ¿Qué mejor lugar que este para empezar la aventura? Había llamado a Kanae y a Uracha para que viniesen sin mi, quería aguardar misterio, ver como se comportaban desde lejos, y aprovechar este tiempo para pensar en como darles la noticia, y ver si algún joven del lugar me llamaba la atención lo suficiente como para meterle en la banda.

Y ahí estaba Uracha, aunque aún no había entrado, estaba tras la puerta, y lo supe por mi ojo cyborg naturalmente, estaba aguandando en ella, esperando.
- Seguramente espera a Kanae, este joven siempre tan educado jajajaja. - Pensé al tiempo que una voz sobresalía de entre todas de la taberna.

Un joven rubio con cierta musculatura gritaba a un borracho de manera desafiante. Esto sería divertido.

Acabábamos de llegar al puerto cuando sin comerlo ni beberlo Uracha decidió adelantarse al bar, andaba rápidamente como de un niño pequeño se tratase. Sin duda estas misiones me aburrían enormemente hacía demasiado tiempo que ya no sentía emoción alguna en las misiones de los revolucionarios. Lo cierto es que jamás quise meterme en este grupo. Ni compartía sus ideales, ni su forma de actuar, mi única razón de estar en los revolucionarios tiene un nombre, Legim. EL que antes se suponía que sería mi maestro ahora marca algo mucho más fuerte en mi vida.

Me limité a ver como Uracha adelantaba andando a paso lento. Yo por el contrario me preparé mi pipa de fumar y  empecé a caminar despacio y sin prisa, dudaba que pasase nada interesante en ese bar pues, al fin y al cabo en os revolucionarios no suele pasar casi nunca nada interesante. Además Legim odia que fume delante suya. Supongo que le tiene miedo al fuego dela pipa o algo.

Caminé por las calles admirando la ciudad no hace mucho que estuve aquí precisamente. Lo cierto es que he pasado más por aquí que por muchos otros lugares. Cuando llegué al bar Uracha esperaba en la puerta. Sinceramente no entendía por qué me adelantaba si tenía pensado esperarme. Yo por el contrario abrí la puerta con la pipa en la boca.  Y me metí en el bar.

Acababa de entrar y lo primero que vi fue a unas personas peleando y a un chico sosteniendo el cuerpo de un inconsciente. Parece que ninguno se había percatado de que una silla probablemente lanzada durante la pelea se precipitaba rápidamente sobre la cabeza del chico rubio que agarraba al inconsciente y de otro chico. Lo cierto es que no sé por qué lo hice, supongo que fue acto reflejo pues yo jamás ayudaría a dos, no 3 hombres, de un golpe como el que les iba a propinar la silla voladora. Estas cosas son las que pasan cuando la gente no está atenta a su entorno y sinceramente pienso que se las merecen. Pero en ese preciso instante no pensé en eso, simplemente lacé a silferon en mi brazo derecho,  la cual se enganchó a la silla y con un ágil movimiento del brazo accioné la recogida automática de la cadena a escasos centímetros de los rostros de los muchachos. Sin duda pudieron ver la silla justo delante de sus ojos  antes de que la acción de recogida de la cadena la parase en seco en el aire y la lanzase en mi dirección. A lo que me limité a alzar el brazo derecho y agarrar la silla por una de las patas en el aire, salvando a esos tres hombres, entre ellos el muchacho rubio con el inconsciente agarrado de un tremendo golpe del objeto de madera. Con un movimiento del brazo solté a silferon de la silla la cual arrastré sin decir más que un simple “TSK!!!” mientras caminaba a una mesa libre en el centro del bar, coloqué la silla y me senté sobre ella cruzándome de piernas.

TSK!!!:

La gente me miraba como si hubiesen visto un fantasma. Lo cierto es que no me importaba demasiado. En ese momento solo me estaba preguntando porqué les ayudé. ¿Sería que me estoy volviendo más afectiva con los hombres desde que estoy con Legim y Uracha? Estaba un poco molesta conmigo misma por ayudar pero fue un acto reflejo, por no hablar de que sabía que si no lo hacía me sentiría peor… esos sentimientos contrarios me molestaban.

Me saqué mi pipa de la boca la cual aún tenía desde que empecé a fumármela, tiré las cenizas sobrantes a un cenicero y me la volví a meter en la boca y a sujetarla con los dientes. La gente seguía mirándome como si mirasen a un asesino que recién mató a alguien, pero me limité a lanzar a silferon a la pesca de una botella de sake que estaba recién puesta en la barra haciendo lo mismo que hice para atrapar al vuelo la silla. Con la botella de sake en la mano me limité a mirar a Uracha el cual me miraba desde la puerta un poco empanado. Me pregunto en qué estaría pensando este chico… En cualquier caso empecé a beber de la botella recién adquirida de la barra, alternando la botella y la pipa a ratos. Podría haberme levantado, pero no estaba ni de humor, no de ganas de moverme y esa era la manera más sencilla y rápida..

-¡¡¡CAMARERO!!! … ¡¡¡EN ESTA MESA QUE NO FALTE EL SAKE…ALGO ME DICE QUE TENGO UNA LARGA MAÑANA POR DELANTE!!!….

Estaba tranquilamente tomando mi saque sin hacerle daño a nadie, alternando mi pipa y mi sake por momentos, cuando el muchacho rubio que estaba en la pelea de antes se acercó a mí lentamente, lo cierto es que no le eché demasiada cuenta. Me había terminado mi primera botella y acababa de pedir la segunda la cual también quería terminarme rápido. Pues al vivir con Legim y apostarme con él  “a ver quién aguanta más bebiendo” me había desarrollado una inmunidad al sake casi asombrosa… aunque a pesar de todo seguía perdiendo contra Legim. Normal él está hecho al alcohol es como intentar causarme un cáncer yo misma con células. Es absurdo pensar que tengo una posibilidad. Pero aun así me gustaba jugar con él. En realidad era la excusa perfecta para que me llevase al camarote en brazos y me soltase en mi cama dándome un beso en la mejilla antes de dormir y luego no tener que dar explicaciones de ello pues un “no me acuerdo” lo arreglaba todo, aunque yo nunca olvido lo que hago aunque esté extremadamente bebida. Por lo que es una mentira que creo que Legim ya me ha pillado pero se calla pues a él también le resulta juguetón así.

Estaba dispuesta de llevarme ese último trago de sake a la boca cuando  de repente el chico se subió a la mesa, colocándose de cuclillas frente a mí mirándome fijamente. Mientras con los dientes seguía sujetando mi pipa y con la mano derecha mi botella. Le pegué ese trago y el camarero no tardó en traerme una segunda botella. Me limité a mirarle con mi único ojo derecho al muchacho sin decir nada. El chico extendió su mano hacia mi botella de saque que aún sostenía el camarero. De alguna forma el sake del interior de la botella se congeló hasta hacer estallar el recipiente.

A lo mejor estaba equivocada pues hace poco que poseo akuma pero… quizás este chico tenía una de hielo o de frío que le permitió hacer eso, el pobre camarero temblaba de miedo al igual que muchos de los presentes los cuales se escondieron en diferentes partes. Una pequeña estaka de sake hizo un leve arañazo en mi mejilla que no curé pues aún no quería que supiese que tenía akuma no mí. A todo esto le expulse en todo el rostro una gran exhalada de humo del mi pipa cegándole momentánea mente y haciéndole tose un poco por el humo.

-Eso has sido de muy mala educación rubiales…. Ese era mi sake… además no te he hecho nada para que vengas a molestarme.- le dije sin dejar de mirarle con mi único ojo.

El aspecto del chico ahora era más parecido al de un cubito de hielo, que al de un humano, su cuerpo provocaba una pequeña niebla blanquecina debido a las bajas temperaturas. El chico me sonrió, mientras mi esa mesa también comenzaba a congelarse, un golpee con su mano extendida sobre esta, terminó por congelarla. Él me miró fijamente con un gesto burlón y sonriente, y señalándome con el dedo me dijo:

-¡Je! Desde el primer momento que has pisado este bar, he sabido que merecerías la pena, ese brazo tuyo… No puedes habértelo hecho solita en casa, es un arma… Además ese aire de superioridad que te has dado al entrar, me ha cabreado, quiero un combate contra ti… ¡Ahora! El ganador hará con el perdedor lo que quiera, obviamente puedes elegir matarme, si así lo deseas…- Hizo una pequeña pausa, mientras se levantaba para marcharse por la puerta.- Dime, ¿aceptas?

Me limité a mirar al rubieles con algo de desgana- no tengo más remedio ¿¿cierto??-  Tras eso me levanté y me dirigí a la puerta un aire un tanto cabizbajo….- no tengo ganas…. – dije con algo de pereza. Tras decir eso eché una mirada asesina al resto del bar. – El que me quite la mesa o la silla puede empezar a cavar su tumba….

Spoiler:

Tras decir eso me dirigí hacia afuera no sin antes ponerla la mano en el hombro a Uracha y decirle.- cuídame la silla y la mesa por favor… acabaré rápido si me es posible…

Mientras esperaba a que llegaran Kanae  sentía un sentimiento extraño algo que no sabia bien si era bueno o malo, pero sabia seguro que echaba de menos esa sensación, al poco tiempo pude ver como  apareció Kanae y me miro unos segundos y sin decir nada entro al bar de repente mire hacia una esquina que daba hacia una calle y escuche una voz familiar

-Veo que aun tienes ese pequeño sentido ¿cierto?-

por unos instantes me quede callado mirándole. -¿Como te va Vincent?.- dije  un poco nervioso dado que si me estaba buscando solo podía significar una cosa, -Uracha, podemos hablar un momento tío...- sonrío efímeramente y asentí -Dame un momento- di una pequeña pause y eleve un poco la voz -¡¡Cabrones, debo ir a un sitio importante, vuelvo después!!- y sin esperar ninguna respuesta comencé a caminar con el.

¿Sabes que me trae aquí no? Pregunto tranquilamente -Claro que si solo puede ser una cosa, ¿como esta?-[/color] pregunte con curiosidad -Todo le va bien se a vuelto una tiradora increíble, su manejo del arco es insuperable- sonreí por un momento  -No me extraña , gracias por todo dile que pronto me encontrare con ella-  tras un pequeño silencio volvió a hablar -Te va todo bien con esa gente.-

-si son grandes nakamas en especial Legim- observo como sonreí -La verdad es que se esta volviendo muy conocido, sabes hoy te tiene guardado una pequeña sorpresa-  nada mas escuchar eso me sorprendí un poco.

-¿Tu le conoces Vincent?- dije esperando su respuesta  -Digamos que le e visto pelear mas de una vez, bueno debo irme con ella nos veremos pronto Uracha me alegro de verte- seguidamente me estrecho su mano -Igualmente gracias por todo, hasta pronto- a continuación ambos nos separemos y tome camino al bar y en poco menos de 5 min llegue y justamente pude ver como Kanae me puso la mano en el hombro y con cara enfadada me dijo cuídame la silla y la mesa por favor… acabaré rápido si me es posible… nada mas escuchar su voz la mire fijamente -No te preocupes, nadie te quitara el sitio preciosa, dale un golpe de mi parte.- dije mientras me acercaba a el asiento de Kanae para guardarselo.

Esperé dos minutos, hasta que aquella mujer salió del local, una vez en el exterior le dijo algo a un hombre que permanecía en la puerta. Estaba contento, por fin podría lograr lo que había venido a buscar, fama y gloria, esta mujer sería la que me impulsaría, el primer escalón a subir en la escalera para enfrentarme al destino. No pude evitar mostrar una media sonrisa, mientras permanecía quieto ante su presencia, la miraba fijamente, desafiante, esperando el momento justo para atacar.

Ahí estaba, alcé mis brazos lentamente, hasta que todo mi cuerpo formase una cruz, después, el aire comenzó a mostrarse más gélido, hasta tal punto de congelarse y formar dos espadas de hielo en mis manos. Una de ellas, la lancé como si se tratase de un shuriken, solo como aviso, pasando por su lado izquierdo y chocando contra un muro. Cuando chocó la espada se destruyó y congeló parte de la pared.

-Eso ha sido un aviso… Ahora, no fallaré.- Tras decir aquellas palabras me preparé para el verdadero ataque.

Sin más dilación clavé la espada restante en el suelo, esta, rápidamente se destruyó, y del suelo muchas estalagmitas heladas brotaron, con la intención de empalar a mi adversario. Estas destruían todo a su paso, no había contemplaciones de ningún tipo con aquella mujer.Tras el ataque una espesa niebla blanca cubría aquella pequeña calle, no se podía ver ni sentir nada, tan solo el fría y gélida temperatura a la que se encontraba todo, mi era sería anunciada, ya no había marcha atrás, mi camino estaba decidido.

-Veo... Que las apariencias engañan.- Dije creyéndome el ganador de la batalla.- ¡Hoy comienza mi era! ¡Yiahahahahaha!- Grité mientras gritaba como un loco y alzaba mis brazos tomando una pose de ganador.

Off: Señores, siento la tardanza y el post tan cutre que acabo de realizar, he estado de exámenes y por no haceros esperar más he posteado sin ganas y con cansancio acumulado, los próximos post no serán así, obviamente ^^ Perdón por las molestias.

Salí hacia afuera, ya había parado de llover pero el suelo estaba mojado eso me daba desventaja. No sabía qué tipo de akuma tenía pero parecía un novato, dudo profundamente que supiese usarla. En cualquier caso no hay rival pequeño solo luchado descuidado. Por lo que no me confiaría. Mi pipa seguía en mi boca sujetada por mis dientes. Con mi única mano toqué suavemente  mis dos espadas. Con paso lento y una mirada fija en mi contrincante me planté frente a él a una distancia prudencial de aproximadamente 2 metros.

Una vez parada junto a él, alzó sus brazos para poner su cuerpo en forma de cruz, el ambiente se volvió gélido y frío de sus manos aparecieron dos espadas de hielo.  Me lanzó una de las espadas pero no me moví del sitio, no iba dirigida a mi cuerpo, pasó bastante lejos de mi persona de hecho. Para finalmente chocar contra la pared a mi espalda la cual se congeló haciendo desaparecer la espada de hielo. Miré de reojo lo que provocó la espada de hielo. Ahora ya sabía su poder de akuma y lo que era capaz de hacer con él. Lo que me daba una considerable ventaja.

-Eso ha sido un aviso… Ahora, no fallaré.- Me dijo el muchacho lo que parecía ser muy confiado…

Me quedé callada mirando  al muchacho aún sin hacer un movimiento solo poniéndome en posición para coger cualquiera de mis dos espadas, con un pié ligeramente adelantado a otro, mi brazo bueno en posición para desenvainar y mi Silferon preparada para actuar.

Spoiler:

Tras eso el muchacho se dispuso a clavar su otra espada en el suelo ya sabía que pretendía hacer por lo que empecé a actuar antes incluso de que la espada terminase de clavarse mientras mi adversario estaba pendiente de su propia arma. Simplemente clavé a Mōjū en el suelo tras eso simplemente elevé mis piernas con un simple impulso colocándome haciendo el pino sobre mi espada con mi mano buena aún agarrada al mango de esta. No existe movimiento más sencillo y más útil para este tipo de ataques… Hasta un niño pequeño aprende a hacer el pino. Hacerlo sobre una espada clavada y con una sola mano implicaba un pelín más de entrenamiento pero nada que no se pudiese hacer con un pelín de esfuerzo físico el cual yo realizaba casi a diario en mis entrenamientos. El ataque del muchacho levantó una enorme pantalla de una neblina blanca. Podría haberle atacado por ahí pero se me ocurrió algo mejor. A pesar de ser un poco novato parecía que tenía potencial. Quizás a Legim le agradaría la presencia de este muchacho entre nuestras filas. Por lo que preferí mostrarle unas cuantas lecciones.

Mientras la niebla se disipaba yo me colocaba de pié sobre el mango de mi katana y apagaba mi pipa en mi Silferon provocando que el hierro que lo compone se recalentase hasta el punto de estar hirviendo. Mientras hacía esto el chaval ya parecía que andaba celebrando su pronta y fácil victoria.


-Veo... Que las apariencias engañan ¡Hoy comienza mi era! ¡Yiahahahahaha!- Gritó  como si de un laco desquiciado mental se tratase y alzaba sus brazos tomando una pose de ganador.

La niebla se disipó poco apoco cuando el muchacho se giró de nuevo para contemplar a lo que él creía que era su primera víctima pudo ver poco a poco mi figura de pié sobre mi Katana clavada en el suelo apoyada en el mango de esta con un solo pié. Mostrando la forma en la que escapé fácilmente de las estalactitas de hielo. Tras esto bajé de un salto de mi katana en zona segura y agarrándola de nuevo con la mano le dije en tono tranquilo y apacible.

Spoiler:

No estás mal rubiales… te tenía por un tonto perdedor y novato… y resulta que solo eres tonto y novato… -Dije riendo mientras con un solo movimiento de mi karana en forma semi circular que rodeaba todo mi cuerpo hice una onda cortante que destrozó literalmente todas las estalactitas convirtiéndolas en simple polvo blanco. – Tienes un gran poder, pero no solo no sabes usarlo. Si no que te confías enormemente. La primera regla del combate es: NO EXISTE EL ADVERSARIO PEQUEÑO SOLO EL LUCHADOR DESCUIDADO, CONFIATE Y ENCONTRARÁS LA MUERTE.

Spoiler:

Tras decir eso me limité a sonreír dejando caer en el interior de Silferon, la cual seguía caliente como esperaba, las brasas de mi pipa dejándolas en el interior de Silferon y convirtiendo a silferon no solo en un arma letal, si no también muy caliente.-Existe más de una forma de matar a un cerdo rubiales- Apagué de esa forma del todo mi pipa, luego la enfrié con un movimiento en el aire y guardé en mi cinturón

Dije haciendo un movimiento con el brazo izquierdo el cual hizo que la cadena de Silferon saliese sin problemas, con unos movimientos de brazo y de cuerpo la cadena pronto empezó a bailar en el aire como si tuviese vida propia. La cadena y Silferon chocaban contra el suelo las paredes y algunos objetos desviando la trayectoria del objeto de forma radical creando una especie de red en el aire que se movía sin parar de una manera prácticamente imperceptible para un ser humano normal. Con esto prácticamente pretendía confundirle, con el sonido y la vista no conseguiría nada pues el ambiente gélido que él mismo creó provoca un leve eco en cada golpe del objeto contra algo contundente. En uno de los choques Silferón se precipitó al costado del chavalito rubio era justamente lo que quería, con la intención más que clara de clavar sus garras en su piel de hielo.[AIF]– Bien… enséñame que más sabes hacer…- Dije con una sonrisa en mi rostro.

Nada mas sentarme en el asiento de Kanae me quede observando toda la la clase que gente que había en la taberna, en realidad no estaba realmente muy lleno pero reconocía algunas caras, algunos eran nuevos para mi pero no le di mucha importancia podía notar como algunos estaba ya un poco bebidos y otros parecían que dentro de poco empezarían una pelea.

Mientras tanto podía escuchar como fuera se estaba liando demasiado y como era de suponer serian aquel chico rubio y Kanae, no me preocupaba para nada esa pelea estaba seguro que ella le daría una buena paliza.

Respire profundamente cuando de repente di un pequeño grito -¡¡Kanae!! ¡¡dale duro!!! ¡¡tabernero prepara algo de comer que estoy pasando hambre¡¡-

Seguidamente me percate de la presencia de un tío con capucha un tanto extraño pero no le di mucha importancia, tras esperar un poco el tabernero me trajo la comida -Gracias- y seguidamente empece a comer.