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![Dos conocidos del pasado. [Ikaru y Neliel] [Privado] Empty](https://2img.net/i/empty.gif)
Hacia pocas horas que el sol ya había caído, y yo hacia tan solo unos cuantos días que había llegado a Reino de Lvneel, pero aun así yo me paseaba por esas calles como si nada, como si fuera lo más normal para mi, y como si hubiera estado en ese lugar toda mi vida. Llevaba una gabardina negra, larga, atada, y unas botas estilo militar. Y luego, como no, mis dos preciadas katanas Damu No Chi y No Sei Ryū No Sarsujin, mis dos katanas principales. A veces llevaba tres pero como por el momento dos me había bastado deje a Kuroi Kage No Kira mi tercera katana.
No tenía nada interesante que hacer esa noche, y no había nadie armando barullo así que simplemente me limitaba a conocer aun más el lugar ya que me manejaba mejor de noche que no de día con el sol dándome de pleno. Termine llegando al puerto, donde como siempre había algún marine por ahí rondando, y como era de esperar, también a algunos borrachos, pero no lo suficientemente borrachos o no lo suficientemente burros como para armar lio, que era lo que yo ahora quería que pasara para divertirme un poco.
Me acerque un poco más al puerto y pase cerca de los marines, observándolos de reojo, pero luego me fui por otro callejón, siempre pendiente de mis espaldas y de mis lados, mirando las casas y las tiendas posadas o tabernas, para ver si alguna taberna o posada tendría algo que a mí me pudiera interesar, pero por el momento no encontraba nada interesante, simplemente algún que otro borracho tirado en las esquinas, diciendo tonterías, piropos o pidiendo berris.
Algún borracho intento tocarme pero antes de que me rozaran yo ya les había dado en la entrepierna o un simple codazo y seguido con mi camino. Posiblemente al caminar desprendía un aire misterioso por el hecho de la gabardina que llevaba atada sin dejar ver nada debajo de ella, y por mis katanas y por el momento mi rostro serio.
No tenía nada interesante que hacer esa noche, y no había nadie armando barullo así que simplemente me limitaba a conocer aun más el lugar ya que me manejaba mejor de noche que no de día con el sol dándome de pleno. Termine llegando al puerto, donde como siempre había algún marine por ahí rondando, y como era de esperar, también a algunos borrachos, pero no lo suficientemente borrachos o no lo suficientemente burros como para armar lio, que era lo que yo ahora quería que pasara para divertirme un poco.
Me acerque un poco más al puerto y pase cerca de los marines, observándolos de reojo, pero luego me fui por otro callejón, siempre pendiente de mis espaldas y de mis lados, mirando las casas y las tiendas posadas o tabernas, para ver si alguna taberna o posada tendría algo que a mí me pudiera interesar, pero por el momento no encontraba nada interesante, simplemente algún que otro borracho tirado en las esquinas, diciendo tonterías, piropos o pidiendo berris.
Algún borracho intento tocarme pero antes de que me rozaran yo ya les había dado en la entrepierna o un simple codazo y seguido con mi camino. Posiblemente al caminar desprendía un aire misterioso por el hecho de la gabardina que llevaba atada sin dejar ver nada debajo de ella, y por mis katanas y por el momento mi rostro serio.
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Habíamos venido hace tiempo a la isla de Lvneel. Realmente era una misión que debíamos de haber cumplido y que bueno... realmente cumplimos. Yo, listo de mí me quede durante unos días más en la isla paras intentar disfrutar un poco de unos días de relajación. Una relajación que tampoco me satisfaría mucho que digamos. Estaba en una pequeña habitación de un motel que encontré en el lugar tras que mis compañeros de banda me dejaran solo. Estaba tumbado en la cama mirando al cielo y con las manos, una en la nuca y otra en el pelo, comencé a acariciarme un poco y a empezar a relajarme. Y me relaje tanto que finalmente me quede dormido durante un par de horas. Comencé a tener unos extraños sueños, aunque bueno esto ya era algo bastante habitual en mi persona y la verdad que esos extraños sueños no eran un plato de muy buen gusto. Mejor dicho, antes de llamarlo sueños se deberían de llamar pesadillas. Pero es que había algo aun más raro si cabe y es que tras despertarme solo recordaba esa sensación de angustia y de a ver vivido un sueños bastante raro pero no lo que había soñado exactamente. Todo sinceramente muy extraño. Me levante sudando un poco y con bastante sueño me acerque a la ventana y saque la cabeza hacía fuera haciendo que una pequeña brisa me diese en la cara y lentamente mi pelo comenzó a ondularse al son de este ultimo. Me seque un poco el sudor con el brazo y de nuevo volví a entrar en la habitación. Me puse la ropa de diario que llevaba guardada en un armario y salí del Motel para mirar un poco los alrededores y distraer un ratito.
Las calles rebosaban de gente. Era un buen bullicio y solo se escuchaba el ruido de la "ciudad" podría ponerte a hablar y no escucharte ni a ti mismo, pero era lo más normal, me había ido a la calle principal de la ciudad y como no era lo habitual y lo matutino. Pero todas estas personas estaban comenzando a estresarme a si que tras pasar unos poco minutos alli comencé a correr en dirección al puerto pero este estaba bastante lejos. me había quedado dormido y el sol comenzaba a caer y caer hasta que finalmente se fue para dejar paso a la luna que este día era llena por lo tanto continuábamos teniendo un pequeña iluminación que me dejaba ver las vejaciones que sufría esta ciudad. Por lo menos hasta llegar al puerto pude contar a diez borrachos que solamente danzaban de un lado a otro con las botellas en la mano y bebiendo y bebiendo sin parar un solo instante, bueno no, miento, si paraban para soltarse insultos entre ellos e incluso hacía mí que todas las veces pasaba de ellos girando la cara por no cortarles en pedazos. Pero Hubo una vez que no me cruce con un borracho si no con una mujer. Era de noche y ya estábamos en el puerto el olor y la poca claridad no me dejaron identificarla bien pero seguramente la conocía de algo... Ella paso a mi lado sin decir nada pues baje la cabeza para pensar pero tras ver como pasaba de lago me gire y comencé a perseguirla. Sí puedo que pareciera un acosador pero a lo mejor esto conseguía que tuviese algo de diversión esta aburrida tarde.
Las calles rebosaban de gente. Era un buen bullicio y solo se escuchaba el ruido de la "ciudad" podría ponerte a hablar y no escucharte ni a ti mismo, pero era lo más normal, me había ido a la calle principal de la ciudad y como no era lo habitual y lo matutino. Pero todas estas personas estaban comenzando a estresarme a si que tras pasar unos poco minutos alli comencé a correr en dirección al puerto pero este estaba bastante lejos. me había quedado dormido y el sol comenzaba a caer y caer hasta que finalmente se fue para dejar paso a la luna que este día era llena por lo tanto continuábamos teniendo un pequeña iluminación que me dejaba ver las vejaciones que sufría esta ciudad. Por lo menos hasta llegar al puerto pude contar a diez borrachos que solamente danzaban de un lado a otro con las botellas en la mano y bebiendo y bebiendo sin parar un solo instante, bueno no, miento, si paraban para soltarse insultos entre ellos e incluso hacía mí que todas las veces pasaba de ellos girando la cara por no cortarles en pedazos. Pero Hubo una vez que no me cruce con un borracho si no con una mujer. Era de noche y ya estábamos en el puerto el olor y la poca claridad no me dejaron identificarla bien pero seguramente la conocía de algo... Ella paso a mi lado sin decir nada pues baje la cabeza para pensar pero tras ver como pasaba de lago me gire y comencé a perseguirla. Sí puedo que pareciera un acosador pero a lo mejor esto conseguía que tuviese algo de diversión esta aburrida tarde.
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Mis pasos proseguían por la calle esquivando borrachos que intentaban simplemente rozarme o me decían algo, no se podía decir que fuera muy amistosa con los borracho o la gente simple, no me resultaban interesantes, ni me atraían curiosidad, ante la cual cosa me llamaban la misma atención que las hormigas, es decir, nada. Pero de golpe, el que en un principio me parecía un simple e insignificante borracho empezó a perseguirme corriendo, de la cual cosa me di cuenta al instante, era uno de los hombres que había esquivado hacia unos minutos, y ahora, no sabia cual era su motivo, pero me estaba persiguiendo.
En ningún momento me altere ni un ápice, para mi era un simple borracho de taberna, o un hombre cualquiera el cual no me preocupaba para nada, así que eche la mirada un poco atrás entre la oscuridad, calculando un poco la distancia en la que estaba, y cuando tuve una cierta idea di un par de pasos mas acelerados y me metí de golpe en un callejón, esperando que me hubiera visto, o no, daba igual en verdad. Una vez ahí escondida desenfunde a Damu No Chi que llevaba a la izquierda, una katana con la funda y el mango rojos, e incluso la hoja parecía un poco roja, como si la sangre de sus víctimas la hubieran teñido, y ahí espere, escondida en el callejón, esperando a que el chico que me seguía llegara al nivel del callejón.
Y finalmente termino llegando, y yo estire mi brazo apuntándole con el filo de Damu No Chi, impidiendo que siguiera avanzando si es que no me vio, o impidiendo que se acercara si giro el callejón. Y así me mantuve, apuntándole con el filo al cuello, mirándole completamente seria en medio de la oscuridad, observándolo durante unos segundos para finalmente dignarme a hablar formulando dos simples preguntas- ¿Quién eres? Y ¿Por qué me sigues? –Mi tono sonaba completamente serio, aun que en el fondo sentía que ese joven podía traerme algo de diversión ya que cuando lo tuve cerca pude ver que no era un borracho cualquiera, ni cualquier ingenuo que se pondría a seguir a alguien así por que si, quizá, si debía pelear, me podría proporcionar una buena pelea ese joven.
En ningún momento me altere ni un ápice, para mi era un simple borracho de taberna, o un hombre cualquiera el cual no me preocupaba para nada, así que eche la mirada un poco atrás entre la oscuridad, calculando un poco la distancia en la que estaba, y cuando tuve una cierta idea di un par de pasos mas acelerados y me metí de golpe en un callejón, esperando que me hubiera visto, o no, daba igual en verdad. Una vez ahí escondida desenfunde a Damu No Chi que llevaba a la izquierda, una katana con la funda y el mango rojos, e incluso la hoja parecía un poco roja, como si la sangre de sus víctimas la hubieran teñido, y ahí espere, escondida en el callejón, esperando a que el chico que me seguía llegara al nivel del callejón.
Y finalmente termino llegando, y yo estire mi brazo apuntándole con el filo de Damu No Chi, impidiendo que siguiera avanzando si es que no me vio, o impidiendo que se acercara si giro el callejón. Y así me mantuve, apuntándole con el filo al cuello, mirándole completamente seria en medio de la oscuridad, observándolo durante unos segundos para finalmente dignarme a hablar formulando dos simples preguntas- ¿Quién eres? Y ¿Por qué me sigues? –Mi tono sonaba completamente serio, aun que en el fondo sentía que ese joven podía traerme algo de diversión ya que cuando lo tuve cerca pude ver que no era un borracho cualquiera, ni cualquier ingenuo que se pondría a seguir a alguien así por que si, quizá, si debía pelear, me podría proporcionar una buena pelea ese joven.
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Continue andando en la misma dirrección que andaba esa chica que me parecio tan interesante, sí la estaba siguiendo descaradamente y seguramente ella ya se había enterado nada más yo diese la vuelta para si poder seguirla durante toda su caminata. Los borrachos continuaban zumbando por las calles por las que pasabamos todo el rato y realmente eran muy molesto... Aunque bueno yo siguiendo a esa pobre chica también estaba siendo bastante molesto y descortes. Lo había hecho para ver su reacción y ver si me trataba como si fuese un borracho o haria otra cosa diferente como simplemente atacarme. me fije un poco más en ella que en el fondo me sonaba un poco como si hacía mucho tiempo la hubiese visto en otro lugar... no se, mi cabeza ahora mismo estaba bastante destrozada por todo y a lo mejor me lo estaba imaginando todo en mi imaginación y seguramente a esta chica, que por cierto era bastante bonita y...bueno por que no decirlo, estaba buena, (Otro motivo más para que yo pareciese un acosador en estos momentos la verdad). Continue andando y andando hasta finalmente la chica giro en un callejón en el que no se podía ver ningún foco de luz que saliese de allí por lo tanto si la chica no sabía lo que se hacía era una maniobra de tontos. Ese lugar si yo mismo hubiese sido un borracho o un asesino hubiese sido el sitio perfecto para ya sabeis que harian... en ese mismo momento dude si entrar en el callejón o subirme por los edificio y así que creyera que yo había desaparecido pero continuar siguiendola...pero ¿Para qué? Seguramente sería mucho más interesante meterse dentro y así por lo menos vivir esta "persecución" de forma interesante, o mterme justamente en la trampa de la chica y tener un momento divertido.
Gire la calle con la mano apoyada sobre la pared del edificio y lentamente fui entrando en el callejón oscuro, no se veia nada hasta tras andar un momento un pequeño reflejo me cego en la cara un poco. Era su katana, la sostenia con el brazo apuntando hacía mi con intenciones de amenazarme, me quede un poco sorprendido pero no me daba miedo, no se por que un presentimiento me recorria el cuerpo y sabía que la chica no sería capaz de vencerme y matarme. Mire un poco hacía los lados pero por la oscuridad se me hacía imposible verla la cara y a sí recornocerla mejor pues la anterior vez que intente mirarla la verdad es que no pude fijarme bien. Entonces ella comenzo a hablar, bueno más que comenzar a hablar pronuncio dos simples preguntas, quien era yo y por que la estaba siguiendo. Iba a contestar inmediatamente pero preferi para pasarmelo mejor jugar un pequeño rato con ella. Active mi hakki armadura y levante la mano durante un segudo para depués con fuerza coger el filo de su katana y con fuerza empujar hacía abajo para que ya no me apuntase, después construi en mi cara un peculiar sonrisa y lentamente me fui acercando a ella hablandola.
Bueno...Podría decirte mi nombre ¿pero deberia? no se no se... ademas te acabo de conocer ¿no? eres bastante interesante, pero seria mejor que guardases esta espada, no queramos que nadie salga herido, ¿verdad?
Volví a sonreir después solte la katana y le mire a los ojos como pude, entre la oscuridad...
Gire la calle con la mano apoyada sobre la pared del edificio y lentamente fui entrando en el callejón oscuro, no se veia nada hasta tras andar un momento un pequeño reflejo me cego en la cara un poco. Era su katana, la sostenia con el brazo apuntando hacía mi con intenciones de amenazarme, me quede un poco sorprendido pero no me daba miedo, no se por que un presentimiento me recorria el cuerpo y sabía que la chica no sería capaz de vencerme y matarme. Mire un poco hacía los lados pero por la oscuridad se me hacía imposible verla la cara y a sí recornocerla mejor pues la anterior vez que intente mirarla la verdad es que no pude fijarme bien. Entonces ella comenzo a hablar, bueno más que comenzar a hablar pronuncio dos simples preguntas, quien era yo y por que la estaba siguiendo. Iba a contestar inmediatamente pero preferi para pasarmelo mejor jugar un pequeño rato con ella. Active mi hakki armadura y levante la mano durante un segudo para depués con fuerza coger el filo de su katana y con fuerza empujar hacía abajo para que ya no me apuntase, después construi en mi cara un peculiar sonrisa y lentamente me fui acercando a ella hablandola.
Bueno...Podría decirte mi nombre ¿pero deberia? no se no se... ademas te acabo de conocer ¿no? eres bastante interesante, pero seria mejor que guardases esta espada, no queramos que nadie salga herido, ¿verdad?
Volví a sonreir después solte la katana y le mire a los ojos como pude, entre la oscuridad...
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El chico ya había dado la vuelta, y mi katana le apuntaba, pareció que se había quedado algo sorprendido, y yo le formule unas preguntas, las cuales no respondió, la cual cosa hizo que arqueara una ceja mirándole algo curiosa. De golpe no se bien que hizo pero pudo agarrar el filo de mi katana y hizo fuerza para que la bajara, no hice fuerza para impedírselo, prefería estudiarlo ya que no había respondido. Después de eso empezó a acercarse a mi, esta vez hablando el, y con una extraña sonrisa en su rostro, la cual me pareció la peor sonrisa que había visto en esos casos. Sus palabras quizá eran con un intento de asustarme, pero a mi en vez de asustarme me resultaban divertidas, y cuando al fin soltó el filo de mi katana en mi rostro se dibujo la típica sonrisa que yo siempre ponía, divertida, sádica, traviesa, una mezcla que mostraba que no sentía nada, ni miedo, ni dolor ni remordimientos.
Mi mano llevo la katana a su funda, dejándola a buen recaudo ahí, envainándola, siguiendo quizá su consejo y luego fui yo la que me acerque a el, llevando mis manos a su rostro, acercando el mío al suyo sonriendo para soltar un pequeño susurro. - ¿Deberías? Bueno… Quizá si se quién eres podemos divertirnos mas ¿No cree? No es divertido jugar con alguien que no se ni su nombre. – Mi voz sonaba en un susurro, y mis manos poco a poco iban hacia la nuca de el, rozando su piel y hundiéndose entre su cabello mientras mi rostro pronunciaba esas palabras, acerándose al oído de el, para luego alejar un poco el rostro y así mirarle a los ojos, en la oscuridad, la cual cosa para mí no era ningún problema, es mas, prefería la oscuridad a la luz, aun que quizá para el fuera al revés, quizá para el la oscuridad si era un problema para verme o para ver el escenario del callejón en el que estábamos.
Mis manos acariciaban suavemente su nuca, mientras mis ojos no se apartaban de los de el, mi cuerpo estaba bastante cerca al de el, casi pegado, y mis labios dibujaban una pequeña sonrisa, divertida y traviesa a la vez que me mordía el labio inferior, atenta a su reacción por si debía echarme atrás o continuar con mi “plan”.
Mi mano llevo la katana a su funda, dejándola a buen recaudo ahí, envainándola, siguiendo quizá su consejo y luego fui yo la que me acerque a el, llevando mis manos a su rostro, acercando el mío al suyo sonriendo para soltar un pequeño susurro. - ¿Deberías? Bueno… Quizá si se quién eres podemos divertirnos mas ¿No cree? No es divertido jugar con alguien que no se ni su nombre. – Mi voz sonaba en un susurro, y mis manos poco a poco iban hacia la nuca de el, rozando su piel y hundiéndose entre su cabello mientras mi rostro pronunciaba esas palabras, acerándose al oído de el, para luego alejar un poco el rostro y así mirarle a los ojos, en la oscuridad, la cual cosa para mí no era ningún problema, es mas, prefería la oscuridad a la luz, aun que quizá para el fuera al revés, quizá para el la oscuridad si era un problema para verme o para ver el escenario del callejón en el que estábamos.
Mis manos acariciaban suavemente su nuca, mientras mis ojos no se apartaban de los de el, mi cuerpo estaba bastante cerca al de el, casi pegado, y mis labios dibujaban una pequeña sonrisa, divertida y traviesa a la vez que me mordía el labio inferior, atenta a su reacción por si debía echarme atrás o continuar con mi “plan”.
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